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Reconstrucción de Francia y Alemania: Consenso en Crisis, Ejercicios de Ciencia Política

Historia de FranciaHistoria Moderna EuropeaPolítica EuropeaHistoria de Alemania

La reconstrucción de francia y alemania después de la segunda guerra mundial, enfatizando el consenso político y económico entre líderes opuestos para superar retos nacionales y satisfacer las demandas de las sociedades, especialmente en materia económica. Se abordan temas como la restauración del estado, la reintroducción de francia en el 'club' de las grandes potencias, la liberación de francia, la institucionalización de la iv república francesa y la república federal alemana, y el 'milagro económico' alemán.

Qué aprenderás

  • Cómo se restableció el orden en Francia después de la liberación?
  • Cómo se institucionalizó la IV República Francesa?
  • Qué fue el 'milagro económico' alemán y cómo afectó a las relaciones con la RDA?
  • Qué papel desempeñó De Gaulle en la reconstrucción de Francia?
  • Cómo se logró la inclusión de Alemania en la ONU?

Tipo: Ejercicios

2018/2019

Subido el 06/12/2019

paula-garay-rivas
paula-garay-rivas 🇪🇸

4.8

(19)

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¡Descarga Reconstrucción de Francia y Alemania: Consenso en Crisis y más Ejercicios en PDF de Ciencia Política solo en Docsity! TEMA 6.2. EL MUNDO BIPOLAR DE LA GUERRA FRÍA. La evolución política de Europa occidental, 1945-1970/75 La Europa dividida de la segunda posguerra mundial, 1945-1948 La construcción del orden de posguerra configuró una nueva fisonomía del mapa y del equilibrio europeo, por segunda vez en el siglo. Esta vez, sin embargo, la mediatización de Europa frente a las dos superpotencias privó a los europeos del protagonismo a la hora de diseñar la paz y los convirtió en actores subordinados durante la génesis y el desarrollo de la Guerra Fría. Desde esta perspectiva, los designios de Europa estuvieron ligados a la suerte de los Estados Unidos y de la Unión Soviética y a la determinación de sus áreas de influencia sobre el viejo continente. La división de Europa sería una realidad durante varias décadas. a) El triunfo de la democracia en Europa Occidental Los países de la Europa Occidental resurgen de la guerra revitalizando sus instituciones democráticas y parlamentarias, en un marco de dificultades económico-financieras cuya intensidad varía según los casos nacionales. Con pocas excepciones, caso de España, se convocarán rápidamente elecciones legislativas a las que concurrirán un importante número de partidos, entre los que estarán los comunistas. En algunos Estados los partidos comunistas obtendrían importantes triunfos electorales (como, por ejemplo, Francia e Italia), participando incluso en las coaliciones gubernamentales. No obstante, a raíz de estos procesos políticos -y conforme se normaliza la vida institucional - se irán formando dos grandes frentes político- ideológicos: un bloque socialdemócrata y un bloque liberal-conservador. Aunque separados por idearios opuestos en muchos temas, ambos establecerán un consenso para afrontar los retos que sus respectivos países debían superar y satisfacer las demandas y anhelos de las sociedades, especialmente en materia económica. El resultado será la aplicación y difusión de los principios recogidos en el modelo del Estado del Bienestar. De los Estados occidentales hay que destacar el logro de estos objetivos en el Reino Unido y Francia. En el Reino Unido el curso político está determinado por las elecciones de julio de 1945 que, para gran sorpresa, supusieron la derrota de los conservadores y el triunfo del laborismo. A pesar de la popularidad de Winston Churchill -y de ser reconocido universalmente como uno de los artífices de la victoria militar-, los británicos identificaban al partido conservador con el inmovilismo de los años treinta y las decisiones más duras sufridas en la guerra que, no obstante, habían sido adoptadas en el seno de un gabinete de unidad nacional con participación laborista. Por el contrario, el partido laborista supo concitar la ilusión del electorado, presentando un programa de cambio político, basado en la aplicación de un plan quinquenal que preveía una acción sistemática de nacionalizaciones y un conjunto de medidas sociales tendentes a ampliar la protección de individuo y el núcleo familiar. El nuevo gobierno -presidido por Clement Atlee- afrontará una situación muy delicada: junto a los problemas derivados de las cuestiones de Ultramar (descolonización de India, Pakistán, Ceilán) destaca la grave situación financiera. Londres necesitaba desesperadamente a Estados Unidos para obtener créditos que permitieran la reanudación de la producción nacional, el despegue económico y la ejecución de su gran programa reformistas. Solucionados momentáneamente esos problemas gracias al préstamo norteamericano, el laborismo puso en marcha las líneas del cambio. Por una parte, se afrontó el paquete principal de nacionalizaciones: en 1946, el Banco de Inglaterra, telégrafos, aviación civil, carbón, sector eléctrico, en 1947 los transportes y el gas y en 1949, el acero. Por otra, se construye el nuevo 1 Estado de Bienestar: completa asistencia médica y otras ayudas fan-úliares, reconstrucción de viviendas, mejora del sistema escolar y toda una legislación destinada al pleno empleo de la clase trabajadora. Los resultados de este esfuerzo transformador fueron desiguales. Las nacionalizaciones no produjeron cambios profundos en las estructuras del país: el 80% de la industria seguía en manos de particulares y poco o nada cambiaba en la administración de las industrias nacionalizadas. Además, la grave crisis económica bloquea estas iniciativas: el alto costo de las reformas, las dificultades de las balanzas de pagos y el duro invierno de 1946-1947 crearon una situación próxima a la bancarrota. En febrero de 1947, 2.000.000 de trabajadores estaban en el paro al quedar paralizadas las principales industrias. La superación de la crisis vendrá de la mano, nuevamente de Estados Unidos, pero esta vez en el cuadro del Plan Marshall. Sólo a partir de 1948, la situación se normalizó, creándose las condiciones para la expansión económica patente desde 1950. *** La liberación de Francia supuso el inicio de una nueva etapa en la historia del país: el 25 de agosto de 1944, se instala en París el gobierno provisional de la República Francesa presidido por el general De Gaulle -héroe de la lucha contra la ocupación y colaboración- e integrado por miembros de la Resistencia interior y exterior. De Gaulle se plantea inmediatamente dos prioridades: restaurar el Estado y reintroducir a Francia en el «club» de las grandes potencias. Respecto a la primera cuestión, la autoridad del Estado se encontraba gravemente amenazada por la forma en que se producía la liberación del territorio: al colapso de Vichy, se añade la acción descoordinada y represiva de los comités de liberación que convertidos en poderes de hecho, ejercen labores de policía y forman tribunales populares para juzgar sin ninguna garantía jurídica a colaboracionistas y simpatizantes del ocupante alemán. El gobierno provisional actuará enérgicamente: comisarios de la República son enviados a los departamentos para restablecer el orden; De Gaulle recorre las provincias imponiendo su capacidad política, los grupos guerrilleros son desarmados y se crean jurisdicciones regulares poniendo fin a las depuraciones salvajes. En diciembre de 1944, las autoridades de París tenían el control completo sobre el territorio. En política exterior, se logra obtener una zona de ocupación en Alemania y la inclusión como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. No obstante, Francia continúa siendo enormemente dependiente de las grandes potencias, especialmente en el terreno económico. El siguiente paso -superados los momentos más duros- se centró en fijar las bases sobre las que se organizaría la vida política del país: es decir, elaborar la futura Constitución de Francia y el establecimiento de un nuevo sistema de partidos. Inicialmente, la idea giraba en tomo a la creación de un gran partido de la Resistencia (desde demócratas-cristianos a comunistas) capaz de aplicar el programa del Comité Nacional de la Resistencia, órgano coordinador de la lucha frente a la ocupación y el colaboracionismo. Ese programa preveía profundizar en la democracia y transformar las estructuras económicas, en base a una política de nacionalizaciones y planificación. Todas estas intenciones fracasan. Con la llegada de la liberación, resulta imposible pensar en un único partido, imponiéndose el regreso a un sistema pluripartidista. Tres formaciones dominan el panorama en 1945: el partido comunista (pc.F), la fuerza que con más auge surge de la guerra; los socialistas de la sfio y el movimiento republicano popular (MRP), un partido de inspiración demócrata-cristiana, con una inclinación izquierdista. El 21 de octubre de 1945 se celebran las primeras elecciones en las que los franceses rechazan mantener la IIIª República y eligen una Asamblea Nacional constituyente - donde comunistas, socialistas y democratacristianos obtienen porcentajes similares - encargada de redactar el próximo texto constitucional. 2 La Alemania de Adenauer Desde su fundación la República Federal de Alemania vivió una larga fase política caracterizada por el dominio conservador de la CDU/CSU -que gobierna en coalición con el FPD- y la fuerte personalidad de su líder, Konrad Adenauer. Adenauer permaneció al frente del gobierno entre 1949 y 1963, marcando con su sentido presidencialista del poder todo este período. El “milagro económico” alemán Durante su mandato se producirá el «milagro económico» que conducirá a tasas de crecimiento extraordinarias. En la base de este proceso estaba la ayuda del Plan Marshall. El desempleo existente en 1950 se transformó diez años después en una urgente necesidad de mano de obra. Una eficiente agricultura y una cada vez más potente industria servían de sólido cimiento para el crecimiento material. Integración de la RFA en el Bloque Occidental En política exterior -la auténtica preocupación de Adenauer- buscó la integración de la República Federal de Alemania en el bloque occidental, y de esta forma su readmisión en la comunidad internacional. Adenauer deseaba una Alemania Occidental soberana y este objetivo, a su entender, sólo se alcanzaría en el marco de una alianza estrecha con el Oeste, en especial con los Estados Unidos que disuadiera a la URSS de cualquier iniciativa contra el Estado germano. Adenauer fue un firme defensor de la integración europea y del estrechamiento de relaciones con la Francia de De Gaulle. Las diferencias en política exterior La CDU era partidaria de una gran fortaleza de la RFA, como paso previo a la reunificación (Doctrina Hallstein). El SPD fue favorable a una política de “neutralidad”, aceptando una Alemania desarmada y equidistante entre los bloques como base de la unificación. En 1956, la URSS lanzó la política de “descompromiso”, y en 1957 la doctrina Adam Rapacki. La Guerra Fría favoreció a la RFA. La Guerra Fría favoreció los postulados de Adenauer : En octubre de 1949, la República Federal de Alemania entró a formar parte de la OECE y participó en la creación de la CECA y de la CEE. En 1955, la RFA recuperó su plena y total soberanía. También ese año de 1955 entraba en la Alianza Atlántica. En 1956, varias enmiendas constitucionales le permitían tener un ejército y un servicio militar obligatorio. El crecimiento económico experimentado en un marco de democracia política, afectó a las relaciones con la RDA. El 13 de agosto de 1961 las autoridades orientales comenzaron unilateralmente la construcción de un muro divisor entre los dos sectores de la ciudad. La crisis de los sesenta y la Gran Coalición Tras la retirada de Adenauer en 1963, Ludwig Erhard asumió la cancillería. 5 La “Gran Coalición” Con la recesión económica de 1965-1966, el sucesor de Erhardt, Kiesinger –también democratacristiano- estabilizó la situación mediante la llamada «Gran Coalición», un gobierno con el SDP (con Willy Brandt en Exteriores) y la formulación de una nueva política económica basada en el neokeynlesianismo y la intervención del Estado. El final del reinado de la CDU: los socialistas del SPD en el poder Durante tres años, la fórmula de la «Gran Coalición» funcionó aceptablemente, pero las elecciones de 1969 propiciaron el cambio político más importante desde 1949. El triunfo del SPD convirtió a su líder Willy Brandt -el 21 de octubre- en el primer canciller socialista de la RFA, abriendo un largo período de gobiernos de dirección socialista, en coalición con los liberales, hasta 1982. Willy Brandt en el poder Willy Brandt -representante de la línea que dentro del SPD trabajó para abandonar el marxismo- centró también, como Adenauer, sus esfuerzos en la acción exterior. Aprovechando la distensión soviético-norteamericana, puso en marcha una política de apertura hacia el Este, OSTPOLITIK, destinada a suavizar las relaciones entre las dos Alemanias y a facilitar los contactos humanos. La Ostpolitik, además, debía servir para que Alemania Occidental dejara de aparecer como un apéndice de los Estados Unidos. Fruto de esa iniciativa, se firmaron acuerdos con la URSS y Polonia y sobre todo el «Tratado básico», entre la Alemania Oriental y la Alemania Occidental. (Diciembre 1972). La Ostpolitik -apreciada en Occidente- generó una amplia oposición del bloque CDU-CSU y otros sectores de la mayoría gubernamental que abandonaron la coalición creando una situación parlamentaria muy delicada. Tras fuertes discusiones y con una discreta pero firme presión de Washington, el Bundestag ratificó los acuerdos con el Este, en el verano de 1972. Willy Brandt en la cumbre del éxito electoral Las elecciones de noviembre de 1972 fueron un plebiscito para Willy Brandt: el resonante triunfo del SPD permitió a la coalición SPD-FPD seguir en el gobierno. En septiembre de 1973, la República Federal y la República Democrática fueron admitidas en la ONU, y a partir de ese instante ambas reconocieron su mutua existencia -no como Estados completamente ajenos y distintos- sino con un vínculo especial que les llevó a mejorar sus relaciones en los años siguientes. La banda Baader-Meinhof Los éxitos exteriores coincidieron con la aparición de nuevos problemas económicos, a raíz de la crisis del petróleo, así como otros de naturaleza social: los anteriores movimientos radicales de finales de los sesenta fueron descomponiéndose en grupos de tendencia diversa que abarcaban desde sectores marginales hasta un activismo ultraizquierdista con utilización de la lucha armada y el terrorismo. Fue el caso de la Fracción del Ejército Rojo o banda Baader- Meinhof. El relevo de Willy Brandt por Helmut Schmidt 6 Brandt continuaría en la cancillería hasta mayo de 1974, cuando debió dimitir al descubrirse que uno de sus colaboradores espiaba para la Alemania Oriental (Escándalo Guillaume). Helmut Schmidt, más conservador, le sustituiría al frente del gobierno. FRANCIA Francia conocerá, en esos años, dos etapas políticas diferenciadas: La IV República (1947-1958), sometida a una fuerte inestabilidad gubernamental y graves crisis exteriores -Indochina. Suez, Argelia- que, en el caso de la argelina, acabará hundiendo el sistema político. La V República (desde 1958 hasta hoy), caracterizada por su solidez interna, su talante conservador y la figura de De Gaulle que imprime su huella a todo este período hasta 1969. La IV República La implantación de la IV República (Constitución de 13 de octubre de 1946; el socialista Vicent Auriol como Presidente) no vino acompañada de estabilidad política. Hubo una fuerte presión desde sus extremos: por la derecha, con de Gaulle y sus seguidores del Reagrupamiento del Pueblo Francés (RPF). por la izquierda, por el Partido Comunista (PCF), cuyos ministros han sido destituidos del gobierno en mayo de 1947 -rompiéndose la coalición gobernante del tripartidismo (SFIO- MRP-PCF)-, en pleno clima de Guerra Fría. La troisième force El final del tripartidismo dio paso a una nueva coalición gubernamental, la tercera fuerza integrada por los socialistas de la SFIO, los democratacristianos del MRP y un conjunto de pequeños partidos de centro y la derecha moderada -radicales, miembros de la Unión Democrática y socialistas- que proporcionaban el número necesario de diputados para alcanzar una mínima mayoría parlamentaria. Durante estos cinco años se sucedieron diez gobiernos (Paul Ramadier, Robert Schuman, André Marie, de nuevo Robert Schuman, Henri Queuille, George Bidault, otra vez Henri Queuille, René Pleven, Henri Queuille de nuevo y, finalmente, otra vez René Pleven). El despegue económico de Francia Estas dificultades contrastaban con el despegue económico habido: la masiva ayuda financiera recibida de los Estados Unidos y la planificación emprendida desde el Comisariado General del Plan que ejecutaría el I Plan (1947-1952) cuya finalidad era la puesta en marcha y la ampliación de la producción, al tiempo que la modernización de la industria, actuando sobre sectores claves como el carbón, la electricidad y los transportes; y el II Plan (1954-1957) centrado en el progreso tecnológico, la formación y reconversión profesional e industrial y la producción de bienes de consumo. Les trente glorieuses Los resultados serán sorprendentes: desde comienzos de los cincuenta hasta la crisis petrolífera de 1973, Francia conocerá un crecimiento económico sin precedentes -«los treinta gloriosos»- 7 El inicio de la década de los cincuenta en el Reino Unido viene marcado por el cambio político: la derrota del laborismo y el triunfo de los conservadores. A partir de 1949, el proceso de grandes reformas laboristas se detiene. El programa de 1945 está prácticamente realizado y no encuentra alternativas que proponer al electorado. Aun así, el laborismo vuelve a triunfar en las elecciones de 1950. Poco después la situación se complica. A la falta de iniciativas, se añade la división del gobierno entre un ala moderada y otra izquierdista, liderada por Aneurin Bevan y Harold Wilson que -tras criticar la política exterior (costosa e ineficaz) y reclamar la prioridad a las medidas sociales- abandonan el gabinete en abril de 1951. Todos estos factores, en especial esa ruptura, explican su derrota en las elecciones de 1951. Pero la victoria del Partido Conservador (que obtiene 321 escaños, frente a los 295 del Partido Laborista y 6 para los liberales), es fruto, sobre todo, del desplazamiento a la derecha de la opinión pública europea en el nuevo clima de Guerra Fría. Los conservadores en el poder, 1951-1964 Los conservadores -en el poder desde 1951 hasta 1964- se van a mostrar como hombres abiertos al progreso, con un programa de reformismo gestionario, avalados por primeros ministros de una talla indudable: Winston Churchill (1951-1955), Anthony Edén (1955-1957), Harold MacMillan (1957 1963) y Alec Douglas-Home (1963-1964). Durante estos años la posición de los tories parece inatacable. El mantenimiento del Estado de bienestar (welfare state) En política interior sus gobiernos no van a cuestionar el Estado de bienestar (welfare state) creado por el laborismo, con la sola excepción de la siderurgia y el transporte vial, desnacionalizados. Los líderes conservadores comprendían que su capacidad política -su posición en la vida nacional- estaba ligada a la necesidad de adaptarse al Estado de bienestar y al mantenimiento de los servicios sociales promovidos en los años anteriores. Los tories comprendieron, mejor que nadie, que la clase media y media/baja, que había crecido como consecuencia de la política igualitaria del gobierno laborista, y que en 1945 y 1950 había sostenido al laborismo, estaba transformándose en un elemento conservador que, más que a nuevas reformas, aspiraba a mejorar sus propios niveles de vida y de consumo. Esta «sociedad de la abundancia» se ve favorecida por la desaparición del paro, el alza de los salarios y la estabilidad de los precios. No obstante, comparada con la expansión de otros países industrializados, el crecimiento del Reino Unido es más débil: la tasa de crecimiento anual del Producto Interior Bruto es del 2,7% de 1950 a 1962 y del 3,1% de 1962 a 1973, frente al 4,8% y 5,4% en el caso de Francia y del 8% y del 4,6% para la República Federal de Alemania. El declive económico de Gran Bretaña Sin embargo, y a pesar de que los conservadores habían mantenido las estructuras del welfare state, casi nada se había hecho para mejorar el nivel cualitativo de los servicios sociales. En diez años de gobiernos conservadores no se había construido ni un solo hospital, no se habían actualizado los niveles de pensiones, y el programa de construcción de nuevas casa populares y de escuelas públicas sufrió un gran retraso. Además, la coyuntura económica, favorable hasta 1961, empieza a cambiar: el paro crece, especialmente en las zonas deprimidas de Escocia, Gales e Irlanda del Norte (500.000 parados a comienzos de 1962; 800.000 a finales). 10 Esto iba a crear las condiciones para la vuelta al poder de los laboristas, cuyas tensiones internas habían hecho posible la victoria conservadora en 1955 y 1959. La política exterior de los Conservadores En política exterior, el Partido Conservador prosigue la descolonización en Asia y África y logra modificar las posiciones antieuropeístas británicas, iniciando el proceso de adhesión a la CEE en la que perciben el medio para revitalizar su industria. De todos esos primeros ministros, MacMillan demostró una habilidad política especial: logró que el Reino Unido superara brillantemente la situación comprometida de la crisis de Suez (otoño de 1956), obtuvo un nuevo éxito electoral en 1959 y planteó en 1961 la integración en la Comunidad Europea. Fue, igualmente, un reformador eficaz y patrocinó la creación del Consejo Nacional de Desarrollo Económico encargado de la planificación económica donde trabajaban conjuntamente ministros, funcionarios, sindicalistas, directores de empresas nacionalizadas y patrones. El final de la era conservadora El deterioro de la situación económica, el Escándalo Profumo y otros incidentes deterioraron el prestigio del gobierno de MacMillan quien al percibir la falta de apoyo de parte de la opinión pública y sectores de su partido, renuncia en octubre de 1963. Los laboristas vuelven al poder en 1964 Los laboristas vuelven al poder en 1964 de la mano de Harold Wilson quien consigue una corta mayoría -317 diputados frente a los 304 conservadores y 9 liberales-, ampliada claramente, en 1966, con 342 diputados frente a 264 conservadores y 12 liberales. Wilson se comporta como un gestor leal del sistema económico, sin dejarse arrastrar por las reclamaciones -desde los sectores de la izquierda- en favor de la nacionalización integral y una economía rigurosamente controlada. El socialismo reformista del Labour Party Los laboristas abandonan la idea de convertir todo en "sector público», y, a través de un nuevo análisis del sistema económico y social, nace el modelo del Estado poscapitalista de economía mixta (recorren la misma senda que los alemanes en Bad Godesberg). El objetivo perseguido es un crecimiento sostenido de los niveles de vida y de recursos, según criterios de justicia social redistributiva. La crisis de la Libra esterlina El Partido Laborista aplicó una política de austeridad que no evitará tener que devaluar la libra en un 14% (pasó de 2'80$ a 2'40$ por £). Wilson solicita nuevamente en 1966 la adhesión a la Comunidad Europea, presionado por los sectores industriales inquietos ante la persistencia del marasmo económico y conscientes de la necesidad de forzar reformas estructurales indispensables para el sector productivo británico. La modernización de la sociedad británica y el fin del victorianismo Desde una perspectiva social el Reino Unido, durante la etapa laborista sobre todo, abandona los vestigios Victorianos (leyes liberalizando el divorcio, el aborto y la homosexualidad, supresión de la pena de muerte, flexibilización de la censura literaria y reconocimiento del lugar de los jóvenes en la sociedad), dando paso a la época de los Beatles y los hippies. Esos fueron 11 en todo el mundo occidental los años de la moda de Inglaterra, no sólo por su música y sus ropas, sino también por sus obras literarias y teatrales. El Reino unido y la descolonización En las décadas de 1950 y 1960, la política exterior inglesa (tanto de los conservadores como de los laboristas), siguió una línea de excepcional continuidad. Sus objetivos: conseguir una descolonización gradual, y no traumática (como la francesa). Las etapas de la descolonización británica Entre 1951 y 1964, la política colonial de los conservadores siguió tres fases:  1ª 1951-1954: trató de crear entre Gran Bretaña y los ex territorios coloniales una relación de partnership (privilegiada) en el marco de la Commonwealth.  2ª 1954-1960: utilizó a veces la violencia para tratar de canalizar las tendencias independendistas (no tanto en Suez, sino en Kenia -movimiento Mau-Mau)  3ª 1960-1964: anunciada por MacMillan, en un discurso en el que habla de wind of change, reconociendo la irreversibilidad del proceso, es la fase de retirada definitiva de las colonias (coincidente -no es casual-, con la petición de ingreso en la CEE). La descolonización fue básicamente africana en estos años En ÁFRICA, la primera colonia que obtuvo la independencia fue Ghana, en 1957: después Nigeria, en 1960 (la más vasta y más rica posesión africana, después del Congo); Sierra Leona y Tanganica, en 1961. Kenia fue motivo de lucha contra el Mau Mau, entre 1952,y 1958. Después, en 1963, le será otorgada la independencia. Las resistencias a la descolonización África Central Los ingleses quisieron contener la independencia en África Central (tenían muchos colonos de origen europeo). En 1963 Nyasaland se hace independiente (Malawi), y también Rhodesia del Norte (Zambia). Pero Rhodesia del Sur, con el ala más extremista de los colonos, liderados por Ian Smith, se separa de la metrópoli, implanta la segregación racial y un régimen represivo dominado por los blancos. Condenada por la ONU y por todos los países de la Commonwealth, que piden a Londres una intervención militar, lo cual plantea el problema a Wilson de qué hacer. En 1972 se produce la gran rebelión negra que lleva a la independencia definitiva en 1979 del país, como Zimbabue. En esos años, los británicos se retiran de Malta, Chipre y Aden. Finalmente, en 1967, el gobierno de Wilson planteó que Gran Bretaña desmantelaría, entre 1973 y 1977, todas las bases militares al Este de Suez, adoptando una estrategia defensiva en el área atlántica y europea. La vuelta de los conservadores En 1970, los conservadores que denuncian el abuso de la sociedad permisiva y reclaman el regreso a la ley y el orden, triunfan en las elecciones, permaneciendo en el poder hasta 1974. 12
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