Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

distensibilidad vascular, Resúmenes de Medicina

fisiología sobre la distensibilidad de los vasos sanguíneos

Tipo: Resúmenes

2019/2020

Subido el 23/11/2020

galilea-villarreal
galilea-villarreal 🇲🇽

4.8

(5)

14 documentos

1 / 17

Toggle sidebar

Documentos relacionados


Vista previa parcial del texto

¡Descarga distensibilidad vascular y más Resúmenes en PDF de Medicina solo en Docsity! Distensibilidad vascular y funciones de los sistemas arterial y venoso Distensibilidad vascular Una característica muy importante del aparato vascular es que todos los vasos sanguíneos son distensibles. La naturaleza distensible de las arterias las permite acomodarse al gasto pulsátil del corazón y superar las pulsaciones de la presión. Esta capacidad proporciona un flujo de sangre continuo y homogéneo a través de los vasos sanguíneos muy pequeños de los tejidos. Con diferencia, los vasos más distensibles del cuerpo son las venas, capaces de almacenar 0,51 l de sangre extra con incrementos incluso leves de la presión venosa. Por tanto, las venas ejercen de reservorio para almacenar grandes cantidades de sangre extra que puede utilizarse siempre que se requiera en cualquier otro punto de la circulación. Unidades de distensibilidad vascular La distensibilidad vascular se expresa como el incremento fraccionado del volumen por cada milímetro de mercurio que aumenta la presión, según la fórmula: Es decir, si 1 mmHg provoca el aumento de volumen de 1 ml en un vaso que originalmente contenía 10 mm de sangre, la distensibilidad sería de 0,1 por mmHg o del 10% por mmHg. Las venas son mucho más distensibles que las arterias Las paredes de las arterias son más gruesas y bastante más fuertes que las de las venas, por lo que, como media, las venas son unas ocho veces más distensibles que las arterias. Es decir, un incremento dado de la presión provoca un incremento de sangre ocho veces mayor en una vena que en una arteria de tamaño comparable. En la circulación pulmonar, la distensibilidad de la vena pulmonar es similar a la de la circulación sistémica. Sin embargo, las arterias pulmonares normalmente actúan con presiones que son aproximadamente la sexta parte de las que funcionan en el sistema arterial sistémico y su distensibilidad es, por tanto, unas seis veces mayor que la de las arterias sistémicas. Compliancia vascular (o capacitancia vascular) Este valor se conoce como compliancia o capacitancia del lecho vascular respectivo, es decir: Compliancia y distensibilidad son dos conceptos muy diferentes. Un vaso muy distensible que tiene un volumen pequeño puede tener una compliancia mucho menor que un vaso mucho menos distensible que tenga un volumen grande, porque compliancia es igual a distensibilidad por volumen. La compliancia de una vena sistémica es 24 veces mayor que la de su arteria correspondiente porque es 8 veces más distensible y tiene un volumen 3 veces mayor (8 × 3 = 24). Curvas de volumenpresión de las circulaciones arterial y venosa La curva de volumen-presión es una forma cómoda de expresar la relación presión-volumen en un vaso o en cualquier porción de la circulación. Las curvas trazadas con líneas continuas en rojo y azul representan, respectivamente, las curvas de volumen-presión del sistema arterial y sistema venoso sistémico normal, demostrando que cuando el sistema arterial de un adulto normal (con todas sus arterias grandes, pequeñas y arteriolas) se llena con 700 ml de sangre, la presión arterial media es de 100 mmHg, pero la presión cae a cero cuando se llena con solo 400 ml. En todo el sistema venoso sistémico el volumen varía entre 2.000 y 3.500 ml y se necesita un cambio de varios cientos de mililitros en este volumen para cambiar la presión venosa solo en 3 o 5 mmHg. Esta exigencia Algunas situaciones fisiopatológicas de la circulación provocan perfiles anormales de la onda de pulso de presión, además de alterar la presión de pulso. Entre ellas, son particularmente