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ARTÍCULO “EL PROYECTO ARQUITECTÓNICO”, Monografías, Ensayos de Historia de la Arquitectura

Se propone una discusión sobre el proceso del proyecto arquitectónico, al evaluar las hipótesis planteadas por cada autor, con el fin de sintetizar, desde un enfoque crítico propio.

Tipo: Monografías, Ensayos

2022/2023

Subido el 29/05/2024

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¡Descarga ARTÍCULO “EL PROYECTO ARQUITECTÓNICO” y más Monografías, Ensayos en PDF de Historia de la Arquitectura solo en Docsity! 1 Artículo “El Proyecto Arquitectónico” Diego Alexis Estrada Mozo Escuela De Arquitectura, Facultad De Ingeniería Civil, Sistemas Y Arquitectura. Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo AR454: Seminario De Historia Y Crítica De La Arquitectura Mg. Arq. Carlos Paredes García Lambayeque, Perú. 03 De Enero De 2024 2 Resumen Discutir acerca del proyecto en la arquitectura no solo es importante hoy en día, sino que es absolutamente necesario. Por ende, el presente artículo se encarga de proponer una discusión sobre el proceso del proyecto arquitectónico, evaluando los diferentes y a la vez complementarios enfoques de los autores analizados. El objetivo principal es evaluar las hipótesis planteadas por cada autor, con el fin de sintetizar, desde un enfoque crítico, un proceso metodológico que permita afrontar el arduo camino del proceso del proyecto en arquitectura, desde su gestación hasta su culminación. El presente trabajo no solo oscila entre la propuesta de un camino más propicio, a través de estrategias proyectuales, para llevar a cabo la actividad proyectual, sino que también resalta la importancia de los procesos pedagógicos en el docente a cargo de la enseñanza. Ambos enfoques se consideran complementarios y coexistentes para obtener resultados satisfactorios. Y en base a estos enfoques, se establece un proceso metodológico que los integra y a su vez desarrolla formas de aprendizaje-enseñanza en el arduo proceso del proyecto arquitectónico. Palabras clave Proyecto, composición, emplazamiento, estrategia, idea, aprendizaje, proceso metodológico. Introducción Este artículo es producto de una investigación referida a la búsqueda de una metodología, tanto en el aprendizaje como en la enseñanza, para el proceso del proyecto arquitectónico. Entiéndase como proyecto arquitectónico a todo lo que en su capacidad puede abarcar, es decir, desde que se gesta una idea hasta que se concreta en una obra construida. Tal como lo afirma Muñoz (2015): "[…], el proyecto es ante todo un deseo, la manifestación de una necesidad, una vaga enunciación de un ser futuro cuya forma y características desconocemos" (p.19). La investigación se nutre de las distintas perspectivas para entender el proyecto arquitectónico, dando como resultado variadas posibles soluciones al problema antes planteado. Las cuatro fuentes documentales revisadas confluyen en relacionar formas de aprendizaje y enseñanza en las fases que atraviesa el proceso del proyecto arquitectónico, dando cabida a realizar un enfoque sintético o convergente en el presente artículo. El proyecto arquitectónico implica el desarrollo de habilidades y conocimientos. Dentro de los cuales se puede resaltar el aprendizaje de la composición arquitectónica y el emplazamiento urbano. De estos dos conceptos se puede explicar una de las formas en la que se busca obtener dos grandes divisiones de aprendizaje, pero no separadas, sino más bien complementarias y necesarias una de la otra para el fin principal: el proyecto. Así es como Correal et al. (2015) define esta relación como procesos no lineales: "Comprender el emplazamiento a partir de la composición arquitectónica lleva a no considerarlo como un 5 arquitectura propia. Pero más allá de ello, para nuestro estudio conviene intentar dar forma al proceso, no sólo desde perspectivas colectivas de cada civilización, sino desde miradas de hombres que han hecho de su talento un nexo con el saber hacer