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CEPAL-OEI-Escenarios.org (2007). Educación y Globalización los desafíos para América Latina., Apuntes de Globalización de Medios

CEPAL-OEI-Escenarios.org (2007). Educación y Globalización los desafíos para América Latina.

Tipo: Apuntes

2020/2021

Subido el 18/03/2021

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¡Descarga CEPAL-OEI-Escenarios.org (2007). Educación y Globalización los desafíos para América Latina. y más Apuntes en PDF de Globalización de Medios solo en Docsity! Temas a de IAEA Educación y Globalización: A AE para NE ELE ER ESCENARIOS os Ñ NÍVY Y Educación y Globalización: los desafíos para América /N Latina / Volumen > Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 0 Iberoamérica Temas PRIMERA PARTE Sistemas educativos, exigencias productivas e innovación, Juan Carlos Ramírez El retraso en educación en América Latina, José Pablo Arellano Marín Financiamiento educacional en los próximos quince años, José Pablo Arellano Marín TERCERA PARTE Casos de países La reinvención de la escuela pública. El proyecto Pléyade 1997-1998 (Colombia), Carolina Nieto Proyectos innovadores y exitosos en Chile: P-900, José Pablo Arellano Marín Proyectos innovadores y exitosos en Chile: pasantías y estudios de diplomado para docentes, José Pablo Arellano Marín Proyecto educativo Líderes del Siglo xxi, Carolina Nieto Proyecto de Innovaciones Educativas en el Distrito de Independencia (PIEDI), Perú, Gloria Helfer Proyectos innovadores y exitosos en Chile: Jornada escolar completa, José Pablo Arellano Marín Programa Educo de El Salvador: educación con participación de la comunidad, Abigaíl Castro de Pérez Plan Social Educativo 1993-1999, Ministerio de Educación y Cultura de la Nación, República Argentina, /rene Kit 95 105 109 119 121 125 129 133 137 145 147 151 0 Presentación STA obra, que consta de dos volúmenes, es el resultado del trabajo, desarrollado por académicos, expertos y políticos iberoamericanos con- vocados por la OEI, la CEPAL y la Corporación Escenarios de Colombia, en torno al papel de la educación, la ciencia y la tecnología en el proceso de globalización. El primer volumen, Educación y Globalización, recoge los aportes efec- tuados a la Segunda Conferencia de ex Presidentes de América Latina, que se llevó a cabo en Santiago de Chile en abril de 2002; a dos reuniones de consulto- res realizadas a finales de 2001 y principios de 2002, en Paipa y Bogotá (Colom- bia), y a una reunión con directivos de CEPAL, OEI, Corporación Escenarios y ex ministros de Educación de América Latina, que tuvo lugar en México, en febrero de 2002. En el segundo volumen, Globalización, Ciencia y Tecnología, se presen- tan las ponencias presentadas por un destacado grupo de especialistas i¡bero- americanos durante el Seminario sobre Globalización, Ciencia y Tecnología en Iberoamérica que, organizado por la OEl y la Corporación Escenarios, se realizó en Lima, Perú, en marzo de 2003. Como característica de ambos volúmenes, destaca la presentación de diversos casos de experiencias nacionales exitosas, que intentan dar cuenta de las aportaciones de la educación, la ciencia y la tecnología a la inserción global de algunos países iberoamericanos. Estos casos vienen a enriquecer, mediante el ejemplo, los documentos que sirvieron de base a las reflexiones y debates que formaron parte del proceso de gestación de la obra y que constituyen parte de la misma. La multiplicidad de cuestiones consideradas y la diversidad de las pers- pectivas de análisis, al igual que la riqueza de las experiencias estudiadas, viene 0 Educación y Globalización. los desafíos para América Latina Iberoamérica Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 Iberoamérica Temas PRESENTACIÓN a confirmar la pertinencia del tratamiento temático abordado por el conjunto de textos ofrecidos, y la necesidad de mantener el esfuerzo por interpretar y com- prender el cambiante proceso de mundialización con el objeto de proponer y adop- tar políticas adecuadas para neutralizar sus posibles efectos negativos y aprove- char sus mejores potencialidades. En estas páginas se presentan los resultados de aquellas reflexiones, en las que hemos coincidido en delimitar tres metas globales para una agenda educativa latinoamericana del siglo XXI: gobernabilidad en lo político, equidad en lo social y competitividad en lo económico. Estas tres metas encierran una serie de desafíos educativos que incluyen, por un lado, las tareas pendientes o incompletas que conforman la he- rencia de la agenda del siglo pasado; y, por el otro, se ocupan de señalar aquellas otras tareas que posibilitarán producir el ingreso de nuestros pueblos al siglo XXI. En ambos casos se trata del producto de un largo diálogo y de una profunda reflexión, iniciados y sostenidos por quienes han participado de los pro- cesos de reforma educativa en los diferentes países de América Latina. Las pági- nas que siguen, estamos seguros, representan un aporte original al debate sobre el desarrollo de América Latina, cristalizando el esfuerzo de quienes creen en que es posible un estilo diferente de desarrollo y trabajan para ello. En el desarrollo de los trabajos que llevaron a la elaboración de este volumen han intervenido el ex presidente de Colombia Ernesto Samper Pizano y Adriana Camacho, ambos por la Corporación Escenarios de Colombia; por la CEPAL, José Antonio Ocampo, entonces su director ejecutivo y actual secretario general adjunto de la ONU para asuntos económicos y sociales; el consultor y ex ministro de Educación de Chile, José Pablo Arellano y el director de la Oficina de la CEPAL en Colombia, Juan Carlos Ramírez. Los consultores José Rivero, por la OEI, y Lucía Tarazona, por la Corporación Escenarios, de Perú y Colombia respectivamente; y la directora de la Oficina Regional de la OEI en México, Patricia Pernas. Tuvimos el honor de compartir la tarea con los ex ministros de Educación Jorge Rodríguez (Argentina), Gloria Helfer (Perú), Miguel Limón (México), Raquel Texeira (ex presi- denta del Consejo Nacional de Educación del Brasil) y Abigail Castro de Pérez (El Salvador). A todos ellos, nuestro agradecimiento. Francisco Piñón Secretario General de la OEl 6 Educación y Globalización. los desafíos para América Latina Iberoamérica Temas Primera Parte 0 Documento síntesis para la Segunda Conferencia de ex Presidentes de América Latina La educación, elemento esencial de competitividad, ciudadanía e integración en el escenario de la globalización No existe una noción clara sobre el nuevo concepto de la globalización. Algunos la asocian con la expansión de la tecnología informática (Castells), otros, con el mayor nivel de interacción económica resultante de la apertura de nuevos espacios de mercado (Banco Mundial), con la mayor movilidad de capitales (George Soros), con la homogeneización cultural (Huntington), con la occidentalización capitalista (Fukuyama) o con el cambio de la red de relaciones sociales resultan- tes de la modernidad (Giddens). La globalización podría caracterizarse, simple y sencillamente, como un escenario resultante del final de la Guerra Fría, en el cual se está produciendo una reorganización de actores, normas y relaciones que terminarán por producir un nuevo esquema de interacciones planetarias. Los beneficios de la globalización están directamente asociados a sus posibilidades de ser realmente global —es decir, para todos—, de reducir los costos sociales inherentes a su aplicación y crear un entorno para su desarrollo que respete el pluralismo cultural. Estas tres exigencias están, a su vez, directamente relacionadas con la posibilidad de avan- zar en una agenda educativa regional para la globalización. En ese sentido la globalización plantea hoy para América Latina el inte- resante desafío de retomar las discusiones de hace cincuenta años, cuando se impulsó el denominado modelo cepalino o modelo proteccionista de desarrollo, no tanto para regresar al esquema de entonces como para definir un proyecto político que permita a la región enfrentar los retos que le plantea una Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas PRIMERA PARTE Para mejorar la gobernabilidad del sistema se requiere: +4 Continuidad de las políticas educativas. En el escenario de la globalización se requiere llegar a un equilibrio entre la necesidad de dar continuidad a políticas cuyos frutos no se verán antes de dos o más generaciones —por ejemplo, descentralización, cambios curriculares o cualificación de la formación inicial de maestros— y la necesidad de incorporar las novedades que día a día llegan a los países traídas por los vientos de la globalización. Se trata de buscar el equilibrio entre la continuidad y el cambio de manera que sea posible sostener reformas sin caer en la trampa de la rigidez legal o institucional. La construcción de consensos sociales que permitan forjar una visión de largo plazo para la educación facilitará la adap- tabilidad al cambio, sin perder de vista metas definidas como esen- ciales por la sociedad de cada país. Planes decenales como los que construyeron El Salvador, Colombia y República Dominicana o la con- tinuidad desde 1990 hasta la fecha de políticas educativas en Chile y Brasil constituyen buenos ejemplos en este sentido. + Descentralización del sistema educativo. La descentralización de autoridad y funciones desde el Gobierno central hacia las unidades locales de gobierno es casi generalizada en nuestros países y se ha desarrollado en medio de un conjunto de tensiones. Por una parte no se ha superado la tensión entre la transferencia de responsabili- dades y la necesidad de fortalecer los entes de gobierno nacionales para cumplir un nuevo encargo de dirección, fomento y evaluación. Por otra parte, la descentralización pedagógica se enfrenta a la falta de preparación para ejecutarla en quienes asumen la responsabili- dad. De ahí el reclamo para que el fortalecimiento de la capacidad normativa del núcleo central (nacional o federal) vaya de la mano de la calificación de las bases educativas (escuela y órganos interme- dios). El éxito del proceso dependerá, en buena medida, de la capa- cidad de comprender y disponer para un conjunto altamente hetero- géneo de gobiernos subnacionales e instituciones escolares. Des- centralizar sin tomar en cuenta los desequilibrios existentes puede agudizar las diferencias y hasta provocar intentos separatistas en las provincias periféricas. Por ello es muy importante que el proceso de descentralización se acompañe de un monitoreo constante que permita seguir y evaluar su progreso, así como de instrumentos de apoyo a las regiones más pobres con instituciones más débiles para garantizar que cada país avance en un desarrollo equilibrado. +4 Consolidación de la democracia escolar. El proceso de descentrali- zación en América Latina no ha tenido el carácter puramente DOCUMENTO SÍNTESIS PARA LA SEGUNDA CONFERENCIA DE EX PRESIDENTES DE AMÉRICA LATINA economicista que le ha caracterizado en otras regiones del mundo. Si bien la adopción de esta reforma se dio de forma simultánea a la implementación de estrategias de mercado que llevaron a confundir su esencia fundamentalmente política con las propuestas a favor de la privatización por parte de organismos multilaterales de crédito, en general hemos logrado defender la apuesta por una descentrali- zación de estirpe política y propósitos democráticos. Es por ello que resulta imprescindible fortalecer o crear donde no existan, mecanis- mos de gobierno escolar mediante los cuales la comunidad educati- va participe en la construcción de su propio proyecto educativo. La participación y la construcción de la comunidad educativa son pro- cesos simbióticos. La comunidad no es simplemente el conglomera- do de vecinos de la escuela, sino un grupo humano con una identi- dad que se va formando a medida que se responden colectivamente interrogantes sobre lo que es relevante y pertinente ofrecer en las instituciones escolares que dan sentido a esa comunidad. Existen ejemplos de esto, como el colombiano, en el que por ley nacional se establecieron funciones y órganos del gobierno escolar democrático —en el cual participan educadores, alumnos, ex alumnos, familias, representantes del sector productivo local— y se otorgó autonomía a la escuela para definir su proyecto educativo institucional. Fortalecimiento de la gestión. Tanto en el nivel de las instituciones rectoras del sistema como en el de las instituciones escolares se hace necesario fortalecer la capacidad para planificar, verificar, eje- cutar y aprender como organizaciones. Su efectividad —su capaci- dad de cumplir cabalmente su misión— depende de la cantidad y calidad de aprendizaje colectivo que desarrollen, lo cual a su vez depende de la manera como se ordene el trabajo al interior y en relación con el entorno. Garantizar que esto suceda es la tarea fun- damental de la gestión. En el mundo educativo, donde los recursos técnicos y financieros son escasos, una buena gestión debe ser ca- paz de canalizarlos de manera eficiente y productiva. En la mayoría de nuestras instituciones escolares es reciente la organización de personas y procesos para la toma de decisiones. En la mayoría de los casos, estas decisiones aún están limitadas a la distribución de cantidades muy pequeñas de recursos físicos sin que se haya tras- cendido al plano de definiciones pedagógicas o de administración del personal docente. Se habla de autonomía escolar, pero muchas veces se olvida que un buen porcentaje de escuelas son unidocentes y de enseñanza multigrado. Para este conjunto de instituciones es necesario repensar esquemas de gestión que por un lado garanti- cen una mejora sustancial en su calidad y por otro, les permitan tomar decisiones que hagan más pertinente su oferta pedagógica, a e Educación y Globalización. los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas PRIMERA PARTE insertándolas en planes educativos de mayor escala (redes, núcleos, municipios). Sin duda, una de las áreas con mayores retos es la ges- tión del recurso humano. En el sector educativo, las decisiones so- bre nombramiento, promoción, remoción, estímulos a los docentes tienen que comenzar a basarse en un sistema eficiente de carrera que valore el desempeño. Sistemas nacionales de evaluación. La generalización de sistemas de evaluación y de la responsabilidad por los resultados pedagógi- cos es aún una tarea pendiente. La evaluación de docentes y estu- diantes debe permitir conocer las áreas de mayor debilidad y las de mejor rendimiento y a partir de esos datos, establecer prioridades. Es importante el buen uso de la información y la adecuada difusión que se preste a los resultados de la evaluación para que ella no se presente como un castigo sino como un estímulo. Si al interior de los gobiernos existe esa decisión y se obra en consecuencia, será posi- ble llevar a cabo la evaluación de la mano de los docentes, quienes entenderán sus bondades como un puntal de su profesionalización. En cuanto a la evaluación de estudiantes, resulta necesario ingresar a circuitos evaluativos como TIMMS, compitiendo con países del pri- mer mundo. Ello permitirá contextualizar los avances históricos de cada país en materia educativa, ubicar las áreas donde flaqueamos y analizar el valor de los resultados y las dificultades que enfrentan otros países con mayores recursos. En el caso de instituciones autó- nomas, complejas y diversas, como las de educación superior, es indispensable introducir mecanismos de acreditación de programas de acuerdo a estándares internacionales. Optimizar la asignación de recursos. Responder a la pregunta so- bre cómo distribuir de la mejor manera posible los escasos recursos con que cuentan los sistemas educativos de nuestros países supo- ne un ejercicio para establecer prioridades. En el contexto latino- americano, no sólo es necesario aumentar recursos para los más pobres sino además incrementarlos en proporción mayor al aumen- to que se registre para los sectores menos desfavorecidos. Para lle- gar a este punto se requiere sustituir mecanismos de asignación en base histórica por otros que introduzcan una mayor equidad y pro- muevan la eficiencia en el uso de los recursos. Un complemento necesario es la implementación de controles sociales a la inversión y la rendición de cuentas de manera obligatoria y sistemática. DOCUMENTO SÍNTESIS PARA LA SEGUNDA CONFERENCIA DE EX PRESIDENTES DE AMÉRICA LATINA Superando los anteriores procesos de reproducción de inequidades, sería posible superar la inequidad posterior al sistema educativo, es decir, la inequidad en el acceso al trabajo, que hoy en día se encuentra segmentado de acuerdo al lugar o institución donde se educó la persona. Finalmente, debemos remediar las desigualdades en los propios siste- mas educativos. Las cifras disponibles en cuanto a la distribución presupuestaria del sector educativo señalan que el gasto público correspondiente al nivel tercia- rio absorbe el 23% del gasto total del sector a pesar de atender el 6,3% de los alumnos; en cambio, el nivel primario —que atiende al 72,6% de la matrícula total— absorbe un 51% del presupuesto sectorial. Estas cifras agravan los niveles de desigualdad, pues hay evidencias de que son los más pudientes o los que tienen apoyos adicionales a los recibidos en los centros educativos, quienes tie- nen mayor acceso al sector terciario. Un sistema más equilibrado tendería a priorizar la inversión en educación inicial y básica, por ser estos niveles los que garantizan la equidad en el acceso. Esto en ningún modo significa —como han pretendido algunos utilizando estas mismas cifras— proponer que se reduzca o elimine la financiación estatal para la educación superior, especialmente la que se orienta a educar a los más pobres o las especialidades e investigaciones so- cialmente más necesarias y poco rentables. Como se argumenta más adelante, la inversión en la educación superior es fundamental para mejorar la capacidad científica y tecnológica de los países. Lo que debe buscarse es ampliar las opor- tunidades de acceso al nivel terciario al tiempo que se invierten mayores recursos en la educación inicial y básica. Discriminación positiva para el desarrollo equitativo Una de las formas explícitas del esfuerzo por buscar una mayor equidad educativa es la denominada «discriminación positiva», que es, en la práctica, una estrategia inversa al tratamiento «igual para todos». Con ella se trata de dar una educación diferenciada para obtener resultados semejantes. Al asignar más re- cursos en centros y programas educativos que atienden a los niños, jóvenes y adultos más pobres, se posibilita que el medio donde viven les otorgue más opor- tunidades para aprender. Un importante argumento es que este criterio, además de justo, es económicamente rentable, ya que impide desperdiciar recursos es- casos, tal como lo hacen las políticas que privilegian el acceso sin tener en cuen- ta los logros de aprendizaje. En una opción por un desarrollo equitativo esta dis- criminación positiva no debería estar limitada sólo a lo educativo, sino que debe- ría incluir otras carencias sectoriales como los ámbitos de la nutrición y la salud. Las experiencias de discriminación positiva en países de la región son insuficientes. En sociedades tan desiguales como las latinoamericanas y con cró- nica insuficiencia de recursos, un esfuerzo de incorporación de los excluidos a una educación de calidad requiere de un pacto social sobre la base de determi- nados consensos y grandes dosis de solidaridad. a 9 Educación y Globalización. los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas PRIMERA PARTE El fortalecimiento de la educación pública y las agendas prioritarias En la década pasada, la región de América Latina estuvo fuertemente influenciada por una visión instrumentalista de la educación, basada en la focalización, la descentralización y el incremento de la participación privada. La focalización no sirvió como mecanismo de cohesión social, la descentralización fue eminentemente fiscalista y el incremento de la participación privada resulto ser un mecanismo de segmentación. En este siglo es necesario recuperar viejos principios liberales como el de la educación pública universal, elemento de integración nacional. La escuela pública tiene vigencia y pertinencia social como espacio de equidad y de consoli- dación de la democracia, como modelo y referente para la construcción de nues- tros proyectos nacionales y donde se posibilite valorar los derechos humanos como una de las mayores conquistas de la humanidad. A través de ella nos pre- ocupamos porque todos tengan acceso a mejores condiciones personales, por- que los niños de hogares carentes y los jóvenes de la calle tengan un camino y lo puedan transitar. El problema actual de deficiente educación pública no se soluciona con más apoyos financieros a la educación privada, más aún con los riesgos de unir a la educación privada de elite otra de peor calidad que la educación pública. Sin desconocer evidencias de que el sector privado juega un papel significativo y complementario hay que señalar, sin embargo, que ningún país desarrollado ha privatizado su educación. La responsabilidad básica del Estado debe ser sobre la educación pú- blica estatal y todos los esfuerzos deberían estar dirigidos a que, en el largo pla- zo, los niños y jóvenes de las clases populares tengan acceso a la educación de excelencia que hoy es privilegio de una elite. Para que la educación pública sea condición de la cohesión e integra- ción social, del pluralismo y del pensamiento democrático, quedan aún muchos desafíos por enfrentar: +4 Ser más eficientes en la gestión y más pertinentes en los contenidos. +4 Poner el conocimiento científico y los sistemas de interpretación del mundo en diálogo con la sabiduría ancestral de nuestros pueblos. +4 Abrir las escuelas y las universidades a la sociedad y sus necesidades. DOCUMENTO SÍNTESIS PARA LA SEGUNDA CONFERENCIA DE EX PRESIDENTES DE AMÉRICA LATINA +4 Revolucionar la pedagogía para adecuarla a las otras revoluciones que se experimentan removiendo los impedimentos estatales a la creatividad pedagógica. +4 Que el Estado defina las competencias básicas y fundamentales que deben formar en sus alumnos los diferentes establecimientos edu- cativos, se ocupe de la creación de sistemas de información y eva- luación, sin disminuir el papel que podría caberle en la orientación e incluso en la prestación de la oferta. +4 Dar al magisterio mayor reconocimiento social y establecer una ca- rrera magisterial que estimule mejores competencias profesionales y remuneraciones acordes con la importancia de la tarea y la condi- ción docente. El maestro como actor principal de la agenda educativa global Los educadores deben involucrarse en las reformas educativas como actores clave cuya participación en la definición e implementación de los cam- bios otorga mayores garantías de acierto y sostenibilidad. Carecen de sentido las reformas educativas que alrededor del mundo pretender ser «a prueba de maes- tros». El desconocimiento de su papel no sólo es política y administrativamente ingenuo, sino que demuestra una pobre comprensión sobre los factores que in- fluyen en las oportunidades educativas que brindan las escuelas. En ese sentido debemos superar la imagen predominante en los gobiernos que ubica al docente como «problema» presupuestal y social y confunde al magisterio con directivos sindicales. La apuesta debe ser por incentivar y difundir otra imagen de maestro como «potencialidad de desarrollo». Para lograr esta transformación debemos mejorar el desempeño de los educadores. Un primer paso es transformar la formación inicial y la selección de maestros, fundamentando la carrera en el mérito pedagógico más que en la anti- gúedad. En realidad, tanto los nuevos criterios de formación inicial como los de formación en servicio tienen que estar acordes con los perfiles que exige la mo- dernización y la globalización, y debe ser posible asegurar por diversos medios de control social que los educadores cumplan su deber, evitando generalizar una mala calificación por el mal desempeño de algunos maestros. Por otra parte, es necesario reconocer que los salarios docentes son insuficientes y que debemos hacer un esfuerzo para que todos los países de América Latina asuman compromisos políticos y financieros con la tarea de sal- dar la deuda social que la región tiene con los educadores. Las metas de ajuste estructural que se trazaron los gobiernos implicaron, en la mayoría de casos, desfinanciar la educación pública, congelar las plantas docentes de la nómina a 9 Educación y Globalización. los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas PRIMERA PARTE +4 Aprovechar el desarrollo que han tenido en algunos países las expe- riencias no escolarizadas de educación inicial o temprana, las cua- les generalmente trascienden el plano pedagógico, convirtiéndose en acciones de desarrollo comunitario con alta participación de ma- dres y padres de familia como protagonistas. Educación básica primaria y secundaria La CEPAL señala que el capital educativo mínimo, en términos de acce- so al bienestar y al correspondiente ingreso laboral, demanda en la región com- pletar el ciclo secundario y cursar como mínimo doce años de estudio. Cuando se ingresa al mercado laboral sin haber completado el secundario, uno o más años de estudio no influyen mayormente en la remuneración percibida, y en la mayoría de los casos, de poco sirven para superar la línea de pobreza. En cambio, el ingreso aumenta considerablemente cuando los estudios cursados se suman al umbral de doce años de escolaridad. Muchos jóvenes no tienen posibilidad de llegar a alcanzar esos años de escolaridad. Su origen social y otros factores aso- ciados al aprendizaje, como el capital educativo del hogar y el acceso a los me- dios de comunicación e información modernos, son determinantes de sus opor- tunidades educacionales. Elevar las tasas de egreso de la educación secundaria no sólo es un elemento necesario para mejorar la equidad del sistema sino que asegura su competitividad. En efecto, la posibilidad de que un grupo creciente de jóvenes complete la educación básica eleva la competitividad sistémica del conjunto de la sociedad. Sin embargo, en la región existe una grave limitación en este sentido, dadas las bajas tasas de egreso al final de la educación secundaria y las escasas oportunidades de capacitación técnica vinculada a la educación secundaria. Educación y competitividad Características de la economía global La apertura de los mercados, la desregulación, la producción orientada a la exportación y el crecimiento del sector informal son algunas características de la economía global. Inexorablemente se pierden puestos de trabajo en los secto- res que se modernizan, mientras que el sector servicios gana peso frente a la producción industrial y se habla de la terciarización de la economía. En el contexto de la globalización, las principales fuentes de competitividad de un país derivan de su capacidad de articular ciencia, tecnología, administración y producción. En América Latina una articulación de ese tipo está aún por verse. Lo que existe por ahora es un desajuste estructural: jóvenes que buscan infructuosamente DOCUMENTO SÍNTESIS PARA LA SEGUNDA CONFERENCIA DE EX PRESIDENTES DE AMÉRICA LATINA empleo y empresarios que buscan trabajadores pero no encuentran en ellos las calificaciones requeridas. «En América Latina, las relaciones entre educación y mun- do del trabajo aparecen como una temática fundamental del debate político y eco- nómico, pero no tanto por los logros del sistema productivo sino por la agudización de la problemática de desempleo, las dificultades de los jóvenes de insertarse laboralmente y las nuevas calificaciones que las empresas que han absorbido nue- vas tecnologías demandan en forma creciente» (M.? Antonia Gallart, 1995). En ese contexto, se agudiza la segmentación del mercado laboral?, y se profundizan las desigualdades en la capacidad de modernización y competitividad entre las empresas, lo cual deriva en una economía dual caracterizada por una alta concentración del ingreso y del poder en un contexto masivo de marginalidad, baja productividad, bajos ingresos y escasa diversificación en la estructura pro- ductiva. La capacitación productiva y el desafío para la docencia La globalización genera una demanda mundial por cierta clase de ha- bilidades y destrezas asociadas con niveles superiores de educación como el uso de la lengua, el razonamiento matemático, la lógica científica, la programación. Se habla de trabajadores polivalentes o de analistas simbólicos, es decir, capaci- tados para aprender rápido, trabajar en grupo y tomar decisiones autónomas acerca de los fines de la organización educativa y laboral. En ese contexto es forzoso redefinir el concepto de formación para el trabajo, distinguiéndolo de lo que conocemos como capacitación para la produc- ción, así como reformular el papel del Gobierno en la modernización de la educa- ción pública. La formación para el trabajo se relaciona con las competencias fun- damentales (expresión, solución de problemas matemáticos y capacidad de pen- sar, utilización de recursos, relaciones interpersonales, manejo de la informa- ción, comprensión sistémica, dominio tecnológico); mientras que la capacitación para la producción prepara para el desempeño de ocupaciones específicas Operativas. Los sectores educativo y productivo buscarán que las dos estén pre- sentes en la persona del trabajador (M.? Antonia Gallart, 1995). El desafío para la educación estatal y para los docentes estatales es enorme, puesto que para la mayoría de los países de la región, enfrentar el reto 2 Monrow y Torres hablan de cuatro mercados laborales: el que responde al monopolio transaccional; el que responde al mercado competitivo; el del sector público relativamente protegido de la competencia internacional y el mercado laboral marginal, que incluye todo, desde transaccio- nes ilegales hasta autoempleo, trabajo doméstico, empresas familiares... (MORROW, Raymond, y TORRES, Carlos Alberto. The State, Social Movements and Educational Reform). a S Educación y Globalización. los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas PRIMERA PARTE de la competitividad implica no sólo replantear los contenidos y procesos de forma- ción docente, sino la transformación de las prácticas tradicionales de enseñanza. En América Latina se ha avanzado mucho en asegurar que los aspiran- tes a ejercer la docencia hayan terminado la educación básica completa, pero aún se requieren esfuerzos en varios países de la región, en los que el porcentaje de docentes que poseen los títulos académicos exigidos para enseñar en primaria no alcanzaba el 80% en los últimos años de la década de los noventa? Como lo de- mostraron los resultados del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa de la UNESCO, la formación previa del docente tiene un impacto positivo mayor en el rendimiento de los alumnos que la formación en servicio. En la formación previa del docente se requiere un mayor equilibrio entre su formación disciplinaria y ética, así como entre la teoría pedagógica y la prácti- ca de la enseñanza. Adicionalmente, se debe lograr un conocimiento adecuado del uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la informática las cuales tendrán al menos tres despliegues importantes: a) como herramienta para la permanente actualización del docente; b) como herramienta para la enseñan- za de las diversas disciplinas, y c) como fuente de aprendizaje autónomo por parte de los estudiantes. El desafío es de tal magnitud que se ha planteado la necesidad de un relevo generacional en el magisterio. Ese relevo viene presionado, además, por la necesidad de atender a los grupos poblacionales que están siendo incorporados al sistema escolar, gracias a las medidas de ampliación de cobertura. De manera que enfrentamos el reto de por un lado permitir la entrada de una nueva genera- ción de profesoras y profesores mejor remunerados y con posibilidades reales de profesionalizar su ejercicio; y por otro, de consolidar una fuerza magisterial con capacidad de interlocución y de negociación tanto sobre la agenda educativa nacional como regional. Tecnología e informática en los sistemas educativos El crecimiento de la computación en nuestros países no ha ayudado a superar sino que ha profundizado las inequidades. Estamos ante una «brecha digital interna» que es necesario vencer mediante políticas que democraticen el acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación y de la informática. Por una parte, la escuela debe convertirse en centro informático de la comunidad. Pero además, las universidades pueden facilitar sus centros de cómputo y las empre- sas sus laboratorios. Las compañías telefónicas podrían asociar su apoyo a la informatización de las escuelas como parte de sus estrategias de expansión. 