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Teologías míticas egipcias: La creación según la Teología menfita (ANET 4-5), Apuntes de Historia del Mundo Contemporáneo

Este documento contiene textos de cartas y escritos que describen creencias religiosas y conflictos políticos en Egipto durante el Antiguo Régimen. Se detalla la creación según la Teología menfita, donde Atum es el dios creador y Ptah infunde vida a los dioses. Además, se mencionan las disputas entre gobernantes y reinos, como Meggido y Siquem, y las peticiones de ayuda al rey. El texto también incluye elogios al faraón Sesostris I.

Tipo: Apuntes

2021/2022

Subido el 09/11/2022

tomas-moreyra
tomas-moreyra 🇦🇷

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¡Descarga Teologías míticas egipcias: La creación según la Teología menfita (ANET 4-5) y más Apuntes en PDF de Historia del Mundo Contemporáneo solo en Docsity! Teología menfita de la creación (ANET 4-5) Tomó ser como el corazón y tomó ser como la lengua con la forma de Atum; el Gran Poderoso es Ptah, quien infundió vida a todas las divinidades, así como a sus ka (fuerza vital, protectora y orientadora), por medio de este corazón, a través del cual Horus se convirtió en Ptah, y por medio de esta lengua, a través de la cual Thot se convirtió en Ptah (Ptah pensó y creó después con su palabra al dios creador Atum, transmitiendo así su poder divino a los demás dioses. Horus y Thot, pareja asociada tradicionalmente, se asimilan a los órganos del pensamiento y el habla). De esta forma sucedió que el corazón y la lengua dominaron cada parte del cuerpo mediante la enseñanza de que él (Ptah como corazón y lengua) se encuentra en el cuerpo y en la boca de todos los dioses, hombres, ganado, todo lo que repta y vive al pensar y ordenar cuanto desea. Su Ennéada se hallaba en su presencia con la apariencia de dientes y labios, es decir el equivalente del semen y las manos de Atum; así pues la Ennéada de Atum nació de su semen y de sus manos. La Ennéada de Ptah, sin embargo, son los dientes y labios de la boca que pronunció el nombre de todo, de la que brotaron Shu y Tefnut, y que formó la Ennéada. La vista de los ojos, el oído de las orejas y el oler el aire con la nariz informan al corazón, lo que hace que salga cada concepto completo, mientras que la lengua enuncia lo que el corazón piensa. De este modo fueron formadas todas las divinidades y su Ennéada quedó completa; realmente la categoría divina cobró ser a causa de lo que pensó el corazón y ordenó la lengua. Así se hicieron los espíritus ka y hemsut que proveen a todo y cuidan de todo alimento, por boca de aquel hablar; así se rindió justicia al que hace las cosas agradables e injusticia al que las hace desagradables; así se concedió vida al que tiene paz y muerte al que tiene pecado; así se hizo todo trabajo y todo arte, la acción de los brazos, el movimiento de las piernas y la actividad de cada miembro, de acuerdo con este mandamiento que pensó el corazón, que salió por intervención de la lengua y que valoriza todo. Ocurrió de esta forma lo que se dijo de Ptah: "Quien hizo todo y dió ser a los dioses"; es realmente Ta-tenen que dió origen a los dioses, pues todo surgió de él: alimento y provisiones, las ofrendas de los dioses y todo lo bueno. De esta forma se descubrió y comprendió que su poder era mayor que el de los demás dioses. Tras hacer todo esto, Ptah se consideró satisfecho (cfr. Gen 2,2), así como toda la estirpe divina; había formado a los dioses, construido ciudades, establecido nomos, puesto las divinidades en sus altares, instituido sus ofrendas, señalado sus santuarios y dado forma a sus cuerpos como aquello con lo que se contentaron sus corazones. Debido a ello las divinidades penetraron en los cuerpos de cada especie de madera, de piedra, de arcilla, o en cuanto puede crecer en él (Ptah), donde adquirieron forma. Así todos los dioses, con sus kll, se congregaron en él, alegres y asociados con el Señor de los Dos Países. Libro de los muertos 125: Juicio de Osiris (confesión negativa de los pecados) (ANET 34-36). Lo que se dice al llegar a la Gran Sala de las Dos Justicias, para absolver a X.... de todo pecado que haya cometido, ante las caras de los dioses: Salud a tí, oh gran dios, Señor de las Dos Justicias. He venido hasta ti, mi señor; he sido traído a ver tu belleza. Yo te conozco, yo conozco tu nombre y los de los 42 dioses que estan tras de tí en la Sala de las Dos Justicias, viven en quienes preservan el mal y que beben su sangre el día del juicio en presencia de Wennofer. Mira, "Satimerfiti, Señor de la Justicia" es tu nombre. He venido a tí. Te traigo la justicia, pue he arrojado el mal. No he causado sufrimiento a los hombres. No he maltratado a los animales. No he cometido pecados en los templos. No he conocido lo que está prohibido. No he visto el mal....Mi nombre no ha llegado al Amo de la Barca. No he