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anatomia del torax y la importancia de todo, Resúmenes de Anatomía

El tórax es la parte del cuerpo humano que está entre la base del cuello y el diafragma. Contiene a los pulmones, el corazón, voluminosos vasos sanguíneos, linfáticos y la arteria aorta (ascendente, arco y descendente), la vena cava inferior, la cadena ganglionar simpática de donde salen las ramas esplácnicas, las venas ácigos (mayor y menor), el esófago y el conducto torácico. Su división fundamentalmente consiste en el mediastino y las dos cavidades pulmonares. Tiene forma de cono truncado o

Tipo: Resúmenes

2021/2022

Subido el 05/01/2022

alondra-mineyko
alondra-mineyko 🇲🇽

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¡Descarga anatomia del torax y la importancia de todo y más Resúmenes en PDF de Anatomía solo en Docsity! RADIOGRAFÍA TORÁCICA FRONTAL NORMAL 1. VASOS Y BRONQUIOS: MARCAS PULMONARES NORMALES La práctica totalidad de las «líneas blancas» que se observan en los pulmones en una radiografía torácica corresponden a vasos sanguíneos. Característicamente, los vasos sanguíneos se ramifican y muestran una reducción gradual de su calibre desde las zonas hiliares centrales hasta los bordes periféricos de los pulmones. En una radiografía convencional no es posible diferenciar con precisión las arterias y las venas pulmonares. Los bronquios son prácticamente invisibles en una radiografía torácica normal debido a que suelen tener una pared muy fina, a que contienen aire y a que están rodeados de aire. 2. PLEURA: ANATOMÍA NORMAL La pleura está constituida por dos capas, la pleura parietal externa y la pleura visceral interna, y entre ambas queda el espacio pleural. La pleura visceral está adherida al pulmón y presenta pliegues que se adaptan a las cisuras mayor y menor. Normalmente, en el espacio pleural hay varios mililitros de líquido, pero no aire. Por regla general, ni la pleura parietal ni la pleura visceral son visibles en una radiografía torácica convencional, excepto en las ocasiones en que las dos capas de la pleura visceral se pliegan para adaptarse a las cisuras. Incluso en esta situación no suelen tener un grosor mayor que el de una línea trazada con un lápiz de punta fina. RADIOGRAFÍA TORÁCICA LATERAL = Como parte de la evaluación torácica estándar con dos proyecciones, suele realizarse una radiografía torácica frontal en bipedestación, así como una proyección torácica lateral izquierda también en bipedestación. m La radiografía torácica lateral izquierda (el lado izquierdo del cuerpo del paciente queda contra la placa) tiene un gran CINCO ÁREAS CLAVE EN LA RADIOGRAFÍA LATERAL Espacio claro retroesternal: Semiluna transparente entre el esternón y la aorta ascendente En una imagen normal, justo por detrás del esternón y por delante de la sombra que corresponde a la aorta ascendente, hay un área relativamente transparente con forma de semiluna. En los casos en los que hay una masa mediastínica anterior este espacio claro está «rellenado» por una densidad de tejidos blandos Región hiliar: Ausencia de una masa bien definida Puede resultar difícil valorar de forma adecuada los hilios en la proyección frontal, sobre todo cuando están ligeramente aumentados de tamaño, dado que es imposible compararlos con el lado opuesto normal. La proyección lateral puede ser útil. La mayor parte de las densidades hiliares corresponden a las arterias pulmonares. En la proyección lateral no suele observarse una masa bien definida en los hilios. Cuando hay una masa hiliar, como puede ocurrir en las situaciones de aumento de tamaño de los ganglios linfáticos hiliares, el hilio (o ambos hilios) aparece en la radiografía lateral en forma de una sombra bien definida, lobulada y de tipo masa Cisuras: Las cisuras mayores (OBLICUA) y menor (HORIZONTAL) deben tener el grosor de una línea trazada con un lápiz afilado, si es que son visibles + Las cisuras mayores discurren oblicuamente, más o menos desde el nivel de la 5.a vértebra dorsal hasta un punto localizado en la superficie de la pleura diafragmática unos centímetros por detrás del esternón. + La cisura menor se localiza en el nivel de la 4.a costilla anterior (sólo en el lado derecho) y tiene una orientación horizontal. + Las cisuras mayor y menor pueden visualizarse en la proyección lateral, pero, debido al plano oblicuo de la cisura mayor, en la proyección frontal sólo la cisura menor suele ser visible Columna dorsal: Cuerpos vertebrales rectangulares con platillos paralelos; los espacios discales mantienen su altura desde la parte superior de la columna dorsal hasta la parte inferior Normalmente, los