Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Comentario de texto "Miré los muros de la patria mía" de Francisco de Quevedo, Exámenes selectividad de Lengua y Literatura

Comentario de texto de uno de los poemas obligatorios de las PAU de Francisco de Quevedo. Asignatura de modalidad: literatura castellana.

Tipo: Exámenes selectividad

2019/2020
En oferta
30 Puntos
Discount

Oferta a tiempo limitado


Subido el 24/03/2020

Almudenac98
Almudenac98 🇪🇸

4.8

(4)

2 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Comentario de texto "Miré los muros de la patria mía" de Francisco de Quevedo y más Exámenes selectividad en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! Soneto XVII / Miré los muros de la patria mía Soneto XVII Miré los muros de la patria mía[1], si un tiempo fuertes ya desmoronados de la carrera de la edad cansados por quien caduca ya su valentía. Salime al campo: vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados, y del monte quejosos los ganados que con sombras hurtó su luz al día. Entré en mi casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos, mi báculo más corvo y menos fuerte. Vencida de la edad sentí mi espada, y no hallé cosa en que poner los ojos que no fuese recuerdo de la muerte. Introducción El Salmo XVII pertenece a Fco de Quevedo y fue publicado, póstumamente, en El parnaso español (1648). Se trata de un soneto de temática metafísica. Lejos queda el autor del conceptismo más ingenioso, aquí nos encontramos con el poeta del desencanto o, sencillamente, el poeta del pesimismo Barroco. Tema El poema se centra en la amplia idea del paso del tiempo. Está vinculado al tópico latino del Tempus fugit. Los antecedentes nos podrían conducir hasta las Epístolas Morales de Séneca. Estructura externa Estamos ante un soneto, cuya estructura formal es la habitual: versos endecasílabos con rima consonante, con cuartetos con estructura ABBA, ABBA y tercetos, en esta ocasión, CDE, CDE. Estructura interna El poema se puede dividir en dos partes. Los dos cuartetos nos hablan de los efectos del paso del tiempo sobre el mundo exterior: en la primera estrofa, el deterioro de la ciudad, y en la segunda, de la naturaleza; en los tercetos: la transición desde lo exterior a lo interior, es decir, el paso intermedio, la casa, y, en el segundo terceto, la mirada interior del poeta sobre sí mismo. Análisis En el primer verso leemos la expresión «patria mía». El término «patria» es susceptible de diferentes significados. Podría referirse a España, como tantas veces se ha dicho, incluso al deterioro del cuerpo del poeta, etc. Según José Manuel Blecua, se refiere a Madrid, justo al momento en el que son derribados los muros de la ciudad, con lo cual, podríamos aceptar el valor literal que nos ofrece el poeta. Es habitual encontrar en las composiciones de Quevedo, que en un mismo verso, los valores temporales entre el pasado, el presente y el futuro se unifican. En el segundo verso, algo de ello se puede apreciar en la antítesis, «si un tiempo fuertes ya desmoronados». Los elementos contrarios de la antítesis, «fuertes» y «desmoronados», nos hablan de lo efímero y de lo relativo del tiempo. La idea de velocidad y de efímero se refuerza en la palabra «carrera» (v. 3), y después, a través del adjetivo «cansados» y del sustantivo «valentía», se personifica a «muros», con lo cual, lo material se convierte en sensitivo, que es la forma que tiene el poeta de aproximarlo a la naturaleza del lector. El autor continúa con el recurso de la personificación, ahora se señalará al sol: «vi que el sol bebía». Parece que lo no humano, en las palabras del poeta, adquiere vida. Si el sol bebe, los ganados se lamentan, también encontramos que el monte roba: «y del monte quejosos los ganados» / que con sombras hurtó su luz al día». Todo está vivo, todo está palpitando, por consiguiente, todo es susceptible de ir muriendo: el hielo se deshace y el sol muere más allá del monte. El segundo cuarteto se aproximaría a una determinada estética barroca. Aquí el estilo no es el del conceptismo, sino que parece ir de la mano de cierto culteranismo. Observemos el circunloquio del verso 6. Por querer decir agua, leemos: «los arroyos del hielo desatados». Y no es menos culterano, con hipérbaton abrupto incorporado, el estilo de los dos versos siguientes: «y del monte quejosos los ganados que con sombras hurtó su luz al día.» El autor sigue en el exterior y observa y asimila el ciclo de la naturaleza, desde su sentir barroco, para transformarlo en pesimismo. Todo es cambiante hacia la muerte, incluso la luz del
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved