¡Descarga Cuento El espejo de la realidad y más Ejercicios en PDF de Idioma Español solo en Docsity! Liliana siempre fue feliz, ella era la del medio, la vocalista de la banda, la mejor bailarina, el alma de la fiesta, la más bella del reino. Laura, siempre todo lo contrario, era su vecina de enfrente, sus casas estaban divididas por cuatro míseros pasos. Laura y Liliana eran mejores amigas. Hacían pijamadas muy a menudo. Y cuando Liliana dejaba al día siguiente la casa de Laura, o cuando Laura cansadita se volvía pa su casa, siempre se quedaba con ese mal sabor inexplicable: ¿envidia? Lo más probable. La vida de Liliana era mucho más que perfecta. Todo cuanto quería, lo poseía. Era hermosa, popular, alegre, divertida. Laura no tenía nada, cuando se comparaba con la perfecta familia unida de Liliana, su rubio cabello lacio, sus enormes ojos azules, su esbelta figura, Steven; su perfecto hermano bebe, su perfecta piscina de cemento en el patio… Bryan, el chico soñado por toda la escuela, también había caído por ella. Por más que Laura se esforzara por vestir igual a ella; el dinero de su complaciente madre solo alcanzara para imitaciones. Por más que la observara para actuar cool igual que ella… siempre había algo que le faltaba. Y terminaba siendo la copia obesa de su amiga. Su vida, en comparación con la de Liliana era en blanco y negro. Sus padres estaban divorciados, sus ruidosos hermanos mayores nunca le demostraban cariño. Se sentía muy mal por envidiar a su amiga. Y la hacía sentir peor el pensar que con todo lo que Liliana poseía, continuaba siendo humilde. La casa de Liliana era como una casa de Dorado en una calle de Ciales. Sus padres habían mandado a construir un segundo piso sobre la casa y era de lo más lujosa con habitación de huéspedes y todo. Cuando Liliana se quedaba a dormir en su casa Laura sacaba la vajilla cara y escondía toda señal de que su madre era solo una costurera. Si Laura hubiera sabido… Un día llegaba Laura de la escuela un poco más temprano de lo normal, porque habían puesto “interlocking”. Encontró a Liliana escondiéndole una lágrima tras una falsa sonrisa. Así que se acercó a ella, con solo cuatro pasos. La conversación empezó como siempre, con esas cosas cotidianas y repetidas tantas veces: chicos, la escuela, la música, la última ocurrencia de los ruidosos hermanos de Laura. Finalmente, después de una larga batalla, la lágrima salió. —Extraño a mi padre— fue lo que dijo Liliana finalmente, Laura no entendió nada, pero puso su mano en el hombro de su amiga que lloró con más fuerza aún. — Lo extraño mucho, aun cuando está cerca de mí. Siempre está en su trabajo, claro que siempre gana muchísimo dinero, pero nunca tiene el tiempo suficiente para gastarlo. Me gustaría que mis padres estuvieran divorciados como los tuyos. Así él anhelaría el fin de semana sólo para verme y me extrañaría en lugar de ignorarme. Mamá sólo vive para tener bien peinado su pelo y perder el tiempo