arquitectura. Algunos ejemplos de ello, lo manifiesta al contar el proceso de ideación de arquitectos reconocidos mundialmente. Para Álvaro Siza el lugar era el punto de partida para todo proyecto arquitectónico. Tal como afirma Muñoz (2018): "Para Siza el lugar es siempre el inicio del proyecto y una poderosa fuente de inspiración, de la que sabe extraer un impulso decisivo para su arquitectura” (p.174); "[…] Cada lugar cuenta una historia, acerca de la geografía, la topografía, la gente, la cultura. Es el lugar que te cuenta por qué es diferente. Ésta es la razón de que la arquitectura sea una aventura, cada situación es diferente" (p.177). Por otro lado, desde otra perspectiva, se destaca a Herzog & Meuron, quienes antes de ponerse a dibujar o diseñar de cualquier manera, primero necesitan tener claro el concepto del proyecto. Así lo manifiesta Muñoz (2018): "[…] Los dibujos empiezan cuando, y sólo cuando, se ha conseguido establecer una descripción clara del proyecto, es decir, fijar un concepto" (p.186); "[…] la arquitectura de Herzog & Meuron no admite imágenes prefijadas ni mensajes narrativos; es abstracta, y su función primordial es la de transmitir sensaciones" (p.190). Ahora bien, es primordial que el proceso metodológico se ajuste al método científico, es decir, que siga una serie de pasos que forjarán un camino que poco a poco lo lleve a la solución del problema arquitectónico. En este sentido, la intención es aportar a la incansable búsqueda de los autores- de las fuentes documentales analizadas- para forjar una disciplina dentro de la disciplina. Es decir, dentro de la compleja disciplina de la arquitectura, cimentar otra que permita desarrollar -sintéticamente- pasos con el fin del aprendizaje del proyecto arquitectónico. Aquí es importante destacar lo que propone Correal et al. (2015), desde el enfoque metodológico en la composición: "la composición es un procedimiento que se puede verificar, repetir y transmitir, afirmación que se soporta sobre una base empírica resultante de la aplicación de una metodología de aprendizaje fundada en la analogía" (p.49). Y desde el enfoque pedagógico: "Es posible desarrollar una metodología, una estrategia pedagógica que, […], potencie la construcción de una serie de actividades didácticas que intenten resolver los problemas referidos al emplazamiento urbano […]" (p.135). Una vez establecidas las bases desde las cuáles se forja esta propuesta metodológica, se busca desarrollarla a través de fases, como se ha decidido llamarles, que abordan en conjunto todo el proceso del proyecto arquitectónico. Esto con la finalidad de que el estudiante y el tutor reconozcan que el proyecto arquitectónico no es factible desarrollarlo desde una mirada totalitaria, sino más bien desde una serie de pasos, que, dependiendo del avance individual, hace que el proceso de una arquitectónica tome forma poco a poco. En este acápite de discusión se desarrolla la propuesta metodológica y pedagógica a la vez del proceso del proyecto arquitectónico, la cual ha sido dividida en cuatro fases no lineales y complementarias, es decir, buscando que la relación entre las fases del proyecto se produzca de manera cíclica. (Figura 1). 6 Figura 1 Esquema de propuesta de fases del proyecto arquitectónico. Nota: Elaboración propia. Fase 1: Reconocimiento Del Proyecto Y Su Entorno Proyecto El alumno necesita adecuarse a reconocer lo que está por realizar. El proyecto arquitectónico debe concebirse primero como un concepto, como un deseo de comprender lo que pasa alrededor e ir por rutas- algunas equivocadas- con el fin de conseguir una solución al problema que se vislumbra. Para ello es importante reconocer primero el proyecto, y luego analizar y entender el contexto que lo rodea. En primer lugar, tenemos que definir a qué nos enfrentamos, es decir, conceptualizar nosotros mismo qué es un proyecto. Para tener una noción más clara acerca de ello, Boix (2012) define nociones básicas para tener en cuenta al momento de empezar un proyecto: "Se