cuerpos vertebrales dorsales tienen una configuración aproximadamente rectangular y cada platillo de un cuerpo vertebral es paralelo al platillo vertebral de los cuerpos vertebrales que quedan por encima y por debajo de éste. + Es una enfermedad de etiología desconocida que generalmente se observa en hombres de edad avanzada que desarrollan un cuadro clínico de tos y disnea. + La fase inicial es una forma leve que se denomina neumonía intersticial descamativa (DIP, desquamative interstitial pneumonia) y cuyos hallazgos se observan mejor en la TC torácica de alta resolución. + En las fases más avanzadas la enfermedad se denomina neumonía intersticial convencional (UIP, usual interstitial pneumonia) y se caracteriza por un engrasamiento importante del intersticio junto con bronquiectasias y un patrón de cambios quísticos en el pulmón que se denomina «en panal de miel» (panalización) + La enfermedad pulmonar reumatoide se observa en algunos pacientes con artritis reumatoide. + Las tres manifestaciones más frecuentes de la enfermedad pulmonar reumatoide son (en orden decreciente de frecuencia): los derrames pleurales, la enfermedad pulmonar intersticial y los nódulos pulmonares denominados nódulos necrobióticos. + Los derrames pleurales suelen ser unilaterales y mantienen característicamente su aspecto durante largos períodos de tiempo. + La enfermedad pulmonar intersticial reumatoide en general tiene un patrón reticular y puede distribuirse de manera difusa por todo el pulmón, aunque suele ser más prominentes en las bases pulmonares. + Los nódulos necrobióticos son idénticos a los nódulos reumatoides subcutáneos y aparecen sobre todo en las bases pulmonares en la proximidad de la periferia del pulmón; la cavitación es frecuente. + A diferencia de la afectación articular, que es más común entre las mujeres, las manifestaciones torácicas de la artritis reumatoide lo son más entre los hombres. + El carcinoma broncogénico puede ser de cuatro tipos celulares principales: adenocarcinoma, carcinoma epidermoide, carcinoma de células pequeñas y carcinoma de células grandes. + Los adenocarcinomas pueden aparecer característicamente en forma de un nódulo pulmonar solitario periférico. + Como norma, los nódulos y masas pulmonares detectados en las radiografías torácicas convencionales muestran un borde mejor definido que los cuadros de enfermedad del espacio aéreo, con una demarcación relativamente clara entre el nódulo y el tejido pulmonar normal adyacente. + Las metástasis pulmonares pueden clasificarse en tres categorías, en función del patrón de la enfermedad observado en el pulmón: diseminación hematógena, diseminación linfangítica y extensión directa. + Las metástasis por diseminación hematógena alcanzan el pulmón a través del torrente sanguíneo y suelen originar la aparición de dos o más nódulos en los pulmones, en lo que en ocasiones se denomina metástasis «en bala de cañón» («en suelta de globos») debido a su aspecto grande y redondeado. Sarcoidosis 1. En la sarcoidosis hay una progresión de la enfermedad que tiende a comenzar en forma de adenopatías (estadio |), 2. después pasa a una combinación de enfermedad pulmonar intersticial y adenopatías (estadio 11) 3. y finalmente evoluciona hacia una fase en la que hay una regresión de las adenopatías al tiempo que se mantiene la enfermedad pulmonar intersticial (estadio 111). La mayor parte de los pacientes con enfermedad pulmonar parenquimatosa experimentan una resolución completa de la enfermedad La enfermedad pulmonar parenquimatosa puede clasificarse en los patrones de enfermedad del espacio aéreo (alveolar) y enfermedad del espacio intersticial (infiltrativa). El reconocimiento del patrón de la enfermedad puede ser útil para establecer el diagnóstico correcto. Las características de la enfermedad del espacio aéreo son las densidades algodonosas y confluentes que tienen bordes poco definidos y que pueden presentar en su interior broncogramas aéreos. Las características de la enfermedad pulmonar intersticial son las «partículas» O «paquetes» diferenciados de enfermedad con bordes bien marcados que tienden a presentar un patrón de líneas (reticular), puntos (nodular) o con mucha frecuencia una combinación de líneas y puntos (reticulonodular). El edema alveolar pulmonar, la neumonía y la aspiración son ejemplos de enfermedad del espacio aéreo. El edema intersticial pulmonar, la fibrosis pulmonar, las metástasis pulmonares, el carcinoma broncogénico, la sarcoidosis y el pulmón reumatoide son ejemplos de enfermedad pulmonar intersticial. La broncograma aérea es un signo típico de la enfermedad del espacio aéreo y aparece en