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Apuntes sobre las guerras Marcomanas, Apuntes de Historia

Apunte sobre la historia y el desarrollo a lo largo del tiempo de las guerras Marcomanas.

Tipo: Apuntes

2015/2016

Subido el 31/01/2016

chicamorena
chicamorena 🇲🇽

4.3

(102)

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¡Descarga Apuntes sobre las guerras Marcomanas y más Apuntes en PDF de Historia solo en Docsity! Las Guerras Marcomanas Introducción Las guerras Marcomanas, denominación que se da a la serie de conflictos contra los bárbaros germánicos durante el Imperio de Marco Aurelio, tienen sin duda alguna un bagaje histórico de significante importancia. En primer lugar ocurrieron en un tiempo en que el Imperio Romano estaba en su pleno apogeo. Su fortaleza militar era indiscutible y hasta podemos decir que para el ciudadano Romano promedio era inimaginable la idea de que el Imperio pudiera llegar a peligrar o ser amenazado. Sin embargo como ocurre con las tormentas, el caos llega de golpe. Roma, tras siglos de mantener su territorio limpio de invasores, se ve invadida en su propio patio trasero. No solo eso, sino que era tal la sorpresa y conmoción de la invasión que Roma se encontró con que no tenía un ejército lo suficientemente grande como para enfrentar a los invasores. Sería Marco Aurelio, el Emperador Filósofo, quien se encargara de organizar un masivo ejército de dimensiones épicas para repeler a las hordas, y no solo sería repelerlas, sino que también llevaría la guerra al territorio enemigo. Antecedentes Tras el cambio de Emperador, en el que Marco Aurelio y Lucio Vero subieron al trono de Roma, una serie de conflictos nefastos sucedieron en tan rápida sucesión que el Imperio quedó prácticamente tambaleando. Primeramente los neófitos Emperadores debieron enfrentar a una revitalizada Partia, al mando del Rey Vologeses III. Este conflicto requirió de una gran cantidad de hombres, y si bien absolutamente exitoso a favor de Roma, hizo que el Imperio Romano debiera extraer varias tropas de la frontera septentrional -es decir la frontera con el Danubio- para poder cumplir con los requerimientos de hombres que necesitaban los ejércitos de Oriente. Esta guerra llevaría del 161 al 166, pero sus consecuencias causarían aun más muertes que el hierro enemigo mismo. Al volver las tropas de Oriente trajeron consigo una peste, de tal magnitud y calibre que azotaría no solo a los ejércitos sino a toda la población de Roma y sus provincias. En los ejércitos los legionarios comenzarían a caer como moscas, mermando y flaqueando sus números y formaciones. Soldados veteranos altamente experimentados perecerían no por las armas del enemigo sino que lo harían en un catre de campaña por las armas de la biología. En conjunto a ésta crisis los Godos y algunas otras hordas masivas comenzaban a reclamar nuevos territorios desde el Este. Originando un efecto domino de pueblos que se desplazaban mutuamente. Ante ésta crisis y ligereza en la frontera Romana, combinada con la necesidad de nuevos territorios de los pueblos germanos, llevaría a que dichas tribus no lo pensaran dos veces en poner pie en el territorio de Roma. Características Los Romanos sabían que una guerra contra los Germanos era inevitable, pero debieron de posponerla constantemente debido a los recursos y esfuerzos que les estaba llevado vencer a los Partos. Históricamente ésta serie de conflictos contra los pueblos bárbaros es conocida como Las Guerras Marcomanas, ya que fueron los Marcomanos quienes presentaron la mayor amenaza. No obstante en ellas además participaron varios otros pueblos y tribus germánicas La primer guerra contra los bárbaros (166-175) se subdivide en dos etapas: La primera consta de los ataques iniciales y las primeras incursiones en territorio Romano por los bárbaros; hasta alcanzar la Península Itálica y sembrar el terror de los ciudadanos de Roma. La segunda etapa consta de la contraofensiva Romana y el masivo contraataque que lleva la guerra al Norte del Danubio, es decir, al corazón del territorio enemigo. Sin embargo un ejército sufrido de amplias bajas y una revuelta en Egipto llevarían a finalizar la guerra con rapidez en el 175. La segunda guerra contra los bárbaros se inicia en el 177, con una nueva rebelión y el quebrantamiento de la paz por parte