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Apuntes La Celestina, Apuntes de Literatura Hispanoamericana

Asignatura: LITERATURAS HISPANICAS, Profesor: , Carrera: Historia, Universidad: UniZar

Tipo: Apuntes

2013/2014

Subido el 02/05/2014

claudiacalvo95
claudiacalvo95 🇪🇸

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¡Descarga Apuntes La Celestina y más Apuntes en PDF de Literatura Hispanoamericana solo en Docsity! LITERATURAS HISPÁNICAS 1º curso del Grado de Historia 2011-2012 MATERIALES II ANTOLOGÍA DE TEXTOS LITERARIOS MEDIEVALES Profesora M.ª Carmen Marín Pina Dpto. Filología Española (Literaturas Española e Hispánicas) ÍNDICE 1. Orígenes y el desarrollo de la prosa castellana: la prosa alfonsí 3 1. La corte, según Alfonso X el Sabio 3 2. La literatura propia de los caballeros 3 3. La prosa historiográfica. Narciso en la General Estoria 3 4. Atenas: organización de las artes liberales en el trivio y el cuadrivio 4 5. Las Heroidas y el juicio de Paris 5 6. Primeras formas de la ficción. Calila e Dimna, el arte de contar 7 2. La Celestina 9 1. Etapas de redacción de La Celestina 9 2. Ediciones de La Celestina 9 3. Género 9 4. Bibliografía 10 5. Trotaconventos en el Libro de Buen Amor 10 6. Iconografía celestinesca 11 7. Selección de pasajes de La Celestina 16 3. La querella de las mujeres 56 1. Cristina de Pizán, La Ciudad de las Damas 56 2. Pedro Torrellas 58 3. Luis de Lucena, Repetición de Amores 60 4. Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera o Corbacho 61 5. Suero de Ribera, Respuesta en Defensión de las Donas 62 6. Diego de Valera, Tratado en defenssa de virtuossas mugeres 62 7. Diego de San Pedro, La cárcel de amor 63 8. La Celestina y la vileza de las mujeres 65 4. Romancero 66 1. Primeros testimonios 66 2. Romances históricos 66 3. Romances épicos 70 4. Romances carolingios (o de la materia de Francia) 75 5. Romances bíblicos 78 6. Romances novelescos 79 otrossi sobresto, una costumbre en Athenas: que maguer que cada un maestro leye en su escuela, todos se ayuntauan un dia en la sedm ana con sus escolares en aquel gr and palacio que era comunal, que estaua en medio dela uilla e delos otros palacios de los maestros e daquellos en que leyen, e assentauansse en aquellos grados que dixiemos, cada uno segund que era onrrado por su saber, ca non por poder, nin por riqueza, nin por linage que ouiesse grand; e alli leyen los maestros cada uno de su a rte una lecion que oyen todos los otros, e despues cuydauan y en muchas maneras, e desputauan e razonauan sobrellas por entender meior cada unos aquello de que dubdauan e querien ende seer ciertos; e llamauan liberales a aquellas siete artes et non alos otros saberes, segund departe Ramiro sobrel Donat, e otros con el por estas dos razones: la una por que non las auie a oyr si non ombre libre que non fuesse sieruo, nin omne que uisquiesse por mester; la otra por que aquellos quelas oyen que auien aseer libres de todo cuydado e de toda premia queles otre fiziesse, ca tod esto a mester qui aprende para bien aprender. [...] 4.2. Del rey Juppiter e delos departimientos delos saberes del triuio e del quadruuio (La General estoria. Libro VII. Génesis. XXXV) En esta çibdad de Athenas nascio el rey Juppiter, com o es ya di cho ante desto, e alli estudio e aprendio y tanto, que sopo muy bien todo el triuio e todel quadruuio, que son las siete artes aque llaman liberales por las razones que uos contaremos adelante, e uan ordenadas entre si por sus naturas desta guisa: la prim era es la gram atica, la segunda dialetica, la tercera rectorica, la quarta arismetica, la quinta musica, la sesena geometria, la setena astronomia. E las tres primeras destas siete artes son el triuio, que quiere dezir tanto como tres uias o carreras que muestran all omne yr a una cosa, et esta es saber se razonar cumplida mientre. Et las otras quatro postrimeras son el quadruuio, que quiere dezir tanto como quatro carreras que ensennar connoscer complida mientre, saber yr a una cosa cierta, e esta es las quantias delas cosas, assi como mostraremos adelante. La gramatica, que dixiemos que era primera, ensenna fazer las letras, e ayunta dellas las palabras cada una como conuiene, e faze dellas razon, e por es so le dixieron gramatica que quiere dezir tanto como saber las letras, ca esta es ell arte que ensenna acabar razon por letras e por sillabas et por las palabras ayuntadas que se compone la razon. La dialetica es art pora saber connoscer si a uerdad o mentira en la razon que la gramatica compuso, e saber departir la una dela otra; mas por que esto no se puede fazer menos de dos, ell uno que demande et ell otro que responda, pusieron le nombre dialetica que muestra tanto como razonamiento de dos por fallar se la uerdad complida mientre. La rectorica otros si es art pora affermosar la razon e mostrar la en tal manera, quela faga tener por uerdadera e por cierta alos que la oyeren, de guisa que sea creyda. Et por ende ouo nombre rectorica, que quiere mostrar tanto como razonamiento fecho por palabras apuestas, e fermosas e bien ordenadas. Onde estas tres artes que dixiemos, aque llaman triuio, muestran all omne dezir razon conueniente, uerdadera e apuesta qual quier que sea la razon; e fazen all omne estos tres saberes bien razonado, e uiene ell omne por ellas meior a entender las otras quatro carreras aque llaman el quadruuio. E las quatro son todas de entendim iento e de demostramiento fecho por prueua, onde deuien yr primeras en la orden. Mas por que se non podien entender sin estas tres primeras que auemos dichas, pusieron los sabios a estas tres primero que aquellas quatro, ca maguer que todas estas quatro artes del quadruuio fablan delas cosas por las quantias dellas, assi como diremos, e las tres del triuio son delas uozes e delos nombres delas cosas e las cosas fueron ante que las uozes e quelos nombres dellas natural mientre. Pero por quelas cosas non se pueden ensennar nin aprender departida m ientre si non por las uozes et por los nom bres que an, maguer que segund la natura estas quatro deurien yr primeras et aquellas tres postrimeras como mostramos, los sabios por la razon dicha pusieron primeras las tres artes del triuio e postrimeras las quatro del quadruuio; ca por las tres del triuio se dizen los nombres alas cosas, e estas fazen al omne bien razonado, e por las quatro del quadruuio se muestran las naturas delas cosas, e estas quatro fazen sabio ell omne; pues aprendet por aquí que el triuio faze razonado ell omne y el quadruuio sabio. (Las Siete Partidas, ed. López Estrada y María Teresa López García-Berdoy, Madrid, Castalia, 1990, p. 193). 5. LAS HEROIDAS Y EL JUICIO DE PARIS 5.1. De la epístola que Oenone enbí o a Paris (La General estoria, el Libro de los Jueces , DXXXIII) Oenone, aquella duenna de quien aquí dezimos, fue muger de grand sangre. E sabiendo commo era Paris fiio del rey Priam o e de la reyna Ecuba, m aguer que andaua en los m ontes 5 curiando ganados, acogiose e fuese para el. E violo grande e fermoso, e pagose del e el della; e fincaron en vno. E quanto Paris duro allí pastor en aquellos montes, toda vía traxo consigo a esta duenna Oenone. E desque cobro la graçia del padre e robo a Elena, desanparo a aquella duenna. E Oenone, veyendose desanparada, enbio su epístola a París de los seruiçios que le fizo e de sus amores. E esta epístola de Oenone a París fizo Ouidio en latin por viesos, en que dize así en el lenguage de Castilla: De las razones que Oenone a Paris en su epístola enbio (DXXXIV) Comiença así Oenone commo sannuda mientre contra Paris, e dize: «Paris, ¿lees la mi epistola, o te lo vieda la nueua muger? E leyla, ca non es escrita con mano de tierra de Miçenas. E yo, Oenone, natural del monte Pegaso, que era tenida por muy onrrada en las seluas de Frigia e so agora mal trecha, de ty me querello, de ty que eres mio si lo tu dexases ser. ¿ Qual dios nos ayro e paro la su deydat e la su vertut contra los nuestros amores? O ¿que yerro fiz yo por que non finque toda via por tuya? La pena o el mal que omne por su mereçimiento sufre a lo de sofrir mansa mientre; mas la pena que a omne viene non la meresçiendo, aquella es de doler. »Non eras tu avn tan grande quando yo, seyendo duenna de alta guisa, fincaua contigo [e] tu por mio marido. E tu, qui eres agora fijo del rey Priamo, si tollieremos la verguen[ça] a la verdat, tu sieruo eras; e yo seyendo duenna sufri de casar contigo. E muchas [ve]zes yoguimos yo e tu entre las greyes a sabor de nos, e non teniemos de suso al sino[n] los arboles e deyuso las sus fojas. E muchas vezes otrosi yazimos en la cama de feno, e amanesçie sobre nos grand elada. E a ty ¿ quien te mostro sinon yo las sierras, e los sotos guisados par a caça e para tomar los venados, e en qual cueua tenia la bestia fiera sus cadille jos? E andando yo por tu conpannera muchas vezes tendi las redes a los ve nados, e muchas vezes otrosi les enrride los canes por somo de los collados. »E mienbrome agora commo auia vn alamo en la ribera del rio Xanto, entr[e] m uchos otros que ay estan, en que a escrita la letra que se mienbra de mi. Otrosi los tron[cos] de las fayas tienen e guardan oy en si el mio nonbre entallado de ty; e so leyda ally yo, Oenone, entallada con la tu foz. E quanto creçen los troncos, tanto cr eç[e] el mio nonbre.» E desende razonose aqui Oenone contra los arboles, e dize: «¡Creçed, troncos, e leuad vos derechos a las mis alaban~as!» E dize otrosi: «O tu, alamo, ruegote que [bi]uas, tu que estas en el espaçio de la ribera e tienes por mi este escrito en la tu cor[ te]za arrugada. E dezies tu, Paris a mi: 'Quando el agua del rio Xanto se tornare a co[rrer] fazia la fuente do nasçe, estonçes desanparare yo a ty, Oenone.' Pues, rio Xanto, [a]presurate de correr atras; e vos, las sus aguas, tornad vos a vuestra fuente donde na[çis]tes, ca ya desanparo Paris a Oenone. »E malo fue aquel dia para mi, mezquina, en que [Ve]nus e Juno e PalIas vinieron al tu juizio. E fuy espantada e saltome el coraç[on] luego que me lo conteste; e corriome frio por todos los mienbros, asi que toda me p[are] fria. E en pos esto fincando yo muy espantada, demande consejo a las buenas du[ennas] ançianas e a los viejos mayores de edat; e todos me dixeron que era el tu fecho [gran]de enemiga. »E cortados estauan los arboles, e dolada la madera, e guisada la fl[ota] , e metidos los nauios en la mar; e tu por entrar en ellos e yo çerca de ty, e quer[ien]dote partir de mi e despedir te de mi, lloreste. E esto ¡ya non lo quieras negar! E e st[e] amor vergonçoso es m as que el primero. E lloreste tu e viste a mi llorar otrosi. E [a]m os tristes por la tu yda mezclamos las nuestras lagrimas en vno. E echesteme tu los braços al cuello, e asi me los tenies y commo çerca la vit al olmo a que se allega. ¡Quantas vezes me beseste quando te queries ya yr de todo en todo! E ¡quant aduro pudo [de]zir estonçes la tu lengua a mi: 'Finca con salut!' E ¡quant aduro te me despediste! »E [des]que entreste en la m ar, e vino el viento e dio en l as velas que colgauan, e comen[ç]o la naue a yr se e el agua a enblanqu çer de los rimos, e yo fincando en la rib[era], nunca party los ojos de las tus velas commo mezquina. E llore de guisa que toda el [are]na de la ribera moge ante mi con las mis lagrimas. E sobresto rogue yo a las [ne]reydas, que son las deesas de las aguas, que tu vinieses ayna commo quier que ruego [por] m io danno; ca tu tornando, de commo yo rogaua a Dios, e auiendote de tornar a [onr]ra de mi e a pro e al mio amor, tornestete a amor e a onrra de otra e a danno [de mi. ¡A]y de mi, mezquina! que fuy yo mansa por cruel cunblueça. »E esta vna penna que n[açe de los auismos en la mar, e cata de la ribera adentro, e es en somo como un monte.] E fieren e dan ally las aguas de la mar. Alli en aquello mas alto soby yo por ver primero las velas de la tu naue quando vinieses; e de alli las vy yo primero que otrie. E vinome a voluntat de dar comigo en las ondas de la mar para llegar a ty antes e reçebir te primero que todos los otros. Mas pero fuyme tardando; e mientra me tarde, vy vna porpora resplandeçer en somo de la naue. E firiome en el coraçon e oue miedo que aquella vestidura que non era tuya. E fue viniendo la naue, e llegando a la tierra deuisauase ya m as. E vy vestidos de m uger, tremiendome el coraçon. Mas quando yo vy venir muger contigo, non me deuiera conplir de yr resçebir a ty; mas commo loca e sannuda por aguas e por nauios entrar e ronper la toda, ca venia torpe amiga e pegada al tu regaço. Mas estonçes quando vy la mala sennal e que verdat era que 6 muger trayes, ronpi los vestidos, e fery en mios pechos, e rasqueme la cara, e llore de mios ojos. E enllene de aollidos e de querellas la nuestra selua Yda de Troya, e alli leue yo las mis lagrimas a las pennas della. E ¡asi se duela Elena, e llore desanparada de marido, e padezca lo que ella fizo a mi padeçer!». (Alfonso X el Sabio, Prosa histórica, ed. Benito Brancaforte, Madrid, Cátedra, 1984). 6. PRIMERAS FORMAS DE LA FICCIÓN. CALILA E DIMNA, EL ARTE DE CONTAR Dixo el búho: -Dizen que un buen omne religioso, cuya boz oía Dios, estava un día ribera de un río, et pasó por ý un milano, et levava una rata, et cayósele delante de aquel religioso. Et ovo piadat della, et to- móla et enbolvióla en una foja, et quísola levar para su casa; et temióse que l' sería fuerte de criar et rogó a Dios que la tornase niña. Et fízola Dios niña fermosa et muy apuesta; et levóla para su casa, et crióla muy bien, et non le dixo nada de su fazienda cómmo fuera. Et ella non dubdava que era su fija. Et desque llegó a doze años, díxol' el religioso: -Fijuela, tú eres ya de hedat, et non puedes estar sin m arido que te m antenga et te govierne, et que me desenbargue de ti, por que me torne a orar com o ante fazía sin ningund enbargo; pues escoge agora quál marido quisieres et casarte he con él. Dixo ella: -Quiero un tal marido que por ventura non aya par en valentía et en esfuerço et en poder. Díxole el religioso: -Non sé en el mundo otro tal commo el sol, que es muy noble et muy poderoso, alto más que todas las cosas del mundo; et quiérole rogar et pedirle por merçed que se case contigo. Et fízolo así, et bañóse et fizo su oraçión; desí oró et dixo: -Tú, sol, que fueste criado por provecho et por merçed de todas las gentes, ruégote que te cases con mi fija, que me rogó que la casase con el más fuerte et con el más noble del mundo. Díxole el sol: -Ya oí lo que dexiste, omne bueno, et yo só tenudo de te non enbiar sin respuesta de tu ruego por la honra et por el amor que as con Dios et por la mejoría que as entre los omnes; mas enseñarte he el ángel que es más fuerte que yo. Díxole el religioso: -¿Et quál es? Díxol': -Es el ángel que trae las nuves, el qual con su fuerça cubre mi fuerça, et non me la dexa estender por la tierra. Tornóse el religioso al lugar do son las nuves de la mar, et llamó a las nuves, bien así commo llamó al sol, et díxoles bien así commo dixo al sol. Et dixieron las nuves: -Ya entendimos lo que dixiste et tenemos que es así, que nos dio Dios fuerça más que a otras cosas muchas; mas guiarte hemos a otra cosa que es más fuerte que nós. Dixo el religioso: -¿Quién es? Dixéronle: -Es el viento que nos lieva a do quiere, et nós non podemos defender dél. Et fuese para el viento et llamólo así commo a los otros, et díxole la mesma razón. Díxole el viento: -Así es commo tú dizes, mas guiarte he a otro que es más fuerte que yo, et que puné en ser su egual et non lo pude ser. Dixo el religioso: -¿Et quién es? Díxole: -Es el monte que está çerca de ti. Et fuese el religioso para el monte, et díxole commo dixo a los otros. Díxole el monte: -Atal só yo commo tú dizes, mas guiarte he a otro que es más fuerte que yo, que con su grand fuerça non puedo aver derecho con él et non me puedo defender d'él, que me faze quanto daño puede. Díxole el religioso: -¿Et quién es ese? Díxole: -Es un mur, ca éste me faze quanto daño quiere, que me forada de todas partes. Et fuese el religioso al mur et llamólo así commo a los otros. Et díxole el mur: -Atal só yo commo tú dizes en poder et en fuerça, mas ¿cómmo se podría guisar que yo casase con muger, seyendo mur et morando yo en covezuela et en forado? Dixo el religioso a la moça: 7 Todos los derivados de la comedia romana se difunden en la Edad Media dentro de ámbitos escolares. Es teatro leído, no representado. Exactamente igual que La Celestina. 4. Bibliografía Fernando de Rojas (y “antiguo autor”), La Celestina. Tragicomedia de Calisto y Melibea, eds. F.J. Lobera y G. Serés, P. Díaz-Mas, C. Mota, I. Ruiz Arzálluz y F. Rico, Barcelona, Crítica, 2000. La Celestina y su contorno social. Actas del Primer Congreso Internacional sobre la Celestina, ed. M. Criado de Val, Barcelona, Borrás, 1977. Beltrán, Rafael y José L. Canet, Cinco siglos de Celestina: aportaciones interpretativas, Valencia, Universidad, 1997. Botta, Patrizia, «La magia en La Celestina», Dicenda, 12 (1994), pp. 37-67. Deyermond, Alan D., «Hilado, cordón, cadena: Symbolic Equivalence in La Celestina», Celestinesca, 1 (1977), pp. 6-12. Faulhaber, Charles, «Celestina de Palacio: Madrid, Biblioteca de Palacio, MS 1520», Celestinesca, 14, 2 (1990), pp. 3-29. Gilman, Stephen, La Celestina: arte y estructura, Madrid, Taurus, 1974. Gilman, Stephen, La España de Fernando de Rojas: panorama intelectual y social de La Celestina, Madrid, Taurus, 1978. Lacarra, M.ª Eugenia, Cómo leer La Celestina, Madrid, Júcar, 1990. Lida de Malkiel, Mª. Rosa, La originalidad artística de La Celestina, Buenos Aires, Eudeba, 1970. Maravall, J. Antonio, El mundo social de La Celestina, Madrid, Gredos, 1973. Miguel, Emilio de, La Celestina de Rojas, Madrid, Gredos, 1996. Riquer, Martín de, «Fernando de Rojas y el primer acto de La Celestina», Revista de Filología Española, XLI(1957), pp. 373-395. Russell, Peter E., Temas de La Celestina y otros estudios, Barcelona, Ariel, 1978. Snow, Joseph T., “La iconografía de tres Celestinas tempranas (Burgos, 1499; Sevilla, 1518; Valencia, 1514): unas observaciones”, Dicenda, 6 (1987), pp. 255-277. 5. Trotaconventos en el Libro de Buen Amor 697 Busqué trotaconventos qual me mandó el Amor, de todas las maestras escogí la mejor; Dios e la mi ventura que me fue guiador... acerté en la tienda del sabio corredor. 698 Fallé una tal vieja qual avía mester, artera e maestra e de mucho saber; Doña Venus por Pánfilo non pudo más fazer de quanto fizo aquésta por me fazer plazer. 670 Era vieja buhona de las que venden joyas: éstas echan el laço, éstas cavan las foyas; 10 non ay tales maestras como estas viejas troyas, éstas dan la maçada: si has orejas oyas. 671 Como lo han de uso estas tales buhonas, andan de casa en casa vendiendo muchas donas; non se reguardan d'ellas, están con las personas, fazen con mucho viento andar las atahonas. 672 Desque fue en mi casa esta vieja sabida, díxele: «Madre señora, tan bien seades venida: en Vuestras manos pongo mi salud e mi vida; si vós non me acorredes, mi vida es perdida. 673 Oí dezir de vós sienpre mucho bien e aguisado, de quantos bienes fazedes al que a vós viene coitado; cómo ha bien e ayuda quien de vós es ayudado; por la Vuestra buena fama yo he por vós enbiado. (Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, Libro de Buen Amor, ed. Jacques Joset, Madrid, Taurus, 1990, c.697-702, p. 323). 6. Iconografía celestinesca Joseph Snow, "Iconografía de tres Celestinas tempranas (Burgos, 1499; Sevilla, 1518; Valencia, 1514): unas observacionesA, Dicenda, 6 (1987), pp. 255-277. http://revistas.ucm.es/fll/02122952/articulos/DICE8787110255A.PDF 11 BURGOS, 1499 14. VALENCIA, 1514 SEVILLA, 1518 12 9Lt m0ug 4 ydasop RODOMDNTADAS — FIELOS XL Vardanfe legnores alpartan- (elialaquejo aya pueño mi capa que el viento della es baftante paraenularoscinquentalegoas mas allade los montes Pireneos. XX IT 'Engola virtud del baíilico; y aan mas, que £ el con la «mirarmataa vano, mirando yo a los hombres con faana los hago caerde diez en diez como fac fen balas de aruillecia, XxX1v kJ Icio [oy pera todotrabaio, Y yno loy nueno alu > que delde mininnes liendo en la cuna me aacoftam brado Ve- nus a chupar en lugar de leche, fuegos, fofpiros, y logrimas. XXXV 1 vóy 3 ti daretal puntadio, Leauadote ace iba que carcado de diez carretadas de pan, mas mic= do temas de la hambre que de la, caydas XXXVI Ss Olo foy (in temoramenagando- el cielo, el ayre, fuego, y tierra, Tapirer y el infierao haita los Ele- Inéntos quiero ies hazer guerra, la: tempeltadel rayo, e! trueno y relamia P2g0 notemo, yantes que lea poco quiero hazer re Senor del Ciela de la tierra, y del inferno, yo lo quiero la quiero y lo puedo que des malíadas [on-mis fuergas para ello, ZXXIX x Pest va dia al Balon di ral fuergacon el que llego Ñañia el tercero, cielo faltando delante los Diofes ayuntados. el Conféjo , los quales mirandole el vnoal otro que- daton muy atonitas, laboca avier= ta fin poder dezir fe-vnz palabra; hafta que bueltos us fenfitos, hallas ron por bienab añaríe Iupiter, y ara rodillavledo lantede mi quitzado fa cerra y Corona, ofreciendole á mi= fernicio, Venus por má criada, Mazo te por mi lacago , y Mercario por inialcahuetre, 15 XLvbr Stando vna vez fuera de las trincheras de Oftenda y vi Bo vna bala de artillería que se envo por laboca ,derriuandome dos dientes, fin hazer me otro mal, 2 lhoratome aquella balla calas manos, y cohanda la con rralos enemigos topo á caíb con vna Porre dela maralla,que fue al mométo hecha polua, matar- do 4 mill y quinientos y cia gpenta y cinco (e garden, XL TT. Efola planta del pic de y wn, patrona defte coragon Prin- cella delte pecho, Dnqueza do- ftos bragas , Marqueza de ii ánimo , condeza demi valor, Reyna demis fuerges, y Segnora abíoluta derodan perfona, Verga me elta de efropit ¡empre fobrela punta deoá efpada porno abrazar los Inga. ses por donde palo, ZA quijazeMa in Alfonfo del Galeon caga fuego que por no enojar al Segnor no quito marcel mundo, 7. Selección de pasajes de La Celestina. Fernando de Rojas (y "Antiguo autor"), La Celestina. Tragicomedia de Calisto y Melibea, eds. F. J. Lobera et al., Barcelona, Crítica, 2000. 16 SÍGUESE LA COMEDIA O TRAGICOMEDIA DI CALISTO Y MALIBEA,! compuesta en reptebensión de los locos enamorados que, vencidos en su desordenado apetito, a sus amigas llaman y dicen ser se dios.* Asimismo hecho en aviso de los engaños de las alcahuetas y malos y lisonjeros sirvientes.? ARGUMENTO Calisto fue de noble linaje, de elaro ingenio, de gentil dispo- sición,! de linda crianza,5 dotado de muchas gracias, de estado mediano.* Fue preso ex el amor de Melibea, mujer moza muy £enerosa,? de alta y serenísima sangre, sublimada en próspero 1 o Tragicomedia Tia. ' bara la denominación. genérica Comedia a Tigicomedis, vése «Todas ls cosas... 1. 51. La mayor parte delos somibres de los personajes no peeten. den soe sealisas, sino litezarios. En oca- siones se ha querido ver una celación catre la posible erimología (no pocas veces descabellada) delnombro y el cz sácterss la funuión del peronaje.? “La divinización de la dama es un súpico dr la poesía amorosa y la Acción scncimental de la época? *Es una Bnalidad mocal que halla ciertos paralelos en algunas comedias huranisicis, aunque no siempre la expresan en un lugar an caracrerizado corao éste, ni de uva fora tim pre ARGUMENTO, Nótese que este aro gumento uo enga ex la curegoría de los «enostados como obra de los impreso. ses por Rejas (vénse «Todas las con 315.0 1. 48). Así joyita a pensado el manusceico de Palacio donde no figu- ru elargumento del aro ] pero sí éste. además de otras razones como que el cstlo de la tedacción parece difecence del de los argumentos antépuestos los 4utos y también su concenido (menos ceñido a la peripecia esteros y más atento a consideraciones moral que aquéllos, que muchas veces, porcierto, no describen adecnadamente la 30 ción). Por ota parts, este tipo de argu- >uento general sí responde hasta cierto puesto alos usos de Los amiguos escritos evocados en dicho prólogo. Queda L incecdumbre de si es obra del autor primunivo ¿con lo cual le habría propor- cionado a Rojas 1 plan general que desbordada los límicos de lo que es el auto Bo síRajas lo redactó por entero; osi, partiendo de uno existence, lo mo- dificó pao adapiarlo al diseño dela tra «a de la Cometa, hipóresis menos po- bable a la vista del gran tespero que parcco haber tenido para con la labos desu predecesor > 1 gallardo, garboso, bizarro", 3 "perfecta educación”, cm un senti do amplio del cérmino. estado: aquí, “pusirión social. 7 pmajer moza: "mujer soltec'; generos sa: "de buena femuliz, es hatinismo.* *serenésimna: *pucísioma, sin aácuk, lainismo. ARGUMENTO estado? una sola heredesa a su padre Pleberio, y de sn madre Alisa muy amada.! Por solicimd del pungido Caliso, * vencido el casto propósito della, enterveniendo Celestina, ? mala y astuta mujer, con dos servientes del vencido Calisto engañados y por ésta toma- dos desleales, presa su fidebidad con anzuelo de codicia y de delei- 1e,? vinieron los amantes y los que les ministraron en amargo y d sascrado fin.'* Para comienzo de lo cual dispuso el adversa fortu: lugaroporano donde a la presencia de Calisto se presentó la dese: da Melibea. ? sublimada: “enalrecidn. La dispari— dad entes el estado mediano de Calisto y el próspero eso que se atribuys a Melibea Su suscitado lo Jscwsión de la critica? 19 Plebeio y ¿lizason nombres sia Tra dición conocida en la comecia romana, elegjaca humanística. Se ha señalado la similitud de Plebero con pledefas, "plebe yo, peruenccierte a a clase baja” > ungido: “punzado, essimulado, es- wnes del nombre de la al cahuera hansido emuy discutidos: como quiera que fuese, no se erara de on nombre vinculado a la comedia lacina.S létese que en la obra sólo Páe- meno parece realmente torcado desleal por Celestina, ya que Sempronio se muestra desde el principio cínico y poco Ñel a sn ama Ls Y mémisrarose “sievieronY; desasitados lesasroso, infáusto”, y $ Este argumento pure descelbir «el pri-ner encuentro entre los dosjóver es alsevés de como sereseone eu else gumenta del auto E. Melibea se habría presemado inopinadamonte ante Es listo, no al contrario. E ARGUMENTO DEL PRIMER AUTO DESTA COMEDIA Entrando Calisto en una huerta en pos de sn halcón suyo, halló ald a Me libea,' de cuyo antor preso comenzole de hablar; de la enal rigurosamente despedido," fue para su casa muy sangustiado,5 Habló con wa criado suyo llamado Sempronio,* el cual, después de muchas razones, le enderezó a sua vieja llamada Celestina, en cuya casa tenía el mesmo criado tna ena- ruorada llamada Eliia,? la cual, viniendo Sempronio a casa de Celestina son el magacio de su aro,* tenía a otro consipo Hlumado Crito,” al ua! es- eondieron. Entretanto que Sempronio está negociando con Celestina, Ca- listo está 1azonando con otío criado suyo," por nombre Pármeno,* el ua razonamiento dura hasta que llega Sempronio y Celestina:a casa de Car lísto. Pármeno fue ronocio de Celestina," la cual mucho lé dise de los he- chos y conocimiento de su madre, induciéndole a amor y concordia de Semprorio ? fauerza: aumentativo de Juerto, Jac= di. La localización de este primer ancuenuro entre Calisto y Melibea ha asareado considerablamente a la cri ca, puese! «primeraurore parece haber sida deliberadamente impreciso, mien tens que Hojas inventa en el auto (, Bo, la escuna del ave de cetroría perdi > Ín que va a parar a la huerta, hecho que el redactor de cate argomento aprovecha. El tema novelesco del ca- ballero que, cazando con aves de pre- a, salta los euros de un jardío y halla enéla uns dema de la que se enamora, se encuentra con frocuoncia a parti 17 del siglo XI y parece poseer cierto ¿simbolismo erótico? isperamento, seve- 3 “angustiado”, como indican otras Jectaras 50 * Sempremio es nombre romano, anque no de personaje de comedia la S palabras” Semderezó: dicigjó” 7 enamoradas “amante”. Elica cstion— bre sin tradición literaria conocida? tiegoco: "asun". ? Critoesnombre que aparece en v- sias comedias de Terencio, a veces pl cada a un viejo que suele intervenir poco entaacción O * razonando: “hablando” * Párieno es también nombre que proviene de la comedia rosana, donde suele llevarlo un criado Gel 9 * Tue reconocido por Celestina”. 58 TERCERO AUTO ogunda vista no hay guien dello sc marwville?? Todo es así, todo pasa desta manera, todo se olvida, codo queda atrás. Pues así será este amor de mi amo: cuanto más fuere andando, tanco más dim» zuyendo.> Que la coseambre luenga anzansa los dolores, afloja y deshace los delcitos, desmengua las maravillas. * Procuremos pro- vecho mientra pendicre la conciendas” y sia pie enjuto le pudiére= mas remediar lo mejor, mejor es,? y si no, poro a poco le solda- remos el reproche o menosprecio de Melibea contra él. Donde no, más vale que pene el amo que no que peligre el mozo CELESTIMA. Bien has dicho; contigo cotoy. Agradado me has; no podemos errar. Pero todavía, hijo, es necesario que el buen pro- curador ponga de su casa algún trabajo, algunas Áingidas razones, algunos sofisticos actos" lr y venir a juicio, aunque reciba malas palabras del juez: siquiere por los presentes que lo vieren, no digan que se gana holgando el salario. Y asi verná cada ino a Él con su pleito,” y a Celestina con sus amores. SEMPRONIO. Haz 2 tu voluntad, que no será éste el primero negocio que has tomado a cargo. CELESTINA. ¿El primero, hijo? Pocas vírgines, a Dios gracias, 4-5 Quela costumbre luenga...lasamoravillos Tee suicidio), al igual que el Crisióbaljhe ho- recho que apacece a conunuación del aso de Inés cu algunas ediciones S 32 a ivs días pasados “Alas cuarenta y cho horas"; ade segunda vist: a segun da vez que se ve Y cuanto asás avince, ers dismi Y desmenguas “arcimoro”. «Comsucta do longior rermn miracula extenvas, dolores lemit et mint voluptateso (Pe- voca, Índice) % “mientras esté pendiele la cues sión, el pleito”. "a pic ergo: Mieralniente, sin mo- jarse'; es fiase hecho con el sentido de “cómodamente y sin riesgo". “compoadre- mos, enmendacemos”, según el scncis A soldarimos: aqui de metafórico de soldar como «com- poner, ensuendar y disculpar algón desacierto con algunas acciones y pas labras, para que quedo satisfecho quien las notón, que Autoridades documenta precisamente con oste pasaje de La Ces estina Le 23 Done nor "Cuando ne, no”. 4 pmcurador juega con la acepción de “el que ejecuta en nombes de omo vna cóst' (en este caso, quien hace de mediador cutre Calisco y Melibea) y su sexcido jurídico de “el que, conJa nece- sario habilitación legal, ejerce ante los tribunales a represoncación de cada in tevesado en vu juicio”, comparado la acgociación entre los amantes con un pleio, como muestran más adelente las lusiones aljz y alira juicio, de sans. “por su paste". Y sofisticos: engadosos, faleves” acu son los juridicos, $ a dl se entiende “al procurador 20 EL ORGULLO PROFESIONAL DE CELESTINA 99 has cd visto en esta ciudad que hayan abierto tienda a vender, de quien yo no haya sido corredora de su primer hilado.” En nacien— do la mochacha, la hago escribir en ani registro, y esto para que yo sepa cuáncas se me salen de la red." ¿Qué pensabas, Sempronio? ¿Flabíame de mantener del viento?* ¿l leredé otra herencia? go otra casa o viña? ¿Conózesme vtra hacienda más deste oficio de que como y bebo, de que visto y calzo? En esca ciudad nacida, en ella crisda, manteniendo honra,* como todo el mundo sabe, ¿co= mnocida, pues, no soy? Quien no sapiere minombre y mi casa, ten- le por estranjero.+ SEMPRONIO, Dime, madre, ¿qué pasaste con mi compañero Pármeno cuando sobí con Calisto por el dinero? CELESTINA. Dijele el sueño y la soltura, y como ganaría más con nuestra compañía que con las lisonjas que dice a stamo, como viviría siempre pobre y baldonado si no mudaba el consejo,” que no se hiciese santo a tal perra vieja como yo. Acordele quién era 3 yoo Ting 4 Semmpromio Tie. Y abierto tienes inicizdo wma accvin dad" (pezo véxsola nota guiente) * El primer frtado (siendo hilar uuu gencias de mango”, expresión l dado lo poco bowroso de sus actividades * La supuesta casa de Celestina se actividad cípicamente femenina) es la primera relación sexual”; el zoredos es “el que por oficio intezviene en almo» modas, ajustes, apuestas. compras y ven- Eos de diversas clases de cosa, aunque alguws ediciones cuen conedera, que tieac también el significado específico de “aleahueta"S Bn ol vocabulario del Tampa están documentadas las metáfo= sas de llsnac fñado al ejercicio de la prostituca, dental logar de la prostimz= ción y abrir ieuda a prostituisse.” am”. La Vagicomedía explicita el sujezo del vorho saber, in. plício en la Comedia." lsegiso de Co- lesina recuerda el catálogo ele muertes de quealardes Centorio en XVIK, 317. Y uo mantencse (o vivio del miento o detaitecs expresión 2ón usual para jur carla necesidad de un-medio de subsis- tescia % "vierendo de acueedo con las exi «ostzaba, al patecer, 3 los forastoros en Salamanca ya en vida de Rojas, según testimonios de la primera mitad del si- qdo xv? * pasaste: 3quí, “tearaste, hablaste (véase Lu. s60); poro el verbo pasirticn e varias acepciones relativas al escudo, por lo que su uso padeía ser irónico, como si dijera: “zqué lección le ropasas- te ami compañero?.* 6 solia: "solución que se de a una duda a dificultad, de doude soltura de or sueño (su interpeeración) y solar Cintorpretar un sueño). La fase es un ruadismo equivalente a “Le dijo tado lo que me pareció, sin callarme nado"? "7 daldonado: “con oprobio, aftentz= o'; musdaba el ense: "cambiaba de dle tenninación” 2 % hacerse santo (o Rare el saco) exo Peesión año vigente para indicas que uma pexsona pretende mostrarse como TERCERO AUTO su madre,” por que no menospreciase mi oficio; porque quericn- do de mí decir mal, opezase primero en ella, SEMPRONO. ¿Tantos días ha que le éonoces, madre? CELESTINA. Aquí está Celestina que le vido nacer y le ayudó a criar. Su madre y yo, uña y carne." Della aprendí todo lo mejor que sé de mi oficio. Juntas comiemos, juntas durmiemos, juntas habie- mos nuestros solaces, nuestros placeres, nuestros consejos y con- ciertos. En casa y fitera, como dos hermanas. Nunca blanca gané en que no taviese su mirad. Pero no vivía yo engañada, si mi fortima quisicra que ella me durara. ¡Oh muerto, muerto, a cuáncos privas de agradable compañía, a cuántos desconsuela cu enojosa visita- ción! Por 1no gue conxes con tiempo, cortas mil en agraz.* Que siendo ella viva, no fireran estos ms pasos desacompañados. Buen siglo haya,“ que leal amiga y buen] compañera me fue. Que jamás me dejó hacer cosa en mi cabo, ¿stando ella presente. Si yo traía el pán, ella la came; si yo ponía la mesa, ella lás manteles. No loca, no fantástica, ri presuttuosa comb las de agora.* En mi ánima,* descubierta se iba hasta el cabo de lá ciudad con sujarro en la mano, que en todo el camino no oyé peor de «Señora 100.14-101,10 Que jamás mejor o más inocente de lo que es; pe ro viejo es expresión. docimmentada des- deanúguo y hoy viva para referirse 1 ale guien avczado, con experiencia? 3 acordele: Ye reno *” Aún se dico que dos personas son saña y come para indicar que som insepa- tables, 3 placas “asaneda de vellón de valor aimo”, que se llenaba así por sor de calor hlonco y nu dorado, y tamiién porque llevaba gerbada la Águrs de un entdero.> 2 cop tienpo: aquí. “en sazós io incdocs”, porque en agraz es “verde, ost sia madurar, de donde cortar su agas vna vida es, Agoradamente, “acabar con vila antes de que llegue a su plewitu”. La invocación 1la muerte puede sor pac codia del planto tadicional 33 Bendición para ua difisnco, equi valente 2 “Que en paz descanse” o “Bn Jaudina».*? Y a0- y andacadelante ag. gloria esté”; siglo significa, encre osas cosas, cualquiera de las dos vidas del hombre, es decir, tanto la tercenal como la eterna, y el contexto nos dice —corma aquí cul de las dos se refiere cada caso, 3 ssola”, Desde Que jamás andas adelarue, la adición de la basta Tigo wtia conyieme. eu un pormenorizado sotrato de la compañera de Colestia o que eu lo Comedia mo pasaba de mera alusión a su amistad. 3% jac: em el seutido de “necio; fan vástica que tiene fensasia, "presunción, arrogancia 3% por ml alma, por mi vida”; as fác- mula de juramento. % descubierta: es decir, “sio manto” teniendo un cuenta que no cen habirual 10 dexsante que las mujeres aliesen a la «alle sin cubricss; de al que se ponde- xe como extraocdinario que en todo el 21 HISTORIA DE CLAUDINA Lor sadas que otro conoci pcor el vino y cualquier mercaduría. Cuando pensaba que no eca llegada, era de vuelta, Alá la convida ban según el armor todos le tenían, que jamás volvía sin ocho o diez gustaduras,* un azumbre en el jarro y otro on el cnerpa.” Así le fia ban dos a tres mrobas en veces,“ como sobre una taza de plata.” Su pálabra sra prenda de ora en cuantos bodegones había. Si ¡bamos por la calle, dondequiera que hobiésemos sed, entrábamos en la primera aberna.% Luego mandaba echar medio agumbre para mo- jar la boca.“ Mas a mi cargo que no le quitaron la toca por ello,% sino cuanto la rayaban en su taja,% y andar adclante.2 Si tal fuese agora sa hijo, q mi cargo que tu amo quedase sin plama y nosotros sin queja.** Pero yo le haré de mi hierro, si vivo;” ya le contaré en el número de los míos. Ue agora tinyccro hasta la taberna (on su jano en da mao) uo Oyera peores palabras que Sea Colamdina, $ aosadas “en verdad, a te ral vanorié peor livore por “el mejorconocía”, Laa£ciónal vino es un ago catactesítico de algunas de las le- nas 1 proxenetas de la comedia y la poesia latinas (véase IX, n. 50). 3 “cas, porque la invitaban a pro- bar el vino. > czuumbre: "medida de capocidad de Eguidas equivalente a algo más e los lisos. 4 La arrob cea edida de coponridad y de peso, variable segán los Ingaros; ve- ces: cvule ... bn cancidad que se bebe de 1 golpe, y asíse dice: una vez de vinos (Aisocidades), Quiere decir que le Mega lan a Bar varias medidas de vino, pero ; oo sea la que no de gulpe, sino támadas poco 4 poro, engucesivas catas > % Debe de querer decir que le fa ban 'cumosi hubiess empeñado una taza de plat, obscrvación acosde con cl su abu e prenda de oso que viene des- pués? % Las sabemas se dedicaban cxclusi- vamente a la venta de vino, que podía Tag. llevarse a cos (como hace Claudia «ans jarzo) o consumirse en el propio local; bodegonis serian aquí "tabernas", sunque la palabra también denominaba ospecificamente un establecimiento de comidas 2 $ echar: aquí, “servil. $ a mi esgo: fórmala para enfin una afiunación, equivalente “a feria; ¿o le quitarmi la oca: quiere decir que no Cai que empetar sopas por pagar % La teja o raja era una tableta o vas silla dle madera o de caña en la que se iban haciendo muescas según lo que su propietario consumía a compraba re fado, Exisciala expresión beber sobre sar- Js que Covarrubias explica como «del que come y bebe y sac rlela rienda fa- do, y lanos a nunca paga? % *y a seguir. Es expresión que sc somo cierzo de cláusula, on pluma: "desplammado!, esto es, “sin dinero”, sa queja: contes 09 húcra: “la marca con hierzo can Acute quese pone a los ganados” de ahí de dia de mi eno; “o hacé de mi para deria, metafóricamente, Te somocecé a mi dominio TRRCARO AUTO SEMPRONIO. ¿Cómo has pensado hacerlo, que es un tisidor? CELESTINA. A ese cal, dos alevosos.? Harele haber a Arcúsas” será de los nuestros.* Darnos lia lugar a tender las redes sin emba- zaz0 por aquellas doblas de Calisco,% SEMPRONIO. ¿Pues crees que podrás alcanzaralgo de Melibea? ¿Hay algún buen ramo?" CELESTINA. No hay zurujano que a la primera cura juzgue la herida, Lo que yo al presente veo te diré: Melibea es hermosa, Ca- listo loco y franco; mi a él ponará gastar. 13 a mí andar. Bulla mo- neda y dure el pleico lo que durare.”* Todo lo puede el dinero: las peñas quebranta,” los ríos pasa en seco; no hey lugar tan alto que un a5no cargado de oro no le suba.? Su desatino y ardor basta para per- der a sí y ganar a nosotros. Esco he sentido, esto he calado, esto sé del y della, esco es lo que nos ha de aprovechar. A casa voy de Ple- berio; quédace a Dios. Que aunque esté brava Melibea, no es Ésta, sia Dios ha placido, la primera a quien yo he hecho perder el caca rear. Cóxquillosicas son todas,** mas después que una vez con- siencen la silla en el envés del lonzo, nunca querrían holgar:* por 7 Eco del refán «A un maidor, dos alevososs. Se usa pra indicar que quien obra con traición no merece ser tentado con lealtad lo recoge yo Santillana en os Proverbios. 7" tad "poscer, aquí en sentido se- cual % Podría cenerun trasfondo bíblico. Compársse, por ejemplo: «Ex nobis prodierunt, sed ex nobis non crante ( Episuola de San Jean, UL, 19) 2 sinenberazo: "estorbo": dobla era tna moncla de oro de gran valor que, a iraitación és la picza almohade del mis- mo uombre, se acuñó mue los re de Ferando 101 y Ensique (V.2 “alg buen indicio” 0% 3 Las alcatucas, tradicionalmente, oson mucho andariegas e merecen lag zapatas (Libro de buen armor, 4410) S 7 Bla jugueda: “Que se mueva el dinero”. Aer per medios ire sueltes / et percumpere amat saxa potentius / ¡cta fulninco» (Horacio, Odas, LI, xa, 9u11J9 % ¿Halle incxpognabilem locam esse, in quem ascllus onusres auro pos- sit ascenderco (Petrarca, De semedis, L, 35): Rejas ¿lustro 23 el viejo tópico del poder amnímodo del dinero, al que ba Audido Celestina una inca más crea. %9 Esta despeduda en mitad de un parlamento, ha sido interpretada por vn: parte dela ceficacomo resco de una redacción previa a los estadios doci= mentados % Figuradamente, en el sentido de 'parletesr” o de “protestar escandalosa- ente, 4 getos” $ Coxquillasitas: "Que tienen cos- quillas y por cauto no se dejan tocar, y tombién “Susceptibles, qu E cansienten lasila en el exvés del loro es metáfora sexual: enel, moro, do- ar y osas alusiones al uso de csbalk ñas fueron y som aún lay corriontes por “pair? 22 MELIBEA NO SERÁ DISTINTA A LAS DEMÁS 103 ellas queda el campos” muertas sí, cansadas no.* Si de noche cami- nan, munca querrían que amaneciese;" maldicen los gallos porque anuncian el día” y el reloj porque da tan apriesa.* Requieren las Cabrillas y el Norte, haciéndose estrelleras;* ya cuando ven salir el lucero del alba, quiéveseles salir el alma..* Su claridad les escurcce el corazón, Camino es, hijo, que nunca me harté de andar; nun- came vi cansada, y aun así vieja como soy.” sabe Dios mi buen de- seo; cuánto más Éstas que hicrven sin fuego.” Cativanse del primer abrazo, ruegan a quien rogó, penan por el penado, hácense sicrvas de quien eran señoras, dejan el mando y son mandadas, rompen pa- redes, abren ventanas, fingen enlermedades.5 A los cherriaderos quicios de las puertas hacen con aceites usarsu oficio sin ruido. No 3-6 Requieren ...el corazón Dg. $ squedar e] campo por uno es haber veucido la batalla, quedando victorio- so, ocupando el siño que el ermigo toscas (Antoridades, 22 5 Taro placer encueutran que pos drá anoriz en el exceso, pero jamás cansarse de ello”. FI trasfondo inmedia- to ¿le la expresión de Celestina es el 16- pico de la insacialilidad sexual de la ver, formulado de manera bastante próxima a ésta en diveros obras clisi- cas, poz iemplo, en Juvenal, VI, 130% dLassata viris mecdunn sotatas, La for mulación, tan sintética, sugiere tam bién tuna erupresa caballeresca parádica (pare enpresa, véase VÍ, n. 145), o bien run sefián del tipo «Alar tostado, an- tes muerto que rumsados (Coxeas). La comparación del acto sexual con un combate es cambién tópica? % Para el posible sentido obsceno de cunda, véase arriba, 1. 8: * Es tópico en la poesía amorosa cortes y popular el motivo del gallo gue canta y anuacia el amanecer, inte= srompiendo así el placer de los aman- Ees0 7 dar el relaja las horas, toca" B Requiere: "Buscas; Cobrilas, “Pléyades, cónulo de estellas visibles a medianoche ena constelación de Tau- xo"; Nome: "la escrella Polar”, que señala ese puto cardival; asrlleras "entendi dls en dos estrellas" Y fuero del alba: "ol planeta Venus, cuando se le ve por la mañana, % La Jocuacidad de Celescna pasa sin soltción de continuidad del malde- cite mujoros ala nostalgia poresy mis a lujueia que denuncia, 9 aus incluso" *% Porque, porsu juventud y el calor vatural que se aspciaba a ella, se encia den con facilidad, Véase (Y, w, 159. * Las paradojas y derivaciones ema quien rogó, pesan por el penado, des Jon el mando y són umdadas), así como la dicotomía señom / sierva (em el semico del servicio de amos) recucrdan izóni- Famente expresiones de la rica amo- sosa cancionexil y de la Beción sen mental, pe:o enlazan inmediatamente con muy pragmáticas observaciones sabre estratageras para meter.en cara a los amantes (rontpen paredes), em la nea de la tópica misógina.? 9 Es decir, engrasan (eon aretes) los gomnes de las puertas pera que mo ro TERCERO AUTO ELICTA. “Poma, madre, veslo aquí. Yo me subo, y Sempronio, arriba.*7 CELESTINA. Conjúrote, viste Plutón, señor de la profimdi- dad infernal, emperador de la corte dañada,” capitán sobervio de los condenados ángeles,'* señor de los sulfireos fuegos que los he: vientes émicos montes manan, Y gobernador y veedor de los Lor mentos y alormentadores de las pecadoras ánimas,'” regidor de las pavorosas hidras 1087-1045 regidor Trag. de loba vieja, san otro delos elementos — en esta ciaso de alardes de erudición :nencionados en el conjuro del Labern- 16 de Fortuna (2avd) 15 (on y! 107) Dl cabrón o “enacho ca- brío" se comsulemba desde la Antigiis- dad como el animal más hujutioso: de alísuidenaficación con dioses de lafe- cundidad entec grisgos Y romanos y con el demonio en e! mundo cristiano, Nótese la insistencia de Celestina en los deralles, cacaminda a desmentir enés gicamonte el jamás e uengrdas a cosa que guardas amerior” “En y Sempronio habría que eaten= derelveebo subirimplicito (y Sempro mío se sube tembiénr), Fin curas edicio- esse intentó remediarlo extraño de la construcción, cor. arestiguan algunas variantes 0 sa os, pero las aposicioues siguicotes (y especialmente las alusiones a les core» arras ángeles y las pecadora mimos) indi- can claramente que se invoca en reali- los romano de los infer- ¿lid al demonio, señor del iniemo cristiano; aunque vésse más adelante, 1. 