aquellos casos en que los bronquios están rodeados por algo distinto de aire (como un exudado inflamatorio o sangre), esto hace que el aire en el interior del bronquio sea visible. Cuando dos objetos de la misma densidad radiológica están en contacto entre sí, desaparece el borde que los separa. Su desaparición se denomina signo de la silueta y es útil en radiología para identificar la localización de la densidad de la alteración en cuestión Las posibilidades diagnósticas en el caso de un hemitórax opacificado son la atelectasia de todo un pulmón, un derrame pleural de volumen muy grande, la neumonía con afectación de todo un pulmón y el estado posneumonectomía. La tráquea, el corazón y los hemidiafragmas son estructuras móviles con capacidad de desplazamiento cuando hay algo que las empuja o algo que tira de ellas. En el caso de las atelectasias, podemos observar un desplazamiento hacia el lado del hemitórax opacificado debido a la pérdida de volumen del pulmón afectado. En el caso del derrame pleural de gran volumen, podemos observar un desplazamiento de alejamiento respecto al lado de la opacificación debido a que el derrame pleural de gran volumen puede actuar como si fuera una masa. En los pacientes con una neumonía que afecta a todo un pulmón generalmente no hay desplazamiento, pero pueden observarse broncogramas aéreas. En ocasiones, el desplazamiento de un derrame de origen maligno puede estar equilibrado por el desplazamiento en dirección opuesta asociado a la atelectasia secundaria a un carcinoma broncogénico obstructivo, de modo que el hemitórax aparece completamente opaco, pero sin desplazamiento de estructuras. En el paciente sometido a una neumonectomía se observa finalmente una pérdida de volumen en el lado donde se ha extirpado el pulmón; entre los datos que indican que se ha realizado este tipo de intervención quirúrgica están la ausencia de las costillas quinta o sexta en el lado afectado y la presencia de grapas quirúrgicas metálicas en el hilio 1. Desplazamiento de las cisuras mayor o menor”. 2. Incremento de la densidad en la porción atelectásica del pulmón. Neumotórax espontáneo: son frecuentes y se deben a menudo a la rotura de una ampolla subpleural apical. Estos neumotórax se observan característicamente en hombres altos y delgados, entre los 20 y los 40 años de edad Neumotórax traumático: Es la causa más frecuente de un neumotórax, tanto accidental como yatrógeno A través de la pared torácica (p. ej., en el caso de una herida por una puñalada). Por un problema interno (p. ej., la rotura de un bronquio a consecuencia de un accidente de tráfico). Yatrógeno (p. ej., tras una biopsia transbronquial). Enfermedades que disminuyen la distensibilidad pulmonar Enfermedades fibrosantes crónicas (p. ej., el granuloma eosinófilo). Enfermedades que incrementan la rigidez del tejido pulmonar (p. ej. la enfermedad de la membrana hialina en los niños). Rotura de un alveolo o un bronquiolo (p. ej., en el asma) 1. Las mediciones del tamaño del neumotórax en las radiografías convencionales se correlacionan mal con el tamaño real del neumotórax evaluado en la TC. 2. Hay una correlación escasa entre el tamaño del neumotórax y el grado de afectación clínica. 3. Regla de los 2 cm: si la distancia entre el borde pulmonar y la pared torácica en el ápex es inferior a 2 cm, no suele ser necesario un catéter torácico; si esta distancia es superior a 2 cm, habitualmente es necesario el drenaje mediante un catéter torácico. 4. La valoración del estado clínico del paciente es el determinante más importante para decidir si es necesario el drenaje mediante catéter torácico. Cuando la presión intraalveolar aumenta lo suficiente como para romper el alveolo, el aire puede desplazarse retrógradamente a lo largo de los haces broncovasculares pulmonares hasta el mediastino. Aproximadamente uno de cada tres pacientes con ElP desarrolla neumomediastino (la mayor parte también desarrolla un neumotórax). El neumomediastino también puede aparecer en los casos de perforación de un órgano mediastínico que contiene aire, como, por ejemplo, el esófago o el árbol traqueobronquial. La rotura del esófago distal, generalmente en su pared posterior lateral izquierda, puede ocurrir en las situaciones de incremento de la presión intraesofágica debido a arcadas o vómitos en el síndrome de Boerhaave. La rotura del árbol traqueobronquial suele ser secundaria a un traumatismo significativo, bien yatrógeno, como ocurre en las situaciones de intubación traumática, bien accidental, como sucede en los casos de herida penetrante o de traumatismo contuso grave. Una banda lineal transparente en forma de estría