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Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños, Resúmenes de Psicología

para evolutiva 1, unidad 8 de teóricos, año 2021

Tipo: Resúmenes

2020/2021
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Subido el 31/05/2021

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¡Descarga Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños y más Resúmenes en PDF de Psicología solo en Docsity! Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños Capítulo 3: comienzo del movimiento en el infante Se diría que el infante empieza a ejercitar sus capacidades motrices antes del nacimiento y que los niveles de actividad fetal permiten predecir aproximadamente la competencia motriz posterior. Reflejos del infante Los primeros movimientos que se pueden provocar en el recién nacido consisten en reflejos, es decir, en acciones involuntarias desencadenadas por estímulos externos de distintos tipos. Hay varias clasificaciones de los reflejos: se pueden distinguir aquellos en que intervienen todo el cuerpo y en su orientación respecto de la gravedad, de los que consisten en movimientos de la cabeza y las extremidades sin participación de los laberintos (mecanismo de equilibrio situados en el oído interno); los que se consideran remanentes evolucionarios de acciones observables en animales ubicados en un peldaño interior de la escala filogenética, de los movimientos que se incorporan mas tarde a las pautas de movimientos voluntarios de niños mayores y de adultos, y los que forman parte de la conducta motriz llamada normal, de los que integran la conducta motriz patológica Nacido el infante tiene importancia determinar si su sistema nervioso es sano, lo cual se hace tratando de provocar en el los reflejos que cabe esperar. También diversos “reflejos patológicos” indican la posibilidad de una irregularidad en la función neural. Muchos de los reflejos iniciales que se observan en los infantes son necesarios para mantener los procesos vitales durante el tiempo que transcurre desde que el niño deja de nutrirse dentro del liquido amniótico hasta que adquiere las acciones voluntarias útiles para ello. 1. El reflejo de Moro Desde la novena semana hasta los 3 primeros meses de vida y no mas del noveno. El infante estira los brazos y los dedos de las manos, y también algo débilmente las piernas, y a continuación lleva las cuatro extremidades, así como los dedos, a una postura de flexión contra el cuerpo. A veces, el propio infante provoca el reflejo al toser o estornudar. El reflejo de Moro difiere por su comienzo del reflejo de alarma, que consiste solo en una flexión sin la previa pauta de extensión. El reflejo de moro puede ser provocado en rápida sucesión, en tanto que en el reflejo de alarma el infante necesita algún tiempo para recuperarse del susto antes de que sea posible provocárselo de nuevo. El reflejo de Moro se advierte en el feto ya a la novena semana de la concepción y siempre existen en los infantes durante los tres primeros meses de vida. Si persiste mucho más allá del noveno mes de vida, puede sugerir la existencia de retardo 2. Reflejo tónico cervical de las extremidades (1ra semana) Este reflejo se observa casi siempre en los bebes prematuros y durante la primera semana de vida en casi la mitad de todos los infantes normales. Si persiste, se lo considera un signo de que los centros cerebrales superiores no suprimen correctamente los movimientos mediados por la parte inferior del tallo cerebral. Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños 3. Reflejos de prensión palmar y plantar Este reflejo ha sido provocado tan tempranamente como en la undécima semana de gestación, continua en el recién nacido y se torna cada vez mas fuerte entre el décimo día y el tercer mes de vida. Por lo general se debilita alrededor de los seis meses y desaparece por completo hacia el final del primer año. 4. Movimientos de ojo de muñeca Parecen demostrar la necesidad del infante de mantener una imagen retiniana estable. Este reflejo se advierte casi siempre en el infante prematuro, y en el normal durante el primer día de vida. En los bebes normales, empero, poco después del nacimiento es reemplazado por movimientos voluntarias del ojo. Como sucede con otros reflejos, su persistencia puede revelar daño cerebral. 5. Reflejo de enderezamiento de la cabeza y el cuerpo Es probable que los dos reflejos relacionados entre sí, que se advierten en el infante durante el primer año de vida, contribuyan a la ejecución en tiempo posterior de los movimientos voluntarios de darse vuelta en la cuna. No es habitual que este reflejo perdure más allá del primer año de vida. 6. Reflejo laberintico de enderezamiento Rara vez se advierte en el recién nacido el reflejo laberintico de enderezamiento que se torna mas fuerte al promediar el primer año de vida. Contribuye a la adopción de una posición vertical de la cabeza y el cuerpo y al movimiento de avance del niño al concluir el primer año. Este reflejo aparece alrededor del segundo mes después del nacimiento, cuando el infante tendido sobre el estómago trata de mirar hacia arriba. Posteriormente, la cabeza es ayudada por la reacción de sostén de los brazos antes el mismo estimulo, cuando empujan sobre la superficie de la cuna para permitir que la cabeza se mantenga erguida durante lapsos cada vez mas largos 7. Reacciones de sostén de los brazos y las piernas Alrededor de los cuatro meses, el infante humano presenta una reacción similar a la que se advierte en los gatos: cuando se lo acerca a una superficie, extiende por acción refleja los brazos, indicando su disposición a sostenerse a si mismo. Alrededor del noveno mes, se advierte ese mismo reflejo en las extremidades inferiores, cuando el infante es bajado hacia una superficie. Este reflejo depende de la estimulación óptica y no se produce en la oscuridad. 8. Reacciones de tracción hacia arriba con los brazos Después de los tres o cuatro primeros meses, el infante intenta por acción refleja, traducida en movimientos de la cabeza y flexiones y extensiones de los brazos, mantener una postura vertical cuando se lo pone “fuera de equilibrio” o bien intenta por la misma vía alcanzar la posición vertical si se lo hace yacer sobre el pecho 9. Movimientos reflejos de locomoción, natación, gateo y trepa Cierto numero de complejas pautas de movimiento reflejo, que es posible provocar en los infantes pocas semanas después del nacimiento, se parecen mucho a posteriores intentos, voluntarios por avanzar o trepar. Entre estos movimientos reflejos y las posteriores tentativas del infante por adoptar voluntariamente una postura vertical, por caminar, por nadar y por trepar, no parece haber una conexión temporal directa. Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños Desarrollo neurológico inicial En el instante del nacimiento se ha completado en gran medida la formación del cerebro. Tal como sucede con el desarrollo en general, las distintas porciones del cerebro maduran a ritmo distinto. Durante la gestación la etapa inicial en el desarrollo del tubo que posteriormente llegara a configurar el cerebro adulto consiste en el engrosamiento de una franja de células situadas en la parte dorsal (superior) del embrión. Las células del extremo de la franja crecen más rápidamente que las situadas en la parte media, lo cual da origen a un surco. A medida que las células aumentan en número, el surco se ahonda hasta formar un tubo. Posteriormente, el tubo neural tiende a separarse del ectodermo y de las células endodérmicas que lo recubren, las que quedan a lo largo de la cara dorsal del tubo Aproximadamente a las ocho semanas la corteza cerebral empieza a diferenciarse en seis capas, no bien determinadas, de células nerviosas, distribución que deja la materia gris por el lado interno y la blanca por el externo. Todas las células nerviosas presentes en el adulto se forman durante la cuarta y la quinta semana después de la concepción. Tendencias del desarrollo tres tendencias en el desarrollo motor de infantes y niños: 1. El desarrollo del control voluntario avanza desde la cabeza hacia los pies, fenómeno que a menudo recibe el nombre de progresión “cefalocaudal”. 2). El control de los grandes músculos se adquiere antes que el de los pequeños músculos y 3). Los niños presentan una tendencia general a madurar en forma próximo-distal lo cual significa que las funciones motrices tienden a madurar antes en las zonas mas cercanas a la línea media del cuerpo que en las zonas mas alejadas de esa línea. En consecuencia, los datos sugieren que es preciso examinar con detalle los tres principios antes de aceptarlos. En general, si se delimitan cuidadosamente los atributos de control motor fino o grueso en consideración, hay algún momento en que dichos principios son válidos. El control de la cabeza y el cuello procede indiscutiblemente al de manos y pernas; empero, los controles de piernas y brazos no son componentes realmente comparables del sistema de acción del infante Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños Capítulo 4: atributos motores gruesos en la edad preescolar Durante el tercer y el cuarto año: habitualmente empiezan a manifestar interacciones sociales en el juego; al mismo tiempo, una variedad de diferencias individuales modificara la manera en que se mueve. Los niños empiezan a revelar diferencias debidas a las experiencias de juego por las que pasan, y varios observadores han advertido desigualdades, tanto sutiles como muy evidentes, en la manera en que los niños de ambos sexos se mueven y en los grados de destreza con que se desempeñan Durante este periodo, los niños empiezan a manifestar varias asimetrías en sus maneras de moverse. Hacia el fin del quito año, los movimientos se tornan mas integrados. Los niños pueden empezar a coordinar el salto con los movimientos de los brazos y a lanzar aplicando eficazmente el peso. Aunque aun no puedan saltar muy bien a ritmo con un solo pie, todavía deben pasar uno o mas años antes de que dominen la actividad de salticar y la habilidad para lanzar con precisión o para atrapar al vuelo pelotas chicas permanezca relativamente poco desarrollada. El niño de 4 a 5 años sustituye a menudo el movimiento por el pensamiento. Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños Maduración y aprendizaje Después de los 18 meses de vida, una enseñanza especial permite mejorar perceptiblemente las destrezas: antes de es tiempo hay menos probabilidad de mejorar por dicho medio las conductas básicas en que intervienen actividades como caminar, subir escaleras y demás Aparición de la planificación motriz Existen aun otro tipo de análisis de competencias motrices que puede tener importancia como los tres mencionados. Concierne a la capacidad para resolver correctamente a la descripción verbal de un movimiento o de movimientos, así como de responder correctamente a demostraciones de acciones de distinto grado de complejidad. Esa capacidad se llama praxia y supone otra: la de llevar a cabo lo que a su vez se podría denominar planificación motriz. La capacidad de un niño para responder sea a demostraciones o a ordenes verbales mejora con la edad. Los cambios mas notables se advierten por lo general entre el segundo y el cuarto año. Predicción de atributo motores, emocionales e intelectuales En general, se comprobó que la conducta infantil consistía en seis atributos distintos y mesurables: 1. Seguimiento visual, observado durante el segundo y el tercer mes 2. Responsabilidad social, evaluada entre el tercero y el séptimo mes 3. Interés perceptual, observado del primero al tercero y del decimoquinto el decimoséptimo mes 4. Destrezas manuales, evaluadas durante el cuarto al séptimo mes 5. Vocalizaciones cuyo desarrollo se observo desde el quinto hasta el decimocuarto mes 6. Relaciones con objetos comprobadas entre el decimo y el decimoséptimo mes Aparición de preferencias por una mano, un ojo y un pie Se ha formulado la hipótesis de que esta temprana aparición de la preferencia por una mano se relaciona con el lado hacia el cual el niño mueve habitualmente la cabeza cuando se produce el reflejo tónico cervical. La mayoría de los especialistas considera que la preferencia por una mano es tanto heredada con, aunque en menor grado, moldeada por la cultura a medida que el niño madura. En apoyo de la primera afirmación se menciona el hecho de que alrededor del 42 por cierto de los hijos de padres zurdos también lo son y aproximadamente el 17 por ciento de los niños que tienen un padre zurdo también son zurdos, en tanto que hay un solo 2 por ciento de zurdos, aproximadamente entre los hijos de padres diestros En síntesis, la investigación siguiere que las preferencias por mano, ojo y pie son manifestaciones sumamente complejas de cierto numero de asimetrías, relativamente independientes entre si, inherentes al sistema de acción humano. Esas preferencias se manifiestan en edad relativamente tempranas y a menudo aparecen y desaparecen de manera cíclica durante los primeros años de vida. Al parecer, esas preferencias son determinadas inicialmente por la herencia y moldeadas después por sutiles presiones sociales y culturales. Etapas en el desarrollo de la conducta de marcha A medida que el equilibrio del niño mejora, su marcha se torna mas eficiente. El braceo se integra el ritmo alternado de colocación de los pies; asimismo aumentan la fortaleza de las piernas y la capacidad para atiesar las rodillas durante la lase de afianzamiento del ciclo de marcha Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños sus movimientos exactamente a la par de esos acontecimientos dinámicos, y la capacidad para impartirles velocidad se presenta antes que la capacidad para interceptarlos Lanzamiento El lanzamiento de la pelota se deriva de la fase manipulativa que hemos denominado “explotación de objetos” puede que los infantes que balancean rápida y súbitamente los brazos cuando tienen algún objeto de la mano, sienten que de pronto este les es “arrancado” de un tirón. Es probable que el sonido que el proyectil produce al golpear, así como la imagen visual y otros efectos que el objeto provoca, los estimule a efectuar nuevas tentativas, esta vez voluntarias, por repetir la acción de lanzamiento. Las primeras tentativas de lanzamiento consisten, por lo general, en un rígido movimiento desde abajo. Durante el segundo, el tercer y el cuarto año, los niños recurren habitualmente a una amplia variedad de formas de lanzamiento, buscando, al parecer, métodos de trabajo eficientes para la ejecución de esta compleja tarea motriz. Durante los años preescolares la eficacia del lanzamiento aumenta a medida que el niño empieza a sumar a esa acción un desplazamiento del peso corporal, y después, a dar un paso adelante con el pie del lado opuesto al del brazo con el que lanza. Toma Varios investigadores han observado la conducta de toma de la pelota en niños preescolares y procurado distinguir entre diversos niveles de eficiencia. Wellman definió tres niveles de eficiencia: uno en que los brazos se tienden rectos, con los codos tiesos, frente al cuerpo, y que se observa en niños menores de tres años y medio; un segundo nivel, en que los codos se mantienen rígidos, pero las manos se abren para recibir el proyectil, y comúnmente se advierte en niños de unos cuatro años, y un ultimo nivel, en que los brazos y codos se mantienen junto al cuerpo y pueden “aflojarse” cuando llega la pelota. Wellman observo este nivel final en aproximadamente el 50% de sus sujetos de unos cinco años y medio a los que pidió que atraparan al vuelo una pelota grande. Los datos disponibles sugieren, pues, que hacia los cinco años los niños pueden empezar a denotar pautas de lanzamiento razonablemente maduras. Sus aptitudes para acertar con exactitud en blancos e interceptar pelotas lanzadas desde cierta distancia plantean problemas de integración perceptual y motriz mucho mas difíciles. Tal como podría suponerse, es igualmente probable que los niños puedan manejarse mejor con pelotas cuyas trayectorias ellos han determinado haciéndolas rebotar, que con proyectiles sobre cuyas trayectorias no han ejercido influencia directa Resumen Desde el nacimiento hasta los cinco años, los niños pasan por evidentes cambios en lo que se refiere a su capacidad para moverse y al nivel de destreza que denotan en distintas tareas. Al termino del primer año, sus horizontes de movimiento se han ampliado en medida considerable, puesto que acceden al plano vertical, alcanzan la postura erecta y aprenden a caminar Durante estos años se multiplican los atributos de movimiento en que interviene la acción de los grandes músculos. El niño aprende muchas maneras de lanzar pelotas y es capaz de manejarse con proyectiles de distintos tipos, tales como pelotas, etc. Análogamente, la conducta locomotora presenta una variedad de subetapas, que incluyen la marcha en varias Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños direcciones, sobre superficies distintas y a velocidades diferentes, dentro de lo cual se advierten muchas variaciones particulares propias de cada individuo. Durante esos años la estructura corporal se modifica: el infante de espalda recta, inmóvil y gobernado por reflejos, pasa a ser el niño móvil, de piernas rectas y columna vertebral curva. Aparecen las diferencias determinadas por el sexo, entre ellas la manera en que los varones emplean todo el cuerpo en el lanzamiento y en la ejecución de tareas similares, en tanto que las niñas se mueven de manera mas limitada. En las niñas se advierte creciente precisión en las conductas de saltar con un pie y de salticar, a diferencia del comportamiento menos distro, que presentan los varones en esas actividades. Las distintas complexiones corporales constituyen otro grupo de variables que influyen sobre la capacidad de movimiento de los niños de estas edades. El niño obeso y lento denota un acentuado contraste con el niño delgado y activo. Alrededor de los cinco años, los niños pueden elevarse, en sus saltos, a unos 30cm del suelo, tomar una pelota grande, saltar cerca de un metro de largo y actuar con equilibrio estático y dinámico. Empiezan a demostrar eficiencia en el lanzamiento y pueden recorrer en forma bien coordinada. La madurez física avanza. Solo necesitan experiencia para desarrollar mas aun sus capacidades para el movimiento. Capitulo 7: conductas manipulativas Se ha comprobado que inmediatamente después del nacimiento, si se sostiene al infante de modo que sus brazos queden libres, lanzara golpes contra objetos reales o contra objetos Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños ilusorios proyectados frente a él. Al no lograr contacto con los objetos ilusorios, grita y manifiesta otros signos de agitación, lo cual indica que, probablemente, los nexos entre la visión y el tacto se han formado antes del nacimiento. Posteriormente, el infante pasa por cuatro pases generales en su relación con los objetos. Primero se siente atraído por los objetos y por sus propias manos. En la segunda etapa manifiesta excitación motriz general al enfrentar un objeto, sin ninguna tentativa coordinada por tomar contacto con él. La tercera fase es de contacto y manipulación en forma cada vez mas experta. La cuarta etapa involucra diversas clases de explotación del objeto. El infante puede apilar bloques, arrojar pelotas y encontrar además muchas otras cosas que hacer con cualquier objeto que tenga entre manos. Esta ultima fase evoluciona hacia operaciones mas cognitivas, a medida que, al desarrollarse el lenguaje durante la ultima parte del segundo año, el pequeño empieza a dar nombre a los objetos que se presentan. Al madurar el niño, alcanzados ya los tres o cuatro años de edad, empieza a tocar cada vez menos los objetos, pues parece haber incorporado a su conciencia diversas formas y superficies. Para llegar a conocer cada objeto nuevo que se le presenta, no necesita tocarlo directamente: le basta mirarlo. Algunos investigadores se han aplicado en particular al estudio de la destreza motriz de los niños. Otros han examinado diversos tipos de conductas manipulativas, interesados por la totalidad de los procesos cognitivo-perceptuales que se ponen de manifiesto en la manera en que las manos exploran objetos Atención visual a las propias manos y a los objetos Con el transcurso de las semanas, los infantes comienzan a dar muestras de que prestan una atención visual mas precisa y prolongada a los objetos, así como, al mismo tiempo, mayor atención a partes de sus propios cuerpos. Al combinarse, estas conductas provocan una creciente cantidad de conductas manipulativas cada vez mas complejas. Se ha sugerido que en la conducta de orientación de los infantes se pueden distinguir tres etapas: 1). Del primero al vigesimoquinto día, se advierten reacciones automáticas, en que los estímulos tienden a suscitar conductas relacionadas con la alimentación, como salivar y succionar; 2). Del vigésimo al cuadragésimo día, los infantes pueden dar algunos signos de “cautela biológica”, es decir, que intentan protegerse contra un estimulo demasiado fuerte, y 3). De los 43 días en adelante se advierten reacciones de orientación normales ante estímulos moderados, o bien reacciones activas, de agresión o defensa, ante estímulos mas fuertes Otro componente de la situación, la mano, parece ser percibida cierto tiempo después. Por lo general, los infantes empiezan a observar la acción refleja de cerrar sus manos mas o menos entre los días decimocuarto y decimoquinto. El uso de la mano parece presentarse después de que el niño ha emprendido movimientos rudimentarios de mano-brazo guados visualmente, antes de tomar cualquier contacto preciso o directo con un objeto o una superficie plana. Según White y Held. La conducta manipulativa evoluciona en el infante humano de acuerdo con las siguientes etapas: 1. Descubrimiento inicial de la mano 2. Segunda inspección visual (mirada) de esa mano 3. Inspección de objetos en el campo espacial 4. Golpes a objetos en el campo espacial 5. Contacto con objetos en el campo espacial Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños en el curso de presentaciones repetidas, y b) los objetos que varían en longitud variaran de peso en forma correspondiente Alrededor de los nueve meses, aquella conducta al parecer ineficaz se modifica. O sea que el infante, en la primera tentativa, deja caer la mano y el brazo al tomar un objeto cuyo peso cambia inesperadamente. Pero, en una segunda presentación, ha comenzado a producirse una especie de aprendizaje kinestésico y el brazo no cae tanto. Los receptores musculares del brazo y el hombro empiezan a acomodarse, al cabo de sucesivas presentaciones, el peso del objeto; en otras palabras, el infante comienza a anticipar correctamente de manera consciente o inconsciente, el peso del objeto que se acerca si ya lo ha inspeccionado antes. Cuando se le presenta objetos desconocidos, la mano y el brazo vuelven a caer rápidamente, lo cual demuestra que el infante no tiene capacidad para generalizar en lo que se refiere a las relaciones de forma-tamaño-peso y a las adaptaciones necesarias de la musculatura del brazo y el hombro. Al promediar el segundo año de vida se opera otra modificación: aparece una conducta a juzgar por la cual el niño prevé los pesos de los objetos que se le presentan. De esta manera, si se da al infante un objeto de peso y tamaño determinado, y a continuación otro de tamaño y forma iguales, pero mas liviano, y el brazo se elevará súbitamente. Es capaz de formular generalizaciones como la de que “cuanto mas largo es un objeto, mas pesado será” que conducen a ajustes kinestésicos mas eficientes, como lo revela la conducta provocada por el experimentador que viola esa regla. Utilización de los objetos Durante el sexto mes de vida y después, el infante empieza a manifestar muchos procesos cognitivos y sociales al utilizar los objetos en distintas maneras. Se ha comprobado que la manera inicial que el niño tiene de manejar objetos consiste, alrededor de los seis meses, en sacudirlos y golpearlos contra superficies y entre sí. Esta conducta de sacudir adopta por lo general la forma de movimientos de un lado a otro sobre un plano horizontal y no continua durante mucho tiempo, ni es apropiada para todos los tipos de objetos El infante empieza en ese momento a examinar las cosas, a darles vuelta, fase de examen que pronto evoluciona para transformarse en muchos esquemas diferentes. Después del sexto mes a menudo el infante ejecuta simultáneamente, o en estrecha sucesión temporal, actividades como desgarrar, traccionar, arrugar, estrujar, frotar, deslizar, empujar y otras similares. Durante esos meses también se advierte el esquema de “soltar”. El infante deja caer o arroja objetos, lo cual le permite aparear señales auditivas y visuales, explorar la forma en que las cosas rebotan desde varias superficies, aprender los sonidos que producen al chocar y formarse otras impresiones perceptuales análogas. Después de esta utilización bastante compleja de los objetos, se advertirá que el infante, alrededor del undécimo mes, los emplea para promover el contacto social con otro individuo. Este tipo de conducta ha sido denominado esquema de “mostración”. Al presentársele un objeto, el infante a menudo lo tiende a otra persona, con el fin de provocar una reacción y tal vez iniciar alguna especie de contacto social e interacción simples. Si el otro individuo intenta tomar el objeto, por lo general el infante lo retiene. Al parecer, lo único que procura de la otra persona es una reacción pasiva, más que una interacción directa, que es lo que intentara obtener después de cumplidos dos años Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños El ultimo esquema identificado es el de “nombrar”. Desde luego, esta conducta depende de la aparición del lenguaje y habitualmente se manifiesta entre los 18 y los 24 meses. En consecuencia, el examen de los esquemas descritos permite identificar una tendencia que va de las actividades, manipulativas simples a otras mas conceptuales, es decir, que parte de lo motor para llegar a lo cognitivo, pasando por lo perceptual Destreza manual en la niñez media y avanzada Después de tornarse capaces de manipular objetos y dirigir sus manos con razonable eficiencia, los niños trataran generalmente de ejecutar una diversidad de tareas. Es probable que las pautas de sus atributos, como las consideradas dentro de otros canales del desarrollo perceptomotor, tiendan a tornarse difusas. De acuerdo con las conclusiones de este estudio, la mano preferida es la mas eficiente y, con la mano preferida, varones y mujeres se desempeñan con igual eficacia. Sin embargo, a los seis años de edad, las niñas eran algo mas eficaces, con la mano no preferida, y lo mismo se observo en la edad de siete años. A las edades de ocho y nuevo años, varones y mujeres denotaron igual eficiencia con ambas manos, y las diferencias determinadas por el sexo eran mínimas Oposición de dedos En general, entre los seis y los siete años los niños denotan un acentuado mejoramiento en la ejecución de esta tarea. Por lo común, se comprueba que las niñas son muy superiores a los varones. En una investigación, el 70% de las niñas de seis y siete años examinadas pasaron satisfactoriamente el test, cosa que solo el 47% de los varones lograron hacer. Los errores mas comunes de “toque” son los de saltear un dedo o repetir el contacto con alguno. La velocidad de ejecución mejora notablemente entre los seis y los siete años, así como entre los siete y los ocho. Enrollamiento en un carrete Varios investigadores recurrieron a una tarea de enrollamiento en un carrete, en cuya ejecución un niño demuestra la velocidad con que es capaz de enrollar, con una o ambas manos, un cordel en un carrete. Si bien el hecho de que los niños tienden a enmarañar el cordel dificulta la administración de la tarea. En general, los niños de cinco y seis años necesitan un poco mas de 20 segundos para completarla, y los varones aventajan por pequeña diferencia a las niñas Dejar caer objetos en orificios pequeños En los tests de psicología es tradicional emplear pruebas de dejar caer bolitas, con el fin de evaluar la influencia que una serie de variables ejercen sobre el rendimiento de los niños pequeños. Los niños entienden sin dificultad la tarea, que permite obtener datos razonablemente fidedignos y producir las curvas de aprendizaje que se procuran. Sin embargo, no es esa tarea la que se emplea habitualmente para evaluar de manera específica las aptitudes manuales; para ello se ha utilizado una tarea similar con una alcancía. En general las diferencias que se observan en los puntajes medios correspondientes a los cinco y seis años son desdeñables y los varones aventajan ligeramente a las mujeres. Resumen Los datos que sirven de base para establecer parámetros de destreza manual en niños de cuatro a doce años son, por cierto, de difícil evaluación. En general, la información disponible Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños señala las tendencias por edad y diferencias por sexo que cabe esperar, pero no las señala en una dirección regular ni que permita predicciones. La destreza manual de los niños debe ser investigada mediante métodos de análisis factorial, tal como se lo ha hecho en los estudios Los estudios disponibles se limitan a indicar direcciones útiles y han comenzado a descubrir tareas de las que cabe esperar razonablemente que puedan ser completada por niños. Hasta que se cuente con datos mas definitivos, seria sumamente difícil formular líneas de orientación que ayuden a comprender o a mejorar la habilidad manual del niño Capitulo 9:Desarrollo motor del niño de los seis a los doce años Entre los seis y los doce años, la capacidad de los niños para moverse y manejarse con eficacia en su ambiente mejora en forma notable. Si bien durante ese periodo hay todavía cambios evidentes debidos al desarrollo, los ritmos de crecimiento empiezan a ceder al llegar al niño a su sexto año y no continúan con la rapidez que los caracterizo en los cinco primeros años En la modificación del desempeño del niño durante ese periodo, lo que más influye no son el crecimiento físico y los cambios de peso corporal, sino ciertas experiencias y situaciones que exigen destreza motriz. Los varones forman equipos y las niñas empiezan a interactuar socialmente en juegos más individuales. Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños por las sutiles interacciones que se operan entre los sistemas musculares y visual cuando trabajan a la vez. Cuando se comparan las medidas de equilibrio en los niños, en definitiva, se advierten habitualmente por lo menos dos categorías definidas: una es la del equilibrio estático, que supone una postura sobre un solo pie, y la otra es el equilibrio dinámico, que involucra trasladarse a lo largo de una tabla de equilibrio. Asimismo, si bien el equilibrio mejora en forma acentuada entre los seis y los doce años, pueden presentarse, en el curso de este proceso, una o dos mesetas causadas por factores que hasta ahora no han sido identificados. Atributos locomotores Hacia los seis años, los niños normales pueden correr bien y denotan buena coordinación de los movimientos de brazos y piernas. Pueden saltar bastante bien vertical y horizontalmente. A veces el salto es acompañado por movimientos de los brazos y otras, no. Salto Salto vertical: después de los siete años de edad los varones superan a las niñas en este ejercicio de vigor. A los siete años, tanto varones como mujeres pueden saltar, en línea recta hacia arriba, más allá de esa edad, las diferencias por sexo se tornan evidente. Salto en largo sin correr para tomar impulso: tal como en muchas otras pruebas de fuerza, por lo general los varones superan ligeramente a las mujeres en la ejecución de esta tarea. El rendimiento de los niños de ambos sexos en este tipo de tarea mejoro en forma lineal durante los seis años estudiados. Al mismo tiempo, la distancia cubierta al saltar por los varones aumenta, entre los seis y los once años. Salto de valla: en general, las niñas superan a los varones en esta tarea hasta los siete años y medio aproximadamente, edad en la cual los promedios correspondientes a los varones empiezan a denotar una ligera superioridad. Salto con un pie y salto dentro de espacios cuadriculados Solo hacia los seis años, aproximadamente, podían los niños ejecutar movimientos de salto con uno y con ambos pies con la precisión necesaria para caer con uno o con los dos dentro de cuadrados. En general, las mujeres superaban a los varones en este tipo de tareas. El mejoramiento mas marcado se advierte cuando se comparan los puntajes medios de niños de seis años y medio con los de un año más, y cuando se cotejan los puntajes medios de niños de siete años y medio con los de un año más. Aproximadamente a los nueve años, los puntajes en esta tarea tienden a alcanzar una meseta Salto rítmico con un pie alternando las piernas: las niñas superan generalmente a los varones en esta tarea entre los seis y los diez años, tal como los superan, por lo común, en otras tareas que exigen mover los pies con precisión. Además, el examen de esa grafica permite establecer que solo a los ocho años pueden mas del 50% de los niños de ambos sexos saltar rítmicamente con un pie de acuerdo con un ritmo de dos y dos, es decir, dos veces con un pie y después dos con el otro, sin romper la cadencia. Recorrer 15 metros saltando en un pie: un tercer tipo de tarea de saltar con un pie pone en juego la velocidad con que un niño puede recorrer determinada distancia en esa forma. A los Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños siete y a los ocho años los puntajes medios de las niñas superan ligeramente los de los varones, pero antes y después de esas edades sus aptitudes son muy similares. El principal mejoramiento en la capacidad para ejecutar esta tarea se advierte en las mujeres entre los seis y los siete años, y entre los varones, entre los siete y los ocho y entre los nueve y los diez Velocidad y agilidad en la carrera Velocidad de carrera tal como sucede con las mediciones simples de fuerza de las personas, entre los seis y los doce años los varones superan a las mujeres. Sim embargo, es difícil comparar los datos reunidos en diversos estudios, debido a las diferencias en las distancias recorridas y en las maneras de partir. Carreras de agilidad: los datos indican que los varones mejoran sustancialmente hasta alcanzar la edad de ocho a nueve años: a partir de entonces el rendimiento promedio aumenta en forma menos marcada. Las niñas, por su parte, mejoran mucho entre los seis y siete años, y después de esa edad denotan avances anuales menos acentuados. De acuerdo con la mayoría de los estudios, los varones emplean, para recorrer 27m, de tres a siete decimas de segundo menos que las niñas de la misma edad. Agilidad: en general se puede, definir la agilidad como la capacidad para integrar en forma eficiente los movimientos más amplios del cuerpo. Salto del cable: en general las mujeres parecían dominar la tarea alrededor de los siete años, pues el 86% de ellas eran capaces de efectuar tres intentos con éxito y los varones arecieron dominarla aproximadamente a los 8 años, pues el 85% lograron éxito en similares números de pruebas. Integración de movimiento de las extremidades: los principales cambios de rendimiento de advirtieron al comparar los puntajes de los niños de cinco y de seis años, y en general las niñas aventajaron a los varones por una diferencia ligeramente superior a la correspondiente a un año. Destreza en el empleo de la pelota Interceptar la pelota parece ser para los niños una tarea más difícil que lanzarla, y la capacidad para hacerlo con precisión no se presenta hasta varios años después que la de impartir velocidad y exactitud a proyectiles arrojados con la mano. Por lo general, solo avanzada la preadolescencia logra el niño integrar las señales visuales provistas por la pelota en vuelo con los movimientos de todo el cuerpo y de las manos que, a partir de una posición estática, debe efectuar para atrapar una pelota lanzada desde cierta distancia. A los seis años, la mayoría de los niños son capaces de tomar una pelota grande que se hace rebotar hasta la altura de su cintura desde unos 4,50m de distancia Lanzamiento: cualesquiera que sea los orígenes, el niño normal de seis años puede lanzar un objeto con fuerza y con una exactitud razonable. Los estudios sobre el lanzamiento se han centrado en general alrededor de una o mas de las tres subdestrezas siguientes: 1). Distancia alcanzada; 2). velocidad de lanzamiento y 3). Exactitud para acertar en blancos situados sobre los planos horizontal y vertical Distancia de lanzamiento: el mejoramiento mas acentuado de la distancia de lanzamiento se produce, en las niñas, entre los diez y los once años. Los puntajes medios de los varones varían sobre todo entre los nueve y los diez años. Esta misma grafica indica que, entre los seis y los nueve años, los varones llevaron al doble sus distancias de lanzamiento, en tanto que las niñas Cratty- desarrollo perceptual y motor en los niños las llevaron a mas del doble. De acuerdo con estos datos, las distancias medias de lanzamiento de los varones se triplicaron entre los seis y los once años. Velocidad de lanzamiento: en general el mejoramiento medio en cada edad fue de aproximadamente 61 cm/seg, con excepción de los puntajes correspondientes a los nueve y diez años, en que se advirtió un mejoramiento ligeramente superior. A juzgar por estos datos, la velocidad de lanzamiento de las mujeres mejora alrededor de un 67% entre los seis y los doce años Precisión de lanzamiento: al examinar en particular a niños pequeños, los investigadores han tropezado con dificultades para obtener datos fidedignos, debido a que los niños varían la manera de lanzar la pelota de una prueba a otra. Las niñas denotan un mejoramiento regular entre los seis y los nueve años; posteriormente, sin embargo, su precisión tiende a mantenerse en el nivel alcanzado. En el caso de los varones, la precisión alcanza una meseta algo después, a los once y doce años. Toma Se comprobó que solo a los diez años eran capaces los niños de moverse con rapidez y exactitud hasta el punto donde concluia la trayectoria de la pelota. Entre los seis y los ocho años los niños demostraban rapidez, pero también imprecisión, pues calculaban la distancia con un error medio 6,7m. a los nueve años, la velocidad de juicio disminuía, pero la exactitud del calculo aumentaba. Durante los últimos tres años de la escuela primaria, el error medio en que incurrían los niños de ambos sexos era de unos 60cm. Patear y batear pelotas La información disponible sugiere que los varones superan en general a las niñas, a los ocho, nueve y diez años, en la tarea de patear hacia blancos horizontales. Durante el noveno año la exactitud del pateo aumenta y después tiende a estabilizarse Elección de los juegos: en las edades de 9 y 10 años son similares los porcentajes de niñas que juegan a la rayuela al wall Dodge ball y a los bolos. También se puede advertir que los números de niñas que practican esos juegos vigorosos a los ocho años es alrededor de tres veces mayor que el de las que lo hacen a los seis y los siete años, y que después de los nueve de advierte una disminución. Resumen 1. A medida que los niños maduran en el curso de esos años. Habitualmente demuestran un aumento regular de la eficiencia con que ejecutan la mayoría de las tareas motrices. Con algunas excepciones, por lo general se advierte una relación lineal entre la edad y los puntajes medios, lo cual refleja mejoramiento en tareas razonablemente complejas 2. Durante esos años los varones son mas fuertes que las niñas en la cintura escapular y la región pelviana, y sus puntajes superan los de ellas en tareas que suponen acciones directas y vigorosas con las manos, acciones con los brazos y acciones con los pies y las piernas 3. Las mujeres superan con frecuencia a los varones en tareas que suponen actividades locomotrices rítmicas y exactas, tales como tareas de salto con un pie alternando las piernas, tareas de agilidad, rayuela y tareas similares
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