¡Descarga Capítulo 7 EMG de silverthon y más Monografías, Ensayos en PDF de Fisiología solo en Docsity! Cad E
Capítulo
SÍNTESIS CONCEPTUAL
del músculo.
reposo, contracción leve y contrac
El término electromiografía define al conjunto de técnicas de registro de la activi
lad eléctrica
El examen electromiográfico de un músculo puede revelar distintos tipos de actividades pa-
tológicas en cada una de las cuatro fases de que consta la exploración: inserción de la aguja,
n máxima.
La electromiografía puede discriminar si el músculo examinado es normal o patológico, y en
este caso determinar si la alteración es de origen primariamente muscular (patrón miopático o
miégeno) o es debida a una alteración en su inervación (patrón neurógeno).
La denervación muscular es causada por la degeneración axonal debida a una lesión de mo-
toneuronas, raíces, plexos o nervio periférico, independientemente de su etiología.
En este capítulo se revisan las técnicas de registro y los grafoelementos típicos de los tres pa-
trones electromiográficos fundamentales: normal, neurógeno y miógeno.
El INTRODUCCIÓN
La electromiografía comprende el conjunto
de técnicas de registro de la actividad eléctrica
del músculo esquelético. La electromiografía es
una técnica insustituible en el diagnóstico y el
seguimiento delaspatologíasdelsistema nervioso
periférico y del músculo. La electromiografía se
debe considerar como una continuación de la
exploración neurológica y no como un mero
análisis de laboratorio. La elección del músculo
adecuado estará completamente condicionada
por el cuadro clínico del paciente.
Los hallazgos encontrados determinarán el
nuevo curso que debe seguir la exploración,
bien sea asociando otras técnicas o examinando
nuevos músculos. La ejecución e interpretación
de un electromiograma (EMG) es, por lo tanto,
un proceso activo, para el que es necesario
un adecuado conocimiento de la anatomía
del sistema nervioso, de su patología y de los
patrones electromiográficos. Una relación
detallada de los músculos con inervación,
función y forma de registro se pueden encontrar
en los anexos.
El examen electromiográfico de un músculo
puede revelar distintos tipos de actividades
patológicas en cada una de las distintas fases de
que consta la explora inserción de la aguja,
reposo, contracción leve y contracción máxima.
En cada una de ellas se dan unos hallazgos
normales característicos y pueden darse otros
anormales, que ayudarán a localizar la lesión. En
general no existen actividades patognomónicas
de ninguna enfermedad y menos aún de ninguna
etiología.
La electromiografía puede discriminar si
el músculo examinado es normal o pa-
tológico, y en este caso determinar si la
alteración es de origen primariamente
muscular, patrón miopático o miógeno, o
debida a la denervación del musculo, pa-
trón neurógeno.
Sección Il. Valoración neurofisiológica del sistema neuromuscular
Los hallazgos se deben interpretar dentro
del contexto clínico del paciente y teniendo
en cuenta otros músculos o los datos obtenidos
de atras exploraciones neurofisiológicas com-
plementarias. En este capítulo se describen los
distintos tipos de actividades normales y pato-
lógicas que se pueden encontrar en electromio-
grafía y su interpretación a la hora de catalogar
el trastorno muscular en miógeno o neurógeno.
E ASPECTOS TÉCNICOS
Equipo de registro
El equipo de electromiografía es un ordenador
dotado con elementos específicos para el registro
(Fig. 7-1). La señal es recogida por electrodos
situados en el músculo e introducida en un
ema de amplificación. Los amplificadores
utilizados son diferenciales. Esta característica
hace que sean necesarios tres electrodos para el
registro: uno actúa como electrodo activo, otro
como referencia, y el tercero se conecta a la
entrada de tierra del amplificador.
Los amplificadores diferenciales trabajan
amplificando únicamente la diferencia de volta-
je o sustracción de las señales recogidas por los
dos electrodos de registro. De esta forma, acti-
vidades generadas lejos de los electrodos serán
recogidas por ambos electrodos y quedan elimi-
nadas al amplificarse Únicamente la diferencia
de voltaje entre las dos señales. Este tipo de am-
plificación permite eliminar actividad parásita
no generada en el músculo registrado, como el
artefacto de la corriente alterna de la red eléctri-
ca, artefactos de radiofrecuencia o actividad de
otros músculos lejanos.
Los aparatos existentes en el mercado vienen
equipados con sistemas de filtraje. La utilidad
de los filtros es eliminar las señales con frecuen-
s que no estén incluidas en la banda de fre-
s seleccionada. Esta banda de filtraje es
modificable y debe ser ajustada en función del
tipo de señal que queramos registrar.
La señal una vez amplificada y filtrada es
presentada gráficamente en un sistema de
visualización, antiguamente un osciloscopio de
rayos catódicos y hoy en día una pantalla de
ordenador. La velocidad de barrido determina
el tiempo transcurrido por centímetro horizontal
de la pantalla. Es el equivalente a la velocidad
de paso de papel en los antiguos aparatos.
La velocidad de barrido del osciloscopio es
modificable y se deberá ajustar a la duración
q
5
+ > Tierra
Amplificador diferencial
J
[Filtros]
Convertidor A/D
a
Figura 7-1. Esquema de La instrurnenta
ión necesaria para la realización de un electromiograma.
pacial) y la frecuencia de descarga de las
unidades motoras (reclutamiento temporal)
que se van reclutando al aumentar progre-
sivamente el grado de contracción muscular,
hasta alcanzar la contracción máxima.
Este estudio es aconsejable repetirlo en varios
puntos del músculo, ya que el electrodo concén-
trico de aguja recoge Únicamente la actividad de
la porción del músculo próxima a la punta de
la aguja. Los resultados obtenidos en una parte
pequeña del músculo no tienen que ser necesa-
riamente extrapolables al resto del músculo.
Las características de amplificación y de ve-
locidad de barrido del osciloscopio deberán
ajustarse a las características de la actividad que
se eslá analizando, que será distinta para cada
una de las fases. La banda de frecuencia pue-
de fijarse mediante filtros para las cuatro fases
entre 10 Hz y 10 kHz, ya que la señal electro-
miográfica se encuentra incluida en este rango.
Se suele utilizar una velocidad de bar!
de 10-20 ms/división y una amplificación
de 50-100 pW/división, en las dos prime-
ras fases. Se disminuye la amplificación a
200 uV-1 mV/división durante la tercera y
la cuarta fase debido al mayor voltaje de
los potenciales de unidad motora. Duran-
te la cuarta fase y con el fin de analizar
mejor el patrón de reclutamiento de las
unidades motoras es aconsejable mo
car la velocidad de barrido a 50-100 ms/
división [500 ms-1 s por pantalla].
Es importante volver a resaltar la importancia
del reconocimiento auditivo en la realización
de un EMG, por lo que se deberá tener conec-
tado y prestar atención en todo momento al sis-
tema sonoro.
El ACTIVIDAD ELECTROMIOGRÁFICA
NORMAL
Inserción del electrodo
Durante la inserción de la aguja en el mús-
culo sano se puede registrar cierta actividad
electromiográfica denominada actividad de
Capítulo 7. Electromiografía
inserción. Se genera durante la inserción del
electrodo de aguja en el músculo o por cual-
quier movimiento de éste. Se inicia con el
movimiento de la aguja y cesa casi simultá-
neamente con él. Es debida al estímulo mecá-
nico de la aguja sobre la membrana de la fibra
muscular. Consta de potenciales de pequeña
amplitud y breve duración que descargan de
forma agrupada a una frecuencia alta. Genera
un ruido crepitante en el altavoz que acompa-
ña el movimiento de la aguja. Su presencia es
normal y su cuantificación difícil. Siempre es
posible observarla en el músculo sano.
Reposo muscular
El músculo esquelético sano en reposo mus-
culares completamente silente, por lo que noes
posible registrar ningún tipo de actividad elec-
tromiográfica. Únicamente se observa actividad
cuando la punta del electrodo se encuentra si-
tuada en la zona de terminación del nervio en
el músculo. Este tipo de actividad se denomina
actividad de la placa neuromuscular y parece
originarse por irritación de las terminales ner-
viosas. Se pueden diferenciar dos clases de po-
tenciales: los potenciales de placa y el ruido de
placa. Normalmente van unidos, pero pueden
registrarse de forma independiente. Casi siem-
pre se acompañan de un dolor punzante en la
zona de inserción de la aguja.
Ruido de placa
Se trata de potenciales monofásicos negativos
de bajo voltaje (10-50 pV) y de breve duración
(0,5-2 ms). Su frecuencia de descarga es alta
pero irregular (Fig. 7-3). Generan una interferen-
cia de la línea de base y un ruido de fondo en el
altavoz. Parecen ser la expresión electromiográfi-
ca de los potenciales miniatura registrables en la
placa neuromuscular mediante microelectrodos.
Potenciales de placa
Son potenciales de morfología bifásica de
breve duración (1-5 ms) y con una amplitud
que oscila alrededor de los 100 pV (Fig. 7-3).
Pueden confundirse con las fibrilaciones, pero
se distinguen porque la fase inicial del poten-
cial es negativa y su descarga irregular, con una
Sección
Valoración neurofisiológica del sistema neuromuscular
Ruido de placa
| 200 yw
100 ms
Electromiograma normal
Reposo
Potenciales de placa
200 uv
100 ms
Figura 7-3. Ruido y potenciales de placa registrados en la zona de las terminaciones nerviosas en un músculo normal.
frecuencia aproximada de 5-10 impulsos por
segundo. Parecen corresponder al potencial de
acción de una fibra muscular que se despolariza
por irritación mecánica de su fibra nerviosa.
Contracción muscular suave
Durante la contracción muscular se van a
registrar potenciales de unidad motora. Su nú-
mero y frecuencia vendrán determinados por el
grado de contracción muscular.
Potenciales de unidad motora
La unidad elemental funcional de la contrac-
ción muscular es la unidad motora. Está forma-
da por las fibras musculares que están inervadas
por una misma fibra nerviosa cuyo origen está
en una motoneurona alía del asta anterior. La
descarga de una motoneurona genera un impul-
so nervioso que provocará la despolarización
de la membrana de todas las fibras musculares
que constituyen la unidad motora y su posterior
contracción muscular. La despolarización de las
fibras musculares es casi síncrona, aunque no
lo es totalmente, debido a la distinta longitud y
conducción de las terminaciones nerviosas. El
potencial de unidad motora es la suma de los
potenciales de acción de cada una de las fibras
musculares que constituyen la unidad motora
(Fig. 7-4).
La actividad que se registra en electromiogra-
fía durante la contracción muscular voluntaria
está constituida por potenciales de unidad moto-
ra. El número y la frecuencia de descarga vendrán
dados por la intensidad de la contracción.
Existen varias características de la unidad
motora que conviene recordar:
*Las fibras musculares de las unidades
motoras se encuentran dispersas por
todo el músculo.
"Las fibras musculares de cada unidad
motora presentan las mismas caracte-
rísticas fisiológicas e histoquímicas.
+ El número de fibras musculares de una
unidad motora varía en función del mús-
culo y de su función.
*Las fibras musculares de cada unidad
motora se contraen sincronamente si-
guiendo la ley del todo o nada; es de-
cir, si una fibra muscular se contrae, lo
hacen simultáneamente todas las de la
unidad motora y viceversa.
Capítulo 7. Electromiografía
Amplitud
Potencial de unidad motora
Figura 7-4. Poten
«La suma de los potenciales de acción de
cada fibra muscular de la unidad motora
constituyen el potencial de unidad motora.
Los potenciales de unidad motora que se re-
gistran utilizando electrodos concéntricos de
aguja son la suma de los potenciales de acción
de las fibras musculares que quedan próximas
a la punta del electrodo, pero no de todas las
fibras de esa unidad, ya que algunas quedarán
muy alejadas del área de registro. Las carac-
ísticas del potencial de unidad motora se
deberán al número, la situación espacial y el
grado de sincronía en la descarga de las fibras
musculares que constituyen la unidad motora.
Caracteristicas de los potenciales
de unidad motora normales
Cuatro caracteristicas fundamentales defi-
nen el potencial de unidad motora [Fig. 7-4]:
la duración, la amplitud, el número de fa-
ses y el gradiente o cambio de amplitud por
unidad de tiempo.
les de unidad motora normales donde se destacan sus características principales.
