Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Síndrome Metabólico: Definición, Diagnóstico y Tratamiento, Apuntes de Química

Nutrición y AlimentaciónSalud PúblicaEndocrinología

El síndrome metabólico (SM) es un agregado de factores de riesgo cardiovascular relacionados con la resistencia a la insulina, que recoge el riesgo residual cardiovascular asociado a la obesidad abdominal. Se define a través de criterios diagnósticos consensuados por la IDF, AHA/NHLBI y otras sociedades científicas. El SM aumenta el riesgo de enfermedades cardiovascuales y diabetes mellitus tipo 2. La evaluación incluye medidas de presión arterial, circunferencia de cintura, perfil lipídico y glucosa en ayunas. Se recomienda el tratamiento farmacológico, no farmacológico y cirugía bariatra en función del índice de masa corporal. El documento incluye estudios relacionados con el SM, su fisiopatología, diagnóstico y tratamiento.

Qué aprenderás

  • ¿Cómo se trata el síndrome metabólico?
  • ¿Cómo se define el síndrome metabólico?
  • ¿Cómo se evalúa el síndrome metabólico?

Tipo: Apuntes

2020/2021

Subido el 09/10/2021

jhade-cordova-zapata-1
jhade-cordova-zapata-1 🇵🇪

5 documentos

1 / 9

Toggle sidebar

Documentos relacionados


Vista previa parcial del texto

¡Descarga Síndrome Metabólico: Definición, Diagnóstico y Tratamiento y más Apuntes en PDF de Química solo en Docsity! ACTUALIZACIÓN Síndrome metabólico A. Villalobos Sánchez* , G. Millán García y D. Narankievickz Unidad de Gestión Clínica de Medicina Interna. Hospital Regional Universitario de Málaga. Málaga. España. Palabras Clave: - Síndrome metabólico - Resistencia a la insulina - Adiposidad abdominal Keywords - Metabolic syndrome - Insulin resistance - Abdominal adiposity Resumen Concepto y utilidad. El síndrome metabólico se considera un método sencillo y fácil de aplicar en la prác- tica diaria, que ayuda a identificar una población con riesgo elevado de padecer ECV y DMT2 y a guiar la toma de decisiones clínicas. La evaluación debe incluir la medición de la presión arterial, la circunferen- cia de la cintura, el perfil de lípidos en ayunas (triglicéridos y colesterol HDL) yla glucosa en ayunas. Población diana. La evaluación del síndrome metabólico debe realizarse en todos los pacientes con so- brepeso u obesao y en aquellos que presenten algún factor de riesgo de diabetes o enfermedad cardio- vascular como hipertensión, diabetes, dislipidemia o sedentarismo. Ventajas. Se puede obtener el diagnóstico en cualquier consulta de Atención Primaria. Ofrece un mensa- je de salud pública fácil de entender y recuerda a los profesionales de la salud que existe la necesidad de evaluar los demás factores de riesgo relacionados cuando se detecte uno de ellos. Abstract Metabolic syndrome Concept and usefulness. Metabolic syndrome is considered a simple method that is easy to apply in daily practice, and which helps to identify populations at high risk of CVD and DMT2, as well as to guide clinical decision making. Assessment should include measurements of blood pressure, waist circumference, fasting lipid profile (triglycerides and HDL cholesterol), and fasting blood sugar. Target population. All overweight and obese patients should be assessed for metabolic syndrome, and those presenting risk factors for diabetes or cardiovascular disease such as hypertension, diabetes, dyslipidaemia or physical inactivity. Advantages. A diagnosis can be made in any primary consultation. This offers an easily understandable public health message and reminds healthcare practitioners that when one risk factor is detected the patient must be assessed for other related risk factors. Definición La agrupación de FRCV es un fenómeno conocido desde hace muchos años, y que ha recibido múltiples acepciones, El síndrome metabólico (SM) puede definirse como un: agregado de factores de riesgo cardiovascular (FRCV), ge- neralmente relacionados con la resistencia a la insulina (RD, cuyo