define la noción de proyecto como la conjunción de todos los ejes conceptuales que incluye la disciplina: morfológico, distributivo, materialidad, adecuación al sitio, clima, etc., articulados recíproca y significativamente" (p.44). A su vez, manifiesta cuán importante es este concepto para la propuesta de una obra arquitectónica que es el fin al que queremos llegar: "Solo desde la noción de proyecto es posible alcanzar un consistente reconocimiento de una propuesta o una legítima valoración arquitectónica de una obra: su “intención de ser” en tanto arquitectura" (Boix, Montelpare, 2012, p.44). Pero, ¿por qué es importante tener claro lo que es un proyecto? Es una respuesta sencilla: tener fijo un concepto de lo que se está por realizar, y que inclusive desconocemos, 7 es la raíz de nuestro proyecto arquitectónico. Saber el papel que toma el proyecto ante el problema permite entender mejor qué soluciones son las más idóneas, a pesar de aún no ser puestas a prueba, debido a que el análisis previo sirve de mucho para esta fase. Así como lo manifiesta Muñoz (2018): "[…] hay una fase analítica previa en la que se recoge, se selecciona y se elabora la información que vamos a necesitar para realizar el proyecto" (Muñoz, 2018, p.62). Este análisis previo define, a grandes rasgos, el planteamiento de estrategias para afrontar el problema. Por ende, tal como se comentó anteriormente, mirar hacia el pasado y detenerse a analizar cómo nuestros antecesores han afrontado los problemas, es una de las claves para la búsqueda de soluciones en el nuestro. Los aciertos los adaptamos a nuestro proyecto, mientras que los errores se evitarán cometerlos de nuevo. Por ello es importante la historia, no desde una mirada descriptiva, sino más bien analítica. Y esto se puede apoyar de lo que comenta Muñoz (2018): "La historia es una fuente inagotable de elementos para el proyecto, y no sólo la historia de la arquitectura, sino toda la producción cultural de la humanidad" (p.12). El proyecto arquitectónico tiene una esencia resolutiva, tal como afirma Muñoz (2018): "[…] un proyecto es la resolución de ciertas necesidades humanas mediante un ejercicio intelectual de diseño arquitectónico, pero también puede ser una propuesta innovadora de relaciones espaciales, organizativas o sociales" (p.16). Aunque, a pesar del carácter resolutivo que trae consigo, cuando nos referimos al proceso del proyecto, muchas veces los caminos no se encuentran fácilmente, creando un problema nuevo: la incapacidad de crear soluciones innovadores y racionales ante el problema. Así, Muñoz también se refiere a esta situación: "[…], el proceso de proyecto no es lineal ni simple; está lleno de encrucijadas, de callejones sin salida, de retrocesos, de atajos, de laberintos; es un camino complejo e intrincado el que hay que recorrer y por ello conviene llevar con nosotros siempre la brújula de objetivos concretos e ideas claras" (p.20). Para propiciar que nuestro proyecto arquitectónico tenga un carácter resolutivo, se hace necesario que los objetivos sean claros y concisos. Y aunque estos podrían ser definido como un requerimiento básico, toma mucha relevancia porque estos objetivos iniciales definen la ruta de iniciación del proyecto arquitectónico. Así, podríamos revisar lo que manifiesta Muñoz (2018): "Un proyecto bien planteado desde el inicio normalmente alcanza sus objetivos de forma rápida y directa, mientras que un proyecto que parte sin un planteamiento claro se puede extraviar su desarrollo" (p.63). Entonces, luego de tener fijo el concepto en el proyecto arquitectónico, se puede afirmar que se ha encontrado con la síntesis de ideas acerca de este concepto, tal como Muñoz también lo manifiesta: "[…] el auténtico motor del proyecto es un concepto, formado por un sistema o constelación de ideas, en el que éstas se relacionan entre sí, creando estructuras complejas" (p.98). Por otro lado, reconocer el proyecto como parte de nuestra vida cotidiana hará más fácil entenderlo, puesto que la intención no