de los Germanos, terminando abruptamente con la muerte de Marco Aurelio y los deseos de su hijo y sucesor, Comodo, de volver a Roma para disfrutar del lujo y la pompa. Antiguo dibujo que representa a un marcomano en campaña. Podemos ver la distintiva forma de su escudo como así también las particulares y mortíferas lanzas que solían utilizar. Años 166 y 167 un tiempo oscuro para Roma Los primeros ataques tienen lugar en el año 166 cuando Marcomanos, Cuados, Hermunduros y varios Naristos cruzan el Danubio. Eran ataques al azar y sin una logística o meta bien establecida. Fue la legión I Adiutrix, emplazada en la provincia Romana de Pannonia, la primer fuerza en chocar contra los invasores. Aunque saliendo victoriosos los Romanos en primera instancia, ahora los Germanos sabían de propia vista lo debilitadas y pobres que eran las defensas fronterizas de las legiones. Formando una alianza con los Victuales los Marcomanos decidirían atacar en Septiembre, con una horda de dimensiones masivas. Este ataque aplastaría las guarniciones del lugar y una importante línea de fortificaciones fronterizas. El singular y enorme avance por parte de las hordas bárbaras consiguió algo sin igual, entrando a la Cisalpina por el paso de Nauportus, las hordas logran ingresar a Italia. El problema fue de tal magnitud que el temor comenzó a azotar a los habitantes de toda la región. Temor que no era injustificado ya que en la zona no se contaba con ninguna legión, y menos aun un ejército, lo suficientemente fuerte como para plantear una resistencia seria hacia los atacantes. Por primera vez, desde el saqueo de Roma cometido por los Galos hacia más de 500 años, o la invasiones Teutónicas hacia 250 años, que la existencia de Roma misma se veía en serios apuros. Marco Aurelio, quien debió pensar rápidamente en una solución al problema que acontecía, se vio en la necesidad de formar un ejército especial que contenía a gran parte de la Guardia Pretoriana más las El levantamiento de Ávido Casio Mientras se estaba luchando la guerra contra los bárbaros Germanos Marco Aurelio debió responder a un peligro en Oriente. Avido Casio, uno de los mejores generales de Roma -cuya practicidad y experiencia fueron fundamentales en la guerra contra Partia- y "virrey" de los territorios de Oriente, tras un rumor de la muerte de Marco, provoca una revuelta en Egipto y proclama ser el nuevo Emperador del Imperio -muchos recuentos dicen que muy posiblemente en confabulación con la esposa de Marco Aurelio-. Dejando de lado su reorganización de la frontera Septentrional y dirigiéndose a Oriente para enfrentar al general renegado, Marco Aurelio, parte rápidamente. Pero esto mostraría no haber sido una amenaza tan grande como se creía en un principio cuando Avido Casio es asesinado por un oficial leal al emperador y, de ésta manera, terminada la sublevación. Marco Aurelio no desaprovecharía su visita y se dedicaría a organizar los territorios. Se enfocaría principalmente en Atenas. 177 a 180 Los nuevos enfrentamientos y la muerte de Marco Aurelio Debiendo enfrentar un nuevo conflicto con los Germanos producto del quebrantamiento de la paz general firmada en el 175, Marco Aurelio debe abandonar su viaje por Oriente y dedicarse a proteger la frontera Norte. Con su salud debilitada decide llamar a su hijo Comodo a su lado, quien estaba declarado como su futuro sucesor. En un principio la guerra marchaba dentro de todo bien. Tan bien que el fin de la amenaza bárbara estaba por alcanzarse. Marco Aurelio los tenía literalmente sometidos y arrinconados. Pero fue, según se cree, la misma peste que trajo el ejército Romano de la guerra contra Partia en el 166, la que acometió contra la vida Marco Aurelio un 17 de Marzo del 180 en la ciudad Viena. Los restos de Marco fueron llevados al impresionante Castillo De San Angelo. más allá de los resultados iniciales la guerra ésta estaba lejos de finalizar, según se estima era necesario más de un año de guerra para concretar las intenciones de Marco Aurelio. Comodo, de 16 años, sin experiencia y deseoso de lujos y pompa, llega a un acuerdo de apuro con los Germanos. Un grave error que les daría una oportunidad única de revitalizarse. Entre los lugartenientes más confiables de César se encontraban a su disposición los legados Lucio Julio César, Marco Antonio, Tito Labieno, Publio