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Orientación Universidad
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Desarrollo humano, Apuntes de Psicología

Asignatura: salut societat i benestar, Profesor: Alipio Sanchez, Carrera: Psicologia, Universidad: UB

Tipo: Apuntes

2015/2016

Subido el 28/02/2016

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¡Descarga Desarrollo humano y más Apuntes en PDF de Psicología solo en Docsity! Desarrollo humano: Origen, justificación, viabilidad y enfoques Alipio Sánchez Vidal Universidad de Barcelona Orígenes y determinantes En 1954 el psicólogo Abraham Maslow reclamaba, en el último capítulo de su libro Motivación y personalidad, una “psicología positiva” que trascendiendo la concepción pesimista y mezquina del hombre dominante en el campo, se ocupara de la mitad sana de las personas a la que psicología había sido históricamente ciega. Alegaba que la psicología se había centrado en la patología y la deficiencia ignorando las potencialidades y aspiraciones humanas y que había usado una metodología científica restrictiva con el resultado de limitarse a sí misma como campo de estudio y actuación y hacer un retrato empobrecido de lo que los hombres y las mujeres son ignorando lo que podían ser. En enero de 2000 Martin Seligman y Mihaly Csikszentmihalyi, recogen el guante dejado por Maslow y lanzan “oficialmente” en el American Pychologist –la revista portavoz de los psicólogos estadounidenses-- una “psicología positiva” que estudie el bienestar y la felicidad, las cualidades positivas de las personas y las instituciones promotoras de la virtud cívica. Corrientes constituyentes Maslow es el fundador y líder de la PH, una corriente desarrollada en la década de los 60, que prefigura el interés por el tema del desarrollo humano (DH) compartida por otras cuatro corrientes: el concepto de salud mental positiva, el modelo de aportes de Caplan, el desarrollismo impulsado por Naciones Unidas y la psicología evolutiva. Salud mental positiva. En 1958, la psicóloga austriaca emigrada a Estados Unidos Marie Jahoda publica el libro (encargado por una Comisión Conjunta sobre la Salud y la Enfermedad a impulsos de los movimientos de reforma de la salud mental) Current concepts of positive mental health resumiendo las ideas existentes sobre el funcionamiento saludable de las personas. El libro debía ofrecer una concepción positiva de la salud psicológica coherente con las crecientes aspiraciones de bienestar desatadas por la prosperidad económica reinante, que guiara la práctica y la investigación. Se precisaba un concepto operativo de la salud psicológica, no del trastorno o la enfermedad, compatible con la pujante orientación comunitaria y con el concepto más amplio y dinámico de salud propugnado 12 años atrás por la Organización Mundial de la Salud (“estado de completo de bienestar físico, mental y social y no la mera ausencia de enfermedad”). La medicina sostenía la “pata” física de ese bienestar, la psicología debía definir la “pata” psicológica. La “pata” social, cristalizaría más tarde (en los 80 y 90 del siglo XX) en el movimiento por el bienestar y la calidad de vida (sostenido por el hedonismo de los años 60 y paralelo al “desarrollismo económico”) y, después, en el estudio “científico” de la felicidad ligado a la psicología positiva a partir del 2000. DH y suministros externos. En 1964, el psiquiatra inglés Gerald Caplan, uno de los padres de la salud mental comunitaria, presenta en su libro Psiquiatría Preventiva un modelo simple pero clarificador, los aportes o suministros precisos para el desarrollo humano. Se trata de un modelo operativo (no incluye, como Jahoda, una descripción sustantiva de la persona desarrollada), con un claro énfasis positivo que lo distingue de los modelos deficitarios o negativos que sólo permiten combatir el trastorno mental, no perseguir el DH, para lo que interesan las causas de la salud de unos tanto como las de la enfermedad de otros. Caplan usa por 1 primera vez en psicología el término “desarrollo humano” asumiendo que los individuos tienen una capacidad de desarrollarse que puede ser realizada mediante la aportación de suministros físicos (como la alimentación, la estimulación sensorial o el ejercicio físico), psicosociales (como el afecto o los controles psiclógicos) y socioculturales (como los valores y significados). Si Jahoda había explicado la meta del desarrollo humano (las cualidades de la persona desarrollada o saludable), Caplan aporta la guía operativa para conseguir esa meta dando, a la vez, un giro social al tema del DH, fundamental para integrar la visión psicológica y la social y complementar la mera mejora personal con la acción social y política. Psicología Humanista y realización personal. La reivindicación de la realización personal asumida por la PH en los años 60 del siglo XX es la corriente central del DH desde el punto de vista psicológico. Abraham Maslow, Carl Rogers, Gordon Allport y Erich Fromm son sus representantes principales. Y aunque 2 adultez y vejez incluidas) y la ampliación del foco desde la sexualidad (la obsesión freudiana) y los cambios bio-físicos hacia las esferas afectiva, social y moral realizados por el psicoanalista danés Eric Erickson y el psicólogo suizo Jean Piaget revolucionan el campo que en las últimas décadas, con el aumento de la esperanza de vida se interesa cada vez más por la madurez y vejez por un lado y por el desarrollo moral, social y emocional, por otro. Contexto socio-histórico: Los sesenta, el desarrollo humano y el impacto del movimiento humanista La descripción precedente desvela el papel de los años sesenta del siglo XX en la aparición del tema del DH. Y no sólo por las fechas de las propuestas sino, también y sobre todo, por la convergencia de temas e intereses. La liberación o ampliación de las posibilidades humanas es el eje conceptual y práctica de los movimientos sociales de la época cuyas reivindicaciones y propuestas vendrían a expresar, para sus actores –la juventud y otros grupos minoritarios u “oprimidos”-- las distintas 5 concepciones o vías de realización del potencial humano frente al “sistema” 6 establecido: la droga; la sexualidad; la manera de vestir, presentarse, relacionarse y vivir; la auto-conciencia y el contacto con uno mismo; el crecimiento personal; la fraternidad y comunidad humana; la vuelta a la naturaleza y a la tierra; la liberación de la autoridad patriarcal, la convención social, la técnica, la burocracia, el trabajo y el consumo alienantes; la búsqueda de una sociedad más humana, justa y solidaria. Estas ideas e ideales son, a la vez, caminos y concepciones del DH y puntos de un manifiesto de la contracultura que --en su doble vertiente de rechazo de lo establecido y afirmación de nuevos ideales y formas de vivir— expresa tanto las aspiraciones de DH como el programa socio-cultural para realizar esas aspiraciones. La conexión de cada corriente con los 60 varía. Las propuestas de salud mental positiva y de aportes de Caplan están vinculados al movimiento comunitario que se gesta a los dos lados del Atlántico en esa época con la pretensión de mejorar la atención profesional y las condiciones de vida de los “enfermos” mentales una vez que las recién descubiertas drogas antipsicóticas logran eliminar los síntomas más dañinos e incapacitantes y permiten a esas personas vivir en la comunidad con cierta autonomía. En Estados Unidos se plantean la reforma del sistema de salud para perseguir una salud mental positiva que Jahoda es encargada de definir. En Europa prende una rebelión más radical y rupturista (en forma de “antisiquiatría y “análisis institucional”) de claro contenido contracultural. El resto de corrientes tiene una relación más tenue o inapreciable (el caso de la psicología evolutiva) con los años 60. Parece probable que el hedonismo de la época tenga una cierta influencia en la legitimación de las demandas de “calidad de vida” y “bienestar social” de los 80 y 90 que el crecimiento económico en Europa y Norteamérica (y la existencia de un “Estado de bienestar”) permiten hacer realidad. La PH y los 60 están, como se ha indicado, íntimamente unidos: el movimiento humanista es a la vez causa y efecto --creador y criatura-- de la contracultura a la que escritores como Abraham Maslow o Erich Fromm hacen importantes aportaciones, y de la que la “terapia gestáltica” de Perls (a no confundir con la Psicología de la Gestalt), el movimiento grupal del potencial humano o la terapia centrada en el cliente de Rogers, son expresiones prácticas paradigmáticas. Cabe preguntarse con la perspectiva del tiempo pasado por el significado de la PH y por el papel desempeñado en la psicología en particular y en la sociedad en general. En la psicología, la irrupción de la “tercera fuerza” revitaliza las ideas y la práctica del campo y acaba con el cuasi monopolio que las otras dos fuerzas existentes ejercían en el campo: el conductismo en la academia y el psicoanálisis en la psicoterapia. En capítulo de las ideas, la PH reintroduce sin rubor el sujeto agente y una serie de categorías (conciencia, potencialidad, significado, intención, responsabilidad, empatía, etc.) tabúes para un campo que, en su pretensión de constituirse en ciencia empírica al estilo de la física o la biología, había sacrificado cualquier vestigio “animista” o inmaterial (el alma, la mente, la voluntad, el libre albedrío, etc.) que pudiera ser vinculado a la psicología filosófica. En el terreno de los valores, la PH rechaza la sombría visión psicoanalítica de la personas como marioneta a merced de unos instintos biológicos todopoderosos y de unas implacables instituciones sociales que exigen represión e impiden gratificar esos instintos. Se opone también al mecanicismo conductista que, además de negar cualquier atisbo de agencia personal que pueda recordar al alma filosófica, ejerce en la práctica un control del comportamiento humano mediante técnicas derivadas de experimentos con palomas y ratas. 