Análisis La peste de Albert Camus, Apuntes de Literatura

¡Descarga Análisis La peste de Albert Camus y más Apuntes en PDF de Literatura solo en Docsity! CONTEXTO DE LA OBRA Y DEL AUTOR La peste es una novela escrita por autor francés Albert Camus, quién nació en 1913 y murió en 1960. Fue novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en Argelia. Tuvo concepciones que se formaron bajo el influjo de Schopenhauer, de Nietzshe y del existencialismo alemán. También se le ha atribuido la conformación del pensamiento filosófico conocido como absurdismo y pese a su alejamiento consciente con respecto al nihilismo, rescata de él la idea de libertad individual. En 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura por “el conjunto de una obra que pone en relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de la actualidad”. Comenzó a escribir a muy temprana edad y en 1934 contrae matrimonio con Simone Hié, pero termina por infidelidades de ambas partes. Sus primeros textos fueron publicados en la revista Sud, en 1935 comenzó a escribir El revés y el derecho, en 1938 publicó Nupcias y en 1942 publica su primera novela El extranjero. Ese mismo año publicó El mito de Sísifo donde desarrolla sus ideas sobre el absurdo. En 1944 y 1945 escribió las obras El malentendido y Calígula, ambas consideradas como teatro del absurdo. En 1947 publicó su segunda novela, La peste. En 1951 publicó su ensayo El hombre rebelde y en 1958 lazó su Llamada a la tregua civil. Por otro lado, en cuanto al contexto de la obra, esta nos cuenta la historia de unos doctores que descubren el sentido de la solidaridad en su labor humanitaria en la ciudad argelina de Orán, mientras esta es azotada por una epidemia de peste. Esta obra es fundamental de la literatura del siglo XX, considerada un clásico del existencialismo a pesar del rechazo de Camus a esta etiqueta. ESTRUCTURA NARRATIVA La novela se nos presenta como una crónica: “Los curiosos acontecimientos que constituyen el tema de esta crónica se produjeron en el año 194… en Orán” Cuando se nos habla de crónica, o se nos presenta una novela como crónica, se sugiere que la relación de hechos es cierta, o el caso de la novela, verosímil. Es precisamente este carácter de verosimilitud el que pretende el autor de La peste que pone la narración en voz de un cronista que hace la advertencia de que: “Estos hechos parecerán a muchos naturales y a otros, por el contrario, inverosímiles. Pero después de todo, un cronista no puede tener en cuenta esas contradicciones. Su misión es únicamente decir: "Esto pasó", cuando sabe que pasó en efecto, que interesó la vida de todo un pueblo y que por lo tanto hay miles de testigos que en el fondo de su corazón sabrán estimar la verdad de lo que dice”. Tal declaración nos revela, sin duda, que el autor es plenamente consciente de su técnica y, como se verá, “juega” con ella, en el sentido de ir dando pistas para que sea el propio lector quien concluya sobre la identidad del personaje narrador. Albert Camus nos evidencia la técnica que va a emplear: la del personaje narrador, si bien, con certeza, no conoceremos su identidad hasta el final de la novela. Nos irá dando esas pistas aludidas, como si pretendiese que el lector se involucrara en el descubrimiento del personaje que relata los hechos, presentados siempre en tercera persona. Así| | pues, Exceptuando el resumen de los apuntes de Tarrou, como lectores, podemos observar que todo lo que se nos cuenta, aunque en tercera persona, ha sido observado o protagonizado por el doctor Rieux, El autor decide escribir al estilo de las crónicas - narración de los hechos según el orden temporal en que ocurrieron, narrados a menudo por testigos presenciales o contemporáneos, ya sea en primera o en tercera persona- y, en consecuencia, adopta la técnica del personaje narrador que sólo habla de los que ve y, en ocasiones, de lo que le han contado o han escrito otros. La técnica escogida es explicada reiteradamente con palabras y planteamientos distintos. El personaje narrador se encarga de tales explicaciones. En cuanto a la focalización, el narrador toma deliberadamente un espacio entre él y los acontecimientos, pese a haberse incluido en ellos anteriormente. Aparenta un cambio de voz narrativa, desdoblamiento de la voz. Por otra parte, la narración establece un hilo temporal más o menos claro que es importante seguir. Los acontecimientos empiezan, en el primer capítulo, el 16 de abril de 194, la primavera de Orán. La primera parte del capítulo uno está dedicada exclusivamente al establecimiento del espacio de la narración y de la focalización, entiéndase por esto, del narrador. Por otro lado, en cuanto al espacio, el libro nos plantea diversas descripciones topográficas de la ciudad: “La ciudad, en sí misma, hay que confesarlo, es fea. Su aspecto es tranquilo y la hace diferente de las otras ciudades comerciales de cualquier latitud. ¿Cómo sugerir, por ejemplo, una ciudad sin palomas, sin árboles y sin jardines, donde no puede haber aleteos ni susurros de hojas, un lugar neutro, en una palabra?” “La primavera se anuncia únicamente por la calidad del aire o por los cestos de flores que traen a vender los muchachos de los alrededores: una primavera que venden los mercados”. El tono narrativo es similar al de Franz Kafka, sobre todo en El proceso, en la que las sentencias potencialmente tienen varios significados, a menudo el material hace resonancia puntual como alegoría cruda sobre la conciencia de los eventos y la condición