Craso -hijo de Craso- y Quinto Tulio Cicerón. Plutarco nos da un relato, muchos dirán que exagerado pero no así excesivo, de las estadísticas de esta guerra comentándonos que 800 ciudades fueron conquistadas, 300 tribus sometidas, 1 millón de esclavos fueron tomados, y unos 3 millones de muertos que fueron el resultado de 8 años de duros y sangrientos combates.así mismo el flujo de riquezas que llegaban a la capital producto del saqueo en los pueblos Galos era tal que la economía romana se vio aliviada en gran medida. Suetonio hace un recuento de los hechos: En los nueve años de su mando realizó las siguientes empresas: Redujo toda la Galia comprendida entre los Pirineos y los Alpes, las Cevennas, el Ródano y el Rin, a provincia romana, exceptuando las ciudades aliadas y amigas, obligando al territorio conquistado al pago de un tributo anual de cuarenta millones de sestercios. Fue el primero que, después de tender un puente sobre el Rin, atacó a los germanos al otro lado de este río, y que consiguió señaladas victorias sobre ellos. Atacó también a los bretones, desconocidos hasta entonces, los derroto y exigió dinero y rehenes. En medio de tantos éxitos, únicamente sufrió tres reveses: uno en Bretaña, donde una tempestad estuvo a punto de aniquilar su flota; otro en la Galia, delante de Gergovia, donde fue derrotada una legión; y el tercero en el territorio de los germanos, donde perecieron en una emboscada sus legados Titurio y Aurunculeyo Las rebeliones comenzaron a acentuarse para este año, 54 AC, y siendo otra vez los Belgas causantes de serios problemas a los Romanos. Tal era la situación que más de una decena y media de cohortes fue aniquilada. Durante el 53 y 52 AC la situación en la frontera del Rhin fue tan intensa que requirió la atención total de las tropas cesarianas. Dos hordas germánicas -Usipetes y Tencteros-, que se cree eran de un total de 500 mil hombres. César elimina esta horda masiva con una estrategia libre de cualquier escrúpulo, cita a los líderes invasores con la intención de llegar a un acuerdo pero cuando éstos se hacen presentes, seguidos por una escolta que rondaba entre los 35 mil y 45 mil hombres, César los aplasta con varias legiones dejando descabezadas a las hordas enemigas -traición que sus rivales en Roma no tardan en utilizar como herramienta política-. Fue esta acción considerada vil y ruin junto con la creciente laxitud en que se encontraban los pueblos Galos regidos por Roma -producto de los problemas enfrentados por César tanto en la frontera germánica como en la política Romana- conjugado con la falta de protección que llevó a que las distintas tribus Galas comenzaran a agruparse en un foco de resistencia conjunto, para lograr así su independencia de Roma, al mando de Vercingétorix -jefe de los Avernos caracterizado por su nobleza y astucia-. Los combates siguientes entre las tropas de este rey Galo y las legiones de César serían considerados épicos, diferentes estrategias e incluso tácticas fueron creadas. Incluso el mismo César se vería derrotado en la batalla de Gergovia. Con la ayuda de 3 nuevas legiones César encierra a Vercingétorix en Alesia luego de una decisiva victoria en Avaricum. Pero los Galos no se quedarían de brazos cruzados e irían al auxilio de su jefe, encerrando a César en un combate cruzado. Por un lado los encerrados al mando de Vercingétorix y por otro lado las tropas que venían a relevar el asedio. Es en el libro VII de los Comentarios de la Guerra de las Galias que César nos comenta lo intenso de esta batalla, donde gracias a la astucia de sus ingenieros, quienes divisaron un sistema de atrincheramientos en dos cinturones repletos de trampas, torres, picas y demás artilugios de defensa que le permitirían resistir hasta hambrear de tal manera a los sitiados que decidieron rendirse y entregar a Vercingétorix a cambio de sus vidas, pero el castigo por dicha insurrección sería medido en ríos de sangre en toda la Galia. César tras ordenar su cautiverio, el de Vercingétorix, lo retuvo prisionero durante 6 años, para luego decretar su ejecución durante su pompa triunfal -se dice que los leales Celtas que aún lo consideraban su legitimo gobernante, lograron recuperar su cuerpo y despedirlo de acuerdo a las milenarias tradiciones de su gente
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