La duración del potencial viene determina-
do por el grado de sincronía de la descarga de
los potenciales de acción de las fibras muscula-
res que constituyen el potencial. Fibras muscu-
lares distantes entre sí, con terminales nervi
sas de muy distinta longitud o con velocidades
de conducción diferentes condicionan que el
impulso nervioso no llegue simultáneamente a
todas las fibras musculares y la despolarización
de las fibras musculares sea poco síncrona.
Cuanto menor sea la sincronía, mayor será la
duración.
La duración de los potenciales de unidad
motora es distinta para cada músculo. Mús-
culos de gran tamaño y cuya misión es ejercer
grandes cargas como puede ser el músculo
cuádriceps están formados por unidades moto-
ras con un mayor número de fibras musculares,
más distantes entre sí. Estos hechos anatómicos
condicionan que la duración de los potenciales
de unidad motora sea mayor.
La duración de los potenciales de unidad
motora está también influenciada por la edad
del sujeto y guarda una relación positiva. La
duración habitual para los músculos de las ex-
tremidades para un sujeto de edad media oscila
entre los 8 y los 14 ms.
Sección Il. Valoración neurofisiológica del sistema neuromuscular
positivos. Su amplitud oscila entre los 50 pV y
1 mV (Fig. 7-6).
En condiciones normales el potencial de ac-
ción de la fibra muscular se extingue después
de propagarse por toda la membrana de la fi-
bra. Sin embargo, durante el período supernor-
mal, en la fase negativa del potencial de acción
de la fibra muscular, hay un umbral más bajo
para generar una nueva onda de despolariza-
ción. Si por alguna razón las fibras musculares
normales o hiperexcitables se excitan, se des-
polarizan en ese momento; el lento regreso de
la conductancia de K* sirve como mecanismo
de control para evitar esta reexcitación. Estos
mecanismos de seguridad no funcionan en la
miotonía y el potencial de acción se retroali-
menta comenzando otro al finalizar el anterior.
La razón exacta para esta reactivación cíclica
no se conoce completamente y puede deberse
a múltiples factores.
No existe una participación de la fibra
nerviosa, ya que las descargas miotónicas
permanecen invariables al bloquear la placa
neuromuscular con agentes curarizantes. En
animales con miotonía y en la miotonía con-
génita de Thompsen existe una alteración de la
conductancia de los iones cloruro (Cl). Estos
canales ayudan a estabilizar la membrana des-
pués del potencial de acción (chloride shun-
ting). En la distrofia miotónica de Steinert se
debe a un defecto en el control de entrada de
los canales de Na* debido a un defecto en una
proteína-cinasa.
Las descargas miotónicas son caracterís-
ticas de varias miopatías que cursan con
miotonia clínica; las más importantes por
su frecuencia son la distrofia miotónica
de Steinert y otras canalopatias como la
miopatía congénita de Thompsen, debida
a defecto de los canales de cloro CLCN1,
la paramiotonía y la parálisis periódica
debida a anomalías de los canales de so-
dio SCN4A.
SAVANYIANYVA YY Y
ANY,
200 ms
1mv
Figura 7-6. Descarga miotónica inducida por el movimiento de la aguja, registrada en el músculo primer inte-
róseo dorsal de un paciente con una distrofia miotónica de Steinert.
Reposo muscular
Fibrilaciones
Son potenciales que descargan espontánea-
mente con el músculo en estado de relajación
completa y que no tienen un correlato clínico.
Su morfología es habitualmente bifásica, co-
menzando con una fase positiva, exceplo cuan-
do el electrodo de registro está muy próximo a
la placa neuromuscular. La duración del poten-
cial es muy pequeña, ya que está comprendida
entre 1 y 5 ms. La amplitud oscila entre los 20
y 200 pV (Fig. 7-7). Las fibrilaciones habitual-
mente descargan repetitivamente a una fre-
cuencia muy variable que no suele superar los
30 impulsos por segundo. La fibrilación provo-
ca en el altavoz un ruido crepitante fácilmente
reconocible.
La presencia de fibrilaciones, siempre que
se puedan registrar al menos en dos puntos del
músculo, es uno de los signos más objetivos en el
registro electromiográfico. Su registro indica que
existe una denervación de las fibras musculares.
Esta denervación muscular puede estar causada
por lesión de los axones a cualquier nivel del
axis periférico desde el soma de la motoneurona
del asta anterior hasta la terminal nerviosa.
Capítulo 7. Eleciromiografía
Es habitual registrar fibrilaciones en cier-
tas miopatias muy agresivas como las
polimiositis o las distrofias musculares.
La causa parece deberse a la existencia
de una lesión concomitante de las termi-
nales nerviosas. También se han descrito
fibrilaciones en casos de síndromes pira-
lales graves, pero siempre en escaso
número, por lo que su observación es un
hecho poco habitual en la práctica diaria
y cuestionable.
Las fibrilaciones aparecen 2 ó 3 semanas
después de haberse producido la degenera-
ción axonal y pueden persistir varios años,
siempre que las fibras musculares se manten-
gan en buen estado. El comienzo de una fibro-
sis muscular o la reinervación del músculo se
acompañan de la desaparición paulatina de las
fibrilaciones.
Fisiopatológicamente, las fibrilaciones son
potenciales de acción de una fibra muscular que
se despolariza de forma aulónoma y aislada. La
causa de esta despolarización autónoma de la
membrana de la fibra muscular se piensa que
|
— o Y
100 ms
100 ms
Figura 7-7. Fibrilaciones y potenciales positivos registrados en reposo muscular en el músculo prime
ter-
óseo dorsal derecho. El músculo se encuentra parcialmente denervado por una lesión del nervio cubital de
2 meses de evolución.
tiene su origen en una hipersensil lad a los
cuantos de acetilcolina circulante o bien a cam-
bios metabólicos intrínsecos de la fibra muscu-
lar, que provocan variaciones en los potenciales
de membrana hasta que alcanzan el nivel críti-
co y se propaga un potencial de acción.
Ondas positivas
Se encuentran asociadas, habitualmente, a
las fibrilaciones y tienen un significado clínico y
fisiopatológico similar. Son potenciales bifásicos
en los que destaca una primera fase positiva de
mayor amp! dl, por la que reciben su nombre.
Ésta es seguida de una fase negativa de mucho
menor voltaje y de mayor duración. También se
han denominado ondas lentas de denervación
0 positivos (Fig. 7-7). La amplitud del potencial
es muy similar al de las fibrilaciones, aunque
en ocasiones se pueden registrar potenciales de
mayor amplitud.
La duración abarca alrededor de 10 ms.
Suelen descargar rítmicamente alcanzando en
ocasiones frecuencias de 100 impulsos por se-
gundo, constituyendo entonces verdaderas des-
cargas de alta frecuenc
tivos pueden descargar espontáneamente pero
se desencadenan con frecuencia con pequeños
movimientos de la aguja. Es frecuente encontrar
casos en los que solamente se observan después
de la inserción de la aguja. Estos potenciales
no se deben confundir con la actividad de in-
serción y debe valorarse como patológica si se
confirma en al menos tres puntos del músculo.
Las Fibrilaciones y las ondas positivas
suelen coincidir y se observan en los
mismos procesos. Aunque son algo más
precoces los potenciales positivos en su
aparición, siguen una patocronia muy si
milar. Ambos potenciales son uno de los
signos más objetivos en electromiografía
para indicarnos que existe una denerva-
ción del músculo. guna de ellas se
puede observar mediante inspección vi-
sual del músculo.
El origen de los potenciales pos
conoce con exactitud aunque se
LS Sección Il. Valoración neurofisiológica del sistema neuromuscular
corresponden a potenciales de acción de una
sola fibra muscular pero registrados en un punto
próximo a una zona de lesión.
Fasciculaciones
Son el correlato electromiográfico de las
fasciculaciones observables en la exploración
clínica. La fasciculación es la contracción es-
pontánea y síncrona de la totalidad o de sólo
una parte de las fibras musculares que consti-
tuyen una unidad molora. Eléctricamente son
potenciales similares a los potenciales de uni-
dad motora, pero con la diferencia de que las
fasciculaciones aparecen en reposo muscular y
que su descarga es completamente arrílmica e
inesperada (Fig. 7-8). Provocan un sonido seco,
intenso y repentino en el altavoz.
Las fasciculaciones son muy caracteris-
ticas de procesos que cursan con dege-
neración de las motoneuronas del asta
anterior, como la esclerosis lateral amio-
trófica, la siringomielia y atrofias espina-
les progresivas o con lesiones radiculares.
De forma excepcional se han descrito en
ciertas polineuropatías e incluso en mio-
patias.
Prácticamente el 70 % de la población sana
ha experimentado la sensación de tener sacu-
didas musculares o fasciculaciones en algún
momento de su vida. Igualmente, existen en-
tidades neurológicas en su mayoría benignas
que se caracterizan por fasciculaciones, en
ocasiones asociadas a calambres musculares o
a dolor muscular. Se han realizado numerosos
estudios dirigidos a poder diferenciar las fasci-
culaciones benignas de las malignas en función
de la morfología, la duración, la amplitud y la
frecuencia de descarga de las fasciculaciones.
La única diferencia clara es la mayor frecuencia
de descarga de las fasciculaciones benignas,
que se registran una o más cada 3 segundos.
Esta diferencia, por lo general no suele ser su-
ficiente y algunos electromiografistas tienden a
considerarlas de peor pronóstico cuantas más
fases y mayor duración tiene el potencial. Lo
más prudente es valorar las fasciculaciones en
bargo, esto no siempre es así y estará en
función esencialmente del tipo y momento
evolutivo del proceso.
Las características de los potenciales de uni-
dad motora dependen del número de fibras, la
extensión y el grado de sincronía en la contrac-
ción de las fibras musculares que constituyen la
unidad motora.
La amplitud del potencial se debe a las fibras
que quedan más próximas al electrodo. Un ma-
yor número de fibras descargando en la proxi-
midad de la aguja de registro motiva una mayor
amplitud del potencial. Por lo tanto, la amplitud
del potencial de unidad motora es un buen índi-
ce de la densidad de fibras o el número de fibras
por unidad de superficie de la unidad motora.
La duración del potencial evalúa mejor el
número absoluto de fibras de la unidad y espe-
Capítulo 7. Electromiografía
cialmente el tamaño de su territorio. Los compo-
nentes iniciales y finales de la unidad motora se
deben, esencialmente, a las fibras musculares de
la unidad motora más lejanas, que a su vez son
las que condicionan la duración del potencial.
El número de fases se debe, esencialmente, al
grado de sincronía de descarga de los potencia-
les de acción de las fibras musculares que cons-
tituyen la unidad motora. Terminales nerviosas
de muy distinto tamaño motivadas por la distan-
cia entre las fibras musculares o con velocidades
de conducción diferentes generan una desincro-
nización del impulso nervioso y una dispersión
temporal de la contracción de las fibras muscu-
lares que constituyen la unidad motora.
Una lesión parcial de nervio periférico, raíz
nerviosa, plexo o bien de segunda motoneurona
motiva una degeneración axonal y una denerva-
ción parcial del músculo. Si se realiza el registro
en las primeras semanas se observará una pérdi-
da de unidades motoras, pero las características
PUM normal
Al
PUM normal
el primer día
PUM neurógeno
Reinervación
Lesión nerviosa parcial
el segundo mes
PUM neurógeno
Potenciales nacientes o
recientes de reinervación
Lesión nerviosa total
al octavo mes
Figura 7.9. Potenciales de unidad motora [PUM] típicos de características neurógenas en distintos tipos de
lesión y evolución. Obsérvese La morfología polifásica y La mayor duración de los PUM.
107
Sección
de los potenciales de unidad motora restantes
permanecen invariables (Fig. 7-9).
Pronto comienza una restructuración de las
unidades motoras. Las fibras nerviosas que per-
manecen indemnes comienzan a dar colatera-
les que reinervan las fibras musculares vecinas
denervadas. Este proceso se denomina reínerva-
ción colateral. Debido a esto, el número de
bras musculares de la unidad motora, y la exten-
sión del territorio, crecen. Estos hechos motivan
una mayor duración y amplitud del potencial de
unidad motora (Fig. 7-9). Las nuevas termina-
les nerviosas estarán inmaduras, por lo que se
producen con frecuencia bloqueos del impulso
nervioso y una gran variabilidad en su veloc:
dad. Esta dispersión en la transmisión causa una
mayor duración y polifasia de los potenciales.
Par otra parte, la existencia de bloqueos de la
conducción provoca una escasa estabilidad del
potencial, con variaciones de la morfología.
Esta última característica tiende a desaparecer
al ir madurando las terminales y normalizarse
su conducción.
Los axones lesionados pueden comenzar a
recuperarse, crecer y reinervar el músculo de
nuevo. En un primer estadio, en el caso de una
|. Valoración neurofisiológica del sistema neuromuscular
lesión completa, el número de fibras muscula-
res que inervan es muy pequeño. De esta for-
ma, la unidad motora quedará constituida por
un número pequeño de fibras musculares y con
terminales nerviosas inmaduras. Esta estructu-
ra de la unidad genera potenciales de unidad
motora de pequeña duración y amplitud con
morfología muy polifásica y con una escasa es-
tabilidad. Estos potenciales se denominan po-
tenciales nacientes o de reinervación (Fig. 7-9).
Tienen gran importancia a la hora de valorar
evolutivamente las lesiones nerviosas y estable-
cer un pronóstico.
Según progresa la reinervación y de forma
paralela al número creciente de fibras muscu-
lares que la van constituyendo, la unidad au-
menta su duración y amplitud, hasta adquirir las
características lípicas del potencial neurógeno
(Fig. 7-9).
Potenciales de unidad motora
en procesos miógenos
Se consideran procesos miógenos a aquellos
cuadros en los que existe una alteración muscular
par afes n directa de las fibras musculares.
PUM normal
PUM miógeno
Figura 7-10. Normales o miógenos. PUM: potencial de unidad motora.
Los potenciales de unidad motora miopá-
ticos se caracterizan por su pequeña dura-
ción, amplitud y morfología muy polifásica
[Fig. 7-10). Generan en el altavoz un soni-
do agudo y crepitante muy característico.
La disminución de la amplitud y la dura-
ción del potencial se debe a la degenera-
ción de las fibras musculares, que origina
que las unidades motoras sean de menor
tamaño con un menor número y con me-
nor densidad de fibras musculares.
Es frecuente observar potenciales de unidad
motora semejantes a las fibrilaciones debido a
que la unidad motora está constituida por una
sola fibra muscular. En miopatías más agresivas
o más evolucionadas, las anomalías de los po-
tenciales de unidad motora serán más marca-
das. No existen potenciales de unidades moto-
ras específicos de ninguna miopatía.
En ciertas miopatías en las que existe degenera-
ción y regeneración de terminales nerviosas intra-
musculares se pueden ver potenciales aumenta-
dos de duración por la existencia de componentes
tardíos e incluso con aumento de la amplitud, que
se asemejan a los potenciales neurógenos.
Capítulo 7. Electromiografía
Contracción muscular máxima:
patrón de reclutamiento
El patrón de reclutamiento durante una con-
tracción voluntaria está determinado por el nú-
mero de unidades motoras funcionantes. Cuan-
do un nervio está completamente lesionado,
lógicamente, no podrán reclutarse potenciales
de unidad motora al estar interrumpida la trans-
misión de impulsos nerviosos al músculo. En este
caso, se habla de un patrón nulo al intento de
contracción voluntaria. Si la lesión nerviosa no
es completa y quedan fibras nerviosas indemnes,
al ensayo de máxima contracción voluntaria se
reclutarán algunos potenciales de unidad motora
y la fuerza muscular desarrollada será siempre
menor a la de un músculo sano. Ambos paráme-
tros estarán en relación con el grado de lesión
nerviosa: a mayor lesión nerviosa menos fuerza
muscular y menos potenciales de unidad motora
reclutados durante la contracción voluntaria.