es realizar un proyecto y dejarla atrás, sino más bien volver y ver con el paso del tiempo su evolución. Por lo cual, se comprende que nuestro proceso del proyecto está condicionado o afectado por la época en la que vivimos. Es decir, las necesidades a las que nos enfrentamos son muy distintas de nuestros antepasados, y esto hace que nuestra arquitectura también lo sea. "El proyecto siempre tiene una función social y 10 Gallardo (2014). "Las zonas verdes aparte de absorber CO2, con válvula de escape desde el ámbito físico y visual" (p.37). Ser humano: El entorno no solo se refiere al análisis del lugar físico, sino que también incluye el estudio de la relación de las personas que lo habitan. Es decir, el proceso arquitectónico requiere de un estudio etnográfico para comprender completamente el entorno. Por lo tanto, este elemento es probablemente la esencia de la arquitectura, ya que se analiza al ser humano y su comportamiento. Así lo sostiene Gallardo (2014) en relación a este tema.: "[…], nuestro foco principal, aunque olvidado con demasiada frecuencia en las estrategias proyectuales, es el ser humano, conjunción de óntico y ontológico, que debiera estar siempre presente pues es la finalidad primera del proyecto arquitectónico" (p.35). Además, es crucial comprender que cada cultura tiene perspectivas distintas en el proyecto arquitectónico. "La significación, tanto social como cultural que tienen los lugares para los seres humanos, es de máximo interés..., con la premisa de que estos no significan lo mismo para unos y otros, así como tampoco son usados de igual manera por distintos tipos de personas" (Gallardo, 2014, p.39). Y desde una visión más sintética, Muñoz (2018) manifiesta: "[…] Cada lugar cuenta una historia, acerca de la geografía, la topografía, la gente, la cultura. Es el lugar que te cuenta por qué es diferente. Ésta es la razón de que la arquitectura sea una aventura, cada situación es diferente" (p.177). Si bien el reconocimiento del proyecto y del entorno, que están relacionados entre sí, define la esencia de la primera fase de este proceso metodológico, el aprendizaje no sería posible sin el enfoque pedagógico. Como se ha planteado, el enfoque crítico de este estudio busca establecer una estrecha relación entre el aprendizaje del alumno y la enseñanza del docente. En esta primera fase, la afirmación de Boix (2012) sobre esta relación alumno- maestro contribuye a la perspectiva planteada: “La iniciación del proyecto tiene siempre aspectos estimulantes para el alumno: la novedad del tema, las expectativas sobre los nuevos aprendizajes que se proponen, la oportunidad de un naciente desafío" (p.108). Fase 2: Descubrimiento de la Idea Aprender a analizar El proceso creativo en la disciplina de arquitectura requiere un mayor cuidado en comparación con otras disciplinas. Los alumnos suelen confundir este proceso con la creación espontánea, lo cual es un error, ya que la generación de ideas surge a partir del análisis combinado con la intuición. Por lo tanto, en este proceso juegan un papel importante las relaciones entre lo subjetivo y lo objetivo, como afirma Muñoz (2018): "En el proceso de ideación participan la razón y la intuición, en una actividad que es a la vez deductivo e inductivo, analítico y sintético, pero que además está marcado por la personalidad y la biografía del proyectista" (p.100). Para lograr esta idea, es necesario tener en cuenta dos puntos: el análisis y la composición. En cuanto al primer punto, se refiere a la capacidad del alumno para interpretar obras de referencia y detectar las estrategias utilizadas. Este proceso determinará los criterios 11 para comenzar a componer una idea propia, aprovechando las estrategias de otros y adaptándolas al proyecto a realizar. Esto demuestra la estrecha relación entre estos conceptos, como lo afirma Correal et al. (2015):"[…] análisis y composición son procedimientos análogos necesarios para la elaboración del proyecto arquitectónico." (p.49)."Análisis y composición se asisten