asociada a una línea blanca y fina que discurre en paralelo al borde cardíaco izquierdo. Líneas y rayas de aire que contornean los grandes vasos (aorta, vena cava superior, arterias carótidas). Estrías lineales de aire paralelas a la columna en la parte superior del tórax, con extensión hasta el cuello y rodeando al esófago y la tráquea. Signo del diafragma continuo En el neumomediastino, el aire puede perfilar la porción central del diafragma bajo el corazón y hacer que aparezca una superficie superior continua del diafragma que se extiende desde una pared torácica lateral hasta la otra. El neumopericardio generalmente se debe a lesiones penetrantes directas en el pericardio, cuyo origen es yatrógeno (durante la cirugía cardíaca) o accidental (traumatismo penetrante). El neumopericardio no relacionado con una herida penetrante es más habitual en los pacientes pediátricos que en los adultos y puede aparecer en recién nacidos con enfermedad de la membrana hialina. Es infrecuente que el aire del espacio pleural se introduzca en el pericardio, excepto en los casos en que existe un defecto pericárdico, como, por ejemplo, una «ventana quirúrgica» efectuada en el pericardio para la comunicación entre los espacios pleural y pericárdico. El neumopericardio da lugar a la aparición de una banda continua y transparente que rodea el corazón, limitada por el pericardio parietal que se extiende hasta un nivel no superior al de la raíz de los grandes vasos (correspondiente al nivel de la arteria pulmonar principal) Por el contrario, el neumomediastino se extiende por encima del nivel de la raíz de los grandes vasos en la parte más superior del tórax. El aire puede extenderse hasta los tejidos blandos del cuello, el tórax y la pared abdominal desde el mediastino, o bien puede producir la disección de los tejidos subcutáneos a partir de un catéter de drenaje de toracotomía o de una herida penetrante en la pared torácica. El aire que lleva a cabo la disección a lo largo de los haces musculares produce un aspecto estriado y característico en forma de peine que se superpone al pulmón subyacente y que a menudo dificulta la evaluación de los pulmones en la radiografía convencional. A pesar de su espectacularidad desde el punto de vista radiográfico, el enfisema subcutáneo no suele originar por sí mismo problemas clínicos graves. En función del volumen de aire existente en el enfisema subcutáneo, pueden necesitarse de varios días a una semana, o incluso más tiempo, para la reabsorción del aire. Identificación del neumotórax, el neumomediastino, el neumopericardio y el enfisema subcutáneo Normalmente no existe aire en el espacio pleural; la presencia de aire en el espacio pleural se denomina neumotórax. Para el diagnóstico de un neumotórax es necesario identificar la línea pleural visceral blanca. Hay que tener cuidado con los artefactos que simulan un neumotórax: las ampollas, los pliegues cutáneos y el borde medial de la escápula. El neumotórax simple es aquel en el que el corazón y las estructuras mediastínicas móviles no muestran desplazamiento; la mayor parte de los neumotórax son de tipo simple. El neumotórax a tensión (generalmente asociado a patología cardiorrespiratoria) da lugar al desplazamiento del corazón y de las estructuras mediastínicas en dirección de alejamiento respecto al lado del neumotórax, en función de un mecanismo de tipo válvula unidireccional que permite la entrada del aire en el espacio pleural pero que impide su salida. La mayor parte de los neumotórax tienen un origen traumático, tanto accidental como idiopático La hipertensión esencial es una enfermedad frecuente que da lugar a ICC y coronariopatía, así como a miocardiopatía hipertrófica secundaria. La incidencia de la estenosis mitral ha disminuido debido al tratamiento antibiótico de la fiebre reumática, pero puede originar una insuficiencia cardíaca inicialmente izquierda y más adelante derecha a través de la elevación crónica de las presiones venosas y arteriales pulmonares, con incremento de la resistencia vascular pulmonar. La hipertensión arterial pulmonar puede ser idiopática (primaria) o secundaria a enfisema o a enfermedad tromboembólica recurrente. Produce la aparición de imágenes de «poda» (pruning) en la vasculatura pulmonar y se sospecha cuando la arteria pulmonar principal alcanza un diámetro de 3 cm o más en la TC o la RM. La estenosis aórtica en el anciano es con mayor frecuencia secundaria a la degeneración de una válvula aórtica tricúspide y puede producir angina, síncope o ICC. La aorta ascendente puede ser prominente a causa de la dilatación postestenótica. Las miocardiopatías se clasifican