¡Descarga Poder político y su perspectiva según Talcott Parsons y Michel Foucault y más Apuntes en PDF de Biología Oral solo en Docsity! Capítulo noveno Poder político en la perspectiva de Talcott Parsons. El concepto clave para una discusión del poder político es el de sistema político, definido como subsistema funcional primario de una sociedad. El término funcional significa en este caso que el subsistema político no debe identificarse con ninguna estructura específica de la colectividad 94 dentro de la sociedad. Está concebido analíticamente como el aspecto de toda acción concerniente a la función de la búsqueda colectiva de unas metas colectivas. Esta colectividad puede ser cualquier sistema que comprenda la acción coordinada de una pluralidad de individuos orientados hacia la consecución de una meta colectiva o de su sistema de metas colectivas La eficacia política es paralela, en el primer nivel de la organización social, a la eficacia tecnológica en el nivel de la producción física. No es posible determinar mediante razones de carácter económico sino sería preferible dedicar a otra cosa los recursos destinados a una determinada meta colectiva; dichas razones son relevantes para decidir si hay que perseguir una meta, pero no para evaluar la eficacia, frente a la situación y el ambiente, de las medidas adoptadas para alcanzarla. En cierto contexto, este costo puede evaluarse según la pérdida de apoyo político que arriesgan los que asumen la responsabilidad de las decisiones políticas. Desde otra perspectiva puede exponerse en función de los posibles cambios de nivel de compromiso son la acción colectiva general, es decir, en el nivel de lealtad al sistema social en cuestión. En el presente contexto, la adopción de decisiones puede verse como un proceso que concreta estos compromisos generalizados de suerte tal que en una situación específica se espera que unidades específicas hagan o se abstengan de hacer cosas específicas; la coercitividad vincula estos niveles de compromiso. El sistema político se compone, desde el punto desde el punto de vista estructural, de unidades y sus relaciones, siendo todo sistema político una colectividad y sus unidades miembros que pueden ser personas individuales con roles o subcolectividades con roles de un miembro. La delegación de poder o autoridad se lleva a cabo como intercambio para algo valioso, consistente en medios e instalaciones para el cumplimiento eficaz de las metas colectivas. Por consiguiente la diferenciación de tipos debe derivar de la diferenciación de los factores que intervienen en el funcionamiento colectivo eficaz. La responsabilidad colectiva hacia las reglas técnicas y éticas que rigen estas cuestiones debe corresponder, en lo fundamental a una asociación profesional que abarque, en corte transversal, los diversos tipos de organización operativa que emplean a sus miembros. La naturaleza de los sistemas de poder exigen que dicho gasto de poder por delegación se equilibre con ingresos de poder esencialmente en forma de aceptación de la autoridad organizacional. El poder efectivo de un estatus de la organización (a diferencia de la autoridad) depende de la suma o grados de compromisos de la de la acción que contraigan los miembros de la organización para efectuar servicios dentro de la esfera de responsabilidad del sujeto que gozó de este estatus. Capítulo décimo Poder en la perspectiva de Michel Foucault El ejercicio del poder no es simplemente una relación entre parejas (individual o colectiva), es ante todo una forma en la cual ciertas acciones modifican otras: lo que define una relación de poder es un modo de acción que no actúa directa e inmediatamente sobre otros, se trata más bien de actuaciones sobre sus acciones, vale decir, acciones que operan sobre otras acciones tanto en circunstancias pasadas, presentes o futuras. Dado lo anterior Foucault argumenta que una relación de poder se articula sobre la base de los siguientes dos aspectos configurantes: primero, que el otro (sobre quien se ejerce el poder) sea totalmente reconocido y considerado hasta el final como alguien actuante; segundo, que enfrentado a la relación puede abrirse a un campo entero de respuestas, reacciones, resultados o invenciones posibles. De otra parte Foucault plantea el poder como un problema de gobierno y con él se designa la forma como la conducta de individuos o de grupos puede ser dirigida: se trata de modos de acción más o menos considerados y calculados, destinados a actuar sobre las posibilidades de acción de otra gente. En sentido estricto, gobernar es estructurar el campo de acción de otros. Lo anterior implica sistemas de diferenciaciones que operan al mismo tiempo como condiciones y resultados, determinadas por leyes, tradiciones de estatus, diferencias económicas de apropiación de riqueza, diferenciaciones lingüísticas y culturales, diferenciaciones de habilidades y competencias. Pero de otra parte, están igualmente los tipos de objetivos perseguidos por aquellos que actúan sobre las acciones de los otros: mantenimiento de privilegios, acumulación de beneficios, funcionamiento de autoridad y de oficios, entre otros. Para Foucault se denominan estrategias de poder a la totalidad de medios que se ponen en operación para aplicar el poder efectivo o para mantenerlo; constituyen igualmente modos de acción sobre una acción posible de otros: en consecuencia, las estrategias se interpretan en términos de mecanismos puestos en juego. Una de las perspectivas desde la cuales Foucault aborda y caracteriza el poder es relacionándolo con la lucha, estrategia que le posibilita diferenciarlas y clasificarlas a partir de las siguientes criterios: en el primer caso están aquellas que confrontan formas de dominación, en el segundo caso surgen luchas frente a formas de explotación que separan a los individuos de lo que producen; y finalmente están aquellas que contrarrestan la sujeción que liga los individuos y los somete a otros.