blasfemado a los dioses. No he privado al indigente de su subsistencia. No he hecho nada que los dioses odien. No he difamado a un esclavo ante su amo. No he hecho sufrir a otro. No he hecho llorar a nadie. No he matado. No he dado la orden de matar. No he robado los bienes de los templo)s. No he dañado los alimentos de los dioses. No he falsificado las medidas de los cereales. No he manipulado los pesos de las balanzas. No he quitado la leche de la boca del niño. No he alejado al rebaño de su pasto. No he cazado las aves de los dioses. No he pescado en sus viveros. No he obstruido las aguas que debieran correr. No he extinguido el fuego que debiera alumbrar. No me he negado a presentar ofrendas a los dioses. No he robado su ganado. No he detenido a un dlios en su procesión. Soy puro (cuatro veces). Mi pureza es la pureza del gran pájaro - benu que está en Heracleópolis, porque soy en verdad la nariz del Señor del Aliento, que hace vivir a todos los hombres, en el día en que se llena el Ojo de Horus en Heliópolis, en el segundo mes de la segunda estación el día último, en presencia del señor de este tierra. Yo soy el que ha visto llenar ese Ojo en Heliópolis Nunca me locará el mal en esta tierra o en esta Sala de las Dos Justicias, porque conozco los nombres de estos dioses que hay en ella, los seguidores del gran dios....(siguen las protestas de inocencia dirigidas a los 42 dioses). ..."No te anunciaré" dice el portero de la Sala de las Dos Justicias, "si no dices mi nombre". "Comprendedor de Corazones, Buscador de Cuerpos es tu nombre''. "Entonces )a quién debo anunciarte?". "Al dios que esté en su hora de servicio". "Deberías hablar con el intérprete de las Dos Tierras". ")Quién es, pues, el intérprete de las Dos Tierras? " "Es Thot". "Acércate, dice Thot; )por qué has venido?" "He venido aquí para ser anunciado" ")Cuál es tu condición?. "Soy puro de pecado. Me he protegido de la contienda de aquellos que están en sus días. No estoy entre ellos" "Entonces, )a quién te anunciaré?. Te anunciaré a aquel cuyo techo es de fuego, sus muros serpientes vivientes y agua su pavimento". ")Quién es? " "Es Osiris". "Ve entonces. Mira, ya eres anunciado. Tu pan es el Ojo restaurado; tu cerveza es el Ojo Restaurado. Tienes ofrendas de invocación en la tierra en el Ojo Restaurador" Así habló Osiris a X..., el difunto. (Instrucciones para el uso del hechizo). A cumplimentar de acuerdo con lo que tiene lugar en esta Sala de las Dos Justicias. Este hechizo se ha de recitar cuando está limpio y puro, vestido con ropas nuevas, calzado con sandalias blancas, perfumado con mirra, a quien se ha ofrecido ganado, aves, incienso, pan, cerveza y verdura. Escribe este texto en pavimento limpio en ocre mezclado con tierra sobre la que ningún cerdo o animal alguno haya pisado. Aquel en cuyo nombre este libro se ha escrito será próspero, y sus hijos serán prósperos, sin avaricia, porque será un hombre considerado del Rey y los cortesanos. Hogazas, jarras, pan y trozos de carne le serán dados del altar del gran dios. No será detenido en ninguna parte del Oeste, sino que será introducido con los reyes del Alto y del Bajo Egipto y estará en la comitiva de Osiris. Verdadero y cierto un millón de veces. Entonces me apoderé de sus bienes, tomé sus animales; lo que él había planeado hacer conmigo, se lo hice a él. Tomé lo que había en su tienda y saqueé su campamento. Me convertí en poderoso, grande en mis tesoros, rico en mis ganados. Así Dios ha actuado para manifestar su clemencia hacia aquél con el que se había irritado y había hecho errar en otro país. Su corazón está hoy satisfecho. Un fugitivo huía en su tiempo, (ahora) mi fama se extiende hasta la Corte. Un negligente se arrastraba víctima del hambre, (ahora) yo doy pan a mi vecino. Un hombre abandonaba su país por su desnudez, (ahora) tengo vestidos de lino blanco. Un hombre corría porque no tenía a quien enviar, (ahora) tengo una multitud de esclavos. Mi casa es hermosa, mi propiedad es ancha, pero mi recuerdo está en palacio... Cartas de El Amarna. Los tres centenares largos de tablillas descubiertas en Tell-el-Amarna, pertenecientes a los archivos reales de Amenofis III y su hijo Amenofis IV, escritas en acadio, proporcionan una información extraordinariamente importante y completa sobre la situación internacional del Próximo Oriente en la primera mitad del s. XIV. Las cartas revelan la importancia del protocolo, que requería una forma de salutación elaborada, algo que no se da en documentos similares hallados en el archivo de Ugarit, pertenecientes al s. XVIII. Se incluyen aqui tres cartas dirigidas al faraón egipcio. Las dos primeras, por el casita Burnaburiash II (1375--1347), y la tercera por el asirio Assur-uballit (1366--1330). Todas revelan el interés obsesivo de los principes asiáticos por el oro egipcio (tan abundante en ese país como el polvo, dirá Assuruballit), que emplearían para