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Apuntes selectividad ortega y gasset, Exámenes selectividad de Historia de la Filosofía

Apuntes filosofía ortega y Gasset 2 bachillerato

Tipo: Exámenes selectividad

2017/2018

Subido el 25/09/2018

s.pastor.2018
s.pastor.2018 🇪🇸

4.3

(19)

9 documentos

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¡Descarga Apuntes selectividad ortega y gasset y más Exámenes selectividad en PDF de Historia de la Filosofía solo en Docsity! ORTEGA Y GASSET EL SER HUMANO Para Ortega la filosofía es una reflexión sobre la realidad (ontología) y sobre la vida (antropología). Criticó dos posturas de la filosofía anterior: (1) el realismo, según Ortega, daba por supuesto que la realidad son las cosas mismas, con independencia del yo que conoce; y (2) el idealismo, que sostiene que la auténtica realidad es el yo o el pensamiento, independiente de las cosas, que son dependientes o derivadas del yo que piensa. Lo que pasa es que el pensamiento y las cosas no se pueden separar, no son realidades independientes. Lo real es el la coexistencia del yo con las cosas, del yo con el mundo que no soy yo. Y la vida humana es, por tanto, interdependencia del yo con el mundo. Esta vida es previa a las cosas, de ahí el “vivo, luego pienso”. La célebre afirmación de Ortega, “yo soy yo y mi circunstancia”, es una descripción certera de la vida como realidad radical. Significa que mi vida, mi realidad, me incluye a mí y a todo lo que no soy yo, es decir, todo lo que me rodea. Además, todas las demás realidades radican en ella. Se podría decir que la vida es algo dinámico, es un quehacer. El filósofo entendió el término circunstancia en dos sentidos: (1) en un sentido general, es el marco histórico y cultural; y (2) en un significado más concreto, expresa multitud de circunstancias pequeñas. Ortega estableció que era necesario dar con algunas categorías o atributos que ayudasen a identificar y comprender bien la vida. Vivir es: (1) sentirse vivir, saberse existiendo, darnos cuenta de que actuamos con el mundo; (2) acción y proyecto, convivir con lo que me rodea, hacer y acontecer; (3) problemática y cargada de posibilidades, la circunstancia se nos impone, la vida es algo imprevisto que no ha sido prefijado ni preparado de antemano; (4) libertad, la circunstancia no nos determina por completo, por tanto, debemos decidir entre diversas opciones lo que vamos a hacer en este mundo (no hemos elegido vivir ni hemos escogido el mundo en el que vivimos, pero estamos obligados a elegir qué hacer ello); (5) lucha y esfuerzo, ya que la circunstancia se nos hace negativa y lleva consigo que nunca consigamos todas nuestras aspiraciones, pero las dificultades despiertan nuestras capacidades y nos hacen crecer; y (6) futurición, tiene carácter histórico, no está acabada y mira adelante, el pasado y el presente tienen sentido en relación con el futuro y es un proyecto personal intransferible. EL CONOCIMIENTO Lo que ocupó a Ortega en la primera etapa de su pensamiento fue el objetivismo, doctrina que demandaba adoptar la ciencia como modelo de conocimiento, ya que esta adopta método y racionalidad, en definitiva, objetividad. El objetivismo consistía, por tanto, en definir las cuestiones con rigor y juzgar las cosas con la razón y no con la pasión. La realidad ha de explicarse desde una teoría elaborada dentro de un pensamiento sistemático. En la segunda etapa de su filosofía defendió que todos conocemos las cosas desde una perspectiva vital, desde un punto de vista particular y exclusivo, único (perspectivismo). Existen infinitos puntos de vista y todos estos son válidos para conocer la realidad, que es poliédrica. Con el perspectivismo pretendió superar: (1) el racionalismo, que salva la verdad universal y unitaria, pero anula la multiplicidad y el dinamismo de la vida; y (2) el relativismo, que defiende la multiplicidad de la vida y su movilidad, pero elimina la verdad objetiva. Al mismo tiempo, el perspectivismo toma: (1) del relativismo, que la realidad es múltiple y cambiante, con numerosas perspectivas posibles; y (2) del racionalismo, que las perspectivas no se excluyen y se han de unificar, son complementarias. La verdad surge, por tanto, de la unificación de las perspectivas. La realidad es relativa, pero la verdad es absoluta. Cada perspectiva es verdadera totalmente en sí misma. De todo esto se concluye que el conocimiento nunca es definitivo, siempre se pueden añadir perspectivas (sólo en Dios están todas las perspectivas). En su tercera y última etapa, reflexionó sobre las dos perspectivas más radicales: la razón y la vida (raciovitalismo). Trató de superar: (1) el racionalismo, que emplea una razón abstracta y que no alcanza la vida; y (2) el vitalismo irracional, que sustituye la razón por el instinto y deja a la vida sin rumbo. Para superar estos extremos, Ortega planteó un nuevo concepto: la razón vital, donde se unen los conceptos de razón y vida, de forma que la razón es una función vital y está integrada en la vida. Así pues, la razón vital es la razón en un sentido pleno, ya que engloba la razón pura o abstracta. Además, capacita al hombre para entender la vida y tomar decisiones sobre ella. Por otro lado, también es razón histórica porque capta la vida humana en su temporalidad e historicidad. La historia es imprescindible para conocer la vida humana, ya que constituye un elemento esencial de la circunstancia individual y social del ser humano. La razón histórica nos ayuda a descubrir una nueva perspectiva para nuestra vida, llena de novedosas posibilidades. Además, la historia solo se puede hacer a posteriori, no a priori (no prejuicios). La razón vital se expresa en el pensamiento, actividad con la que tratamos de entender la circunstancia y el yo. Ortega escribió: “yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo”. Por “salvar”, Ortega se refiere a “entender”. Hay que distinguir, según Ortega, dos tipos de pensamiento: (1) el conocimiento, que usa conceptos y da lugar a creencias que ofrecen seguridad y se aceptan de una manera inconsciente; y (2) el pensamiento en sentido pleno, que produce ideas que nos orientan, estas son algo nuevo y conllevan riesgo (estas cuestionan las creencias, pero pueden envejecer y convertirse en creencias). El ser humano recurre a la filosofía con la esperanza de esclarecer la vida y alcanzar una explicación de todo lo real, que incluya el sentido de la vida, de sí mismo, de la historia y del universo. Para buscar ideas nuevas, sin prejuicios, para saber a qué atenerse. LA SOCIEDAD/POLÍTICA El pasado histórico. Cada persona tiene una herencia cultural (conjunto de creencias e ideas), de la que debe tomar conciencia histórica, para aprender y mejorar el futuro. La historia está llena de aciertos y errores. El hombre ha de vivir del pasado, pero no en el pasado (tradición no es lo mismo que tradicionalismo). Ortega recurrió a las generaciones para comprender la historia, porque consideró que las edades o épocas no eran suficientes. Por generación entendió un conjunto de hombres que tienen, aproximadamente, la misma edad y conviven en la misma circunstancia, manteniendo cierto contacto vital.
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