interés clínico y epidemiológico reside en que *Correspondencia Correo electrónico: ausoravillalobosOgmail.com como síndrome de RI, síndrome plurimetabólico, cuarteto de la muerte, síndrome dismetabólico cardiovascular y, más recientemente, síndrome metabólico, término utilizado en 1999 por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los criterios diagnósticos propuestos para el SM son di- versos (tabla 1). Las primeras definiciones del SM podemos etiquetarlas como «insulinocéntricas» o «glucocéntricas», puesto que re- querían como criterio diagnóstico la existencia de RI o de alteración del metabolismo hidrocarbonado. En el caso de la Medicine. 2017;12(42):2485-93 2485 ENFERMEDADES CARDIOLÓGICAS (VID) TABLA 1 Definiciones de síndrome metabólico (SM) oms | EGR APN AACE 10F ATP-I 8. AHA /NALBI Metabolismo DMT2/G8A/ITG/ Resistencia ala insulina GAZ MIO mg/dl GBAOITG" GA2 100 mg/dl GA2 100 mg/dl Nidrocarbonado GA > 110 mg/dl con (insulinemia*) hiperinsulinemia* Obesidad central IMC>300 P.cimura P.cimura IMC225 Pe cimura” Pcimura ICC>09H > UH >102H 29H 2102 H ICC> 0,85 M >80M >88M 28M 288M (Europids) Presión arterial 2140/90 y/o tratamiento > 140/90 y/o tratamiento — 2 130/85 y/0 > 130/85 y/o tratamiento. > 130/85 y/o tratamiento 2130/85 y/o tratamiento coma Tratamiento Tiglicóridos 2150 mg/dl 2150 mg/dl > 150 mg/dl 2150 mg/dl > 150 mg/dl > 150 mg/dl Colesterol HOL <35 mydlH <30 mg/dl <A0 mg/dl H— < 40 mg/dIH <40 mg/dl H <40 mg/dl H <39 mgjdl M <SOmg/dIM —— <S0mg/dlM <5O mg/dl M <50 mg/dl M Albuminura =30m9/9 - - - - - ACE: American Association of Clinical Endocrinologists; AHA/NHLBI: American Heart Association/National Heart Lung and Blood Institute; ATP-I1: Adult Treatment Panel 1; colesterol HDL: colesterol ligado a lipoproteínas de alta densidad; EGÍA: European Group forthe Study of Insulin Resistance; GA: glucemia en ayunas; GBA: glucemia basal alterada (100-125 mg/dl tras ayuno nocturno); H: hombres; ICC: índice cintura/cadera; IDF: Internacional Diabetes Federation, IMC índice de masa corporal [kg/m TG: intolerancia a la sobrecarga oral de glucosa; M: mujeres; OMS: Organización Mundial de la Salud; P. cintura: perímetro de la cintura; RI: resistencia a la insulina. Albuminuria: cociente albúmina/ereatinina Se precisan 3 o más criterios presentes para el diagnóstico de SM. "Parámetro de presencia obligada para el diagnóstico de SM. OMS, se recomendó la realización de un El European Group for the Study of Insulin Resistance (EGIR) .. Posteriormente, la American Association of Clinical Endocrinologists (AACE) para el diagnós- tico del síndrome de RI exigió la presencia de intolerancia a. la glucosa o de glucemia alterada en ayunas Las definiciones más recientes del SM como la del Na- tional Cholesterol Education Program/Adult Treatment Panel 11] (NCEP/ATP-III), posteriormente modificada por la American Heart Association (AMA) y el National Heart, Lung and Blood Institute (AHA/NHLBDS, y la de la International Diabetes Federation (IDF)” han optado por un enfoque más clínico y práctico. Incluyen como criterios diversos factores modificables fácilmente disponibles que persiguen definir un fenotipo operativo aplicable en la práctica asistencial. Además, un progreso conceptual clave de estas nuevas pro- puestas fue el reconocimiento de la obesidad abdominal Al otorgar mayor protagonismo a la obesidad central que a la RI, estas defi- niciones podemos etiquetarlas como <adipocéntricas». La principal diferencia entre ambas definiciones reside en que la obesidad central constituye un criterio diagnóstico nece- sario para la IDE. La existencia de múltiples criterios definitorios de SM dificulta la comparación de estudios epidemiológicos y la realización de otros estudios de investigación. Por ello se ha celebrado una conferencia de consenso para armonizar los criterios diagnósticos del SM, en la que han participado di- ferentes sociedades científicas (IDE, NHLBL, AHA, Mórld Heart Federation, International Atberosclerosis Society y la Inter- national Association for the Study of Obesity)*. Se convino que no debería existir ningún componente obligatorio, de ma- nera que la presencia de tres de los cinco criterios establece- ría el diagnóstico de SM (criterios de la IDF modificados) (tabla 2), proponiendo distintos puntos de corte para el diag- nóstico de obesidad abdominal según la etnia? (tabla 3). 2486 Medicine. 2017;12(42):2485-93 TABLA2 Definición del síndrome metabólico según criterios de la International Diabetes Federation (IDF) modificados Punto de corte Perímetro de cintura. Específico para cada población” 2150 mg/dl o en tratamiento específico**. <40 mg/dl en hombre, o en tratamiento** <50 mg/dl en mujer, o en tratamiento** 130/85 mm Hg o tratamiento hipotensor Glucemia en ayunas >100 mg/dl o terapia hipoglucemiante. Se precisan 3 o más criterios presentes para el diagnóstico de SM. Ninguno de los parámetros es de presencia obligada para el diagnóstico de SM. pÉnpobleción sucásica los puntos de core para perímetro de cintura 94 am en el hombre, > 80 cm en la mujer 89, *Los fármacos considerados son fbratos y niacina, aunque los ácidos 0-3 pueden ser considerados para los TG. Triglicéridos Colesterol HDL Presión atrial TABLA3 Recomendaciones de la definición de obesidad abdominal en base a la medida del perímetro de la cintura", según diferentes organizaciones, en población caucásica Pol Hombre Mi Europid 10P 2% cm 80m Caucásicos oms* 29 cm riesgo 280cm riesgo incrementado) incrementado) 2102 cm (riesgo — >88cm (riesgo más alto) más alto) Mediterráneo 10P 29 cm 80m IDF: Internacional Diabetes Federation; OMS: Organización Mundial de la Salud, Fisiopatología Desde que se introdujo el concepto del síndrome X, un sinfín de estudios han confirmado que la RI, evaluada por diferen- tes métodos génicas, entre las que se incluyen un estado dislipidémico aterogénico (concentraciones elevadas de triglicéridos y de: apolipoproteína B, una proporción aumentada de colesterol. asociado a lipoproteínas de baja densidad colesterol LDL— génesis, induce resistencia a la insulina a nivel hepático y mus- cular y deteriora la secreción de insulina por la célula beta. Los adipocitos hipertróficos son resistentes a la insulina y tienen disminuida su capacidad de depósito de grasas. Cuan- do esta capacidad de depósito del adipocito es superada, se produce un depósito ectópico de grasa en el músculo, el hí- gado y las células beta que origina RI en el músculo y el hígado y deterioro de la secreción de insulina. e, con independen- cia de la población estudiada y de los criterios empleados para definirlo, el: SM es un potente predictor de mortalidad sotal, de morbimortalidad cardiovascular y, especialmente, de DMT? incidente”””. En un metaanálisis de 16 estudios de cohortes multiémicos, el riesgo relativo (RR) de desarro- llar diabetes varió de 3,53 a 5,17, dependiendo de la defini- ción del SM y de la población estudiada”. En cuanto al riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), hay tres metaanálisis que encontraron que el SM incrementa e (RR 1,53 a 2,18) y mortalidad: por todas las causas (RR 1,27 a 1,60)2. El riesgo también puede estar relacionado con la ECV subclínica subyacente (medida por electrocardiografía, eco- cardiografía, ecografía carotídea y presión arterial tobillo- braquial) en individuos con SM”. con varios trastornos rela- cionados con la obesidad incluyendo: 1. Enfermedad hepática grasa con esteatosis, fibrosis y cirrosis”. 2. Enfermedad renal crónica (definida como una tasa de filtración glomerular menor de 60 ml/mimuto por 1,73 m”) y microalbuminuria?. 