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BREVE RESEÑA HISTÓRICA COGNITIVA CONDUCTUAL, Monografías, Ensayos de Psicología Cognitiva

BREVE RESEÑA HISTÓRICA COGNITIVA CONDUCTUAL

Tipo: Monografías, Ensayos

2019/2020

Subido el 13/12/2020

alessandra-huanca
alessandra-huanca 🇵🇪

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¡Descarga BREVE RESEÑA HISTÓRICA COGNITIVA CONDUCTUAL y más Monografías, Ensayos en PDF de Psicología Cognitiva solo en Docsity! ALGUNAS CONSIDERACIONES HISTÓRICAS EN TORNO DE LA TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL: ¿SINCRETISMO? Actualmente, se considera que las disciplinas susceptibles de catalogarse como científicas son aquellas en las que se comparten universalmente una serie de creencias, tácitas o explícitas, en torno del objeto de estudio, las cuales unifican y prescriben tanto los problemas como las soluciones pertinentes para una comunidad particular (Kuhn, 1962 - 1971 t.e.). En el lado opuesto, se sabe que las prácticas profesionales o profesiones se caracterizan por la carencia de un cuerpo epistémico, su énfasis en solucionar problemáticas particulares delimitadas por instituciones sociales, y por su contacto directo con los usuarios del servicio (Ribes, 1982). Considerando ambos argumentos, podemos decir que lo que actualmente conocemos como psicología, por lo menos en el sentido estricto de los términos, realmente no constituye una ciencia ni una profesión. No obstante lo anterior, desde finales del siglo XIX se ha venido desarrollando una psicología de corte profesional y pragmático, enfocada a la solución de las problemáticas vinculadas con el comportamiento "anormal". Es sus inicios, este tipo de psicología, conocida como psicología clínica, se basó en los contenidos de la teoría psicoanalítica y metodológicamente estuvo respaldada por la psicometría clásica (Kendall y Norton Ford, 1982). Más adelante, a partir de la teoría del condicionamiento y su derivado tecnológico conocido como modificación de conducta, las aproximaciones terapéuticas del comportamiento se caracterizaron por su énfasis en el incremento o decremento de patrones conductuales tipificados como problema (Ullmann y Krasner, 1965). Adicionalmente, posterior a la llamada revolución cognitiva, debido a la restricción conceptual de la teoría del condicionamiento en lo que se refiere a las conductas no observables (Mahoney, 1974; Kazdin, 1978; Beck, 1989- 1990 t.e.), y a las semejanzas que guardan las prácticas terapéuticas cognitivas y conductuales cuando son comparadas con aquellas que se basan en la aproximación psicodinámica (Beck, 1970), se dio un amasijo conceptual y terapéutico conocido genéricamente como aproximación cognitivo conductual. Con estos antecedentes, y con base en las propuestas de Zarzosa (1991) y Ribes (1990 a y b), en lo que se refiere al eclecticismo y a la revisión histórica sobre nuestra disciplina respectivamente, en el presente manuscrito nos proponemos realizar un análisis de dicha mezcolanza conceptual, en un intento por vislumbrar si efectivamente puede considerarse o no como válida. Las razones que nos incitan a realizar ésta reflexión están íntimamente ligadas con el estado actual de la enseñanza de la psicología en México, y muy probablemente en el mundo entero. En todos los casos, con excepción tal vez de la primera etapa del proyecto Iztacala (Ribes, 1978), la enseñanza de la psicología queda al margen de una estructura curricular sólida tanto teórica como metodológicamente, de modo tal que se intenta formar más enciclopedias andantes que científicos o profesionales. Este enciclopedismo conceptual facilita la práctica de lo que genéricamente se conoce como eclecticismo. Lejos de ser el presente manuscrito una solución a dicha problemática, lo que con él se intenta es generar en los estudiantes, así como en sus profesores, un interés por la coherencia teórica y metodológica, característica de vital importancia en cualquier disciplina ya que permite evaluar, retroalimentar y perfeccionar tanto el quehacer científico como la práctica profesional. Los orígenes inmediatos de la terapia cognitivo conductual La terapia cognitivo conductual surge a partir de dos corrientes de pensamiento en psicología; la aproximación cognoscitiva y la conductual, identificada ésta última con la teoría del condicionamiento. De acuerdo con Mahoney (1974), la mezcla cognitivo conductual surgió como resultado de no considerarse, dentro del análisis experimental de la conducta, el papel de los eventos privados; los sentimientos y los pensamientos. Para Kazdin (1978), el hecho puede deberse, entre otras cosas, al papel que juegan los procesos de pensamiento en el control de la conducta, los cuales además habían sido evidenciados en las investigaciones llevadas a cabo en ciencia básica por algunos psicólogos conductistas. Por otro lado, más centrado en la practica terapéutica, Beck (1989 - 1990 