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Principios del 'arte de vivir': resiliencia según Ron van der Spoel y World Vision, Apuntes de Literatura

En este texto, Ron van der Spoel, en colaboración con World Vision, presenta diez principios para el 'arte de vivir'. A través de ejemplos bíblicos y experiencias personales, se aborda la importancia de la resiliencia y cómo ella puede ser desarrollada en situaciones difíciles. Además, se muestra cómo niños y adultos de World Vision ponen en práctica estos principios en sus propias vidas.

Tipo: Apuntes

2020/2021

Subido el 27/03/2022

prado66
prado66 🇪🇸

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¡Descarga Principios del 'arte de vivir': resiliencia según Ron van der Spoel y World Vision y más Apuntes en PDF de Literatura solo en Docsity! 1 ¿CÓMO SEGUIR EN PIE? 10 principios para el “arte de vivir” RON VAN DER SPOEL En colaboración con World Vision 2 El arte de vivir La resiliencia es la capacidad de adaptación para procurar la mejor manera de vivir en cualquier situación en la que te encuentres. La resiliencia te enseña a mantenerte cerca de ti mismo y de los demás a pesar de las cir- cunstancias. El arte de vivir busca los fundamentos más profundos de tu existencia, el suelo bajo el que afirmar tu camino. Si tu vida está bien enrai- zada, como un árbol lo está en la tierra, puedes soportar las tormentas más fuertes. Para los cristianos, ese fundamento bajo nuestros pies es Dios, autor y consumador de la fe. Confiamos nuestra vida a Aquel que nos creó, nos ama y nos enseña a vivir bien. A lo largo de la Biblia des- cubrimos lecciones de vida de Dios para nosotros. En este folleto sobre la resiliencia encontrarás diez lecciones sobre el arte con ejemplos de personajes bíblicos. Además, descubrirás cómo los niños y niñas para los que trabaja World Vision y los adultos que les rodean ponen en práctica este arte de vivir en sus situaciones concretas. Esperamos que estos prin- cipios te ayuden también a ti en el arte de vivir. En nombre de World Vision, Ron van der Spoel Texto traducido y adaptado por World Vision España. 9 PRINCIPIO 2 No te sorprendas Toda persona quiere ser feliz. Cuando pensamos en la felicidad nos ima- ginamos una vida sin preocupaciones, en la que tenemos todo lo que necesitamos y en la que nos rodeamos de gente amable que nos aprecia. Debemos disfrutar de las experiencias bonitas, de los encuentros agra- dables y de las buenas relaciones con nuestros amigos, seres queridos, compañeros de trabajo... Hay mucho de bueno en esta vida, pero también sabemos que nuestra existencia es vulnerable y que a veces las cosas cam- bian de repente. En el libro de Génesis leemos que la ruptura del hombre con Dios afectó a toda su vida y a toda la creación. Hay una grieta en la existencia de todas las personas. Nos damos cuenta de nuestra fragilidad cuando perdemos la salud, cuando el amor se desmorona, las amistades desaparecen o el trabajo es inestable. Aunque procuramos evitar estas situaciones con todas nuestras fuerzas, nos damos cuenta de que la feli- cidad no se puede programar. No tener el control absoluto de la vida pro- voca miedo e inseguridad. 10 11 Nadie sale indemne de la vida El arte de vivir consiste en aceptar que el sufrimiento, los contratiem- pos y las dificultades forman parte de la vida. No se pueden evitar, nadie sale indemne de la vida. Una vez conocí a un líder cristiano en Sri Lanka que me dijo: “¿Sabes cuál es la diferencia entre nosotros, los orientales, y vosotros, los occidentales? Vosotros tenéis miedo a sufrir. Nosotros, aceptamos que el sufrimiento forma parte de la vida”. En lugar de inten- tar ansiosamente evitar todos los peligros posibles, es mucho mejor ser consciente de que el sufrimiento es parte de la vida. Las decepciones, los contratiempos, las enfermedades u otras dificultades son inevitables. El arte de vivir conlleva que no hay que enfrentarse a los varapalos de la vida con desesperación, sino que hay que asumir que los problemas pueden llamar a nuestra puerta. Disfruta del presente, de lo que tienes y no te sorprendas si un día la realidad se oscurece. Todo tiene su tiempo