7 intelectuales, que convergen con las corrientes socio-históricas que afluyen al tema: la contrapartida psicológica del desarrollo material, la ampliación del desarrollismo económico auspiciado por NU, la ambición de la psicología y las lagunas conceptuales y operativas de la acción social y comunitaria. Contrapartida psicológica del progreso material, Desde el punto de vista socio-histórico, diversos autores (Lebret, 1966; Inglehart, 1990 y 2006; Veenhoven, 1994; Ryan y Deci, 2001) han notado que cuando las comunidades humanas alcanzan un grado de desarrollo técnico-económico que les permite satisfacer las necesidades básicas de supervivencial, emergen nuevas necesidades, aspiraciones o valores psicológicos, culturales o morales (bienestar, calidad de vida, realización personal) que, según Maslow (1954, 1967) coronan el sistema de motivación humana. El DH, tomado como concepto totalizador de esas aspiraciones y anhelos “superiores” sería en esa perspectiva la contrapartida psicológica de un progreso material que los hombres y mujeres buscan complementar y trascender en un momento dado bajo la fórmula de “ser más” o alcanzar un nivel más alto de “humanidad” (Lebret, 1966; Populorum Progressio, 1967). No queda claro si el DH se produce como consecuencia del reconocimiento de la insuficiencia de los bienes y logros materiales para la realización personal, de la persecución de metas o bienes inmateriales considerados superiores que puede seguir a ese reconocimiento o del grado en que esas metas o bienes son alcanzados por las personas o comunidades. Pero dos ideas del psicólogo Gordon Allport (1961) pueden ayudarnos a explicarlo: la “extensión” del self y la “autonomía funcional” de las motivaciones. La emergencia de aspiraciones o valores inmateriales o de “expresión personal” (Bell, 1976 y 1977; Inglehart 2006) puede entenderse como parte del proceso de “extensión” de uno mismo hacia el mundo y los demás (una idea aristotélica) que acompaña la maduración personal. La idea de “autonomía personal” sugiere que en la edad adulta muchos motivos se hacen autónomos respecto de los motivos infantiles más primitivos y ligados a la supervivencia. Eso conlleva la evolución de las motivaciones a lo largo de la vida y la dedicación de las energías de que dispone la persona a los proyectos y motivos relevantes en cada momento: la constitución de la identidad personal, la crianza de los hijos, la expansión social, etc. Guardando las debidas distancias podemos postular algo similar para la evolución histórica de una comunidad o sociedad de forma que la atención y energías sociales vayan cambiando de foco, concentrándose primero en la supervivencia y satisfacción de necesidades para transferirse o ampliarse después al desarrollo humano y social. La “humanización” del desarrollo económico, la ampliación de la visión del desarrollo económico promovida por NU para incluir dimensiones sociales, culturales, psicológicas, políticas y morales. Ampliación ligada a la constatación de las carencias y perjuicios atribuidos al desarrollismo económico, por un lado, y al avance de ideas humanistas patrocinadas por diversos sectores educativos, sociales y religiosos centradas en la extensión de competencias y capacidades humanas resumibles en el concepto de “desarrollo humano integral” (Lebret, 1966; Max Neef, 1993; Melé y Castellà, 2010; Benetti, 2011). Mientras esta “humanización” del desarrollo económico se da esencialmente en los países con economías agrarias de subsistencia, las aspiraciones de bienestar y desarrollo personal predominan en los países industrializados, económicamente ricos. Pueden así ser vistas como tendencias complementarias o sinérgicas en dos sentidos: 1) conceptualmente, al reclamar un desarrollo personal o social integral (completo y armónico) frente al despliegue materialista de raíz economicista (para satisfacer necesidades básicas y acumular bienes materiales); 2) históricamente, el progreso 10 técnico-económico parece llevar a la emergencia, en las clases medias, de las apetencias de bienestar y desarrollo inmaterial observadas en el Occidente rico en la segunda parte del siglo XX (Inglehart, 2006). Las dos líneas de justificación