Dependiendo del número de pérdida de uni-
dades motoras se hablará de trazado deficitario
(solamente dos o tres unidades) o intermediario
(Fig. 7-11). La frecuencia de descarga de los po-
tenciales aumenta en un intento de compensar
el déficit motor motivado por el escaso número
de unidades reclutadas. Esta disminución del re-
Actividad inserción
Aumentada (excepto
fibrosis muscular)
Reposo
Fibrilaciones
Potenciales positivos
Otras: fasciculaciones, etcétera
Potenciales de unidad motora
Polifásicos
Aumentados duración o
amplitud
Maximo esfuerzo
pérdida de PUM (deficitario
0 intermediario)
Aceleración
Electromiograma neurógeno
Figura 7-11. Esquema que resume las caracteristicas de un patrón neurógeno.
Sección Il. Valoración neurofisiológica del sistema neuromuscular
ración, habitualmente motivada por la existen-
cia de componentes tardíos. Más excepcional
es el aumento de amplitud.
En máximo esfuerzo los trazados son inter-
ferenciales pero de pequeño voltaje. Habitual-
mente el número de unidades motoras es nor-
mal, pero en casos muy evolucionados puede
existir una pérdida, registrándose en estos casos
trazados intermediarios o, más raramente, inter-
ferenciales.
Las características del patrón miógeno se es-
quematizan en la figura 7-12 y tabla 7-1.
MH PROCESO DIAGNÓSTICO
EN ELECTROMIOGRAFÍA,
¿QUE MUSCULOS EXPLORAR?
La realización de un EMG debe ir acompa-
ñado, habitualmente, por la ejecución de un
estudio de velocidades de conducción. Ambas
técnicas son complementarias. Un problema
fundamental al iniciar un estudio es decidir
cuántos y qué músculos se van a examinar. Al
tomar esta decisión es preciso tener en cuenta
las siguientes consideraciones:
* Se deben minimizar las molestias del pacien-
te. El examen electromiográfico aunque no
es muy molesto siempre conlleva cierto gra-
do de dolor al tener que pinchar un músculo
y mover la aguja. Hay músculos especial-
mente molestos, como son los de la lengua.
Los puntos del músculo cercanos a la placa
muscular son dolorosos. Hay que tener en
cuenta que se examina a un paciente que
está sufriendo.
Dirigir la exploración con criterio clínico te-
niendo en cuenta qué datos se quieren obte-
ner y qué aportarán al diagnóstico diferen-
al. Es importante que la exploración haya
sido dirigida por el clínico que ha explorado
al paciente, que debe indicarnos el motivo
de la exploración y su objetivo. En demasia-
das ocasiones los datos clínicos que se su-
ministran al electromiografista son escasos
y, por eso, siempre es recomendable hacer
una exploración neurológica al paciente, por
breve que sea. Ayudará a que la exploración
electromiográfica sea más dirigida y ahorre
electromiográfico es un proceso ac-
tivo y los resultados que va obteniendo el neu-
rofisiólogo van a ir condicionando los mús-
culos que se irán examinado a continuación.
Es necesario que el electromiografista sea una
persona con los suficientes conocimientos
para tomar decisiones rápidas y variar si es
necesario el curso de la explora:
Es importante explorar el su
ro de músculos, ni uno más pero tampoco
ni uno menos. En algunas ocasiones será
necesario examinar músculos proximales o
distales, en otras sólo músculos guías que
permitan diferenciar la topografía lesional o
en otros, músculos representativos de varios
segmentos corporales. No hay soluciones
únicas y la exploración tendrá que ir adapta-
da a cada paciente.
RESUMEN
» La electromiografía es una herramienta clave para detectar anomalías en el músculo primarias
o secundarias a la denervación. Consisten en el examen mediante un electrodo de registro (ge-
neralmente una aguja) de la actividad muscular tras la inserción, en reposo, con un pequeño
esfuerzo y en máximo esfuerzo. La presencia de alteraciones en la inserción, la observación
de actividad espontánea en reposo, la morfología de las unidades motoras y el tipo de activi-
dad en máximo esfuerzo serán clave para el diagnóstico de trastornos de asta anterior, plexo,
nervio, o músculo. Elegir qué músculos explorar es clave para obtener el máximo rendimiento
a esta exploración.
Referencia: IRIARTE FRANCO, J., & ARTIEDA GONZÁLEZ-GRANDA, J. (2013). Manual de neurofisiología clínica. Madrid, Médica Panamericana.