de competencias de creatividad; el análisis inicia una progresión creativa, que pone más de lo que hay en el objeto, así como la composición pondría más de lo que hay en el análisis" (p.56). Todos estos análisis sirven para acumular el conocimiento necesario para emprender una aventura propia. Así, Correal et al. (2015) manifiesta: "Los distintos análisis quedan en un cúmulo de síntesis como parte de la memoria arquitectónica, mediante un repertorio de estructuras formales, […]" (p.70). Y esto otorga al alumno desarrollar mayor conocimiento o lo que muchos denominan como cultura arquitectónica. De esta manera, este mismo autor aporta al análisis de este estudio: "[…]con el reconocimiento, el registro, la descomposición, el análisis y la síntesis de proyectos de arquitectura, el estudiante va construyendo para sí mismo un acervo de estos, que le brinda la posibilidad de aumentar su cultura arquitectónica" (p.22). Y a su vez, el docente incentiva al alumno a desarrollar la capacidad de crítica en estos análisis, denominados como lecturas proyectuales. "Las lecturas o interpretaciones de obras y proyectos son una tarea que debe tener un lugar reconocido en la currícula, por su trascendente valor en la construcción del conocimiento proyectual" (Boix, Montelpare, 2012, p.62). Aprender a actuar Todas estas lecturas proyectuales conducen a la decisión del alumno de desarrollar o crear sus propias estrategias, las cuales llevará a cabo utilizando herramientas que le permitan expresar sus ideas. Una vez que el alumno domina estas herramientas o instrumentos, puede llevar a cabo por sí mismo la fase de ideación del proyecto arquitectónico. Para este proceso metodológico, los instrumentos que el alumno tiene a su disposición para el desarrollo de sus estrategias son los siguientes: Comunicación: Es la mejor manera de expresar ideas incipientes sobre lo que se desea en el proyecto arquitectónico. El alumno debe desarrollar esta capacidad para que el diálogo entre alumno y arquitecto fluya, con la esperanza de que en el futuro esta habilidad se refleje en el diálogo entre arquitecto y cliente."[…] el lenguaje oral o escrito puede ser útil para las formas descriptivas e ideas genéricas iniciales" (Boix, Montelpare, 2012, p.80). (figura 3) Por otro lado, en lo que respecta al lenguaje no verbal, aporta al alumno el desarrollo de la capacidad de explicación de sus ideas arquitectónicas en un diálogo fluido entre él y el docente. (figura 4) 12 Figura 3 Representación de lenguaje verbal Nota. Adaptado de El Proyecto Arquitectónico, Enseñanza y práctica de las estrategias proyectuales (p.80), por Boix, F. Montelpare, A., 2012.Colección UAI-Investigación. Figura 4 Representación de lenguaje no verbal Nota. Adaptado de El Proyecto Arquitectónico, Enseñanza y práctica de las estrategias proyectuales (p.80), por Boix, F. Montelpare, A., 2012.Colección UAI-Investigación. El dibujo: Es el instrumento más importante cuando se trata de forjar ideas principales. Así lo define Boix: "Con el dibujo se ponen en un papel los pensamientos, se exteriorizan tanto para diálogo interno con la obra misma, como para su comunicación, con el docente y con los demás" (Boix, Montelpare, 2012, p.76). Mientras que Muñoz (2018), desde su perspectiva cercana a la de Boix, manifiesta: "El dibujo es, pues, el principio generador de la arquitectura, es su propia esencia" (p.158). (figura 5) A su vez, esta herramienta no sólo es relevante para la expresión de la idea arquitectónica, sino que también contribuye a la visión conjunta entre arquitectura y lugar. Tal como afirma Gallardo (2014): "La herramienta más cercana que tenemos como arquitectos, nuestro “tocar”, es el dibujo. El croquis es la primera aproximación para no olvidar o recordar, para recopilar información, entender y mostrar lo que existe" (p.32). 