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Orientación Universidad
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Cuentos breves para niños, Apuntes de Literatura Universal

Libro con cincuenta cuentos cortos para niños

Tipo: Apuntes

Antes del 2010

Subido el 26/04/2022

ame-acosval
ame-acosval 🇲🇽

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¡Descarga Cuentos breves para niños y más Apuntes en PDF de Literatura Universal solo en Docsity! Cuentos breves, muy breves y brevísimos Escritura joven de Coahuila Y ahí estaban escondi- dos los relatos, detrás de esas palabras elegidas al azar: la tarea del escritor es cincelar los grandes bloques y dejar libre el espíritu que vive dentro, el espíritu que da vida a cada historia. Este programa es público ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el Programa. Índice Presentación.................................................................................................................7 ¿Limonada? No, gracias.............................................................................................9 Mi gemela invisible...................................................................................................10 Chicles, la luz que ilumina el mar..........................................................................11 De por qué se suicidó el dragón.............................................................................12 La mano de Juan.......................................................................................................13 El pez.........................................................................................................................14 Un cuento de amistad..............................................................................................15 El zapato invisible.....................................................................................................16 El secreto del alebrije................................................................................................17 Sin título....................................................................................................................18 La historia de Jesús...................................................................................................19 El árbol parlanchín...................................................................................................20 Mateo..........................................................................................................................21 De malabarista a rey.................................................................................................22 Silla para un psicótico..............................................................................................24 El hechizo de lectura................................................................................................25 Una familia extravagante.........................................................................................26 Recuerdos..................................................................................................................27 El viaje inesperado de la hormiga en el sombrero................................................28 El robo de Mozart.....................................................................................................29 Cama superhéroe......................................................................................................30 El amor de una cobra por su cuaderno..................................................................31 El ojo sin casa...........................................................................................................32 La guerra del planeta de los magos........................................................................33 El elefante pantalones..............................................................................................34 La cabeza rosa del marciano azul...........................................................................35 Una amistad única...........................................................................................36 7 Presentación Nada es más hermoso que acudir al encuentro del destino cuando éste tiene que ver con nuestras pasiones. Llevamos la pasión por escribir en los genes, pero el oficio se cultiva con el acto mismo de escribir. Este libro es producto de un taller de escritura con adolescentes como tú que se encontraron con el texto y consigo mismos. De ese encuentro surgieron las historias que a continuación podrás leer. Una de las estrategias que más nos gustaron, y que dio pie a divertidas historias, fue tomada del libro Gramática de la fantasía, de Gianni Rodari. “El matrimonio de las palabras” consistió en reunir palabras sin nada en común entre ellas para construir entonces un diálogo, una historia. Al principio, algunos chicos comprendieron la metáfora literal- mente, así que casaron a las palabras y hubo bodas y encuentros amorosos, como el de una cama con un gato o el de una cobra con un cuaderno, al final sólo son símbolos. Las palabras son meros pretextos para dejar entrever muchas otras cosas, cómo pensamos, cómo sentimos, cómo es el mundo que nos toca vivir. La literatura tiene la capacidad de eso y mucho más, nos entretiene pero también nos reconstruye. Carl Gustav Jung reparó en un tipo de casos conectados de forma tan significativa que el azar representaba un grado de improbabilidad demasiado alto. El psicólogo pensó que estaban conectados por un principio que denominó “sincro- nicidad” y que, por definirlo de forma concisa, sería “la concurrencia no casual de un suceso psíquico y otro físico, que desafía la ley de la probabilidad y tiene sentido”. Julio Cortázar nos los cuenta en Rayuela, con esos encuentros entre sus personajes principales. Nada es menos casual que la casualidad, había dicho Horacio. Casi imposible de entender por una lógica racionalista. Regresando al taller, las palabras que se unían en el ejercicio mencionado parecían no tener nada que ver una con otra, y entre más lejanas mejor (Gianni Rodari); pero el verdadero reto fue en ese momento (y ahora mismo lo es) darle sentido a esta incertidumbre que reina en nuestras vidas, liberarnos de la realidad que nos atrapa. Es necesario buscar una línea de vida para salvarnos del sinsentido, una línea dibujada por el lápiz. Y ahí estaban escondidos los relatos, detrás de esas palabras elegidas al azar: la tarea del escritor es cincelar los grandes bloques y dejar libre el espíritu que vive dentro, el espíritu que da vida a cada historia. Sin más, querido lector, te pido que abras tu mente y eches a volar la imaginación. Con cariño: Sandra A. Gaona Ramírez. Tallerista. 10 Mi gemela invisible Karina Rivera Esc. Sec. General No. 5 José Vasconcelos, Torreón. Una mañana, mientras me encontraba desayunando, escuché un ruido extraño que provenía de mi cuarto. Me levanté y fui a asomarme. Ahí, justo al otro lado de la puerta, estaba yo. ¿Cómo podría ser eso posible? Sólo me quedé viéndome y asustada salí inmediatamente hacia la habi- tación de mis padres. Les conté lo sucedido, pero ellos no me creyeron. Me fui al colegio como de costumbre, todo parecía estar bien hasta que... ¡Me topé con ella! Nuevamente se me quedó viendo, yo cerré y abrí mis ojos pero ella aún seguía ahí. Entonces, me armé de valor y le pregunté, ¿quién eres?, ¿y por qué me sigues? Ella me contestó con de- licadeza: “Soy tu gemela, se cómo te sientes, nuestra abuela que ahora está en el cielo, de donde yo vengo, me mandó; mi deber es acompa- ñarte por determinado tiempo”. Quedé impactada, pero aun así, me di la media vuelta y con lágrimas en los ojos me retiré. No pasaron más de cinco minutos cuando estaba al lado de mí. Le pregunté a una de mis compañeras si veía a alguien, pero no, ella no la veía. En ese instante me di cuenta de que era mi gemela invisible. Así transcurrieron los días, era como mi sombra. Esta mañana me levanté, escuché ruidos, los vi a todos desayunando con ella, pero nadie me pudo ver. Mi gemela me ignoró cuando quise hablarle, la miro callada desde esta pared en que me encuentro. Me mira y sale corriendo del cuarto, la sigo hasta su colegio, intento hablar con ella, se detiene y replica: “¿Quién eres? ¿Por qué me sigues? Yo no tengo la culpa de que seas invisible”. 11 Chicles, la luz que ilumina el mar Antonio Benjamín Martínez Retana Esc. Sec. Ricardo Flores Magón, Torreón. El 5 de mayo nació Sebastián, un niño sordo al que le decían Chicles, pero su mamá ignoraba que era sordo profundo. A los 5 años Sebastián empezó a medio hablar o mejor dicho a balbucear. Su mamá le hablaba y Sebastián no le hacía caso, todo lo decía con señas. Su mamá y papá empezaron a discutir por el dinero y se divorciaron. Su mamá se fue a vivir a la casa de sus papás. Un día su mamá les dice: “Los voy a llevar a la escuela”. Cuando lo llevaron, la maestra le preguntó por su nombre pero no dijo nada, sólo se sonrió, pensó que estaban jugando adivinanzas. Lo castigó sin re- creo. Los niños se burlaban de él porque no entendía y se sintió muy mal. Lloró porque todos se reían de él. La maestra le manda hablar a su mamá y se lo lleva a la casa. Sebastián dormía mucho. Una vez, en su sueño mira una luz en el mar y se quedó pensando qué era eso… se miraba un sendero de luz sobre el agua y se metió al mar. Se estaba ahogando pero lo rescató su abuelo. Despertó con mucha temperatura, su abuelo lo llevó al doctor porque le dio gripa. El doctor revisó sus oídos, fue entonces que le dijeron que su nieto era sordo. El abuelo discutió con la mamá, que cómo no sabía que era sordo. Pero sí sabía, sólo que ella tenía vergüenza de decírselos. 12 De por qué se deprimió el dragón Dafne Naomi Venegas Escobar Esc. Sec. Técnica Nueva Laguna, Torreón. Una lluviosa noche de octubre, un dragón solitario y amargado paseaba en lo más recón- dito de su castillo. Melancólico, el dragón recordaba la triste noche en que fue el fin de su alegría, cuando el pueblo cobró venganza contra su familia por un malentendido. Bajo el efecto de una grave depresión, el dragón decidió encerrarse de por vida. 15 Un cuento de amistad Miranda Hernández López Esc. Sec. Prof. José Rodríguez González, Torreón. A un bosque entre montañas verdosas iban a jugar todas las tardes un par de pequeñas. Cierto día encontraron una rami- ta muy pequeña. Las dos niñas se encargaron de cuidar esa ramita. Le daban agua y la cuidaban mucho. Hasta que un día notaron que a la rama le estaban brotando flores. Las chicas crecieron y ese lugar seguía siendo su lugar preferido. Con el paso del tiempo la ramita se convirtió en un gran árbol. Esa noche pasó algo mágico, el árbol estaba rodeado de mariposas de colores y como era de noche las mariposas brillaban bajo la luz de la luna. 16 El zapato invisible Andrés Agüero Hernández Esc. Sec. Francisco González Bocanegra T.V. , Torreón. Había una vez un zapato invisible que era muy travieso. Iba pasando por las calles y les pegaba a los niños. Como los niños no podían verlo, se asustaban mucho y se iban corriendo. Un día, el zapato invisible iba por la calle y alguien lo tomó por sorpresa. Se asustó mucho porque no comprendía qué pasaba, se suponía que nadie podía verlo. Cuando lo soltaron comenzó a buscar a quien lo agarró. Pasó un rato y de vuelta lo tocaron. —¡Muéstrate quien quiera que seas, animal, persona o cosa! —gritó molesto. Y esa cosa se mostró, era el par del zapato invisible. El zapato invisible se asustó mucho y se desmayó. Cuando volvió en sí, miró la cara de su par. Había ido a buscarlo. Juntos regresaron con su dueño. El señor dueño de ese par de zapatos ya nunca se los puso porque tuvo miedo de volver a perderlos. 17 El secreto del alebrije Gisel Mendoza Pérez Esc. Sec. Federal No. 7 Francisco Nacozari, Torreón. Cierta vez una abeja se encontró con un dragón. Entonces pensó: como quisiera convertirme en dragón para que todos me respeten y me tengan miedo. Siguió volando y se encontró con un gato tan blanco como la nieve, entonces dijo: “Quisiera ser tan bella y elegante como un gato”. Continuó su camino y vio una mariposa, entonces pensó: quisiera tener una alas tan grandes como un ángel y verme como él. Continuó su camino y se topó con un hada muy preocupa- da y le preguntó por todos esos animales que la abeja se había encontrado. Ella le dio señas de donde los había visto, entonces le concedió todo lo deseado en su camino. Era grande como un dragón, con la elegancia del gato y unas her- mosas alas azules color cielo. Se miró con asombró y le dijo: “¿Pero en qué me has convertido?”. “Ahora eres un alebrije”. 20 El árbol parlanchín Debhany Alicia Medrano Gutiérrez Esc. Sec. Carlos Espinoza Romero, Monclova. Había una vez una pareja que se amaba mucho, se casaron y compraron una casa grande y bonita. En el centro del patio plantaron un árbol que, aunque era muy hermoso, no daba frutos. Luego de un año, la pareja concibió una hija. En cuanto el árbol la vio, se enamoró de ella. El árbol nunca la perdía de vista. Como él no podía declararle su amor, casi siempre estaba triste. Cierta noche, a una bruja desvelada se le hizo tarde y decidió quedarse a dormir en las ramas. Al amanecer, tomó de prisa sus cosas y montó su escoba para sa- lir de ahí volando. Fue entonces que, por accidente, derramó un hechizo parlanchín sobre sus ramas. En ese instante el árbol sintió un leve cosquilleo en su tronco y pudo exclamar unas pocas palabras. Esa mañana estaba muy contento, por fin podría decir su secreto a la chica. Cuando la vio salir de casa se dio cuenta de que había contraído matrimonio con un leñador. Quiso decir algo pero se le hizo un nudo en el tronco-garganta, así que no dijo nada. Pero después habló: le habló a las ardillas, le habló a un perro que pasaba y a los pájaros también les habló, contán- doles su dolor. Con el tiempo se volvió a quedar mudo pero sus hojas parecían cantar un gran amor. 21 Mateo Kenia Abigail Barrón Esc. Sec. Carlos Espinoza Romero, Monclova. Mateo es un muchacho que le gusta leer y escribir. Un día estaba escribiendo una historia y su papá le dijo: “Deja eso que no te brinda nada bueno, mejor vete a lavar ca- rros”. Le iba a pegar. Mateo agarró su máquina y su papel y se fue a sentar en las montañas. De repente, comienzan a caer gotas del cielo, entonces volteó hacia arriba: era una rana gigante que estaba llorando. Mateo le preguntó: “¿Por qué lloras?”. Y se contaron sus penas. 22 De malabarista a rey Hazel Alejandra Flores Sánchez Esc. Sec. General No. 4 Prof. Apolonio M. Avilés, Saltillo. Hace muchos años, en el Reino Encantado vivía un chico llamado Adrián. A pesar de ser pobre, vivía con una sola ilusión: convertirse en rey algún día. Adrián era el mejor malabarista de todo el reino, tanto que el rey lo invitó a su castillo para que divirtiera a su hija la princesa. Adrián aceptó gustoso. Ya en el castillo comenzó con trucos que fueron de los más sencillos a los más complejos. La princesa encantada le pidió que trabajara de malabarista para todos en el castillo. Antes de que Adrián pudiera aceptar, el rey notó que su hija empezaba a enamorarse de él y pensó: un pobre jamás se convertirá en el sobe- rano de este reino. Adrián, sin más que decir, se fue indignado a su casa, pero en el camino recordó la leyenda de una corona, una que hace años se había perdido y que brillaba si la persona que la portaba era pura de corazón. Adrián tomó lo poco que tenía y se encaminó en busca de la corona. Cuando ya estaba cansado de buscar, se sentó a la sombra de un árbol y curiosamente escuchó voces pero nadie se encontraba cerca de él, solamente había unos patos en un estanque. Adrián se dejó llevar por la curiosidad, quiso investigar y… ¡oh maravilla! Los patos estaban platicando muy alegres, así que Adrián temeroso les dijo: —¡Buenos días! ¿Me podrían decir dónde estoy? —Claro, estás en el estanque mágico —le contestaron—. ¿Pero, por qué estás aquí tan solo? —Estoy buscando la corona mágica que hace siglos se perdió, o bueno eso creo. —Bueno chico, nosotros resguardamos esa corona, pero no se la daremos a cualquier persona, sólo a quien real- mente sea digno de ella. 25 El hechizo de lectura Italia Segobia Triana Esc. Sec. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo. Existió un joven al que le gustaba leer tanto, que se obsesio- nó con la lectura. Un día un mago le dijo: —¿Tú eres el chico que le gusta mucho leer? —Sí, ¿por qué? —Tengo algo para ti, un hechizo. —¿Por qué? ¿Qué he hecho para merecer un hechizo? —Leer, leer, leer mucho. Voy a borrar de tu mente esta conversación. Te hechizaré, si un día saltas una página del libro, morirás. Él siguió con su vida, leyendo libros. Encontró un libro, un libro que leyó y le encantó, le encantó tanto que lo leía día y noche. Se lo sabía de memoria, se lo sabía todo de principio a fin. Un día le dio por leerlo una vez más, llegó un momento en que, por pereza, no quiso leer una página, así que se la saltó, retiró el libro de su cara y vio al mago. El joven confundido quiso volver a la lectura pero ya no podía. Se debilitó lentamente. Murió. 26 Una familia extravagante Enrique Aldair Canizales Fonseca Esc. Sec. Jesús Eloy Dewey Castilla, Saltillo. Esta es la historia de una familia algo extravagante que le gustaban mucho los animales marinos. Un día compraron un delfín. Nomás por puro gusto, pero había un pequeño problema, no tenían una pecera tan grande para meterlo. Así que sin muchas opciones, el padre de la familia convirtió la mesa del comedor en una pecera gigante. Resuelto ese problema, surgió otro, ahora la familia no tenía dónde comer. A la madre se le ocurrió una idea, comprar una pecera muy, muy grande y comer en ella. La familia compró la pecera, la llevó a su casa y la usó como mesa. El delfín estaba contento con su nueva mece-pecera y la familia pues... cada día tenía más escamas. 27 Recuerdos Cristina Luna Esc. Sec. General No. 4 Prof. Apolonio M. Avilés, Saltillo. Se preguntó una y otra y muchas veces más qué sucedió antes de encontrar ese pequeño dije con forma de linterna... Ese pobre chico aislado en su casa misteriosa, con un nombre desconocido. Su linterna le concedía ciertas habilidades, algunas de gato y otras de lobo, ambas combinadas. Sólo le duraban de la media noche hasta el amanecer. Durante dos semanas soñó lo mismo. Seguía un camino en el bosque, pero siempre despertaba antes de llegar a su destino: —¡No puede ser! —dijo sobresaltado. Realizó su rutina diaria, cuando acabó eran las 10 p.m. Decidió sentarse a mirar televisión, y entonces em- pezó a marearse... —¡Auch!, mi cabeza, me duele mucho. La linterna comenzó a brillar más que de costumbre, empezó a escuchar una voz: —Sigue hasta lo más profundo del bosque y entra ahí... Despertó. Eran las 11:47 p.m., se había quedado dormido pero aun así le hizo caso a la voz de su sueño y se dirigió al bosque. Al salir de su casa, sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo y dijo: —Ya son las doce. Siguió su camino hacia el bosque, cuando llegó a la parte más profunda del bosque encontró un árbol muy peculiar con un espiral en el centro. Se acercó poco a poco y logró trans- portarlo. Caminó por un pasillo oscuro hasta llegar a una ha- bitación rodeada de estantes con libros, en el centro había una mesa, encima de ella una fotografía de una familia y él dijo: —¡Es mi familia! 30 Cama superhéroe Arely Berenice Rodríguez Solís Esc. Sec. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo. Había una vez una pequeña cama angosta y maloliente que quería ser mejor. Nadie quería dormir en ella, ni siquiera un perro. La pequeña cama pensaba que si se convertía en superhéroe, tal vez todos querrían descansar en ella pues así lo hacían las personas en las camas anchas y con un agradable olor. Cierto día, un gato llegó maullando tristemente y la cama pudo observar que estaba lastimado. Entonces la cama pensó: es el momento ideal, lo cuidaré y todos me querrán sin dudarlo. Le habló al gato y éste de inmediato se recostó en ella. —Gracias —dijo el gato—, es muy amable de tu parte. Nadie me ayudó, fue una suerte encontrarte. —De nada —respondió la cama—, mi mayor sueño es ser superhéroe y tú me has dado la oportunidad. —¿Superhéroe? —preguntó el gato asustado—, ¿en serio? —Muchas gracias, al fin conseguiré mi sueño. 31 El amor de una cobra por su cuaderno Yvonne Yatziri Rodríguez Solís Esc. Sec. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo. —¿Me amas? —preguntó la cobra al cuaderno con preocupación. —Claro que te amo —aseguró. —¿Por qué? —le preguntó mirándolo profundamente. —Porque eres especial para mí. Puede que te sientas inseguro por el hecho de que somos diferentes y piensas que todo va a terminar muy pronto, pero mis intenciones no son esas. Ambos se miraron con intensidad, con los corazones latiendo a mil por hora por todo lo que sentían en ese momen- to, pensando en su futuro, en su historia, en su amor y, sin pensarlo, se tomaron de la mano, se abrazaron, se besaron e hicieron todo lo posible para creer que nada cambiaría entre ellos de manera tan repentina. Después los dos se fueron en silencio hacia el rincón de su amor creado por todos sus sentimientos. —¿Me amas? —volvió a preguntar el cuaderno, ya que tenía duda, quería saberlo con todas las ganas del mundo, ya que sabía que su última hoja sería utilizada muriendo lentamente y con dolor. La cobra apenas iba a contestar cuando el cuaderno cayó al suelo esperando el último momento de cortar su última hoja. 32 El ojo sin casa Sofía Elizabeth Sifuentes Zapata Esc. Sec. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo. Un ojo muy mirón, en busca de dónde vivir, paseaba todos los días por la calle de caracol. Por más que miraba, no encontraba nada. Pasaron los días y el ojo perdía las esperanzas, hasta que una señora se le acercó y le dijo: —¿Tú qué me miras? Llamó a un policía y al pobre ojo lo arrestaron. Él, muy triste, le contó todo al policía. Al escuchar su historia, le ofreció su casa. Aunque no era mucho, era todo para el ojo. 35 La cabeza rosa del marciano azul Mia Icel Pamela Bustillos Rentería Esc. Sec. Federico Berrueto Ramón, Saltillo. En un planeta muy lejano, vivía un pequeño marciano de cabeza rosa y cuerpo azul. Era diferente, único en Marte. Pero un día llegó a su planeta una marcianita de su color y dejó de tener la atención de los demás. Se sintió muy solo, así que decidió pintar su cabeza de un llamativo color verde sin darse cuenta de que aquello no era pintura sino diminutas semillas. Al día siguiente brotó un increíble jardín en su cabeza y así volvió a llamar la atención de todo su planeta. 36 Una amistad única Melany Margarita Perales Rodríguez Esc. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo. Hace muchos años existió un mundo en el que todos los objetos cobraban vida, ese lugar era maravilloso. Pero no ven- go a contarte sobre eso, sino sobre lo que ocurrió una noche helada en algún lugar de otro mundo. Una pala se encontraba explorando cuando de repente escuchó a alguien pidiendo auxilio. Guardó silencio para averiguar de dónde procedía ese ruido, después de un largo tiempo encontró un perro, apenas era un cachorro. La he- rramienta alcanzó a observar que tenía una pata lastimada, ella no dudó en ayudar a ese pequeño. Así que se inclinó, lo subió en su pecho y lo llevó a su hogar. Un cálido cuarto de albañil. Ella lo cuidó hasta que se curó. Pasaron los años y el perro creció fuerte y grande, y también cuidaba de él. Se habían hecho grandes amigos. El tiempo pasó y un día ella, la pala, estaba muy débil. El albañil la utilizó e inevitablemente se rompió.
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