Bloque 7, estándares de historia de españa, Apuntes de Historia de España

¡Descarga Bloque 7, estándares de historia de españa y más Apuntes en PDF de Historia de España solo en Docsity! ESTÁNDARES BLOQUE 7 Estándar 79.- Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por Cánovas. (2 puntos) Hubo un pronunciamiento por parte de Martínez Campos que supuso el fin de la I República y la restauración borbónica en la corona de España con Alfonso XII al frente en 1874. Durante su reinado se creó una nueva forma de gobierno denominada bipartidismo donde se disolvía a las Cortes y se le otorgaba el poder a Antonio Cánovas del Castillo y a Práxedes Mateo Sagastas. Los objetivos de Cánovas con el nuevo régimen se basaban, fundamentalmente, en que el Rey y las Cortes eran las dos instituciones en las que debía recaer el poder legislativo y la soberanía mientras que los burgueses debían ser los encargados de la actividad política por medio del partido político conservador y liberal que se asemejan al modelo inglés. De este modo, se muestra el interés de Cánovas por establecer un sistema político conservador. Además, a modo de avalar la estabilidad política, surge en 1876 la Constitución de ese mismo año. Dicha Constitución cuenta con unas determinadas instituciones fundamentales entre ellas, - Soberanía compartida entre las Cortes y el Rey. - División de poderes matizada pues el Rey acumulaba enormes poderes y se convierte en la principal institución del Estado. - Bicameralismo: Senado, bajo control real y el Congreso, elegido por sufragio directo. - Catolicismo como religión oficial, aunque toleraban otras culturas pero de manera privada. - Organización territorial muy centralista pues el gobierno controlaba los ayuntamientos y diputaciones. Este nuevo sistema político tenía como principio el bipartidismo que se basaba en la alternancia pacífica del poder de los partidos principales: el conservador, liderado por Cánovas y el liberal por Sagastas, por tanto, Alfonso XII no era un rey de un solo partido. Este turno pacifico suponía que ambas corrientes asegurarían la estabilidad constitucional. Estos turnos se garantizaban falsificando los resultados con el fin de obtener los deseados. Para ello, existía la figura del cacique considerada como la persona influyente del pueblo. Asimismo, se aprovechaban del sorteo de quintas garantizando al sujeto no tener que ir a la guerra si le tocaba en este. Por otro lado, tenemos el fraude electoral y el pucherazo ya que incluyen a personas que no tenían derecho a voto manipulando tanto el encasillado como el censo. Además, lograban falsear votos comprandolos a cambio de dinero o especies, e incluso llegaban a la violencia en grupos armados. Asimismo, la abstención generalizada cuya apatía electoral se explica por no sentirse representada. No obstante, cabe señalar que estos elementos que dieron pie al fraude electoral se daban, mayoritariamente, en las zonas rurales. Finalmente, el sistema entró en crisis al producirse la temprana muerte de Alfonso XII en 1885 y los dos líderes políticos, Canovas y Sagasta, firmaron el llamado Pacto de El Pardo con la intención de apoyar la regencia de doña Maria Cristina (embarazada del futuro rey Alfonso XIII) y garantizar la continuidad de la monarquía. Estándar 84- Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su evolución, durante el último cuarto del siglo XIX. Los orígenes del movimiento obrero en España se sitúan en Cataluña en las décadas de 1830 y 1840, ya que era el único territorio donde existía una industria moderna. Los primeros cuadros sindicales surgieron en la clandestinidad, debido a que la ley prohibía el asociacionismo. No obstante, en 1840 el asociacionismo obrero es aprobado debido pero con ciertas limitaciones, ya que sólo se permitían las asociaciones locales y por oficios. Sin embargo, la débil y muy localizada industrialización española explica la escasa fuerza del movimiento obrero hasta el sexenio democrático, cuando se hace notorio este movimiento a nivel general. Las dos corrientes ideológicas predominantes entre la clase obrera y el campesinado fueron el anarquismo, que toma como referencia las ideas promovidas por Mijaíl Bakunin, y el socialismo, cuyo mayor referente sería Karl Marx. Los principales objetivos de ambas corrientes eran eliminar las desigualdades de los ciudadanos, luchar contra el estado burgués y mejorar las condiciones laborales. La corriente socialista estuvo representada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y por el sindicato socialista Unión General de Trabajadores (UGT), y su fuerza se centraba en Madrid, Asturias, Sevilla, Vizcaya y Cataluña, principalmente. El PSOE fue fundado en 1879 por Pablo Iglesias en Madrid, y este partido perseguía principalmente la conquista del poder político por parte de la clase obrera para abolir la propiedad privada y la sociedad de clases; en su programa incluía numerosas reivindicaciones políticas y sociales, como la ampliación de libertades, el sufragio universal, la prohibición del trabajo infantil y otros derechos del trabajador. En 1888 se creó en Barcelona el UGT, con especial influencia entre los mineros y obreros de la siderurgia de Vizcaya y Asturias, y acogía reivindicaciones como el reconocimiento legal del derecho de huelga y la negociación colectiva entre los patronos y los obreros. Una de sus principales iniciativas fue la celebración, a partir de 1890, de la fiesta del 1º de Mayo, que se reconoce actualmente como día del trabajador. Por su parte, la llegada del anarquismo estuvo ligada a la apertura política que se da en España durante el Sexenio Democrático (1868-1874), que permite la llegada del bakuninista Giuseppe Fanelli, quién viajó por Madrid y Barcelona creando las primeras asociaciones de obreros ligadas a la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT). El anarquismo tuvo especial influencia entre los obreros de la industria textil en Barcelona y entre los jornaleros andaluces. No obstante, este movimiento sufrirá una división entre los partidarios de la “acción directa” y violenta, especialmente en Cataluña, como la llevada a cabo en Barcelona entre 1893 y 1896, o el asesinato de Cánovas, y quienes decidieron luchar por la revolución social a través de los sindicatos (anarcosindicalismo). En 1911, los partidarios de la acción sindical crearon el sindicato anarquista CNT (Confederación Nacional de Trabajadores). Finalmente, cabe señalar que estas dos corrientes no fueron las únicas que surgieron durante este periodo pues a partir de 1879, aparecieron también las organizaciones católicas, canalizadas por los jesuitas.