ornar las construcciones emprendidas de palacios y templos. A cambio, Mesopotamia manda caballos y lapislázuli. Estos intercambios de objetos suntuarios o bienes de prestigio se realizan siempre en la forma de regalos entre hermanos, siguiendo el principio de "do ut des", y es esta hermandad la cualidad que mejor define la alianza y buenas relaciones entre soberanos del mismo rango. Las tres cartas muestran los reproches de los asiáticos ante la poca cantidad de oro enviado, cuya emisión ha de ser supervisada personalmente por el faraón (carta 1). Otra preocupación general la constituyen los ataques de que son objeto las caravanas de los enviados reales en tierras dependientes de Egipto por parte no sólo de elementos nómadas, sino aun de las propias autoridades egipcias (carta 1). El tono de la correspondencia entre el faraón y el casita Burnaburiash sugiere un declive en las relaciones entre ambos paises, quizás como consecuencia del debilitamiento progresivo de Egipto con Amenofis IV; en la primera carta de aquel destacan los ingenuos reproches ante la falta de preocupación de su hermano por su salud, que ignora realmente la lejanía de Egipto. Asimismo, las protestas de Burnaburiash (carta 2) y su declaración de hegemonía política sobre Asiria, muestran a las claras la expansión de ésta con Assur-uballit. Carta de Biridiya de Megiddo Al rey, mi señor y mi dios Sol, dice: Así Biridiya, el leal siervo del rey. A los dos pies del rey, mi señor y mi dios Sol, siete veces y siete veces caigo. Sepa el rey que desde que los arqueros regresaron (a Egipto?), Labayu lleva a cabo hostilidades contra mí, y que no podemos trasquilar la lana, y que no podemos pasar de la puerta en presencia de Labayu, desde que supo que no has dado arqueros; y ahora su rostro se dispone a tomar Meggido, pero el rey protegerá su ciudad para que Labayu no se apodere de ella. En verdad, la ciudad es destruida por la muerte a consecuencia de pestilencia y enfermedad. Conceda el rey cien tropas de guarnición para guardar la ciudad, a fin de que Labayu no la tome. Ciertamente, no hay otro propósito en Labayu. Intenta destruir Meggido. (EA, n 1 244 ) Carta de Labayu de Siquem Al rey, mi señor y mi dios Sol, dice: Así Labayu, tu siervo y el polvo que tú hollas. A los pies del rey, mi señor y mi dios Sol, siete veces y siete veces caigo. He oido las palabras que el rey me escribió y )quién soy yo para que el rey pierda su tierra por mi culpa? He aquí, soy siervo del rey, y no me he rebelado y no he pecado, y no retengo mi tributo, y no desoigo las demandas de mi comisario. Me difaman malignamente, pero el rey, mi señor, no me impute la rebeldía.! Además, mi crimen es, a saber, que entré en Gézer y dije en público: "Tomará el rey mi propiedad y no la propiedad de Milkilu? " Sé lo que Milkilu ha hecho contra mí. Además, el rey escribió acerca de mi hijo. Ignoraba que mi hijo se asociase a los hapiru, y ciertamente lo he puesto en manos de Addaya. Además, si el rey escribiera pidiendo mi mujer, )cómo podría retenerla yo? Si el rey me escribiera: "Hunde una daga de bronce en tu corazón y muere!", )cómo podría yo desobedecr la orden del rey? (EA, n1 254) Carta del faraón al Milkilu de Guézer A Milkilu, príncipe de Guézer. Así el rey. Te envío esta tablilla para decirte: He aquí, te envió a Hanya, el comisario de los arqueros, con mercancías, a fin de tener concubinas hermosas, (es decir), tejedoras; plata, oro, vestidos (de lino), turquesas, toda especie de piedras preciosa, sillas de ébano, así como toda cosa buena, totalizando 160 deben. En suma: cuarenta concubinas: - el precio de cada concubina es cuarenta (siclos) de plata. Por consiguiente, envia concubinas muy hermosas y sin tacha. Y diga el rey, tu señor, a ti: "Esto es bueno. Para tí se ha decretado vida". Sabe que el rey está bien, como el dios Sol. Sus tropas, sus carros de guerra, sus caballos, están muy bien. He aquí, el dios Amón ha puesto el país alto, el país bajo, el sol levante y el sol poniente debajo de los dos pies del rey. Cartas de Abdu-Heba de Jerusalén Al rey, mi señor, dice; Así Abdu-Heba, tu siervo. A los dos pies del rey, mi señor, siete veces y siete veces caigo. )Qué hice al rey, mi señor? Me culpan ante el rey, mi señor, diciendo: "Abdu- Heba se ha rebelado contra el rey, mi señor". He aquí, en cuanto a mí, no fue mi padre, ni mi madre, quien me puso en este puesto; (el brazo del poderoso rey me condujo a la casa de mi padre! )Porqué iba a cometer una transgresión contra el rey, mi señor?. Mientras el rey, mi señor, viva, diré al comisario del rey, mi señor: ")Por qué favoreces a los hapiru y te opones a los gobernadores?" Y así soy acusado en presencia del rey, mi señor. Porque se dice: "Perdidas están las tierras del rey, mi señor". Así se me infama en presencia del rey, mi señor! Pero sepa el rey, mi señor, que cuando el rey estableció una guarnición, Yanhamu se apoderó de