En la Biblia, esta actitud ante la vida está expresada magistralmente por Salomón en el libro de Eclesiastés. El capítulo 3 ofrece una larga lista de circunstancias transitorias: “Para todo lo que sucede hay una hora, un tiempo para todo lo que hay bajo el cielo. Hay un tiempo para dar a luz y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para comer. Un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para llorar y un tiempo para bailar”. De este modo, enumera toda una serie de circunstancias que acontecen en el discurrir de la vida. El autor enfatiza que la vida tiene altibajos, momentos dulces y amargos. Puede que te resulte difícil de asi- milar, sin embargo, hay una nota de esperanza: aunque las cosas ahora vayan mal, vendrán tiempos mejores. La luz en el túnel Darse cuenta de que la dificultad que estás experimentando ahora cam- biará, y te sentirás diferente es clave en el arte de vivir. También en tu situación habrá luz al final del túnel. El libro de Eclesiastés termina su resumen con esta lección: “Dios ha dado a cada cosa su lugar en el tiempo... pero el hombre no puede comprender la obra de Dios desde el principio hasta el final” (v. 11). Recuerda que por muy cambiantes que sean las circunstancias, Dios está ahí, no se le van de las manos, sabe cómo funciona la vida y te sostiene con firmeza. No podemos prever el futuro, no podemos imaginar qué va a pasar más allá de hoy o mañana, pero sabemos que Dios tiene sus ojos puestos sobre nosotros y nos acompaña a cada paso. Esta certeza ayuda a vivir la vida sin miedo. ¡Ese es el arte de vivir! MARTINE: No te preguntes “¿por qué yo?” sino “¿por qué no yo?”. Martine tiene 16 años y vive en la República Democrática del Congo, uno de los lugares más peligrosos del mundo. Los niños afectados por conflictos y catástrofes se enfrentan a formas extremas de abuso, explotación y violencia. Gracias a un parlamento infantil organizado por World Vision, esta joven brillante y enérgica se ha convertido en defensora de otros niños y niñas vulnerables. “Defiendo los derechos de los niños porque yo misma soy una víctima. Tras la muerte de mi padre, el resto de la familia no nos aceptó. No obtuvimos nada de la herencia porque mi padre sólo tenía hijas. Mis primos se quedaron con todo lo que teníamos. Esto me motivó a invo- lucrarme en la lucha por los derechos de los niños. Quiero que las niñas sean iguales a los niños, quiero que las niñas tengan las mismas oportu- nidades que los niños. 13 PRINCIPIO 3 No eres tú En su libro The Gift, Edith Eva Eger resume las lecciones de vida que apren- dió durante su estancia en Auschwitz y mientras trabajó como psicóloga dando apoyo a personas gravemente traumatizadas. Lo hace describiendo doce creencias negativas con las que muchas personas luchan. Una de las creencias que menciona es que las personas que atraviesan una situación difícil tienden a pensar que es por su culpa y se dicen a sí mismas frases dañinas como “hay algo malo en mí”, “debo haber hecho algo malo” o “me merezco esto”. De forma consciente o inconsciente la persona alimenta pensamientos negativos sobre sí misma para dar una explicación al sufri- miento: “será mi culpa”. 18 19 principio en su libro “El hombre en busca de sentido” en el que narra sus experiencias en Auschwitz. Todos buscamos una vida con significado, una vida con valor, que tenga sentido. La clave está en descubrir cuál es el sentido de tu existencia, aunque tengas que pasar por tu Auschwitz par- ticular. Cuando todo se torna oscuro dentro ti, cuesta encontrar sentido a la situación. Viktor empezó a observar a sus compañeros de prisión y a escribir sobre cómo se comportaban. Mantuvo firme en su mente la idea de escribir un libro cuando saliera del campo de concentración. El hecho de que albergara la esperanza de salir y la persiguiera activamente le ayudó a superar los años de tortura en Auschwitz. Dedicó tantas horas a la observación que llegó a intuir cuál de sus compañeros de prisión moriría al día siguiente. Lo notaba porque dejaban de lavarse los dientes con car- bón vegetal, dejaban de cuidarse porque habían perdido la esperanza de ser liberados. Y los que perdían