pueden, entonces, verse como la cara y la cruz del DH en distintas áreas y momentos históricos. La ambición de la psicología. El reclamo por Maslow a mediados del siglo pasado de una “psicología positiva” dejaba bien claro la tercera justificación del desarrollo humano: la ambición de la psicología. Como ciencia y profesión, la psicología estaba limitándose a sí misma tanto por la temática abarcada --la patología, la deficiencia y la necesidad humana— como por los métodos –tomados de las ciencias naturales para conseguir la ansiada respetabilidad científica. Una psicología válida debería incluir también la mitad positiva real (el comportamiento, las cualidades positivas y los logros de las personas) y el alcance potencial de los humanos y las condiciones y manera de alcanzarlo. Y debería poder usar métodos que ni restrinjan arbitrariamente los fenómenos estudiados (reduciendo la psicología a la conducta 11 observable y la patología psicológica) ni excluyan la subjetividad, la intencionalidad 12 lo contrario de lo que Maslow pedía: que en vez elevar el techo de aspiración de las 15 personas y la ciencia que las estudiaba, se esté rebajando como respuesta al retroceso económico y social. Esas reacciones son esperables –y se observan en varios sectores— en una situación de retroceso económico y social. Pero no significaría que las aspiraciones al desarrollo personal desaparecen, sino que, probablemente, se “sumergen”, pasan a un segundo plano cediendo prioridad a las de auto-sostenimiento material y psicológico de las personas hasta que las circunstancias sean más propicias. ¿Por qué? Porque las cuatro justificaciones aducidas contienen su parte de aspiraciones y verdades intemporales (la “naturaleza humana” y la metodología científica) y su parte de “construcción” o socio-histórica concreta en cada momento y situación. Características del nuevo concepto de DH La crisis económica podría ser una buena ocasión para replantear el modelo de DH, basado en consumo material y el logro económico socialmente sancionado predominante en casi todas partes ¿Cómo? Redirigiéndolo hacia el bienestar inmaterial y los logros psicológicos y morales personales (la “producción” de uno mismo que reclama Erich Fromm) e interpersonales. ¿Qué características debería tener el DH en tiempos de contracción económica y social? Desde mi punto de vista, debería (Sánchez Vidla, 2013). ▪ Superar el mero crecimiento cuantitativo (o aumento de tamaño) en busca de un desarrollo cualitativo; el DH no debe consistir en un mero aumento de ciertos atributos psicológicos, del consumo material (o simbólico) o de posesiones (como el dinero o el poder) sino en constituir una persona humana (un ser) diferente y, a ser posible, mejor. ▪ Centrarse en el ser, el poder hacer o a alcanzar significado y plenitud vital, no en el tener, adquirir bienes materiales o consumir (DH tradicional), aunque la adquisición de bienes materiales (e inmateriales) puede contribuir a colmar ciertas necesidades o al DH siempre que se integren en un esquema de fines personales previamente elaborados (sean medios externos para unos fines humanos, para un proyecto personal preexistente). ▪ Estar desligado de la acaparamiento y el exceso material, simbólico y psicológico (de información, de consumo, de gasto, de relaciones, etc.), hábitos mantenidos como inercia épocas pasadas de necesidad y déficit (en una sociedad agraria llena de escasez) en que adquirir bienes primarios necesarios y preciados (comida, albergue, vestido, etc.) era la aspiración central de la gente (para sí mismos y para el futuro de los hijos). El exceso material o simbólico (que la persona no sabe o no puede integrar en un momento evolutivo dado) aportado por la producción masiva de artefactos materiales, “información”, relaciones y valencias psicológicas (la codicia, el deseo de aprobación, la busca de la fama, la competición para ser el mejor o el primero, etc.) puede ser psicológicamente destructivo produciendo malformaciones, deformaciones y “burbujas” psicológicas (exceso de auto-estima, creerse alguien que uno no es, desconcierto e incertidumbre e incapacidad de integrar el flujo simbólico y psicológico externo, sentimiento de impotencia para satisfacer las grandes demandas y responsabilidades sociales, etc.) en vez de DH. ▪ Estar asociado al ser personal (como realización de un proyecto vital personalizado dirigido por un yo/self más o menos unitario) y cooperativo vinculado a las relaciones con otros en espacios próximos (comunitarios) y en espacios sociales más amplios. ▪ Tener en cuenta la diversidad psicológica, social y cultural respetando la pluralidad de proyectos vitales personales y colectivos. ▪ Basarse en el potencial de crecimiento