15 Fase 3: Construcción y Realización de la Idea El proyecto arquitectónico desde una mirada racional Una vez encontrada la idea en la fase anterior de creación, es momento de que el proyecto arquitectónico comience a dar sus primeros pasos en este arduo proceso. Esta etapa suele ser una de las más gratificantes para el alumno, ya que, al superar las dificultades en la búsqueda de la idea generadora, probablemente sienta que ha avanzado en gran parte del proyecto. Sin embargo, esto es incorrecto. El proyecto arquitectónico va más allá de una simple idea. Es un conjunto de requerimientos que deben tener en cuenta la realidad y la adaptación al lugar específico donde se construirá la obra. En esta fase, el proyecto arquitectónico comienza a ser desarrollado de manera que sea aplicable en la vida real. Aunque pareciera que el proceso creativo se desvanece en esta etapa, ocurre lo contrario: la idea se desarrolla al máximo con la misma creatividad, pero esta vez con un enfoque más racional. En esta etapa de diseño, las medidas antropométricas, por ejemplo, adquieren relevancia. Como afirma Boix (2012):"En la etapa de desarrollo del proyecto...El proyecto debe ahora enfrentar nuevas instancias productivas de ajuste y desarrollo: generalmente son más racionales, ya que intentan coordinar, ordenar y sistematizar el proyecto" (p.118). Y en caso de ser necesario, se debe regresar a la idea matriz para ajustar ciertas observaciones. "Volver sobre el proyecto con estas pequeñas certezas resulta vivificante, y corroborar que la búsqueda comienza a dar resultados devuelve la autoestima. Esta es la etapa más reconfortante, es un momento de placer indescriptible donde se entrevé la idea conformada" (Boix, Montelpare, 2012, p.116). Ahora bien, anteriormente se mencionó que no es imprescindible utilizar programas o software específicamente diseñados para esta disciplina en la creación de la idea arquitectónica. Sin embargo, en esta tercera fase, estos programas proporcionan al alumno herramientas más detalladas en cuanto al diseño, lo que permite que la etapa de desarrollo de la idea arquitectónica sea más rápida que si se utilizan métodos tradicionales como el dibujo y la maqueta física. En la actualidad, la tecnología ha cambiado la forma de trabajo tanto de los arquitectos como de los alumnos en formación. Por lo tanto, en esta tercera fase es importante desarrollar habilidades para utilizar estos programas de diseño e incluso de cálculo. El Proyecto Y El Contexto El alumno trabaja desde una perspectiva más racional con respecto al diseño, priorizando la funcionalidad y desarrollando un pensamiento crítico en relación al planteamiento de la materialidad, el sistema constructivo, la organización espacial y, especialmente, la interacción del proyecto con la ciudad. Además, el alumno considera cuidadosamente los aspectos contextuales y sociales para lograr una integración armoniosa con el entorno urbano. Este enfoque permite al alumno crear soluciones arquitectónicas innovadoras y sostenibles que respondan a las necesidades y demandas de la comunidad, al tiempo que mejoran la calidad de vida de los habitantes de la ciudad. (Figura 7). 16 Figura 7 Ejemplo de emplazamiento urbano: Plaza Navona, Roma. Nota. Adaptado de Aprendizaje, Composición y Emplazamiento En el Proyecto de Arquitectura (p.123), por Correal et al., 2015.Bogotá D.C. Lo interesante de desarrollar un método en la disciplina de la arquitectura es que puede ser aplicado en cualquier fase. Es decir, si se realizó un análisis analógico con referentes y luego se inició con la composición, ese mismo método se puede aplicar al emplazamiento urbano, aunque desde una perspectiva más amplia. Esto es expresado por Correal et al. (2015): "[…] el análisis no solo queda para la composición arquitectónica, sino también para el emplazamiento, porque no se ha de estudiar el objeto arquitectónico de manera aislada y sin relación formal alguna con el sitio." (p.121). A su vez, con respecto a la extrapolación de métodos, el mismo autor plantea: "[…] las categorías de la composición se traspasan al emplazamiento. Las relaciones con las que se compone la arquitectura son las mismas con las que se emplaza la ciudad" (p.124). Por eso, este proceso metodológico no es lineal, sino más bien cíclico. Se puede retroceder y corregir al mismo tiempo que se puede retroceder y verificar. "Comprender el emplazamiento a partir de la composición arquitectónica lleva a no considerarlo como un proceso independiente, sino como un proceso continuo con el de composición arquitectónica" (Correal et al., 2015, p.120). Fase 4: Finalización Y Presentación En esta última etapa del proceso metodológico del proyecto arquitectónico, el alumno no solo ha completado la mayor parte del proceso, sino que también ha adquirido o fortalecido habilidades de análisis, diseño y ha desarrollado una resistencia psicológica a lo largo de las complicaciones experimentadas en las tres fases anteriores. Como su nombre lo indica, esta fase marca la conclusión del proyecto arquitectónico. Desde el punto de vista metodológico, los pasos a seguir hasta este punto se han sugerido 17 después de analizar los enfoques presentados por los autores estudiados. Y desde el punto de vista pedagógico, se ha enfatizado la importancia del papel del docente en acompañar este proceso de aprendizaje. Argumento Del Proyecto Arquitectónico Pero más allá de todo lo aprendido, en esta fase, al igual que en las anteriores, también se plantean pasos para desarrollar cuidadosamente la presentación del proyecto arquitectónico. En esta etapa se ponen a prueba todas las habilidades aprendidas, tanto las de diseño como las de comunicación verbal y no verbal. Como plantea Boix (2012): "El argumento arquitectónico quedará expuesto a través de múltiples lenguajes: dibujos de síntesis e interpretación, maquetas intencionadas, especulaciones verbales e incluso gestuales, que deberán tener una rigurosa selección y se les requerirá una extremada pertinencia" (p.60). Mientras que, desde su perspectiva, Correal et al. (2015) también aporta al desarrollo de este concepto: "La argumentación del proyecto se realiza en diferentes vías: en la primera es capaz [el alumno] de expresarse de manera verbal, […]. En la segunda, con base en el análisis, exploró diferentes modos de representar las ideas que quería transmitir" (p.22). Diseño de la propuesta En cuanto al diseño, el alumno ahora tiene la capacidad de buscar formas de hacer que las soluciones encontradas para el problema del proyecto sean comprensibles para el público (alumnos y docentes), y sobre todo para el futuro cliente, que es en última instancia nuestro jurado más importante y quien decide si el proyecto arquitectónico tiene éxito o no. Aquí el alumno debe decidir qué instrumentos serán necesarios, no solo para descubrir la idea arquitectónica, sino también para presentarse ante las opiniones de expertos e inexpertos. Por lo tanto, en la metodología planteada en este artículo se destaca la importancia de la diagramación y la presentación del proyecto arquitectónico a través de maquetas. Estas maquetas permiten expresar las intenciones arquitectónicas del proyectista hacia el cliente de una manera que a veces los dibujos no logran transmitir. Así, Muñoz (2018) resalta la importancia de la maqueta:"[…] la maqueta ha sido un instrumento de gran importancia para la representación de la arquitectura, sobre todo para el diálogo entre arquitecto y cliente o para mostrar el proyecto a los futuros usuarios" (p.159). En lo que respecta a la habilidad para la diagramación de gráficos, tanto conceptuales como detalles constructivos, el alumno debe poseer un criterio armonioso para organizar la correspondiente diagramación, teniendo en cuenta que la intención de este método es explicar de manera clara, gráfica y concisa ante el público la propuesta desarrollada a lo largo de las fases. Muñoz también destaca esta importante herramienta. "Diagramas, dibujos informáticos, maquetas y escritos forman una biografía del proyecto en el que la obra construida se inserta como un personaje más en esa representación coral" (Muñoz, 2018, p.172).
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