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Artículo sobre el caudillismo, Ejercicios de Historia Contemporánea

Resumen del trabajo de comentario sobre el primer artículo de las prácticas de clase (al caudillismo)

Tipo: Ejercicios

2018/2019

Subido el 07/05/2019

ringostarr76
ringostarr76 🇪🇸

8 documentos

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¡Descarga Artículo sobre el caudillismo y más Ejercicios en PDF de Historia Contemporánea solo en Docsity! EL CAUDILLISMO Y SUS INTERPRETACIONES: UN ANÁLISIS SOBRE UN FENÓMENOS COMÚN DE LA HISTORIA DE AMÉRICA LATINA EN EL XIX. Reiko Tateiwa. El caudillismo es un fenómeno de relevancia mayúscula en el enmarañado siglo XIX hispanoamericano. Se trata de una manifestación política-social cuyo actor principal es el propio caudillo, un líder carismático que gobierna concentrando todo el poder gracias, entre otras cosas, al apoyo de las élites económicas y el clamoroso respaldo popular. El caudillismo ha sido un fenómeno ampliamente tratado y estudiado, desde la historia a la sociología e incluso la psicología. En el ámbito político despierta multitud de inquietudes: ¿fueron estos caudillos los antecesores de lo dictadores americanos propios del siglo XX? ¿poseían una ideología propia respaldada por sus políticas?, etc. Las cuestiones que intenta resolver el artículo de Tateiwa son claras: origen del caudillismo, cuál fue su razón de ser, y cómo fueron sus aportaciones y funciones al devenir político y social de sus determinadas naciones. Antes de adentrarnos en profundidad deberemos saber qué es un caudillo. Se trata de un líder, de un dirigente. Los virreyes le daban dicho calificativo a los rebeldes que se sublevaban contra su poder, este hecho incrementó aun más el carácter militar del caudillo. El caudillo posee también un carácter nacional, es decir, sus decisiones y su figura son de igual influencia en todo el territorio, no solo en una región (para los “caudillos regionales” es conveniente utilizar el término Kassequa). Pero, ¿podemos identificar al caudillo del XIX con el papel de los dictadores que vendrán después? De ninguna manera. El caudillo no requiere necesariamente de “oficina presidencial”, o lo que es lo mismo, su poder no necesita estar institucionalizado. No se trata de un líder electo por el pueblo, sino que ejerce su mandato de facto, respaldado por su gran carisma y el apoyo de las principales élites del país. ¿Cómo surgen estos caudillos? Existen diferentes autores que han optado por multitud de teorías para explicar el “”nacimiento” el caudillismo en la hispanoamerica del siglo XIX. • Herencia Ibérica : Autores como Chapman nos dicen que los caudillos surgen como una reminiscencia del papel de los conquistadores peninsulares: Líderes militares con una enorme carisma, de carácter disciplinado y absolutista. Otros autores como Morse inciden en la idea de la caída del modelo tomista de la reina Isabel y la entrada en acción del modelo maquiavélico fernandista. Es decir, existirían líderes regionales que concentran poder, pero se encuentran bajo la disciplina de la corona. Cuando esta, nexo de unión de todos los territorios de ultramar, cae entran en juego estos diferentes líderes políticos. • Herencia Colonial : Para otros autores, como es el caso de Beezly, los caudillos son descendientes directos de la forma de organización colonial. Estos caudillos no son más que los sustitutos naturales de los virreyes, quienes en época colonial poseían una gran cantidad de poder en sus manos. De hecho, será normal que los caudillos utilicen a diferentes estamentos (Iglesia, Ejército, Terratenientes) propios del mundo colonial para llegar al poder. • Herencia de las Guerras de Independencia: Teoría defendida principalmente por el hispanista John Lynch. La cual nos indica que realmente este caudillismo no es una herencia hispánica ni colonial, sino que es un producto procedente de los episodios bélicos relacionados con las independencias. Para Lynch, a lo largo del periodo colonial surgen diferentes grupos (étnicos, políticos, económicos) con intereses propios. Dichos grupos buscarán un líder, una cabeza visible que actúe de representante. Estos grupos y las tensiones asociadas a ellos permanecen más o menos aletargados en el periodo colonial. En 1808, con la caída de la corona y la enorme inestabilidad política del momento, aparecen estos líderes (futuros caudillos). Realmente estos caudillos no son una herencia hispánica, pero SÍ lo son las funciones y facultades depositadas en ellos por el pueblo y que ellos mismo parecen aceptar de buen grado. El mismo John Lynch nos indica que el caudillismo es un fenómeno ligado a la regionalización de hispanoamérica, y que existen diferencias palpables entre todos ellos. Aun así establece una serie de puntos que parecen mostrarse comunes en la figura de los principales caudillos del XIX: • Relación Clientelar : Estos caudillos heredaron el funcionamiento social (parecido al feudalismo) propio de las grandes haciendas y latifundios. El señor proporciona trabajo, sustento y estabilidad. Los clientes fidelidad y obediencia. En cierta manera, parece normal que se adoptará esta manera de funcionar, ya que los tres caudillos que Lynch toma como ejemplo, Paéz, Rosas y Santa Anna, estuvieron relacionados, en mayor o menor medida con las élites económicas de sus naciones, actuando como verdaderos señores que beneficiaban a sus leales. • Política a favor de las élites : Si por algo se caracteriza el caudillo hispanoamericano es por el gran respaldo que este ha sabido obtener de las principales élites (sobre todo económicas) del país. El caudillo, con su política personalista y autocrática también es considerado como el mayor enemigo del liberalismo y los procesos constitucionales. La realidad es que, como hemos indicado, estos caudillos actuarán casi siempre en función de los intereses de las élites, aunque a veces eso conllevará al abandono de sus propias ideas y proyectos. • Apoyo popular: El caudillo poseerá diferentes consideraciones en función del grupo social referido. Así la oposición lo considerará un tirano, las élites le darán el calificativo de “salvaguarda de la riqueza”, el ejército lo tratará como un comandante supremo y el pueblo verá en él la labor de un padre, de un héroe libertador. Quizás este gran apoyo popular tenga su origen en el carisma de los líderes, y en el carácter campechano de alguno de ellos, como es el caso de Paéz en Venezuela. Lo interesante es observar cómo estos caudillos, a pesar de cometer enormes y gravísimos errores que marcarán para siempre el devenir del país (es el caso de Santa Anna en México y su vuelta del exilio como un verdadero héroe, a pesar de haber perdido la Guerra contra EE.UU) mantendrán ese halo de importancia y de magia sobre su pueblo. Finalmente, Tateiwa hace pública sus conclusiones, dejando claro que el papel de los caudillos no es de especial relevancia por ser líderes militares de una nación, sino por ejercer dicha labor en un momento clave: el tránsito de la Colonia al Estado-Nación por medio del liberalismo. Estos caudillos serán los artífices del torpedeo constante de dicho
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