en las formas dilatada, hipertrófica y restrictiva. La miocardiopatía restrictiva debe diferenciarse de la pericarditis constrictiva, con la que como parte el cuadro clínico. Los aneurismas aórticos pueden ser saculares o fusiformes, y también disecantes. La mayor parte de los cuadros de disección de la aorta torácica se inician en la aorta ascendente (tipo A de Stanford) y se tratan quirúrgicamente. La coronariopatía es la causa principal de muerte en todo el mundo. Sus secuelas pueden detectarse en los estudios de imagen mediante diversos métodos como la TC, la RM y la SPECT. Tubo endotraqueal (TET): La punta a 3-5 cm de la carina Punta de la cánula de traqueostomía: A la mitad de la distancia entre el estómago y la carina Catéter venoso central (CVC): La punta en la vena cava superior: Catéter central introducido periféricamente (CCIP): La punta en la vena cava superior Catéter de Swan-Ganz: La punta en la parte proximal de las arterias pulmonares derecha o izquierda, a menos de 2 cm del hilio Catéteres de doble luz (quinton) Las puntas en la vena cava superior o en la aurícula derecha (o en ambas), según el tipo de catéter Catéter de drenaje pleural: Anterosuperior en el neumotórax: posteroinferior en el derrame pleural. Marcapasos: La punta en el ápex del ventrículo derecho; otras derivaciones en la aurícula derecha, el seno coronario o ambos Desfibrilador cardíaco implantable automático (DCIA): Una derivación en la vena cava superior; otras derivaciones en el ventrículo derecho, el seno coronario o ambos Bomba de balón intraaórtica (BBIA) La punta aproximadamente a 2 cm de la parte superior del cayado aórtico, en la aorta torácica descendente Sonda nasogástrica (de Levin) (SNG) La punta en el estómago, a 10 cm de la unión EG Sonda de alimentación (Dobbhoff) (SDH) Idealmente, la punta debe estar en el duodeno, aunque lo más habitual es que quede localizada en el estómago. Los equipos de TC ofrecen una representación de la anatomía humana generada por el ordenador y fundamentada en las mediciones de la densidad de los tejidos visualizados, lo que viene determinado por la cantidad del haz de rayos X absorbida o transmitida por los tejidos en cada punto de la imagen. Los equipos de TC espiral utilizan un detector de rayos X que rota continuamente, en combinación con el movimiento constante de la mesa con objeto de ofrecer una adquisición de datos rápida y «sin solución de continuidad» mientras el paciente mantiene la respiración. De esta forma pueden conseguirse imágenes con utilidad diagnóstica en los planos coronal y sagital, y son posibles las reconstrucciones tridimensionales que pueden visualizarse desde cualquier ángulo. Es posible realizar los estudios de TC con y sin contraste intravenoso, y evaluarse con cualquier número de ventanas que permiten la visualización de los datos adquiridos originalmente con densidades óptimas respecto a los pulmones, el mediastino o el hueso, sin necesidad de tener que estudiar de nuevo al paciente Los agentes de contraste yodado en ocasiones pueden causar efectos adversos como sensación de calor, náuseas y vómitos; también reacciones idiosincrásicas de tipo alérgico muy infrecuentes con anafilaxia, e incluso el fallecimiento del paciente. El contraste por vía oral, rectal o ambas puede usarse para delimitar el intestino y diferenciarlo de los ganglios linfáticos adyacentes y también de los procesos patológicos de contenido líquido. El radiólogo generalmente diseña los estudios de imagen en función del problema clínico. La anatomía normal de las estructuras principales se describe en seis niveles en el tórax, desde su parte superior hasta su parte inferior: nivel de los cinco vasos, nivel del cayado aórtico, nivel de la ventana aortopulmonar, nivel de la arteria pulmonar y niveles cardíacos superior e inferior. Se describe la anatomía normal del hígado, el bazo, el páncreas, los riñones, el intestino y la vejiga El mediastino se localiza en la porción central del tórax, entre los pulmones, y se divide arbitrariamente en los compartimentos anterior, medio y posterior. Las masas localizadas en el mediastino anterior pueden ser bocios tiroideos retroesternales, linfoma, timoma y teratoma. El mediastino medio constituye el asiento principalmente de linfadenopatías por linfoma y por cáncer metastásico, como, por ejemplo, el carcinoma microcítico pulmonar. El mediastino posterior supone la localización de los tumores neurógenos que se originan a partir de las vainas nerviosas (generalmente son benignos) o de otros tejidos neurales distintos de las vainas (generalmente son malignos).
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