2 UNESCO, Estadísticas regionales. http://www.unesco.cl/05.ht DOCUMENTO SÍNTESIS PARA LA SEGUNDA CONFERENCIA DE EX PRESIDENTES DE AMÉRICA LATINA vas dinámicas en sectores cercanos e interdependientes o comple- mentarios al actual patrón de especialización productiva. +4 Entre los programas emergentes que conviene promover se desta- can aquéllos tendientes a estimular la industria productora de soft- ware en español, lo que permitirá participar en mercados internacio- nales, acelerar la expansión de dichos mercados a nivel intrarregional y apoyar el desarrollo de las PYME y la modernización de los servi- cios educativos, de salud, de entretenimiento y de comunicación, sectores que, según la experiencia internacional, se destacan en la generación de empleo +4 Aunque se parte de un modelo de carácter genérico para la región, se recogerán las diferencias nacionales que responden a la evolu- ción institucional de cada país. +4 En términos sociales y ambientales, los esfuerzos de investigación, desarrollo y transferencia de tecnología deben apoyar áreas críticas de la política social (educación, salud), la transferencia de tecnolo- gía hacia las PYME rurales y urbanas y el fomento de técnicas de producción limpia. + La política tecnológica regional buscará incrementar significativamente el gasto interno, público y privado, destinado a investigación, desarrollo y transferencia de tecnología. Para conse- guir los niveles de inversión —27% del PIB— que requerimos para crecer al 6%, cifra mínima de crecimiento necesaria para empezar a revertir nuestras condiciones seculares de pobreza, requeriríamos una inversión anual en investigación, durante los próximos diezaños, del 2% del PIB. Pero ¿cómo conseguir esta estrategia y canalizar eficientemente estos fon- dos? Mediante un sistema regional de innovación y especialización tecnológica. La CEPAL, ha definido el SRNI como «a red de instituciones públicas y privadas dentro de una economía, que financian y llevan a cabo la investigación para el desarrollo, convirtiendo sus resultados en innovaciones comerciales y afec- tando la difusión de nuevas tecnologías». Este sistema de innovación creará estrechos vínculos entre las activida- des productivas y las de investigación, con vistas a adquirir, adaptar y usar eficientemente la tecnología para reducir la brecha entre las mejores prácticas locales e internacionales, reducir la dispersión de la eficiencia económica entre empresas de distintos sectores y tamaños, contribuir a la creación de nuevo co- a Ó Educación y Globalización. los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas PRIMERA PARTE nocimiento científico y tecnológico, y formar recursos humanos capaces de llevar a cabo todo lo anterior. En este sistema están vigentes oportunidades como: a) el desarrollo local a través de redes entre empresas de distintos tamaños coordinadas de for- ma que aumenten la competitividad; b) la identificación de cadenas productivas en las cuales puedan insertarse instituciones educativas (media y superior) así como empresas con infraestructura aprovechable por los alumnos; c) los meca- nismos de alternancia o formas de articular el aprendizaje escolar con el aprendi- zaje en el puesto de trabajo; d) los esfuerzos de educación de adultos que enfaticen el mejoramiento de las competencias básicas en la población ocupada o desempleada, para facilitar que adquieran capacidad de aprendizaje permanen- te, y e) los esfuerzos para lograr la vinculación de los académicos, empresarios, ejecutivos y técnicos en redes latinoamericanas e internacionales de conocimiento e innovación. En el sistema cobrará gran importancia la certificación de competen- cias mediante mecanismos ágiles y con el apoyo de un buen sistema evaluativo. El reconocimiento de esas competencias se hará a través de organismos certi cadores independientes, conforme a las normas que se vayan creando. Lo más importante será certificar las competencias adquiridas o por medios formales o autodidácticos, con la ventaja que señala la experiencia de ofrecer gran capaci- dad de movilidad a los trabajadores certificados. Para aumentar el gasto en actividades de innovación en las empresas productoras de bienes y servicios, los instrumentos de política más conocidos son las subvenciones a proyectos que cuenten con contrapartes en las empre- sas; los incentivos tributarios a la inversión en investigación y desarrollo; la atrac- ción de inversión extranjera directa en actividades de uso intensivo de tecnologí las líneas de financiamiento preferencial para la innovación tecnológica; el capi- tal semilla para impulsar la creación de nuevas empresas de base tecnológica; los parques tecnológicos e incubadoras de empresas, y las compras del sector público, en aquellos países donde aún procedan. Estos instrumentos ya forman parte del panorama latinoamericano y caribeño, pero no han alcanzado hasta ahora la escala deseada. La creación de instrumentos de promoción de la innovación tecnológica está estrechamente ligada a la elaboración de mecanismos apropiados de pro- tección de la propiedad intelectual. Por este motivo, es esencial que los países de la región participen activamente, con posiciones comunes, en los foros interna- cionales pertinentes. Finalmente, un elemento esencial de este esfuerzo es el apoyo a la for- mación de todo tipo de asociaciones empresariales y asociaciones con entidades de educación superior o centros académicos de investigación. Otra forma de or- DOCUMENTO SÍNTESIS PARA LA SEGUNDA CONFERENCIA DE EX PRESIDENTES DE AMÉRICA LATINA ganización en estrecha colaboración es la de las redes que operan de manera virtual o física. Las redes son sistemas abiertos a través de los cuales se produce un intercambio dinámico tanto entre sus integrantes como con otros grupos y organizaciones, posibilitando así la potenciación de los recursos que poseen. El efecto de la red es la creación permanente de respuestas novedosas y creativas para satisfacer las necesidades e intereses de los miembros de una comunidad, de forma solidaria y gestionada. Financiamiento educacional en los próximos quince años Podemos anticipar que la situación de los próximos quince años será más favorable, en términos de crecimiento, que la de los últimos quince. Las demandas principales de fondos provendrán, por una parte, de la necesidad de mejorar la calidad de la educación primaria y secundaria, y por otra, de una fuerte demanda por expandir la cobertura en la educación preprimaria, secundaria, ter- ciaria y permanente. Elevar la cobertura y atender los alumnos que hoy no están siendo aten- didos en la educación secundaria y en la superior resultará bastante más costoso por estudiante que lo que resulta actualmente, a menos que se termine una vez más sacrificando la calidad. La educación secundaria cuesta en promedio cerca de 30% más que la primaria, debido principalmente al menor número de alum- nos por profesor, y a las mayores remuneraciones de los maestros de secundaria. En el caso de la educación superior, los costos por alumno son varias veces más altos que los de primaria. En países como Argentina y Brasil son diez veces más elevados; en Chile y México los cuadriplican. En la OECD los costos por alumno de la educación terciaria son casi 2,5 veces superiores que los de primaria. Si se realizara un esfuerzo muy significativo por aumentar los recursos públicos destinados a la educación durante los próximos quince años en América Latina, se podría contar con 1,5% del PIB de recursos públicos adicionales. La mayor demanda será la de expansión de la cobertura en educación secundaria y superior. Si se quiere evitar que el mejoramiento de la calidad de la educación que reciben los más pobres quede postergado, se requiere establecer políticas explícitas de recuperación de costos en los casos de establecimientos públicos y/o de permitir la oferta privada autofinanciada. Durante los últimos años, la contribución privada al financiamiento edu- cacional ha adquirido una creciente importancia. Todo indica que ello seguirá siendo así, tanto por las limitaciones en la capacidad financiera del Estado como a Ó Educación y Globalización. los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 Iberoamérica Temas PRIMERA PARTE 0 Bibliografía AA. VV. (2000) Revista Iberoamericana de Educación n.* 22 «Educación inicial». Madrid: OEl. Amapio, Massimo (1989). «La cultura como recurso político: dinámicas y tenden- cias en América Latina», en Lórez, Luis y Moya, Ruth (comps.): Pueblos indígenas, estados y educación. Lima. Amar, José (1994). Educación infantil y desarrollo social. Barranquilla, Colombia: Ediciones Unirte. ARnove, Robert y Torres, Carlos Alberto (1999). Comparative Education. The Dialectic of the Global and the Local. Rowman e: Littlefield Publishers. Bio (1998 a). 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Los beneficios de la globalización están directamente asociados a sus posibilidades de ser realmente global, es decir, para todos, de reducir los costos sociales inherentes a su aplicación y de crear un entorno para su desarrollo que respete el pluralismo cultural. Estas tres exigencias están, a su vez, directamente relacionadas con la posibilidad de avanzar en una agenda educativa para la globalización como la que ahora proponemos. 0 El caso de Amé: Hace varios años Raúl Prebisch formuló su teoría de la dependencia, según la cual si América Latina quería orientar consistentemente su proceso de desarrollo, tenía que someter su economía a un «aislamiento estratégico» que le permitiera potenciar sus ventajas comparativas, desarrollar una base productiva propia y conseguir, de esta manera, un poder negociador con el resto del mundo. La existencia de un fuerte cordón umbilical con una economía que le servía de centro impedía, según los cepalinos de los cincuenta, que la región, actuando subordinadamente como periferia, pudiera encontrar su propio camino de creci- miento. Los documentos de entonces abrieron el debate que terminó en el esta- blecimiento del denominado modelo proteccionista de desarrollo, un esquema, que con todas sus dificultades —particularmente las referidas a la dualización de las economías que lo aplicaron— permitió, durante mas de cuarenta años, que la región creciera, y que lo hiciera de manera relativamente autónoma y estable. a Latina La globalización plantea hoy el interesante desafió de retomar las dis- cusiones de hace cincuenta años, no tanto para regresar al viejo proteccionismo de entonces como para definir un proyecto político que permita a la región en- frentar los desafíos que le plantea una mundialización que tiende a acabar con las fronteras económicas, conectar el planeta a través de una red compuesta por nodos informáticos, abandonar los viejos esquemas estatales de control político y desarrollar una nueva ética global basada en cruzadas, como la defensa de los derechos humanos o el respeto del medio ambiente. La nueva agenda global nos debe permitir volver a hablar de una Amé- rica Latina política, que comparte problemas y soluciones para enfrentar cuatro grandes desafios: el de la gobernabilidad en lo político, el de la equidad en lo social, el de la competitividad en lo económico, y el de la identidad en lo cultural. EDUCACIÓN Y GLOBALIZACIÓN: ERNESTO SAMPER PIZANO La llave maestra para enfrentar estos retos es la educación, en la medida en que ayuda a la gobernabilidad al crear ciudadanía; mejora la equidad al actuar como instrumento de distribución del ingreso; aumenta la competitividad mediante el aprendizaje productivo, y contribuye a fortalecer la identidad como eje articulador de toda la propuesta. Considerada como un derecho en el siglo XIX, la educación ayudó a desprendernos de las pesadas cargas heredadas del confesionalismo de la colo- nía e iniciar un proceso de secularización, que Hosbawn ha señalado como una de las más importantes revoluciones latinoamericanas en los dos últimos siglos. Como atributo, la educación dejó de ser una obligación de los padres para con los hijos —que podían cumplir o dejar de cumplir— y pasó a convertirse en un derecho de los hijos cuyo cumplimiento tenía que ser honrado por la sociedad entera. Durante el siglo XX se abrió camino la idea de la educación como «ca- nal» de movilidad social; el fortalecimiento de la educación pública, la apertura de las universidades estatales a las nuevas clases medias y la reglamentación de la enseñanza privada para ajustarla a unos currículos con contenidos sociales se convirtieron en factores definitivos para la creación de unas sociedades más jus- tas y mejor repartidas, donde el esfuerzo educativo fuera correspondido con un ascenso social y productivo. La educación en el siglo XXI, la educación para la globalización, tendrá que ajustarse a la nueva noción de recurso; la experiencia exitosa de algunos países asiáticos, que invirtieron en la preparación educativa de varias generacio- nes como paso previo para ampliar y especializar sus procesos productivos den- tro de una nueva ética del trabajo, puede servir de referente sobre el papel que puede desempeñar la acumulación del denominado capital educativo en el dise- ño de una propuesta global. $ Educación y gobernabilidad La gobernabilidad puede definirse como «da capacidad de un gobierno elegido democráticamente para dar órdenes y la disposición de los ciudadanos para aceptarlas». La capacidad nos remite al problema de la eficiencia del gobier- no y la aceptabilidad de sus órdenes tiene que ver con la legitimidad del Estado. Uno y otro están asociados al papel que juega la ciudadanía en la elección del gobierno, en el control de su gestión y en su propia posibilidad de hacerse repre- sentar de manera directa o indirecta frente a los centros de decisión del Estado. La educación juega un papel fundamental en el mantenimiento de la gobernabilidad a través de lo que podría denominarse «la creación de una nueva a $ Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN ciudadanía», que depende a su vez de tres nuevos conceptos muy propios de la globalización: el de exclusión, el de sociedad civil y el de descentralización. El debate tradicional sobre la pobreza y la marginalidad, cuando se coteja con el de la participación, nos remite al tema de la exclusión. El profesor Amartya Sen relaciona así el problema de la necesidad con el de la libertad: «Los hombres son menos libres entre más necesitados, y la superación de su condi- ción de marginalidad está directamente relacionada con las posibilidades de mejorar sus condiciones de libertad. Por ello, la superación de la pobreza no es tanto un problema de estrategias de reparto como de diseño de unas nuevas políticas de integración e inclusión, cuyo elemento determinante debe ser una nueva política en materia de educación». La sociedad civil, que alguien definió como «da suma de los muchos sacrificios que tenemos que hacer para vivir juntos», obliga a revisar los viejos criterios que distinguían entre lo público y lo privado; lo que cuentan hoy son las motivaciones de las acciones, no importa en qué esfera se originen. Cuando di- chas acciones apuntan al objetivo de mejorar el bienestar colectivo y los niveles de solidaridad social se convierten en políticas públicas en relación directa con los niveles de organización ciudadana y con los canales institucionales de partici- pación, organización y participación se vuelven referentes obligados de los nive- les educativos de cada sociedad. La descentralización, como premisa de una mejor gobernabilidad en un mundo que tiende a pensar global y actuar local, no es tanto un problema de distribución de recursos y competencias, como de creación de una nueva institucionalidad, que genere una nueva regionalidad como punto de partida para la formación de un «ciudadano global», con la capacidad de conectarse a la red informática y aprovechar las ventajas que ofrecen los nuevos flujos globales de comercio, tecnología y capital sin perder su propia identidad local y nacional. El nuevo ciudadano del mundo tendrá que ser educado para la globalidad. 0 Educación y equidad Se ha convertido en un lugar común decir que América Latina, aunque no es la región más pobre del mundo, si puede considerarse la peor repartida. Entre los factores estructurales que se mencionan para explicar esta inequitativa distribución del ingreso están los de tipo demográfico, los patrimoniales, los ocu- pacionales y los educativos. Los cuellos de botella en el sector y la falta de pro- yectos educativos claros, consistentes y de largo alcance ayudan a explicar para- dojas como la que resulta cuando se comparan los mayores esfuerzos en materia de inversión social y un mejor comportamiento de la economía, con un aumento EDUCACIÓN Y GLOBALIZACIÓN: ERNESTO SAMPER PIZANO 0 Educación e identidad El gran debate entre identidad y globalización está planteado hoy a par- tir de la resolución del dilema mutticulturalismo versus cosmopolitismo. Se trata de preservar la diversidad cultural de los vientos globalizantes que tienden atrans- mitir, a través de la red, una visión totalizante y cosmopolita de la identidad. Con razón ha dicho el profesor Samuel Huntington que los nuevos es- cenarios de confrontación en el siglo XXI estarán referidos a los enfrentamientos civilizacionales. Superados los enfrentamientos ideológicos con el fin de la Gue- rra Fría, derribadas las viejas barreras comerciales que dividían al mundo y ga- rantizada la movilidad de los denominados factores de producción, como el capi- tal o la tecnología, los países tenderán a dividirse —siempre según Huntington— en función de sus especificidades culturales. América Latina participa, como subcultura occidental, de algunos valo- res de la denominada cultura de Occidente, como el pluralismo social, la demo- cracia representativa, el respeto a la propiedad privada y el carácter secular de sus instituciones; pero también presenta, como región, sus propios rasgos de identidad, como el valor del concepto de solidaridad, la comunidad lingúística alrededor del español, su condición de fragua étnica de distintas razas y etnias y las particularidades propias de su adhesión mayoritaria a la fe católica. El sistema educativo latinoamericano debe actuar así como un trans- misor de estos valores, para fortalecer los rasgos propios de nuestra cultura y, simultáneamente, permitir la adopción de aquellos códigos de modernidad que nos identifiquen como ciudadanos globales, sin renunciar a una «latinoamericanidad» entendida como la suma de todas aquellas esencias nacio- nales que nos caracterizan como una comunidad de valores y tradiciones. Para conseguirlo, se precisa la adopción de un nuevo proyecto de iden- tidad, cuyo eje articulador debería ser el nacionalismo, pero no el nacionalismo europeo, afirmativo por exclusión, sino el nacionalismo latinoamericano, convocante hacia la integración. Sólo esta integración cultural nos permitirá sentar las bases para construir un nuevo discurso político alrededor de un proyecto de región que enfrente los cuatro formidables desafíos que nos plantea la globalización: la gobernabilidad, la equidad, la competitividad y la propia identidad. La educación es el sistema de vasos comunicantes que relaciona las nuevas prioridades de esa nueva y prometedora agenda global latinoamericana. a o Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas 0 Fortalecimiento de la educación pública José Rivero* En los albores de nuestras repúblicas se promovió un modelo educativo centrado en la necesidad de conquistar y consolidar la independencia de la me- trópolis como una forma de conquista de la libertad colectiva de nuestros pue- blos. La historia latinoamericana fue demostrando que la libertad, además de un acto de voluntad, exigía un esfuerzo de construcción. Ese esfuerzo debía tener en el Estado su organizador, como poderoso facilitador de consensos y realizador de actos. Los sistemas educativos pasaron a ser productos y protagonistas privile- giados de la construcción del Estado nacional. Las escuelas y universidades se crearon, en parte, para representarlo y para, con sus actos y productos educati- vos, legitimarlo. Progreso y educación debieron ir de la mano. Educar y educarse con el Estado como principal promotor significó avances en el proceso de consolidación republicano y en procesos de modernización con más ciudades, más producción, más comunicaciones y mayor salud. La educación pública debía ser el motor de todas las otras dimensiones del crecimiento económico y un componente clave del desarrollo social entendido como movilidad y redistribución de los beneficios del crecimiento. Esos antecedentes históricos confirman que una buena educación pú- blica es la mejor inversión para el desarrollo nacional. Una educación pública de calidad, renovada y abierta a todos y todas, comprometida con los procesos de transformación a favor de las mayorías, es la única que puede darnos la fuerza para encaminarnos hacia un desarrollo integrador que nos entusiasme y movili- ce nuestras energías. * Consultor de la OEl Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 Iberoamérica Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN La escuela pública y de calidad para todos, entendida como un esce- nario donde se consolidan los proyectos políticos-culturales de nuestros países, se democratiza el acceso al conocimiento, se posibilita la constitución de sujetos autónomos y la articulación de éstos a proyectos colectivos, y donde la educación escolar interactúa con otros ámbitos educativos no formales como los medios de comunicación social, la ciudad y la misma vida cotidiana, tiene un papel estraté- gico y vital. La escuela pública, además, tiene vigencia y pertinencia social como espacio de equidad y de consolidación de la democracia, como modelo y referen- te para la construcción de nuestros proyectos nacionales y donde se posibilite valorar a los derechos humanos como una de las mayores conquistas de la hu- manidad. A través de ella nos preocupamos porque todos tengan acceso a mejo- res condiciones personales, porque los niños de hogares carentes y los jóvenes de la calle tengan un camino y lo puedan transitar. Sin embargo, hay claras evidencias de un deterioro en la gestión y en los resultados de aprendizaje en muchos centros educativos y universitarios es- tatales de nuestros países que les imposibilitaría responder adecuadamente a las exigencias de un mundo que atraviesa por una revolución tecnológica, que basa la producción y la calidad de vida en el conocimiento científico, la creativi- dad, la capacidad de reflexión y la comunicación inteligente de las personas y sus organizaciones, así como a las exigencias de una mayor equidad social en socie- dades fragmentadas como las nuestras. El optimismo pedagógico y la pérdida de confianza en la educación en nuestros países vinieron de la mano, hace casi cuatro décadas, de la pérdida de confianza en la economía y en la organización política. La inversión en educación comenzó a ser cuestionada y en la práctica no estuvo a la altura de los esfuerzos de las familias de los sectores populares para enviar a los niños a las escuelas primarias y a los jóvenes a la secundaria y a las universidades. Desde entonces, se viene produciendo la reducción de la responsabil dad social del Estado con referencia al cumplimiento del derecho a la educación y a la prestación de servicios educativos, afectándose con esto los compromisos nacionales para el aumento progresivo de las coberturas y los criterios de calidad que se han propuesto desde diversos foros internacionales y declaraciones presi- denciales. En este contexto, se tiende a comprender la educación solamente como servicio y no como derecho, lo que ha llevado a políticas predominantemente administradoras del servicio educativo y poco integradoras de una dimensión política y cultural de la educación como derecho fundamental. Parte importante de este contexto son las exigencias a la educación de una relación funcional con el mundo del mercado, demandándole, por lo tanto, la preparación y cualificación del recurso humano para el sistema productivo, obviando o disminuyendo las finalidades culturales y ontológicas de la educación. FORTALECIMIENTO DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA: JOSÉ RIVERO Los principales desafíos de la educación pública Para que la educación pública sea condición de la cohesión e integra- ción social, del pluralismo y del pensamiento democrático, quedan aún muchos desafíos por enfrentar: +4 Ser más eficientes en la gestión y más pertinentes en los contenidos. +4 Poner el conocimiento científico y los sistemas de interpretación del mundo en diálogo con la sabiduría ancestral de nuestros pueblos. +4 Abrir las escuelas y las universidades a la sociedad y sus necesidades. +4 Revolucionar la pedagogía para adecuarla a las otras revoluciones que se experimentan, removiendo los impedimentos estatales a la creatividad pedagógica. +4 Dar al magisterio mayor reconocimiento social y establecer una ca- rrera magisterial que estimule mejores competencias profesionales y remuneraciones acordes con la importancia de la tarea y condi- ción docente. +4 Que el Estado se ocupe bien de la definición de las competencias básicas y fundamentales que deben formar en sus alumnos los dife- rentes establecimientos educativos, de la creación de sistemas de información y evaluación, sin disminuir el papel que podría caberle en la orientación e incluso en la prestación de la oferta. Importa remarcar que el salto cualitativo de la década de los noventa fue la búsqueda de nuevos sentidos a la educación. La búsqueda de una mayor competitividad internacional de la economía, por un lado, y la profundización de extendidos bolsones de pobreza y desocupación, por el otro, comenzaron a de- mandar dar un sentido distinto a la educación. Los desafíos mencionados están comprendidos en las dos agendas por desarrollar en el inicio de un nuevo siglo. La educación pública latinoamericana debe cumplir las «asignaturas pendientes» del siglo XX, tales como universalizar la cobertura preescolar, básica y media; incorporar a las poblaciones indígenas al sistema escolar; mejorar la calidad y los resultados de la enseñanza de competencias básicas, particular- a S Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN mente entre los sectores más pobres de la población infantil, juvenil y adulta; modernizar la educación técnica de nivel medio y superior; masificar la enseñan- za de nivel terciario. La segunda agenda esta referida al salto hacia el siglo XXI, emprendien- do las nuevas tareas, adaptando para ello sus estructuras, procesos y resultados y las políticas educacionales a las transformaciones que, por efecto de la globalización, experimentan los contextos de información, tecnología, conocimiento y de significados culturales en que se desenvolverán los procesos de enseñanza y aprendizaje. Aplicar ambas agendas simultáneamente es una tarea que requerirá un formidable esfuerzo. Compatibilizar sus fines y ritmos de implementación de acuerdo a cada realidad nacional será, de aquí en adelante, la clave de las polít cas educacionales. 0 Inclusión, focalización, compensación, nivelación y convergencia José Rivero* El desarrollo humano concebido como el aumento en cantidad y cali- dad de oportunidades para las personas, asocia la educación con más oportuni- dades de realización personal. Para algunos, la educación constituiría el aspecto esencial de este desarrollo. Con ella, el hombre y la mujer tienen posibilidad de disfrutar de una vida más plena y de alcanzar alternativas educacionales, de in- formación, de recreo y de oportunidades de crecimiento. Sin embargo, persiste una gran incertidumbre en uno de los campos más importantes para el desarrollo humano y para el progreso de nuestras socie- dades: el de la igualdad en el acceso a los bienes económicos, sociales, cultura- les y educativos disponibles. La gran desigualdad en la redistribución del ingreso que presenta América Latina desde hace décadas, si bien tiene orígenes funda- mentalmente económicos y de injusticia social, se vincula también al desigual acceso a la educación. Las insuficiencias dinámicas del capital educativo parece- rían haber contribuido a un menor crecimiento del ingreso global y del ingreso de los pobres, así como a una mayor desigualdad de oportunidades. El alto grado de desigualdad del ingreso en la región es asociado también a la creciente brecha educacional generada por los conocidos índices de fracaso y deserción escolar y por el escaso nivel de educación de la fuerza de trabajo mayoritaria. En un período con predominio de políticas de mercado como el presen- te, es difícil imaginar políticas redistributivas del capital financiero en sectores como el agrario y en patentes tecnológicas. En términos políticos la educación sería un factor menos difícil de redistribuir que los mencionados. Esto explica, en parte, la unanimidad de la clase política en asignar al cambio educacional y a la * Consultor de la OEl Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN das de acciones prioritarias para lograr una efectiva inclusión. Estas se asocian al propio enfrentamiento de las principales expresiones educativas de la pobreza. Una primera de esas expresiones es el hecho de que las oportunidades de estudio, permanencia y las posibilidades de acceder a una educación califica- da son notoriamente heterogéneas. A pesar de la notable expansión de la cobertu- ra escolar, una cuarta parte de los niños que comienzan la primaria no la conclu- yen, lo que representa más del doble que en otras partes del mundo y, así mismo, la fuerza de trabajo sólo llega a tener un promedio de 5,2 años de educación, casi una tercera parte menos que en otros países de grado similar de desarrollo. Un fenómeno adicional y condicionante de políticas de inclusión es el de la estratificación de los establecimientos educacionales, que genera procesos pedagógicos diversos. Esto se da no sólo en la clásica oposición entre escuelas públicas y privadas, sino en sistemas públicos nacionales supuestamente homo- géneos. Las escuelas de mayor prestigio atraen a los mejores maestros y acce- den a mayores recursos, generándose así circuitos de reproducción de inequidades en desmedro de los más pobres. Los niños con mayores dificultades de aprendi- zaje están por lo general, a cargo de los educadores menos calificados. El medio rural y las poblaciones indígenas han avanzado muchos me- nos en lo educativo que las áreas urbanas y las etnias dominantes. La educación rural expresa las carencias de un sistema educativo pensado desde y para las realidades urbanas, la descentralización educativa aún no logra mejores condi- ciones materiales de trabajo educativo en esos medios que son, con escasas excepciones, pobres o muy pobres; en su mayoría allí funcionan centros educati- vos incompletos o escuelas unidocentes; la mala infraestructura tal vez sea la principal expresión de esa pobreza. Los recursos y las formas de organización de la escuela rural determinan que sean menores las oportunidades de los chicos campesinos e indígenas de culminar su educación primaria y acceder a la secun- daria. En cuanto a la población juvenil y adulta de esos ámbitos, la actual oferta educativa es claramente insuficiente y con escasas posibilidades de crecimiento. Otra expresión educativa de inequidad y pobreza son las desigualdades en los propios sistemas educativos. La opción por la educación básica a inicios de la anterior década obedeció a razones estratégicas de asegurar una escuela universal capaz de otorgar competencias básicas que posibiliten un mayor impac- to de la educación en el desarrollo personal y social. Mas, el acceso a la universi- dad creció explosivamente y hubo que atender necesidades presupuestales del nivel superior. Las cifras disponibles en cuanto a la distribución presupuestaria del sector educativo mueven, no obstante, a reflexión. El gasto público correspon- diente al nivel terciario absorbe el 23% del gasto total del sector educativo a pesar de atender sólo al 6,3% de los alumnos; en cambio, el nivel primario —que atiende al 72,6% de la matrícula total— absorbe un 51% del presupuesto secto- rial. Estas cifras agravan los niveles de desigualdad, pues hay evidencias de que INCLUSIÓN, FOCALIZACIÓN, COMPENSACIÓN, NIVELACIÓN Y CONVERGENCIA: JOSÉ RIVERO son los más pudientes o los que tienen apoyos adicionales a los recibidos en los centros educativos, quienes tienen mayor acceso al sector terciario. Se registra, así mismo, una insuficiente expansión de la educación pre- escolar en considerables contingentes familiares de bajos ingresos. Esta modali- dad educativa es hoy merecedora del mayor reconocimiento como principal me- canismo para garantizar el buen aprendizaje en primaria y un medio eficaz para reducir los impactos de la pobreza; sin embargo, su crecimiento y situación dis- tan de ser satisfactorios. Sólo atiende a una pequeña parte de la población infan- til de O a 3 años y a unos 2/3 de los niños de cinco años. Su cobertura aún está sesgada hacia infantes de familias con mejores condiciones. El sector privado ha tenido un papel importante en prestar servicios de educación inicial o preescolar a familias que están en condiciones de pagarlos. Finalmente, importa volver a detenerse en la situación del docente, cu- yos bajos niveles de vida y de autoestima profesional siguen siendo un desafío central para las políticas inclusivas. Demanda e importancia de los programas focalizados y compensatorios En la Il Cumbre de las Américas, los gobiernos se comprometieron a llevar a cabo «políticas educativas compensatorias e intersectoriales, según sea necesario, y a desarrollar programas de atención específica a los grupos con re- zago en materia de educación, analfabetismo funcional y condiciones socioeconómicas en desventaja». Así mismo, definieron la equidad educativa como «la creación de condiciones para que toda la población tenga oportunidades de recibir servicios educativos de calidad, reduciendo de manera apreciable los efec- tos que se derivan de la desigualdad social y económica». Una de las formas explícitas del esfuerzo por una mayor equidad educa- tiva es la denominada «discriminación positiva», que es, en la práctica, una estra- tegia inversa al tratamiento «igual para todos» planteado en documentos de polí- tica nacional e internacional y en argumentos legislativos. Con ella se trata de dar una educación diferenciada para obtener resultados semejantes. Al asignar más recursos en centros y programas educativos que atienden a los niños, jóvenes y adultos más pobres, se posibilita que el medio donde viven les otorgue más opor- tunidades para aprender. Un importante argumento es que este criterio, además de justo, es económicamente rentable, ya que impide desperdiciar recursos es- casos, tal como lo hacen las políticas que privilegian el acceso sin tener en cuen- ta los logros de aprendizaje. a 9 Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN En una opción por un desarrollo equitativo esta discriminación positiva no debiera ser limitada sólo a lo educativo, sino tratar de influir para que con su acción se enfrenten otras carencias sectoriales que impiden una mejor calidad de vida. Los ámbitos de la nutrición y la salud son indispensables en esta alterna- tiva. La mejoría de las condiciones de alimentación de niños pobres, así como el control de su salud darán a la educación una base más equitativa y sólida. Otro argumento central para demandar estrategias de discriminación positiva es la influencia que ejercen la concentración de recursos y las enormes disparidades sociales sobre las familias pobres, generándoles serias limitacio- nes para poder conocer y valorar las ofertas educativas, para demandar la educa- ción temprana en beneficio de sus niños más pequeños y para tener acceso a otras posibilidades de beneficio educativo a padres y a hijos. Además, sigue sien- do alto el porcentaje de niños no incorporados, así como el nivel de concentra- ción de la oferta en zonas urbanas. Respecto a los programas de naturaleza compensatoria, importa, sin embargo, tomar en cuenta que en la región coexisten dos visiones de la compen- sación educativa. Una de ellas organiza y ejecuta estos programas en función de un supuesto déficit cultural que tendrían los centros educativos de áreas rurales, indígenas o urbanas pobres respecto a las condiciones del aprendizaje obtenido en áreas de clase media o alta; ello deviene, habitualmente, en vigilancia sobre las escuelas más pobres para el cumplimiento de instrucciones —por lo general homogéneas— teniendo como patrón una forma ideal de comportarse y de ges- tionar los centros educativos. La segunda visión pone énfasis en la diversidad cultural. Los progra- mas se diferencian de los anteriores al enfatizar que cada escuela o programa son únicos e irrepetibles y que no hay que tomar como patrón a otros contextos más exitosos, sino considerar las difíciles características de una población con otras fortalezas y necesidades y demandante de condiciones de trabajo y de ha- bilidades especiales vinculadas a sus propia relación con la cultura. La escuela es considerada, en este caso, como parte central de la comunidad, valorándose la cultura comunitaria, fortaleciéndola y enriqueciéndola. Varias de las experiencias que sobresalen en países de la región corres- ponden a esa opción por discriminar en favor de las más pobres. Siguen siendo, sin embargo, absolutamente insuficientes. En sociedades tan desiguales como las latinoamericanas y con crónicas insuficiencias de recursos, un esfuerzo de incorporación de los excluidos a una educación de calidad requiere de un pacto social sobre la base de determinados consensos y grandes dosis de solidaridad con los más desposeídos de oportunidades. En ello han avanzado algunos países y en otros se requiere fomentarlos. Este pacto social puede ayudar a crear un clima favorable para que maestros, padres de familia y estudiantes, junto a auto- ridades, se sientan involucrados en un esfuerzo común por el cambio educativo y Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN nas, y, por tanto, facilitaría el desarrollo de vínculos sociales que no supongan la renuncia de muchos a sus peculiaridades culturales. Se estaría, así, formando no sólo para la ciudadanía que resulta de la interpelación del Estado a los individuos aisladamente considerados, sino también para una ciudadanía cultural desde la vigencia de diversas culturas. Hacia una propuesta de interculturalidad para todos Educar para la interculturalidad supone, en primer lugar, el reconoci- miento de la pertenencia cultural de los individuos y, además, el respeto a las diferencias y la defensa de los derechos culturales. Supone, así mismo, asumir el pluralismo, el reconocimiento de las diferencias, como condición para el diálogo y por lo tanto para la construcción de una unión más amplia entre nuestros diferen- tes pueblos. El desafío que esta nueva posición —de interculturalidad para to- dos— plantea a maestros y alumnos es hacer de la educación un camino para tolerar, respetar y revalorar esas diferencias desde una perspectiva distinta, que concibe la diversidad como bien y recurso y no como problema que es necesario enfrentar. La globalización puede influir para que prime la idea de que la educa- ción sirva de puente entre los modelos culturales existentes y predominantes con las exigencias del desarrollo. La educación debe ser algo más que un puente, debe utilizar los conocimientos adquiridos por los estudiantes como punto de partida y a partir de allí construir, en lugar de enfrentarlos con conceptos ya he- chos y culturalmente ajenos. Mas, para que esa construcción sea eficaz, ellos deben ser vectores de las tradiciones culturales que los vinculan con las genera- ciones pasadas, tradiciones que deben reinterpretar incesantemente y adaptar a sus propias necesidades. Un dato no menor es que nuestros niños y jóvenes, al estar viviendo la globalización, la revolución de los medios de comunicación y el gradual aumento de las posibilidades de acceso, están mejor preparados que sus padres para apreciar la diversidad de los valores culturales y las formas de expresión. Su me- jor disposición natural para aceptar fácilmente la diversidad hace que los niños y jóvenes, bien estimulados, estén ávidos de comprender y de disfrutar con sus nuevos descubrimientos, a pesar de las fronteras físicas que separan a las nacio- nes. Los niños tienen menos barreras que los adultos con el multilingúismo. En un mundo multicultural y plurilingúe, cuanto antes se inicie a los niños en el apren- dizaje de otras lenguas, mejores serán los resultados. De acuerdo con el Informe e la Comisión Mundial de Cultura y Desarro- llo el aprendizaje de las lenguas no deberá limitarse a simples ejercicios MULTICULTURALISMO, IDENTIDADES MÚLTIPLES Y BILINGÚISMO: JOSÉ RIVERO lingúísticos, sino que debería ser ocasión para reflexionar sobre otros modos de vida, otras literaturas, otras costumbres, para revisar la enseñanza de la historia y la geografía, familiarizar a los alumnos con otras tradiciones culturales y otros enfoques interdisciplinarios. La enseñanza generalizada del inglés, idioma clave en la actual globalización, o del castellano para los niños de Brasil y del portu- gués para los niños sudamericanos constituyen desafíos abiertos por asumir en el presente. La complejidad educativa y cultural de los pueblos indígenas Otro aspecto que demanda crucial abordaje son las presiones que se ejercen hacia la asimilación y homogeneización y su impacto sobre las lenguas y los pueblos aborígenes en América Latina. La complejidad del problema resulta mucho mayor si se considera que la mayoría de los cerca de cuatrocientos grupos indígenas en América Latina todavía no poseen escritura ni alfabetos, y que mu- chos de estos grupos desconocen que pueden escribir en sus propias lenguas. En este sentido, los esfuerzos por dotar de alfabetos y de gramáticas a las más im- portantes lenguas autóctonas han sido y son de enorme valor, pese a que en buen número de casos sigue siendo escasa la utilización de los mismos. El interés por la educación de los grupos indígenas se puede resumir en dos posiciones: la de quienes propician la necesaria incorporación del indígena en la sociedad nacional mediante la castellanización y la erradicación paulatina de sus rasgos étnico-culturales; y la de quienes se identifican con el respeto al carácter pluriétnico y cultural de los países con poblaciones indígenas, tendiendo en algunos casos a cierto grado de autonomía cultural de las etnias en el contex- to de una nación plural. Frente a la corriente de la castellanización forzada y la homogeneización cultural como mejores vehículos para la integración nacional, ha surgido con fuer- za creciente la corriente que promueve una educación bilingúe de carácter intercultural como alternativa mejor articulada de atención en contextos rurales de habla vernácula. Un elemento básico comprendido en esta opción es la necesidad de impulsar la educación de los grupos étnicos en sus respectivas lenguas mater- nas y, de acuerdo con determinados pasos, enseñar la segunda lengua —en la gran mayoría de los casos, el castellano— dentro de un contexto educativo en el cual los contenidos sean interculturales, partiendo de aquellos que determina la cultura del propio grupo étnico, enriquecidos con los aportes nacionales y universales. Tal vez lo más significativo haya sido el énfasis puesto en la lengua local o en el idioma que mejor conoce el niño indígena, como principal instrumento del a 09 Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN aprendizaje, dotando a éste de significación y relevancia. Siendo la educación un acto eminentemente comunicativo, la selección del idioma de la escuela y de la enseñanza se convierte en nodal y en condición sine qua non para el aprendizaje de los niños. Aunque en sus inicios no fue un quehacer de pedagogos sino de lingúi: tas y antropólogos, la Educación Intercultural Bilingúe (EBI) —nombre con la que se desarrolla esta educación especializada— requiere de la participación de más profesionales de la educación que contribuyan a hacer de ella un instrumento más eficaz y válido para la educación latinoamericana en general. 0 Los escenarios deseables Los escenarios deseables en la educación latinoamericana para dar más fuerza y vigencia a la propuesta de interculturalidad para todos, suponen Una actuación en diversas esferas a la vez: +4 En primer término, consolidar aquella educación intercultural y bilin- gue ofrecida a los educandos indígenas de ámbitos tanto rurales como urbanos, para que sobre la base de la recuperación y recons- trucción de sus historias, conocimientos y saberes, se apropien se- lectiva y críticamente de elementos y productos de otras culturas así como de la cultura universal, y que esto los habilite para encontrar nuevas respuestas a los problemas de sus sociedades. +4 Se demanda operativizar los dispositivos legales vigentes en lo que atañe a posibilitar una interculturalidad para todos, experimentando propuestas y estrategias metodológicas que posibiliten a los no indí- genas a aceptar positivamente la diversidad y valorar los productos, los conocimientos y los saberes indígenas. +4 En tercer lugar, y de modo complementario a la mirada interna que suponen los dos desafíos anteriores, es menester asumir la interculturalidad como propuesta más amplia de relación y de nego- ciación de sentidos y significados, de tal forma que los educandos latinoamericanos se preparen y asuman gradualmente una situa- ción creciente de contacto e interrelación —real o virtual— con otras realidades, expresiones y manifestaciones culturales y lingúísticas. +4 Finalmente, los niños y los jóvenes tienen necesidad de que su cul- tura, su experiencia y sus lenguas sean afirmadas y reflejadas en la escuela y en los medios de comunicación. Asumida con todas sus Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN ros años y que en el desenvolvimiento del cerebro —esencial para aumentar el potencial del aprendizaje— intervienen no sólo la salud y nutrición de los peque- ños, sino factores como el tipo de interacción social y el ambiente que los rodea. Los niños que sufren tensión extrema en sus primeros años pueden ser afecta- dos desfavorable y permanentemente en el funcionamiento del cerebro, y, conse- cuentemente, en el aprendizaje y la memoria. Éste es el caso de muchos niños en ambientes de extrema pobreza. Así mismo, diversos estudios científicos remarcan que los niños que disfrutaron de la interacción estimulante con otros niños y con juguetes —y que contaron, además, con una buena nutrición— muestran un mejor desarrollo de las funciones del cerebro en edades posteriores con consecuencias favorables al aprendizaje, el rendimiento académico, la permanencia y la progresión en el sis- tema educativo, así como en la vida social y profesional de las personas. Una tercera razón importante es que una atención temprana de niños provenientes de familias en situación de marginalidad tiene, en particular, un enorme potencial para compensar las carencias de los propios hogares y contri- buir sustantivamente a romper el círculo vicioso de la pobreza. Esa importancia y potencialidad serán mayores, si están asociadas y combinadas con otras accio- nes orientadas al cuidado infantil y si forman parte de esfuerzos más significati- vos por alcanzar mejores niveles de desarrollo local y comunitario. Los factores mencionados hacen evidentes las derivaciones econó- micas que produce una atención temprana de la niñez. La convicción de que los programas de educación temprana contribuyen a reducir la pobreza de distintas formas es avalada por una sistematización de estudios que comparan niños con y sin educación temprana en países diferentes, enfatizando que el acceso a inter- venciones en la primera infancia suele tener efecto positivo sobre el progreso y desempeño escolar, con descensos sustantivos en las tasas de deserción y repe- tición. Los niños pobres pueden beneficiarse más de los programas educativos multifacéticos de primera infancia que sus pares más privilegiados. La sola consideración de los costos que los sistemas educativos deben asumir para atender el fracaso, la repitencia y el abandono escolar hace más que justificada la inversión en cualquier programa de educación inicial que ayude a reducirlos. Más aun, hay razones suficientes para afirmar que la educación inicial es la modalidad educativa que debiera tener prioridad en las estrategias naciona- les para enfrentar la pobreza. Sin embargo de esta importante premisa, en el caso de la niñez en situación de riesgo social, la ampliación sustantiva de la actual cobertura tendrá que desarrollarse, según sean las circunstancias de cada país, complementándo- se con medidas que hagan posible alcanzar y mantener niveles aceptables de calidad. No será suficiente que esos niños logren acceder a la educación inicial; EDUCACIÓN INICIAL: JOSÉ RIVERO será fundamental atacar la pobreza en otros frentes que son determinantes críticos de la capacidad de aprendizaje: la nutrición, la salud y la estimulación psicosocial. $ Avances y desafíos La demanda de programas para la primera infancia ha crecido vincula- da al deseo de preparar mejor a los niños para la escuela y a la necesidad de una atención cualificada de los niños mientras los padres trabajan. Existe, así mismo, una experiencia acumulada sobre cómo dotar a los niños de educación y aten- ción cualificada. Las tasas medias de escolarización en programas de atención y desa- rrollo de la primera infancia señalan un importante incremento durante la ultima década en Latinoamérica. Se observan progresos en cuanto a conectar el con- cepto holístico de desarrollo a programas integrales que tengan en cuenta la ac- ción intersectorial, desde una perspectiva de las necesidades asociada de mane- ra más directa con la idea de intervenciones en pro de derechos universales, sustituyendo la idea tradicional de preescolaridad por una perspectiva de aten- ción y desarrollo de la primera infancia. Cabe destacar, no obstante, que la escolarización en 1996 fue más de dos veces superior para las familias en el quintil más alto de la distribución de ingresos que para los niños en el quintil más bajo. Los cambios en los conoci- mientos y en los conceptos no sólo son lentos, sino que no logran traducirse en cambios de política y de programas. Existe la sensación de que la divulgación del nuevo conocimiento de la excepcional importancia que tiene la educación inicial es insuficiente a pesar del crecimiento de publicaciones, foros y de la aparición de redes de carácter nacional, regional e internacional. Los párrafos anteriores precisarían de una extensa agenda para la aten- ción y el desarrollo de la primera infancia. Como cuestión estratégica importa preguntarse ¿dónde hay que poner el acento?, ¿dónde hay que concentrar los esfuerzos? Las diversidades nacionales, y dentro de ellas las regionales, muestran condiciones en fases muy distintas de procesos de desarrollo. Será inadecuado, por tanto, intentar establecer prioridades generales para la acción en todas las situaciones. Cada país debería decidir sobre sus prioridades. La experiencia acumulada señala, sin embargo, la necesidad de poner atención especial en las siguientes situaciones: a S Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN +4 Mejora de los sistemas de formación y de supervisión. Una meta plausible para la próxima década podría ser que todos los educado- res de la primera infancia estén formados y cuenten con las certifi- caciones necesarias para el desempeño de sus importantes tareas. +4 Proporcionar el apoyo y la atención necesaria a los padres y a otros miembros de la familia, que seguirán siendo las personas más influ- yentes en las vidas de los niños, especialmente en los menores de 3 o 4 años de edad. Tal vez los mayores y más duraderos efectos sobre un niño que aprende y se desarrolla vengan de mejorar las capaci- dades de los padres para darles un ambiente estimulante. Se de- manda una intensa acción de información a esos padres sobre el desarrollo de sus hijos y sobre la importancia y los modos de sus intervenciones. +4 Consolidar la evaluación y el seguimiento de los programas. Se cuenta con muy poca información sobre su impacto y efectos específicos en los niños y en sus familias. Se trata de revertir esta situación, posibili- tando que los programas de educación inicial se vayan adaptando y ajustando con base al seguimiento sistemático de insumos, procesos y resultados. La meta sería que todos ellos cuenten o tengan posibilida- des de sistemas apropiados de evaluación y de seguimiento. Una nota sobre el papel de las experiencias no formales El concepto de educación inicial o educación temprana no debiera que- dar reducido al convencional preescolar, ni apoyarse exclusivamente en formas escolarizadas. Todo parece indicar que la creciente pobreza en la región y las difi- cultades económicas previstas para el conjunto de nuestros países, impedirán el ideal de dar educación temprana o inicial a la totalidad de niños de entre O y 5 años, en las mejores condiciones de infraestructura escolar de jardines o nidos infantiles o con docentes titulados. Será inevitable recurrir a formas no escolarizadas de atención y desarrollo de la primera infancia, en las que el con- curso de padres, particularmente madres, y el de promotoras capacitadas serán decisivos. Los programas no escolarizados vigentes han trascendido el plano pe- dagógico, convirtiéndose en acciones de desarrollo comunitario con alta partici- EDUCACIÓN INICIAL: JOSÉ RIVERO De Rivero, Oswaldo (2001). El mito del desarrollo. Los países inviables en el siglo XXI. (2.? ed.). Lima: Fondo de Cultura Económica. López, Luis E. (1996). «La formación de recursos humanos desde un contexto de diversidad étnica, lingúística y cultural», en Nuevas formas de aprender y enseñar. Santiago de Chile: Unesco. Marchessi, Álvaro (2001). «Cambios sociales y cambios educativos en América Latina» en Análisis de perspectivas de la educación en América Latina. Santiago de Chile: Unesco. Myers, Robert G. (2000). Atención y desarrollo de la primera infancia en Latinoamérica y el Caribe: una revisión de los diez últimos años y una mirada hacia el futuro. México: Fórum EPT - Unicer. Pérez DE CueLLAR, Javier. Nuestra diversidad creativa. Informe de la Comisión Mun- dial de Cultura y Desarrollo. México: Unesco. Pnuo (1998). Educación. La agenda del siglo XXI. Hacia un desarrollo humano. Recuadros consultados: Fumoto, Gaby: «La educación para el cambio comienza cuando el niño nace». 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Para la dirigencia política de América Latina, este debate resulta una oportunidad importante para fijar una posición tanto a nivel regional como nacio- nal respecto a cómo deben prepararse las estructuras económicas, de protec- ción social, de educación, viales y de comunicación —entre otros—, de manera que sea posible aprovechar las condiciones que brinda este contexto de la globalización. En las siguientes páginas presentaremos un análisis crítico de las re- flexiones que se plantean en la literatura sobre las relaciones entre globalización y educación, y específicamente: (i) desarrollo de la profesión docente; (ii) desarro- llo de redes — sociales y educativas sean éstas virtuales o no—; (iii) capacitación productiva, y (iv) continuidad de las políticas educativas. * Consultora de la OEl Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 Iberoamérica Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN 0 La docencia y el docente Nuestra consideración preliminar es que las reformas educativas que se plantean en el contexto de la globalización deben tomar en cuenta al docente como actor clave, cuya participación en la definición e implementación de los cambios otorga mayores garantías de acierto y sostenibilidad. En ese sentido co- incidimos con Reimers y Villegas Reimers cuando critican el sinsentido de las reformas educativas que alrededor del mundo pretenden ser «a prueba de maes- tros» (Reimers, 1996). Tal y como los Reimers sugieren, el desconocimiento del rol de los maestros no sólo es política y administrativamente ingenuo sino que demuestra una pobre comprensión sobre los factores que influyen en las oportu- nidades educativas que brindan las escuelas. Los desafíos para el docente y los desafíos de su formación Como fenómeno multifacético, la globalización transforma las estructu- ras sociales, económicas, políticas y culturales, enfrentando al docente con el reto de preparar a sus alumnos para que reconozcan las causas, dinámicas y resultados de las fuerzas transaccionales y de los actores de la globalización (Arnove, 1999). El flujo de personas, bienes, imágenes e información que permite el desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la informática determina, a su vez, la formación de nuevos patrones de consumo, estilos de vida, imaginarios e identidades (Stromquist y Monkman, 2000). En ese contexto desafiante, el docente debe construir las herramientas que le permitan forjar en el estudiante una posición crítica con respecto a las tendencias homogeneizantes de la globalización, afianzando en lo posible sus raíces e identidad local. El afian- zamiento de la lengua local frente al uso creciente y extendido del idioma inglés es una arista importante de este pensamiento. Por otra parte, se ha dicho que la era de la globalización es la era de la duda o de la reflexividad, porque ante la dinámica del progreso tecnológico y científico no existen estructuras permanentes de conocimiento ni de significado (Guiddens, 1994). Abundan en la sociedad ciudadanos ávidos de conocimiento y las verdades se relativizan. El mundo científico, al igual que el mundo de la ética y de la moral se resienten con esta dinámica; y en medio de este barullo la socie- dad espera del docente herramientas que ayuden al estudiante a encontrar sen- tido a su vida de permanente aprendiz. De hecho, como lo propuso la UNESCO, el docente enfrenta el desafío de preparar al estudiante para «aprender a apren- der», destreza que constituye uno de los cuatro pilares básicos de la educación GLOBALIZACIÓN: EL CONTEXTO DE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS: LUCÍA TARAZONA DE NIÑO En cualquier caso, es importante que las instituciones formadoras de docentes tengan como fundamento una reflexión pedagógica consistente, que permita a los docentes comprender las potencialidades y limitaciones de los gru- pos de educandos de diferentes contextos; y a la vez, alcancen una sólida y con- tinua formación disciplinar que permita entregar el conocimiento y la tecnología a los educandos en forma fundamental, actual y problematizadora, como corres- ponde a una sociedad donde predomina la dinámica del conocimiento, el cambio y la incertidumbre. El docente universitario Dado el rol saliente de las universidades en esta época de globalización, la gestión del docente universitario exige un análisis particular. En efecto, el ma- yor avance científico y tecnológico ha traído nuevas y mayores demandas para la universidad. Sin embargo, estas demandas están siendo determinadas cada vez más por lo que podríamos denominar la agenda empresarial de investigación, así como por los requerimientos del gobierno en la competencia económica global. Esta dinámica —como plantea Schuguresnky— tiene profundas consecuencias para la financiación, gobernabilidad y misión de la educación superior y en última instancia, para el grado de autonomía del que puedan gozar las universidades para definir su propia agenda (Stromquist y Monkman, 2000). En una línea similar de razonamiento, Stromquist plantea que la orien- tación hacia las demandas del mercado no necesariamente es mala. Sin embar- go, en la era de la globalización es muy probable que «os clientes» sean podero- sos donantes o representantes de los intereses de las clases medias y altas de la sociedad quienes pueden «mover la universidad a reproducir las diferencias de clase o a reducir sus áreas de investigación a aquellos temas que son del interés de sus clientes»*. Como parte de esta dinámica, los profesores perderán relevan- cia frente a los administradores y las normas tradicionales de la universidad, incluyendo el «Tenure» serán desafiadas para cambiar o desaparecer. En este contexto, los gobiernos latinoamericanos tendrían el reto de fortalecer la universidad pública, garantizando un contexto legal en el que pue- dan defender su autonomía y sobre todo, garantizando un sano equilibrio entre el fomento y la evaluación a la calidad, la respuesta a necesidades inmediatas y la construcción de externalidades que permitan resolver problemas pendientes de las sociedades en el largo plazo. Como plantea la CEPAL, no sólo debe aumentar- se la cobertura de la educación superior y técnica, sino que se requiere un apoyo 1 Stromquist, Op. cit., pp. 14. a O Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN financiero de recursos públicos y privados de diversas fuentes, incluso para la universidad privada, de modo que responda al reto de fomento de la innovación y con miras a que todas las instituciones de educación superior mejoren su perti- nencia, logren acortar la brecha tecnológica y funcionar como red del sistema de innovación (CEPAL, 2002). 0 Capacitación productiva La era de la globalización ha sido también llamada la era del conoci- miento, porque es la apropiación de nuevas y mejores tecnologías lo que permite incrementar la productividad de la economía y, por ende, la competitividad de las empresas y de los países. Bien se dice que «el conocimiento es la principal venta- ja competitiva sostenible» (Memorias del Foro de Bogotá, 1995). En esa carrera por el predominio económico unos individuos y unas sociedades logran extraer los mayores frutos, mientras que otros sufren cada día una mayor exclusión. De ahí que instituciones como la CEPAL en América Latina hayan abogado desde hace años por el desarrollo de un modelo social, político y económico en el cual la equidad y la competitividad son objetivos complementa- rios, no excluyentes, siendo la ampliación de oportunidades educativas la llave Maestra que permitiría ese doble triunfo de la democracia. Ahora bien, ¿cuáles son las características de la economía global que deben tomar en cuenta los planificadores educativos? ¿Cuáles son las compe- tencias que este contexto exige? ¿Cuál es el papel de los gobiernos, de las empre- sas y de los educadores? Características de la economía global La apertura de los mercados, la desregulación, la producción orientada a la exportación y el crecimiento del sector informal caracterizan la economía global. Inexorablemente se pierden puestos de trabajo en los sectores que se modernizan, mientras que el sector servicios gana peso frente a la producción industrial y se habla de la terciarización de la economía. En el contexto de la globalización, las principales fuentes de competitividad de un país derivan de su capacidad de articular ciencia, tecnología, administración y producción (Stromquist, 2000). En América Latina, esta deseada articulación está aún por verse. Lo que existe por ahora es un desajuste estructural: jóvenes que buscan infructuo- samente empleo y empresarios que buscan trabajadores pero no encuentran en GLOBALIZACIÓN: EL CONTEXTO DE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS: LUCÍA TARAZONA DE NIÑO ellos las calificaciones requeridas (Piña, 1995). Por ello, como afirma Maria Antonia Gallart, coordinadora de la Red Latinoamericana de Educación y Trabajo: «En América Latina las relaciones entre educación y mundo del trabajo aparecen como una temática fundamental del debate político y económico, pero no tanto por los logros del sistema productivo sino por la agudización de la problemática de des- empleo, las dificultades de los jóvenes de insertarse laboralmente y las nuevas calificaciones que las empresas que han absorbido nuevas tecnologías deman- dan en forma creciente» (Gallart, 1995). En ese contexto, se agudiza la segmentación del mercado laboral (Monrow y Torres, 1999) y se profundizan las desigualdades en la capacidad de moderniza- ción y competitividad entre las empresas, lo cual deriva en una economía dual carac- terizada por la alta concentración del ingreso y del poder en un contexto masivo de marginalidad, baja productividad, bajos ingresos y escasa diversificación en la es- tructura productiva. La desesperanza de los jóvenes graduados está provocando una migración masiva de personas altamente educadas y técnicamente calificadas hacia los países desarrollados. El escenario después de la actual crisis para las eco- nomías latinoamericanas será, sin duda, menos interesante y de retroceso tanto en materia de inversión como de talento humano. Saberes necesarios para enfrentar el desafío de la compet: dad La globalización ha generado una demanda mundial por cierta clase de habilidades y destrezas asociados con niveles superiores de educación, como el uso de la lengua, razonamiento matemático, lógica científica, programación (Carnoy, 1999). Se habla de trabajadores polivalentes o de analistas simbólicos: personas con capacidad de aprender rápido, trabajar en grupo y tomar decisio- nes autónomas acerca de los fines de la organización educativa y laboral (Morrow y Torres, 1999). En ese contexto es forzoso resignificar el concepto de educación para el trabajo distinguéndolo de lo que conocemos como capacitación para la produc- ción; así como replantear el papel de los gobiernos en la modernización de la educación pública. Hablamos de educación para el trabajo cuando se trata de formar com- petencias fundamentales (expresión, solución de problemas matemáticos y ca- pacidad de pensar, utilización de recursos, relaciones interpersonales, manejo de información, comprensión sistémica, dominio tecnológico); mientras que la capacitación para la producción promueve el aprendizaje de habilidades para el desempeño de ocupaciones específicas. Según Gallart, conseguir que las dos a O Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN competitividad; (ii) la identificación de cadenas productivas en las cuales puedan insertarse instituciones educativas (media y superior) así como empresas con infraestructura aprovechable por los alumnos; (iii) los mecanismos de alternancia o formas de articular el aprendizaje escolar con el aprendizaje en el puesto de trabajo; (iv) los esfuerzos en educación de adultos que enfaticen el mejoramiento de las competencias básicas en la población ocupada o desempleada para facil tar que adquieran capacidad de aprendizaje permanente, y (v) los esfuerzos para lograr la vinculación de los académicos, empresarios, ejecutivos y técnicos en redes internacionales y redes latinoamericanas de conocimiento e innovación. Se sabe que los sistemas productivo y educativo y la burocracia tienen organización y racionalidades diferentes, lo que dificulta los esfuerzos de coordi- nación. Sin embargo se exige una mayor flexibilidad a las distintas racionalidades con el objetivo de permitir que los países accedan a mejores niveles de competitividad en el contexto internacional. La mujer y el joven en la capacitación productiva A pesar de haber ingresado masivamente al mercado laboral, la partici- pación de la mujer se concentra en áreas tradicionales, lo que tiene un efecto negativo en sus posibilidades de empleo e ingresos. En Colombia, por ejemplo, la matrícula femenina en el SENA constituye el 52% del total, pero las mujeres son una mínima proporción del estudiantado en el sector industrial. En general las mujeres jóvenes de estratos socioeconómicos bajos son las más afectadas por el desempleo y cuando están empleadas su remuneración es inferior a la que reci- ben los hombres trabajadores en iguales circunstancias. Una política regional de capacitación productiva deberá incluir progra- mas específicos de formación para el empleo femenino y lo que se podría llamar «reentrenamiento de mujeres técnicas y profesionales». Visión de largo plazo y la continuidad de las políticas educativas ¿Es posible tener una visión de largo plazo en medio de la incertidum- bre que caracteriza esta era de globalización? ¿Es posible tener una visión propia a pesar la homogenización natural de la época global? Como lo plantea Arnove, la globalización puede desenvolverse como un proceso dialéctico entre lo global y lo local (Arnove, 1999), de manera que aun- GLOBALIZACIÓN: EL CONTEXTO DE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS: LUCÍA TARAZONA DE NIÑO que los problemas educativos aparenten ser cada día más similares entre los países, las respuestas que dan las comunidades nacionales y subnacionales va- rían. En una línea similar de pensamiento, Morrow y Torres plantean que el Esta- do-nación puede convertirse en el mediador cultural transnacional a través del cual la educación pública filtra la cultura metropolitana y la propia. Como fruto de esa dialéctica y de esa mediación es posible, entonces, que las comunidades de la región participen en la construcción de una visión de largo plazo para la educa- ción. La manera como se lleve a cabo este consenso puede variar de país a país. Existen casos como el de Colombia y El Salvador que plantearon planes decenales de educación, el primero como un desarrollo posterior del proceso de apertura democrática que nació en la Constituyente de 1991 y el segundo como resultado de los acuerdos de paz. En ambos casos, el proceso de construcción fue amplio y el liderazgo del Gobierno, definitivo para la sistematización y difusión de los resul- tados y para la sostenibilidad entre gobiernos. Este tipo de planes resultan imprescindibles en el campo educativo, como quiera que los resultados de los programas que hoy se implementen toma- rán más de una generación antes de verse y solamente la continuidad de las políticas asegura que se consigan los frutos esperados. En realidad, el ciclo edu- cativo comienza con la formación de los maestros y no, como a veces se piensa, con el inicio de la escolaridad de los alumnos. En muchos países de la región — México, Cuba, Colombia y Perú— se viene trabajando en la reforma de las escue- las normales o instituciones formadoras de maestros como las facultades de Edu- cación. Pues bien, los frutos de su trabajo hoy se recogerán en los años por venir, cuando las nuevas generaciones de alumnos reciban los beneficios esperados de la reforma. La continuidad también dependerá de que los objetivos de largo plazo estén adecuadamente soportados en innovaciones financieras que permitan te- ner instrumentos de estabilización del crecimiento del gasto social de modo que no se presente retroceso en los momentos de recesión o impacto de choques externos en las inestables economías latinoamericanas. Por otra parte, la continuidad requiere el desarrollo de instituciones vi- gorosas de planificación y evaluación que en un contexto de descentralización logren enlazar las iniciativas de la institución educativa y locales con los objetivos regionales y nacionales, permitiendo la maduración de las iniciativas con dinámi- cas endógenas y construyendo los apoyos para dinamizar el cambio hacia una educación de calidad con equidad. a 9 Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN 0 Redes sociales, educativas e informáticas Con el advenimiento de la globalización se habla ya no solamente de redes sociales, sino también de redes virtuales y redes informáticas, como la expresión más completa de aprendizaje e intercambio de conocimientos e infor- mación. En la sociedad en red (network society) se observa un incremento en las relaciones horizontales entre instituciones localizadas en geografías diferentes y que dependen cada vez más de la mediación de las tecnologías computarizadas. Para los países de la región, tanto unas como otras revisten la mayor importancia. FUNDARED define las redes sociales como sistemas abiertos a tra- vés de los cuales se produce un intercambio dinámico tanto entre sus integrantes como con los de otros grupos y organizaciones, posibilitando así la potenciación de los recursos que poseen. El efecto de la red es la creación permanente de respuestas novedosas y creativas para satisfacer las necesidades e intereses de los miembros de una comunidad, de forma solidaria y autogestionada (Fundared, 2001). Así se organizan redes («anillos», «círculos», «colectivos» son otras deno- minaciones del mismo proceso) de escuelas, de maestros, de rectores quienes aunque en un principio temerosos de exponer su experiencia pedagógica al es- crutinio de otros colegas, terminan generalmente satisfechos y ávidos de un inter- cambio regular y sistemático. Incluso se aventuran experiencias como la de la Expedición Pedagógica, en Colombia, que involucran a maestros y miembros de la comunidad académica dedicados a descubrir y sistematizar la experiencia pe- dagógica en escuelas y colegios. Como afirman Villegas-Reimers y Reimers, la docencia es un ejercicio solitario para la mayoría de profesores en las zonas rura- les y aun urbanas de los países en desarrollo, por lo cual estos intercambios resultan valiosísimos. Pero también se promueven redes en las que otros actores sociales resuelven vincularse a la escuela, acabando con ese ejercicio solitario y benefi- ciándose de un conocimiento más cercano del mundo escolar. Así se han organi- zado experiencias como PLEYADE, en Colombia, que organizó una red de univer- sidades, cajas de compensación, centros de investigación, organizaciones no gubernamentales, dedicadas durante casi dos años a visitar escuelas públicas urbanas para aprender sobre lo que ellas hacen y sobre cómo los niños viven diariamente la experiencia del conocimiento. En el campo de las redes virtuales el avance en la región ha sido nota- ble. Experiencias como la de Conexiones, en Chile, y la de aulas informáticas, en Colombia, hacen pensar que con una inversión estatal sostenida es posible co- nectar escuelas aun en los lugares más remotos de la geografía nacional, para GLOBALIZACIÓN: EL CONTEXTO DE LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS: LUCÍA TARAZONA DE NIÑO StromquisT, Nelly y Monkman, Karen (eds) (2000). «Defining Globalization», en Globalization and Education: Integration and Contestation across Cultures. Unesco. Estadísticas regionales, en http:/www.unesco.cl/05.htm. VinueGas Remers, Eleonora y Remmers, Fernando. «Where are 60 million teachers? The Missing Voice in Educational Reforms around the World», en Prospects, vol. XXVI, n.? 3, septiembre de 1996. $ Educación y Globalización: los desafíos para América Latina Iberoamérica Temas 0 Sistemas educativos, exigencias productivas e innovación ' Juan Carlos Ramírez* La posibilidad de que un grupo creciente de jóvenes complete la edu- cación secundaria eleva la competitividad sistémica del conjunto de la sociedad, vale decir, su capacidad para centrar el valor agregado en la incorporación de progreso técnico y, cada vez más, en el uso intensivo de la información y el cono- cimiento. A medida que se eleva el umbral medio de logros educativos de una sociedad, el nivel medio de productividad del conjunto también se desplaza hacia un umbral más alto. Para los países de la región esto implica impartir formación para un desarrollo productivo que debe tomar en consideración las destrezas propias de la sociedad de la información y el conocimiento. Este desafío está lejos de recibir una respuesta adecuada de nuestros sistemas educacionales, en los que el cambio de orientación y estilos pedagógicos todavía es incipiente. La educación constituye una de las principales áreas de intervención para mitigar en el futuro la heterogeneidad estructural, pero para lograrlo se re- quiere un esfuerzo intensivo para transmitir destrezas productivas pertinentes a los sectores de menores ingresos. El sistema educativo deberá, por ende, institucionalizar un estrecho vínculo con la dinámica de los mercados de trabajo, incorporando al sector empresarial y contribuyendo significativamente a la movi- lidad ocupacional de los sectores más rezagados. Además, dado que la mayor parte de la población económicamente activa que ingresa al mercado laboral es absorbida por la pequeña y mediana empresa, es necesario transmitir destrezas, ya sea a través del sistema educacional formal o de programas de capacitación, que sean adecuadas para elevar la productividad de las PYME y facilitar su mejor inserción en mercados ampliados. * CEPAL, Colombia 1 Texto adaptado de la versión de Equidad, desarrollo y ciudadanía. Santiago: CEPAL, 2000. Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN La principal limitación de la región ha sido, en este sentido, la restringi- da disponibilidad de jóvenes que cuenten con una educación y capacitación ade- cuadas al incorporarse a la población económicamente activa. Este factor es es- pecialmente crítico dadas las bajas tasas de egreso al final de la educación se- cundaria en casi todos los países de la región. La región, además de realizar grandes esfuerzos para elevar las tasas de egreso de la educación secundaria, debe ofrecer oportunidades de capacitación técnica vinculada a la educación secundaria. Por otra parte, es necesario mejorar la calidad y la pertinencia de la educación tanto secundaria como terciaria, adecuando la oferta a las caracterís- ticas de los sistemas productivos y del mercado laboral de cada país. Al respecto, cabe considerar que el desarrollo de sistemas duales de aprendizaje es una vía para expandir la educación técnica en la región y, al mismo tiempo, mejorar la oferta de trabajadores debidamente capacitados a corto y mediano plazo. Evidentemente, no basta con dar formación a las cohortes futuras del mercado laboral; también hay que preocuparse de la productividad de los traba- jadores actuales que todavía tienen años de vida activa por delante. Este sector se encuentra en una situación más crítica, dado que no está considerado ningún sistema de actualización de conocimientos y, junto con eso, se enfrenta a la más inmediata amenaza de desempleo debido a los cambios tecnológicos. Un componente importante es la flexibilidad terminal de los sistemas para impedir los dualismos que han originado opciones educativas separadas y sin puentes entre sí (educación humanista-científica o técnica-profesional). En la medida en que se va desplazando el umbral educativo requerido para contar con mejores oportunidades de inserción productiva y se prolonga la vida escolar de los estudiantes, el sistema educacional debe ir ampliando las oportunidades de mayor capacitación ofrecidas a los educandos y una capacidad continua de adap- tación para expandir la gama de opciones. Anticipándose a esta situación, es necesario evitar opciones terminales que hagan necesario elegir de manera tem- prana y definitiva entre el mundo del trabajo y la continuación en la educación superior. Por el contrario, hoy se precisan muchas interconexiones adaptables al cambio, así como posibilidades de ida y regreso permanentes entre sistema pro- ductivo y sistema educacional. A partir de lo anterior, la gestión educativa deberá traducir esa flexibilidad en proyectos con exigencias comunes y énfasis en orien- taciones múltiples. La diversidad que debe generar esta flexibilidad supone, al mismo tiempo, un esfuerzo público por asegurar un núcleo de calidad común con vistas a evitar la actual segmentación. Se debe realzar la relevancia de la educación superior, otorgando es- pecial atención a los programas universitarios de las ramas de ingeniería y cien- cias naturales. Además, para que América Latina y el Caribe compitan en la eco- nomía global, sobre todo en los nichos donde se requiere innovación tecnológica intensiva, sus sistemas universitarios deben ser capaces de formar un número mayor de ingenieros y científicos debidamente capacitados. SISTEMAS EDUCATIVOS, EXIGENCIAS PRODUCTIVAS E INNOVACIÓN: JUAN CARLOS RAMÍREZ acuerdos de integración regional, la historia de los vínculos entre los diversos agentes del sistema nacional de innovación y el modelo de gobernabilidad que prima en cada sociedad, abren un abanico de opciones, respetando la historia y evolución institucional de cada país. Por otra parte, es preciso evitar caer en falsos dilemas. Es evidente que, en las condiciones actuales, las políticas de desarrollo productivo deben apoyar- se en instrumentos esencialmente horizontales, tales como el desarrollo tecnoló- gico, la formación técnica, el acceso a recursos de capital de largo plazo, la pro- moción de exportaciones, la infraestructura. Sin embargo, para que estos instru- mentos sean eficaces en la práctica, debe detallarse el uso de los recursos desti- nados a cada uno de ellos, especificando, por ejemplo, las instituciones y progra- mas de desarrollo tecnológico que resultarán beneficiados, los tipos de progra- mas de capacitación laboral que se han de financiar, los mercados y productos a los que están dirigidos los recursos de las entidades de promoción de exportacio- nes, las obras de infraestructura previstas, etc. Por este motivo, la propia aplica- ción de los instrumentos horizontales exige cierto criterio de selectividad que ayu- de a sopesar adecuadamente las alternativas a la hora de asignar los recursos. Así mismo, aunque los instrumentos que se elijan respondan a los re- querimientos de economías de mercado, deben adoptarse en el marco de estra- tegias de cambio estructural y, para que sean eficaces, tales estrategias deben materializar una visión compartida por los sectores público y privado sobre el tipo de cambio estructural apropiado para cada caso concreto, a fin de promover medidas conjuntas. Estas estrategias pueden potenciar las posibilidades que el mercado ofrece, proporcionando mecanismos de coordinación económica que no suministra el sistema de precios, permitiendo explotar plenamente las externalidades que se generan entre los distintos agentes económicos y redu- ciendo la incertidumbre que caracteriza los procesos de inversión, particularmen- te en actividades innovadoras. Así, este enfoque, correctamente empleado, pue- de ajustarse más al funcionamiento del mercado que las posturas pasivas alter- nativas. De hecho, los enfoques que evitan la intervención pública en aras de la «neutralidad» de los incentivos no son neutros en términos de resultados, pues discriminan contra agentes económicos menos preparados para enfrentar el cam- bio o enfrentan mercados de factores imperfectos; contra agentes y sectores pro- ductivos que dependen más de las complementariedades que ofrecen otras em- presas o sectores productivos, y contra las actividades que están sujetas a mayo- res niveles de incertidumbre. Como el desarrollo institucional —y el desarrollo del conocimiento sobre la eficacia relativa de las distintas instituciones e instrumentos— es un proceso que también está afectado por la incertidumbre y la falta de información ex ante, es importante preservar una diversidad de instrumentos, como forma de avanzar hacia la «selección natural» a través del aprendizaje. Más que una política Ópti- ma, lo recomendable parece ser un proceso selectivo y colectivo de ensayo y a 9 Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 6 a 5 E S 2 5 2 Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN error, con metodologías universalmente aceptadas de evaluación de impacto y una actitud pragmática de selección en condiciones de incertidumbre. Un esfuerzo decidido tendiente a mejorar la competitividad sistémica es inseparable de un cambio en la prioridad otorgada a la política tecnológica (CEPAL - UNESCO, 1992, cap. !l-2). Las instituciones y políticas de innovación y difusión tecnológica deberían capitalizar y potenciar los nuevos patrones de es- pecialización productiva e inserción en los flujos mundiales de comercio que exhi- be la región, buscando aumentar el valor agregado nacional y los contenidos uni- tarios de ingeniería y conocimientos tecnológicos. En términos sociales y ambien- tales, los esfuerzos de investigación, desarrollo y transferencia de tecnología de- ben apoyar áreas críticas de la política social (educación, salud), la transferencia de tecnología hacia las PYME rurales y urbanas y el fomento de técnicas de pro- ducción limpia. Para avanzar en este frente es imperioso, en primer término, incremen- tar significativamente el gasto interno, público y privado, destinado a investiga- ción, desarrollo y transferencia de tecnología. En efecto, el gasto en investigación y desarrollo ha sido sumamente bajo en los países de América Latina y el Caribe, situándose en torno al medio punto porcentual del PIB en aquellos países de la región cuyo gasto es más elevado. En los países de la OCDE o en las economías emergentes del Sudeste Asiático, dicha proporción es entre cuatro y ocho veces superior. El rezago es aun más evidente en el ámbito de nuevas empresas de base tecnológica, que apenas comienzan a tomar impulso en algunos países. La canalización de mayores recursos y la correspondiente moderniza- ción de la infraestructura científica y tecnológica deben enmarcarse en una vi- sión sistémica de los esfuerzos necesarios, que propicie la acción mancomunada de las distintas organizaciones responsables. Esto exige especificar los roles y ampliar la interacción entre los diversos agentes e instituciones que conforman el sistema nacional de innovación, a saber, el gobierno nacional y los gobiernos provinciales y locales, los laboratorios e institutos públicos y privados de ciencia y tecnología, las universidades y las organizaciones sin fines de lucro, las empre- sas productoras de bienes y servicios, las instituciones financieras, etc. Los esfuerzos del sector público deben visualizarse como complemento y como ámbito de generación de externalidades para las tareas de investigación que, paralelamente, debe encarar el sector privado. El sector productor de bienes y servicios debe profundizar su compromiso con el desarrollo y la adaptación de tecnología, financiando y realizando directamente actividades a tal efecto. El Es- tado, por su parte, debe asegurar niveles adecuados de investigación básica y de investigación en materia de desarrollo y transferencia de tecnologías con alto contenido social y ambiental, e impulsar una mayor interactividad entre los agen- tes que integran el sistema nacional de innovación. SISTEMAS EDUCATIVOS, EXIGENCIAS PRODUCTIVAS E INNOVACIÓN: JUAN CARLOS RAMÍREZ En términos de desarrollo productivo, es imprescindible que los es- fuerzos para la formación de nuevas tecnologías sean parte integral de una política de competitividad, acorde con la estrategia global de cambio estructural, y no sean meramente programas aislados. La política pública deberá constar de una mezcla razonable de horizontalidad y selectividad en esta materia. Se trata de aprovechar sinergias y complementariedades que ya existen en cada sociedad y en cada aparato científico-tecnológico nacional, pero también de inducir, con cierta dosis de intencionalidad, la creación de ventajas comparativas dinámicas en sectores cercanos y complementarios al actual patrón de especialización productiva. La articulación de las políticas horizontales y sectoriales y de los esfuer- zos de innovación que se realizan con el apoyo de las distintas autoridades públi- cas debe estar a cargo de un organismo nacional de competitividad e innovación que encabece el sistema nacional de innovación y proponga una orientación y una estrategia nacional en este campo. Dicho organismo debe basarse en una visión macro, meso y microeconómica que ubique de cara al futuro los diversos problemas de competitividad que cada país enfrenta, así como las demandas de los sectores sociales y del desarrollo sostenible. Las políticas globales, de carácter esencialmente horizontal, deberán complementarse con políticas sectoriales más selectivas, focalizadas en los com- ponentes de innovación, en aquellos sectores donde ya existen regulaciones o instrumentos específicos (por ejemplo, el agropecuario, el minero, el pesquero, el forestal, el automotriz, o el de servicios públicos), así como en áreas sociales, y en el desarrollo y transferencia de tecnologías limpias. En este sentido, adquiere importancia el apoyo a los sectores en los que los países han creado empresas de «clase mundial», estableciendo las condiciones para que intensifiquen significativamente su labor nacional de investigación y desarrollo, promoviendo su integración con industrias de fabricación local de bienes de capital y bienes intermedios, así como la utilización de proveedores locales de servicios básicos para la producción. Desde este punto de vista, sin duda una de las prioridades es apoyar los esfuerzos orientados a la explotación sostenible y la exploración de los vastos recursos naturales disponibles en la región. Entre los programas emergen- tes que conviene promover se destacan aquéllos tendientes a estimular la indus- tria productora de software en español, lo que permitiría, por lo demás, participar activamente en los dinámicos mercados internacionales de estos productos, con- tribuir a acelerar la expansión de dichos mercados a nivel intrarregional y apoyar el desarrollo de las PYME y la modernización de los servicios educativos, de sa- lud, de entretenimiento y de comunicación, sectores que, según la experiencia internacional, se destacan en la generación de empleo. Además de la presencia de empresas altamente competitivas en térmi- nos internacionales, los países de la región también cuentan con una gran diver- sidad de empresas productivas cuya tecnología media se encuentra claramente a Ó Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas El retraso en educación en América Latina José Pablo Arellano Marín* Hay varios signos de que América Latina se va quedando atrás en el desafío de educar adecuadamente a su población en edad escolar. En efecto, a pesar de los logros en materia de cobertura y del claro mejoramiento en el acceso a la educación registrado en las últimas décadas, los aprendizajes logrados por los alumnos son muy insatisfactorios. Si bien la región progresa en términos de acceso a la educación, la calidad de ésta es muy inadecuada. Durante el siglo XX, con la sola excepción de Haití, la enseñanza prima- ría prácticamente se universalizó. Aunque la duración de la educación primaria varía entre cinco y nueve años, podemos decir que la cobertura del ciclo de seis años de educación es casi universal. Por otra parte, la cobertura de la educación secundaria está expandiéndose en todos los países, aunque todavía faltan algu- nas décadas para llegar a que el 100% de los estudiantes complete los doce años de estudio. Sin embargo, el principal atraso se registra en los resultados obtenidos en términos del aprendizaje que logran los estudiantes. Las comparaciones inter- nacionales son escasas pero reveladoras: +4 En las pruebas Timms de matemáticas y ciencias, Colombia (1995) estuvo un 25% por debajo de la media internacional y Chile (1999), un 20% por debajo del promedio internacional en matemáticas, mien- tras que países con ingreso por habitante comparable o incluso infe- rior lograron resultados muy superiores al nuestro. En matemáticas por ejemplo, Corea obtuvo un 20% por sobre el promedio; Hungría, un 9%; la República Checa y Malasia un 7% por sobre la media inter- * Consultor de la CEPAL, Ex ministro de Educación de Chile Temas «+ Iberoamérica 0 Educación y Globalización: los desafíos para América Latina Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 9 Iberoamérica Temas SEGUNDA PARTE: DOCUMENTOS DE BASE PARA LA REFLEXIÓN SOBRE LA GLOBALIZACIÓN Y LA EDUCACIÓN nacional; Rumania y Tailandia se ubicaron un 3% y un 4%, respecti- vamente, por debajo del promedio internacional para los 38 países, superando con claridad a los latinoamericanos. + En el reciente estudio Pisa (2001), en matemáticas los estudiantes mexicanos se situaron, en promedio, un 23% por debajo del prome- dio de la OECD, y los de Brasil, un 33% bajo la media internacional para los 32 países participantes. +4 En el estudio de destrezas de la población adulta (IALS) realizado en 1998, en el que Chile fue el único país latinoamericano de los 24 que participaron, los resultados indican que, incluso para la pobla- ción más joven y que está estudiando o acaba de terminar su ense- ñanza, el aprendizaje es muy insatisfactorio. El 46% de los jóvenes de entre 15 y 24 años está en nivel 1* en matemáticas (preguntas que requieren desarrollo de una sola operación básica, normalmen- te adición). Estos jóvenes alcanzaron un resultado 18% inferior a la media de toda la población adulta participante en el estudio. +4 Las encuestas de competitividad internacional que consultan sobre la apreciación que tienen los empleadores sobre la calidad del siste- ma educativo en distintos países, sitúan a los latinoamericanos en una situación muy inferior a la de los países de Europa del Este y de Asia del Este. En promedio, para los 19 países latinoamericanos encuestados por el Global Competitiveness Report de Harvard y el World Economic Forum (2001), la calificación sobre la preparación en matemáticas y ciencias entregada en las escuelas llega a 3,6 de promedio para los países latinoamericanos, comparado al 5,6 en Europa del Este y 4,9 en Asia del Este. En cuanto a la calidad de las escuelas públicas, los promedios llegan al 2,7, 4,9 y 4,2 respectiva- mente (Arellano, 2001). Sin duda, la pobreza de las familias de los estudiantes y la insuficiencia de recursos para las escuelas contribuyen a explicar los bajos resultados alcan- zados. Sin embargo, más importante que ello es el deficiente funcionamiento de las instituciones educacionales. Los países han estado haciendo esfuerzos por elevar la inversión edu- cacional, pero excepto en las mejoras en cobertura y acceso, los progresos en términos de calidad son muy limitados. Durante los años noventa la inversión pública en educación fue la que más creció en América Latina, pasando del 2,9% al 3,9% del PIB (el promedio para los países de la OECD es de 4,3% del PIB). El 1 Se considera aceptable sólo a partir del nivel 3. EL RETRASO EN EDUCACIÓN EN AMÉRICA LATINA : JOSÉ PABLO ARELLANO MARÍN rendimiento de estos recursos no ha sido el deseable. Por ejemplo, en varios países se registra una reducción de la cantidad de alumnos por profesor en cir- cunstancias en las que hay otras inversiones más urgentes y prioritarias. La principal deficiencia se presenta en la gobernabilidad del sistema educacional. En los establecimientos públicos, por lo general, no existe la autori- dad y/o capacidad de dirección adecuada. El ausentismo y las huelgas son fre- cuentes, lo que redunda en pérdida de clases. El personal no es evaluado y no puede ser removido de sus cargos cuando el desempeño es insatisfactorio. Habi- tualmente hay politización y/o fuerte influencia gremial en los nombramientos y ascensos. En algunos países, los docentes están en propiedad de sus cargos y los pueden transar con otros definiendo su ubicación, con independencia de la conveniencia para el funcionamiento de las escuelas. En algunos países o provin- cias, el empleador ni siquiera conoce el número de docentes contratado y en ejercicio de la docencia. Los intereses corporativos son los que tienen más influencia sobre el sistema de educación pública. Los padres u otros actores sociales tienen escasa incidencia en el gobierno del sistema. Atodo lo anterior se agrega una alta rotación de las autoridades supe- riores de los ministerios de educación, lo cual genera una gran discontinuidad de políticas en una actividad que, por definición, requiere de una perspectiva a largo plazo. Además, el sistema está sobrecargado de normas y regulaciones, su gestión es centralizada y muy débil, conservando la misma estructura de admi- nistración de hace varias décadas, antes de su masificación. Los mecanismos nacionales de evaluación de resultados y los estándares de desempeño espera- do son prácticamente inexistentes. En síntesis, América Latina ha demostrado capacidad para ampliar la cobertura y dar acceso a su población infantil a la escuela primaria, y en los próximos años logrará universalizar el acceso a la secundaria. El atraso, en cam- bio, en cuanto a la calidad de la educación que se ofrece, es marcado. Las defi- ciencias y dificultades para mejorar la calidad de la educación encuentran una seria limitación en la pobre gobernabilidad del sistema educacional. $ Mejorar la gobernabilidad del sistema Las líneas de acción para mejorar la gobernabilidad del sistema y así darle mayor capacidad de respuesta a los requerimientos de la educación en el siglo XXI son: a 9 Educación y Globalización: los desafíos para América Latina 5 E S 2 5 2 Temas
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