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Weber: Ética protestante y espíritu capitalista - Consecuencias no intencionales. - Prof. , Apuntes de Sociología

Max weber es un sociólogo alemán que estudia la interrelación entre la ética protestante y el espíritu del capitalismo. En este documento se presentan sus ideas sobre la importancia de las consecuencias no intencionales de la acción en el cambio social, el individualismo metodológico, el liderazgo carismático y la racionalidad en la acción humana. Además, se discute la metodología de los tipos ideales y la importancia de estudiar las motivaciones y circunstancias concretas de los agentes sociales.

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 08/09/2019

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¡Descarga Weber: Ética protestante y espíritu capitalista - Consecuencias no intencionales. - Prof. y más Apuntes en PDF de Sociología solo en Docsity! TEMA 5 WEBER 1. Biografía. (1864-1920) Nace en 1864, y en 1886 se licencia y empieza su carrera académica. Sus primeros trabajos sobre las organizaciones medievales y su tesis (1891) es sobre la sociedad romana, por lo que se caracteriza por ser un gran estudioso de las fuentes documentales. Debido a la intensidad de sus estudios tiene un periodo de crisis nerviosas entre 1897 y 1903, por lo que deja de dar clase. Al igual que Durkheim fue director de una revista alemana de sociología. Durante su estancia en Columbia (NY) escribió “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” (1906) que es su obra más conocida y la que más impacto ha tenido. Su otra obra más importante y en la que se resumen los principios fundamentales de su trabajo es “Economía y sociedad” (1921), que se publicó un año después de su muerte. A partir de 1910 se empieza a destacar como intelectual contrario a la deriva nacionalista de Alemania y otras naciones, y escribe en contra del racismo. Su mujer, Marianne Weber (1870-1954) fue también socióloga y una destacada pensadora feminista, que participó en política y dirigió la Liga Alemana de Asociaciones de Mujeres. 2. Características importantes de la sociología de Weber - Importancia de la investigación documental. - Relevancia de la objetividad y de tratar de aportar un retrato veraz de la realidad. - Necesidad de distanciarse emocionalmente de aquello que se estudia, aunque después (pasado el estudio) uno pueda posicionarse. - Enuncia las “consecuencias no intencionales de la acción” como motor del cambio social. Al estudiar la historia le permite ver cómo ésta es el resultado de acciones que originalmente tenían otro propósito. 3. Principales influencias en la sociología de Weber: - Kant: se muestra en la idea del libre albedrío y la importancia de la subjetividad humana. De ahí se deriva un cierto “individualismo metodológico”, que quiere decir estudiar los fenómenos sociales como agregados de acciones individuales. Esto hace que siempre tenga presenta la idea de responsabilidad individual de los actores sociales. - Nietzsche: reconocer la irracionalidad como uno de los motores del comportamiento humano. Ideas como la “voluntad de poder” de Nietzsche se muestran en la importancia que Weber da al liderazgo carismático como factor que puede movilizar a la población, o a conceptos como el “resentimiento” del pueblo ante situaciones injustas o dolorosas. - Marx: la idea del conflicto social como base de los fenómenos sociales, y de la importancia de estudiar las tensiones y lucha de intereses entre los diferentes agentes. 4. Características del Método de Weber 4.1. Reconocer la diferencia entre ciencias sociales y naturales. Rompe con el positivismo al reconocer la diferencia metodológica entre el estudio de las ciencias sociales y las naturales. La sociedad no se puede estudiar como se estudian otras cosas, porque es el resultado de acciones de seres racionales y con libre albedrío, por lo que para poder explicar la sociedad hay que ser capaz de empatizar y entender las motivaciones de los agentes sociales. Además, esto hace que la historia no responda a leyes naturales que siguen una evolución física o mecánica, sino sucesos irrepetibles que son resultado de múltiples agentes tomando decisiones desde su libre albedrío. En otras palabras, no podemos establecer leyes de desarrollo de la sociedad. La batalla del método. En su época se le llama así a la disputa con lo que piensan que la sociedad se puede estudiar como las ciencias naturales, buscando leyes inamovibles. Esta última postura la defienden algunos economistas, y en cierto sentido aún sigue viva dentro de algunos paradigmas económicos. Por el contrario, Weber asume la otra postura y a su paradigma se le conoce como “sociología comprensiva”, porque parte de la necesidad de comprender tanto las circunstancias sociales de los actores como sus motivaciones para actuar. Por último, Weber también tiene en cuenta que la teoría transforma la realidad, porque cambia el modo en que la gente ve las cosas. De ese modo, el sociólogo también crea realidad al tiempo que la interpreta. Se da cuenta de que la sociología es reflexiva en sí misma. 