todo, y ... la tierra de Egipto... (Oh rey, mi señor, no hay tropas de guarnición aqui! ((Por consiguiente), cuide el rey de su tierra! (Cuide el rey de su tierra! Todas las tierras del rey se han rebelado; Ilimilku (2) causa la pérdida de todas las tierras del rey. Cuide el rey de su tierra! Repito: "Permítaseme entrar a la presencia del rey, mi señor, y déjeseme ver los dos ojos del rey, mi señor". Pero la hostilidad contra mí es recia, y no puedo entrar a la presencia del rey, mi señor. Quiera el rey enviarme tropas de guarnición, a fin de que pueda entrar y ver los dos ojos del rey, mi señor. Tan cierto como que el rey, mi señor, vive, cuando los comisarios vengan, diré: "(Perdidas están las tierras del rey' )No me oís? (Todos los gobernadores están perdidos; el rey, mi señor, no tiene un solo gobernador!" Vuelva el rey, su atención a los arqueros, y envíe el rey, mi señor, tropas de arqueros, pues el rey carece de manos. Los hapiru saquean las tierras del rey. Si hay arqueros (aquí) este año, todas las tierras del rey permanecerán (intactas); pero si no hay arqueros, las tierras del rey, mi señor, se perderán! Al escriba del rey, mi señor: Así Abdu--Heba, tu siervo. Presenta palabras elocuentes al rey, mi señor. (Todas las tierras del rey, mi señor, están perdidas!. (EA 286) 14 El tejedor en el interior de su taller es más desgraciado que una mujer (en dolores de parto); las rodillas apretadas contra el vientre, no puede ni respirar. Si pierde un solo día sin tejer, lo castigan con cincuenta latigazos. Y tiene que dar alimento al portero para que éste le permita venir a la luz del día. 15 Más desgraciado aún, el fabricante de flechas que tiene que ir al desierto. Tiene que pagar por su burra más de lo que le proporciona su trabajo y abonar al campesino que le indica el camino. Cuando vuelve a casa, el camino lo ha destrozado. 16 El caravanero se va al extranjero, después de haber traspasado sus bienes a sus hijos, por miedo a los leones y a los asiáticos. Sólo se encuentra bien cuando vuelve a Egipto, pues (durante su viaje) su casa es sólo una lona, en vez de un techo de tejas, y sin vestíbulo para tomar el aire. 17 El embalsamador tiene los dedos que apestan con el olor de los cadáveres y los ojos irritados por el denso humo. No puede deshacerse de su suciedad, aun cuando pase un día entero en un charco de cañas, y sus vestidos le causan hedor. 18 Muy desgraciado es el curtidor que transporta sus varas de curtir. Sus almacenes están llenos de pellejos y todo lo que muerde le sabe a cuero. 19 El lavandero hace la colada a la orilla del agua, muy cerca de los cocodrilos. *Padre -le dicen su hijo y su hija-, me voy lejos del agua corriente, a buscar un oficio más interesante, cualquiera que sea, pero más destacado+. Su comida está mezclada de suciedad; ~no tiene ni un solo miembro limpio! Tiene que lavar la ropa de la mujer impura. Llora, pasando el día batiendo en la losa (de lavar). Le gritan: *(Lejía sucia! (Ven pronto, que esto se derrama!+. 20 Al pajarero nada le va bien cuando acecha a los habitantes del cielo. Cuando pasa algo volando por encima de el, dice: *Si tuviera ahora mis redes...+. Pero el dios no le da esa oportunidad, ya que sólo siente odio por lo que ha hecho. 21 Quiero hablarte también del pescador, que es el que tiene un oficio más desgraciado, ya que ha de trabajar con la orilla infestada de cocodrilos. Cuando cuenta (su pesca), se queja y no puede decir (como) excusa: *Había allí un cocodrilo+, ya que ha sido su miedo el que lo ha cegado. Cuando llega al río, dice: *(A dios va!+. Mira, además no hay oficio sin patrono, excepto el del escriba, (pues él es el amo! 22 Si sabes escribir, esto será mejor para ti que todos los oficios que te he presentado. Mira, el funcionario es un dependiente, lo mismo que el administrado. El arrendatario no puede decirle al propietario: *(No te quedes vigilándome!+. Lo que he hecho (al emprender) este viaje desde el sur hasta la Residencia, lo he hecho por amor a ti. (Hasta) un solo día en la escuela es ventajoso para ti, ya que el trabajo que allí se hace dura toda la eternidad, como las montañas. Busca con agrado el trabajo de la escuela, mientras que los trabajadores que te he dado a conocer tienen que desvivirse y obligan a obrar rápidos a los recalcitrantes. 23 Voy a decirte otra cosa para enseñarte lo que has de saber en ese sitio en que tendrás que luchar. No te acerques a un lugar donde disputan. Si alguno te dirige algún reproche y no sabes cómo resistir a su cólera en presencia de oyentes, responde con precaución. 24 Si marchas detrás de los oficiales, permanece a distancia del último. Si entras cuando el dueño de casa está en ella y delante de ti sus manos se tienden a otro, siéntate con la mano en la boca. No pidas nada en su presencia, sino haz lo que diga. Guárdate de acercarte a la mesa. 25 Permanece serio, no te despojes de tu dignidad. No digas tus secretos, pues el que oculta sus pensamientos íntimos ése se hace un escudo. No pronuncies palabras sin pensar cuando te sientes con un hombre irritado. 