3. Síndrome de ovario poliquísico”. %. Insuficiencia cardíaca. Análogamente al dep grasa en el hígado, el páncreas y el músculo esquelético, la frecuente disfunción cardíaca que acompaña a la obesidad puede estar, al menos parcialmente, relacionada con el depó- sito intramiocárdico de triglicéridos, que es 5-6 veces supe- rior que en sujetos no obesos, y favorecer la aparición de insuficiencia cardíaca. El tejido adiposo epicárdico también es una fuente de AGL, adipoquinas y citoquinas proinflama- torias. Su asociación con alteraciones funcionales cardíacas, posiblemente en parte debido a su proximidad anatómica, y su relación funcional con el tejido adiposo visceral y con otros FRCV, han hecho que este parámetro medible radioló- gicamente esté emergiendo como un elemento de interés en la estratificación del riesgo cardiometabólico, y podría ser un método alternativo a la estimación de grasa visceral'!. 5. Trastornos respiratorios del sueño, incluida la apnea obstructiva del sueño. El depósito adiposo centrípeto se aso- cia también a síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) que es otro elemento potenciador del riesgo cardio- metabólico. Los pacientes con SAOS presentan un aumento de la hipertensión, la obesidad y la dislipidemia. Se ha rela- cionado el estrés oxidativo con la génesis de estos trastornos, detectándose una alteración en los niveles de diversas adipo- sito de SÍNDROME METABÓLICO quinas en estos pacientes, que mejoran tras un tratamiento con presión positiva continua en la vía aérea”!. 6. Deterioro cognitivo” y cáncer”. Diagnóstico Para la definición de SM el paciente debe cumplir 3 de los 5 criterios propuestos (tabla 2). Para el diagnóstico de la adi- posidad abdominal, factor clave en el diagnóstico del SM, disponemos de diferentes técnicas. Las actuales técnicas de imagen, tomografía computadorizada (TC) y resonancia magnética (RM), permiten una perfecta diferenciación del tejido adiposo visceral. Se puede hablar de exceso de grasa visceral cuando el área grasa visceral, medida mediante un corte de TC a nivel de las vértebras lumbares L4-L5, es igual o superior a 130 em?, Esta conclusión se extrajo de diversos metaanálisis que concluyen, de forma muy concordante en- tre sí, que por encima de 130 em? de área grasa visceral exis te un claro y significativo aumento del riesgo cardiovascular y una disminución de la sensibilidad periférica a la insulina**. Otra técnica es la impedancia bioeléctrica que mide la resistencia que oponen las células y los fluidos corporales al paso de una corriente eléctrica alterna, a través de unos elec- trodos dispuestos en la superficie cutánea, que varían su co- locación dependiendo del tipo de análisis que queramos rea- lizar. Este valor de impedancia bioeléctrica, integrado con el sexo y valores antropométricos seleccionados, como talla, peso, circunferencias corporales y pliegues cutáneos, se utili- za para la predicción de la composición corporal a partir de ecuaciones realizadas mediante técnicas estadísticas multiva- riantes de regresión lineal, que nos permitirán obtener el valor de la masa libre de grasa o el porcentaje de masa grasa, así como el valor del agua corporal total”. Sin embargo, las técnicas de imagen ven limitado su em- pleo a escala poblacional por su elevado coste, su limitada ac- cesibilidad y, en el caso de la TC, por los potenciales efectos indeseables de la radiación, por lo que suelen reservarse para estudios de investigación. Surge por tanto la necesidad de con- tar con herramientas simples que permitan detectar a la pobla- ción con adiposidad visceral en riesgo cardiometabólico. Entre las variables antropométricas más extendidas figu- ra el índice de masa corporal (IMC). La clasificación emplea- da actualmente para definir bajo peso, peso normal, sobrepe- so y obesidad en sus diferentes grados, según el IMC, se basa en los puntos de corte propuestos por la OMS en 1998”. Sin embargo, este índice tiene ciertas desventajas, ya que no cuantifica la grasa corporal ni su ubicación, y tampoco discrimina entre tejido adiposo visceral y subcutáneo; para ello sería necesario que el IMC se acompañara de un análisis de la composición corporal y de una medición de los períme- tros corporales. No obstante, es importante destacar que un IMC elevado es un buen predictor de trastornos metabólicos asociados, sobre todo si para un determinado IMC concomi- tantemente medimos el perímetro de la cintura (PC). Por ello se han utilizado diferentes variables antropomé- tricas, con el fin de estimar la dimensión y la distribución del tejido adiposo, siendo el PC el más usado en la actualidad, dado que proporciona una estimación muy válida de la can- Medicine. 