4.2. Los tipos ideales. Si la historia es irrepetible y tampoco sigue una lógica lineal, puesto que la realidad social el resultado del libre albedrío de los agentes sociales, ¿cómo es posible hacer ciencia social? Aunque rechaza el historicismo, Weber reconoce que la historia tiene una lógica que es posible estudiar, pero que no se trata de una lógica abstracta, sino concreta. Es decir, que no debemos buscar las causas para los procesos de cambio en grandes principios universales, sino sobre todo en las circunstancias y motivaciones concretas de los agentes sociales. Para ello, dice que tenemos que atenernos a los hechos, para extraer de ellos una lógica específica que se dé cuenta de esos hechos. Y para ello, tenemos que acotar nuestro enfoque de estudio a un marco espacio-temporal determinado. Pero no se trata simplemente de dar una descripción de lo sucedido (como haría la historia) sino de profundizar en la lógica de por qué ha sucedido de ese modo. Para ello, propone la metodología de los tipos ideales que son: construcciones mentales abstractas de fenómenos complejos. Sobre un tipo de agentes sociales que juegan un papel determinado se construye una abstracción que lo representa y que, por lo tanto, es compatible con la acción de otros tantos agentes que ejercen una función similar, y comparten unas mismas motivaciones y circunstancias. Por ejemplo: el banquero de inversión, o el emprendedor tecnológico, el sindicalista, el inmigrante sin papeles, etc. De ese modo se pueden establecer relaciones lógicas entre posiciones sociales que representan toda la complejidad de una situación social determinada, sin eliminar el margen de acción independiente que tienen los agentes sociales. El tipo ideal, sostiene Weber <<se separa de una realidad empírica, que tan sólo puede ser comparada con él>>. Construimos primero modelos específicos de burocracia, capitalismo, sociedad industrial, dominio patrimonial, y luego comparamos las situaciones concretas pertinentes con ellos. Consideramos así hasta qué punto y cómo cada fenómenos específico se desvía del modelo o tipo ideal. Las alternativas a este enfoque … nos conducen a la confusión y la vaguedad de que adolecen no pocos historiadores y otros estudiosos que no miden sus conceptos; o bien, al otro extremo, nos arrastran a un idealismo que menosprecia datos y hechos conocidos. (Giner, 2001, p. 275) 4.3. Perspectiva conflictivista Las tensiones sociales en torno a un fenómeno ayudan a explicarlo. Una institución o un agente social que responde a un tipo ideal se caracteriza por aquellos otros con los que mantiene un conflicto o tensión. La Iglesia frente a las sectas y los ateos. Los sindicalistas frente a los empresarios, etc. En esta consideración del conflicto, Weber anima a buscar la parte de “conciencia” dentro de los propios agentes, la explicación de sus motivos ulteriores para actuar. Esto implica también ser capaz de dejarse afectar por aquello que se estudia, sin perder por ello la objetividad y la distancia crítica. Formal – Sustantiva La racionalidad formal se refiere a la lógica de los procedimientos sociales establecidos para lograr algo. Es la importa en la burocracia. A veces, la racionalidad formal está mal planteada, por ejemplo, cuando para lograr un papel tenemos que tener antes otro y viceversa… Es el caso de los inmigrantes que para lograr papeles necesitan trabajo y para lograr trabajo necesitan papeles. Esto también pasa con los jóvenes que para lograr trabajo tienen que demostrar experiencia y para lograr experiencia tienen que contratarles primero… Si un sistema burocrático no está bien diseñado, seguir la racionalidad formal a rajatabla puede dar lugar a sinsentidos. La racionalidad sustantiva se refiere a la correspondencia con respecto a aquello que da sentido a las cosas. Por ejemplo, el sentido de la universidad es que la gente aprenda y salga formada, con capacidad para trabajar y aportar a la sociedad; la obtención del título y de las notas son formalidades que sirven para garantizar que eso sucede, pero el objetivo sustancial es que los estudiantes aprendan una carrera. ¿Qué preferiríais que os regalaran el título sin aprender o aprender todo lo necesario pero no tener el título? La respuesta depende de vosotros (vuestros principios y valores), y también de cómo estiméis que os van a valorar cuando busquéis trabajo (según el cálculo instrumental que hagáis). Correspondencia entre las racionalidades En principio, hay una cierta correspondencia entre los primeros y los últimos pares de racionalidad. Es decir, parece como si la instrumental estuviera más relacionada con la práctica, la subjetiva y la formal: una persona que piensa en el mejor modo de lograr sus objetivos, de forma práctica, para beneficio propio y siguiendo una normas fijas. Sería el homo oeconomicus básico. Por el otro lado, si pensamos en alguien motivado por una racionalidad valorativa, que reflexiona sobre los porqués de las cosas, piensa en el conjunto de las instituciones a las que pertenece, y se guía por la sustancialidad de éstas instituciones, tendríamos a una especie de santo. Sin embargo, esto serían tipos ideales, en la realidad se dan mezcladas y combinadas. Por ejemplo, una persona que se rige por una racionalidad instrumental pero trabaja en una iglesia o una ONG puede comportarse como si fuera muy solidario solo porque le interesa. O un gobernante que se rije por la “Razón de Estado” (=hacer lo que sea para garantizar la estabilidad del estado), tendría una racionalidad instrumental, pero también estructural, y probablemente sustancial, y práctica. Las combinaciones son muchas, lo importante es entender que hay diferentes lógicas que operan en las decisiones y el pensamiento de las personas, así como de la forma de funcionar de las instituciones, e incluso los macroprocesos históricos (acordaros de la racionalidad teórica en relación a la ciencia). Crítica (en relación con el análisis de Hero): En ocasiones, interpretar la racionalidad de las acciones de los demás tiene mucho de juicio político o moral. Por ejemplo, decir que alguien tiene una racionalidad instrumental implica decir que actúa por interés, y al mismo tiempo, puede ser muy “instrumental” convencer a los demás que actúas en base a principios idealistas cuando en realidad no es así. 7. Las medidas de las desigualdad Clase social: Marx se centró en definir la desigualdad de clase que tenía que ver con la posición de las personas con respecto al modo de producción. En concreto, se refería a la división entre propietarios de los medios de producción y los proletarios que tenían que vender su fuerza de trabajo para poder vivir. Este es el esquema teórico, en la práctica hay más clases sociales, pero todas se refieren a la posición de la persona en el sistema productivo: en concreto, lo que gana, cómo lo gana. Podemos hablar de clase burguesa industrial, de la pequeño-burguesía, de la burguesía financiera, de la clase terrateniente, de las clases medias liberales, etc. Estatus social: es otra medida de la desigualdad introducida por Weber que valora lo diferentes que somos en relación a la valoración cultural que la sociedad en la que vivimos hace de nosotros y de ciertas características sociales. Por ejemplo, el modo en que se valora a un profesor en una sociedad en la que se valora el conocimiento porque se le considera que es poseedor de él; o el estatus de un sacerdote en una sociedad religiosa; o el estatus de hombres y mujeres en una sociedad con más o menos sesgos de género; o el estatus asociado al color de la piel, etc. La importancia del estatus sirve para moderar la influencia de la clase social, pero también puede dar lugar a prejuicios, privilegios, etc. Nota: en “Nosedive” de Black Mirror el sistema de valoración que tienen sería una forma de medir el estatus de manera matemática, lo cual incrementa la potencialidad de esa forma de diferenciación o discriminación social. También este sistema hace que las diferencias de estatus sean más formales y menos sustantivas, y más instrumentales (lo necesitas para cosas) que valorativas (lo quieres porque lo aprecias, te importa). Poder: Otra medida de las diferencias sociales que introduce Weber es la del poder relativo que una persona tiene en la sociedad, y que se reparte normalmente en relación a la posición de cada uno dentro de diferentes instituciones. Por ejemplo, como profesor se tiene el poder de poner la nota, como policía se tiene el poder de multar o detener, como juez de dictar veredicto, o el político de dictar leyes, etc. Así que independientemente del dinero que se tenga o del estatus social se nos otorgue, hay diferencia sociales en términos del poder que podemos ejercer. 8. Formas de poder y legitimidad Polisemia: en realidad todas son formas de poder, pero Poder directo o coercitivo: es el poder o la fuerza que tenemos para imponernos, el poder de la fuerza bruta es de este tipo. Por ejemplo, la fuerza de la policía viene de su capacidad para imponerse físicamente; también podría ser el poder de imponerse gritando o amenazando, o se puede expresar de forma más sutiles. Todo poder quiere legitimarse para ser ejercido más fácilmente. Autoridad: es el poder legitimado socialmente, funciona porque la gente lo acepta, se reconoce el derecho de quien lo ejerce. Puede estar basado en el conocimiento: cuando hacemos caso al médico o al experto (“Las autoridades sanitarias advierten que...”); o puede estar basado en la ley: aceptamos la autoridad del juez porque reconocemos la validez del sistema legal. Influencia: es la forma de ejercer el poder de forma indirecta, influyendo en cómo la gente piensa o las cosas que decía. Por ejemplo, cuando la prensa publica una información o critica a un partido político o a una empresa, se dice que “influye en la opinión pública”. En realidad, la valoración de cómo operan las formas de poder en la práctica es complicada, porque se entrelazan. De nuevo, la teoría nos da una perspectiva idealizada de las cosas, que luego tenemos que aplicar a lo concreto. Por ejemplo: decir que el profesor tiene el poder de poner las notas, quiere decir que es quien tiene el acceso al acta donde se ponen y que es su firma la que cuenta, porque el sistema formal de la universidad así lo reconoce. Además de eso, la racionalidad sustantiva detrás de este sistema justifica que sea el profesor el que tenga esa autoridad (ese poder legítimo, reconocido) para evaluar porque se le reconoce (por medio de otros procedimientos) que tiene la capacidad de hacerlo. Así que hay varias lógicas operando al mismo tiempo, y unas se apoyan en las otras. Un sistema institucional funciona bien cuando todas estás lógicas son coherentes. Por otra parte, si alguien hackea el ordenador de la universidad y cambia su nota, está ejerciendo un poder directo sobre el sistema; y si alguien es hijo de un catedrático también pueda tratar de ejercer influencia para que se le suba la nota. En ambos casos se subvierte la lógica de la universidad (formal en el caso del hacker y sustancial en el otro caso). La sutileza está en los mecanismos que se operan para hacer que algo funcione: ¿es poder coercitivo y efectivo, es poder legitimado o aceptado socialmente (autoridad), o es poder de influencia sutil e indirecta? 9. Fuentes de legitimidad La legitimidad es lo que otorga autoridad. Recordemos que todo poder quiere presentarse como legítimo para operar más fácil, puesto que imponerse requiere un esfuerzo, mientras que ser obedecido porque la gente acepta tu mando es más eficiente. La legitimidad puede ser: Tradicional: se reconoce la autoridad de la tradición, porque siempre se ha hecho así. Ejemplos: “escuchar a los mayores”, respetar la autoridad del padre, de la monarquía, de la religión, etc. Afectiva o carismática: es una legitimidad que viene de quien convence a los demás emocionalmente por el modo en que encarna los valores de una sociedad. Por ejemplo, si se le considera una persona inteligente, graciosa, guapa, con decisión, etc. Muy importante en los políticos. Racional valorativa-sustantiva: es es la legitimidad que se deriva de un razonamiento lógico en base a un criterio valorativo. Aceptamos la legitimidad del médico porque ha estudiado, o la del experto, o la del político elegido por el pueblo porque creemos en la democracia. Racionalidad legal: es la legitimidad que viene de que algo es conforme a las normas o leyes establecidas. Comúnmente nos referimos a ella como la legalidad. Nota: el conflicto entre legalidad y legitimidad es fuente de muchos argumentos políticos. Se dice que cuando la legalidad no corresponde a la legitimidad (valorativa) hay que defender la segunda. Ese es, por ejemplo, el principio de la “desobediencia civil” (autores: Thoureau, Gandi, Martin Luther King), la idea de que “cuando las leyes son injustas lo justo es desobedecerlas”. Quiere decir en realidad que cuando la legalidad no se corresponde con lo que la gente en una sociedad considera injusto (desde su racionalidad valorativa, su creencia en la democracia, la libertad, etc.), lo racional es desobedecer. Es un conflicto entre nuestra valoración de la racionalidad formal y la sustantiva. 10. Los procesos de racionalización de la modernidad. Weber describe la modernidad como impulsada por dos grandes procesos de racionalización de la sociedad: la racionalización política y la racionalización económica. 10.1. Racionalización política El Estado moderno representa el desarrollo de un sistema público de administración regular y legal; es decir, de un sistema burocrático (buro: oficina; cratos: poder). El poder y la autoridad de un Estado se define por dos pilares fundamentales: Político: Se atribuye el “monopolio de la violencia” sobre un territorio determinado, eso quiere decir que en ese territorio es la una fuerza que puede ejercer legítimamente la imposición violenta. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado son quienes ejercen ese poder coercitivo en nombre de la legalidad-legitimidad del sistema político.Por encima de ellos, está el sistema legal, con su aparato burocrático de leyes, magistrados y otras instituciones que son quienes dan soporte al ejercicio de poder directo por parte de la policía. Económicamente, la racionalidad instrumental puede hacer de la maximización del beneficio el único objetivo social por encima de cualquier otro principio, y destruir con ello el medio ambiente y a las personas. Weber era un poco pesimista con respecto al desarrollo de la modernidad, pues este exceso de racionalziación nos lleva a que se pierden los grandes valores y principios morales, éticos o religiosos que daban sentido la sociedad y la cultura, y en cambio caemos en la dominación de la racionalidad instrumental del máximo beneficio y la formal de la legislación burocrática. A esto le llamaba el “Desencantamiento del mundo”. Tema 6 Cultura 1. Definición de cultura: se refiere al orden simbólico de una sociedad, y se expresa tanto en los objetos de la vida cotidiana como en las ideas y valores que rigen en ella. 1.1. Cultura Material Todos los objetos de uso cotidiano expresan de algún modo el orden simbólico y el sistema social, porque se relacionan con los usos y costumbres de una sociedad. Cuando en una exploración arqueológica descubren los restos de una civilización, pueden estudiar su cultura por medio de los objetos que encuentran. Por ejemplo, se puede saber si era un pueblo guerrero o no, cómo hacían su comida, si tenían grandes diferencias sociales, etc. En la actualidad, podemos imaginar lo que se podría saber de nuestra sociedad tan solo estudiando los objetos que usamos, los edificios que construimos, y demás. En la cultura material se distinguen tres niveles: a) el rasgo cultural, que es la pieza más pequeña que es representativa de una cultura (una cuchara, un móvil, un arma, una prenda de ropa); b) el complejo cultura, que se refiere a una unidad mayor (un edificio o grupos de edificios); y c) el área cultural que se refiere a un entorno mayor, por ejemplo, un valle donde hay varias construcciones. 1.2. Cultura simbólica Se puede dividir en: a) Sistema de información y comunicación. Depende también de las tecnologías de la información que haya desarrolladas en una cultura (serán elementos de la cultura material), y es del que depende la producción de símbolos. Cuanto más elaborada, más compleja puede ser una sociedad. b) Sistema de valores, juicios y normas. Son las creencias y valores que establecen los criterios para actuar dentro de una sociedad, las que justifican el orden social y lo hacen posible. Los valores definen el sentido que se da a las cosas en una sociedad determinada y el modo en que las personas pueden participar de ella. c) Sistema de prácticas y rituales. Las prácticas se establecen a través de la interiorización de los valores, son formas de actuar comunes dentro de una sociedad. Los rituales son la expresión de prácticas que reflejan los valores “sagrados” de una sociedad. d) Sistema de interpretación. Tiene que ver con la capacidad de interpretar y conocer el mundo. Las creencias, la ciencia, la metodología de investigación, estarían dentro de este sistemas. La propiedad clave de la ciencia en el sistema de interpretación del mundo de la sociedad actual es la posibilidad de acumular conocimiento. 2. Cultura occidental La cultura occidental sigue una tradición que ha terminado desembocando en la cultura capitalista de la actualidad. Empezando por la cultura clásica, el medievo, el renacimiento, la ilustración, y finalmente la sociedad contemporánea que incorpora los resultados de toda esta trayectoria. Podemos identificar los siguientes principios clave en la cultura occidental: 2.1. Conocimiento científico, caracterizado por buscar la universalidad y la acumulación del saber. Ha permitido el desarrollo de la civilización y de las fuerzas productivas. 2.2. Cultura burguesa capitalista. Como clase social dominante, la burguesía ha imprimido sus valores en la cultura occidental, que hoy identificamos mejor como la cultura capitalista. Es una forma de ver el mundo relacionada con la primacía de la economía y el desarrollo industrial. Las producciones culturales, tanto materiales como simbólicas, también tienen lugar de forma industrial y está regida por las leyes del mercado. La cultura burguesa y capitalista no son exactamente lo mismo. “Burguesa” hace referencia a la cultura de los inicios del capitalismo moderno, especialmente de los siglos XIX y XX, mientras que hoy en día ya no tiene tanto sentido hablar de “cultura burguesa” porque el capitalismo ha evolucionado hacia forma culturales y productivas más complejas. La fase actual del capitalismo desde finales del siglo XX sería el neoliberalismo, que rompe con algunos de los supuestos de la cultura burguesa. 2.3. Diferencias culturales En la cultura burguesa se incrementan las diferencias culturales entre la burguesía y el resto de las clases sociales. La “distinción” cultural se convierte en una cuestión de estatus, y se establece una diferencia muy clara entre la alta cultura y la baja cultura. 2.4. Individualismo y fragmentación social El desarrollo cultural de la sociedad moderna se relaciona con un proceso de individuación de la sociedad. El concepto de individuo no tiene relevancia hasta la Ilustración y a partir de ahí, comienza una progresiva individuación, cada vez nos hacemos más individualistas y los lazos sociales pierden fuerza. Así, pasamos de la familia tradicional extensa, a la familia nuclear, y en general las personas piensan en sí mismas como individuos aislados. 2.5. Cultura crítica, espíritu crítico La Ilustración también inaugura el pensamiento crítico y lo convierte en un eje central de la cultura actual. En la actualidad, algunos pensadores dicen que el espíritu crítico está en decadencia debido a la relevancia de los medios audiovisuales que limitan la capacidad de distanciarse de la información que recibimos. 3. Tres grandes críticos del proceso cultural Marx: Para Marx la cultura es la superestructura de la sociedad, que se construye sobre la infraestructura de las relaciones económicas, y por lo tanto depende de esta última. Además, la superestructura tiene el sentido de justificar el orden social cuya naturaleza es realmente económica y material. En este sentido, la cultura (especialmente la capitalista) estaría dominada por sistemas ideológicos cuya principal razón de ser el justificar el orden y las diferencias sociales. Por lo tanto, lo que dice Marx es que la cultura no es autónoma con respecto a la economía, y que no debe serlo, que tenemos que ser conscientes de la relación que existen entre la cultura y las relaciones económicas, de clase, etc. Freud: La cultura surge del proceso de sublimación de los impulsos libidinales. La lívido es para Freud la fuerza o la energía que nos invita a actuar, y que es de naturaleza sexual, es una forma de excitación que nos empuja. Así, cuando no podemos satisfacer nuestros impulsos sexuales e inconscientes, tendemos a sublimarlos, es decir, a expresarlos de una forma más elevada, y de ahí surge según Freud la cultura como expresión del control de los impulsos de la sociedad. En este sentido, Freud destaca los aspectos psicológicos detrás del proceso cultural, y puesto que este está ligado al control de impulsos instintivos o primarios, predice que siempre habrá una cierta tensión entre los impulsos (las pulsiones de libertad sexual) reprimidos y los valores sociales. De ahí que hable del “Malestar de la cultura” como una tensión interna que siempre estará presente. Además, en el libro “El malestar de la cultura” describe lo que sería el origen de esta tensión, a través de una “fantasía antropológica” en la que imagina el desarrollo de las primeras sociedades sobre el asesinato del proto padre y el cumplimiento del complejo de Edipo. Simmel: diferenciaba entre la cultura objetiva y la cultura subjetiva. La objetiva es la que tiene que ver con la acción, la producción y el patrimonio de lo material. La subjetiva se refiere al mundo de los símbolos, la reflexión y el mundo interno, es decir, la experiencia subjetiva de la realidad social. El sentido de la cultura superior es para Simmel el perfeccionamiento de la vida interior, es decir, el desarrollo de la cultura subjetiva hacia cotas de mayor complejidad y satisfacción: La cultura subjetiva es la que determina el objetivo de desarrollo superior de la cultura. Para ello, tiene que haber un equilibrio entre el desarrollo de la cultura objetiva y la subjetiva. Sin embargo, en nuestra época existe una contradicción entre el espectacular desarrollo de la cultura objetiva y la producción de objetos y productos culturales de todo tipo, con respecto a la cultura subjetiva. En otras palabras, la cultura objetiva cuenta con una excesiva autonomía, y cuanto más se desarrollan los bienes culturales, más se empobrece la cultura subjetiva. Este desequilibrio tiene mucho que ver con el hecho de que la cultura moderna se guíe de acuerdo a los intereses económicos, que prestan más atención al desarrollo de objetos y productos culturales que a la calidad de la experiencia subjetiva de la cultura. 4. La sociedad de masas El desarrollo de la industria cultural da lugar a una cultura de masas. 4.1. El concepto de masa y sus características: - La masa es heterogénea en su origen pero homogénea en su comportamiento. Las personas que formas parte de una masa quedan igualadas al hacerlo, no importa si son de diferentes clases o niveles culturales, todas se comportan de forma similar. En el caso de la cultura de masas, la producción cultural masiva es igual para todos, las películas más taquilleras satisfacen los intereses de personas de muy distinto origen social. - Los individuos en una masa son anónimos y están “normalizados”. Sus características personales pierden importancia. En el caso de los usuarios de internet, los individuos son también clasificados conforme a sus gustos, perfilados conforme a un criterio estadístico que reduce su individualidad a una serie de características. - No hay interacciones inter-individuales, actúan como un conjunto. En el consumo de medios de comunicación los individuos están aislados físicamente, aunque todos consumen lo mismo. - La masa no tiene forma definida, no está organizada. La masa es informe. Todos sus miembros son una homogeneidad sin capacidad de autonomía. Por lo tanto, en la masa tampoco hay valores guía, ni sistemas de normas, se actúa por impulso. La sociedad de masas emergió en la modernidad principalmente cuando se produce la pérdida de la cohesión social y de las raíces locales de los pueblos. Las grandes migraciones a la ciudad permiten esta pérdida de identidad local y convierten más fácilmente a las personas en individuos aislados dentro de la masa. → Lo que nos “sujeta” a la sociedad son los regímenes normativos en los que nos encontramos. En una sociedad muy cohesionada y local tenemos una vinculación más directa con esos órdenes, pueden resultar muy opresivos (como tradicionalmente en los pueblos), pero también tenemos más posibilidad de acción sobre su forma de funcionar. 4.2. Medios de masas: radio, cine, televisión, prensa, internet, son tecnologías de comunicación que se han convertido en medios de masas para la difusión (masiva) de la información. En las primeras etapas (radio, televisión, prensa) son medios unidireccionales, pero con Internet aparece también la posibilidad de subir información, aunque no por eso se pierde el componente de medio masivo. Sin embargo, esto no tiene por qué ser necesariamente así. Podríamos imaginar una sociedad no competitiva en las que los beneficios de los avances tecnológicos generan una mayor igualdad, como por ejemplo, en el imaginario de Star Trek. Por último, además del desarrollo tecnológico, en los periodos de rápido crecimiento y apertura económica es más fácil acumular grandes fortunas que en épocas normales, quienes tienen éxito en esos momentos, se sitúan en posiciones clave de la economía. Según algunos cálculos, los hombres más ricos de la historia de la humanidad (hasta ahora) nacieron a principios del siglo XX, y pudieron aprovechar la expansión de principios de siglo para crear grandes fortunas (por ejemplo, Rockefeller). 4. Las clases sociales desde la perspectiva de Marx El concepto de clase social está directamente influido por el trabajo de Marx aunque no llegó a definirlas explícitamente. Según sus estudios, las clases sociales se caracterizan por la posición diferencial de las personas en el sistema productivo. “Para Marx, la sociedad de clases aparece cuando la aplicación de la tecnología al proceso productivo provoca la división del trabajo en la sociedad, lo que permite la generación de un excedente [de producción] del que se apropia una minoría de no productores” (Picó y Sanchís, 2001, p. 238). Desde un punto de vista teórico, las clases sociales se dividen en dos polos antagónicos, por un lado los propietarias de los medios de producción (el capital, las tierras, etc.) y las que no lo son y tienen que vender su fuerza de trabajo. Según el régimen productivo estas clases serán amos y esclavos, señores y siervos, o burgueses y proletarios. La capacidad de diferenciación de las clases dirigentes se sustenta sobre la posibilidad de apropiarse de la plusvalía de la producción. De ahí que exista una contradicción y conflicto de intereses básico entre ambas clases. El antagonismo entre las clases sociales se desarrolla de acuerdo a las contradicciones de cada una de ellas. Para los proletarios, la contradicción es la necesidad de disfrutar de los bienes productivos que ofrece el sistema que los domina y explota; y para los propietarios, la contradicción es la de necesitar de los trabajadores para obtener sus plusvalías. Sin embargo… <<¿Pero cuál es la contradicción fundamental del capitalismo? En la sociedad tradicional se daba una conexión directa entre las necesidades humanas y la producción (se produce lo que se necesita y se consume directamente). En el capitalismo, como sistema productivo, se rompe esta conexión porque su finalidad es producir para el mercado: se da así una dislocación entre el momento de la producción y el momento del consumo. No está garantizado el consumo de todo lo que se produce, lo cual provoca en el sistema económico la posibilidad de crisis cíclicas, endémicas y de sobreproducción. >>Estas crisis se superan mediante procesos de concentración del capital. En cada sector muchas pequeñas empresas desaparecen y las empresas que quedan tienden a hacerse más grandes, lo cual provoca la aparición de unidades de productivas de gran escala>> Picó y Sanchís, 2001, p. 241 De este modo, el sistema competitivo propio del capitalismo provoca progresivamente procesos de concentración de capital y de monopolio que rompen con el principio del libre mercado. He ahí la contradicción intrínseca del capitalismo. 4.1. La conciencia de clase Para Marx era necesario que la clase proletaria tomara conciencia de ser una clase social que compartía ciertos intereses. Esto suponía tomar conciencia de la “lucha de clases” como la realidad de la sociedad y unirse para defender sus intereses. Sin embargo, esta previsión no ha sido realizada, y se ha observado siempre una variedad de voces y de motivaciones dentro de las clases no dirigentes. 5. Las teorías de las estratificación social Algunos autores piensan en las clases sociales como una necesidad de organización y estratificación de la sociedad, una característica propia de las sociedades complejas. El problema surgiría en este contexto cuando la división en clases no se corresponde con ningún criterio funcional, sino con situaciones de opresión directa. Durkheim también considera que las clases sociales son una necesidad derivada de la división del trabajo social propia de las sociedades complejas. Weber se centra en explicar cómo la clase es un concepto complejo que hay que vincular con el de estatus social y el de situación de poder. Así, además de las clases como posiciones determinadas en el sistema productivo, Weber estudia las diferencias culturales y de hábitos de vida y consumo. Asimismo, Weber se interesa por cómo las clases sociales son el resultado de las acciones individuales y de las estrategias de cada persona. Aquí entra en juego la idea de que no todo el mundo tiene el mismo deseo y la misma capacidad para escalar socialmente. 6. Pobreza La pobreza tiene que ver con una situación de exclusión social que no sería funcional a la división del trabajo considerada por los autores precedentes. En principio, la pobreza se refiere a la incapacidad para dotarse de los recursos necesarios para vivir. Sin embargo, podemos diferenciar entre la pobreza extrema que afecta supone riesgo de hambre y de muerte, y la pobreza relativa que se calcula en relación al estándar de vida de cada país. Para medir la pobreza extrema se utiliza la medida PPS (Purchase Power Standard), un estándar que representa el poder de compra ajustado conforme a los precios de cada país. Así, el umbral de pobreza extrema se calcula de acuerdo a personas que viven con menos de 1 dólar o 2 dólares PPS (hay dos medidas) al día. Esto quiere decir que viven con menos de lo que sería el equivalente a 1 dólar o 2 dólares en EEUU. De modo que se considera que tienen riesgo de pasar hambre. La pobreza relativa también se puede calcular en PPS o en dinero corriente de cada país, y representa lo que tendría que ganar una persona en ese país para tener una vida normal. 7. Las clases medias A lo largo del siglo XX, se comienza a hablar de la sociedad posindustrial y del desarrollo de una clase media formada por técnicos, burócratas, personal experto y del sector servicios. Esta clase social se convirtió en el ideal social de occidente, desactivando en cierto sentido el concepto de lucha de clases descrito por Marx. En la práctica, la sociedad posindustrial se caracteriza por la deslocalización de gran parte de la producción industrial a los países asiáticos. Esta división internacional del trabajo permite concentrar en los países occidentales los puestos de trabajo más cualificados y profesionales, dando lugar al desarrollo de la clase media. 8. La división profesional de las clases de Goldthorpe: Clases altas/medias-altas. 1. Profesionales y funcionarios de nivel superior, directivos de grandes empresas. 2. Profesionales y funcionarios de nivel medio, directivos de pequeñas empresas, supervisores de trabajadores no manuales, etc. Clases medias: 3. Trabajadores no manuales del sector servicios, comercio, etc. Nuevas clases medias: 4. Pequeños propietarios, autónomos manuales, artesanos. Viejas clases medias 5. Técnicos de nivel superior, supervisores de trabajadores manuales. Clase obrera: 6. Trabajadores manuales cualificados. 7. Trabajadores manuales no cualificados. Esta clasificación es muy similar a la que utiliza el CIS, aunque estadísticamente se ajusta la pertenencia a una clase social en función también de los ingresos. Inferir la clase social por la profesión de la persona tiene el problema de incluir a la población inactiva. Otra de las críticas que se le ha hecho a este sistema es el modo en que da mucha importancia a la diferenciación entre trabajadores manuales y no manuales, cuando hoy en día la diferencia de estatus entre ambos es cada vez menor. 9. Movilidad social Se llama movilidad social a la posibilidad de pasar de una clase social a otra. La movilidad social puede ser ascendente o descendente. La movilidad social es uno de los mecanismos clave para legitimar el sistema social competitivo, alegando que es el esfuerzo y la valía de las personas lo que les otorga un lugar en la sociedad (meritocracia). Sin embargo, el punto de partida es también muy importante, porque no se logra la misma educación ni la mismas oportunidades.
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