148, pora el verdadero carícter de est demonio, que no parece que quepa confindir con el máximo jerarca. Se ha «discutido acerca de la historicidad del conjuro o de su caráctor puramente li- brcsco; omnque en la época alas actas de los procesos fpor hechicería] abundan sospechosas (Caro Baroja), Rojas no debió de somar de la realidad cománen xi delos anuales el conjuro, sino que constyó uno. verosímil, sin mencio- rar explícitamente al diablo, y elo tal vez por precaución o tal vez por subra= yar su lromenaje literario a Menta; pres cisamento la mención de Plurón proce de del ya citado pasaje del Laberiuto de Fortuna, a47a=b, donde una saga invo. <a al ños pagano: «Conjura, / Plutón, ai, triste, e ati, Proserpina...” + séquito condemdo”; puede re= firise tuato a las almas de los pecadores condenados como a los demonios, de- signados a continuación corno condena» als dugeos * Porque capitanes la rebelión contra ¡Dios de algunos ángeles, y por lo fueron arrojados alinliemo; su pe cado fue, precicomenee, la soberbia Y suifos: “de azae” la mención del azufie no falta tampoco en el Lab into ste Fortuna, donde la mixtura que valiza la maga para invocaral muerto ha sido cocida x...n as aguas que fierven de suyo, / por veras sulfére pasadas (2440-0) éíicos non sex, en alusión al Ftma, volcán de Sic La considesado por griegos y romanos romo uva de las puertas del infcmo. 2 veedor: inspector” «ciendo wolsi= 25 CONJURO DIABÓLICO 109 tres fimias, Tesífone, Megera y Alero,'* administrador de todas las cosas negras del regno de Éstige y Nite, con todas sus lagunas y sombras infernales“ y litigioso ca0s,9 mantenedor de las volantes harpías,'% con toda la ocra compañía de espantables y pavorosas hi dras.0* Yo, Celestina, tu más conocida cliéntula,% te conjuro por la virtud y fierza destas bermcjas letras, por la sangre de aquella no- turna ave con que están escuitas, por la gravedad de aquestos nom- bres y signos que en este papel se conciencn,'* por la áspera ponzo- ús de las víboras de que este aceite fue hecho," con el cual unto este hilado, vengas sin tardanza a obedecer mi voluntad y en ello te envuelvas, y con ello estés sia un momento te partir, hasta que Me- libea con aparejada oportunidad que haya lo compre.** y con ello de tal nranera quede enredada, que cuanto más lo miraxe, tanto más su corazón se ablande a concedez mui petición, “0 Y se le abras y las- 23 Las megas seSdentiicaron mate losromanos con las exis o coménides fritas fcuyos mombres son los invoca» dos), divinidades de poder implacable incluso sobre algunos dioses. Su misión sra escucialauente la persecución y casi gn de los tramsgresores, es deci, seralos "neesadones de as pecados sine. 24 suegras: aquí, malas"; el Éstige era el xo de los infienos. Dí: divinidad zomana primitiva identificada muy lempranamente con Plocón; con fre- Suencia como parece ser el caso se tua como si fuera el nombre del logar ll que es sañor. 13 Las leguas son principalmente la Estiga formada porel cio Ésge— que lasalonas delos muertos tenían que cey- Zas pora Dlegar ofmundo jafernal (de shí Jaalosión alas sobres females, alas, 0 Biigiso: Mono de discordia" aos Biecalmente, “abismo esel nombre del desorden primigenio, autetior a la for mación del cosmos. * “genios con forma de majer con ¡las y garras de ave rapaz"; econ rpcors dealmas y, por eli, criaturas inferaales 1% La Elia exa un monsteuo creado para probar a Hércules, quien la anio quilé: tenís forma de gigantesca ser pienta con múliplos cabezas, de ahí quizás el plwral usado aquí. *9 “cliente”; en su acepción jurídica s aquella acuñas causar advocatas sen procurator gerito: es el semrido que o- ne en escainvocación de Celestina (que mmbién escurre a sn símil jurídico unas líneas más aeriba), donde Kojas quiere presentara la alcohucta no como si:vienta del diablo sino, al contrario, a ésue como siervo de Celestina. Y darnejas letras: porque están escri 1 queen clccto asisecormdes ziba, Según la descripción, la nómina contiene palzbras (sombreá y dilmjos mágicos lago, + aparejada: “adecuada” 31 Estuvo muy extendida haste el siglo XVII la creencia de que se podía encerrar a un demonio de los lacados afomiliares: cn un animal (como los ga= sos arencionados más ariba, 1, 124) o un objeto (muchas veces na botella 9 un anillo) pura servicse de él, Lo que peetsnde aquí Celos +s una páloagp- dio, apropinción de la voluotad de una ro TERCERO AUTO times del crudo y fuerte amor de Calisto,* tanto, que, despedida toda honestidad, sc descubra a mí y me galardone mis pasos y monsa- je; y esto hecho pide y demanda de mí a tu voluntad. '9 Si no lo haces con presto movimiento, ternásme por capital enemiga; heriré con laz tus cárceres tristes y escuras;* acusaró cruelmente tus continuas mentiras; apremiaró con mis ásperas palabras vu horrible nombre, y otra y olrz vee Le conjuro,” y así confiando en mi mucho poder, me parto para allá con mi hilado, donde creo te lleyo ya envuelto." persona por procedimientos mágicos y con fínes amorosos, para vencer su xe- sistencia? + qudo: “cruel, despistado”, Celes- tina quiere infundir en Melibea un amor por Calisto que le 360 dañino, como una enfermedad” 4 1 demonio se sujeta ala vohunad de Colestino dejándose encerras en la madeja de hilo; pero en contrapartida la hechicera se cocupronese 4 obedecer las órdenes disbólicos, Sin embargo, esta especie de “contrato” no tendría estrictamente las caracteristicas de un Pacto diabólico, ya que éste requería, entre otras cosas, venegas explicitament te dela fe, de Diosy de los sacramentos. Scra la diferencia extre brujería (que implico 2 entrego dela brujs al diablo, al que reconoce como seño) y bechice- ría, entendiendo por tal cl intento de dominar la nacuraleza con eyuda de es- plrims; deshíquela brjeria so conside» ase hevética y la hechicería no (vé «El autora un su amigo, . 14). 4 cares: “cárceles, mazmorras”. En el citado pasaje del Lubirimo de Fortnala maga urge el cumplimierno del conjuro amenazando a las divinidades infernales «on heras con a uz; 1, e dice a Héca- le que la cora que muestras 2 los del in- femo / far que demucstres al cielo su- pernos (250 g) y, sobre todo, « Plutón: Conjuro, / Plutón, ¿E sabes, cú, crio Plutón, qué Bré?: / “orisé las bocas por do te gobiemas / e com mis palabras tus fondas cavernas / de lus subitánes te ls ferrén (247-2515-0), 2 El conjura de Celestina coincide —en el tono general y en algunas de sus expresiones com el que puente leseve en el Laberinto de Porno, 247-251 (véase la nora anterio). Y tanto Rejas como Mena parecen rocordar varios pastjes de la Fersalia de Lucano: «Fumenides Sty- giumaus nclas Pocngeque nocentum / «s Clinos mnwmeros avidam confunde re caundos» (VI, 655-696); «T:siphone vocisque mege secuca Megaeca, / non agiti saevisEsebi perinane fagelis/ iu folicem animam? lam vos ego nomine vero Y eliciaro Stygiasque canes in luce supcma / destitwanw (VÍ, 730-734) «CDi, pessicue snindi Y arbiter, inmvie- arm rupús Titana cavoris, / et subito fesiece dies (VÍ, 742-744) 5 + La alusión a mé mucho poder, junto cora lassunecrs que peocedeo, jadican que Colestira domins al demonio, y no aL revés, Todos estos deralls (posibilidad de encerrar al demonio en un objeto, sometimiento a la voluntad de mn ho- mano, amenazas, ausencia de auléntico pacto disbólico) parecen indicar que, pese a las solesunes invocaciones ante- Hiorss, el invocado es más un demonio fsnilise que el principe de los indomos, 2 Los prabaos de ls ediciones an tiguas rcprescntacon. adicionalmente a Celestiva con uno gran msdeje de hilo que, según señala Russell, recuerda po- derosamence una serpiente encollado > ARGUMENTO DEL CUARTO AUTO Celestia, aridando pios el camino, habla consigo misma hasta llegar a la puerta de Pleberi, onde halló a lscrecía,? cada de Pleberio. Pónese con ella en raxones.* Sentidas por Alisa, madre de Melibea, y sabido que es Celes- Hina, fácela entrar en casa, Viene un mensajero a llamar a Alisa. Vase. Que da Celestina en casa con Melibea y le descubre la canso de su venida, CELESTINA, TUCREGIA, ALIÍSA, MELIMEA CBLESTINA. Agora que voy sola, quiero mirar bien lo que Sempronio ha temido deste mi camino, porque aquellas cosas que bien no son pensadas, aunque algunas veces hayan buen Án, comúnmente crían desvariados e(ectos.* Así que la muclza especu- Jación nunca carece de buen fruto.S Que, aunque yo he disimala- do con Él, podría ser que, si me sintiesen en estos pasos de parte de Mclibea,* que no pagase con pena que menor fizese que la vida; o muy umenguads quedase, cuando mataz no me quisiesen, mante- ándome o azotíndorne cruelmente? ¡Pues amargas cien monedas El nombre tiene cesomancias clísi cas, porscr el de una noble dama roma ma que se suicidó tras ser violada por Sexto Tarquinio (6. Y1 2.0) ea uno de Jos episodios más conocidos de la histo» vía de Roma, El personaje esc la Comes dia uy secundario, al modo de las ancilo las o esclavas del teo cormano; en la Tggiomedia se amplifica su actuación y se completa su retrato psicológico, acer» ánulola a la gora de ciertas crads de la comedia humanística y cargando las tin= des ense venalidad y Jujuria.? * “discute con ell, ? Sensidas: 'Oídas. Alisaes nombre y rorsonaje sin modelo Terario preciso blo, quie verla obra desempeña a papel breve pero riscutido: en ela so ha visto principalmente una atolondewd negl- gencia rayan em la estupidez, a da pos ru 26 tre funesta para Melibea, pero también «una lirnitado confiaura en su hijas (ida de Mali), 2 3 despariados: “fsera de orden y con» cierto”. «Ca las cosas que non sou bien pensadas, aunque algunas veces hayan buen Én, más comúnmente hab: desvaciados efectos (Pero Díaz de To- ledo, Los provenbios de Séneca, núm. 59, glosa)? 3 Se sata de una idea aún hoy vulgar gue se encuenra comas formulaciones más éivecsas, pero ninguna idéntica a la de Celestina? * Fntiéndase que de parte de sa teñie- xe 4 los parientes; “los que escín en el entotao de Melibea”, que sería 2 quico nes competcría vengar. 7 ameniguade: “desluoncada, infama- dal. Se refiere al castigo que privada 48 PRIMER AUTO CGALISTO. ¿Y tardas? SEMPRONIO. Ya voy; quede Dias contigo. CALISTO. Y contigo vaya. ¡Oh todopoderoso, perdurable Dios, Lú que guías los perdidos y los reyes orientales por el estrella precedente a Betlén erujiste y en su patria los redujiste,*" húmil- mente te ruego que gules a mi Sempronio, en manera que con- vierta mi pena y tristeza en gozo, y yo, indigno, merezca venir en el deseado fiat* CELESTINA. ¡Albricias, albricias, Elicial ¡Sempronio, Sem- proniola PLICIA. ¡Ce, ce, cebo CELESTINA. ¿Por qué? ELICIA, Porque está aquí Crito. CELESTINA. ¡Métclo cn la camarilla de los escobas, presto! ¡Dile que viene tu primo y mi (ommiliar! ELICIA. Crito, ¡retrácte ahúl*" ¡Mi primo viene, perdida soy! CRITO. Pláceme; no te congojes SEMPRONIO. Madre bendit Dios que te me dejó ver CELESTINA. Fijo mío, rey mío, turhado me has; no te puedo hablar. Toma y dame otro abrazo. ¿Y tres días padiste estar sin ver nos? ¡Elicia, Elicia, cátale aquí BLICIA: ¿A quién, madre? ¡qué deseo ersigo! Gracias a precedente: "que: los procedía"; re- dejste:"dovolviste a su lugar”; nótese el 1150 de en con valor de "a, hacia”, como enla construcción Tata la + acusativo. Alike u la conocida histocia de los ma- gos de Orienrc, quienes acudieron a adorar a Jesuecizo niño guiados par ua estrella, tal y como aparece ca Man teo, UI, 1-12 y amplificado en los Ein gelios apócritos * Parece que podría haber en este fagnento una parodia de ciertas ova- Persora que trae lo primera. ella. pedir olóícas se exclamación de júbilo. 3 ls voz con la que se manda callar (segoramence equivalente a un sonido como sha 35 cescóndere alí. sobre codo em medios vilgares, catamiento. (ooillaz osea uva ls imujeres mayores 27 QUÍJAS DE ELICIA CELESTINA. A Sempronio, ELICIA. ¡Ay, triste, qué saltos me da el corazón! ¿Y qué es dél? CELESTINA. Vesle aquí, vesle; yo me le abrazaré, que no tí ELICIA. ¡Ay, maldito seas, traidor! ¡Postcma y landre te mates! y a manos de tus enemigos mueras y por crímines dignos de cruel muerte en poder de rigurosa justicia te veas! ¡Ay, ay! SEMPRONTO, ¡Ji,ji, JH ¿Qué has, mi Elicia? ¿De qué te congo= jr ELICIA. ¡Tres días ha'que no me ves! ¡Nunca Dios te vea; nun- ca lios te consvele ni visite! ¡Guay de la triste que cu ti tiene su es- peranza y el in de todo su hien! SEMPRONIO. Calla, señora mía. ¿Tú piensas que la distancia del lugar es poderosa de apartar el entrañable amor, el fuego que está cn mi corazón? Do yo vo, conmigo vas, conmigo estás. No te aliijas, ni me atormentes más de lo que yo he padecido. Mas di, ¿qué pasos suenan arriba? ELICIA. ¿Quién? Un mi enamorado. SEMPRONIO. Pues crénlo. ELICIA. ¡Alabé, verdad cs" Sube allá y verlo has. STMPRONIO. Voy, CELESTINA. ¡Anda acá, deja esa loca, que es liviana y rurbada de cu ausenciaf*" Sácasla agora de seso; dirá mil locuras. Veu y ha- blemos; no dejemos pasar el tiempo en balde. SEMPRONIO. ¿Pues quién está arriba? CELESTINA. ¿Quiéreslo saber? SEMPRONTO, Quiero, CELESTINA. Una moza que me encomendó un file. SEMPRONIO. ¿Qué fruile? CBLESTINA. No lo procures.% SEMPRONIO. Pormi vida, madre, ¿qué fraile? 23 Pastora y tendre son “Absceso y mur”. Se trata de una imprecación popular, aquí duplicada ¡aca mostrar vás eneligración (compárese más aba- jo, 1 485, ¡Mala lamdoe femsa, 295 us poderosa de aportas "es poderosa como para apartar”. oLoc' distancia non scparat amiciciam, sed operionem» (Avccoicats Arftorlis, XI), 148); «Dis tantia lococom nom corumplt mcotes amicorume (proverbio medievah)2 235 Atajis A fe, cierramente”; es fr mula de afirmación enérgica. 27 Engañar con lo verdad, como aquí luce Elicia, es recurso predilecto del teatco clásico (véase mbién IX, 21096 *% hiiana: “inconstante, ficilnente >mudable de parecer” 238 "No intentos sabedo".2 se PRIMER AUTO ¡Oh qué comendador de huevos asados era su marido? Qué quic- res más sino que, si Una piedra topa con olta, luego suena «¿Puta viejab. CALISTO. Y tí ¿cómo lo sabes y la conoces? PÁRMENO. Saberlo has. Días grandes son pasados que mi ma dre, mujer pobre, moraba en su vecindad, la cual rogada por esta Celestina me dio a ella por serviente, aunque ella no me conoce, por lo poco que la serví y por la mudanza que la edad ha hecho CALISTO. ¿De qué la sirvias? PÁKMENO. Señor, iba a la plaza y crafale de comer y acompañá- suplía en aquellos menesteres que mi tierna fuerza Dasta- Pero de aquel poco tiempo quela serví, recogía la nueva me- moria lo que la vieja no ha podido quitar? Tinié esta buena dueña al cabo de la ciudad, allá cerca de las tenerías, tn la cuesta del úo, una casa apattada, medio caída, poco compuesta y menos abastada.** Ella tenía seis oficios, conviene a saber; labrándera, perfumeta, maestra de hacer afeites y de hacer virgos, alcahueta y un poquito hechicera." Era el primero oficio cobertura de los otros, so color del cual muchas mozas destas sirvientes encraban en 3u casa a labrarse y a librar camisas y gorgueras y otras muclas co- sas: Ninguna venía sín torrezno, trigo, harina o jarro de vino y e ¿Tiene el vulgo hablil y opi- zin, cn burlss,no en veras, que, enco= cmendanco los glevos que ponen a sar a va comudo, no se quebracáns (Co- res). Coomendar altecnaba con ensorme dns 3 plaza: "mercado" 8 suple "ayudaba"; bastaba; "ro su ficiento, alcamzato" 2% a neos suewoia; la cnemmora de: unjovent; la viejascra 'la memoria que tengo como persona adulky'.£9 54 Las tenertas, industrias de curtido die pieles” solían eauplazarse juato a un ía por su necesidad de abascecimicaro xegular de agua, y, cn general, <a las afueras de las poblaciones, por el hedor ¿eos cueros medio curtir y laimsalo— bridad de los descchos y vertidos que producían. Eso motivaba que los vo= éindarios próximos a ellas juescn poco. apreciados y congregisen a veces a gentes marginales. Poco compussla y me ros adastods “poco arreglada y no may abastecida”, esto es, pobre"? 8 tabrardera; “costurera, bordador”, “unque en la época -como sucede con brsent parto de los oficios populares fe meninos, del ámbito de la costura y de muchos otros—s0 otorgaron a la palalca connotaciones relacionadas con la pros- titución y la alcabuctecía.? afin * méxico mórese que Pármmeno denon va aquí a Celestina festa, no bra, y como tratando de quitar importancia (o dle mostrar su escepticismo) respecta a esta última actividad ¡véase «Al autor 4 un gu amigos, n. 14) 288 sa color: 'so capa de, con el pre- tomo de”; Iubrase: Reeralmente; “to- serse”. Probable alusión a la capacidad de reliacer vingos de Colesciaa, LOS OFICIOS DE CELESTINA 55 de las otras provisiones que podían a sus amas hurtar; y aun otros Rarcillos de más cualidad allí se encubrían. Asaz exa amiga de estu- diantes y despenseros y mozos de abades.%7 A éstos vendía ella aquella sangre inocente de las cuicadillas,*% la cual ligeramento aveniuraban en esfuerzo de la rosrirución que ella les prometía. Subió su hecho a más? que por medio de aquéllas comunicaba com las más encerradas,” hasta eraer a ejecución su propósito, y aquéstas, en tiempo honesto,** como estaciones,* procesiones de noche, misas del gallo, misas del alba, y otras secretas deyocio- nes, * muchas encubiertas vi entrar en sa casa. Tras ellas hom- bres descalzos, concritos, y rebozados, desatacados, que entraban alli a llorar sas pecados.” ¡Qué trafagos, si piensas, traíal llacía- se física de niños” tomaba estambre de unas casas; dábalo a hilar 3% Aquí se encuentes la única re= — aoctuenas o propias de la madrugada? fetoncia a los estrdíantes, lo que per= 9 "el recaudo de fas estaciones del site el emplezamiento de la obra en tuna ciudad que los tuviese; despenseros “personas que tienen a su cargo le des- pema de una casa”; aludes: probable vía crucis” o bien la devoción propia dela noche del jueves o el Vienes San- co consistente cu visitar los zemplos y hacer oración delante del Sasiésimo Sa- mente en el significado de “curas, pá- coca, hoy desusudo, antes que cn cl de “superiores de una comunidad de %% Con lo sangre iuocende alude a la que las cuitadilas (pobrecilias) dere imaríss en el acto de perder la vieginis dad. El adjetivo inocente, erimológica- siente "que no conoce”, he solido tener una connotación sexual gaexa a sus sentidos de “exento de culpa! o de “cán. cido, sio malicia. 8% em esfiverzo de: “animadas par. En este contexto, parece que la restitución promerida ha de ser más bien la de su virginidad (por la ceconsteucción del himen) que unz de tipo meramente económico. 2% "aumentó la gravedad de sus ac- cioner" %P as que, por su estado, no salían tanto de casa *9” <a la hara de ciertos celebraciones liniugicas'; mada casunlmente, todas 30 cemento! 2 39 secrets: juega con el sentido lati- o de “especiales, particulares" y el boy común de “ocultas 2 9 encubiertas: “embozadas”, pero la palabra estaba muy comoda em el mundo de la prostitución y la alcahue- toria. “La enomención express gue dualmente el paso de las devociones de slempoJonestoa la cita sexual: descálzos y contritos es actiand do penitente; rebuza- «ls, “embozadlos', ya resulta más sospo= <hoso, porque sugiere que el ixdividno swecalia poralgo (aunque es cierto que en alganas prácticas penitenciales ecu y es usual cubrirse la cabeza); pero el de- satacados (cow las ropas elesabrochadas'] indica bastante cacimente el sentido irónico de lorarsus pecados? 29 hacía dle médica de niños”, “se presentaba como.” (no específica mente: "se hacía pasar por...). Véase TV, 0.43 PRIMIR AUTO en omas, por achaque de entrar en todas.** Las tunas «Madre acás, las otras «Madre acullá», «Cara la vieja», «Ya vicne el ama»; de todas inuy conocida. Con todos estos afines, munca pasaba sín misa ni vísperas ni dejaba monasterios de frailes ni de monjas; esto porque allí hacía clla sus aleluyas y conciertos.*% Y en su casa hacía perfia mes,3% falsaba estoraques, menjuí£* animes, 1% ámbar, 9 alga lia,*> polvillos, almazcles, 3% estambres se reñere a una parte del vellón de la lane que se compone de elas Jerpas; también socibía este nombre el producto de su hilado. Com- páresc con «Trae cstamre de unas casas 7 éalo a otras a hilar / para achaque de entíae / pora osdeugr sus sasas» (Ko drigo de Kuinosa, Coplas de las como- dios, 97);se celaciona también com el di- cho «Kn actque de crama, aquí está nuestra antes (véase V. a. 31) 9 ateo: Iparadacmente, ale evncieros: "concertaciones 29 3% Comienza aquí la descripción del «labsoratarios de Celesúna, en el que se mezclan los cosméricos, los remedios terapéucicos y los elementos com su puestas propiedades mágicas. Aunque desde cl punto de vista actusl pueda pa- xecor una mezcolana heterogénea, en la época no cea tar: nítida como hoy la distinción enure las propiedados farmo- cológicas y la magía simpática ni entre los preparados meramente cosméticos y los destistados a buscar la curación de enfermedades: un baño o un peefime podían usarse 41 vez para embellecerse para comba una dolencia. 39 falsabas “talificabo”, probable mente porque la fabricación de perf- nes auténticos exigía unas inversiones en macerias exóticas e instcurnental que Celestinc no podía permúirse, Bl estora- que es la resina de un árol del miso wombrs, parecido al membrillo, que se aprovechaba en porfamera. Se han 5c= falado las cojacidencias de este pasaje mosqueres.% Tenía una cámaca llena son «Pues aguas rosadas e de azahar al- miscadas, ebundancia da duela, safu= maduros preciosas sevillanas, catalanas, e compuestas de benjuí, estorac, lino alos, lacdanumw (Arcipreste de Taiavtra 1 54). De todos modes, ensneraciones de vtomsillos, cosméticos y Rismacos sin amáares a és:a en la forma y en el conte- ido ss encuentran en un buen núme 1o de textos aniguos y meciovales, algunos de los cuales se han propuesto coma fuentes directas de esto pasaje? 29 El mento beni es orrz resina de mu Selolesático, uulizada en pe:fimme- 22 ¡Resirz oriental para perfiunar la cabsza, según Covaccubias 29% Resina fósil aromática quese uli- lizaba en sahumerios y pomos para olor y 212 que se astibuña la propiedad de ser caliente y, por tanto, de confortar y míficar el organismo. También podra referirse al ámbar pis, sustancia de olor ibmizcleño procedente de las vísceras de los cachalotes, que so utilizaba para la fabricación de perfumes 293 Sustancia untuosa que se saca de ue bolsa que tienca cerca del 4n0 los gatos de algalia, felinos de Asia central Se utiliza también en perfomeria. 9 1 popíllas: scguramento “pee: dos olorosos es forma de polvos. Dice ataizces en plural porque se obrenían de las glándulas perineales o del prepn- cio de diversos animales; la olgalísahors mencionada sería un tipo de alifareS. 27 Quivá 'ruosquetes, rotos aora» 31 EL LABORATORIO DE CELESTINA 57 de alambiques, de redornillas,** de harrilejos de barro, de vidrio, de arambre, de estaño, hechos de mil faciones.*% Hacia solimán,:2 afeite cocido," argentadas,”* bujeladas,*2 cerillas, Janillas Ps unturillas,** lustres,9” Incentores,P% clarimientes, albalinos y Otras aguas de rostro," de rasuras de gamones,1% de corteza de espan- calobos,*% de taraguría,* de hiclos,*! de agraz,+* de mosto, des- viladas y azucaradas. Adelgazaba Jos cucros con zumos de limo- ss," con turbiud,Y* con tuétano de ciervo y de garza,*7 y otras sos de nos especio de cosal silvestre; y *mascat, noralire de nn prepacado far» mucológico.* 3% Dintinutivo de reformas, “vasijas de vidno anchas cn su fondo que van «strechánlose Irueía la boca" 9 arambres “cobre”; de mil feciones *de mil maueras" Me «connítico hecho a base de pre= parados de mercurio” 3% ignoramos a qué se refiere, us cu cnúliples recetas de cosméticos se indica la cocción de sus ingredientes. Gin ix más lejos, el solímáu antes meno cionado), 3% Comnético, probablemente útil pare blanquear la piel? 33 “ciesto po de cosméticos”, quizá “pomos para porfmes que se solíen lle vacenla Etriquera” 35 barritas de cera que se usaban. pata mraxuillarse”, parece que muy es- Pecialmente para dar color a loslabios > 3% Parece refírirse a ciertos apósitos de laa sucio impregnada en diversas sustancias que se oxilizaban pres «quitar las moclas de la pieLó 3 Probablemente “cremas untuo= 27 pomada, al parecer 3% Son otros inconcretos cosméci- 39 «larimiente es "agua compussta o aféite que se usaba par Lavatse el ros 100% albafizos: tal vez ama especie de dlesmvaquillanse. 9 * mais: pueden sec su general “easpaduras' o 'isces del vino”; gamons “astádelos", plantas liláccas, de las que se aprovechaba también la raíz para producir lociones limpiadoras? PE espartalohas es la “colutex”, un acbusco grande dela familia delas papi- lioniceas que da cumo Énto unas vai nas gruesas que producen evido al cho- car unas conta otros por efecto del viento. «Con su corteza 5e preparo van agua para el rostros (Laza Palacios. Y aragones, planta herbácea muy «omús, de la famila delas aráccas, que so usaba en prepacados para aclarar y Aecera caca > Bxá documentado el uso de la hiel (secreción biliar” do diversos ani males —especialmeme la de vaca— eo la cosmética del riempo, con Snes muy variados, entre los que se jucluñan La composición de jabones y lociones para aclarar la piel? “lava de vid du madurar"? 39 Adelgazaba los cues: "Aómaba la piel”, Las conocihs propiedados del zumo de pués para Dlanquear y añusr la piel tienen refleja Sucluso an la possía Popular? *O Es el palvo de la raiz amada tocbiedelevanto, o ella misms pre da, Esel urpatars (Ojados).? 2" L médula de cíewo Ggura en el inventario de muarerales pertemeiences la cago del Estonio de Forum, 243 Eleñecvo cra uu anímalal que e le ari PRIMER AUTO confaciones.** Sacaba aguas para oler de rosas, de azahar, de jaz= mín, de trébol, de madreselvia y clavellinas,*> mosquetadas y almizcladas,** polvorizadas con vino.*"* Hacía lejías para enmu- biar,/% de sarmientos, de carrasca,1% de centeno, de marmbios,' con salitre,23 con alumbre y milifalia y otras diversas cosas. Y los untos y mantucas que tenía os hastío de decir? de vaca,% de 050,1” de caballos y de camellos,'* de culebra y de conejo, buía una arca longevidad, También se encuentra en recerarios médicos, romo. emolicnte, y en preparaciones cosmé= cas —y canco en un caso como Cn otro precisamente en unión de la enjundia de gar 3% «confecciones, preparados. De Mor y semilla de trébol se ha cían y se hacen, en efecto, perfumes, coma de las otras Ñores aquí ciradas: la madreselvia cs 'madreselva'; la elaveliza es una flor semejante al clavel, pero más pequeña? DY mosquetadas: entendemos “con mosquetas (véase arriba, n. 30), pero puede ser simalemente “almizcladas'.? 3% polvorizadas: "pulvecizadas" ** “preparados para aclarar el pelo”. Compérese esca enumeración con el pasaje de Rodrigo Cota, Diálego ene seLamor y un viejo: «Yo hallo las argenta das, / yo los mudas y cerillas, / lucen- toces, untarills, / y las aguas destila das, / Yo la líquida estoraque / y el licor de las casas; / yo también cómo. se saque / la pequilla, que no taque / Vas Incas acatadurss. / Yo mostré cer en plata / la raquil y alacrán / y hacer el sobmán, / que en el fuegose desa ../ “Yo lasaguas y lejías 7 para los cabellos xojose.2 23 Dl uso de lejías producto de la cocción de cenizas de sormiemtos de vid está documentado en recetas del siglo XV, entec otras cosas cn preparados para el pelo, La camsos es una especie de cocina rana. 8% El eno es un cereal parecido al trigo y el puarratro uc planta herbácea medicinal de la fwcilia do las Jabiados Sus ueilidadesson muy numerosas y va- viadas 9 2 «pitsaro porásico”;se aplicaba, cn- tus otros usos, cn lavados de caberz.* 38 alumbre aunque es un nombre. que se aplica a distintos productos lo más vorriente es que so ceba al sulle to doble de alúmina y potasa”; se utiliza xún hoy como cauterizador de cortes y horidas superficiales y aparece como ingrediente cn múltiples preparados xuedicinales y cosménicos modicvales; >milifolia: “milensama”, planta herbácca de la faiia de las compuestas; el coc miento desus lores se usa como tónico y astringente 22 sos y uantezas.'sebos y grasas. 23 Puede referirse a la manteca de vaca (lo que hoy llamamos ruauteguila) val unto de vaca, apreciado en la medi- ima tradicion] para tratar los flenones y unnaraciones O 7 35% La grasa de 050 se consideraba, sue grs cosas, un crecrpelo? 21PLa grasa de coballo se espuraba. urea para el dolor de las articulacio nes. No ¿odemos docunzentar fa cli dad que sele daba ala del camello.” ¿El unto de los conejos maitiga el dolor delos oídos» (Cojador”. También se consideraba diurético y aparece en algunos compuestos de uso tópico que se aplicaban sobre los gonialas. Para el sino de culcbre, véase ML, 1349 32 EL LABORATORIO DE CELESTINA 59 de ballena, de garza3! y de alcaravín”o y de gamo y de gato montés" y de tejón, de arda,*" de erizo,** de muera. Aparejos para baños, esto es una maravilla de les yerbas y raíces que tenía en el techo de su casa colgadas:** manzanilla99 y romero,** malvavis cos, culantrillo,22 coronillas,4 flor de sáíico"% y de mostaza, 56 esplicgo y laurel blanco, bistorta rosa y gramonilla, Hor salvajes! +" Las utilidades de la grasa de ball sa son desmisiado variadas como para saber +1 cuál estaba pensando el autor % 28 Su grasa se utiliziba como emo- llene y, en veterinaria, para los ojos de los caballos (véase ariba, n 327) 2 2 Es un ave nocturna; la vtilidad medicinal de su enjunidia exaría en aya das a la cicatrización de las escrófulas. 6 Ta tl y la gras del gar montés so utilizaban en cltsacimiento de la oa? 4% La ¡grasa del tejón so consideraba til, como la de vaca, para el isusmien. to de las immomciones, y también como ancipitético y analgésico. 2% “ardilla”; no conseguimos doww xmemtar usas de la grasa de este animal, 3 El erizo se consideraba remedio eficaz para los venenos abajo. o. 388)9 +9 Aparejos: "Ciomjartos de cosas ecesarias” Baños se dice en plural pen- sando en distintas variedades del mis suo, según los «parejos utilizados para prepararlo. Téngase en cuenta que el baño, pers, souña muchas veces la com sideración primordial de reatamiento terapéutico. Las hierbas y aces esca xían colgadas del techo para desccarlas.S 35 Los baños con morzasilla y otras ierbas so recomendaba, entre ota co sas, para aliviar los cotarros fuertes cuando a los enfeemos empezaba 4 bn Jarl la flor? 2% Del romero se usaban tanto las lojas como la Hor o la leña en diversas aplicaciones, enere cilas las ginecoló- gicas? 38 Es 0 planta mucilaginosa pili zada como remmedia contra las inama- «iones de las vias sespiratodias, las efi sncdades gastrointescinales y los cálculos senades, En aplicación exterior sirve pars la preparación de apósitos emo- Hientes 25 Es la hjcrba comcióa como «cu ancrilo de pozos porque suele darse en ls paredes intenores de Jos misnios. Sus aplicaciones medicinales eran mmu- chasó 35 aparcce ser la corona de Rey.o mo= boto» (Cejados), usa planta legami- osa, Ba baños medicinales suele usar se a menudo en combinación con la manzawila y orcas hiorbas.> 155 La for de saícoticus variadas apli caciones medicinales contra el dolor muscular y la hinchazón 1% Ala mostaza sele acibuían nú les usos terapéuticos de los relaciona dosconswaplicación en baños, provocar la menstruación sería. proliablemente tuno de Jos que le daría Celostine; tam bién selavaban com ayysa de mostaza los cabelos, para favorecer 5u crocimien— 37 El espliqgo se utiliza moderno mente en baños pora comibai el sena y los doloros articulares, El faurl blanco quizá sea el laurel común? 3% No hemos loguado docimnentar la gremonilla” la ditora es una planta Poligonácea que ila Jores de color ro- sado, bien documentada como ingre- dliente de recetas medicinales? la for salvaje es um rosicea llamada valgoe 64 PRIMER AUTO rio proveer, proveo a los contecimientos, como quiera que creo que tus buenas costumbres sobre buen maucal florecen, como el buen natural sea principio del axtificio.*? Y no más, sino vamos a verla salad, CELESTINA. Pasos oigo; acá descienden. Haz, Sempronio, que no lo oyes.*** Escucha y déjame hablar lo que a ti y a mí conviene. SEMPRONIO. Habla CELESTINA. No me congojes ni me importunes,*" que sobre- cargar el cuidado es agnijar al animal congojoso.** Ansí sientes la pena de tu amo Calisto, que parece que tú eres él y £l eí, y que Jos tormentos son en un mismo sujeto. Pues cree que yo no vine acá por dejar este pleito indeciso o morir en la demanda." CALISTO. Pármeno, detente. ¡Cel, oscncha qué hablan éstos; veamos en qué vivimos +'* ¡Oh notable mujex! ¡Oh bienes munda- nos, indignos de ser poseídos de tan alto corazón! ¡Oh bel y verda dero Sempronio! ¿Has visto, mi Pármeno? ¿Ciáse? ¿Tengo razón? ¿Qué me dices, rincón de mi secrelo y consejo y alma mía20* PÁRMENO. Protestando mi inocencia eu le primera sospe cha,“ y cumpliendo con la fidelidad, porque te me concediste,'9 hablaré; óyeme, y el afecto no te ensorde ni la esperanza del delei- Le Le ciegue.*"* Tiémplate y no Le apresuzes,9 que muchos, con co- 19% El artificio os "lo que se hace por arte; <l buen mótwal no signiócaria, pues, “buen talante”, sino "buenas cuali- dades innatas”. Entendemos que quiere dlecir yue las buenas costumbres son or úicio claborado a paris de las buenas cualidades omurades. 410 Se ha señalado la semejanza de esta situación cos un pasaje del Phompin de Terencio. Y congojes: “acongojes, inquietos, lija +2 enidado: preocupación” aguijor: aquí, "espolear, picar con la aguijado a vn acional para que 2nde ses deprisi" 0% La expresión o morir en la demada sirve para indicar qe se perseverae en o intento hasta las últimas consecuen cias. La ftse resulca algo confisa, quizá precisamente por el propéxico de enca jas como sea en ell esa fase hecha de resonancias tan caballrescas; pero, por aca parte, ete tipo de anacolurosresul- ta muy normal en l expresión oral 44 veamos en qué estamos, qué su codo +45 Se hn señalado cierta semejanza con un pasaje del Pumuehns de Teren- cios +8 Prorestanda: "Declarando, txani: estando", 4 Quizá “eo conblaste a mí” 48 afecto: “ceslyiora de las pasiones delánimo”;evsordes “ensordezca”. +9 Fiémplate: “Ton templanza, mno- dése”. Vésse X, m ja 35 RETICENCIAS DE PÁRMENO 65 dicía de dar en el Gl, yorran el blanco.“ Aunque soy mozo, cosas he visto a5a2,1" y el seso y a vista de las muchas cosas denmestran la esperiencia:* De verte o de oíne descender por la escalera, parlan. lo que éstos fingidamente han. dicho, en cuyas falsas palabras poñes el n de tu deseo. SEMPRONIO. (Celestina, minmente suena lo que Pármeno dice) CELESTINA. (Calla, que para la mí santiguada,* do vino el as0o vendrá el albarda;"* déjame cú a Pármeno, que yo te le haré ¡ano de nos, y de lo que hobiéremos démosle parte, que los bienes, sino son comunicados, no son biencs.** Ganemos todos, partamos todos, holguemos todos. Yo te le traeré manso y benigno a picarel pan en el puño,?” y seremos dos a dos y, como dicen, tres al mol noe CALISTO. ¡Sempronio! SEMPRONIO. ¿Señor? CALISTO. ¿Qué hacus, lave de mi vida? ¡Abre! ¡Oh Pármeno, yala veo; sano soy, vivo soy! ¡Mira qué reverenda persona, qué aca- PO solici: deseo vehemente”; fieles — visleso espirimales—sominórlecs m0 se comparten se remonta en Última ¿ns- tancia a Aristóteles y a Séneca, pero se "aguja de la balas”, pero como el con- texto se sefere a un blanco u objetivo «ontra cl cual se tra, quizássea el “centro — encuentra a cada paso cn la literatura del blanco”; dare el blanes aso hecha són vigente pora dndicar que alguien acierta plenamente en su intento. 4 e vito bastara cosa 4 Sanios visus multas differcatias recur nobis ostendito (Ancrtatas Auf Ss ha notado aqui cierto parale- liso con unos veros de la Anar de Terencio.? 4 La setiguada esla "acción de sane Uguarse, de haccr la señal de la cruz la expresión es un modismo para reforzar lo que se afirma, cquivelente a “por mi fe,a en +3 Es rofián qué documentan con idéntica forma Núñez y Comeos/ +4 Ta ¿dea de que los biones —mare- moral del Medioevo, particularmente en colecciones de sentencias co:no las Auciontales Aristotels y Los proverbios de Séneca de Pero Dísz de Toledo. Cao Sormulaciones algo disiotss de ésta aparece otra vez abajo, n. 557. en el auto 1 (vésse m9) y eu el VI (vémnge mn ya $ Es decir, 'a comer de mi mano”, como haci un animal domesticado. Li expresión conser dela arano de alguien s6 ensplea para indicar que una perso- a se muestre sumisa respecto a ota 8 ¿en el juego, aquél contra el cual vanos demás que juegan”; de ali quelk enpresión tres almohigose use para india car que todos su conjuran en conta de otro, em este casa Calisia, 36 ARGUMENTO DEL NOVENO AUTO Sengpionio y Pármeno var: a casa de Celestina entre sí hablando. Llegados allá, hallar a Elicia y Arcsa. -Pónense a comer, y entre comer siñe Elicia cor Sempronio,? Levántase de la mesa. Tármania a aparignar* Estando dos todos entre sí razonado, viene l.ucrecia, criada de Melibea, a amar s Celestina que vaya a estár con Melibea. SEMPRONIO, PÁRMENO, CBLESTINA, BLÍCIA, ARRÚSA, LUCRECIA SEMPRONTO. Baja, Pármeno, nuestras capas y espadas, si te pac tere, que es hora que vamos a comer. PÁRMENO. Vamos presto, Ya creo que se qizejarán de nuestra tardas. No por esa calle, sino por escotra, por que nos entremos por ta iglesia, y veremos si hobiere acabado Celestina sus devocio- nes, Llevarla hemos de canino SEMPRONIO. ¡A donosa hora ha de estar rezando!! PÁRMENO. No se puede decirsín tiempo hecho lo que en todo ciempo se puede hacer.* SEMPRONIO. Verdad es, pero mal conoces a Celestina, Cuan- do clla tiene que hacer, no se acuerda de Dios ni cura de santidades. Cuando hay qué roer en casa, sanos están los santos: cusudo va a la iglesia consus cuentas en la mano,” no sobra el comer en casa. Aun= que ella te crió, mejor conozco ya sus propiedades que tú.* Lo que 2 vt se aquí, ferro cllos, el uno conel 0rso' cre comer: “onienictas comcn” + Vuélventa a secenix, la cali. MA semnejuutes horis estorá reza do”, en sentido irónico, porque ya es ey tarde. *No puede decirse que se hace cx= lemporáacamente (cha compo) lo que pued Ruucerse en cualquier momento”. exo 0s, rezar, La sentencia está en el distrae Pervarca: «Non ficante tenes yuod in cmni tempore Geri ppotesto.2 * “Cuando ene de qué ocuperse en asa, 10 se aupa en devaxciones”; el juego de patas debe tener como trasfondo la espresión mer altares, cor que se señalaba a los exageradamente ¿devotos o hipócrios. > 7 sus axentas: "las de su rosacio', pero. también “sus cálculos y maquinacio- ey, segin lo que se dice después * propiedades: “evalidades propias, ca= cacterisicas. 201 202 NOVENO AUTO en sus cuentas reza es los vírgos que cienc a cargo y cuántos ema- morados hay en la ciudad y cuántas mozas tiene encomendadas y qué despenseros le dan ración y cuál mejor" y cómo los Mamen por nombre, por que cuando los encontrare no hable como estraña,*? y qué canónigo es más mozo y franco. Cuando menea los labios es fengir mentiras, * ordenar causelas para haber dinero: ” «Por aquíle entraté, esto me responderá, esco teplicarén. Así vive esta que t0- sorros mucho honramos. PÁRMENO. Más que eso sé ya; sino porque te enojaste estorra día m6 quiero hablar, cuando lo dije a Cafisco. SEMPRONIO. Aunque lo sepamos para muéstro provecho, no lo publiquemos para nuestro daño. Saberlo nuestro amo es echalla por quien es y 10 curar della.* Dejándola, verná forzado otra de cuyo abajo no esperemos parte como dlésca,!* que de grado o por fuerza nos dari de lo que le diere. TÁRMENO. Bien has dicho. Calla, que está abierta la puerta; en casa está. Llama ances que entros, que por ventura están rewneltas' y no querrán seransí vistas. SAMPRONIO. Entra, no eutes, que todos somos de casa. Ya ponen la mesa. CELESTINA. ¡Oh mis cuamorados.* mis perlas de oro! ¡Tal me venga el año cual me parece vuestra venida! 154 de dan cación mis emvanncados — Thog hable como extraña. Tieg, > despensesos: los encargados de la ona enojaste euaudo se lo dije a Calisto, te desperisa” em las casi nobles y conven= A MESA PIFSTA 203 PÁRMENO. (¡Qué palabras tiene la noble!“ Fiien ves, hermano, estos halagos fengidos.) SEMPRONIO. (Déjala, que doso vive, Que no sé quién diablos le noscró tanta ruindad.) PÉÁRMENO. (La necesidad y pobreza, la hambre, que 20 hay mejor maestra en el mundo, no hay mejor despertadora y avivado ra de ingenios.” ¿Quién mostró a las picazas y papagayos imitar nuestra propia habla, con sus harpadas lenguas,” nuestro órgano y voz sino ésta?) CELESTINA, ¡Mochachas, mochachas! ¡BSobas, andad acá aba- Jo, presto, que están aquí dos hombres que me quieren forzar! ELICIA. ¡Mas munca acá vinieran!" ¡Y mucho convidar con. Bempo, que ha Lres horas que está aquí mi prima! Este perezoso de Sempaonio habrá sido causa de la tardanza, que 10 ha ajos por de verme. SEMPRONIO. Calla, mi señora, mi vida, miis arnores, que quien 2010 sirve no es libre. Así que sojeción me relieva de culpa. No hayamos enojo; asentémonos a comer. FELICIA. ¡Asís para asentar a comer, muy diligente! ¡A mesa Puesta, con cos manos lavadas y poca vergiienza!? SEMPRONTO. Después reñiremos; comamos agora. Asióntace, madre Celestina, tú primero. CELESTINA, Asentaos vosotras, mis hijos, que harto lugar hay pora todos, a Dios gracias. ¡Tanto nos diesen del paraíso, cuando sus insinuaciones medio en broma a los — largos 7 venter, negatas imviex sequi dosjóvenes. “E éamivo sobe es cónico (como cuando decimos hoy «la buena se- vacese (Persio, Prólogo, ww. 5-11 33 drgano: "timbre de vor fase re Berea hambre, cos: tacón: "pos ción de comida”. Laadi> y de la Tragicomedia acentúa el ca ricter pedigicño de ls vieja” 19 corro si mo los conociera rarencando rozar los labios sn voz bajas Jigoz ají, invena E ordenar Pl a. 83 3 fe ena le abordaré", Se ha ade >mamar para cautelas, vertido en este pasaje un posible reflejo del Phioruto de Lerencio.? *% Nótese el hiperhcoo: “Yo sé más «osas, pero no quiero hablar porque el Es deci. “Silo sabe nuestro amo, conser sus malas y no quere siber mado más de ol. 1 Dejindola encióndase “Si (Calsto] ln deja, 3 la apra de sí forzado "par fuerza, "7 <desowilenados y sin arreglar 1 Es frase habicual aún boy para iu dlcar que exisce (oiaridad eo las personas. 9 La adición dela Tragicomedia ins Ke cn un rasgo de Colesrim apuntado ya sn orros pasajes: su lojucia, plasmada en Bora) % La idea de que el hambre aviva el ingenio es corriente ya en la Antigito- ad y da pie a varios ceftenes castella- + "Ojalá no hubiersa venida nunc * "no sieve njos para verme”, dendo a entender que no se ocopa de ella * Es dicho derivado de un principio de derecho. 7 San expresiones adn en 130; 4 vuesa pesas indica que 56 ha obtenido algo sin reabajo a cuñado, y exisco el xelcin «Asentazse a mesa puesta sn se 33 picazas "ureacas”, aves de la Samil deloscórvidos que puetlen imitar la voz hinzana, al igual que los paprgayes; har palas: decivaría de farpa, “zoste, desgan adora (véase XVII, n. 25). Feogas pas buscaría aquí «Quis expedivil pitraco sous "chaere" / plomuque docuis nostra ber lo que cuestas ventr ao con sus ma sos lavadas. "pretender el distbue de una sosa sin Eaber tembajado para conse- 37 vexbo conari? / Mugister artis ingenique 208 NOVENO AUTO y costumbre, no juzgues la bondad y hermosura de Melibea por eso ser la que afirmas. SEMPRONIO. Señora, el vulgo parlero no perdona las tachas de sus señores,” y así yo creo que, si alguna toviese Melibea, ya sería descobierta de los que con ella más que nosotros tratan. Y aunque lo que dices concedtese, Calisto es caballero, Melibea hi- jadalgo?* asi que los macidos por linaje escogidos búscanse unos a otros.” Por ende no es de maravillar que ame antes a ésta que 2 otra. ARBúsa. Ruín sea quien por ruin se lienez” las obras hacen li- naje2*qneal fin sodos somos hijos de Adam y Eva.** Procure de ser cada amo bueno por sí, y no vaya a buscar en la nobleza de sus pa- sados la virtud. GELESTINA. Hijos, por mi vida, que cesen esas razones de eno jo. Y tá, Elicia, que ce tormes a la mesa y dejes esos enojos/7 ELICIA. ¿Con tal que mala pro me hiciese? con tal que ve- ventase en comiéndolo? ¿Habia yo de comer com ese malvado, que en mi cara me ha porfiado que es más gentil su andrajo de Melibea que yo? o SEMPRONIO. Calla, mi vida, que tú la comparaste. Poda com- paración es odiosa. Tú vienes la culpa, y no yo. run ese, quicguid loquírue Éssura et, quiequid improber bomum es, quic- quid approbar alamo ese (Pesggeca, Furdice).? porreinse tiene y lo dos e: comeajon, ya recogido por Santillana, Provertos "E mismo refián aparece en Co, T Abrevia el sefíán «Buin sea quico 4] 7 ¿Nom parc regumo muculis vola gus Toques (Persarca, De semedis, , yo 7 El réunino jodalgo o Jal vale *noble" (con nobleza que podía abre ente por sengre o por privilegio teaD); es cambio, cabal os hidalgo de cai cada mobtera”. Según exo (y si ambos términos uo estón utilizados aqui como sinónimos), Clio pertenecería a um estado más alto, rortadiciendo lo afr- nado en el argumento general de la obra (vésmse a 0. 6 y 9) 7 Erméndase "los que han nacido excelentes (etogito) por orígenes fe allas. na 3 Corres recoge ete dicho y la va- isates «Todos somos hijos de Adán y Esa, sino que nos difereucia Y sed? | 7% Es idea antigua, pero particulas nenes extendida y polóraica Sobre culo emtse conversos” ep la España del Av tomb La Colesaia T Nótese el valor eshorarivo que “E tiene el que. 7 Emiémdbse: ¿Sena para que mus siente malla comica?” 79 Es ceñíón lasino y cistellano, aquí quizá tomado del Íuice de Petrares: «Comparationes non carent odios” ae lex es otros Dugores de 40 RIÑEN DECIA Y SEMPRONIO 209 ARSÚSA. Ven, hermana, a comen; no hagas agora ese placer a estos locos porfiados.* Si no, levantarme he yo de la mesa, ELICIA. Necesidad de complacerte me hace contentar a ese enemigo mío y usar de virtudes con todos. * SEMPRONIO. ¡Je,je,jel ELICIA. ¿De qué teries?* ¡De imala cancte sea comida esa boca desgraciada, enojosolé CELESTINA. No le respondas, hijo; sino, munica acabaremos. Entendamos en lo que hace a muestro caso.** Decime, ¿cómo que- dé Calisto? ¿Cómo le dejastes? ¿Cómo os podistes enttamos desca- buliir él? PÁRMENO. Allá fue a la 2maldición, echando huego, drsespera— do, perdido, medio loco, a misa a la Madalena a rogar u Dios que te dé gracia (¡que puedas bien roer los huesos descos pollos!) y pra- testando de no volver a casa hasta oír que eres venida con Melibca en tu urremango.P ln saya y manto, y aun mi sayo, cierto estáj* lo otro vaya y venga. El cuándo lo dará, no lo sé. CELESTINA, Sea cuando fuere. Buenas son mangas pasada la Pascua? Todo aquello alegra que con poco trahajo se gana.* Ma- yormente, viniendo de parte donde tan poca mella hace, de hom bre tan sico que com los salvados de su casa podría yo salir de lace- ria, según lo mucho le sobra. No les duele alos tales la que gastan, y según la causa por que lo dan. No lo sienten con el embebeci- miento del amor.** No les pena, no veen, no oyen. Lo cual yo juz- go por otros que he conocido meuos apasionados y metidos en esto huego de amor que a Calisto veo," que ni comen ni beben, ni cn mi oran, ni duermen n: velan, ni hablan ni No les des.ese gusto a estos necios comumaces (porfis. cxtrudes: "bondades"? * Halahioes3 Quid risisi?o (Teren- cio, Hesunoutinornenes, v. 86) > aman cáncer ' Pratemosde lo que nos importa” 3 juoiestando: “dcclacando su ines udo"; en fa area: Sen la cusado te lo renmargas" e cani asegorady 2, 00 Ds refrán, loemnencado ramoión E por Santillana, Proveshias: «Buenos son. después de Pascua lan, ni penan ni des- «cuando lo qué descamos se viene a cumplir el léspués de lo que noso- esos queriamos» (Covarrubias) * WE reñán, eeeseado en la fono cAlegra lo que sin uabajo se guvs, y in csaajo se auna (Correas)? % salvndas: en general, “lo que so- ber”, aunque propiamene es do grueso dela baina o cáscara del 1igo. Dijose así porque sesalva con el cedzo» (Co- varrubiss) 2 2 embeberinicano embelesanerao” * apasionados. "afeccados”, enomnsen- “engjenamienco, 210 NOVFNO AUYO cansan, ni están contentos ni se quejan, según la perplejidad de aquella dnlce y fiera llaga de sus corazones.* Y si alguna cosa déstas Ja macural necesidad les fuerza a hacer, están cu el acto tan: olvidados, que comiendo se olvida la mano de llevar la vianda a la boca, Pues si con ellos hablan, jamás conveniente respuesta vuelven, All tie nen los cuerpos; con sus amigas, los corazones y sentidos. 2 Mucha fuerza tiene clamor: no sólo la tierra, mas aun las mares traspasa, se- gfn su poder. Igual mando tiene en todo género de hombres. To- das las dificultades quiebra. Ansiosa cosa es, Lemerosa y solícita. Todas las cosas mira en derredor.* Así que si vosotros buenos ena- morados habás sido, juzgarés yo decir verdad. SEMPRONIO. Señora, en todo concedo con tu món,” que aquí está quien me cansó aligón tiempo andar hecho otro Calisto: perdido el sentido, cansado el cuerpo, la cabeza vana, los días mal durmiendo, las nocl1es todas velando, dando alboradas,* haciendo momos,” saltanido paredes,* poniendo cada día la vida al tablero,” esperando toxos,** corriendo caballos, tirando barra,” echando Junza, cansando amigos, quebraado espadas,” haciendo escalas,” vistiendo armas... y otros mil actos de ensmorado; haciendo coplas, pintando motes, sacando invenciones...0* Pero todo la doy por bien empleado, pues tul joya gané tdo fisico: lo que descxlhe a condiaus- — aparecen olas músicas de la alborada») ¿ión son síntomas de la enfesmedad de —— ” "participando en momos” mas mor. sacas fisivas cortesana MOCEDAD, AMOR Y CELOS 21 BLICIA. ¡Mucho piensas que me tienes ganada! Pues hágote cierto que no lhas tú vuelto la cabeza cuando está en casa ocro que más quiero, más gracioso que tá, y aun que no anda buscando cómo me dar enojo.” ¡A cabo de un año que me vienes a ver, tar- de y con mall CELESTINA. Hijo, déjala decir, que devanea. Mientra más de eso la oyeres, más se confisma en su amor. Todo es porque habés aquí alabado a Melibea; no sabe en otra cosa que os lo pagar sino en decir eso,'* y creo que no vee la hora que haber comido para lo que yo me sé.'* Pues esotra tu prima yo me la conozco. Go- zad vuestras frescas mocedades,'"? que quien tiempo tiene y me- jor le espera, tiempo viene que se arrepiente," como yo hago agora, por algunas horas que dejé perder cxando moza, cuando me preciaba,'” cuando me querían. Que ya, ¡mal pecado!, cadu- cado he!" sadie no me quiere, que sabe Dios mi buen deseo, Be- 3208 y «brazaos, que a mí no me queda otra cosa sino gozarme de vello, Mientra a la mesa escáis, de la cinta auriba todo se perdo- na;'* cuando seáis aparte, no quiero poner tasa, pues que el rey no la pone,**! que yo só por las mochachas que nunca de imporranos os acusen. Y la vieja Celestina marcará de dencera,"% con sus bo- *S Nuevamente, Blicia engaña a 11! Bsrefián que ya apatece en el Se rapromio com la verdad (vénse l, nilaguitan: «Quiso cienspo tien y en po aticade, tiempo viene que se so $ Parece un dich pienses? : compáreso! Tarde y con mal» (Nuñez) y «Una vez" presumia %* «Uns llaga delcs y heras (Diálogo del vio, el amor y la hemos, y. 500)0 * La descripción del enamorado eu estas 1éruinos u 0705 amy semejantes slene una larga tradición a Ja que: tane bién se axiena aquí Celestina. 3% xArmoris ona et mmagua potentes «Volucerestamor: non terrassed caelura sransic et mariax; «Quod par hmpraium habecia oc homintn gennss; «Amor comas dificolcares fama; «Amor an- xis vesest, ceodul, cisida, ollicito, ona nia circampicionsccvama edito e sect xa formidanss (Petrarca, Asfic) > conce convenga" haciendo serenacas al albo" paca agasajar a su amada (en XVIL 1. 3 aliado tapia, para intentar eu aacseconso amada. Yo miso que ea. ciendo calas de despuis. Compárese com el califcarivo de loco solapas que aplico Melibea 3 Calisto (1V,. 134) $9 “arsiesgando la vil 13 "cimado toros" en la lidia, 9 ingando a la barra", depore ct balleresco consistente en compallc “usojando una barra de creo a lav ara distanias posible 192 Se supone que “praccicando las grima”, no 'combriiendo”. : 293 “escalando, subiendo por escalas, para salvar muros o accedes a ventas.” 195 Paca fuvencioms, vee l, 1. 56 paca motes, Ln. SAT 41 dl el año y és con daños (Corcras) 17 No sabe con qué otra cosa pagé codo sino diciendo eo" 1% que haber: coviéndase 'en que has ber. Se ha apuntado aguí un posible co del Lito de buen amos, 520: «Cum Lo us mássorañada, cunnto es más corrio da, encanco es más pue hon muajada + ¿oida, / tano más pox él suda loca, "> moecia e perdida: / man coida ver la hora que con $lsca idas. 39 iaa era el apelativo que solían ie ente sos prostitutas, del mismo % modo que a la alcobocta o para sia la Hasmabaa 10 E 1% Evora elsocorrido tópico del ar ¿2 pee, ya aludido en VII, n, 33. 515 decaído”. 4% estas "cintura. No Bilan eo lali teratura amorosa de la época ejemplos de ha muy uiferenne consideración que merecía el contacto fisica entec hon, lores y mjeros si éste se producí cinta arriba o de la chona para abajo ni las bromas el cesperto, claro=. US tasa: juega con el doble semido de “limite” e “impuesto”, ya que en el trasfondo parece esr un dicho como No pongáis tasa dande el rey 0 de pones (Palmiteno) > "Tiene también un segondo sen. dido de “deseo sexual"; complrese un contesto sermejanes para la palabee en Vii, a. 164% 212 NOVENO AUTO tas encías"! las migajas de lus manteles. ¡Bencligaos Dios, cómo lo reís y holgíis, putillos, loquillos, cravicsos! ¿En esto había de parar ¿nublado de las cuestioncillas que habés tenido?" ¡Mirá no denri- bésla mesal ELICIA. Madre, a la puerta aman. ¡El solaz es derramado!" CELesTtiMa. Mira, hija, quién es; por ventura será quien lo acreciente y allegue. > ELICIA. O la voz me engaña o es mi prima Lucrecia. CELESTIWA. Ábrele, y entre ella, y buenos años,” que auna elia algo se le enciende desco que aquí hablamos, !** armgue su mu ¿ho encerraniento le impide el gozo de sis mocedad AREÚSA. Así goce de mí, que es verdad que estas que sirven a scñoros ui gozan deleite ni conocen los dulces premios de amor. Nunca tracan con parientas, con iguales a quien puedan hablar tú por tú, con quien digan: «¿Qué cenaste?s, «¿Estás preñada», ¿Cuántas gallinas crías?», «Llévame a merendar a ta casas, «Mués- tiame tu enamorado», r¿Cuánco ha que no co vido?, ¿Cómo te va con él», «¿Quién son tus vecinas?» y ocras cosas de igualdad seme- janres. ¡Ola tía, y qué duro nombre y qué grave y soberbio es «Se- hora» condo en la boca!!* Por esto me vivo sobre mi desde que me sé conocer.1* Que jamás me precié de llamarme de otrie sino mís, mayormente destas señoras que agora se usen. Gástasc com ellas lo mejor del tiempo, y con una saya tota de las que ellas dese- chan pagan servicio de divz años. Denostades, maleraradas las traen, contino sojuzgadas, que hablar delante ellas no san. Y cuando ven. cerca el tiempo de la obligación de casallas, levántanles un LA VIDA DE LAS CRIADAS saramillo:"2 que se echan con el mozo o con el hijo, o pídeules ce- Jos del marido,** o que meten hombres en casa, o que huurtó la taza o perdió el anillo, Danles un ciento de azotes y échanlas la puerta fuera.> los haldas en la cabeza,'" diciendo: «¡AÑ irás, ladrona, puta; no destruirá mi casa y honzab. Así que esperan galardón, sa- can baldón;”" esperan salir casadas, salen amenguadas;”” esperan vestidos y joyas de boda, salen desmndlas y denostadas, Éstos son sus premios, éstos son sus bencficios y pagos. Oblíganse a darles mari- do, quítanles el vestido.'% La mejor honra que en sus casas tiencn cs andar hechas callejeras, de dueña en dnaña, con sus mensajes a cuestas. Nunca oyen su nombre propio de la boca dellas, sino «Patan acá, «Putas acullá. «¿Adó vas, Giñosa?a, ¿Qué heciste, bella cad», «¿Por qué comiste esco, golosa?», «¿Cómo fregaste la sartén, puercal», «¿Por qué no limpiaste el manto, sucia?», ¿Cómo dijiste ésto, neciado, «¿Quién perdió el plato, desaliñada?», «¿Cómo faltó el paño de manos, ** ladrona? A ta rufián le habrás dado». «Ven acá, amala mujer, ¿la gallina habada no parece?,** pues ¡húscala presto! sio, en la primera blanca de cu soldada la contaré». Y tras esto, mil chapinazos y pellizcos,'% palos y azotes. No hay quien las sepa contentas, no quien pueda sofrirlas. Sn placer es dar voces, su glo— sin es reñar, De lo mejor hecho menos contentamiento muestran Por esto, madre; he querido más vivir en mi pequeña casa, esemta y señora, que no en sus ricos palacios, sojuzgada y cativa,** normalmente era de unos dez años.?... que senísa”, Eanto desd un punto de 5 «as colamnian" (vénse VIT, n. 60% — vista moral como material, según indi Narco ceacan con parientes 217 "ys encías emborados, comas, sin lo", porque no tisse dientes 3 nacttado eu cl secado Emilica de enfido! 19 Ensiéndase “¡Se acabo la diver sión * Lireralmenze, “recoja, junte, ret mi. por oposición a remando. Equivale a “que sea para bien” 2 algo se le emsende: “alyo Te toca, algo leon 1% Puelo haberse inspirado acaso em vasc dulcis ascos Venerís nec premia contino en lo boca Tigg (Virgilio, Eneida, 1, 30 08” duran soperbuame veu esto (Persarca, hdi ha señalado que toda la adición de la Tiagiiomedio pudo tener como + modelo el escilo vivo y coloquial de los parlamentos femenieos el libvo 11 del Aripreste lo Talavera? z tengo uso de medi? 5 Exa obligación de los amos dol! ara sus criadas paro que se cosasenal Sn) del peri vivo por mui cuenta desde que do de su servicio, que; satamillo es "chisme, ensedo, embusto' *% Es decir, que las acusan de pro- voca el deseo de sus maridos, o de 1e- x relaciones con ellos. “9 Un centenar de szotes parece ¿+ pena por algún diito (como wa robo), ai mero castigo doméstico. 13 Quiere decir que los echan a la “Scale sin arauto siguiera, con lo que, (para cubrirse la endeza, deben eceurrir +3 alzacse las faldas más exteriores (funk $ das, "ps dicho docomentado aquí por “1 vez primera; Comas ase «Esperan los “¿secadores galardón y sacan baldóne* “disminwudos, cor menos de lo 42 a el desudas y denostadas que viene a 13! La Frermencia de las consorancias (galcadón-bnlaó casadas-amengradas-de> costadas; mmarido=uesio) esca un se eueso asual en díchos y refianes colla" * habras “gue ene plumas de va- sos colores emtremtesciados formando antes panas "aparece. >3S <a descontaré del primer susido que cobres "52 npinazos: “golpes dados con el dicphn (calzado femenino con gue sel de coccho?7. “bro, independiente? 218 NOVENO AUTO SEMPRONIO. Madre, ningún provecho trae la memoria del buen tiempo si cobrar no se puede, 7 antes tristeza, Como a ti ago- xa, que nos has sacado el placer de entre las manos,"* Álcese la mesa;"" irnos hemos a holgar, y tú darás respuesta a csta doncella que aquí es venida, CELESTINA. Bija Lucrecia, dejadas esas razones, quería que me dijeses a qué fire agora tu buena venida LUCRECIA. Por cierto yasc me había olvidado ani principal de- manda y mensaje con la memoria de ese lan alegre tiempo como has contado, y sul me estuviera wo año sia. comer, escachándote, y pensando en aquella vida buena que aquellas mozas gozarían, que me parece y semeja que estó yo agora en ella. Mi venida, señora, es lo que túsabris: pedirte ul coñiclero. Y demás desto, te ¿uega mi se= Rora sea de ti visitada, y muy presto, porque se siente muy ftigada de desmayos y de dolor del corazón. CELESTINA. Hija, destos dolorcillos tales más es el ruido que las nueces 7 ¡Maravillada estoy sentirse del corarón mujer tan moza! LUCRECIA. (¡Así te arrastren, traidoral”” ¿Tú no subes qué es? Hace la vieja falsa sus hechizos y vase; después hácese de nuevas)? CELESTINA. ¿Qué dices, bija? LUCRECIA. Madre, que vamos presto y me des ei cordón. CELESTINA. Vamos, que yo le levo.'% ARGUMENTO DEL DÉCIMO AUTO Menta andan Cetesrina y Lucrecia por el camino, está hablado Melibea consigo mismo. Llegas a la puerta; entra Lucrecia primero, Hace entrar a Celestina. Melibea, després de muchas razones, deseubre a Celestina ar- der cu amor de Calisto. Ven venir a Alisa, madre de Melibea, Despida- se de ea sumo. * Pregunía Alisa a Melibea su laja de los negocios de Celesti- mx. Deferdiole su urucha conversación. MELISRA, LUCRECIA, CELESTINA, ALISA MELIBES. ¡Oh lastimada de mí, oh enal proveída doncella? ¿Y 119 me fiera mejor conceder sn petición y demanda ayer a Celest a, cuando de parte de aquel señor cuya vista me carivó me fe ro- gado, y contentarle 2 él y sanar a mí, que no venir por fiterza 2 descobrir mi llaga cuando no me sea agradecido, cuando ya, des- confiando de mi buena respuesta, haya puesto sus ojos en amor de tra? ¡Cuánta más ventaja toviera mi prometimiento rogado que Mi ofrecimiento forzoso!* ¡Oh mi fel criada Lucrecia! ¿Qué dirás de mí? ¿Qué pensarás de mi seso emndo me veas publicar lo que a Gi jamás he querido descobrir? ¡Cómo te espantarás del rompi- miento de mi honestidad y vergilenza, que siempre como encerta— da concella acostumbré tencr! No sé si habrás barrintado de dlón= e proceda mi dolor. ¡Oh sí ya vinieses con aquella medisnera de salud!" ¡Ob soberano Dios! A ti, que todos los atribulados lla antojos de preñadas, especialmente co- Jativos a manjares apreciados y de dii- cil consecución, como la fora areva. Es posible que la ftasw tenga también do- ble sentido * A cobrar aquí, recuperar". Y sacarle nora vu osa de eta os ma 10 es "quisade lo que tenía porsegero" 10 Recójose la mesa". La expresión proviene de que las mesas solían ser desmonta yse retiraban quitando el ublero subre +l que se había comido, 17 Es dicho vigente enla actralidad para indicar que algo no tiene tenta imponancia como pudiera parecer? Es forunla de mldición porque a veces se llevaba a sistras al pacbulo 4 los condenados a muerte por delitos ray graves, conco por ejemplo la mj- ción, 17% hacerse de muevas e “Bungie igno rancia de algo que se conoce”. Nótese como Lucrecia no parece ener duda de los poderes mágicos de Celestina, pre= sus causantes de! dojor de corazón. dle Mehlica; véase X, 1 33. 1% Es decic, quelo Veva consigo, car mino de casa de Melibea? 45 man, los apasionados piden remedio, los lagados medicina; a ti, que losciclos, mar y tierra, con los infernales coneros obedecen a ti, cl *Elsentidonns es claro; cx mo sig fica jortamente, como no solo”; quie 3 quiero cir simplemente 'Jeshacen “Le prohibió con ell miro t9co. * mal proveida: "paco previsora, poco +Cuinta mejor sera pare mí pro meterte (ori Eevos) arce sus cuegos que verme forzada a ofrecérselo” 3El set mediadora ante Dios para conseguir la salvación ie los hombres (uedianera de wi salud) es acuso «la Anjinates: aquí en elsencido ctimo- lógico de “ecgiones juferiores”, las que está debajo de la tierra 219 DÉCIMO AUTO cual todas las cosas a los hombres sojuzgaste,? hrúmilmente suplico des a sni herido corazón softimiento y paciencia con que mi termi blé pasión pueda disimular; no se desdore aquella hoja de castidad que tengo asentada sobre este amoroso deseo. publicando ser otro mi dolor que no el que me atormenta. ? Pero ¿cómo lo podré ha- cor, lastimándome ten cruelmente el ponzoñoso bocado que la vis- ta de su presencia de aquel caballero me dio?" ¡Ob género femí- neo, encogido y frágile! ¿Por qué no fue también a las hembras concedido poder descobria su congojoso y ardiente amor, como a las varones? Que ni Calisto viviera quejoso ni yo penada.* LIOCRECTA. Tía, detente un poquito cabe esta puerta; entraré ver con quién ená hablando mi señora. Entra, cutra, que consigo lo ha. mMeLIBgA. Lucrecia, echa esa anrepuerta.** ¡Oh vieja sabia y hontada, tú scas bienvenida! ¿Qué te parece cómo ha quesido mi dicha y la foraana ha rodeado"! que yo tuviese de eu saber necesi dad, para que tan presto me hobieses de pagar en la misma moneda el beneficio que por ei me fue demandado para ese gencilhombre que curabas con la virtud de mi cordón? CELESTINA. ¿Qué es, señora, tu mal, que así muestra las señas de su tormento en las coloradas colores de tn gesto? 7 «Omala subiecioi sulv pedibas eu (Selmos, VII, $2 Se ha comparado esco pasaje com 10) Jádio che vedi curse le cose, pouó io semperace Pardeate mio dio Pab- bracciarlo in prosonza d'ogal uomo, come lo peimieremente il vedró% (oecaccio, Fiat) 2 * desdoresiene el sentido figurado de “deslwaca", pero su significado recto de “quiteel dorado” ial vez haya omaido la comparación de la castidad con una hoja o limios de oso quese ma para orar *" que disimole mi pasión haciendo ver que mí dolor es curo disimao del que sn realidad mc aquejy.£ *! hocade: aqui, "porción de comida, comparado el exsunormniemo con comer <n orjar suvencado; pero véase bajo, n. 31 2 ay una semejenas pocible entre este monólogo de Melibes y el que pronuncia Filagenia al principio de la comedia del mismo nome. * “que está hablando comigo mis- ama, sole, % 'coninaje quese colocaba pordes lante de las puertas”. Nóress cl jaterés de Melibca porque no la vean con C Vestin desde el estemos 'S quesido: “querido”; codegdos aquí “dado la vuele, evocando nm vez 10 La célebre imagen de la meda de la fory tuna? EL MAL DE MELIRBA 221 MELIBRS. Madre mía, que mo comen este corazón serpientes denwo de mi cuerpo." CELESTINA. (Bien está, así lo quería yo. Tú me pagarás, doña loca, la sobra de tu ira.) MELIBEA. ¿Qué dices? ¿Has sentido en verme alguna causa donde mi mal proceda? CELESTINA, No me has, señora, declarado la calidad del mal ¿Quieres que adevine la cavsa? Lo que yo digo es que recibo mu- ¿ha puna de ver triste tu graciosa presencia MELIBEA. Vieja hovrada, alégraruela tú, que grandes nuevas me han dado de tu saber. CELESTINS. Señora, ol sabidor sólo Dios es.'* Pero como para salud y remedio de las enfermedades fueron repartidas las gracias cm ls gentes de hallar tas melecinas,'* dellas por esperiencia, dellas por arte, dellas pornatural instinco,* alguna partecica alcanzó a esta po- bre vieja, de la cual al presente podrás ser servida. MELIBEA. ¡Oh qué gracioso y agradable se es vírte! Saludable esal enfermo la alegro cara del que le visita. Paréceme que veo mi corazón entre tus manos lecho pedazos; el cual, só quisieses, con ruy poco trabajo juncarias con la virtud de eu lengua, no de orra manera que cuando vio en sueños aquel grande Alexandre, rey de Macedonia, en la boca del dragón la saludable raíz con que sanó a sa criado Tolomeo del bocado de la víbora." Pues, por amor de "a computación del aunor con lo serpiente no es infrecuente em pocgía, :, pero eu el caso de Melibea la saención dielassopíaulcs a sogerido la acción del demonio encerrado €n el ovillo con suit serpenno (IL, 217); recuérdese e Melibea empezó por sentir dolor ce corizón ton pronto como Celestina Te ofveció el lúlado. Por orra parte, es fecuente en la iconograds la imagen del lujucioso o Jujuriosa comido par sorpienes. > ue exorso de in; pora el 10 iró- "ico de doña, véxsel, 1. 245. sabios: aqui, “sabio! ? gracias; abilidades nocucales para go”, que se cutiende que fueron reparó lespor Dios, origen de Loca sabiduria, 46 “No queda claro sí el antecedente de delas es grmias, guuos o melecinas, en sodo caso, lo que quiere siguificar es que hay personas que «cuen Inbilidad sátucal para enconrer remedios a las enfermedades, y que esos remedios Pueden luallase por haberse experimen- tado, por haberse estudiado (10) o por instinto, % hocado; aquí. mordedur?" se ree re a un foso sueño de Alcjandco Magno, en el que un dragón le muusicó dénde encontrar una raíz como la que Meca ev Ta boca, para curar 2 su aná go Prolomeo, mordido por una ser piente; «Quod Alesandro per visun disco radicem im ore gerens apparni, qua inventa ec Proleratenon mibiaron DÉCIMO ALTO Dios, te despojes para más diligente encender en mi mal, y me des algón remedio. CELESTINA. Gran parte de la salud es deseada,* por lo cual creo menos peligroso ser uu dolor. Pero para yo dar, mudiante Dios, congrua y saludable melecina cs necesario saber de ti tres ca- 3952 La primera, a qué parte de tu cuerpo más declina y aqueja el sentimiento. Otca, si us nuevamente por ti sentido,” porque más presto se curan las tiernas enfermedades en sus principios que cuan- do han hecho curso en la perseveración de su oficio; mejor se do- man los animales en su primera edad que cuando ya es su cuero en- durecido 2 para venit mansos la melenas” mejor crecen las plancas que tiernas y nuevas se emsponen,? que las que fiurificando ya se mudan;* muy mejor se despide el nuevo pecado que aquel que por costumbre antigua cometemos cada día. + La tercera, si procedió de algún cruel pensamiento que asentó en aquel lugar.» Y esto sabido, verás obrarimi cura. Por ende, cumple que al médico como al con= fesor se hable tóda verdad abiertamente. suuna venecats pide: percussoma. ct adios multos de cadem peste Bbersvito (Petrarca, hadie 2 % que cuando enca la piel dura!, ésto es, cuando son viejos. * <Jmotadilla que se póne a Jos * ie despojes: “te quites el manto”, ya — bueyesliajo el pogo” y. porsinécdoque, que lo tac puesto porque vies el yago mismo; extste Ja expresión venfr calle. vela suclena por “ser dócil y manso"? «Pass sanitacis volle savaei % “rasplanican, Loro Macul a con tinuación: véase también E, 1. $06. y Pass magna bonitas ext velle cr bo num; sov sencencias de probable ori- gen senequisno.? “conga: "conveniente, adecuada! Y Se trata de un viejo lugar común, canto ceferido los auirunles como a los planas QUEJAS DEL DOLOR Y TEMOR DE LA MEDICINA 293 MELIBHKA. Amiga Celescina, mujer bien sabia y maestra grande, mucho has abierto el camino por dende mi mal te pueda especifiz sat, Por cierto, tú lo pides como mujer bien esporta en curar tales enfermedades. Mi mal os de corazón, la izquierda cota es su apo- sentamienco;* tiende sus rayos a codas partes,“Lo segundo, es nue- vamente nacido en mi cuerpo, que no pensé jamás que podía do- lor privar el seso como éste hace; rúrbamo la cara, quítame el comer, no puedo dommir, ningún género de risa querría ver, La causa o pensamiento, que es la final cosa por ti preguntada de mi mai, ésta nosabré decirte, porque ni mucrte de deudo ni pérdida de temporales Liens ni sobresalto de visión ni sueño desvariado” ni otra cosa puedo sendir que fisose, salvo alteración que tú me causas- te can la demanda que sospeché de parte de aquel caballero Calis- to cuando me pediste la oración. CELESTINA. ¿Cómo, señora? ¿Tan mal hombre es aquél, tan mal nombre es el suyo, que en sólo sec nombrado trac consigo pon- zoña su sonido?" No creas que sea ésa la causa de tu sentimiento, antes otra que yo bamrunto. Y pues que ansí es, si tú licencia me das, yo, señora, te la diré, MELIBEA.. ¿Cómo, Celestina, qué es ese nuevo salario que pi- des? ¿De Ticencia tienes cú necesidad para me dar la salud? ¿Cuál médico jamás pidió cal seguro para curar al paciente? Di, di, que siempre la tines de mí, tal que mi honra no dañes con tus palabras. CELESTINA. Véote, señora, por una parte quejar el dolor, por atra temer la melecina, Ta temor me pone miedo, el miedo silen- dio, el silencio tregua entre tu llaga y mi melecina; así que será cuu- se que ni tu dolor cese ni mi venida aproveche MELIBEA. Cuanto más dilatas la cura, tanto zmás me acrecientas y desiluc: “se inclina, ciendo" son nieto "sufcimiento, dolor" % uevamente recientemente” y tame bién "pos primec vez? ficas. aquí con el valor de “ve- cicates, de paco ciempo'; todavia hoy suele decinsc ea lenguaje médico que ls enfermedades hacen ro O duras, som elsentido de “so desarrolla, evoll- cion; la percveraión de su oficio: “la continuidad de so acción". Que las en fermedades pueden combarirse mejor si se ataca al principio es lugar comta suny fiecuentado.? 3 Es lugar comí, repetido hasta la saciedad cm la predicación y em labor date y difimdida lite sacética «y juridico dela épocas » Colestios sabe que la enferme ¿ad de Melibea es del corsaón, órgano dl pensamicoto, auuci simula per guntarl sí su padecimiento tiene lo ¿que hoy se llamar uns causo psicoso» snática 2 Está ampliamente documentado elproverbio xAl médico, confesor y le- tado, no le tmyas eugañado» (Núñed 42 0.00 de hayas engañado: (Correas) 2 47 ulkiplicas la pena y pasión, O tus melecinas son de polvos de infa- mía y licor de cormupción, conficionados con otro más ceado dolor Y Véase arrita,m, 165 2 cien sus rayas: "izada". Quiere decir que no sóla no e ha sucodido ninguna desgracia mmutenal, dixo que tampoco ha quedado impre- iomada (sobrsali) por ningón sueño ví ón sobrenatural (vida) ys crccncda vulgar todavía y '$ gomte- que la mención de algo o ale gmen es al mismo dieuipo su ánvo: ción, exsencia que os origen de cos tambres como la de anceponer siempee el adictivo «difuntos al nombre de yn muero, no nombrar por su nombre a serpientes y otros animales repugosn= (es, etc? 3% sako: feo, pago porn embe- JO'.aquí ensentido igorido.? * seguro: “salvoconducto o licencia para ejecutaralgo'; talque: "com tale”. 228 DÉCIMO AUTO MELIBEA. Quebrose mi honestidad, quebrose mi empacho, aflojó mi mucha vergiienza. Y como muy naturales, como muy domésticos, no pudieron can livianamente despedirse de mi cara que no Jlevasen consigo su color por algún poco de espacio,? mi fuerza, mi lengua, y gran parte de mi sentido, OM, pues ya, mi nueva muesua, mb fiel secrecaría, lo que 16 can abiertamente co- hoces en vano trabajo por te lo encobrir. Muchos y muchos días son pasados que ese noble caballero me habló en amos; Eanro me fue entonces su habla enojosa cuanto, después que tí nie le tor- maste a nombrar, alegre. Cerrado han tus puntos mi llaga, venida soy en eu querer.” En mi cordón le llevaste envuelta la posesión de mi libertad. Su dolor de muelas era mi mayor tormento, su pena era la mayor mía. Alabo y loo tu buen softimiento, tu cuer da osadía,” tu liberal trabajo, tas solícitos y fieles pasos, eu agrada- ble habla, tu buen saber, vu demasiada solicimd, ta provechosa importunidad. Mucho te debe ese señor, y más yo, que jamás pu- ¿Heron mis reproclres aflacar en esfuerzo y perseverar confiando en ta mucha astucia, Ántes, como fiel seevidora, cuando más denos- tada, rnás diligente; cuando más disfavor, más esfirerzo; cuando peoc respuesta, mejor cara; cuando yo anás airada, tú más humil- de. Pospuesto todo temor.”? has sacado de mi pecho lo que jamás 4 timi a otro pensé descobrir: CELESTINA. Amiga y señora mía, no te maravilles, porque es- cos fines con efecto me dan osadía a softir los ásperos y escrupulo- + sos desvíos de las encerradas doncellas como tú. Verdml es que anto que me determinase, así por e) camino como en en casa, oscnve en andes dudas si te descobriría mi petición. Visto el gran poder de 1 padre, temía; mirando la gentileza de Calisto, osaba; vista a ds creción? me recelaba; mirando eu virtad y Iuunanidad, inc esfor- zaba.7-En lo uzo hallaba el nicdo, enlo otro la seguridad.3 Y pues scñora, has quesido descolir la gran merced que nos has he: * uicato (Corro fas nes quis nó liga). "como muy bobiusales ea a". Ex cce haber uma metáfoca inspirada cm la elacionas entec seños y criados. se e la verglienza con criados (ets, «Isasfondo pa paran Ta honestiial y ¿uésicas) que. al despedirse de su señor», rodavía llevan duraace algón tiempo vesridossus colores” % o que to quieras, mm volontd. 7 Seba señalado uo porlelo con «de cuerda osadía, de prent gentilezas (La; ¿nriaso de Festa, 344 7 *Dejado a un lado todo temor'* 7 discervimicmzo, prudenció. 2 bumawidad: aqui. “bevignidad" 75 «Comoquisra que primero que ld «quizá casual os desterininase estuve cu grandes dez 50 SE CONTIERTA LA PRIMERA CUA 229 cho, declara tu voluntad, echa tus secrecos en mi regazo. Pon cn mis manos el concierto deste desconcierto.” Y o daré forma como tn deseo y el de Calisto sean.en breve complidos. _ MELIAEA. ¡Oh mi Calisto y miseñor, mi dulce y suave aleguíal Si tu corazón siente lo que agora el mío, maravillada estoy coro la ausencia te consiente vivi ¡Ob si madre y nui señora, haz de ma- nera como luego le pueda ver, si mi vida quieres! CELESTINA. Ver y hablar. MFLISEA. ¿Hablar? Es imposible. CELLESTINA. Ninguna cosa a los hombres que quieren hacerla es imposible.77 meLIbLa. Dime cómo. CELESTINA. Yo lo tengo pensado. Yo te lo diré: por entre las prestas de hu casa. MELABEA. ¿Cuándo? CELESTINA. lista noche. MELIBEA. Gloriosa me serás si lo ordenas.*Di a qué hora. CELESTINA. A las doce. MELIBEA. Pues ve, mi señoca, ini leal suniga, y habla con aquel señor. Y que venga muy paso, y de allí se dará concierto según su voluncad a la hora que has ordenado. CELESTINA. A Dios, que viene hacia acá tu madre %: MELIBEA. Amiga Lucrecia, millcal criada y fl secretaria, ya has ¿xisco como no ha sido más en mimano: cativonze el amor de aquel «¿aballero. Ruégote por Dios se cubra con secreto sello por que yo Ence de tan suaveamuor. Tú serás de mí tenida en aquel grado que 5: merece tu fiel servicio í LUCRECIA, Señora, mucho antes de agora tengo seutida eu lag y calido tu deseo; hame fuertemente dolido cu perdición. ¿Cuauto tá uds me querias eucobsir y colar el fsego que te quema- a, tanto más sus llamas se manifestaban en la color de tu cara, en el -poco sosiego del corazón, en el meno de tus miembros, en comer 329,28-230.7 Señora, mucho antes de agora ... que la blanda Usanja Trog. ista vuestra discreción, temía; mi Eds ada vuestra vircud, osaba %% Era juego de palabras comúa.£ 7 Es proverbio latino: «Nil volen dificiles? % lo organizas, lo dispones. eu lo uno alllbac] miedo, y en Lo ocro buscaba la pude (Creel de anos. 2 230 DÉCIMO AUTO sin gana, cn el no dormir. Así que contino se te caían como de en- + dee los manos suñales muy claras de pena.” Pero como en los Lien- pos que la voluntad reina en los señores, o desmedido apetito, cumple a los servidores obedecer con diligencia corporal y no con anificiales consejos de lengua, * sofiia con pena, callaba con temor; ;, encobría con ficldad," de manera que fuera mejor el áspero conses, + jo que la blanda lisonja. Pero, pues ya no tiene tu merced ono mes. dío sino morir o amar,* mucha razón es que se escoja por mejor aquello que en sí lo es.P ALISA. ¿En qué andas acá, vecina, cada día? CELESTINA. Señora, faltó ayer un poco de hilado al peso y ví- ¿ nelo a complir, porque di mi palabra; y treído, voyme; quede ¿ Dios contigo ALISA, Y contigo vaya, Hiju Melibea, ¿qué quería la vieja? MBLISEA. Venderme un poquito de solimán.** ALISA. Eso creo yo más que lo que la vieja rin dijo; pensó que recibiría yo pena dello, y mintiome. Guárdate, hija, della, que es 2P gran Leaidora, que el sotil ladrón siempre rodea las ricas moradas Sabe ésta con sus traiciones, con sus falsas mercadurías, mudar los propósitos castos; daña la fama; a tres veces que entre en vna casa, 5; engendra sospecha. IUCRECIA. (Tarde acuerda nuestra ama.) Aauisa. Por amor mío, hija, que si acá tomare sin verla yo, ques. no hayas por bien su venida ni la recibas con placer; halle en ti he; nescidad en tu respuesta, y jamás volverá; que la verdadera virtad más se tome que espada. MELISEA.. ¿De ésas es? ¡Nunca más! Bien huelgo, señora, de set avisada, por saber de quién me tengo de guardar, 9 asérsae a algo de exe has manos vale producido cosiinadvertidamente"? e agite: “elaborados, resóricas” "fidelidad: S % no riores ot opción intermedia (uedio) si no esmmorir o amar” $3 Sc ha señalado la presencia de 112 concepción del amor similar en la Ho “incubac mend fazor cue, vite q) Eu eonsulendum est...'s.ó 5 complecar. 5% Para el sofia, véase l, 1. 310: mu reftán como «Elsorill 51 ARGUMENTO DEL ONCENO AUTO Despedida Celestina de Melibea, va por la calle sola hablando. Vee a Sei :¿pronio y a Pásmeno que vas a la Magdalena por su seños.5 Serpronio lua ¿Ma con Catisto, Sobrevieno Celestina? Var a casa de Calisto, Deslárale ;: Qelestina su mensaje y negocio recaudado con Melibea.* Mientra ellos en estas razones están, Pármeno y Sempronio entre sí hablan. Despllese Ce- sta de Calisto; va para su cosa, llama a la puesta; Elicia le viene a abrir Cenar y vanse a dorimis, CELESTIMA, SEMPRONIO,-CALISTO, PÁRMENO, ELICIA 4 CELESTINA. ¡Ay Dios, si llegase a mi casa conmi mucha alegría “iicuescasl A Pármeno y a Sempronio veo ir ala Madalena. Fras ellos ¿ne voy, y si abi no estoviere Calisto, pasaremos a su casa a pedirle dbriias de sn gran gozo. SEMPRONI0, Señor, mira que tu estada es clar a todo el mundo e decir.! Por Dios que huigas de ser traído en lenguas, * que al uy devoto Haman hipócrita.” ¿Qué dirán sino qne andas toyendo santos? Si pasión tienes, súftela en tu casa; no te sienta la riera; ¿28 descubras tu pena a los estraños, pues está en nunos el pandero ¿quele sabrá bien tañer.? CALISTO. ¿En qué manos? SEMPRONIO. De Celestina. tiéndase *a la Íydesia de ins" (véase VIN, n. 76) í: "Viene de improviso”, ieimadado: “conseguido com peti leves súplica “8 estadas aquí," presen Hagar. +4 'luryas de dar pi E hipócrita: cl que simula bondad”; iba sobre todo pora refrivss a quien Mag eneste a musmeracios se mostraba isnmente devaro.S ? Para la expresión, vénse IX, 1, 6.% * Para el sigunfiendo de 10 sente a no ln tiva, véase TV, m. 102. El dicho sí es sanos el pandeso que le sabaá bic tañer (uaribién recogido es Santilla, Proverbios) se <usu para fadicar que la persona que interviene en mm asunto es muy apás para concluido con bien; es, por tanto, un elogio de la eficiencia de Celestina como medianera70 306 DECIMOSÉPTIMO AUTO A quién digo? Hermana, sal acá. ¿Qué te parece de espaldas, ales, así salen de mis manos: los 25- cuál le envio? Asi sé yo tratar los . nos, apaleados como éxe y los locos, corridos; y los discretos, es- pantados; y los devotos, alcerados, y las castos, encendidos, Pres prima, aprende, que otra arte es ésta que la de Celestina, armgue ella me cenía por baba porque me quería yo serlo, Y pues ya rene- mos deste hecho sabido cuanto deseábamos, debemos ir a casa de aquol otro cara de ahorcado que el jueves eché delante de ti baldo- nado de mi casa. Y haz tú como que nos quieres hacur amigos, y que me rogaste que (uese a verle, ARGUMENTO DEL DECIMOOCTAVO AUTO Elicia determina de racer las amistades cutre Areúsa y Centrrio por pre- cepto de Areísa,! y van a cosa de Centro, onde ellas de megan que haya dl veugar las muestes en Calisto y Melibea; 0l cual lo prometió delaute de- llas, Y como sea natural a éstos no haces lo que prometen, escúsase como eu el proceso parete. FELICIA, CENTURIO, AREÚSA ET ICIA. ¿Quién está en su casa? CENTURIO. (Mochacho, corre; verás quién osa encrar sin lla EE mara la puerta, Torna, torna acá, que ya he visto quién es)? No 1e +: cabras con el manto, señora; ya no te puedes esconder, ! que cuan= do vi adelante entrar a Elicia, vi que no podía traer consigo mala Compañía ni nuevas que me pesasen, sino que me había de dar placer, . SKEsa, No entremos, por mi vida, más adentro, que se es- ende ya el bellaco, pensando que le vengo a rogar, que más hol- gara con la vista du otras como él que con la muestra, Volvamos, por Dios, que me fino en ver tan mal gesto. ¿Parécete, hermana, que Ine tzacs por buenas estaciones, y que es cosa justa venir de vies- pras? y entrarnos a ver un desucllacaras que ahi está?" Humer las amistades; aquí. vale "me= — valga de tan poco ir encubierza % Y se estieado: "sn biacha, se envanece”; posiblemente evoca el dicho «El min, xñiemtras más le ruegan, más se estien= des (Correas) Ly Sar pora que seovengno; prep: man ig * Como se dicea continuación, Blc hz entrado en la cusa sin Tomas; la £% la que Arcúsa le da a Sosia es una higo, gesto obsceno que solía hacerse «om el puño cerdo, enseñando el dedo pulgar pocenure elíndico y elue= dio, y quese comuderaba capaz dea aunque el pora tu qjo tiene aquí un se tido especialmente ofensivo, al divi se a un hombre de espaldas (de abi: ase + perdona sea irónico)? 52 bo sirve, pues, para laser notar a fos están denuo que lu llegado al- le. guien? : 212 Sepan que se dirige un criado 'Jgrsn que le acompaña (y que no ene “biz imervonción ex: la obea). *Se entiende que Areñsa se cubre 91 e manto con el fn de que Cent /9 no Ja reconorca. No deja de tener :S “efe comicidad que, sia embargo, le “ Alude irónicamente a la práctica religiosa de recorrer las etaiones ds la Pasión (véase E, m. 309). * Titeralmente, *vemr de tozsc has visperas' aquí, probablemente, 'veniea hora del tezo de vísporas”, esto es, al caer la tarde. 3 desueliacaras: literalmente, “desolig— dar de caras” se aplica a 10 rufán, per sona de mala vida. 397 DECIMOOCTAYO AUTO CENTURIO. Las que agora estos días yo uso y más traigo entre manos son espaldorazos sin sangre o portadas de pomo de espada,? o revés mañoso. A otros agujero como larnero" a puñaladas; tajo largo.” estocada temerosa? tito moreal.4 Algúa día doy palos, por dejar holgar mi espada, 3u.1CLA. No pase, por Dios, adelante, Dele palos, por que gue- de castigado y no muerto. : CENTURLO. furo por el cuerpo santo de la letmía, no cs 1nás en mi brazo derecho dar palos sin matar que en el sol dejar de dar vuel- sas al cielo.% Anetisa. Hermana, no seamos osos hsrimeras:* Boga lo que quísicro; mátele como se ls antojaro, Llore Melibua como 16 Las hecho; dejémosle. Centurio. da buena cuenta de lo encomen- + dado; de cualquier muerte holgaremos. Mira que no su escape sin alguna paga de su yerro. CENTURIO, Perdónelc Dios si por pies no se me va.” Muy de gre quedo, señora mía, que ss ha ofrecido caso, auque pequeño; en que conozcas lo que yo sé hacer por ru amor. AREÚSA. Pues Dios te dé buena manderecha” y a él te enco- micndo, que nos vamos CENTUBIO. Él te guíe y te dé más paciencia con los tuyos. .s:'golpos enla espalds!, y com la espada de través, es con la parte plana de la hoja y no <onel flo % revés *golpe que se da con la espo- ¿govsilmente, de izquierda a dere 0: aquí, más que Fabilidoser, seria dado con madas, con astucia y engaño”. 5 scedazo, exiba'S «lies, valpo quese da con la espada de derecha a izquierda" 3 estocada: sel golpe que se de de poa con la esos, herida particular de españoles, más peligrosa que tajo ui revés» ¡Covarcubias);cememas: vemible”, 9 go; "la de esgrima” > fs juramento ridículo, ya que la emnio es "rogativa O súplica en que se iuvoca a Dios y a los santos enpmerát dolos porn order”; equivalía juza por todos lossanos (gue »e mencionar, em la letacía). Los juramentos desm surados del bravacón (o del jugadod) eviscon notable forcaaa cn dos leaf del siglo XV, y sor sin duda reflejo de; vn rasgo de la conducta rcal de lostipa! que inspiraron es ciase de pessomajé Nerasios presión año muy viva, “Dios te dí bueno foreana (cole pírese con XIL, w. 149). Esto convén ciaval expresión de buenos deseosas 55 TRASO EL COJO 30 CENTURIO. ¡AM iván estas putas atestadas de razonest* Agora quiero pensar cómo me excusaré de lo promerido, de manera que piensen que puse diligencia con ánimo de ejecutar lo dicho, y no negligencia por no me poner en peligro. Quiéróme hacer dolien- te:% pero ¿qué aprovecha? que no se apartarán de la demanda * cuando sane? Pues si digo que ful allá y que les hice huir, pedirme ; han señas de quién eran y cuántos iban y en qué lugar los tomé y qué vescidos llevaban. Yo no las sabré dar; helo todo perdido. Pues : ¿qué consejo tomaré que cumpla con mi seguridad y su demanda? ¿Quiero enviar a lamara Traso el Cojo y a sus dos compañeros, y Éecirles que porque yo estoy ocupado esca noche en orro negocio, 1 oras a dar un repiguece de broquelW a ananeza de levadaó para ejear unos garzones,% que me fue encomendado, que todo esto es ; Pasos seguros y donde no conseguirán ningún daño más de la >, terlos bir y volverse 2 dormir, “tha pintado a Cencurio como auanco. dela nano del espadeo (XV, 280), 05 “gerir. de la derecha; en la misos lines, 16:00 que el propio sulídn acaba de lados de que mo es más en mí hr derdio dar palossin mata... Y cargadas de palabras”, aunque no es claro sí on las que ells dicen o las bucnas palabras que Cenruia les ha %Tioso es nombre fecuente del go el mes glorias Csolando Com ya que en griego significa amo xs vorosíntl que aquí provenga Civectamente del Enunh de Terencio. donde aparecen junta» mente vn aus gloiosts Namado Tesso y un centurión. Y 5 «hagan ruido golpeando enel bio- quelcon las ojos e los pornos delases- pados” Utada O Mevada: «<s Véraino de Juego dela esgrima, cuando el quese va parao comracio, antes de ajusians con 4, tra algunos tajs y seveses al aire, pus facilivar el wnovimienco del brazo y extar er colore (Covarrubias). - $ ajear “esparar la caza paca levon— garzones; “muchachos disol1cos 22 st sin riesgo" 3. LA QUERELLA DE LAS MUJERES 1. CRISTINA DE PIZÁN, LA CIUDAD DE LAS DAMAS (1405) 1.1. Aquí empieza el libro de La Ciudad de las Damas, cuyo primer capítulo cuenta cómo surgió este libro y con qué propósito Sentada un día en m i cuarto de estudio, rodeada toda m i persona de los libros m ás dispares, según tengo costumbre, ya que el estudio de las artes liberales es un hábito que rige mi vida, me encontraba con la mente algo cansada, después de haber reflexionado sobre las ideas de varios autores. Levanté la m irada del te xto y decidí abandonar los libros difíciles para entretenerme con la lectura de algún poeta. Estando en esa disposición de ánimo, cayó en mis manos cierto extraño opúsculo, que no era mío sino que alguien me lo había prestado. Lo abrí entonces y vi que tenía como título Las Lamentaciones de Mateolo. Me hizo sonreír, porque, pese a no haberlo leído, sabía que ese libro tenía fam a de discutir sobre el respeto hacia las mujeres. Pensé que ojear sus páginas podría divertirme un poco, pero no había avanzado mucho en su lectura, cuando mi buena madre me llamó a la mesa, porque había llegado la hora de la cena. Abandoné al instante la lectura con el propósito de aplazarla hasta el día siguiente. Cuando volví a mi estudio por la mañana, como acostumbro, me acordé de que tenía que leer el libro de Mateolo. Me adentré algo en el texto pero, como me pareció que el tema resultaba poco grato para quien no se complace en la falsedad y no contribuía para nada al cultivo de las cualidades morales, a la vista tam bién de las groserías de estilo y argum entación, después de e char un vistazo por aquí y por allá, me fui a leer el final y lo dejé para volver a un tipo de estudio más serio y provechoso. Pese a que este libro no haga autoridad en absoluto, su lectura me dejó, sin embargo, perturbada y sumida en una profunda perplejidad. Me preguntaba cuáles podrían ser las razones que llevan a tantos hombres, clérigos y laicos, a vituperar a las mujeres, criticándolas bien de palabra bien en escritos y tratados. No es que sea cosa de un hombre o dos, ni siquiera se trata de ese Mateolo, que nunca gozará de consideración porque su opúsculo no va más allá de la mofa, sino que no hay texto que esté exento de misoginia. Al contrario, filósofos, poetas, moralistas, todos -y la lista sería demasiado larga- parecen hablar con la misma voz para llegar a la conclusión de que la mujer, mala por esencia y naturaleza, siempre se inclina hacia el vicio. Volviendo sobre todas esas cosas en mi mente, yo, que he nacido mujer, me puse a examinar mi carácter y m i conducta y tambi én la de otras muchas mujeres que he tenido ocasión de frecuentar, tanto princesas y grandes damas como mujeres de mediana y modesta condición, que tuvieron a bien confiarme sus pensamientos más íntimos. Me propuse decidir, en conciencia, si el testimonio reunido por tantos varones il ustres podría estar equivocado. Pero, por m ás que intentaba volver sobre ello, apurando las ideas com o quien va mondando una fruta, no podía entender ni admitir como bien fundado el juicio de los hombres sobre la naturaleza y conducta de las mujeres. Al mismo tiempo, sin embargo, yo me empeñaba en acusarlas porque pensaba que sería m uy improbable que tantos hombr es preclaros, tantos doctores de tan hondo entendimiento y universal clarividencia -me parece que todos habrán tenido que disfrutar de tales facultades- hayan podido discurrir de m odo tan tajante y en t antas obras que m e era casi imposible encontrar un texto moralizante, cualquiera que fuera el aut or, sin toparme antes de llegar al final con algún párrafo o c apítulo que acusara o despreciara a las m ujeres. Este solo argumento bastaba para llevarme a la conclusión de que todo aquello tenía que ser verdad, si bien mi mente, en su ingenuidad e ignorancia, no podía llegar a reconocer esos grandes defectos que yo misma compartía sin lugar a dudas con las demás mujeres. Así, había llegado a fiarme más del juicio ajeno que de lo que sentía y sabía en mi ser de mujer. 56 Me encontraba tan intensa y profundam ente inmersa en esos tristes pensamientos que parecía que hubiera caído en un estado de catalepsia. Como el brotar de una fuente, una serie de autores, uno después de otro, venían a m i mente con sus opiniones y tópicos sobre la m ujer. Finalmente, llegué a la conclusión de que al crear Dios a la mujer había creado un ser abyecto. No dejaba de sorprenderm e que tan gr an Obrero haya podido consentir en hacer una obra abominable, ya que, si creemos a esos autores, la mujer sería una vasija que contiene el poso de todos los vicios y males. Abandonada a estas reflexiones, quedé consternada e invadida por un sentimiento de repulsión, llegué al desprecio de mí misma y al de todo el sexo femenino, como si Naturaleza hubiera engendrado monstruos. Así me iba lamentando: -¡Ay Señor! ¿Cómo puede ser, cómo creer sin caer en el error de que tu sabiduría infinita y tu perfecta bondad hayan podido crear algo que no sea bueno? ¿Acaso no has creado a la mujer deliberadamente, dándole todas las cualidades que se te antojaban? ¿Cómo iba a ser posible que te equivocaras? Sin embargo, aquí están tan graves acusaciones, juicios y condenas contra las mujeres. No alcanzo a com prender tamaña aberración. Si es verdad, Señor Dios, que tantas abominaciones concurren en la m ujer, como muchos afirman -y si tú m ismo dices que la concordancia de varios testimonios sirve para dar fe, tiene que ser verdad-, ¡ay, Dios mío, por qué no me has hecho nacer varón para servirte mejor con todas mis inclinaciones, para que no me equivoque en nada y tenga esta gran perfección que dicen tener los hombres! Ya que no lo quisiste así y no extendiste hacia mí tu bondad, perdona mi flaco servicio y dígnate en recibirlo, porque el servidor que menos recibe de su señor es el que menos obligado queda. Así, me deshacía en lamentaciones hacia Dios, afligida por la tristeza y llegando en mi locura a sentirme desesperada porque Él me hubiera hecho nacer dentro de un cuerpo de mujer. (Cristina de Pizán, La ciudad de las damas, ed. Marie-José Lemarchand, Madrid, Siruela, 1995, pp. 5-7). 1. Contra los hombres que pretenden que las mujeres no deben estudiar (Libro II, cap. XXXVI) Yo, Cristina, después de escuchar su alegato, contesté: -Ya veo, Dama mía, cuánto bien han traído las mujeres, y si otras han causado algunos males, me parece que en comparación -a la vista sobre todo del saber que aportaron a las ciencias y a las letras, como antes comentamos- el beneficio ha sido inmenso. Por eso me asombra que haya hombres que opinen que las mujeres no deben estudiar y que impiden que lo hagan sus hijas, esposas o familiares, alegando que los estudios arruinarían sus costumbres. -Esto te demuestra -me respondió-, que las opiniones de los hombres no se fundamentan todas sobre la razón, porque está bien claro que ahí andan equivocados. No se puede admitir que el conocimiento de las ciencias m orales, que enseñan precisam ente la virtud, corrom pa las costumbres. Al contrario, es cierto que las m ejora y ennoblece. ¿Cómo creer que fomenta la corrupción? Es algo que no se puede pensar ni decir. No digo que sea bueno que un hombre o una mujer se enfrasquen en las artes de la brujería u otras ciencias cuya práctica ha prohibido la Iglesia. Pero afirmar que el conocimiento del bien y de la verdad corrom pe a las mujeres es inadmisible. »No compartía esa opinión Quinto Hortensio, hábil retórico y gran orador romano. Tenía una hija, Hortensia, a la que quería mucho y estimaba por la viveza de su inteligencia. Le dio el gusto por las bellas letras y le enseñó la retórica, que llegó a dominar con tanta perfección que en nada desmerecía de su padre: no sólo se le parecía en la sut ileza del ingenio y asombrosa memoria sino que le igualaba en la elocuencia y arte oratoria. 57 3. LUIS DE LUCENA, REPETICIÓN DE AMORES (c. 1497) Es comparada la mujer a cera blanda que siempre está aparejada a recibir nueva forma. Y porque tiene así vario y m udable su propósit o, no esperes que ha de compl ir lo que te prometiere, y por tanto has de venir con la talega abierta al tiempo de la promesa. La mujer es animal imperfecto, variable, engañoso, y a mil pasiones subjeto, sin fe, sin temor, sin constancia, sin piedad, las cuales, si una vegada se desvían del camino, piensan que son libres para discurrir por donde bien les viene; que de alí adelante ni temen amigo ni a marido. Y después de esto, ¿qué el es placer que con ellas se recibe? Cuando luego hombre se arrepiente, gran admonición es aquélla; que después del pecado atormenta luego el ánima un estímulo de conocimiento de lo que ha perpetrado. Harto es luego pésim o el hom bre que tantas veces amonestado no cesa, y punido no se enm ienda, y corregido no es m ejor. ¿Qué es lo que obra aquel acto carnal, sino destrucción de la carne? ¡Pluguiese a Dios que sola la carne destruyese y no matase al ánima! ¿Y qué es otra cosa estar yuntos el hombre y la mujer que bruñir un vaso de vidrio con otro hasta que se quiebren entrambos? Hay algunos que, aunque no sea por la tal operación, dicen que no estaríen sin gozar de verlas y hablarlas. ¿Cuál es tan hermosa que no se halle otra más? La hermosura que habemos de buscar en el cielo está, a la cual ninguna se puede comparar, porque aquella es perfecta. Ésta se dim inuye y caduca; aquélla fi rme, esta otra, mudable; o por una calentura que te lleve de esta vida; y cuando no ha y, queda la vejez. Que aquella tierna cara delicada y linda tornará rugosa. Y aquellas partes de su cuerpo que así loas, por curso de tiempo se tornarán secas, negras, y hediondas y gargagientas. Y los ojos no darán aquel resplendor: El cuello se curvará y el cuerpo todo se tornará tan seco que parezca un tronco. Piensa, pues, que es mejor menospreciar esto que perderlo y en lo que dices que te adeleitas en huir tan suave y tan dulcemente hablar a tu amiga. [...] Son algunas tan dem asiadamente deshonestas que, hartas de vino, descubren sus vergüenzas, mojándose unas a otras. Pues, ¿quién podrá decir las bellaquerías y suciedades que hacen en las romerías o veladas en los templos sacros, y divinas vigilias? ¡Oh cuán loco es quien a semejantes lugares consiente que vayan, como sepa que aun debajo de llave no está hombre de ellas seguro. Y créeme que, si la castidad una vez se ensucia, que no puede ser reparada por continencia que venga. Son así m esmo algunas que, no ignorando cuánta es su pobreza, no menos locura tienen que si sus facultades abastasen para complir sus inmoderados apetitos. [...]. Y si la mujer tiene amigo, antes gastará por él el dote que mate una gallina de buena gana en la enfermedad de su marido. Da al diablo a la m ujer que sabe más cuentos y historias que T ito Livio y enseña al marido cómo ha de hablar. Dime ¿para qué se afeita la mujer?, pues el marido a la noche no puede gozar de besarla sin que se engrude la boca y ensucie la cara con las cosas que se pone para agradar de día a sus amigos, que ni dejan leche de burras y ungüento argentado, ungüento citrino, lanillas, mudas, blanduras, agua de solimán, agua de rasuras, aguas serenadas, aguas de pámpanos, de cabalazas, aceite de mata, de huevos, de trigo, de pepitas, de almendras amargas, dormideros, albayalde, solimán, alcanfor, borrax, esclarimento, atíncar, lanzarotes, angelotes, brasil, harina de habas, de altramuces, judiuelos, haba de mar, garbanzos negros, neguilla, alcohol y atutía, y color y grana de escarlata para adobar los labios. De suerte que, así embarnizadas, yo las llamaría antes templo polido edificado sobre albañal, o sartén con manteca para freír necios que hermosas ni bien apuestas. ¡Oh qué locura tan gran de de las semejantes que desean ser hermosas, y trabajan mudar sus figuras, dem onstrando que Dios no supo form arlas! ¡Oh qué ceguedad de juicio cobdiciar lo que no aprovecha y gemir por lo que daña y empece, y trabajar por guardar lo que no es necesario, que, ni por más que hagan no quitarán que las enfermedades no amarillezcan la cara, o de la vejez no se enruguezca. [...] 60 Es así mesmo la mujer hombre imperfecto, como dice Aristóteles, De animalibus, y compárase al hombre como la sensualidad a la razón. Donde, así como es contra natura que la sensualidad, que naturalmente obedece a la razón, hubiese a aquélla de señorear, así es contra natura tener ella poder de mandar. Y que sean las mujeres más imperfectas parece en cuanto más presto aconsiguen su perfección que los hombres, como ellas a los doce y los hombres hasta los catorce no puedan engendrar. Cierto es que la fruta que más presto se madura, menos se guarada; de suerte que por aconseguir más presto su perfección, es más imperfecta. Y de aquí viene quel consejo de ellas presto es mejor quel de los hombres pensoso; y por esta imperfeción se dijo por ellas: Yerva mala presto crece. ¿Qué pensáis que es la causa que, teniendo tan poca fuerza, las mujeres sostienen sobr e la cabeza tan gran peso? Que la tienen llena de viento, así com o calabaza que jamás se hunde con ningún peso. (Robe rt Archer, Misoginia y defensa de las mujeres. Antología de textos medievales, Madrid, Cátedra, Feminismos, 2001, pp. 281-286). 4. ALFONSO MARTÍNEZ DE TOLEDO, ARCIPRESTE DE TALAVERA O CORBACHO, (1438; Sevilla, 1498) Capítulo IV. Cómo la muger es envidiosa de qualquiera más fermosa que ella Envidiosa ser la muger mala dubdar en ello sería pecar en el Espíritu Santo: por quanto toda mujer, quandoquier que vee otra de sí más fermosa, de envidia se quiere morir. E desta regla non saco madre contra fija, nin hermana, prima nin parienta, que de pura malenconía muérdese los beços, e la una contra la otra collea como mochuelo. Infinge de loçana, mas que non es por remedar a la otra; estúdiase en furtarle los com portes, los aires de andar e fablar, pensando todavía que ella es más loçana: esto es por invidia. E si la otra es blanca e ella vaça o negra, dize luego: «¡Bendita sea a la fe la tierra baça que lieva noble pan! Más val grano de pim ienta que libra de arroz.» Pero si la otra es baça e ella blanca, aquí es el donaire. Dize luego: «Fallan las gentes que Fulana es fermosa. ¡Oh, Señor, y qué cosa es favor! Non la han visto desnuda como yo el otro día en el baño: más negra es que un diablo; flaca que non paresçe sinón a la muerte; sus cabellos negros como la pez e bien crispillos; la cabeça gruesa, el cuello gordo e corto como de toro; los pechos todos huesos, las tetas luengas como de cabra; toda uniza, egual, non tiene facçión de cuerpo; las piernas, muy delgadas, paresçen de çiguena; los pies tiene galindos. De gargajos nos fartó la suzia, vil, podrida el ot ro día en el baño; asco nos tomó a las que aí estávamos, que rendir nos cuidó fazer a las m ás de nosotras. Pues buena fabla non ay en ella; donaire nin solaz buscaldo en otra parte: desfazada, mal airosa e peor aliñosa. Labrar por çierto esto non sabe; coser a punto grueso, hilar, pues, non delgado; non es sino para estrado. Mí- renme las bellas; servidla, que de buenos viene; acompañadla, non vaya sola. Su abuelo el tuerto ge lo soñó, e su padre Pero Pér ez el çapatero, ge la ganó tirando los pellejos con los dientes. Pues, yo vi a su madre vender toquillas e capillejos; muchas vezes vino a mi casa diziéndome si quería comprar alvaneguillas la vieja de su m adre. E vereis su f ija quántos meneos lieva. ¿Quiçá non sabemos quién es? ¡Pues quién se la vee allí arreada donde va, pues si viesen bien su casa, mal barrida, peor regada, de arañas llena, de polvo abondada! E m írenme las bellas: ¡yuy, yuy, pues yuy, vistes y qué vistes, e si lo vistes, pues avrés qué contar! Fízonos Dios, maravillámonos nos. Oíd y ved y contad, y si lo viéredes non lo contedes. ¡Paresçe un eclipsi; reluze como mi ventura qual el día que yo nasçí! Pues ¿si lieva blanquete? ¡A la fe fasta el ojo! Pues ¿arrebol? ¡ Fartura! Las çejas bien peladas, altas, puestas en arco, los ojos alcoholados; la frente toda pelada y aun toda la cara -grandes e chicos pelos- con pelador de pez, trementina... (Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera o Corbacho, ed. Michael Gerli, Madrid, Cátedra, 1992, pp. 160-161). 61 5. SUERO DE RIBERA, RESPUESTA EN DEFENSIÓN DE LAS DONAS Pestilencia por las lenguas que fablan mal de las donas, non sé las tales personas por qué disen de sí menguas; mostrándose maldisientes,5 non por vía de justicia, mas con sobra de maliçia, porque son impotentes. Sostener cosa tan mala, que nasce de vil coraje,10 a hombre de buen linaje, es tacha, si Dios me vala; por cieno, mejor sería rasonar a la comuna, sin desir mal de ninguna,15 usando de cortesía. A los de vil condición consiento que digan mal, seguiendo su natural sin freno de discreción,20 mas, en los tales aferes, cuando será menester, los fidalgos han de ser defensa de las mujeres. En boca de gentil hombre25 mala está la villanía, usando por otra vía conviene que mude nombre, que donas naturalmente, si complasen nuestro modo,30 nosotros somos en todo la causa de açidente. Por lo cual es grand vilesa desir mal de las leales por otras baxas, non tales,35 que callar es gentilesa; en tan vanos pcnsamientos, non querades entender, que asás tenedes que ver en vuestros fallescimientos.40 FIN Todo hombre maldisiente comete tacañería, cuanto más de compañía que non es tanto plasiente; pues de dueñas et donsellas45 mal haya quien mal dixiere, y también el que lo oyere si non responde por ellas. (Poesía Cancioneril, ed. José María Azaceta y García de Albeniz, Barcelona, Plaza y Janés, 1984, pp. 281-283). 6. Diego de Valera, Tratado en defenssa de virtuossas mugeres (Manuscrito, c. 144-1445) Prólogo en el Tratado llamado defenssa de virtuossas mugeres, conpuesto por Mosén Diego de Valera, dirigido a la muy excelente e muy ilustre princesa doña María, reina de Castilla e de León. Como yo fuesse certeficado, muy ínclita Reina e Señora, aver algunos que de la femenil nasción generalmente detraen, movido con zelo de verdat, penssé la temerossa diestra esforçar, costriñéndola por entrañable sentimiento ronper el silencio a la péñola. Sea verdat, muchas vezes en ello dubdase, conosciendo la rudeza e ignorancia de mi, e así mismo temiendo las lenguas de aquellos que aparejados son a malignamente judgar. E después, acatando ser menos mal en tal casso escrevir que del todo so disimulación pasarlo, la sinple obra presente escreví; la qual, como pensasse a quién más dignamente destinara, a mi imaginación previno el tal tratado, como quiera fingiese en él fablar con un mi amigo, devía ser dado a la más virtuossa de las mugeres, no por dignidad de aquél, mas porque ageno merescimiento en algo resplandescer lo fisiese. E como yo 62 8. La Celestina y la vileza de las mujeres CALISTO. ¡Maldito sea este necio, y qué porradas dice! SEMPRONIO. ¿Escociote? Lee los historiales, estudia los f ilósofos, mira los poetas. Llenos están los libros de sus viles y m alos enjemplos, y de las caídas que llevaron los que en algo, como tú, las reputaron. Oye a Salomón do dice que las mujeres y el vino hacen a los hombres renegar. Conséjate con Séneca y verás en qué las tiene. Escucha al Aristóteles, mira a Bemardo. Genti- les, judíos, cristianos y m oros; todos en esta concordia están. Pero lo dicho y lo que dellas dijere no te contezca error de tomarlo en común, que muchas hobo y hay santas, virtuosas y notables cuya resplandeciente corona quita el general vituperio. Pero destas otras, ¿quién te contaría sus mentiras, sus trafagos, sus cambios, su liviandad, sus lagrimillas, sus alteraciones, sus osadías, que todo lo que piensan osan sin deliberar, sus disimulaciones, su lengua, su engaño, su olvido, su desamor, su ingratitud, su inconstancia, su testimoniar, su negar, su revolver, su presunción, su vanagloria, su abatim iento, su locura, su desdén, su sobe rbia, su sujeción, su parlería, su golosina, su lujuria y suciedad, su miedo, su atrevimiento, sus hechicerí as, sus embaimientos, sus escarnios, su deslenguamiento, su desvergüenza, su alcahuetería? Considera qué sesito está debajo de aquellas grandes y delgadas tocas, qué pensam ientos so aquella s gorgueras, so aquel fausto, so aquellas largas y autor izantes ropas, qué im perfición, qué albañares debajo de templos pintados. Por ellas es dicho «Arma del diablo, cabeza de pecado, destrución de paraíso». ¿No has rezado en la festividad de San Juan, do dice «Ésta es la mujer, antigua malicia que a Adam echó de los deleites de paraíso, ésta el linaje humano metió en el infierno, a ésta menospreció Elías profeta», etc.? CALISTO. Di pues, ese Adam, ese Salomón, ese David, ese Aristóteles, ese Vergilio, esos que dices como se sometieron a ellas, ¿soy más que ellos? SEMPRONIO. A los que las vencieron querría que remedases, que no a los que dellas fueron vencidos. Huye de sus engaños. ¿Sabes qué hacen? Cosa que es difícil entenderlas. No tienen modo, no razón, no intención. Por rigores comienzan el ofrecimiento que de sí quieren hacer. A los que meten por los agujeros, denuestan en la calle; convidan, despiden; llaman, niegan; señalan amor, pronuncian enemiga; ensáñanse presto, apacíguanse luego... (Fernando de Rojas (y “antiguo autor”), La Celestina. Tragicomedia de Calisto y Melibea, ed. F. Lobera et al., Barcelona, Crítica, 2000, primer auto, pp. 39-41). 65 4. ROMANCERO 1. PRIMEROS TESTIMONIOS LA DAMA Y EL PASTOR —Gentil dona, gentil dona, dona de bell parasser, los pes tingo en la verdura esperando este plaser.—2 Por hi passá ll'escudero mesurado e cortés; les paraules que me dixo todes eren d'amores. 4 —Tate, escudero, este coerpo, este corpo a tu plaser: las titilles agudilles qu'el brial queran fender.—6 Allí dixo l'escudero: —No es hora de tender; la muller tingo fermosa, fijes he de mantener, 8 al ganado en la sierra que se me va a perder, els perros en les cadenes que no tienen qué comer.10 —Allá vages, mal villano, Dieus te quera mal feser: por un poco de mal ganado dexes coerpo de plaser. 12 Mal me quero mestra Gil e fácelo con drecho: bien mi quere su mujer qui'm echa en son lecho. (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, Barcelona, Crítica, 1994, p. 332). 2. ROMANCES HISTÓRICOS 2.1. MUERTE DE DOÑA BLANCA — Doña María de Padilla, no os me mostréis triste vos, que si me casé dos veces, hícelo por vuestra pro y por hacer menosprecio a doña Blanca de Borbón. A Medina Sidonia envío a que me labre un pendón: será el color de su sangre, de lágrimas la labor. Tal pendón, doña María, le haré hacer por vos, Y llamara a Íñigo Ortiz, un excelente varón: díjole fuese a Medina a dar fin a tal labor. Respondiera Íñigo Ortiz: — Aqueso no faré yo, que quien mata a su señora hace aleve a su señor. El rey, de aquesto enojado, a su cámara se entró, 66 y a un ballestero de maza el rey entregar mandó. Aqueste vino a la reina y hallóla en oración. Cuando vido al ballestero, la su triste muerte vio. Aquél le dijo: — Señora, el rey acá me envió a que ordenéis vuestra alma con aquel que la crió, que vuestra hora es llegada, no puedo alargalla yo. — Amigo — dijo la reina —, mi muerte os perdono yo; si el rey mi señor lo manda, hágase lo que ordenó. Confesión no se me niegue, sino pido a Dios perdón. Sus lágrimas y gemidos al macero enterneció; con la voz flaca, temblando, esto a decir comenzó: — ¡Oh Francia, mi noble tierra! ¡Oh mi sangre de Borbón! Hoy cumplo decisiete años, en los deciocho voy; el rey no me ha conocido, con las vírgenes me voy. Castilla, di, ¿qué te hice? No te hice traición. Las coronas que me diste, de sangre y sospiros son; mas otra terné en el cielo que será de más valor. Romancero antiguo. I. Romances heroicos, ed. Juan Alcina Franch, Barcelona, Juventud, 1969, pp. 188-190. 2.2. ALFONSO V Y LA CONQUISTA DE NÁPOLES Miraba de Campoviejo el rey de Aragón un día: miraba la mar d'España cómo menguaba y crescía; 2 miraba naos y galeras, unas van y otras venían; unas venían de armada y otras de mercadería, 4 unas van la vía de Flandes, otras la de Lombardía; esas que vienen de guerra, ¡oh, cuán bien le parescían! 6 Miraba la gran ciudad que Nápoles se decía; miraba los tres castillos que la gran ciudad tenía:8 Castel Novo y Capuana, Santelmo, que relucía; aqueste relumbra entr'ellos como el sol de mediodía.10 67 — ¡Ay de mi Alhama! Los moros, que el son oyeron, que al sangriento Marte llama, uno a uno y dos a dos juntado se ha gran batalla. — ¡Ay de mi Alhama! Allí habló un moro viejo, de esta manera hablara: — ¿Para qué nos llamas, rey, para qué es esta llamada? — ¡Ay de mi Alhama! Habéis de saber, amigos, una nueva desdichada, que cristianos de braveza ya nos han ganado Alhama. ¡Ay de mi Alhama! Allí habló un alfaquí de barba crecida y cana: — Bien se te emplea, buen rey, buen rey, bien se te empleara. — ¡Ay de mi Alhama! — Mataste los bencerrajes, que eran la flor de Granada; cogiste los tornadizos de Córdoba la nombrada. — ¡Ay de mi Alhama! — Por eso mereces, rey, una pena muy doblada: que te pierdas tú y el reino, y aquí se pierda Granada. — ¡Ay de mi Alhama! (Romancero antiguo. I. Romances heroicos, ed. Juan Alcina Franch, ed. cit., pp. 262-263). 3. ROMANCES ÉPICOS 3.1. BERNARDO DEL CARPIO ANTE EL REY Con cartas y mensajeros el rey al Carpio envió; Bernaldo, como es discreto, de traición se receló;2 las cartas echó en el suelo y al mensajero habló: —Mensajero eres, amigo, no mereces culpa, no; 4 mas al rey que acá te envía dígasle tú esta razón: que no lo estimo yo a él ni aun cuantos con él son,6 mas por ver lo que me quiere todavía allá iré yo.— Y mandó juntar los suyos, d'esta suerte les habló:8 —Cuatrocientos sois los míos, los que comedes mi pan: 70 los ciento irán al Carpio para el Carpio guardar; 10 los ciento por los caminos que a nadie dejen pasar; docientos iréis comigo para con el rey hablar. 12 Si mala me la dijere, peor se la he de tornar.— Por sus jornadas contadas a la corte fue a llegar:14 —Manténgavos Dios, buen rey, y a cuantos con vos están. —Mal vengades vos, Bernaldo, traidor, hijo de mal padre.16 Dite yo el Carpio en tenencia, tú tómaslo de heredad. —Mentides, el rey, mentides, que no dices la verdad;18 que si yo fuese traidor a vos os cabría en parte. Acordársevos debía de aquella del encinal, 20 cuando gentes extranjeras allí os trataron tan mal que os mataron el caballo y aun a vos querían matar.22 Bernaldo como traidor d'entre ellos os fue a sacar. Allí me distes el Carpio de juro y de heredad;24 prometístesme a mi padre, no me guardastes verdad. —Prendeldo, mis caballeros, que igualado se me ha. 26 —Aquí, aquí, los mis docientos, los que comedes mi pan, que hoy era venido el día que honra habemos de ganar.— 28 El rey, de que aquesto viera, d' esta suerte fue a hablar: —¿Qué ha sido aquesto, Bernaldo, que así enojado te has?30 Lo que hombre dice de burla, ¿de veras vas a tomar? Yo te do el Carpio, Bernaldo, de juro y de heredad.32 —Aquestas burlas, el rey, no son burlas de burlar. Llamástesme de traidor, traidor, hijo de mal padre; 34 el Carpio yo no lo quiero, bien lo podéis vos guardar, que cuando yo lo quisiere muy bien lo sabré ganar. 36 (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 117-119). 3.2. BÚCAR SOBRE VALENCIA Helo, helo, por do viene el moro por la calzada, caballero a la jineta encima una yegua baya; 2 borceguíes marroquíes y espuela de oro calzada, una adarga ante los pechos y en su mano una zagaya. 4 Mirando estaba Valencia cómo está tan bien cercada. —Oh, Valencia, oh, Valencia, de mal fuego seas quemada.6 Primero fuiste de moros que de cristianos ganada; si la lanza no me miente a moros serás tornada. 8 Aquel perro de aquel Cid prenderélo por la barba, su mujer doña Jimena será de mí captivada, 10 su hija Urraca Hernando será mi enamorada, después de yo harto d'ella la entregaré a mi compaña.—12 El buen Cid no está tan lejos que todo bien lo escuchaba. —Venid vos acá, mi hija, mi hija doña Urraca. 14 Dejad las ropas continas y vestid ropas de Pascua, aquel moro hi de perro detenémelo en palabras 16 71 mientras yo ensillo a Babieca y me ciño la mi espada.— La doncella muy hermosa se paró a una ventana;18 el moro desque la vido desta suerte le hablara: —Alá te guarde, señora, mi señora doña Urraca. 20 —Así haga a vos, señor, buena sea vuestra llegada. Siete años ha, rey, siete que soy vuestra enamorada. 22 —Otros tantos ha, señora, que os tengo dentro en mi alma.— Ellos estando en aquesto el buen Cid que asomaba.24 —Adiós, adiós, mi señora, la mi linda enamorada, que del caballo Babieca yo bien oigo la patada.— 26 Do la yegua pone el pie Babieca pone la pata; allí hablara el caballo, bien oiréis lo que hablaba: 28 —Reventar debía la madre que a su hijo no esperaba.— Siete vueltas la rodea alderredor de una jara; 30 la yegua, que era ligera, muy adelante pasaba fasta llegar cabe un río adonde una barca estaba.32 El moro desque la vido con ella bien se holgaba. Grandes gritos da al barquero que le allegase la barca;34 el barquero es diligente, túvosela aparejada. Embarcó muy presto en ella, que no se detuvo nada.36 Estando el moro embarcado el buen Cid que llegó al agua y por ver al moro en salvo de tristeza reventaba, 38 mas con la furia que tiene una lanza le arrojaba y dijo: —Recoged, mi yerno, arrecogédme esa lanza,40 que quizá tiempo verná que os será bien demandada. (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 107-110). 3.3. LORENZO DE SEPÚLVEDA ROMANCE DEL REY DON RODRIGO Triste estaba don Rodrigo, desdichado se llamaba; gimiendo estaba y llorando la gran pérdida de España; no sólo porque la pierde, 5 mas porque della fue causa: porque dio bestial amor a esa maldita Cava: que si al rey dello le plugo, a la Cava le pesaba; 10 mas su padre don Julián ha tomado la venganza: él con su malvada hija en Berbería se pasan, con el obispo don Orpas, 15 que con él se concertaba. Hace trato con los moros, 72 —El desdichado Rodrigo yo soy, que rey ser solía. 30 Vengo a hacer penitencia contigo en tu compañía; no recibas pesadumbre, por Dios y santa María.— 32 El ermitaño se espanta; por consolallo decía: —Vos cierto habéis elegido camino cual convenía 34 para vuestra salvación, que Dios os perdonaría.— El ermitaño ruega a Dios por si le revelaría 36 la penitencia que diese al rey que le convenía; fuele luego revelado de parte de Dios un día 38 que le meta en una tumba con una culebra viva y esto tome en penitencia por el mal que hecho había. 40 El ermitaño al rey muy alegre se volvía; contóselo todo al rey como pasado lo había. 42 El rey, d'esto muy gozoso, luego en obra lo ponía: métese como Dios mandó para allí acabar su vida.44 El ermitaño muy santo mírale el tercero día; dice: — ¿Cómo os va, buen rey? ¿Vaos bien con la compañía?46 —Hasta ora no me ha tocado porque Dios no lo quería. Ruega por mí, el ermitaño, porque acabe bien mi vida.— 48 El ermitaño lloraba, gran compasión le tenía; comenzóle a consolar y esforzar cuanto podía. 50 Después vuelve el ermitaño a ver ya si muerto había; halló que estaba rezando y que gemía y plañía.52 Preguntóle cómo estaba: —Dios es en la ayuda mía; —respondió el buen rey Rodrigo—, la culebra me comía;54 cómeme ya por la parte que todo lo merecía, por donde fue el principio de la mi muy gran desdicha.— 56 El ermitaño lo esfuerza, el buen rey allí moría. Aquí acabó el rey Rodrigo, al cielo derecho se iba. 58 (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 140-142). 4. ROMANCES CAROLINGIOS (o de la materia de Francia) 4.1. RONCESVALLES Ya comienzan los franceses con los moros pelear y los moros eran tantos no los dejan resollar. 2 Allí habló Valdovinos bien oyeréis lo que dirá: —¡Ay, compadre don Beltrán, mal nos va en esta batalla!4 Más de sed que no de hambre a Dios quiero dar el alma; cansado traigo el caballo, más el brazo del espada.6 Roguemos a don Roldán que una vez el cuerno tanga: oirlo ha el emperador qu'está en los puertos d' Aspra, 8 que más vale su socorro que toda nuestra sonada.— Oído lo ha don Roldán en las batallas do estaba: 10 —No me lo roguéis, mis primos, que ya rogado me estaba; mas rogadlo a don Renaldos que a mí no me lo retraiga:12 ni me lo retraiga en villa ni me lo retraiga en Francia, 75 ni en cortes del emperador estando comiendo a la tabla,14 que más querría ser muerto que sufrir tal sobarbada.— Oído lo ha don Renaldo qu'en las batallas andaba;16 comenzara a decir, estas palabras hablaba: —¡Oh, mal oviesen franceses de Francia la natural! 18 Por tan pocos moros como éstos el cuerno mandan tocar; que si me toman los corajes que me solían tomar 20 por éstos y otros tantos no me daré solo un pan.— Ya le toman los corajes que le solían tomar: 22 así se entra por los moros como segador por pan, así derriba cabezas como peras d'un peral. 24 Por Roncesvalles arriba los moros huyendo van; allí salió un moro perro qu'en mal hora lo parió su madre: 26 ¡Alcaria, moros, alcaria sí mala rabia vos mate! Que sois ciento para uno, isles huyendo delante. 28 ¡Oh, mal haya el rey Malsín que sueldo os manda dar! ¡Mal haya la reina mora que vos lo manda pagar! 30 ¡Mal hayáis vosotros, moros, que las venís a ganar!— De que esto oyeron los moros aun ellos volvido han32 y a vueltas y revueltas los franceses huyendo van. Atan bien se los esfuerza ese arzobispo Turpín:34 —Vuelta, vuelta, los franceses, con corazón a la lid. Más vale morir con honra que con deshonra vivir.—36 Ya volvían los franceses con corazón a la lid, tantos matan de los moros que no se puede decir.38 Por Roncesvalles arriba huyendo va el rey Malsín, caballero en una cebra no por mengua de rocín;40 la sangre que dél salía las yerbas hace teñir, las voces que iba dando al cielo quieren subir:42 —Reniego de ti, Mahoma, y aun de cuanto hice en ti: hícete el cuerpo de plata, pies y manos de marfil 44 y por más te honrar, Mahoma, la cabeza de oro te hice. Sesenta mil caballeros ofrecílos yo a ti; 46 mi mujer, Abraima mora, ofrecióte treinta mil; mi hija, Mataleona, ofrecióte quince mil. 48 De todos éstos, Mahoma, tan solo me veo aquí y aun mi brazo derecho, Mahoma, no lo traigo aquí;50 cortómelo el encantado, ese Roldán paladín, que si encantado no fuera no se me fuera él así. 52 Mas yo me vo para Roma que cristiano quiero morir; ése será mi padrino, ese Roldán paladín;54 ése me bautizará, ese arzobispo Turpín. Mas perdóname, Mahoma, que con cuita te lo dije,56 que irme quiero a Roma, curar quiero yo de mí. (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 204-207). 76 4.2. INFANCIA Y VENGANZA DE GAIFEROS (Audición) Estando la condesina en su palacio real con peine de oro en la mano para su hijo peinar:2 —Dios te encreciente, mi niño, Dios te deje encrecentar, que la muerte de tu padre tú la vayas a vengar,4 porque a traición le mataron para conmigo casar viniendo de romería de San Juan el de Letrán.— 6 Estando'n estas razones vino el moro de cazar: —¿Qué dices tú, boca negra, o qué te pones a hablar? 8 Que por eso que tú dices el niño ha de pasar mal.— Ha llamado dos criados que al padre comían pan:10 —Id a matar ese niño a los montes de Aguilar y por señas hais traerme el su corazón leal 12 y de su mano derecha también el dedo pulgar. — Iba una perra con ellos, cuidando diban cazar:14 —Mataremos esta perra pues que Dios la truxo acá: corazón de perra blanca del niño parecerá; 16 le cortaremos el dedo: por eso non morirá; le dexaremos aquí, Cristo le consolará.18 — Pasara por allí un tío que venía de cazar: —¿Quién te truxo aquí, sobrino, a los montes de Aguilar?20 —Criados del perro moro que me venían matar.— Ya le coge entre sus brazos y le pone en su ruán; 22 siete años le ha tenido comiéndole vino y pan; Al cabo de los siet' años el niño soltó a llorar. 24 —¿Tú qué tienes, mi sobrino? ¿Tú qué tienes que estás mal? ¿Hízote mal el mi vino o te hizo mal el mi pan 26 o te hacen mal mis criados? Mandarélos despachar. ¿O ves alguna doncella que no puedas alcanzar? 28 —No me hizo mal vuestro vino ni me hizo mal vuestro pan nin me hacen mal vuestros criados: no los mande despachar; 30 ni veo doncella alguna que yo non pueda alcanzar: es la muerte de mi padre que la quiero dir a vengar. 32 —Eres niño muy chiquito pa las armas menear. —Aunque soy niño chiquito me sobra la habilidad; 34 dadme el caballo y las armas que yo le diré a vengar. —Tengo jurado, sobrino, allá en San Juan de Letrán36 mis armas y mi caballo a nadie las emprestar.— El niño desque esto oyó, n'el suelo va desmayar.38 —Arriba, garzón, arriba, non te quieras desmayar: mis armas y mi caballo estarán a tu mandar, 40 mi cuerpecito aunque viejo para el tuyo acompañar.— Quitaron ropas de seda, vistiéronse de sayal; 42 de día anduvieron monte, de noche camino real. A puertas de la condesa van a pedir caridad. 44 — Non lo quiera Dios del cielo nin la Santa Eternidad, que el moro me ha prohibido esta vez y muchas más46 77 con los contentos del juego saliérase a pasear, oyó cantar a su halcón, a su halcón oyó cantar.6 —Si mi halcón no cenó anoche ni hoy le han dado de almorzar, si Dios me deja vivir y a la mañana llegar,8 pechuguita de una gansa yo le daré de almorzar. Subiérase a su castillo y acostóse en su rosal, 10 viera venir un navío sobre aguas de la mar: las velas trae de oro, las cuerdas de oro torçal12 y el mástil del navío era de un fino nogal. Marineros que le guían diciendo van un cantar:14 —Galera, la mi galera, Dios te me guarde de mal, de los términos del mundo, de aires malos de la mar,16 de la punta de Carnero, del estrecho de Gibraltar, de navíos de don Carlos, que son fuertes de pasar.18 —Por tu vida, el marinero, tú volvas ese cantar. —Quien mi cantar quiere oír en mi galera ha de entrar.— 20 Al son de los dulces cantos el conde dormido se ha. Cuando le vieron venir empezaron aferrar; 22 al son de los fuertes fierros el conde recordado ha. —¿Quién es ése o cuál es ése que a mí quiere hacer mal?24 Hijo soy del rey de Francia y nieto del de Portogal. —Si hijo sois del rey de Francia y nieto del de Portogal,26 siete años hacían, siete, que por ti ando a la mar.— Arzó velas el navío y volvíeronse a su civdad. 28 (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 280-283). 6.3. EL PRISIONERO Texto A —Por el mes era de mayo, cuando hace la calor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, 2 cuando los enamorados van a servir al amor; sino yo, triste cuitado, que vivo en esta prisión, 4 que ni sé cuándo es de día ni cuándo las noches son sino por una avecilla que me cantaba al albor;6 matómela un ballestero, déle Dios mal galardón. Cabellos de mi cabeza lléganme al corvejón, 8 los cabellos de mi barba por manteles tengo yo, las uñas de las mis manos por cuchillo tajador. 10 Si lo hacía el buen rey, hácelo como señor; si lo hace el carcelero, hácelo como traidor. 12 Mas quién agora me diese un pájaro hablador siquiera fuese calandria, o tordico, o ruiseñor, 14 criado fuese entre damas y avezado a la razón, que me lleve una embajada a mi esposa Leonor: 16 que me envíe una empanada no de trucha ni salmón sino de una lima sorda y de un pico tajador, 18 80 la lima para los hierros y el pico para la torre.— Oído lo había el rey, mandóle quitar la prisión. 20 (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 284-285). Texto B Mes de mayo, mes de mayo, cuando las recias calores, cuando los toros son bravos, los caballos corredores,2 cuando la cebada engrana, los trigos toman colores, cuando los enamorados regalan a sus amores; 4 unos les regalan lirios y otros les regalan flores. Oh, desgraciado de mí, metido en grandes prisiones 6 sin saber cuándo es de día ni menos cuándo es de noche sólo por una calandria que me canta a mí a las doce;8 tres días que no la oigo, qué será de ella, señores: si andará de mata en mata entre terrón y terrones10 cogiendo la semillita que tiran los labradores. (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., P. 286). 6.4. LA MORILLA BURLADA Yo m'era mora Moraima, morilla d'un bel catar; cristiano vino a mi puerta, cuitada, por m' engañar;2 hablóme en algarabía como aquel que la bien sabe: —Ábrasme las puertas, mora, sí Alá te guarde de mal.4 —¿Cómo t'abriré, mezquina, que no sé quién te serás? —Yo soy moro Mazote, hermano de la tu madre, 6 que un cristiano dejo muerto, tras mí viene el alcaide. Si no me abres tú, mi vida, aquí me verás matar.— 8 Cuando esto oí, cuitada, comencéme a levantar; vistiérame un almejía no hallando mi brial; 10 fuérame para la puerta y abríla de par en par. (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 334-335). 6.5. FONTEFRIDA Fonte Frida, Fonte Frida, Fonte frida y con amor, do todas las avecicas van tomar consolación 2 si no es la tortolica qu'está viuda y con dolor. Por allí fuera pasar el traidor del ruiseñor; 4 las palabras que le dice llenas son de traición: —Si tú quisieses, señora, yo sería tu servidor. 6 —Vete d'ahí, enemigo, malo, falso, engañador, que ni poso en ramo verde ni en prado que tenga flor;8 que si el agua hallo clara, turbia la bebía yo; que no quiero haber marido porque hijos no haya, no,10 ni quiero placer con ellos ni menos consolación. 81 Déjame, triste enemigo, malo, falso, mal traidor, 12 que no quiero ser tu amiga ni casar contigo, no. (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 357-358). 6.6. LA DONCELLA GUERRERA Estaba un día un buen viejo sentado en un campo al sol; pregonadas son las guerras de Francia con Aragón.2 —¿Cómo las haré yo, triste, viejo, cano y pecador?— De allí fue para su casa echando una maldición:4 —¡Reventares tú, María, por medio del corazón! que pariste siete hijas y entre ellas ningún varón.—6 La más chiquita de ellas salió con buena razón: —No la maldigáis, mi padre; no la maldigáis, non, 8 que yo iré a servir al rey en hábitos de varón. Compraráisme vos, mi padre, calcetas y buen jubón;10 daréisme las vuestras armas, vuestro caballo trotón. —Conoceránte en los ojos, hija, que muy bellos son.12 —Yo los bajaré a la tierra cuando pase algún varón. —Conoceránte en los pechos que asoman por el jubón.14 —Esconderélos, mi padre, al par de mi corazón. —Conoceránte en los pies, que muy menudinos son.16 —Pondréme las vuestras botas bien rellenas de algodón. ¿Cómo me he de llamar, padre? ¿Cómo me he de llamar yo?18 —Don Martinos, hija mía, que así me llamaba yo.— Yera en palacio del rey y nadie la conoció 20 si no es el hijo del rey que d'ella se namoró. —Tal caballero, mi madre, doncella me pareció. 22 —¿En qué lo conocéis, hijo? ¿en qué 1o conocéis vos? —En poner el su sombrero y en abrochar el jubón 24 y en poner de las calcetas, ¡mi Dios, cómo ella las pon! —Brindaréisla vos, mi hijo, para en las tiendas mercar: 26 si el caballero era hembra corales querrá llevar.— El caballero es discreto y un puñal tomó en la man.28 —Los ojos de don Martinos roban el alma al mirar. —Brindaréisla vos, mi hijo, al par de vos acostar:30 si el caballero era hembra tal convite no quedrá.— El caballero es discreto y echóse sin desnudar. 32 —Los ojos de don Martinos roban el alma al mirar. —Brindaréisla vos, mi hijo, a dir con vos a la mar: 34 si el caballero era hembra él se habrá de acobardar. — El caballero es discreto, luego empezara a llorar. 36 —¿Tú qué tienes, don Martinos, que te pones a llorar? —Que se me ha muerto mi padre y mi madre en eso va;38 si me dieran la licencia fuérala yo a visitar. —Esa licencia, Martinos, de tuya la tienes ya; 40 82 La reina a Landarico dijo lo que ha pasado: —Mira lo que hacer conviene, que hoy es nuestro fin llegado.— 14 Landarico que esto oyera mucho se h'acuitado: —En mal punto y en mal hora mis ojos te han mirado.16 Nunca yo te conociera, pues tan cara me has costado que ni a ti hallo remedio ni para mí lo he hallado.—18 Allí hablara la reina desque lo vio tan penado: —Calla, calla, Landarico, calla, hombre apocado.20 Déjame tú hacer a mí, que yo lo habré remediado.— Llama a un criado suyo, hombre de muy bajo estado; 22 que mate al rey, le dice, en habiéndose apeado, que sería a boca de noche cuando oviese tornado; 24 hácele grandes promesas y ellos lo han aceptado. En volviendo el rey decía, de aquello muy descuidado.26 Al punto que se apeaba de estocadas le han dado. —¡Traición!— dice el buen rey y luego ha espirado.28 Luego los traidores mesmos muy grandes voces han dado: criados de su sobrino habían al rey matado. 30 La reina hizo gran duelo y muy gran llanto ha tornado, aunque en su corazón dentro otra cosa le ha quedado. 32 (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 313-315). 6.10. RICO FRANCO A caza iban, a caza los cazadores del rey; ni fallaban ellos caza ni fallaban qué traer; 2 perdido habían los halcones, mal los amenaza el rey. Arrimáranse a un castillo que se llamaba Mainés, 4 dentro estaba una doncella muy fermosa y muy cortés; siete condes la demandan y así facen tres reyes,6 robárala Rico Franco, Rico Franco aragonés. Llorando iba la doncella de sus ojos tan cortés, 8 falágala Rico Franco, Rico Franco aragonés: —Si lloras tu padre o madre nunca más vos los veréis;10 si lloras los tus hermanos, yo los maté todos tres. — No lloro padre ni madre ni hermanos todos tres, 12 mas lloro la mi ventura que no sé cuál ha de ser. Prestédesme, Rico Franco, vuestro cuchillo lugués: 14 cortaré fitas al manto que no son para traer.— Rico Franco de cortese por las cachas lo fue a tender,16 la doncella, que era artera, por los pechos se lo fue a meter. —Ansí vengo padre y madre y aun hermanos todos tres.18 (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 325-326). 85 6.11. LA INFANTINA (Audición) A cazar va el caballero, a cazar como solía; los perros lleva cansados, el falcón perdido había.2 Arrimárase a un roble, alto es a maravilla; en una rama más alta vira estar una infantina, 4 cabellos de su cabeza todo el roble cobrían. —No te espantes, caballero, ni tengas tamaña grima.6 Fija soy yo del buen rey y de la reina de Castilla; siete fadas me fadaron en brazos de una ama mía8 que andase los siete años sola en esta montiña. Hoy se cumplían los siete años o mañana en aquel día;10 por Dios te ruego, caballero, llévesme en tu compañía; si quisieres por mujer, si no, sea por amiga.12 —Esperéisme vos, señora, fasta mañana aquel día. Iré yo tomar consejo de una madre que tenía.—14 La niña le respondiera y estas palabras decía: —¡Oh, malhaya el caballero que sola deja la niña!—16 Él se va a tomar consejo y ella queda en la montiña. Aconsejóle su madre que la tomase por amiga. 18 Cuando volvió el caballero no hallárala en la montiña; vídola que la llevaban con muy gran caballería, 20 el caballero, desque la vido, en el suelo se caía; desque en sí hubo tornado estas palabras decía:22 —Caballero que tal pierde muy gran pena merescía; yo mesmo seré el alcalde, yo me seré la justicia: 24 que le corten pies y manos y lo arrastren por la villa. (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 354-356). 6.12. MARQUILLOS Cuán traidor eres, Marquillos, cuán traidor de corazón: por dormir con tu señora habías muerto a tu señor; 2 desque lo hubiste muerto le quitaste el chapirón, fuéraste al castillo fuerte donde está la Blancaflor:4 —Ábreme, linda señora, que aquí viene mi señor; si no lo queréis creer, veis aquí su chapirón.— 6 Blancaflor desque lo viera las puertas luego le abrió, echóle brazos al cuello, allí luego la besó; 8 abrazándola y besando a un palacio la metió. —Marquillos, por Dios te ruego que me otorgases un don:10 que no durmieses conmigo hasta que rayase el sol.— Marquillos, como es hidalgo, el don luego le otorgó;12 como viene tan cansado en llegando se adurmió. Levantóse muy ligera la hermosa Blancaflor; 14 tomara cuchillo en mano y a Marquillos degolló. (Romancero, ed. Paloma Díaz Mas, ed. cit., pp. 362-363). 86 Antologías (además de las antes citadas): Romancero General o colección de romances castellanos anteriores al siglo XVIII, ed. Agustín Durán, Madrid, Atlas, 1945, (consultable en http://www.cervantesvirtual.com/obra/romancero-viejo–0/ Romancero, ed. Giuseppe di Stefano, Romancero, Madrid, Taurus, 1993. El Romancero Viejo, ed. Mercedes Díaz Roig, Madrid, Cátedra, 1988. Bibliografía sobre el romancero: http://www.waldemoheno.net/Medieval/romancero.htm 87
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