t.e.) sugirió que dicha aleación obedece tanto a las limitaciones del modelo conductual, en el cual no se toman en cuenta los aspectos cognitivo y afectivo de las personas, como a las semejanzas que guardan las prácticas terapéuticas de ambas posturas cuando son comparadas con las de la aproximación psicodinámica (Beck. 1970). En la tarea de analizar brevemente los orígenes y bases teóricas de ambas posturas, comenzaremos con la teoría cognitiva. Por cuestiones de especio, no nos remontaremos a algunas cuestiones filosóficas relativas al planteamiento platónico de los dos mundos. Más modestamente, identificaremos el nacimiento de dicha aproximación en psicología con aquello denominado como "revolución cognitiva". De acuerdo con Liebert y Liebert (1999) y con Gutiérrez (1998), la revolución cognitiva se origina con base en tres eventos históricos: 1. Los reportes de Tolman (1948) en donde sugería que los animales podían aprender sin "reforzamiento" al formar "mapas cognoscitivos" del entorno 2. La obra en matemáticas de Alan Turing sobre una máquina universal 3. La invención de la computadora digital Con relación al primer punto, se sabe que Tolman (1948), entre otras cosas, realizó estudios sobre aprendizaje utilizando laberintos como situaciones experimentales. Colocando ratas privadas de comida en sus laberintos, se dio cuenta de que con el paso de los ensayos los sujetos cada vez cometían menos errores y, por ende, menos tiempo tardaban en llegar a la comida. En su estudio, Tolman sugirió que a lo largo del aprendizaje un mapa del entorno se establecía en el cerebro de sus ratas, cuestión que facilitó que algunos autores (vgr. Liebert y Liebert, 1999) hayan supuesto alguna relación entre la filosofía conductista y la cognitiva. Si bien Tolman hacía referencia a algo dentro del organismo, a nuestro modo de ver, él se refería más a cuestiones fisiológicas, como procesos neuronales, que a imágenes en sí mismas; esto en tanto comparaba sus resultados con los de aquellos que sugerían de la conducta solamente la correlación observable entre dos eventos. Por otro lado, en lo que toca a los últimos dos puntos, según Gutiérrez (1998) la obra de Alan Turing se refiere una supermáquina universal con programación algorítmica, que podría reproducir el funcionamiento de cualquier otra máquina. La obra de Turing, que data de los años 30's, bien pudo calificarse de ficción, tal como lo fue el volar o el viajar por debajo del agua el siglo antepasado, sin embargo, hoy día sabemos que su utopía se hizo realidad en los años 50's con la invención de la computadora digital. Dado que para los partidarios de la teoría cognoscitiva, cognición, se refiere a la serie de procesos mediante los cuales la información sensorial que "ingresa" al organismo se transforma, reduce, elabora, almacena, recobra o utiliza (Neisser, 1967), fue muy fácil considerar que el hombre funcionara como una máquina computadora en cuyo cerebro se encuentra su esencia. Como dato adicional, otro factor que facilitó la entrada de la teoría cognitiva fue la construcción de prototipos robóticos y máquinas de enseñanza, por parte de algunos psicólogos conductistas, a fin de estudiar la conducta humana (Bower y Hilgard, 1989- t.e.) Al ser la física mecanicista la única ciencia no formal consolidada hasta ese momento, ésta se atribuyo la descripción mecánica geométrica de las propiedades extensivas del mundo (figura, posición, movimiento), incluidas la conducta animal y la humana. Solo que con ésta última surgió un problema, ya que - como sabemos - mucha de la conducta humana no puede ser explicada con base en tales propiedades. Los aspectos de la conducta humana no extensivos al mundo, correspondientes al Yo racional o pensamiento (en términos de Descartes, dudar, entender, concebir, afirmar, negar, querer, no querer, imaginar y sentir), a los que sólo tiene acceso el mismo individuo que los experimenta, fueron abordados por la metafísica. Para explicar tales fenómenos, ésta formuló - en línea con la época - descripciones basadas tanto en los conceptos teológicos como en los mecanicistas. Descartes (1980- t. e.), en su Tratado del hombre, consideraba una parte del movimiento del cuerpo como una acción mecánica, resultado de la excitación provocada del exterior de lo que llamaba espíritus animales. De acuerdo con su concepción, estos eran el resultado de una transformación de la sangre cuando se reunía en la gandula pineal; lugar en que el alma podía influir en el movimiento voluntario de los hombres. Descartes creía que los movimientos involuntarios, como la indigestión, la respiración y la circulación, eran resultado del curso de los espíritus animales, de la misma forma que un molino logra un movimiento continuo gracias al curso constante del agua. Por otra parte, los movimientos voluntarios como los apetitos, la sensibilidad o los sentimientos, eran resultado de la interacción del alma - como pensamiento - con el cuerpo por medio de la glándula pineal, del mismo modo en que un fontanero, a fin de provocar una modificación en el movimiento de una maquina de la época, tendría que permanecer ante los registros de agua donde se reúnen todos los tubos. La explicación tanto de la conducta involuntaria como de la voluntaria quedo formulada con base en la mecánica cartesiana, la cual sugería que ningún cuerpo, exceptuando al hombre, podía moverse al margen de un contacto con otro cuerpo en movimiento. El hombre por su parte, además de sus movimientos involuntarios debidos a los espíritus animales (mecánica), podía moverse gracias a la acción paramecánica del alma. El fontanero de la máquina, o el alma racional del ser humano, resultó ser un fantasma dentro del cuerpo del hombre el cual podía impedir o modificar los movimientos de éste. Esta es la base de lo que Ryle (1949 - 1967 t.e.) llamó el mito del fantasma en la máquina. En breve, este hace referencia a un error categorial en el cual no se distinguen los conceptos de cuerpo y mente, proceso físico y proceso mental, y las causas mecánicas de movimientos corporales y las causas mentales o paramecánicas de esos mismos movimientos. El paradigma del reflejo es el mayor legado del racionalismo cartesiano a la ciencia moderna, incluida la psicología. En principio, con él se planteo que nuestra disciplina debería de estudiar la relación existente entre dos mundos que vive el ser humano; el que tiene que ver con su cuerpo y está regido por leyes mecánicas, y el que tiene que ver con su mente y está regido por leyes paramecánicas. En ambas, el movimiento es resultado del movimiento de otro cuerpo o sustancia. Ahora bien, sí en realidad el concepto neuromuscular del reflejo se desarrollo gracias a numerosos planteamientos posteriores a los de Descartes (véase Ribes, 1999), también debemos reconocer que aquellos se desarrollaron con base en estos últimos. Posteriormente, ya en el siglo XIX, se sabe que tanto Séchenov (1863- 1978 t. e.) como Pavlov (1927- 1929 t.e.), basaron sus estudios sobre la actividad psíquica en dicha concepción del reflejo. Básicamente, en la medida en que Skinner (1931) recuperó el concepto de reflejo para la descripción de la conducta, al fin y a la postre de forma tácita recuperó todo el dualismo del fantasma en la máquina (Ryle, 1949- 1967 t.e.); una noción dualista (en éste caso naturalista pero dualista al fin y al cabo), que, aún sin reconocerlo o saberlo, se identifica fácilmente en la teoría cognitiva. Así pues, considerando los dos primeros señalamientos de Zarzosa (1991) en lo que se refiere a un amasijo válido (que las aproximaciones compartan raíces y conciban de una misma manera el fenómeno estudiado), y ya que hemos podido ver que el origen remoto de ambas posturas es una concepción dualista, parece ser que la mezcla entre la teoría cognitiva y la conductual - en tanto teoría del condicionamiento - podría ser considerada como válida. Sin embargo, para la poca fortuna de los terapeutas cognitivo conductuales, el amasijo no fue planteado en los términos anteriores. Como se señaló arriba, aquel está en función de "cubrir" las limitaciones conceptuales de la teoría del condicionamiento con respecto - por lo menos - de los eventos privados. Por otro lado, a fin de un análisis completo, aún faltaría analizar lo referente a los lenguajes teóricos de ambas posturas, los cuales a nuestro modo de ver parecen irreconciliables. Referencias Beck, A. T. (1970). Cognitive therapy: Nature and Relation to behavior Therapy. Behavior Therapy. 1, 184-200. Beck, A. T. (1990). Con el amor no basta. México: Paidós. Bower, G.H. & Hilgard, E.R. (1989). Teorías del aprendizaje. México: Trillas. Descartes, R. (1980). Tratado del hombre. Madrid: Editora Nacional. Descartes, R. (1992). Discurso del método, Meditaciones metafísicas, Reglas para la dirección del espíritu, Principios de la filosofía. México: Porrua. Ferster, C. B. & Skinner, B. F. (1957). Schedules of reinforcement. New York: Appleton Century Crofts. Gutiérrez, C. (1998). Hacia una redefinición de la ciencia cognoscitiva. Ponencia leída por invitación en el simposio Cerebros y computadoras, de la Academia Nacional de Ciencias de Costa Rica, Noviembre. Kantor, J. R. (1978). Psicología interconductual. México: Trillas. Kazdin, A. E. (1978). History of behavior modification: experimental foundations of contemporary research. Baltimore : University Park. Kendall, P. C. & Norton Ford, J. D. (1982). Clinical psychology: scientific and professional dimensions. New York: Wiley. Kuhn, T.S. (1971). La estructura de las revoluciones científicas. México: FCE. Mahoney, M. J. (1974). Cognition and behavior modification. Cambridge: Ballinger. Neisser, U. (1967). Cognitive psychology. New York: Meredith Publishing. Pavlov, I. P. (1929). Los reflejos condicionados. Madrid: Morata.
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