importantes la estenosis aórtica, el conducto arterioso permeable y la insuficiencia aórtica. En personas con estenosis valvular aórtica el diámetro de apertura de esta válvula está significativamente reducido y la presión de pulso aórtica disminuye también significativamente porque disminuye el flujo sanguíneo que sale por la válvula estenótica. En personas con conducto arterioso permeable, la mitad o más de la sangre que bombea el ventrículo izquierdo hacia la aorta fluye inmediatamente hacia atrás a través del conducto muy abierto hacia la arteria pulmonar y los vasos sanguíneos pulmonares, con lo que se produce un gran descenso de la presión diastólica antes del siguiente latido cardíaco. En casos de insuficiencia aórtica esta válvula está ausente o no se cierra por completo, por lo que después de cada latido la sangre que se acaba de bombear hacia la aorta fluye inmediatamente hacia atrás, hacia el ventrículo izquierdo. En consecuencia, la presión aórtica cae hasta cero entre los latidos y además no se produce la escotadura del perfil del pulso aórtico, porque no hay ninguna válvula aórtica que cerrar. Transmisión de los pulsos de presión hacia las arterias periféricas Cuando el corazón expulsa la sangre hacia la aorta durante la sístole, primero se distiende solo la porción proximal de la aorta porque la inercia de la sangre impide el movimiento brusco de la sangre hacia la periferia. El aumento de la presión en la aorta proximal supera rápidamente esta inercia y el frente de onda de distensión se va extendiendo a lo largo de la aorta. Este fenómeno se conoce como transmisión del pulso de presión en las arterias. Etapas progresivas de la transmisión del impulso de presión a lo largo de la aorta. La velocidad de la transmisión del pulso de la presión en la aorta normal es de 3 a 5 m/s, de 7 a 10 m/s en las ramas arteriales grandes y de 15 a 35 m/s en las pequeñas arterias. En general, cuanto mayor sea la compliancia de cada segmento vascular, más lenta será la velocidad, lo que explica la transmisión lenta en la aorta y mucho más rápida en las arterias distales pequeñas, mucho menos distensibles. En la aorta, la velocidad de transmisión del impulso de la presión es 15 veces mayor, o más, que la velocidad del flujo sanguíneo porque el impulso de la presión simplemente es una onda de presión que se desplaza con un escaso movimiento anterógrado del volumen de sangre total. Los pulsos de presión se amortiguan en las arterias más pequeñas, arteriolas y capilares Se muestran los cambios típicos del perfil del pulso de presión a medida que se va desplazando hacia los vasos periféricos. De hecho, solo se pueden observar pulsaciones en los capilares cuando la pulsación aórtica es muy grande o cuando las arteriolas están muy dilatadas. Cambios del perfil del impulso de presión a medida que la onda del pulso viaja hacia vasos más pequeños. Esta disminución progresiva de las pulsaciones en la periferia es lo que se conoce comoamortiguación de los pulsos de presión. El origen de esta amortiguación es doble: 1) la resistencia al movimiento de la sangre en los vasos. 2) la compliancia de estos. La resistencia amortigua las pulsaciones porque debe haber una pequeña cantidad del flujo sanguíneo anterógrado en el frente de la onda de pulso para distender el siguiente segmento del vaso, cuanto mayor sea la resistencia, más difícil es que suceda. Métodos clínicos para medir las presiones sistólica y diastólica No resulta práctico usar registradores de presión que requieran la inserción de la aguja dentro de una arteria para obtener determinaciones sistemáticas de la presión arterial en nuestros pacientes, aunque estos tipos de registradores se utilizan a veces cuando se requieren estudios especiales. Por el contrario, el médico determina las presiones sistólica y diastólica por medios indirectos, habitualmente por un método de auscultación. Método de auscultación 1. Se coloca el estetoscopio sobre la arteria antecubital y se infla un manguito de presión arterial en la parte alta del brazo. 