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TEATRO VENEZOLANO, importancia, desarrollo introducción conclusión, Essays (university) of Theatre

Puedes que consigas algo importante del teatro venezolano

Typology: Essays (university)

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Download TEATRO VENEZOLANO, importancia, desarrollo introducción conclusión and more Essays (university) Theatre in PDF only on Docsity! BIBLID 1136-3169 (2004-2005) pp. 345-364 PANORAMA DEL TEATRO VENEZOLANO EN EL SIGLO XX CARMEN MÁRQUEZ MONTES Universidad de Las Palmas de Gran Canaria RESUMEN El teatro venezolano comienza a configurarse con verdadera identidad nacional a mitad del siglo XX, coincidiendo con la democratización del país. En este proceso tuvo una gran significación la llegada del español Alberto de Paz y Mateos, de la Argentina Juana Sujo y del mexicano Jesús Gómez Obregón. A finales de los cincuen- ta se puede hablar de una generación de dramaturgos venezolanos, y ya en la década de los años sesenta se puede hablar de un gran movimiento de la escena venezolana, que se consolida en la década de los años setenta. A partir de los ochenta comienza un declive que aún no ha sido superado. ABSTRACT Venezuelan theatre begins to acquire true national identíty in the middle of the XX century, coinciding with the country's democratisation. In this process the arrival of the Spaniard Alberto de Paz y Mateos, the Argentinian Juana Sujo and the Mexican Jesús Gómez Obregón were of great significance. At the end of the fifties we can talk of a generation of Venezuelan dramatísts, and by the sixties we can observe a grow- ing movement in Venezuelan theatre that wül become Consolidated in the seventies. But from the eighties onwards we find a decline which has still yet to be overeóme. PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169 [18] CARMEN MÁRQUEZ MONTES 346 Para obtener una visión abarcadura de la dramaturgia venezolana en el siglo XX es conveniente trazar una perspectiva de las corrientes literarias, las manifestaciones culturales y del ambiente económico, poHtico y social del país. Máxime si tenemos en cuenta que su consolidación es paralela a la democratización del país. Muy a finales del siglo XIX y comienzos del XX es cuando encontramos un cierto movimiento teatral . Aunque será a partir de 1935, tras la muerte de Juan Vicente Gómez^, cuando comience una lucha por salir del aisla- miento, sobre todo de la mano de instituciones como la Compafíía Venezolana de Dramas y Comedias, la Sociedad de Amigos del Teatro y el Teatro Universitario de la Universidad Central de Venezuela. En estos momentos aparecen obras de algunos dramaturgos, entre los que cabe citar a Aquiles Certad, Víctor Manuel Rivas, Guillermo Meneses, Andrés Eloy Blanco y Ángel Fuenmayor entre otros. Gracias a lo cual se propicia un incipiente movimiento escénico que culminará en la década del cin- cuenta. En febrero de 1959 sube al poder Rómulo Betancourt —tras el largo periodo de represión de Marcos Pérez Jiménez—, que gobierna hasta 1964, año en que gana las elecciones Raúl Leoni al que le sigue Rafael Caldera en 1969, presidencia que se caracteriza por la estabüidad^. En 1973 gana las elecciones de nuevo Acción Democrática y el presidente electo es Carlos Andrés Pérez^, cuyo gobierno abre una nueva etapa en Venezuela, la conocida como la "Venezuela Saudita" debido al gran auge económico asociado directamente al aumento de la extracción petrolera, que este presidente nacionalizó en 1976, a lo que se une la importante subida del precio del barril. Hechos estos que tienen una importancia muy significativa para la evolución teatral, como se verá más adelante. En septiembre de 1959 se celebra el primer Festival Nacional de Teatro —siete meses después de la subida al poder de Rómulo Betancourt—*^. Como se ha mencionado, desde mitad de la década del treinta y en la del cuarenta se comienza a percibir un cierto auge en el tea- tro y que es éste el que permite que en 1959 se pueda celebrar este pri- mer Festival. En este proceso hay que citar al Ateneo de Caracas, uno