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Modelos interpersonales en Personalidad y Psicopatología: Sullivan, Leary y Relaciones - P, Apuntes de Psicología de la Personalidad

La importancia de los modelos interpersonales en la comprensión de la personalidad y la psicopatología, a través de la obra de sullivan, leary y otros teóricos neofreudianos. Se explora el nuevo enfoque en las transacciones interpersonales y sus consecuencias intrapsíquicas, así como la importancia de las fuerzas interpersonales en la salud mental. Se abordan temas como la dominancia/sumisión y el amor/odio, y se discuten las primeras aplicaciones de la teoría interpersonal en personalidad y psicoterapia.

Tipo: Apuntes

Antes del 2010

Subido el 23/11/2009

nuuriia
nuuriia 🇪🇸

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¡Descarga Modelos interpersonales en Personalidad y Psicopatología: Sullivan, Leary y Relaciones - P y más Apuntes en PDF de Psicología de la Personalidad solo en Docsity! Introducción a los modelos interpersonales en personalidad y psicopatología En primer lugar, cabe destacar la importancia del Compendio de psicoterapia interpersonal de Anchin y Kiaser en el cual Hans Strupp expuso en un prólogo (1982) el nuevo énfasis en las transacciones interpersonales –entre paciente y terapeuta, paciente y miembros familiares y paciente y otras personas significativas- y sus consecuencias intrapsíquicas; ésto provocó cambios en el paradigma. La psicología interpersonal creció a partir de escritores teóricos neofreudianos –Karen Horney, Frieda Fromm-Reichmann, Erich From- pero sobre todo, gracias a los apuntes sistematizados del psiquiatra y profesor Harry Stack Sullivan, quien fue el primer clínico que prestó atención al examen terapéutico de las relaciones entre paciente y terapeuta en una consulta, considerándolo sintomático de cómo el paciente estructuraba su mundo interpersonal. Sullivan siempre preguntaba la misma cuestión: ¿qué está intentando hacer esta persona conmigo o hacia mí en esta situación? Así como también prestaba atención a las descripciones del paciente o de terceras personas para ver cómo se comportaba el paciente en sus relaciones con otras personas. La más famosa tesis de Sullivan decía que “la gente hace que los otros se sientan enfermos, y la gente también es responsable de que se sientan mejor”. Timothy Leary trabajó en la continuación de los trabajos de Sullivan y de Haren Horney relacionados con la importancia de las fuerzas interpersonales en la salud mental. Leary se centró en cómo los procesos interpersonales pueden ser usados para diagnosticar patrones de personalidad o desordenes de personalidad y puso los cimientos de las transacciones interpersonales. Siguiendo los pasos de Sullivan llegó a establecer dos temas independientes: dominancia/ sumisión y amor/odio. Las primeras aplicaciones de la teoría interpersonal han sido en personalidad y psicoterapia. El Compendio de psicoterapia interpersonal proporcionó una excelente introducción para obtener una visión interpersonalista de la personalidad y de cómo proceder en la tarea de ayudar a la gente a cambiar. Supuestos generales acerca de la personalidad Este término tan abstracto comprende un continuum de significados que va desde los atributos más periféricos que usamos para distinguir a la gente; los llamados rasgos. Hasta lo que consideramos la esencia de las persona; conocido como carácter. ¿Qué es la personalidad? No es posible recurrir a ninguna definición substantiva de la personalidad sin caer en generalidades. A pesar de ello, hay algunos supuestos acerca de la personalidad que son generalmente adaptados: 1. La personalidad tiene que ver con la identidad y la diferencia. Sabemos que existen regularidades en la conducta que persisten a lo largo del tiempo. Por ejemple: los niños agresivos probablemente serán adultos agresivos, mientras que mostrar una conducta prosocial durante la juventud predice el mismo tipo de conducta 22 años después. Por tanto, la identidad de una personalidad tiene que ver con su estabilidad; con lo que es consistente y predecible de una persona en el tiempo. La diferencia se refiere a lo que distingue una persona de otra, haciendo a cada persona única y distinta. Las teorías de la personalidad tienden a enfatizar lo común entre la gente mientras que los estudios de caso único se trata más con los patrones singulares de un individuo particular. Algunos estudios han identificado la creatividad como sexto factor pero no presenta el mismo grado de consistencia que los otros cinco factores y, por tanto, no se considera tan fiable. Supuestos interpersonales acerca de la personalidad La orientación interpersonal es más un planteamiento que una teoría formal de la personalidad, por tanto, sólo hablaremos de algunos supuestos fundamentales con los que la mayoría de teóricos interpersonales están de acuerdo. 