2. Mientras el manguito comprima el brazo con una presión insuficiente para cerrar la arteria braquial 3. No oiremos el latido de la arteria antecubital con el estetoscopio 4. Pero cuando la presión sea suficientemente elevada para cerrar la arteria durante parte del ciclo de presión arterial 5. Se oirá un sonido con cada pulsación 6. Estos sonidos se conocen como ruidos de Korotkoff Los ruidos de Korotkoff se deben principalmente al chorro de sangre que atraviesa ese vaso parcialmente ocluido y a las vibraciones de la pared del vaso. El chorro provoca turbulencias del vaso más allá del manguito, con lo que se consigue que las vibraciones se oigan a través del estetoscopio Al determinar la presión arterial por este método con auscultación, la presión del manguito primero se eleva por encima de la presión sistólica 1. Mientras que la presión del manguito sea mayor que la presión sistólica, la arteria braquial se mantiene colapsada hasta que no haya ningún chorro de sangre hacia la parte distal de la arteria 3. Dilatación de las arteriolas, lo que disminuye la resistencia periférica y permite que el flujo de sangre entre las arterias y las venas sea más rápido. Los mismos factores que regulan la presión en la aurícula derecha también contribuyen a la regulación de gasto cardíaco. La presión normal en la aurícula derecha es de 0 mmHg, que es igual a la presión atmosférica en todo el organismo. Puede aumentar hasta 20 o 30 mmHg en condiciones muy anormales como: 1) Insuficiencia cardíaca grave. 2) Después de una transfusión masiva de sangre, lo que aumenta en gran medida el volumen total de sangre y hace que cantidades excesivas de sangre intenten llegar al corazón desde los vasos periféricos. Resistencia venosa y presión venosa periférica Las venas grandes ejercen tan poca resistencia al flujo sanguíneo cuando están distendidas que la resistencia es casi cero, y prácticamente no tiene importancia. La mayoría de las venas grandes que entran en el tórax están comprimidas en muchos puntos por los tejidos circundantes, lo que supone un obstáculo al flujo. Por ejemplo, las venas de los brazos se comprimen en las angulaciones bruscas que forman sobre la primera costilla. Además, la presión de las venas del cuello a menudo desciende tanto que la presión atmosférica que hay en el exterior del cuello provoca su colapso. Por estos motivos, las grandes venas ofrecen la misma resistencia al flujo sanguíneo y, debido a ello, la presión de las venas pequeñas más periféricas en una persona que está en posición decúbito es entre +4 y +6 mmHg mayor que la presión en la aurícula derecha. Efecto de la presión elevada en la aurícula derecha sobre la presión venosa periférica. Cuando la presión en la aurícula derecha aumenta por encima de su valor normal de 0 mmHg, la sangre comienza a volver a las venas grandes. Entonces, como la presión en la aurícula derecha sigue aumentando, se produce el aumento correspondiente de la presión venosa periférica en las extremidades y en todo el cuerpo. Como el corazón debe estar muy debilitado para que la presión en la aurícula derecha aumente hasta +4 o +6 mmHg, suele encontrarse una presión venosa periférica que no está elevada incluso en etapas iniciales de insuficiencia cardíaca siempre y cuando la persona se encuentre en reposo. Efecto de la presión intraabdominal sobre las presiones venosas de las piernas La presión de la cavidad abdominal de una persona en decúbito normalmente alcanza una media de +6 mmHg, pero puede aumentar hasta +15 o +30 mmHg como consecuencia del embarazo, de tumoresgrandes, de obesidad abdominal o de la presencia de líquido excesivo (lo que se conoce como «ascitis») en la cavidad abdominal. Cuando la presión intraabdominal aumenta, la presión de las venas de las piernas debe incrementarse por encima de la presión abdominal antes de que las venas abdominales se abran y permitan el paso de la sangre desde las piernas al corazón. Es decir, si la presión intraabdominal es de +20 mmHg, la presión más baja posible en las venas femorales también es de +20 mmHg aproximadamente. Efecto de la presión gravitacional sobre la presión venosa En cualquier organismo de agua que esté expuesto al aire, la presión en la superficie del agua es igual a la presión atmosférica, pero aumenta 1 mmHg por cada 13,6 mm de distancia por debajo de la superficie. Esta presión es consecuencia del peso del agua y, por tanto, se denomina presión gravitacional o hidrostática. La presión gravitacional también se produce en el aparato vascular del ser humano por el peso de la sangre en las venas. Cuando una persona está en bipedestación, la presión de la aurícula derecha se mantiene en torno a 0 mmHg porque el corazón bombea en las arterias cualquier exceso de sangre que intente acumularse en ese punto. En un adulto que está de pie y absolutamente quieto la presión de las venas en los pies es de unos +90 mmHg, sencillamente por el peso gravitacional de la sangre en las venas entre el corazón y los pies. Las presiones venosas en los demás niveles del organismo varían proporcionalmente entre 0 y 90 mmHg. Efecto de la presión gravitacional en las presiones venosas en todo el cuerpo en una persona en bipedestación. Las venas de los brazos la presión a nivel de la costilla superior es de +6 mmHg por la compresión de la vena subclavia cuando pasa por encima de ella, pero la presión gravitacional al bajar por el brazo está determinada por la distancia que hay por debajo de esta costilla. Si la diferencia gravitacional entre el nivel de la costilla y la mano es de +29 mmHg, esta presión gravitacional se suma a los +6 mmHg de presión provocados por la compresión de la vena cuando atraviesa la costilla, con lo que obtenemos un total de +35 mmHg de presión en las venas de la mano. Las venas del cuello de una persona que esté de pie se colapsan casi por completo en todo su recorrido hasta el cráneo, por la presión atmosférica que hay fuera del cuello. Por otra parte, las venas del interior del cráneo se encuentran dentro de una cámara no colapsable (la cavidad craneal), por lo que no se pueden colapsar. En consecuencia, puede haber una presión negativa en los senos de la dura de la cabeza, en bipedestación la presión venosa del seno sagital de la parte superior del cráneo es de –10 mmHg, por la «aspiración» hidrostática que existe entre la parte superior y la base del cráneo. Efecto del factor gravitacional sobre la presión arterial y otras presiones El factor gravitacional también afecta a las presiones de las arterias periféricas y los capilares. Cuando se afirma que la presión arterial es de 100 mmHg, se está diciendo que esta es la presión a nivel gravitacional del corazón, pero no necesariamente en otra parte del territorio arterial Válvulas venosas y «bomba venosa»: efecto sobre la presión venosa Si no hubiera válvulas en las venas el efecto de la presión gravitacional haría que la presión venosa de los pies fuera siempre de +90 mmHg en un adulto en bipedestación. obstáculo en el sistema venoso hasta que la presión en la válvula tricúspide vuelve a aumentar a la normalidad. 3. El corazón actúa como un regulador de retroalimentación de presión en la válvula tricúspide. Función de reservorio de sangre de las venas Tal como ya hemos mencionado en el capítulo 14, más del 60% de toda la sangre venosa del sistema circulatorio suele encontrarse en las venas. Por este motivo, y porque las venas son tan distensibles, se dice que el sistema venoso actúa como un reservorio sanguíneo en la circulación. Cuando la sangre sale del organismo y la presión arterial comienza a caer, se activan señales nerviosas desde los senos carotídeos y otras zonas de la circulación sensibles a la presión. A su vez, estas señales provocan otras señales nerviosas cerebrales y la médula espinal, principalmente a través de los nervios simpáticos hacia las venas, provocando su constricción. Este proceso acapara gran parte del efecto provocado