de los pilares en la creación de la moderna dramaturgia venezolana, pues fue uno de los pioneros en la programación de talleres de teatro' , así como PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169 [18] PANORAMA DEL TEATRO VENEZOLANO EN EL SIGLO XX 349 de la que dice Rubén Monasterios que "sus tesis conceptuales parecen sacadas directamente de los «Cuadernos para la Müitancia de Base»" (1975, 85); Rodolfo Santana^S (1944), quien, a pesar de que recala en variados temas y tendencias, tiene también un buen número de piezas que inciden en la crítica social y política, utilizando recursos del absurdo, las tesis brechtianas, los postulados de Artaud, etc. para presentar de forma descarnada sus propias reflexiones sobre la tortura - e n Elogio a la tortura—, la violencia, o irónicas críticas a ciertas revoluciones, como queda paten- te en £ / sitio. En las siguientes décadas se perfilará como uno de los dra- maturgos más proKficos, interesantes e internacionales del teatro venezo- lano, con un amplio espectro tanto en la temática como en la técnica dra- mática. Gilberto Pinto (1950), cuyas obras^^ están decididamente impregnadas de la problemática de la lucha de clases y la opresión, sobre todo m rincón del diablo y Eos fantasmas de Tukmón. Gilberto Agüero es otro de los autores que surge en estos momentos, cuya obra-^'' tiene ciertas crí- ticas al entorno social, aunque bastante más suaves que las de los autores antes citados; sólo El gallinero (1968) encierra un mayor análisis sobre cuestiones socio-políticas. También las primeras obras-'^ de José Gabriel Núñez (1937) tratan el tema social, pero a partir de Bang-Bang (1968) lo abandona para incursionar en un teatro más lúdico en el que la búsqueda de la individualidad se impondrá como tema. El resto de los dramaturgos que surgen en esta década no presentan esa filiación social, los textos de Paul Williams-^^ (1942) están más próximos al teatro del absurdo; Ricardo Acosta tiene una tendencia hacia temas más universales-'^, donde el entorno apenas se vislumbra; y Levy Rossel opta por el experimentaüs- mo, cuya obra Vimai^luleka (1965) significó uno de los grandes aconteci- mientos teatrales de los sesenta-'^, a pesar de ello, este autor no volverá a estrenar otra obra hasta décadas posteriores. Otros autores del momento son Andrés Martínez, Rafael Alvarado, Alberto Rodríguez Barrera, etc. Otro de los rasgos destacados de los sesenta es que la mujer entra en el panorama de la dramaturgia de forma continuada, tanto las autoras que comenzaron a publicar en el cincuenta, Ida Gramcko^^, EUzabeth Schón^", Viky Franco-'' y EMsa Lerner-'"; así como un nuevo grupo carac- terizado, como los demás miembros de su generación, por ser personas del medio teatral formadas en las diversas escuelas de teatro y que ejercen PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169 [18] CARMEN MÁRQUEZ MONTES 350 también como directoras, actrices, productoras, escenógrafas, etc. Entre ellas cabe mencionar a Lucía Quintero-^^ y Mariela Romero'^'^ (1952), que será una de las autoras más destacadas en las siguientes décadas, cuyas obras marcan la frontera con las autoras anteriores, quienes mostraban en sus textos el reflejo de la realidad femenina con personajes que refle- xionan sobre sus vidas no realizadas, esperando siempre que surja del exterior algo que pueda cambiar su existencia. Por el contrario, los perso- najes de Mariela Romero actúan y se responsabilizan de sus acciones; en todas sus piezas se percibe un intento de rupmra y de lucha por el espa- cio de la mujer en la sociedad ya desde sus obras iniciales, y que será el leitmotiv de su producción posterior^^. A pesar de estos nuevos nombres, la década estuvo dominada por los autores que comenzaron a escribir en la anterior, César Rengifo, que sigue en la línea de un teatro de corte brechtiano donde los acontecimientos más destacados de la historia nacional son continuamente reflejados en su obra. Según Leonardo Azparren (cfr. 1997, 150-151) esto se debe a la influencia que el muraüsmo mexicano ejerció en el autor, el cual introdujo en su