la esperanza, morían en 24 horas. La esperanza es la única forma de dar sentido a tu vida El arte de vivir consiste en mantener la esperanza, en seguir esperando que las cosas cambien. Cuando estás en medio del problema piensas que nunca se acabará. Ya no luchas contra tus pensamientos y sentimientos negativos porque estás seguro de que nada se va a resolver. Pero el arte de la vida es mantener la esperanza. Sólo a través de la esperanza se puede dar sentido a lo que te está sucediendo ahora. Un pequeño rayo de esperanza Encontramos un buen ejemplo en la historia bíblica de Ester, una joven judía sorprendentemente bella. Vive en el centro de la poderosa Persia, actual Irán. Cuando el rey de Persia quiere ampliar su harén, sus sirvientes recorren el país en busca de las chicas más bellas y descubren a Ester. Se la llevan y la preparan para satisfacer al rey. Pronto se convierte en su amante favorita, pero es y sigue siendo una pri- sionera en el harén. Cuando el alto funcionario Amán trama el exterminio del pueblo judío, su tío Mardoqueo la convoca para que solicite audiencia al rey y suplique por su pueblo. En aquella época y en aquella corte estaba estrictamente prohibido que una mujer del harén pidiese hablar con el rey. Hacerlo es nada menos que un intento de suicidio. En resumen, Ester está metida en un problema grave. En medio de tanta oscuridad hay un pequeño rayo de esperanza, algo que da sentido a su encierro en el harén. Al menos puede dar sentido a su humilde posición arriesgando su vida por defender a su pueblo. Puede salvar el pueblo judío. Su decisión la lleva a pronunciar las famosas palabras: “Si perezco, bueno, entonces pereceré” (Ester 4:16). La esperanza de la salvación de su pueblo le da el valor y la fuerza para seguir adelante, a pesar de que básicamente se enfrenta a la muerte con su acción. Pero ella va, agasaja al rey con comida y bebida y aboga sin miedo por su pueblo. La esperanza de salvación da sentido a su reclusión en el harén y le permite hacer cosas inauditas. Y funciona, el rey destruye la orden de genocidio de los judíos y hace colgar a su instigador. Una razón para seguir adelante El arte de vivir de Esther y de Viktor Frankl nos enseña que en las situa- ciones más oscuras de tu vida siempre se debe mantener la esperanza. Esta actitud garantiza que lo que estás viviendo ahora cobre sentido, que no sea en vano, que resulte útil para el futuro. Por lo tanto, siempre hay una razón para seguir adelante. PAY: “Mi sueño es ayudar a otros a alcanzar sus sueños”. Tengo un hermano y dos hermanas. Mis padres se esforzaron por mantenernos. Apenas había dinero para pagar la comida. Los gastos médicos, la ropa y las tasas escolares también suponían un problema. Con la ayuda de World Vision, pude completar mi educación. A través de ellos, recibí un uniforme escolar, cuader- nos y pagamos las tasas escolares. Me uní al foro de los niños. Allí desarrollé mi capacidad de liderazgo. Mi sueño era ser profesor y mantener a mi familia. Ahora soy profesor asistente en el insti- tuto. Como profesor, puedo ayudar a mis alumnos a alcanzar sus sueños”. 2120 PRINCIPIO 5 Sé agradecido Cuando nuestras tres hijas eran pequeñas y las acostábamos por la noche hacíamos un repaso del día con cada una. Los días en los que habían pasado un mal rato en el colegio o había ocurrido algo con los amigos les pedíamos que nombraran tres cosas buenas que habían vivido. Este hábito ayudaba a que se dieran cuenta de que no todo había salido mal, que también habían disfrutado de cosas buenas. Les ayudaba a dormirse tranquilas. ¿Por qué estás agradecido? El arte de vivir es aprender a buscar en todas las circunstancias lo que ha ido bien, lo que es bello y todo lo que es digno de agradecer. Cuando estás en medio de un problema o una pena, todo parece oscuro y sientes que no hay nada hermoso en tu vida. Es lógico, porque el miedo o la tristeza te inundan como una ola y controlan todo tu ser. La clave es enseñarte a ti mismo a mirar la vida de una manera más realista, porque, por muy mal que vayan las cosas, tu vida siempre es más que la enfermedad, la pena o la dificultad con la que te toca lidiar. Todavía tienes un techo sobre tu 22 23 cabeza, comida en la mesa y una cama para dormir. Aún más importante que lo que tienes, es que siempre habrá gente que se preocupe por ti, que quiera cuidarte, que te quiera. El arte de vivir consiste en centrarse en lo que se tiene en lugar de enfocarse en lo que no se tiene. No significa que trivialices las dificultades si no que des cabida tanto a lo bello como a lo difícil. Entonces descubrirás que todavía hay muchas cosas buenas que hacen que la vida merezca la pena. Querer cambiar cosas que no se pueden cambiar Lo contrario de ser agradecido es la ingratitud. Viene de querer cam- biar cosas que no se pueden cambiar. No se puede ser siempre como los demás, tener lo que los demás tienen. Haciendo una analogía con el mundo animal, si eres un mono no deberías querer ser una jirafa porque puede llegar muy alto, o ser un león porque puede rugir muy fuerte. No busques lo que otros tienen y tú no tienes. Te diré lo que sí puedes hacer: ¡asegúrate de ser un buen mono y da las gracias porque ni el león ni la jirafa pueden escalar con tanta facilidad como tú! Sé agradecido a Dios en todas las circunstancias El arte de vivir consiste en aprender a dar las gracias por lo que tienes y puedes hacer. Creo que esto es también lo que Pablo quiere decir a los miembros de la iglesia de Tesalónica: “... Dad gracias a Dios en todas las circunstancias, porque eso es lo que Él quiere de vosotros” (1 Ts 5:18). El propio Pablo vivió un sufrimiento increíble y aprendió a dar gracias a Dios durante circunstancias adversas, porque aún en medio de ella Él está con nosotros. Él está a tu lado A veces te preguntas por qué Dios no interviene. El arte de vivir es la consciencia de que Él está a tu lado y esta convicción te ayuda a seguir adelante. Esta es la lección de vida más importante en tiempos difíciles: ¡no es la situación sino la relación lo que determina mi vida! Mientras haya alguien que te quiera y te valore, mientras camines con Dios como Enoc (Gn 5:22) siempre habrá un motivo para estar agradecido y una razón para continuar. ¡Anímate a ser agradecido! ¿Qué te parece si al final de cada día difícil escribes una lista de tres cosas buenas que te hayan sucedido? ROBINAH: “Tengo dones y talentos. Los tengo y voy a usarlos. Pase lo que pase”. Robinah es profesora en Kyambigambire, Uganda. Como consecuencia de la pandemia de la Covid-19 se quedó sin trabajo porque las escuelas cerraron. Los niños recibían el material didáctico en casa para seguir con sus clases pero Robinah perdió ingresos. Para poder mantenerse, creó su propio negocio. Ahora fabrica y vende bolsos. Cuando se le pregunta cómo afronta las consecuencias de la pandemia, lo tiene muy claro: “Si dedicas tu vida a Dios, puedes con todo”. 2928 PRINCIPIO 7 Centrarse en los demás Los numerosos estudios realizados por los psicólogos para averiguar qué hace que las personas sean más felices han arrojado siempre los mismos resultados. Las personas no son más felices cuando tienen más dinero y más bienes materiales. Sin duda, es agradable disfrutar de la abundancia durante un tiempo, pero luego te acostumbras y la sensación de felici- dad desaparece. La gente tampoco es más feliz cuando alcanza los pues- tos más altos en su trabajo porque cada ascenso viene acompañado de más responsabilidad. Ni siquiera es más feliz con más tiempo libre, por- que resulta difícil llenarlo de forma significativa. Las personas son feli- ces cuando significan algo para los demás, cuando son importantes para alguien. Hemos sido creados como seres sociales y, por tanto, sólo nos sentimos plenamente realizados cuando nos relacionamos con los demás. Ser capaces de estar ahí para otro ser humano es una condición para la felicidad duradera. Por supuesto, siempre hay excepciones, algunas per- sonas prefieren vivir solas, pero son las menos. 30 31 Un mundo propio y pequeño Las personas que atraviesan un profundo sufrimiento tienen la tenden- cia a encerrarse en su pequeño mundo de enfermedad, luto o miseria. El sufrimiento prolongado hace que uno se sienta solo, porque nadie puede sentir lo que tú sientes, nadie puede entenderte realmente, nadie está pasando por lo que tú estás pasando. Es comprensible que te repliegues sobre ti mismo, pero eso no te ayuda, sigues dando vueltas en círculos concéntricos a tu miseria y soledad. Ama a tu prójimo Lo que sí ayuda según las conclusiones de los psicólogos tras sus investigaciones y lo que enseña la Biblia desde hace siglos es a ¡amar a tu prójimo! Pon tu atención y dedica tiempo y energía en los demás. Cuando te centras en las personas que te rodean, te elevas por encima de tus propias dificultades y dejas espacio para lo que otra persona está viviendo, pensando o sintiendo. Reflexiona sobre cómo puedes signi- ficar algo para otro, entonces eres más que un ser humano que sufre; entonces también eres el hombre o la mujer que se preocupa y que, por lo tanto, también es significativo para los demás. Eso realmente marca la diferencia, para la otra persona, y también para ti mismo. Ya no estás solo; vuelves a darle propósito y sentido a tu vida. Tu vecino te necesita. Los que ayudan a los demás se ayudan a sí mismos en la misma medida. La prosperidad de la ciudad es también tu prosperidad La Biblia lo expresa con claridad en Jeremías 29:7. Allí Dios, a través del profeta Jeremías, le dice al pueblo judío cómo debe vivir el cautiverio. Están atrapados en la capital del enemigo, en Babilonia. Están literal- mente de luto: “En los arroyos de Babilonia nos sentamos, y también llora- mos”. Sólo quieren una cosa y es volver lo antes posible a su propia tierra de Israel. Dios les dice que estarán en Babilonia por un tiempo largo, que su miseria durará mucho tiempo. Pero luego, en el v. 7, Dios también les dice cúal es la mejor manera de aprovechar el tiempo: “Orad al Señor por la ciudad a la que os he llevado y esforzaos por hacerla prosperar, porque la prosperidad de la ciudad es también vuestra prosperidad.” En realidad, Dios está diciendo que en lugar de afligirse por su situación, deben com- prometerse con la gente con la que conviven allí, aunque sea su enemiga. Pon tu atención en los demás Cuando oras por otra persona te centras en esa persona y no en ti mismo. Cuando empiezas a comprometerte con el bienestar de los demás, tu atención ya no se centra en tu situación, sino en la del otro. Y eso crea espacio, oxigena, te ayuda a ponerte en marcha. El Señor enseña que al apoyar a otros hacia su bienestar alcanzarás también el tuyo. Si te cen- tras en el otro, tú mismo serás bendecido. Dios lo dice, los psicólogos lo confirman y la experiencia de muchos refuerza este principio del arte de vivir. Puede que no te sientas preparado para ayudar a los demás cuando tú mismo necesitas ayuda, pero si decides hacer algo por el otro, por pequeño que sea, descubrirás que eso también te beneficia a ti. DELLA: “He aprendido a cuidar de los más vulnerables” Della, tiene quince años y vive en Jambu Hamlet, en el pueblo de Sayang Sedayu, Indonesia. “Antes de que se creara el foro infantil en mi pueblo había muchos pro- blemas entre los jóvenes, como la delincuencia, relaciones sexuales sin control y un alto consumo de tabaco. A través de World Vision recibi- mos formación sobre los derechos de los niños. Aprendimos a plantear los problemas de los jóvenes de nuestro pueblo al consejo de la aldea. La situación ha mejorado mucho ahora. Cada vez que hay un problema actuamos inmediatamente junto con el grupo de trabajo de protección de mujeres y niños. A través del Foro de la Infancia, he aprendido a cuidar de los demás, especialmente de los niños más vulnerables. Por ejemplo, hemos recogido dinero para un amigo que está enfermo y tiene muchos gastos médicos. Llamamos a las puerta de nuestros veci- nos y recaudamos 4.616.000 RP en tres días. Le dimos el dinero a sus padres. Estaban contentos y nosotros también, por supuesto”. 