1. La personalidad se manifiesta sólo en situaciones interpersonales. Los interpersonalistas insisten en que puede comprenderse mejor la personalidad dentro del contexto de las transacciones sociales. Sullivan, nombrado anteriormente por su importancia en las relaciones paciente-terapeuta; argumenta que la palabra personalidad no tiene ningún significado si la separamos de las interacciones características que cada persona tiene con los otros. Esto no quiere decir que la personalidad desaparezca cuando no hay nadie presente, de hecho, interactuamos tanto con aquellos que están presentes como con aquellos que llevamos en nuestras cabezas. P.ej: alguien abandonado en una isla desierta interactúa con otros personajes imaginarios. Definición de personalidad: “La personalidad no es más… que el patrón de regularidades que puede observarse en las relaciones de un individuo con las otras personas, las cuales son reales en el sentido de actualmente presentes, o reales pero ausentes y por tanto personificadas o ilusorias.” 2. Nuestro self se desarrolla a partir de nuestras experiencias interpersonales tempranas. Sullivan enseño que el autoconcepto (patrones de autopercepción) y el sistema del yo (patrones de defensa ante la ansiedad) se desarrollan a partir de las transacciones interpersonales que se tienen con las otras personas significativas. Explicó que el contenido del self se basa en las valoraciones reflejadas por los otros sobre uno mismo. Es decir, que nuestros autoconceptos tienden a reflejar lo que creemos que los otros ven en nosotros. Además, el punto de vista interpersonal sugiere que los dos primeros determinantes de la conducta social son: 1) las predisposiciones personales basadas en la autodefinición que uno tiene, y 2) el ambiente tal y como es percibido por el individuo. 3. La motivación de la conducta es conseguir satisfacción, seguridad e intimidad. La perspectiva interpersonal reconoce que la conducta viene motivada frecuentemente por la necesidad de satisfacción de ciertas tensiones biológicas como el hambre, la sed, el sexo y otras. Sin embargo, nos centraremos en las necesidades de seguridad e intimidad del individuo. La seguridad se mantiene evitando o minimizando la ansiedad, mientras que la intimidad se consigue a través de la proximidad emocional con los otros. Como Sullivan señaló, la ansiedad se encuentra entre una de nuestras experiencias más desagradables. En el esquema de Sullivan, la ansiedad se produce cuando la autoestima se ve amenazada y por tanto, se considera un fenómeno claramente interpersonal. De hecho, Carson sugiere que “la adopción de una postura interpersonal determinada tiene en gran parte la función de producir una postura particular en otra persona”, es decir, una respuesta complementaria. En general, los modelos interpersonales predicen que la complementariedad ocurre de forma coincidente con respecto a la afiliación (el amor provoca amor y el odio elicita odio) y en base a su reciprocidad con respecto al control (la dominancia genera sumisión y viceversa). Como hemos comentado, después de la seguridad, otro motivo es la necesidad de intimidad. Los interpersonalistas asumen que la gente es sociable por naturaleza y que la intimidad refleja aquella cualidad de las relaciones interpersonales que más favorece la felicidad, la satisfacción y el sentido de la vida humana. Igual que la necesidad de seguridad está asociada con la evitación de la ansiedad, la necesidad de intimidad se asocia con la evitación de la soledad. Dicho de otra forma, la soledad nos conduce hacia la intimidad. “Necesitamos sentirnos implicados con la otra gente y haremos todo lo posible para conseguirlo; preferimos la complicidad del amor, pero si éste se nos escapa nos conformamos con el odio.” Frecuentemente existe un conflicto inherente entre la intimidad y la seguridad: la intimidad requiere ser franco (no puedes tener intimidad con alguien que no te conoce), y la franqueza con uno mismo inevitablemente comprende sentir amenazada la autoestima y consecuentemente la ansiedad (“no le gustaré si sabe tal cosa de mí”). Así pues, las personas se enfrentan con el dilema de tener que elegir entre permanecer seguros pero desconocidos o bien soportar la ansiedad a corto plazo con la esperanza de desarrollar más adelante una intimidad.
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