2017;12(42):2485-93 2489 ENFERMEDADES CARDIOLÓGICAS (VID) tidad de grasa intraabdominal, sencillo de obtener y univer- salmente aplicable. Aunque hay diversos criterios sobre cómo medir el PC, las recomendaciones actuales abogan por estandarizarlo, de forma que se coloque la cinta métrica pa- ralela al suelo y pase por el punto medio entre la última cos- tilla y la cresta ilíaca, con el paciente en bipedestación, al fi- nal de la espiración no forzada”. Se han establecido distintos puntos de corte para el PC, específico para cada población. La OMS? identifica dos nive- les de obesidad abdominal en Europids en función del riesgo de complicaciones metabólicas. Las circunferencias de cintu- ra de 94 cm en hombres y 80 cm en mujeres se asocian a un aumento del riesgo, pero el riesgo es sustancialmente ma- yor para circunferencias de cintura de 102 cm en hombres y 88 cm en las mujeres. Por tanto, el diagnóstico del SM es sobre todo clínico, pues generalmente con una exploración y una analítica bási- ca será suficiente para sospechar o confirmar el diagnóstico. Las pruebas complementarias necesarias en el SM son fáciles de realizar y obtener en cualquier consulta. La exploración del paciente con sospecha de SM debe incluir además de la exploración general, peso, talla, IMC, PC y tensión arterial. El análisis de sangre incluirá perfil li- pídico (colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL y triglicéridos) y glucémico (glucosa y hemoglobina glicosilada en caso de sospecha de DM2). Tratamiento El tratamiento fundamental en el SM es la modificación del: estilo de vida, dieta y ejercicio físico, control estricto de los. . De- bemos identificar a aquellos sujetos de alto riesgo sobre los que una intervención puede ser beneficiosa. Como ya se vio en el estudio Steno 2, la intervención sobre los distintos factores de riesgo en pacientes con DM tipo 2 u otros factores de SM mostró unos resultados positi- vos. Se observó una importante reducción en el número de infartos de miocardio, ictus y complicaciones microvascula- res como la retinopatía o la neuropatía periférica. La proba- bilidad de desarrollar ECV y microvascular se redujo en un 40%. Con un número necesario a tratar (NNT) de cinco durante los 8 años de seguimiento**. Medidas no farmacológicas Es fundamental el cambio en los estilos de vida, pues son la base para el control del SM. Debe recomendarse el abando- no del hábito tabáquico, siendo necesaria la integración de programas de deshabituación tabáquica; el aumento de la actividad física y la reducción del peso corporal son necesa- rios tanto en la prevención como en el tratamiento”. Diversos estudios han demostrado que la pérdida ponde- ral de peso mediante dieta y ejercicio disminuye el riesgo de desarrollar ECV y DM2 de forma significativa. Por ejemplo, en un relevante estudio finlandés se observó un descenso del riesgo de desarrollar DM2 de hasta un 58% tras la pérdida 2490 — Medicine. 2017;12(42):2485-93 ponderal de un 5% del peso corporal'%, Una de las metas recomendada actualmente es una reducción de peso de por lo menos un 7-10% en sujetos con un IMC mayor de 25 kg/m? en los primeros 6-12 meses, precisando generalmente de unas restricciones calóricas en torno a 500-1.000 kcal al día junto a actividad física*!?. Una pérdida gradual adicional asociará más beneficios”. Actividad física Los beneficios de la actividad física han sido ampliamente estudiados y establecidos, relacionándose con pérdida de peso y su mantenimiento, aumento del colesterol HDL y disminución de los triglicéridos; produce un aumento del gasto energético basal y total; modifica la composición cor- poral y permite preservar la masa magra; mejora la sensibili- dad a la insulina; desciende la presión arterial y la frecuencia cardíaca; modula el apetito y establece un cambio en los es- tilos de vida que afectan a los hábitos alimentarios, el estado físico y psicológico”. Añadiendo además beneficios menos conocidos como la mejoría de la neuropatía periférica en pa- cientes diabéticos”. El Estudio STRRIDE-a mostró que un gasto energético diario mediante ejercicio físico de 700-1.000 kcal/semana o 15-30 minutos/día permitía mantener el peso corporal y que con un gasto de 2.000-2.500 kcal/semana o 45 minutos/día se podría perder un 5% del peso con los beneficios antes nombrados*, Como es lógico, debemos tener en cuenta las limitacio- nes físicas y las posibilidades del paciente a la hora de pres- cribir ejercicio físico. Actualmente, las recomendaciones so- bre el tipo, intensidad, duración y frecuencia del ejercicio han cambiado, nosotros nos centraremos en las realizadas por la Asociación Americana de Diabetes junto con el Cole- gio Americano de Medicina del Deporte para pacientes dia- béticos y una revisión reciente sobre el tema?%, Ejercicio aeróbico. Realizarlo con una frecuencia de al me- nos 3 días en semana, no más de dos días seguidos. Con una intensidad moderada del ejercicio que puede aumentarse a intensa si es bien tolerada. Con una duración semanal de unos 150 minutos y progresión gradual. Por ejemplo caminar, aun= que se recomienda ir modificando el tipo de ejercicio. Ejercicio de resistencia. Realizarlo con una frecuencia de al menos 2-3 días en semana no consecutivos. Con una in- tensidad moderada y si se tolera hacerlo más intenso, lo que se traduce en mayor acción insulínica y beneficios en la fuer- za. Se recomiendan 5-10 tipos de ejercicios con los principa- les grupos musculares en 3-4 series con 8-15 repeticiones cada una, aumentando de forma gradual. Por ejemplo, el uso de máquinas de resistencia y pesas libres. Ejercicio combinado (aeróbico y resistencia). Realizarlo al menos 3 días en semana, con mayores beneficios para el control de la glucemia que cada tipo de ejercicio por sepa- rado. Ejercicio de flexibilidad. Se recomienda asociarlo a otro tipo de ejercicios, pero no los sustituye. Se debe aplicar de forma gradual y el aumento en el rango de movimiento faci- litará la realización de otros ejercicios. Por ejemplo el yoga o taichí. Dieta La dieta mediante restricción calórica es la medida más efi- caz en el tratamiento de la obesidad (tejido adiposo) y por ello un pilar fundamental en el manejo del SM que debe estar siempre presente. Sin embargo, es importante valorar la composición de los alimentos y no solo el número de calorías, pues ante el consumo del mismo número de calo- rías un balance a favor de grasas insaturadas a expensas de reducir los hidratos de carbono puede resultar más benefi- cioso'%24, Se recomienda además que los hidratos de car- bono vengan dados en forma de hidratos de carbono com- plejos (como arroz, pasta o legumbres) y no simples (azúcar, refrescos). Como se pudo comprar en el estudio PREDI- MED, el consumo de aceite de oliva virgen extra (rico en ácidos grasos insaturados) reduce de forma significativa el riesgo de eventos cardiovasculares mayores**. Así, las grasas saturadas deben evitarse, pues aumentan los niveles de co- lesterol sérico”. El documento de consenso FESNAD-SEEDO revisa el papel de la dieta en la prevención y el tratamiento de la obe- sidad y ofrece recomendaciones concretas sobre diferentes modalidades terapéuticas, destacando la importancia de la dieta mediterránea debido especialmente a su alto contenido en grasas insaturadas (aceite de oliva y frutos secos) y al me- nor número total de calorías*. Por otra parte, se debe destacar que el consumo modera- do de alcohol (entendiendo con ello máximo 1 unidad de bebida estándar al día para mujeres y 2 unidades de bebida estándar al día para hombres, esencialmente de cerveza o vino), si bien puede permitirse, no se aconseja. Salvo en dos casos en los que debe desaconsejarse su consumo: embaraza- das y pacientes con hipertrigliceridemia*. Así, además de las ya referidas, otras recomendaciones sobre los cambios a realizar son las siguientes: 1. Limitar el consumo de colesterol (menos de 300 mg/día), presente sobre todo en bollería industrial y huevos. 