personal y colectivo que no es uniforme o universal sino distinto en cantidad y cualidad para cada persona y cada colectivo aunque pueda requerir (Caplan, Sen, Doyal y Gough) el aporte de ciertos 16 suministros bio-físicos, psicosociales y socio-culturales esenciales para todos; hay, por tanto, tantas formas de realización personal (y colectiva) como individuos y agrupaciones y comunidades sociales. ▪ Debe también incluir el equilibrio psicológico de las distintas fuerzas y tendencias y el equilibrio social de los aportes externos. Así, como el crecimiento económico impulsado por tendencias expansivas incontroladas como la codicia o el interés propio (self interest) no sólo es insostenible sino que produce burbujas dañinas, el crecimiento psicológico indefinido, incontrolado y desequilibrado es igualmente insostenible y potencialmente perjudicial. No sólo por razones bio-físicas (requiere un esfuerzo 17 afecto o estimulación sensorial difícilmente podrá compensarlo o recuperarlo más 20 adelante; o, en las sociedades occidentales, si un adolescente no realiza la separación de sus padres para alcanzar la autonomía y personalidad propia puede conservar una dependencia no deseable ni considerada saludable (en nuestras sociedades). Podría así, pensarse que hay ciertas estructuras y requisitos psicológicos que se van alcanzando (o no) en la secuencia evolutiva de desarrollo de cada sociedad de forma que el desarrollo o crecimiento posterior se edifica sobre esa matriz o estructuras previas. Y que el DH se verá dificultado (¿imposibilitado?) sin esas realizaciones previas. ¿Cómo procura cada sujeto la cualidad, dosis y momento adecuado para obtener los aportes precisos para desarrollarse? Podemos pensar que en parte se produce (a partir de una edad o momento evolutivo) una búsqueda activa de los suministros precisos (en base a la “sabiduría organísmica” del sujeto); así se busca comida cuando uno tiene hambre (pero casi nadie busca normas o control aunque sean necesarios). Otra parte debería ser aportada por los “otros significativos” del sujeto (padres, próximos, etc.) o por la comunidad o sus agentes profesionales cuando las capacidades del sujeto estén dañadas o su situación personal no se lo permita (acción interpersonal y acción social, según Caplan). Algo parecido (con matices importantes en el aspecto evolutivo) se podría pensar del desarrollo social de las comunidades y grupos humanos que necesitarían ciertos aportes específicos (información, organización, poder, etc.) en dosis determinadas (que permitan la autonomía del proveedor de aportes sea este un profesional o una institución social), y en momento sociales dados (que no responden necesariamente a los esquemas evolutivos individuales). De hecho determinar cuáles son las demandas funcionales de un grupo o comunidad y el momento, dosis y forma de aportarlas (que incluye un determinado tipo de relación profesional o personal) es la tarea básica del profesional en la acción psicosocial. Enfoques psicológicos o endógenos; Jahoda: Salud mental positiva (SMP) La SMP es la idea directriz de la línea clínico-comunitaria centrada en la prevención y atención a la salud mental de la comunidad, no sólo de algunos individuos. La noción de salud mental positiva se propone como alternativa al modelo médico de trastorno mental dominante en la clínica psicológica que se juzga inviable para el trabajo comunitario en salud mental por concebir los problemas mentales como enfermedades y tratarlas por medio de fármacos e internamiento hospitalario que desarraigan a los afectados de su entorno comunitario cronificando sus dolencias y generando etiquetas socialmente estigmatizadoras. La prevención y atención integral, integrada y comunitaria de los problemas psicológicos exige conceptos y enfoques positivos como la SMP. Criterios de SMP Jahoda presenta seis dimensiones o criterios de salud mental positiva, cada uno de los cuales sería un continuo con un extremo positivo de salud y uno negativo de trastorno o enfermedad. Actitud positiva hacia sí mismo reflejada por la auto-aceptación y la confianza en uno mismo y en la capacidad de valerse por sí mismo, independientemente de los demás. Esa actitud positiva hacia sí mismo incluye los siguientes aspectos. • Acceso pleno a la conciencia de sí, sin áreas o sucesos inaccesibles o de acceso limitado por resultar su rememoración consciente dolorosa o inaceptable para el sujeto. • La objetividad y corrección del concepto de sí mismo, libre de distorsiones ligadas a procesos patológicos o necesidades irracionales. • La aceptación de uno mismo tal y como es, no como le gustaría ser. • Una identidad integrada (sólo alcanzada en la edad adulta) que incluye una 21 "mismidad" y