pintura y llevó también a la escena , aunque tampoco debe olvi- darse su filiación ideológica de marcado signo marxista, lo que incide directamente hacia esta tendencia. Pero los autores de mayor relevancia son Román Chalbaud^-^^ Isaac Chocrón^"*^ y José Ignacio Cabrujas^^, quienes alcanzan su consagración y se confirman como la primera generación del moderno teatro venezo- lano. La significación que las obras de estos autores tienen en el panorama teatral del país es muy notoria. En cada uno de ellos hay una serie de notas comunes, principalmente la búsqueda de los personajes en un afán por encontrar un espacio al que pertenecer y, sobre todo, la necesidad de afecto, de amor. Esto es, desde luego, producto de la propia búsqueda de estos creadores por establecer un teatro nacional, en el que juega un importante papel la realidad venezolana, azotada en esos momentos por profundos cambios sociales que provocaron un gran desarraigo en la población, que veía cómo sus tradiciones iban desapareciendo. Se alteró la concepción del núcleo familiar y se produjo un crecimiento demográ- fico desmesurado''^'^, sobre todo en las ciudades^^, y Venezuela se convirtió en un país de jóvenes que no sabe muy bien a qué aferrarse, de ahí esa PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3159 [18] PANORAMA DEL TEATRO VENEZOLANO EN EL SIGLO XX 351 denostada búsqueda de los personajes por sentirse queridos y el deseo de integrarse en algún resquicio del entramado social. Mismo contexto e idénticos referentes que se concretaron en tres mundos creativos diferentes. Quizá el que mejor representó la problemá- tica de la sociedad venezolana fue Román Chalbaud, quien crea en sus obras espacios cuasi sagrados, lugares de ritual personal y cotidiano de cada personaje. Sus personajes son seres que deambulan buscando su parcela dentro del desajuste que sufrió Venezuela tras el boom de las explotaciones petroleras, realidad que tiene cabida en su obra desde los inicios y que ha ido evolucionando al compás de los acontecimientos sociales. Así, sus primeras piezas hacen hincapié en el problema de la emi- gración del campo a la ciudad, especialmente Muros Horizontales y Caín adolescente. Más adelante se centra en la ciudad, Caracas, que se convierte en poco más de diez años en una megalópoHs, con un alto índice de población viviendo en suburbios que no dejan de crecer. Los personajes de estas piezas son los desheredados de la Venezuela Saudita, carecen de un hogar convencional, son vagabundos urbanos que viven al día; seres desarraigados, en permanente desajuste con la cotidianidad. Para sobre- vivir tratan de adoptar las actitudes dadas por la nueva sociedad, lo que provoca que, a veces, ni ellos mismos sepan cuál es su razón de ser. En las obras de los sesenta aparece ya definida la tipología chalbaudiana de chulos, ladrones, prostitutas, mendigos, etc. que viven en lugares destar- talados llenos de desechos de la sociedad de consumo y de objetos de diversa índole. Gracias a ello, crea ambientes kitsch en la línea de la esté- tica del feísmo. Se apartó de esta tendencia con R/z/«'« en ferretería iyHT) y L¿7 cigarra y la hormiga (1980), para retomarla en sus últimas piezas Todo bicho de uña (1981) y Vesícula de nácar (1992) obra, ésta última, muy apoca- líptica, con la que se sumerge en la corrupción y presenta un país derrum- bado, acorde con la realidad por la que atraviesa Venezuela en estos momentos. Y, desde luego, donde vuelve a incidir en su más puro estilo grotesco es en ÍM magnolia inválida (1993). José Ignacio Cabrujas^°, actor, director, columnista brillante, guionista de cine, radio y televisión, etc. es quizá uno de los dramaturgos más bri- llantes del panorama hispanoamericano. En su primer texto, IJOS Insurgentes (1956), está ya presente el tema histórico, como será habitual en toda su PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169 [18] CARMEN MÁRQUEZ MONTES 354 quiso abarcar todo el espectro de las diversas tendencias que en ese momento existían, dando cabida en sus salas a los más variados espectá- culos, con el único nexo común de que fuese un teatro de calidad. Aunque es cierto que se decantó más por un teatro de texto, sin dejarse arrastrar por el experimentalismo que comen2Ó a extenderse en esos momentos por influencia de las teorías de Artaud, Living Theatre, Appia, Craig, etc. sin k suficiente profundización en las mismas, por lo que degeneró en un experimentalismo hueco, traslado superficial de los postulados de estos directores. Gracias a la premeditada apertura a toda tendencia teatral. El Nuevo Grupo realizó montajes de las más diversas piezas dramáticas; su progra- mación trató de conjugar el mayor espectro posible del teatro producido en el momento^^, junto a un buen número de piezas de autores clásicos del ámbito universal^^ y dedicando una especial atención a la dramaturgia venezolana, apoyando, sobre todo, a los autores jóvenes^^. Este eclecti- cismo se observa también en los directores^^, actores, escenógrafos, etc. que pasaron por la institución, amén de ser un espacio de formación en el que un buen número de los profesionales más capacitados del teatro actual venezolano realizaron sus primeros trabajos. A ello debe añadirse que, además, editó la revista de teatro El Nuevo Grupo, creó un concurso de dramamrgia y realizó varias publicaciones^^. Desafortunadamente, El Nuevo Grupo cerró las puertas de sus dos salas —Alberto de Paz y Mateos, Juana Sujo— en 1988 por falta de financiación. Como se ha podido apreciar, los años sesenta fueron bastante fructí- feros para el teatro en Venezuela, en ellos están presentes ya las diversas tendencias que dominaban la escena del teatro occidental, y desde luego la tendencia social que fue el denominador común en Hispanoamérica en ese momento; la única práctica que no se afianzó en Venezuela fue la crea- ción colectiva, presente entonces en varios países del entorno, sobre todo en Colombia y Cuba. A ello hay que sumar que, a pesar de la supremacía de la capital, en algunas provincias comenzaron a emerger una serie de grupos e instituciones que mantuvieron una cierta actividad teatral^". Y en la década del setenta comienza el periodo al que Leonardo Azparren denomina "los años dorados" (1997, 165-207) del teatro venezolano; efectivamente, la escena sufrió una gran eclosión, muchos PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169 [18] PANORAMA DEL TEATRO VENEZOLANO EN EL SIGLO XX 355 acontecimientos teatrales confirman tal denominación. En primer lugar, El Nuevo Grupo tiene una actividad vertiginosa con temporadas cada vez más nutridas, sobre todo de dramaturgia nacional, que cuenta ya con un ingente número de autores que son llevados a escena por otros tantos directores de gran capacidad y con un buen número de actores que posi- bilitan la existencia de gran cantidad de elencos. A este grupo se sumó Rajatabla, creado en 1971 con el auspicio del Ateneo de Caracas y con Carlos Giménez^ ' como director, un personaje controvertido que despertó las más airadas críticas y, a su vez, fidelidades y apoyos incondi- cionales^^. Este grupo será durante las siguientes décadas uno de los más emblemáticos de la escena nacional, con una gran proyección a nivel internacional. Su opción estética está encaminada hacia el teatro experi- mental, con montajes de gran espectacularidad, en los que el texto siempre queda relegado a las necesidades de la puesta en escena. Así, pues, los años setenta estarán dominados por estos dos grandes grupos; Rajatabla, empeñado en producir espectáculos de gran vistosidad escénica, y El Nuevo Grupo, más preocupado por realizar un teatro en el que el texto y el espectáculo formen una conjunción indisoluble y por tanto ninguno esté supeditado al otro. N o puede separarse la actividad teatral del momento económico del país, ya que muchas de sus manifestaciones son producto de la naciente Gran Venezuela propugnada por Carlos Andrés Pérez desde la presidencia y, aunque no se dotase con suficientes recursos a la formación, grupos noveles, institociones varias, etc. sí se financiaron de forma incontinente proyectos con la factura de grandes acontecimientos que evidenciaran que Venezuela era el país