2. Aumentar el consumo de ácidos grasos omega 3, pre- sente en el pescado azul, pues ha demostrado un efecto car- dioprotector en dosis moderadas (1 g/día) y en dosis mayores reducción de triglicéridos. 3. Por su efecto reductor del colesterol, se debe aumentar el consumo de fibra a unos 20-30 g/día, presente en cereales integrales, frutas y verduras. 4. El consumo de fitoesteroles y fitoestanoles en unos 2 g/día también presenta dicho efecto, en este caso al dismi- nuir su absorción”. Cirugía bariátrica En pacientes con SM que requieran una restricción calórica importante se debe valorar la necesidad de cirugía bariátrica en casos con un IMC mayor de 40 kg/m? y en aquellos con un IMC mayor de 35 kg/m? en los que se asocie alguna co- morbilidad como la DM29%:%%%, SÍNDROME METABÓLICO Tratamiento no farmacológico > Objetivo de reducción de un 7-10% el peso corporal con mantenimiento posterior y control de los factores de riesgo l Cálculo del riesgo cardiovascular (Framingham/SCORE/ERICE) Tratamiento específico de HTA, DL y disglucemia según guías específicas l En función del IMC valorar Tratamiento farmacológico de la obesidad Sí IMC >30 kg/m? o >27 kg/m? junto a otro factor de riesgo Orlistat Cirugía bariátrica Si IMC > 40 kg/m? 0>35 kg/m junto a otro factor de riesgo Liraglutida (especialmente si diabetes) Naltrexona/bupropión Fig. 2. Algoritmo de tratamiento del síndrome metabólico. DL: dislipemi HTA: hipertensión arterial; IMC: índice de masa corporal. Tratamiento farmacológico Con respecto al tratamiento farmacológico del SM, cabe destacar que este aunará todos los fármacos implicados en el control de cada factor de riesgo por separado. Para profun- dizar en cada grupo concreto de fármacos ver la actuali zación sobre «Tratamiento de los factores de riesgo cardio- vascular» (fig. 2). Un punto a remarcar en este apartado es el tratamiento farmacológico de la obesidad. Este se valorará en pacientes con un IMC mayor de 30 kg/m? o en aquellos con IMC su- perior a 27 kg/m? y algún otro factor de riesgo asociado como HTA, dislipidemia, o DM2. Su empleo puede favore- cer una pérdida de peso inicial que estimule al paciente a modificar su estilo de vida*. En la tabla 4 se pueden ver los fármacos aprobados en España con esta indicación”. Por otra parte, fármacos como metformina, acarbosa, pioglitazona y orlistat han demostrado en ensayos clínicos una eficacia terapéutica sobre la prevención de DM2. Sin embargo, normalmente la intervención farmacológica ha de- mostrado a este respecto tener menor eficacia que las inter- venciones sobre el estilo de vida, precisando un NNT mucho mayor. En algunos estudios se ha observado que el empleo de IECA/ARA-II en pacientes con HTA parece tener cierto efecto protector en la prevención de DM2. Sin embargo, la mayoría de estos resultados no supone una base suficiente para su indicación, salvo en el caso de metformina, la cual sí estará indicada en casos de alto riesgo cardiovascular indivi- dualizando cada caso?%. Por último, dada la existencia de novedades terapéuticas para la DM2 en los últimos años, debemos hacer mención a los análogos del péptido similar al glucagón (aGLP-1) y los inhibidores del cotransportador sodio/glucosa tipo 2 (¡SGLT-2), los cuales han demostrado en ambos casos una reducción sig- nificativa del peso corporal, además de una disminución de la Medicine. 2017,12(42):2485-93 2491
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved