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Ética y Fundamentos de la Acción Humana: La Felicidad y la Libertad - Prof. Santiago, Transcripciones de Ética

ÉticaFilosofía de la AcciónFilosofía moral

Este texto aborda la ética desde una perspectiva reflexiva, donde el hombre busca conocer y dar sentido al mundo para lograr su finalidad: la felicidad. La ética se define como la reflexión sobre los actos humanos para que sean buenos, y la felicidad es el fin último de los seres humanos. El texto explora la diferencia entre actos libres y automáticos, la importancia de la inteligencia y la voluntad en la acción humana, y la relación entre la felicidad objetiva y subjetiva.

Qué aprenderás

  • ¿Qué es la ética y por qué es importante para el hombre?
  • ¿Qué es la felicidad y cómo se relaciona con la acción humana?
  • ¿Cómo se diferencian los actos libres y automáticos en el hombre?

Tipo: Transcripciones

2018/2019

Subido el 02/08/2021

sebastian-durang-m
sebastian-durang-m 🇦🇷

5

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3 documentos

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¡Descarga Ética y Fundamentos de la Acción Humana: La Felicidad y la Libertad - Prof. Santiago y más Transcripciones en PDF de Ética solo en Docsity! Texto Ética y Fundamentos El hombre es el único ser en el universo que no se conforma con satisfacer sus necesidades sino que necesita conocer e interpretar el mundo en que vive para poder lograr su finalidad que es la felicidad. Conseguir este fin es una tarea humana de cada hombre: el hombre tiene que ser, dice Aristóteles, como el arquero que da en el blanco. Para eso lo que debe hacer es proyectar su vida y esto implica tener una actitud reflexiva frente a su existencia: saber dónde quiere ir y encontrar cómo, qué hacer con su vida con las situaciones concretas que se le presentan, o aún, más allá de ellas (con ellas o a pesar de ellas). El ser humano puede tener una actitud natural, vivir solamente pensando en el aquí y ahora, enla vida práctica de cada día y dejándose llevar por la vida como si fuera un bote a la deriva. Es la actitud de la vida cotidiana, estudiada por la sociologia que representa las costumbres habituales de las personas. Facundo Manes dice que cuando actuamos asi, actuamos en “en piloto automático”. Pero también puede —y es lo propio del hombre - ser como el timonel de un barco que sabe a donde quiere llegar y, a pesar de los obstáculos, intentará que ese barco llegue finalmente a destino. No quiere desperdiciar su vida ni el precioso tiempo que se le ofrece. Siente “responsabilidad” por su existencia y quiere dejar huella, darle “valor” y significación a su tiempo. Esta actitud reflexiva -que surge de un deseo propio del hombre, el de saber (decía también Aristóteles que todos los hombres por naturaleza desean saber), de comprender y darle sentido a este mundo- es la raíz de la metafísica, de toda la filosofía, como también de todo conocimiento científico. Einstein siempre recordaba que fue su asombro por el mundo lo que llevo al conocimiento del universo. La actitud reflexiva es fundamental para la ética: el hombre necesita conocer y comprender el mundo en que vive para poder conocer el para qué -el sentido- de su existencia. De él mismo depende poder realizar aquello para lo cual nació: para ser feliz. Pero no lo logrará si no utiliza las dos capacidades fundamentales del hombre, que son la inteligencia para conocer y la voluntad para querer y realizar libremente esa tarea para configurar, darle forma y significado, a su propia vida. Pero la dificultad fundamental es que tenemos una voluntad libre, es decir que su conducta no está determinada por el instinto como la de los animales, sino que 1 puede elegir entre diferentes posibilidades. Esto conlleva el riesgo de equivocarse. La libertad es la clave fundamental para la vida ética. Saber que al ser libres somos también responsables de nuestros actos nos lleva a buscar la forma de que ellos sean buenos para que lo sea nuestra conducta y lo seamos nosotros también. La Ética Ética