26 Cuando vuelvas de la escuela después del anuncio de la pausa del medidía, entra en el patio y discute de la última parte de tu libro de lectura. 27 Cuando un funcionario te envíe como mensajero, di lo que él dijo. No cortes ni añadas nada. El que abandona un cofre ()de libros?), su nombre no durará. Al que es sabio en todos sus caminos, nada se le ocultará y no será rechazado para ninguno de sus puestos. 28 No digas nada falso sobre tu madre: es una abominación para los funcionarios. El retoño que hace cosas útiles, su condición es igual a la de ayer. No tengas demasiada indulgencia con un hombre indisciplinado, pues luego hablarían mal de ti. Cuando hayas comido tres bocados de pan y echado dos tragos de cerveza, si tu cuerpo no queda satisfecho, dómalo. Si otro se atraca, no te juntes con él. (Guárdate de acercarte a su mesa! 29 Mira, es conveniente que, una vez despedida la gente, oigas (sólo) las palabras de los dignatarios. Tienes que adoptar las formas de los hijos de los nobles y seguir sus huellas. Se estima a un escriba que se muestra comprensivo, ya que la comprensión transforma a una persona apasionada. Permanece en pie cuando te dirigen palabras de bienvenida. Que tus pies no se apresuren cuando caminas. No te acerques como hombre lleno de confianza. Trata con un hombre más eminente que tú; pero que tu amigo sea de tu generacion. 30 Mira, te he puesto en el camino del dios. La Renenet [diosa protectora] de un escriba está sobre su hombro desde el día de su nacimiento. Cuando se hace hombre cabal, llega a la sala de la corte de justicia. Mira, no hay escriba a quien le falten el alimento y las provisiones de la Casa real - (vida, prosperidad, salud! -. Es Meskenet [diosa del nacimiento y del destino], protectora del escriba, la que lo presenta ante el colegio de los magistrados. Venera a tu padre y a tu madre, que te pusieron en el camino de los vivientes. Recuerda bien todo esto, que he puesto ante tus ojos y ante los de los hijos de tus Felizmente acabado. 2. Instrucción de un hombre a su hijo 1 Comienzo de la instrucción que un hombre dio a su hijo. Dijo: 2 *Escucha mi voz, no descuides mis palabras, no seas indiferente a lo que te voy a decir+ . 9 El rey es un dique de contención. Ha frenado a grandes y a vasallos. 10 A los que ama presta atención y se cuida de su miseria. 11 Un día de fortuna, )se ha perdido alguna vez? Meskenet sigue siendo la que fue. Lo que se decretó para ti no queda destruido (..) en una disputa. 12 Grande es el favor del dios fuerte en combatir el mal hasta el fin. Grande es su poder, pues yo vi su renombre Su destino no se abatirá sobre él. 13 El educa al ignorante en la sabiduria, y quienes lo odiaron resultan ser como los que uno ama. 14 Gracias a él, la gente pequeña supera a los grandes, los últimos son como los primeros. El que carecía de recursos se hace poseedor de una fortuna; el que sólo tenía pocas gentes se hace pceeedor de clientela. 15 El hace llegar al que carecía (de medios) para llegar El pordiosero se hace poseedor de aldeas. 16 El enseña al mudo a hablar, abre los oidos al sordo. 17 Todo esto en el espacio de una vida, independientemente de la fortuna; y sin que el destino puede oponerse a ello; el aliento se pone en sus narices. 18 Tú tendrás mucho en tu posesión, si pasas tu existencia en los límites del designio de tu dios. 19 Venera, pues, al rey del Alto Egipto, honra al rey del Bajo Egipto. 20 El que no tenía nombre se convertirá en un hombre venerado (...). 3. La Enseñanza de Amenemope Prólogo I,1 Comienzo de la enseñanza sobre la vida, guía para el éxito; todas las reglas para las relaciones con los ancianos para la conducta con los dignatarios. 5 Para saber cómo replicar al que habla, cómo responder al que envia un mensaje; para dirigir (a cada uno) por los caminos de vida y hacerle prosperar en la tierra, para hacer entrar su corazón en su capilla 10 navegando lejos del mal; para salvarlo de la boca de los extranjeros y que la boca de la gente haga su elogio. Escrito por el intendente de los terrenos, experto en su cargo, retoño de un escriba del País predilecto, 15 intendente de los cereales, que controla las medidas, que fija las tasas en grano debidas a su dueño, que registra las islas recién aparecidas en el nombre verdadero de Su Majestad, que pone los mojones en los linderos de los campos, II,1 que trabaja para el rey haciendo sus listas, que establece el catastro del País negro; el escriba que determina la ofrenda para los dioses, que arrienda las tierras a las gentes, 5 el intendente de los cereales, provisor de alimentos, que llena de grano los almacenes, el verdadero silencioso en Tjéni, (de nombre) Ta-wer, el justificado en Ipu, que posee una pirámide (funeraria) al oeste de Senu, 10 y una capilla en Abydos, Amenemope, el hijo de Kanakt, el justificado en Ta-wer, para su hijo, el más joven de sus hijos, el más pequeño de su familia, 15 iniciado en los misterios de Min-Kamutef escanciador de libaciones para Wennofré, que instala a Horus en el trono de su padre y lo guarda en su noble capilla, el hijo de Mut, misterioso... III,1el guardián de la Madre del dios, que protege a Min en su capilla, de su verdadero nombre Hor-em-maakeru, el hijo de un dignatario de Ipu, 5 hijo de una tocadora de sistro de Su y de Tefnut, la directora del coro de las cantantes de Horus, Tawosret. Capítulo 1. La atención del discípulo Dijo: Presta el oído, escucha estos consejos, l0 aplica tu corazón a comprenderlos. Es provechoso meterlos en tu corazón, si se respetan los límites de los campos. Si deseas que tu cuerpo sea vigoroso, ten cuidado del amo de todo. 15 No pises los surcos de otro; es interés tuyos guardarlos en buen estado. Ara tus campos y encontrarás todo lo que necesitas; saca tu pan de tu era. Más vale una medida que te da el dios 20 que cien mil ganadas no honradamente: IX,1 no se quedan ni un día en el granero o en la granja, no ofrecen alimento para el trago de cerveza, su estancia en el granero sólo dura un momento: cuando llega la mañana, han desaparecido. 5 Más vale la pobreza en la mano del dios, que riquezas en el almacén. Más vale pan con alegria del corazón que riquezas con tormentos. Capítulo 7. Exceso y moderación 10 No pongas tu corazón en buscar la riqueza, pues nadie puede ignorar a Destino y Fortuna, No dejes vagar tus pensamientos, pues todo hombre tiene su hora marcada. No te canses buscando la abundancia; 15 lo que tienes, eso te basta. Si riquezas te llegan por el robo, no pasarán la noche en tu casa; al amanecer, se ve su sitio, pero ellas no están; 20 la tierra abrió su boca, las barrió, las tragó, X,1 y las ha hecho bajar a las profundidades. Se hicieron un gran agujero a su medida y se hundieron en el mundo subterráneo; o bien se hicieron alas como las ocas 5 y volaron hacia el cielo. No pongas tu gozo en riquezas adquiridas por el robo, ni te quejes de ser pobre. Si el jefe de los arqueros fuerza el paso demasiado, su compañía lo abandona 10 el barco del hombre avaró se hunde en el barro, pero la barca del silencioso hace vela con buen viento. Invoca a Atón cuando se levanta diciendo: *Concédeme prosperidad y salud+; te dará lo que necesitas para vivir 15 y estarás al abrigo del miedo. Capítulo 8. Bondad e indulgencia Muéstrate bueno con la gente y todos entonces te saludarán, 20 pues se da una buena acogida al Uraeus y se escupe sobre Apofis XI,1 Guarda tu lengua de las palabras nocivas y serás amado por todos. Encontrarás tu lugar en la casa de dios y participarás de las ofrendas hechas a tu señor. Te harán bienaventurado, tu sarcófago te protegerá, 5 y quedarás al abrigo de la cólera de dios. No grites: *al criminal+ contra nadie cuando las razones de (su) huida son ocultas. Si quieres oír algo, bueno o malo, hazlo fuera, para que no seas oído. 10 Que tu lengua no revele más que lo bueno y que lo malo quede oculto ante ti. Capítulo 9. Retrato del impulsivo No fraternices con el impulsivo; no te acerques a él para conversar. 15 Contén la lengua al responder a tu superior y ten cuidado de no ultrajarle. No le dejes lanzar sus palabras para cogerte en la trampa, pero no sueltes las riendas en tu réplica. Conversa con un hombre de tu condición 20y ten cuidado de no ofenderle. XII,1 Cuando un hombre está en cólera, sus palabras son más rápidas que el viento sobre el agua. Destruye o edifica con su lengua cuando pronuncia sus palabras hirientes; 5 da una respuesta que merece golpes y no trae más que ruina. Navega por el mundo entero, pero su carga sólo son palabras embusteras. Se hace barquero de palabras capciosas, va y viene buscando rencillas. 10 Cuando come y bebe en el interior, (se oyen) sus respuestas desde fuera. El día en que es castigado por su crimen es un desastre para sus hijos. (Si acaso Knum viniera a él, 15 si el alfarero viniese al impulsivo para modelar y cocer (ese) corazón! Es como un joven lobo en el patio de una finca, bizqueando un ojo contra el otro; XIII,1 siembra el alboroto entre los hermanos. Corre, impulsado por todos los vientos, como las nubes; ensombrece el esplendor del sol. Da golpes de cola como un joven cocodrilo 5 y se levanta para golpear. Sus labios son dulces, pero su lengua es amarga; un fuego arde en su cuerpo. No saltes para unirte a ese hombre; si no, el miedo te arrebatará. Capítulo 10. La lengua y el corazón 10 No te esfuerces en saludar al impulsivo, pues entonces dañarias tu propio corazón. No le digas: *(Salud!+ hipócritamente, cuando tienes el miedo en el vientre. 15 No hables falsamente a un hombre: el dios tiene horror de todo eso. No disocies el corazón de tu lengua, entonces todos tus esfuerzos se lograrán; tendrás peso frente a los demás, XIV,1 y estarás seguro en la mano del dios. Dios odia a quien falsea las palabras, siente un gran hastío del que disimula. Capítulo 11. Los bienes del pobre 5 No ambiciones los bienes de un hombre pobre, ni tengas hambre de sus panes; los bienes de un pobre se atragantan y hacen vomitar a la garganta; El que saca ganancia de falsos juramentos, 10 su corazón se oculta en su vientre, Cuando defrauda, el éxito es frágil, el mal estropea el bien. Te quedarás embarazado ante tu superior y confuso en tu exposición; 15 se responderá a tus excusas con injurias y a tus halagos con golpes. Un gran bocado de pan lo tragas, lo vomitas; (te quedas vacío de tu ganancia! Observa al opresor del pobre XV,1 en el momento en que el bastón lo golpea; todas sus gentes están atadas con cadenas, y él es conducido al verdugo. Aunque tu superior te suelte, 5 sigues siendo odioso a tus subordinados. Pasa al lado del pobre por el camino; cuando lo veas, no toques sus bienes. Capítulo 12. La honradez en la gestión No ambiciones los bienes de un grande 10 ni tomes demasiado libremente grandes bocados de pan. Si te confía la administración de su fortuna, respeta sus bienes y los tuyos prosperarán. No trates con el impulsivo ni te relaciones con un hombre malévolo. 15 Si te envian a transportar paja, respeta la carga; pues si cogen a un hombre en un negocio poco honrado, ya no lo enviarán en otra ocasión. XX,1 Si uno se cansa buscando la perfección, en un instante se la destruye. Sé fuerte en tu corazón, afianza tu espíritu; que tu lengua no sea para ti el timonel, 5 pues si la lengua del hombre es el timón del barco, el amo de todo es el que lo pilota. Capítulo 19. Nada más que la verdad No entres en el tribunal ante un magistrado para falsear allí tus palabras. 10 No varíes en tus respuestas, cuando tus testimonios están dispuestos. No te canses en jurar por tu señor, en hablar cuando la instrucción: di la verdad ante el magistrado, 15 no sea que ponga la mano sobre ti. Si al día siguiente vuelves ante él. aprobará todas tus palabras; referirá tu parecer en la Residencia ante el Consejo de los Treinta, que lo tendrá en cuenta en otra ocasión. Capítulo 20. Nada de favoritismos 20 No corrompas a la gente en la corte de justicia; no oprimas al que está en su derecho. XXI,1 No tomes el partido del hombre bien vestido ni rechaces al que viste andrajos, No aceptes el regalo de un poderoso, y para presumir no qprimas al débil. 5 La justicia es un gran don de dios, y la da a quien quiere. El poder del que se parece a él salva al pobre de los que le golpean. No fabriques falsos documentos; 10 es un delito serio, que puede castigarse con la muerte, que deriva del gran juramento de conjuro y de la investigación de un procurador. No falsifiques los oráculos en los rollos, desbaratando así los planes de dios. 15 No te arrogues el poder de dios, como si no existieran Destino ni Fortuna. Devuelve los bienes a sus propietarios, así te mantendrás en vida; no hagas proyectos a costa de sus casas, 20 pues entonces tus huesos serían buenos para el cadalso. Capítulo 21. En los brazos del dios XXII,1 No digas: *Encuéntrame un superior poderoso, pues un hombre en tu ciudad me ha injuriado+; no digas: *Encuéntrame un protector, pues uno que me odia me ha injuriado+. 5 Verdaderamente, no conoces los designos del dios, y no deberias llorar por el mañana. Ponte en los brazos del dios y tu silencio los reducirá a la nada; el cocodrilo no emite ningún grito, 10 (pero espanta desde siempre! No vacíes tu corazón ante cualquiera: disminuirias tu crédito. No derrames palabras entre la gente 15 ni te ates a un hombre que desnuda su corazón. Más vale un hombre que guarda para sí su consejo que un hombre que lo expresa haciendo daño. No hay que correr para alcanzar la perfección; no hay que agitarse con riesgo de destruirla. Capítulo 22. El adversario se desenmascara a sí mismo 20 No provoques a tu compañero en una disputa, para hacerle decir lo que tiene en el corazón. No te apresures a presentarte ante él XXIII,1 cuando no ves lo que hace. Intenta primero comprender lo que él tiene que decir, luego quédate tranquilo y alcanzarás tu fin. Déjale hacer: vaciará su corazón. 5 Procura dormir; él será hallado en falta. Vigila sus pasos, no le hagas daño. Desconfía de él, no lo subestimes. Verdaderamente, no conoces los designios de dios y no deberías llorar por el mañana. 10 Ponte en los brazos del dios y tu silencio los reducirá a la nada. Capítulo 23. Comida en casa de un notable No comas el pan en presencia de un notable, no pongas allí la boca el primero. 15 Si tienes bastante con disimular que masticas, conténtate con tu saliva. Mira la vasija que hay delante de ti y que baste para tus necesidades. En cuanto al notable, cuanto más alto es su cargo, 20 más pozos tiene de donde sacar agua 49 Capítulo 24. La discreción del secretario No escuches las respuestas de un notable en su casa XXIV,1 para repetírselas a otro fuera. No dejes referir tus palabras fuera: tu corazón sentiria amargura. El corazón del hombre es un regalo de dios, 5 guárdate de despreciarlo. El hombre que está al lado de un notable, su nombre no debería ser conocido. Capítulo 25. Iguales ante dios No te rías de un ciego, no te burles de un enano, 10 no hagas más pesada la prueba de un cojo. No te rías de urí hombre que está en la mano del dios, no te irrites contra él cuando se equivoca. Pues el hombre sólo es barro y paja y el dios es su constructor; derriba y construye cada día; hace un millar de pobres según su beneplácito, y de un millar de hombres hace inspectores cuando está en su hora de vida. Dichoso el que alcanza el Occidente 20 en seguridad en la mano del dios. Capítulo 26. Amistad y urbanidad Vienen a la cabecera de todos los libros 10 y hacen sabio al ignorante. Si se los lee ante un ignorante, gracias a ellos quedará purificado. Llénate de ellos y ponlos en tu corazón; hazte capaz de interpretarlos, de interpretarlos como un maestro. 15 El escriba experto en su cargo es hallado digno de ser un hombre de corte. Se ha terminado. XXVIII,1 Escrito por Senu, hijo del padre divino Pemu. 4. El canto del arpista (ANET 467) Este canto, cuyo original se remonta al Segundo Período Intermedio, pero al que una fuente antigua lo califica como "la canción que está en la casa del Rey Antef, el triunfante, y que está ante el cantor con el arpa", nos muestra cómo son abandonadas las esperanzas de una vida futura, dándose paso a un escepticismo sobre cuanto mantenía la tradición y que encuentra su expresión en ciertas obras literarias como la siguiente. Parecido entre los cantos de los arpistas y los cantos báquicos. Otros autores piensan que podría tratarse de un Antef de la dinastía XI. Próspero es él, este buen príncipe, aún cuando la buena fortuna pueda sufrir daño. Generaciones pasan y otras permanecen desde el tiempo de los antepasados. Los dioses que antes vivían resposan en sus pirámides. También murieron los beatificados, enterrados en sus pirámides. Y los que construyeron casas, sus lugares ya no están. Mira lo que se ha hecho de ellos. Ninguno hay que vuelva de allí, que pueda contar su estado, que pueda contar sus necesidades, que pueda calmar nuestros corazones, hasta el día en que viajemos al lugar al que se han ido. Florezca tu deseo, para que tu corazón olvide las beatificaciones. Sigue tu deseo y tu bien. Colma tus necesidades en la tierra, al mandato de tu corazón, hasta que llegue para tí el día del lamento. El cansado de corazón no oye sus lamentos, y no salva el llanto al corazón del hombre del infierno. ESTRIBILLO: Haz fiesta, y no te canses en ello. Mira, no es dado al hombre llevar su propiedad con él. Mira, ninguno hay que parta y vuelva de nuevo. 5. Cantos de amor El período de la historia egipcia que transcurre entre 1700 y 1100 ha aportado varias colecciones de cantos de amor, destinados probablemente a ser interpretados acompañados de algún instrumento musical. Sirven para expresar el amor a la naturaleza y a la vida al aire libre y, al igual que en el Cantar de los Cantares, los amantes se llaman "mi hermano" y "mi hermana". La voz de la golondrina habla y dice: "La tierra se ha iluminado, )cuál es tu camino? " (Cantar 2,12-13). (No me turbarás, oh pájaro!. He hallado a mi hermano en su lecho, cuando me dijo: "No me iré lejos. Mi mano está en tu mano; me pasearé y estaré contigo en todos los lugares placenteros". Me hace la primera de las doncellas. No lastima mi corazón. Siete días hasta ayer no he visto a mi hermana (Cantar 2,5 y 5,8), y una enfermedad se ha adueñado de mí. Mi cuerpo se ha hecho pesado, olvidado de mi propio ser. Si el jefe de los médicos viene a mi, mi corazón no se contenta con sus remedios; los sacerdotes lectores (los que leen ensalmos para cuidar enfermedades) no hallan solución para ello; mi enfermedad es incontrastable. Decirme "(Hela aquí!" es lo que me revivirá; su nombre es lo que me confortará; el entrar y el salir de sus mensajeros es lo que revivirá mi corazón. Más salutífera es para mí la hermana que cualquier remedio; es más para mí que los escritos acopiados. Mi salud reside en que entre del exterior; cuando la veo, entonces estoy bien. Si ella abre su ojo, entonces mi cuerpo se rejuvenece; si habla, de nuevo estoy fuerte; cuando la abrazo, aleja el mal de mí; pero (hace siete días que se apartó de mí!. !Ojalá vinieras velozmente a tu hermana, como un corcel del rey (Cantar 1,9), elegido entre millares de caballos, el primero de sus caballerizas!. Se le distingue en la comida, y su señor conoce sus pasos. Si oye el sonido del látigo, no se demora, y no hay cazadro destacado que pueda anteponérsele para contenerle! Cuán bien sabe el corazón de la hermana que él no está lejos de la hermana!.
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