33 PRINCIPIO 8 Piensa en soluciones Hay un vídeo que circula por YouTube de unas personas en una escalera mecánica. A mitad de camino la escalera mecánica se detiene de repente. Parece una avería. Se miran. Un hombre empieza a gritar pidiendo ayuda, una mujer le sigue. Se quedan parados. Refunfuñan porque no pueden avanzar más y piden ayuda, pero ¡no se les ocurre subir andando el último tramo de la escalera mecánica tal y como lo harían si estuviesen en una escalera normal! La escalera mecánica ya no funciona y en lugar de tomar la solución más lógica y sencilla, se quedan estancados. Huir, paralizarse o luchar Estos verbos describen tres reacciones típicas de las personas que atra- viesan un período difícil. La vida ya no es como solía ser. Todo parece dis- tinto. ¿Cómo afrontar la nueva situación? La reacción habitual es, como en el caso de las personas en la escalera mecánica, mirar a tu alrededor con desesperación y pedir ayuda. Es una reacción comprensible y natural ante lo desconocido. Huir o paralizarse son las reacciones más comunes y resultan las más naturales para muchas personas: tratar de escapar de los 3938 queje. Esta práctica te ayuda a atravesar el valle y escalar la montaña. Lo importante cuando oxigenes tu corazón es que no lo hagas tú solo, sino que tengas a alguien que te escuche, que se tome en serio tu queja y te ayude a retomar las riendas. También es importante que no acudas siem- pre a esa persona de confianza sólo para quejarte, la mayoría de los oídos no tiene la capacidad de soportar una queja continua. Comparte también con ella las batallas ganadas, los pasos que das hacia la victoria. En Dios hay espacio para la queja El espacio para la queja también se encuentra en la Biblia. Los salmistas expresan molestia con frecuencia antes sus miserias, sufrimientos y las cargas pesadas de la vida. Un ejemplo ilustrador lo encontramos en el Salmo 130: “Desde las profundidades clamo a ti, Señor. Señor, escucha mi voz, estate atento, escucha mi grito pidiendo misericordia”. Puedes ir delante del Señor a presentar tu queja, no tienes que mantener la cabeza erguida con Él como si nada te afectara. Él entiende tu queja, es más, en Él hay consuelo. Suspiro expectante Otra parte de la Biblia que trata del sufrimiento y el lamento es el capítulo 8 de Romanos. El apóstol Pablo habla del sufrimiento que forma parte de esta vida y luego dice que toda la creación suspira como una mujer durante el parto (Romanos 8:22). Más tarde se dirige a nosotros, personas que a menudo sufrimos, y dice que en el fondo nosotros también sus- piramos a menudo. Literalmente utiliza el término gemir. Gemimos bajo la presión de las dificultades. Pero no es un suspiro desesperado, es un suspiro expectante. La imagen de una mujer de parto está bien elegida. Hay mucho dolor y lo expresa con suspiros, gemidos o gritos pero Pablo resalta que cualquier persona que esté pasando por un momento difícil puede lamentarse sabiendo que algo nuevo saldrá de lo vivido. Etapas diferentes Quejarse con la confianza de que llegarán otros momentos te permite hacerlo sin quedarte atascado en el reproche. Así que expresar tu dolor, tu tristeza, tu ira o tu desesperación, será un alivio y te dará el espacio que necesitas para tomar impulso y seguir adelante. Además de compar- tir tus lamentos con otras personas también puedes hacerlo con Dios. En la epístola a los Romanos leemos que la creación gime, que nosotros gemimos y Pablo trae a escena a una tercera persona que gime, El Espíritu Santo. El Espíritu de Dios nos ayuda cuando queremos llevar nuestras quejas a Dios en oración. No adorna su ayuda con palabras bonitas sino que suspira y gime a nuestro lado (Romanos 8:26). Dios sabe lo que se siente cuando se sufre, y gime con nosotros. Este principio del arte de vivir puede resumirse en el conocido dicho “la pena compartida es media pena”. HEENA: “Esperaba un futuro mejor”. La historia de Heena, India. Heena es un ejemplo para sus compañeros. “De joven nunca salí de mi pueblo. Pero en Miraj no hay mucho empleo así que fui a Pune para recibir orientación profesional y asistí a talleres para descubrir mi vocación. Encontré trabajo. Gracias a la formación que recibí y a mi trabajo, tengo más confianza en mí misma y he apren- dido a afrontar todos los retos de la vida con seguridad. Otras chicas de mi pueblo me miran y ven lo que el paso ha significado para mí. Ahora también se están animando a salir del pueblo e ir a formarse”. 4140 PRINCIPIO 10 No estás solo Los seres humanos nos necesitamos, en los buenos momentos para disfru- tar juntos, porque si compartes experiencias bonitas con alguien enton- ces disfrutas el doble, pero también en los momentos difíciles para com- partir nuestras preocupaciones y nuestro dolor. Debes tener en cuenta que no eres el único que sufre. Todo el mundo pasa por situaciones y periodos difíciles. Todas las personas que ves a tu alrededor, que pueden parecer despreocupadas a primera vista, han experimentado dolor. Cada una a su manera. . No sufras en soledad Pero además de la conciencia de que no eres el único que sufre, es muy importante que no sufras solo. Hay personas a tu lado que se preocupan por ti y te apoyan. Personas que quieren ofrecerte su atención, su mano amiga. No, los demás no pueden eliminar tus preocupaciones ni quitarte la tristeza. Pueden estar a tu lado, cogerte la mano, ponerte un brazo alre- dedor del hombro, acompañarte en los momentos complicados. Hablar y escuchar es un ejercicio de ayuda mutua. Los seres humanos nos nece- 4342 sitamos unos a otros y cuando estamos ahí para los demás, el dolor es menor, la angustia disminuye. No camines en soledad Una de las canciones más famosas que se cantan en los estadios de fút- bol, en grandes eventos e incluso en muchos servicios funerarios, es la canción “You never walk alone”, conocida desde 1960 por el ser Himno del equipo de fútbol del Liverpool. La letra toca el corazón de innumerables personas y es la mejor manera de expresar el arte de vivir en unas pocas líneas: Cuando atraviesas una tormenta, mantén la cabeza alta y no tengas miedo de la oscuridad. Al final de una tormenta hay un cielo dorado y el dulce canto de plata de una alondra. Camina a través del viento, sigue caminando bajo la lluvia, aunque tus sueños se tambaleen y vuelen. Camina, camina con la esperanza en el corazón y nunca caminarás solo, nunca caminarás solo. Jesús está con nosotros En la Biblia, Jesús les dice a sus seguidores al final de sus días que regresa a su Padre que está en el cielo pero que permanecerá presente en sus corazones y vidas por su Espíritu Santo. De forma muy conmovedora les dice a ellos y a nosotros: “Tened esto en cuenta, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Ese es el apoyo que recibimos de Jesús. Incluso cuando nadie está con nosotros, no estamos solos. Jesús está con nosotros, no lo ves, pero si enfocas tus pensamientos en Él, si le buscas en oración percibirás que te da descanso y fuerza. Jesús nos pro- mete en la Biblia: “¡Nunca estará solo!”. NANCY: “Confié en mi madrina. Ella siempre estaba pendiente de mí ”. Como padrino o madrina, cambias la vida de los niños. La historia de Nancy. “Obtener mi diploma de secundaria es el paso más importante de mi vida”, dice Nancy Yiampoi. Nancy, de 34 años, es ahora directora de una organización de ayuda internacional. De niña ya soñaba con convertirse en líder. Pero en un pueblo en el que apenas se permitía a las niñas ir a la escuela y tenían que casarse pronto, esto parecía imposible. Gracias al patrocinio de la australiana Georgie, sus sueños se hicieron realidad. “Georgie no sólo ayudó a Nancy, sino también a sus amigos. El apadri- namiento de niños es mucho más que ayudar a un solo niño. Muchos otros niños de la comunidad también se benefician. Reciben uniformes, libros, bolsas, ropa y becas escolares, pero también construimos aulas y proporcionamos depósitos de agua en las escuelas. Además, apoyamos a los hospitales y trabajamos para mejorar la atención sanitaria. Un verdadero efecto dominó.” Florence, empleada de World Vision. “Florence era mi modelo a seguir. Pensé que era muy guapa, cabello bonito, bien vestida… y además parecía una mujer fuerte. Florence era una líder. Yo también quería eso”, cuenta Nancy. Florence y Nancy se hicieron amigas. El proyecto de World Vision en su comunidad ya ha terminado, pero cuando Nancy y Florence visi- taron recientemente la escuela primaria, vieron a niños y niñas sanos y motivados, disfrutando alegres. En palabras de Florence: “Nancy es ahora una gran inspiración. Hay muchas chicas en esta comunidad que la miran y esperan ser algún día como Nancy”.
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