continuidad interna identificables con un "sí mismo" (self) continuo y estable a través de los cambios del entorno. Crecimiento, actualización y desarrollo del potencial personal implícito. Cubre tres dimensiones: • Auto-concepto positivo (el criterio anterior). • Proceso motivador que guía a una persona hacia fines, valores e intereses vitales positivos que trascienden la mera subsistencia existencial. La persona usa sin restricciones sus capacidades potenciales, no limitándose a “vegetar” o satisfacer sus necesidades, y se orienta hacia el futuro, no hacia el pasado. • "Inversión" en la vida incluyendo la capacidad de "extenderse" positivamente hacia los demás, hacia 22 DH = Ampliación de las capacidades humanas (reales o potenciales) aumentando las opciones socio-culturales y económicas entre las que personas pueden elegir lo que pueden ser o hacer. ▪ Lo que las personas pueden hacer/llegar a ser con lo que tienen (con los medios/ recursos sociales, culturales económicos efectivamente aportados por sociedad). ▪ Lo que la gente puede ser o hacer en la vida: beings, desarrollo del carácter (Aristóteles) y doings, el conjunto de logros (functionings) que se pueden alcanzar (la vida que se puede llevar) en una sociedad concreta. ▪ La posibilidad de llevar una vida valiosa por las personas en que la riqueza y los medios materiales son un medio para los fines humanos escogidos como vivir una vida larga y saludable, alcanzar el conocimiento (educación), tener acceso a los recursos y servicios sociales o participar en la vida de la comunidad. Una vida buena es una vida rica en elecciones valiosas (ej. Don Quijote-Sancho). Elementos del modelo de Sen: a) Capacidades (capabilities): Aptitudes y posibilidades personales potenciales; lo que las personas pueden ser y hacer (beings + doings); su conjunto define el “potencial de agencia”. b) Logros personales: lo que las personas llegan realmente a ser o hacer (functionings); su conjunto define el tipo (o estilo) de vida. c) “Oportunidades” sociales (al alcance de los sujetos): ofrecidos por el Estado y el mercado; posibilitan la actualización de las capacidades personales como logros o “funcionamientos” (functionings) elegidos por las personas como valiosos en un contexto socio-cultural dado. d) Libertad personal de elegir entre distintos conjuntos de oportunidades (libertad para, no liberación de) importante; don Quijote ha elegido su forma de vida frugal y caballeresca, Sancho, no; para el primero eso constituye un logro (functioning) deseado y valioso, para el segundo no. e) Disponibilidad efectiva y garantizada de recursos/oportunidades para sujetos (entitlements) en un entorno social dado (ej., acceso real a la participación comunitaria o política, garantías de igualdad o disponibilidad de seguridad jurídica, acceso a la educación o al sistema de salud de todos). Ejemplo, los problemas para acceder a la atención básica de salud de los migrantes en España. Ejemplo 2: Una bicicleta puede ser un modo de trasporte o de diversión (recursos, capacidades); pero si la persona no sabe/puede montarla (carencia de capacidad) no se transforman en logros o “funcionamientos” vitales para él/ella. Capacidades Ejemplos de capacidades (y logros) de Sen; ser capaz de: estar sano, ver, evitar el hambre, ayunar, tener una vivienda, tener seguridad física, evitar ser agredido físicamente, trasladarse sin peligro, tener ropa, estar junto a los seres queridos, vivir sin ser estigmatizado, llevar una vida normal, estar equilibrado, sentirse feliz, estar satisfecho. ▪ Nussbaum, capacidades básicas: derecho a la vida digna, integridad del cuerpo; libre ejercicio de los sentidos, el pensamiento, la imaginación y las emociones; libertad de asociación; respeto de todas las especies; el juego; el control del medio ambiente. ▪ Doyal y Gough (necesidades humanas básicas): salud física y autonomía de acción (dependen de los satisfactores: alimentos nutritivos y agua limpia, alojamiento adecuado y protección frente a los elementos, ambiente laboral sin riesgos, atención sanitaria apropiada, seguridad en infancia, relaciones primarias significativas, seguridad física, seguridad económica, enseñanza adecuada, control nacimientos y seguridad embarazo-parto). Permiten participar críticamente en la forma de vida elegida (autonomía crítica). 25 Dimensiones del DH (Copenhague, 1995) 1. Equidad en la distribución de bienes y servicios sociales para todos; derecho a la educación y la salud. 2. Sostenibilidad: satisfacer las demandas de las generaciones actuales sin sacrificar las capacidades futuras. 3. Productividad: crear riqueza mediante un proceso productivo eficiente en que el crecimiento es sólo un medio para el enriquecimiento de la vida personal, el DH. 4. Fortalecimiento/empoderamiento (empowerment) capacidad de la gente de participar en las decisiones que afectan sus vidas y tener verdaderas opciones vitales. 26 5. Cooperació, participación y pertenencia a la comunidad y los grupos sociales como fuentes de enriquecimiento mutuo y significado social. 6. Seguridad frente a los riesgos y peligros de delincuencia, violencia o desempleo; libertad de amenazas crónicas de enfermedad o represión. DH psicosocial-transaccional: Modelo de suministros de Caplan y socialización El desarrollo humano es aquí el resultado de “sumar” a las capacidades individuales los aportes o suministros externos. Esos aportes pueden ser positivos o negativos, de manera que pueden añadir potencialidades operativas a las de los sujetos, o --si son negativos o inadecuados-- “restar” posibilidades de actuar a las que aquellos ya poseían. Los aportes o suministros se agrupan en tres categorías, que cubren toda la gama de necesidades y potencialidades por desarrollar de las personas: físicos, psicosociales y socioculturales. La propuesta de Caplan se puede también leer como una modelo de socialización positiva que conduce al DH, notando que la socialización implícita (que opera a través de la imitación y el ejemplo de lo que hacen otros) es con frecuencia más importante que la explícita (las reglas y consejos verbales), aunque el efecto más potente se logra combinando ambos de manera que las reglas explícitas son coherentes (no discordantes) con la conducta de quien las emite. Suministros físicos, aseguran el crecimiento corporal, mantenimiento de la salud y protección del daño externo. Incluyen alimentación, vivienda, entorno y medio ambiente, estimulación sensorial y disponibilidad del ejercicio físico (y, se podría añadir, dinero). Suministros psicosociales. Se ocupan de la estimulación y desarrollo intelectual y afectivo de la persona logrados en base a la relación interpersonal con miembros significados de la familia, los iguales y los superiores jerárquicos en la escuela, la iglesia y el trabajo. Los aportes son "transmitidos" por la influencia ejercida en los intercambios cara a cara entre cada individuo y las personas (“otros significativos”) con que se compromete emocionalmente y con las que desarrolla relaciones continuadas y duraderas. Estos suministros ayudan a satisfacer las necesidades interpersonales, obtener información y desarrollar papeles sociales según patrones establecidos. En tales interacciones se intercambian --se reciben y también se dan-- tres tipos de suministros: • Amor/afecto, que contribuye al desarrollo de la autoestima y la seguridad en sí mismo. • Control, limitación y responsabilidad (aprendizaje de reglas, límites y consecuencias); aportes normativos ligados al mantenimiento de la autoridad y las normas sociales. • Participación en la actividad social a través, por ejemplo, del grado de independencia o apoyo de otros al afrontar una tarea. Habría que añadir como contenido relevante de estos suministros la forma en que se desarrolla esa participación: cooperación y colaboración --que fomenta la solidaridad e interdependencia-- o competición, que fomenta la autonomía individual. Cada contenido se intercambia preferentemente en uno u otro contexto relacional. Los aportes afectivos en la familia (rol materno); los normativos jerárquicos primariamente en la familia (rol paterno) y secundariamente en la escuela y el trabajo; los aportes normativos cooperativos en el grupo de iguales. Y así sucesivamente. En una relación “sana”, la persona percibe, respeta y trata de satisfacer las necesidades de los otros a través de intercambios conformes con sus respectivos papeles sociales y valores culturales. En una relación en que la provisión de aportes psicosociales es inapropiada, la persona se relaciona con quienes no pueden 27 macro-sociales) externos precisos para satisfacer necesidades (y alcanzar capacidades) sociales básicas; Caplan añade, en fin, los aportes psicosociales (y socioculturales) proponiendo una integración personal y un proceso metodológico para asegurar la provisión de aportes. La psicología evolutiva proporcionaría un modelo dinámico y empíricamente contrastado del crecimiento humano normalizado (y una metodología de estudio y descripción) que necesita ser complementado por las teorías de la personalidad y las de la constitución social de la persona (sujeto o self). ¿Podemos a partir de lo expuesto trazar un croquis del DH con los grandes trazos de su estructura? Aventuro un mapa inicial con tres componentes estructurales básicos y dos complementarios. Componentes básicos del DH serían: 30 A. El contenido: las características o cualidades humanas que definen a la “persona desarrollada” cuyo