más rico de Hispanoamérica^^. Con esta política es lógico que se acogiera favorablemente la propuesta de realizar un Festival Internacional de Teatro, cuya primera edición tavo lugar en 1973 con dirección de Carlos Giménez. Estos festivales internacionales con- vertían a Caracas en el gran escaparate del teatro universal, por el que pasaron todos los grandes grupos del mundo, lo que enriqueció la pers- pectiva de los teatreros venezolanos. Con respecto a la dramamrgia, continuaron con sus labor los autores que se iniciaron en las décadas anteriores; de ellos, Rodolfo Santana se afianzó como uno de los más destacados autores del país, se estrenaron PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169 [18] CARMEN MÁRQUEZ MONTES 356 algunas de sus mejores obras"*^, dotadas ya de una mayor madurez, con una temática y un estilo definido. Y comenzaron a aparecer otros autores, entre ellos Edilio Peña, Luis Brito García, Néstor Caballero, Angélica Campos, Larry Herrera, José Antonio Rial, etc. Con un espectro temático y formal muy diverso, en el que la crítica social convive con el experimen- taüsmo, con tendencias existenciaüstas, el absurdo, teatro pánico, etc. De las novedades de los años ochenta, uno de los acontecimientos más interesantes fue la creación de la Compañía Nacional de Teatro en 1984, con Isaac Chocrón como director. En 1986 se creó el Centro de Directores para el Nuevo Teatro, al que se sumó en 1990 el Teatro Nacional Juvenil, ambos proyectos ideados por Carlos Giménez con el apoyo institucional, con el fin de promover una nueva generación teatral. Con respecto a la dramaturgia, son muchos los nombres que surgen: José Simón Escalona, Thais Erminy, Ugo Ulive, Ibsen Martínez, Óscar Garaycochea, Carlota Martínez, Inés Muñoz, Johnny Gavlovski, Luis Chesney, Pilar Romero, Laly Armengol, Nelly OUver y un largo etcétera, que se encuentran con el problema, bastante generalizado, de que son escasos los grupos que llevan a escena obras de autores nacionales y menos aún si se trata de autores noveles; por ello, los que no ejercen como directores tienen dificultades para ver sus textos sobre la escena, que, como he mencionado ya, es un fenómeno similar al de cualquier país. De nuevo, pues, la escena está dominada por los autores ya consagrados, quienes, por otra parte, presentaron las obras más interesantes. Leonardo Azparren destaca especialmente los textos de José Ignacio Cabrujas"' e Isaac Chocrón"^^, hace este profesor una valoración de esta década que termina en los siguientes términos: Respecto a los cambios artísticos fundamentales, siguieron vigentes en la década los que fueron protagonistas en la anterior. En la dramaturgia, José Ignacio Cabrujas e Isaac Chocrón y en la puesta en escena Ugo Ulive [...]. La nueva década se anuncia como los años del teatro oficial, con compaiiías y sistemas teatrales promovidos y conducidos bajo la orientación del Estado y de las grandes concentraciones institucionales lideradas por Rajatabla y la Compañía Nacional de Teatro [...]. Es decir, la década de los ochenta trajo una nueva generación y una marcada tendencia hacia la concentración institucio- nal (1992, 196). PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169 [18] PANORAMA DEL TEATRO VENEZOLANO EN EL SIGLO XX 359 NOTAS 1 A comienzos del siglo XX merecen citarse los logros de Rómulo Gallegos -con obras como Bimotor ((1910) y El milagro del año (1915), entre otras- y los del grupo formado por Rafael Guinand, Leoncio Martínez, Andrés Eloy Blanco y Leopoldo Ayala Michelena. 2 Dictador que detentó el poder en Venezuela desde 1908 hasta el dia de su muerte, el 17 de diciembre de 1935. 3 Desde la muerte del dictador Gómez en 1935, Venezuela pasó por varios periodos políticos entre los que se simultaneaban etapas de apertura frente a otras más reaccionarias, hasta que en 1952 subió al poder Marcos Pérez Jiménez y se man- tuvo hasta 1958, sumiendo al país en uno de los periodos más represivos, Salcedo- Bastardo lo describe en los siguientes términos: "Pocos gobiernos como éste del intervalo regresionista han sido en América tan fieros. Los mecanismos represivos, de intimidación y terror funcionan al máximo; el desarrollo económico, alimentado por el flujo petrolero que no cesa de aumentar, ayuda a proyectar una cuestionable imagen de bonanza y prosperidad. Venezuela crece pero se desquicia y retrocede peligrosamente sobre todo en el aspecto ético" (1970, 484). 4 Durante todo el quinquenio no se suspenden en ningún momento las garantías constitucionales, ya que paulatinamente fue desapareciendo la violencia guerrillera. 5 Quien asume la presidencia el 12 de marzo de 1974. 6 Festival celebrado entre el 25 de septiembre y el 15 de noviembre, en el que se representaron obras de los siguientes autores: Arturo Uslar Pietri, Román Chalbaud, César Rengifo, Isaac Chocrón, Vicky Franco, Mariano Medina Febres, Guillermo Meneses, Víctor Manuel Rivas, José Ignacio Cabrujas, Leopoldo Ayala Michelena, Elizabeth Shon, Pedro Berroeta y Andrés Eloy Blanco. 7 Ya en 1944 funda la Escuela de Iniciación Teatral, año en el que se crea un con- curso a la mejor obra de teatro en un acto; en 1949 se inicia un Curso de Arte dra- mático dirigido por Vladko Kos; en 1951 se inicia el Concurso de Teatro Ateneo de Caracas; en 1952 su directora Ana JuUa Rojas y el actor Esteban Herrera ini- cian la creación de un grupo de teatro estable. 8 Celestina Góme^ de Luis Peraza, El Cristo de las violetas y Eos muertos las prefieren negras de Andrés Eloy Blanco y Caín adolescente de Román Chalbaud. Más allá del horispnte de Eugene O'NeiU y A la fuerza de Jacques Deval. 9 En 1936 se creó la Compañía Venezolana de Comedias, que en 1938 pasó a deno- minarse Compañía Venezolana de Dramas y Comedias, entre sus componentes se hallaban Eduardo Calcaño, Leopoldo Ayala Michelena, Leoncio Martínez y Luis Peraza. El 1939 Luis Peraza y algunos de los miembros de la Compañía crearon el grupo Teatro Obrero, que pasará a denominarse más tarde Teatro del Pueblo y finalmente Teatro Nacional Popular. En 1942 se crea la Sociedad de Amigos del Teatro, que sólo sobrevive hasta 1947. Luis Pereza es el que crea también en 1944 PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169 [18] CARMEN MÁRQUEZ MONTES 360 el Teatro Universitario de la Universidad Central de Venezuela, junto a Horacio Vanegas y Enrique Vera. 10 Alguna de sus obras son: El hombre que se fue. Mala siembra, Celestina Góme^ o Reciedumbre. 11 Algunos de estos autores son Leopoldo Ayala Michelena, Andrés Eloy Blanco, Leoncio Martínez, Rafael Ginard, Aquiles Cerrad, entre otros. 12 Algunas de sus obras: Por qué canta elpueblo (1936), Yuma o Cuando la tierra esté verde (1940), Joaquina Sanche^ (1947-48), Los canarios (1949), Manuelote (1950), Soga é niebla (1952), l^s mariposas de la oscuridad (1951-56), El vendaval amarillo (1952), Lo que dejó la tempestad (1951), etc. Y posteriores a 1959: Eos hombres de los cantos amargos (1959), Muros en la madrugada (1960), Buenaventura Chatarra (1963), Ea fiesta de los moribun- dos (1966), y un largo etcétera. 13 Hay que hacer hincapié también en la nueva situación poh'dca, pues ahora se pue- den estrenar obras antes prohibidas por la censura, como ejemplo baste citar que en 1958 se pudieron presentar Soga de niebla de César Rengifo y BJquien para un eclipse se Román Chalbaud, ambas vetadas por el gobierno perezjimenista. 14 7\lgunos de estos grupos son; Proa (1951), Máscaras (1953), Teatro del Ateneo de Caracas (1952), Compás (1954), El Duende (1955), Teatro del Pueblo, Teatro Popular de Venezuela (1957), Grupo Cervantes (1958), etc. 15 Teatro Poliedro, abierto en 1957 por Alberto de Paz y Mateos, que en 1959 pasa- rá a manos de Juana Sujo, quien lo llama Teatro Los Caobos; Sala del Ateneo de Caracas (1951); el teatro La Comedia; la sala La Quimera, y el Teatro Arte de Caracas. 16 Se constituyó el 5 de septiembre de 1959. 17 A pesar de los buenos propósitos de la Federación, sólo se celebraron dos festivales más, uno en 1961 y otro en 1967, hasta que en 1978 fue retomada de nuevo la idea. 18 Poeta que escribe los siguientes textos dramáticos en la década del cincuenta: Ea hija de Juan Palomo (1955), Belén Silvera (1955), María Eion^a (1956), Ea dama y el oso (1957), Ea Rubiera (1958); en la siguiente década escribe cinco textos más con lo que se termina su producción teatral. 19 También poeta que escribe en 1956 El intervalo, su restante obra dramática perte- nece a la década del sesenta. 20 Anna D 'Siena (1956), Ea bella Fornarina (1956), Merecure (1959). 21 Una entrevista de prensa o Ea bella de inteligencia (1959). 22 Ménica j el florentino (1959) 23 En esta década escribe Eos adolescentes (1953), Muros horizontales (1953), Cain adoles- cente (1955) y Réquiem para un eclipse (1957). 24 De esta década es su texto/»fl« Francisco de Eeón (1958). 25 En abril de 1960 se produce el alzamiento del general Jesús María Castro León, sometido después de varios días de tensión. A ello se le suma el atentado en junio del mismo año en el que resulta herido el presidente. En 1962 se producen de PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169 [18] PANORAMA DEL TEATRO VENEZOLANO EN EL SIGLO XX ~- 361 nuevo dos conatos, el Carupanazo, el 4 de mayo, y el Porteñazo, lo que motiva la detención de los diputados del Partido Comunista y del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (cfr. W.AA. 1992, 185-200). 26 En 1962 comienza en Venezuela una lucha guerrillera encabezada por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria y el Partido Comunista de Venezuela, que sólo duró unos años, fue casi extinguida bajo el gobierno de Raúl Leoni y Rafael Caldera, que sube al poder en 1969 y Uevó adelante la denominada Pok'tíca de Pacificación, que significó la paulatina vuelta a la normalidad. No sólo por la desaparición de la guerrilla sino de todos los centros militares creados para luchar contra la guerrilla y que utilizaban métodos nada democráticos. 27 Elgenülmuerto (1967) o LM cucarachita Martines (1968). 28 Piezas de esta década son: ]_M muerte de Alfredo Gris (1963), Algunos en el iskte (1963), Tiránicus (1964), Eas camas (1967), LUÍ hijos dellris (1968), Hlsospechoso suicidio del señor Ostrovich (1968), El ordenan^ (1969), hos criminales (1969), Babarroja (1969) y Nuestro padre Drácula (1969). 29 Sus primeros textos: El rincón del diablo (1961), El hombre de la rata (1963) y La noche moribunda (1966). 30 Ciclón sobre los barcos de papel (1966), Amalia de segunda mano (1967), 1M pequeña LMIÚ (1968) y El gallinero (1968). 31 Ea ruta de los murciélagos (1964), Tiempo de nacer (1965), Eos peces del acuario (1966), Caquexia, Eos semidioses (1967), Bang-Bang (1968), Parecido a la felicidad (1969) y Tú lo que quieres es que me coma el tigre (1969). 32 Coloquio de hipócritas (1967),^ toda velocidad {\9()T), Historia de cómo el señor Ótelo ase- sinó a su esposa Desdémona (1968) y Cuatro de este mundo (1968). 33 El asfalto de los infiernos (1967), El baile de los cautivos. Agonía y muerte de Caravaggio y Ea vida es sueño (versión) (1968). 34 Se estrenó en la sala del Ateneo de Caracas, pero debido a la gran afluencia de público se trasladó al Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela. 35 Algunas de sus obras de esta década: Ea loma del Ángel {\9(Í\), Penélope (1961), Ea mujer de Catey (1961) y Ea hoguera de hi^o IH^ (1966). 36 De la década del sesenta son: Melisa y jo (1961), Ea mudansp (1962), Ea pensión (1964), Ea aldea (1966), Al unisono (1967), Eo importante es que nos miramos (1967) y El limpiabotas y la nube (1970), que es su último texto dramático. 37 Eo que arrastró la creciente (1960), Sesgo (1961) y El hombre del ojo de vidrio. 38 Obras de este periodo son/ea» HarlotD (1962), El vasto silenáo de Manhatten (1964) y El país odontológico (1966). 39 Ea breay las plumas (1962), Viejo con corbata colorada (1963), Como gentecita recogiendo flores (1966), Eos berros del sobrino (1966) y Verde angustiario (1968). 40 Algo alrededor del espejo (1967), Este mundo circo (1968) y El juego de los vampiros (1969). 41 El juego (1976), El vendedor (1981), Esperando al italiano (1988) o El inevitable destino de Rusa de la noche (1989). PHILOLOGICA CANARIENSIA 10-11 (2004-2005), ISSN: 1136-3169
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