¡Descarga Evolución de la poesía en España (1939-2023): Guerra Civil a generación del 68 y más Apuntes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! T.6. LA POESÍA DE 1939 HASTA HOY La Guerra Civil española y la dictadura franquista irrumpen en la evolución natural de la literatura, pero es quizás la poesía al ser un género minoritario la que consigue mayor diversidad y riqueza a pesar de la censura y el exilio de los poetas. Entre los que permanecen en España cabe destacar a Miguel Hernández, poeta autodidacta que pasa del vanguardismo a la poesía directa comprometida y finalmente a poemarios amorosos y existenciales como El rayo que no cesa. -Durante la década de los cuarenta distinguimos dos tendencias principales: la poesía arraigada y la poesía desarraigada. La primera está dominada por los autores vencedores que cultivan una poesía de corte formalista: armónica, clásica y la creación de una realidad artificial que esconde la real. Los temas eran: Dios, el paisaje castellano, la familia...Destacan Luis Rosales Y Leopoldo panero entre otros, agrupados en torno a revistas como: Escorial Y Garcilaso. La poesía desarraigada continúa con la poesía rehumanizada para reflejar la angustia y desesperación del ser humano en tiempos de incertidumbre y dolor. Trasladaron el malestar social a la esfera existencial sorteando la censura. Se aglutinan entorno a la revista Espadaña (1944) autores como Gabriel Celaya y Blas Otero con títulos como Redoble de conciencia y Ángel fieramente humano. Además ese año (1944) se publican dos poemarios esenciales para la poesía española: Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre. Existen otras tenencias minoritarias: el postismo de Ory, que buscaba superar las vanguardias mediante la ruptura de la lógica y el empleo del lenguaje lúdico; la poesía sensual y refinada con Pablo García Baena a la cabeza, caracterizada por el barroquismo y el culturalismo, y el surrealismo de autores como Miguel Labordeta. -En los años cincuenta surge con fuerza a poesía social que concebía el arte como un instrumento de denuncia, compromiso y transformación social. Los temas giran alrededor de dos cuestiones básicas: España para la que sueñan un futuro y la protesta contra las injusticias sociales. Predomina el contenido sobre la forma lo que hace emplear un estilo sencillo, coloquial y directo que podría incluso rayar el prosaísmo. Algunos títulos son: Pido la paz y la palabra (1955) de Blas Otero y Cantos íberos (1955) de Gabriel Celaya. A mediados de los cincuenta, la generación de los 50 unidos por el rigen burgués y su amistad se inician en la prosa social para evolucionar hasta composiciones internistas y de mayor complejidad léxica. Los temas fundamentales son: el paso del tiempo, el amor y el erotismo, la amistad o la propia poesía. Escritos en verso libre predomina el tono meditativo y el lenguaje sobrio. Ejemplos son: Moralidades de Jaime Gil de Biedma y Tratados de urbanismo de Ángel González. A finales de los sesenta aparece la generación del 68, a la que pertenece la colección de Nueve poetas novísimos publicada en 1968. Suponen el triunfo de una sensibilidad poética lejos del realismo, culturalismo y los mitos. En lo formal tienden a la experimentación y al neobarroquismo, que se manifiesta con gran riqueza léxica y la importante presencia de aspectos visuales. Mencionamos Los retratos de Luis Alberto de Cuenca. En las últimas décadas del siglo XX surgen dos corrientes: la poesía del silencio, que es reflexiva, filosófica y minimalista con autores como Olvido García Valdés y la poesía de la experiencia, de corte realista que habla sobre la vida y la realidad con un lenguaje narrativo y coloquial, un autor como Luis García Montero. Entre los autores más recientes cabe citar a Ada Salas, Benjamín Prado o a las jovencísimas Elena Medel o Luna Miguel, cuya carrera literaria esta comenzando.