conjunto integrado marcará el fin a perseguir en la acción psicosocial. B. Los nutrientes o aportes sociales, por un lado, y las aptitudes psicológicas, por otro, que --como medios externos e internos— son precisos para alcanzar o favorecer el DH así definido. C. Un modelo o fórmula del DH que aclare el camino que va de B a A, especificando la relación entre los medios (y requisitos) internos y externos del DH, por un lado, y el fin de DH individual (la persona desarrollada) o colectivo (la comunidad o sociedad desarrollada) a conseguir, por otro. Y dos elementos adicionales del DH a considerar serán D. La presencia (a partir de un cierto momento evolutivo) de un agente psicológico unificado (yo, self, sujeto) dotado de propósito que defina los fines a alcanzar, dirigiendo la búsqueda de aportes o medios precisos y evaluando los progresos realizados. E. Unas agencias sociales (instituciones) razonablemente unitarias y portadoras de deseos y proyectos colectivos a realizar por el conjunto de papeles (asumidos por personas) que las componen y para los que habrán de aportar medios materiales y simbólicos (estructuras materiales y sociales, significados, valores, poder, etc.). La coincidencia o discrepancia de los objetivos marcados por la agencia personal (los individuos) y la social (las instituciones) registrará en cada momento histórico y contexto social diversos grados de sinergia o conflicto entre las posibilidades individuales o grupales de realización y los designios sociales generales determinando, también, los medios que las instituciones sociales aportarán al desarrollo de grupos o individuos. Así, puede ser que una persona o grupo necesite (o desee) afecto, pertenencia o valores orientadores pero “la sociedad” (o la comunidad) sólo aporte trabajo, consumo material, anomia e interacciones utilitarias desprovistas de carga afectiva. También puede ser que los deseos o necesidades de ciertas personas o grupos tengan un cariz tan egoísta o hedonista que impidan la realización de funciones y tareas esenciales para el mantenimiento de la institución (una familia, una escuela) que requiere coordinación y esfuerzo colectivo sostenido y compromiso personal. O puede suceder que la evolución socio-cultural permita en un cierto momento el reconocimiento de determinadas “categorías” o sujetos sociales (el niño, la mujer autónoma, el “enfermo mental” como persona) o extiendan la gama de papeles y actividades socialmente legítimas ampliando así notablemente las posibilidades de realización de esos grupos y humanizando de paso la sociedad de que son parte. ¿Qué papel tienen las corrientes constituyentes del DH en el esquema global esbozado? Como se ha indicado, la propuesta de salud mental positiva y los sistemas de la PH desvelan el contenido finalista (A) del DH; el esquema de Caplan explicita los nutrientes psicosociales y socioculturales (B) junto a un modelo procesal (C) de conexión entre fines y aportes (entre B y A); la propuesta de Sen y NU (y otras formulaciones socio-políticas sobre necesidades humanas) describen tanto los aportes económicos e inmateriales (B) como las necesidades humanas a satisfacer o las capacidades colectivas a alcanzar (A). Tres campos de estudio pueden ayudarnos a comprender la agencia humana integradora (D): el de la personalidad, la literatura socio-psicológica del self y la psicología evolutiva. La presencia y efectos de agencias sociales o institucionales (E) pueden, en fin, inferirse de análisis de la sociología clásica y contemporánea (Merton, Gerth y Mills, T. Parsons, Daniel Bell) o, en su aspecto negativo, de la crítica de la sociedad de masas o la contracultura de mediados del siglo pasado. Definiciones del DH 31 • Persona que gozando de una percepción correcta y empática de sí y del mundo se conoce y estima a sí misma, desarrolla su potencial interno alcanzando una integración armónica e integración vital de las distintas instancias psicológicas así como una autonomía personal y un dominio del entorno físico y psicosocial razonables (Jahoda). • Persona o sujeto que teniendo una percepción realista (y una capacidad de conocimiento objetivo) de sí mismo o de otros, alcanza la seguridad emocional, autoaceptación y el dominio de sí mismo, es capaz de tener relaciones cálidas con otros y de “extenderse” más allá de sí mismo hacia el mundo y los demás en base a una filosofía vital unificada que aporta unidad psicológica y orientación valorativa (Allport). • Actualización del potencial personal satisfaciendo las necesidades fisiológicas, de seguridad y protección, de afecto y afiliación social, de estimación y respeto por parte de los otros, y de 32 Griffin, K. (2001). 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