viene de la palabra griega ethos, que significa “costumbre”, igual que la palabra latina mos, porque la ética y la moral se refieren a los comportamientos costumbres) buenos para el hombre. Pero mientras la palabra moral se aplica a los actos humanos que merecen la calificación de “buenos”, la palabra ética se utiliza para referirse a la reflexión sobre los actos humanos para que éstos sean buenos, es decir, que su finalidad sea buena para el hombre Por eso la ética, en tanto supone una reflexión, es la parte de la filosofía que se ocupa de los actos humanos. Podemos decir que la ética es la ciencia que estudia la conducta humana o las costumbres de los hombres. El punto de partida de la ética es lo que se denomina experiencia ética: El ser humano experimenta que hay actos que son buenos, justos, etc. y otros que no lo son. Asi, hay actos que son buenos y otros que son malos para el hombre. Por eso necesita conocer cuáles son las condiciones de posibilidad para que sean buenos. Los actos humanos y su estructura Los actos humanos son aquellos que proceden de las capacidades superiores del hombre: su inteligencia y su voluntad libre. El hombre, como dijimos, es el único ser natural que necesita conocer e interpretar el mundo para poder actuar como tal, es decir, humanamente. Los actos que el hombre realiza sin la intervención de su inteligencia y su voluntad, por ej. respirar, digerir, o cuando actúa sin pensar, son actos del hombre. Estos actos no son libres, el hombre los realiza “automáticamente”. En cambio, los actos humanos son intencionales: la inteligencia conoce su finalidad y la voluntad libremente tiende a ella. Por lo tanto, como hay libertad hay responsabilidad. Más libre es el ser humano, más responsable se vuelve de sus acciones, porque en ellos hubo posibilidad de optar entre diferentes opciones. la felicidad está flanqueada por dos posibilidades de defección: una por exceso y otra por defecto. De modo tal que la eudaimonía consistirá en establecer el justo medio entre los dos extremos. Claro está, que “lo que prescribe la virtud no es un medio absoluto geométrico, sino una media relativa a cada uno de nosotros.”+ Asi pues, el término medio es para cada hombre y en cada circunstancia algo único Ahora bien, nos preguntamos, ¿existe un criterio o norma para establecer esta medietas como gustaba traducir Cicerón, la que indudablemente no es una mediocritas?. En varios lugares de sus obras se plantea Aristóteles el estudio sobre la norma de la praxis humana, también nos advierte que nos encontramos en el campo de la conducta humana sobre el cual se pude bosquejar un esquema general hablando sobre lo verosímil pero no es un sistema exacto; puesto que la materia del comportamiento humano no tiene nada fijo e invariable sino todo lo contario. De modo tal, que no existe una receta de la felicidad y aunque si bien, el hecho de obrar conforme a la recta razón es una cosa comúnmente admitida, ello excluye la existencia de un principio como norma absoluta del obrar humano. El principio ético fundamental que debe aplicarse a la realidad concreta para obrar bien es Hacer el bien y evitar el mal. Pero la interpretación de este principio en cada caso concreto es algo personal. Diferencia entre “éxito” y “felicidad” Hoy se considera que tener éxito es la forma de ser feliz, si no logramos que nuestro objetivo de vida personal, profesional, social, etc. se cumpla con todas las expectativas que tenemos nos parece que no lograremos ser felices. Pero nos puede ir muy bien en alguna, o en varias, de esas dimensiones pero no por eso seremos también felices. El éxito es un bien instrumental, no un fin absoluto. Muchas veces el logro del éxito en alguna esfera de la vida humana, en la profesional por 4 Moreau, Joseph: Aristotele et son école; P.U.F., 1962 (Hay traducción castellana, Buenos Aires, Eudeba 1972, p.199). ejemplo, implica dejar de lado otras que luego nos impiden sentimos plenamente realizados. La felicidad como autorrealización personal es una tarea más profunda que el logro del éxito, que implica el reconocimiento ajeno, el prestigio, la fama, etc. todos bienes que están sujetos a lo relativo del mundo en que vivimos. Por eso si consideramos que el éxito es la felicidad podemos nos equivocarnos cuando no logramos lo que nos habíamos propuesto o cuando ese éxito fracasa. Esto es un defecto de la vida moderna: poner en el éxito el máximo del logro humano, como si el hombre sólo tuviera la finalidad de triunfar en la vida y nada más. EL PROBLEMA MORAL DE NUESTRO TIEMPO ¿Existe un problema moral característico de nuestro tiempo?, se pregunta Erich Fromm en su libro Ética y Psicoanálisis (1947). Si bien el problema moral es el mismo en las distintas épocas, señala, cada cultura tiene sin embargo sus problemas morales especificos. Nuestro problema moral, dice Fromm, es la indiferencia del hombre consigo mismo: “Radica en el hecho de que hemos perdido el sentido del significado y de la individualidad del hombre, que hemos hecho de nosotros mismos los instrumentos de propósitos ajenos a nosotros, que nos experimentamos y nos tratamos como mercancias y que nuestros propios poderes se han evadido de nosotros. Nos hemos transformado en objetos y nuestros prójimos también se han transformado en objetos...Dado que no confiamos en nuestro propio poder, no tenemos fe en el hombre, fe en nosotros o en aquello que nuestros propios poderes pueden crear...Deambulamos en la oscuridad y conservamos nuestro valor porque oímos que los demás silban como nosotros”. Nos hallamos sometidos a tremendos poderes, como el poder anónimo del mercado, el de fuerzas económicas, del éxito, de la opción pública, del “sentido común”, etc. y olvidamos que el fin del hombre es ser él mismo y que la condición para alcanzar esa meta es que el hombre sea para sí mismo, sin que ello implique ni la renuncia a sí mismo ni el egoísmo, sino el amor por si. “Sed como una lámpara para vosotros mismos, sed vuestro propio sostén. Asíos a la verdad que existe en vosotros como si fuera la única lámpara”, decía Buda. Todo ello no depende más que del hombre mismo y de su capacidad de tomarse seriamente a sí mismo, a su vida y a su felicidad. (Vicente Fatone. Lógica e Introducción a la Filosofia) La Libertad El hombre es el único de los seres naturales que dispone de su interior para autodeterminarse a obrar con libertad. Los restantes seres se encuentran ligados exclusivamente al determinismo de las leyes fisicas, químicas, biológicas e instintivas. Por eso observamos en ellos un comportamiento regular y estable, surgido de las necesidades de su especie. El ser humano, en cambio, sólo en el plano de lo material está regido de ese modo, porque mediante la voluntad puede superar ese determinismo y dirigir su actividad ejerciendo su autodominio. La libertad es una cualidad de la voluntad para optar entre bienes, hacia los cuales no se encuentra determinado. Al realizar actos voluntarios, el hombre elige entre varios bienes, incluso cuando esa elección conscientemente conduce a un mal moral. La otra posibilidad de la voluntad es decidirse por obrar o abstenerse de hacerlo. Por eso decimos que la libertad tiene varias formas: 1. Libertad de actuar: Es la ausencia de coacción, es una libertad exterior. Un acto violentado no es un acto libre. Esta libertad comprende la libertad: a física: Es poder actuar sin fuerza superior. b. civil: Es poder actuar sin que lo impidan las leyes e. política: Es poder actuar sin que lo impida el gobierno e. moral: Es poder actuar sin que lo impida la ley moral. 2. Libertad para actuar: Es una libertad interior, la verdadera libertad. Comprende: a. libertad de ejercicio: Actuar o no actuar b. libertad de especificación: hacer esto o lo otro, es decir, elegir entre bienes. El tema de la libertad está intimamente relacionado con el tema moral. La libertad constituye el fundamento de la moral: hablamos de moral porque el hombre es libre, si no lo fuera su obrar no podría ser bueno ni malo, sería necesario como en los demás seres. Como consecuencia de obrar libremente, el hombre es responsable
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