en el sistema circulatorio por la pérdida de sangre. Reservorios sanguíneos específicos Algunas porciones del sistema circulatorio también son tan extensas o distensibles que se conocen como «reservorios sanguíneos específicos». Estos reservorios incluyen:  El bazo, cuyo tamaño a veces disminuye tanto como para liberar hasta 100 ml de sangre hacia otras áreas de la circulación  El hígado, cuyos senos liberan varios cientos de mililitros de sangre hacia el resto de la circulación  Las venas abdominales grandes, que contribuyen hasta con 300 ml  Los plexos venosos situados bajo la piel, que pueden contribuir también con varios cientos de mililitros El corazón y los pulmones, aunque no forman parte del sistema de reservorio venoso sistémico, también pueden considerarse reservorios sanguíneos. El bazo como reservorio para almacenar eritrocitos El bazo tiene dos áreas independientes para almacenar la sangre: los senos venosos y la pulpa. Los senos pueden ingurgitarse igual que cualquier otra parte del sistema venoso y almacenar sangre total. En la pulpa del bazo los capilares son tan permeables que la sangre total, incluidos los eritrocitos, rezuma a través de las paredes de los capilares hacia la malla trabecular, formando la pulpa roja. Los eritrocitos quedan atrapados por las trabéculas La pulpa roja del bazo es un reservorio especial que contiene grandes cantidades de eritrocitos concentrados que pueden expulsarse a la circulación general siempre que el sistema nervioso simpático se excite En otras zonas de la pulpa esplénica hay islotes de leucocitos que colectivamente se denominan pulpa blanca. En esta pulpa se fabrican células linfoides similares a las fabricadas en los ganglios linfáticos, forma parte del sistema inmunitario del organismo Función de limpieza de la sangre en el bazo: eliminación de células viejas Las células sanguíneas que atraviesan la pulpa esplénica antes de entrar en los senos son cuidadosamente exprimidas, por lo que se puede esperar que los eritrocitos frágiles no superen este traumatismo. Muchos de los eritrocitos destruidos en el organismo encuentran su destino final en el bazo. Después de la rotura de las células la hemoglobina liberada y el estroma celular son digeridos por las células reticuloendoteliales del bazo y los productos de la digestión son reutilizados en su mayoría en el organismo como nutrientes, a menudo para elaborar células sanguíneas nuevas. Células reticuloendoteliales en el bazo La pulpa del bazo contiene muchas células reticuloendoteliales fagocíticas grandes y los senos venosos están recubiertos por células similares. Estas células funcionan dentro de un sistema de limpieza de la sangre, actuando en concierto con un sistema similar de células reticuloendoteliales de los senos venosos del hígado. Cuando la sangre está invadida por microorganismos infecciosos las células del sistema reticuloendotelial del bazo eliminan rápidamente los restos, bacterias, parásitos,etc. El bazo aumenta de tamaño en muchos procesos infecciosos crónicos, de la misma forma en que los ganglios linfáticos aumentan de tamaño y después realizan su función de limpieza aún con mayor avidez. CONCLUSION En conclusión, todos los vasos sanguíneos tienen una característica que es la distensabilidad, o sea que tienen la capacidad para distenderse y contraerse apropiadamente en respuesta a los cambios de volumen y de presión. Esto nos va a ayudar a que el flujo sanguíneo a través de los vasos sea suave y continuo. Siendo esto de importancia ya que a media que estos vasos sanguíneos van perdiendo la distensibilidad de las paredes de los vasos, es un marcador de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y para la morbilidad subsecuente. Bibliografía  Guyton, A. C., i Pi, A. F., & Zarza, R. E. (1971). Tratado de fisiología médica (No. 612 G898 1984.). México: Interamericana.  Costanzo, L. S., & Gómez, J. P. (2000). Fisiologia. McGraw-Hill Interamericana.
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved