Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

La Monarquía Común de Castilla y Aragón: El Traslado de Poder, Apuntes de Historia de España

Historia de la monarquía españolaHistoria de EuropaHistoria de España medieval

La lucha por el poder entre la nobleza y la monarquía en Castilla y Aragón durante el siglo XV, especialmente en el contexto de la muerte sin descendencia de Martín 'El Humano' de Aragón y la decisión de Juan II de Castilla de casar a su hijo Fernando con Isabel de Castilla. La documento también detalla la Guerra Civil entre Isabel y Juana 'La Beltraneja', la Paz de Alcaçobas y la expansión de Castilla bajo los reinados de Isabel y Fernando. Además, se menciona la creación del Consejo Real y la aparición de virreyes, la emigración masiva de personas afectadas por estas decisiones y la relación entre Catalina de Aragón y Enrique VIII, que condujo a la creación de la Iglesia Anglicana.

Qué aprenderás

  • ¿Cómo se resolvió la Guerra Civil entre Isabel y Juana 'La Beltraneja'?
  • ¿Qué sucedió cuando el rey Martín 'El Humano' de Aragón murió sin descendencia?
  • ¿Qué sucedió durante la Guerra Civil entre Isabel y Juana 'La Beltraneja'?
  • ¿Qué decisiones tomó Pedro I de Castilla para reducir las prebendas de la nobleza?
  • ¿Qué papel desempeñaron Aragón y Portugal en la Guerra Civil?

Tipo: Apuntes

2021/2022

Subido el 10/02/2022

usuario desconocido
usuario desconocido 🇪🇸

1 documento

1 / 16

Toggle sidebar

Documentos relacionados


Vista previa parcial del texto

¡Descarga La Monarquía Común de Castilla y Aragón: El Traslado de Poder y más Apuntes en PDF de Historia de España solo en Docsity! EDAD MODERNA INICIAL 1. INTRO. 2. REYES CATÓLICOS. LLEGADA AL TRONO. CARACTERÍSTICAS DE SU REINADO: POLÍTICA INTERIOR y EXTERIOR. 3. LOS AUSTRIAS MAYORES: CARLOS I y FELIPE II. 4. LOS AUSTRIAS MENORES: FELIPE III, FELIPE IV y CARLOS II. 1. INTRO La Edad Moderna tiene dos fechas de inicio según la historiografía del país estemos hablando. Para algunos, este periodo comenzó con la caída de Constantinopla, capital del antiguo imperio romano de oriente (también llamado imperio bizantino), a manos de los turcos en el 1453. Para la historiografía en España, el inicio de la Edad Moderna tiene lugar en 1492, con el Descubrimiento de América. En cualquier caso, ambas fechas son válidas (Y utilizaremos las dos a lo largo del año). No obstante, ya el siglo XV venía siendo un periodo de cambios estructurales (en la política, en la sociedad y en la economía) que fueron gestándose desde tiempo atrás. Siglo VIII - X -> En el siglo VIII, la península ibérica está prácticamente dominada por los musulmanes (Al-Ándalus). En este mismo siglo comenzaron a aparecer los primeros focos de resistencia contra la autoridad islámica. Desde el siglo VIII hasta el X asistiremos a un proceso de formación y creación de diversos reinos hispanos-cristianos. Por otro lado, en el siglo IX surge el feudalismo, modelo social y económico característico de la Edad Media que ya se había estado configurando siglos atrás. El feudalismo parte de un lote de tierras otorgados por un rey a un noble o a un miembro del clero para que este lo gestione y lo administre. Esto es tomar decisiones, impartir justicia, recaudar impuestos, hacer levas y mantener el orden y la paz social dentro del feudo. Con el feudo como nexo de unión, se establecerán una serie de relaciones de interdependencia entre el rey y la nobleza y el clero, y a su vez, entre estos últimos con el campesinado. Carlomagno, emperador franco, en su pretensión de consolidar una marca o frontera con Al-Ándalus, confía a una serie de nobles cercanos a él feudos en el norte de la península ibérica. Fueron los primeros feudos establecidos en dicho territorio. Tales lotes de tierra le fueron dados a unos condes, de ahí que estos feudos fueran condados. Siglo XI -> Los reinos hispanos-cristianos ya se han consolidado y expandido sus fronteras. Habían nacido como feudos -condados todos ellos- y acabaron por transformarse en organizados reinos. Estos ya ejercen un dominio efectivo sobre los valles del Duero y del Ebro. En cambio, Al-Ándalus, desde la disolución del califato en este siglo, no conocerá más que una e interrumpida etapa de ocaso y decadencia a causa de la presión de los reinos cristianos y también a causa de sus luchas internas. También en el siglo XI asistiremos a un periodo en el que el aumento de la producción agroganadera va a generar un mayor número de excedentes. Esto a su vez favorecerá las relaciones comerciales y a la circulación monetaria. En este contexto, las ciudades también se verán beneficiadas y se conocerá un reflorecimiento de las mismas. La clase dominante en estas ciudades será el patriciado urbano, que acabarán por convertirse en unas pequeñas oligarquías locales (oligarquía -> gobierno de unos pocos, normalmente, los más ricos). Siglo XIII -> Los reinos hispanos-cristianos han avanzado muchísimo. Tras la batalla de las Navas de Tolosa, la hegemonía cristiana es incontestable. Por su parte, en el 1246 se crea el Reino Nazarí de Granada. Las fronteras entre cristianos y musulmanes permanecerán más o menos estables durante un largo periodo de tiempo a causa de las luchas internas y revueltas sociales que se darán en este siglo y en los siguientes. La monarquía, pretende fortalecer su institución a costa de la nobleza y el clero y así eliminar la fuerte dependencia que mantenía con estos dos estamentos, los cuales le plantarán una oposición a esta iniciativa. Siglo XIV -> “Pequeña Era Glacial”, es decir, a finales del siglo XIII y principios del XIV se experimenta una considerable bajada de temperaturas, lo que provocará lluvias, heladas, etc. que arruinen las cosechas de los agricultores. Estas pérdidas ocasionarán un descenso de la producción considerable. A su vez, al disminuir la oferta de los productos, el precio subirá, lo que hará que se dificulte el acceso a la comida por parte del campesinado. A esto, le sucederán hambrunas y/o malnutrición. Por otro lado, la “Peste Negra”, que alentada por la malnutrición de la población, multiplicará sus efectos devastadores sobre una población completamente vulnerable. En este contexto y en este siglo: - Castilla: El rey era Pedro I, quien se embarcó en una lucha contra la nobleza con el afán de dotar de mayor autonomía a la institución monárquica. La nobleza y el clero se opusieron y propusieron a su candidato: Enrique II, quien saldría victorioso. Esta sería la primera vez que un Trastámara entre en la corona de Castilla. - Aragón: A principios del siglo XV muere el rey Martín “El Humano” sin descendencia. En un acuerdo llamado el Compromiso de Caspe, los principales reinos de Aragón (Condados Catalanes, Reino de Aragón, Reino de Valencia y Reino de Mallorca) deciden que el futuro rey sea Fernando I de Antequera. Sería también la primera vez que un Trastámara pasase a reinar en Aragón. Ni mucho que decir tiene que ya en el primer cuarto de este siglo XV, la misma dinastía gobernaba en Castilla y Aragón. - Por otro lado y en relación a fundamentar el poder de los RR.CC. en la religión católica, se tomaron también una serie de decisiones tratando de homogeneizar a la población en la misma religión, obviando las minorías religiosas con las que se había convivido en la p.ib. durante el Al-Ándalus. En base a esta dirección se tomaron varias medidas: 1) Instauración del Consejo Supremo de la Inquisición en 1478 para combatir todos aquellos delitos de fe. Perseguían a todos aquellos que se desviaran del pensamiento y dogma (teoría) católico, tachándolos en tales casos de herejes. La homosexualidad, la blasfemia o la bigamia eran delitos por los que la Inquisición podía intervenir. Este Consejo o Tribunal estaba presente tanto en Castilla como en Aragón y dependía directamente de la monarquía. 2) En un principio, no se terminaba de homogeneizar a la población, de ahí a que se decretara la expulsión de los judíos de España (Sefarad, como los judíos llaman a España). Esto ocurre en 1492. Entre 100.000 y 70.000 personas fueron afectadas por esta decisión y tuvieron que exiliarse en otros países como Marruecos, Portugal, Países Bajos, Italia, etc. Muchos otros encontraron refugio en las Islas Canarias, donde la aplicación de la Inquisición era mucho más laxa. Por otro lado, los sefardíes (judíos españoles) que se quedaron y que mantuvieron sus costumbres, tradiciones y su lengua, fueron bautizados y convertidos. No obstante, ante las dudas de la sinceridad de su conversión, estuvieron siempre vigilados. 3) Otro colectivo que no tardó en ser expulsado del reino de los RR.CC. fueron los mudéjares. Tras una revuelta protagonizada por la comunidad musulmana en Alpujarras (amplia región que acoge las actuales Granada y Almería), se decretó el bautismo forzoso en 1499. Para 1502, no se consiguieron los resultados esperados por lo que se expulsó a aquellos que no aceptaron el bautismo en Castilla. En 1525 ocurriría lo mismo en Aragón. Los moriscos, musulmanes bautizados tras los hechos narrados, vieron fallidas sus esperanzas de tolerancia religiosa, tal y como se les había prometido tras la capitulación del Reino Nazarí de Granada en 1492. 4) Fomento de las regalías, es decir, derecho de los reyes al intervenir en asuntos internos de la Iglesia (en España). Esto se vio manifestado sobre todo en los nombramientos de los cargos de los obispos llevados a cabo por los reyes. En 1496, el papa Alejandro VI les otorgó el título de Reyes Católicos. Características de su Reinado: Política Exterior. La política exterior de los RR.CC. estuvo focalizada en varios frentes: 1) Unificación de la península ibérica: - Conquista del Reino Nazarí de Granada. Rendición de este en 1492. Hasta el momento había sido vasalla de Castilla. - Anexión de Navarra. El Reino de Navarra se había quedado sin posibilidades de expansión al quedar rodeado de poderosos enemigos: Reino de Francia, Reino de Aragón y Reino de Castilla. En el siglo XIV, inició un acercamiento al Reino de Francia, lo que supuso la entrada de dinastías francesas al trono navarro. Esto fue hasta el siglo XV (1425), momento en el que Juan II de Aragón, viudo de la última reina procedente de una dinastía francesa (Blanca) fue proclamado también rey de Navarra. Este rey entraría en conflicto con su hijo Carlos por el trono de Navarra y a quién se lo había heredado realmente su abuelo, generando una guerra civil que acabó debilitando al reino. Esta situación la aprovechó Fernando de Aragón (ya siendo viudo de Isabel) para conquistar el reino en 1512 y agregarla a Castilla. No obstante, esta situación se formalizó en 1515. El Reino de Navarra permaneció bajo dominio castellano a pesar de los intentos de volver a vincularse con el Reino de Francia. - Portugal. Con este reino se inició un acercamiento a través de enlaces matrimoniales. Isabel, hija de los RRCC, fue casado con Alfonso de Portugal (nieto de Alfonso V de Portugal, quien había casado con Juana “La Beltraneja”). Posteriormente, Isabel casaría con Manuel “El Afortunado”. Tras morir Isabel, su hermana María, también hija de los RRCC, se casa con este mismo Manuel. A pesar de esto, Portugal mantuvo su independencia y siguió siendo otro reino más. De hecho, competía por la hegemonía en Europa con Castilla, Aragón y otros reinos emergentes de este periodo. 2) Y ya fuera de la península ibérica: - El Reino de Nápoles estaba bajo dominio aragonés desde 1503. No obstante, Francia trataba de hacerse con él. Fue un periodo en el que hubo una intensa rivalidad con el reino francés. - Norte de África. Se conquistaron las plazas de Melilla en 1497, más tarde Orán y Argel (Argelia) y Trípoli (Libia). Estas localidades costeras eran importantes para combatir la piratería berberisca y el avance de los turcos por el Mediterráneo. - Islas Canarias. Desde 1402, señores feudales franceses (Jean de Bethencourt) que habían jurado fidelidad a un rey castellano, Enrique III, llegaron a Canarias con la intención de anexionarlas a sus dominios y de obtener un botín por ellas. A este tipo de islas se les llamó de señorío. A partir de 1478 y con Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro y La Gomera ya conquistadas, entra en juego la monarquía española, llevando ella misma la conquista del resto de las islas: Gran Canaria (1478-1482), La Palma (1491-1492) y Tenerife (1494-1496). A estas islas se les llamó de realengo. La conquista del archipiélago fue muy importante para la obtención de un preciado material que servía para tintes, la orchilla. Casi tan valioso como el oro. También fue importante como puente para la búsqueda de rutas comerciales alternativas hacia Asia y también para la realización de expediciones o razzias esclavistas hacia el interior del norte de África, donde eran frecuentes las caravanas comerciales que por allí merodeaban. Desde 1492 Canarias también fue importante como paso previo y obligado hacia América. - En su rivalidad con Francia, ambos reinos se disputaban territorios en el área pirenaica y en la península itálica. Es por ello que, para aislar a Francia se llegan a diferentes acuerdos con otras coronas europeas y con el papado. Estas coronas europeas fueron la inglesa, con la que los RR.CC. relacionaron a su hija Catalina al casarla con su rey (Enrique VIII), y con la del Sacro Imperio Romano-Germánico, cuyo heredero Felipe “El Hermoso” o Felipe de Habsburgo, fue casado con la hija de los RR.CC., Juana “La Loca”. El matrimonio fallido entre Catalina de Aragón y Enrique VIII por el que él pidió la nulidad del mismo al papa para así casarse por segunda vez (con Ana Bolena), fue el germen de la Iglesia Anglicana. La petición no le fue concedida y terminó por romper con la Iglesia Católica para crear su propia iglesia. Finalmente, se casó un total de diez veces. Juana “La Loca”, por su parte, efectivamente pudo haber sufrido algún tipo de trastorno mental, pero lo cierto es que su confinamiento estuvo planeado por su padre con la intención de volver al trono para reinar así hasta el final de sus días. Se dice que Juana fue también una persona culta y muy leída. Por último y dentro de esta política exterior, nos encontramos con el Descubrimiento de América en 1492. Cristóbal Colón (Colombus o Cristóforo) era un navegante que estaba convencido de poder llegar a Asia cruzando el Atlántico. Expuso esta teoría inicialmente al rey de Portugal y le pidió los medios necesarios para llevarla a cabo. No obstante, este se rehusó. A continuación, hizo lo mismo con los RR.CC. Fernando el Católico se mostró muy incrédulo y tampoco le puso mucho atención, no siendo así por parte de Isabel, que sí mostró más interés. Sin embargo, esta le explicó que estaban muy ocupados con la Conquista de Granada. Tiempo después se retomaría el asunto. Ciertamente, la propuesta de Colón era de gran interés para hallar una nueva ruta comercial que pudiera llegar hasta las Indias puesto que en ese momento la ruta tradicional hacia dicho continente era el Mediterráneo, y este se hallaba bloqueado por su parte oriental al estar bajo dominio otomano (turco). Finalmente, el viaje pudo llevarse a cabo. Entre otras cosas, gracias a los avances que habían habido en ese siglo en materia de cartografía y navegación: carabela (tipo de barco fiable, ligero y rápido), las velas de los barcos con forma cuadrada para aprovechar mejor los vientos. También aparece como nuevo instrumento de orientación y acompañado de la brújula, el astrolabio (objeto que sirve para calcular la latitud y la hora de acuerdo a la posición de las estrellas). Los barcos, La Pinta, La Niña y La Santa María, fueron capitaneados por el mismo Colón y los Hermanos Pinzón (Martín Alonso y Vicente). Previo paso para adentrarse en el Atlántico, hicieron una parada por Canarias, siendo el último punto donde estuvieron La Gomera. Esta bajada de latitud hacia Canarias era necesaria también para así poder beneficiarse del impulso que otorgarían los vientos alisios. Si se hubiera ido en línea recta desde Huelva, la llegada a América hubiera sido imposible. El viaje fue mucho más largo y arduo de lo esperado, lo que hizo que la tripulación estuviera a punto de amotinarse. El día 12 de Octubre se divisó tierra y desembarcaron en una isla que los nativos llamaban Guanahani, aunque los nuevos visitantes la bautizaron como San Salvador, que se cree que está en el archipiélago de las Bahamas. Colón realizó tres viajes más, explorando también el Mar del Caribe y el norte de Sudamérica. Finalmente muere en 1506 sin saber que había descubierto un nuevo continente. Para España, estos descubrimientos supusieron unas enormes oportunidades y una nueva fuente de riquezas de todo tipo que había que explotar: metales preciosos, esclavos, evangelización, etc. Por esa razón, fue necesario revisar unos acuerdos que se habían firmado con Portugal unos años antes por el cual ambos reinos (Castilla y Portugal) se habían repartido áreas de influencia. Este primer acuerdo fue el Tratado de Alcaçobas en 1479. En él, a parte de firmarse la paz entre Castilla y Portugal por la guerra civil castellana de 1474-1479 en la que los portugueses apoyaban como nueva reina de Castilla a Juana “La Beltraneja”, se firmó también que Canarias, disputada por ambas coronas, quedaría bajo control castellano a cambio de que Castilla se comprometiera a no conquistar más hacia el sur de Canarias. De esta manera, se había trazado una línea horizontal recta justo debajo de Canarias para dividir las áreas de influencia de cada uno de estos reinos. Sin embargo, con el Descubrimiento, el cuerpo diplomático de Castilla ve necesario revisar dichos acuerdos y en 1494 se firma el Tratado de Tordesillas, por el cual, la línea que se traza para dividir las respectivas áreas de influencia es ahora vertical y se establece cerca del medio del Atlántico, pretendiendo dejar la parte oeste, la de América, para Castilla. No obstante, al establecerse esta línea, el sur de América no se había explorado aún por lo que esta línea atraviesa, sin que castellanos ni portugueses lo supieran, justo por el centro de lo que hoy es Brasil, quedando entonces una parte importante de Sudamérica bajo el área de influencia portuguesa. Estando tan cerca de Austria, era normal que Carlos I viera sus posesiones en lo que hoy es Alemania y Austria amenazadas. Las tropas de Carlos trataron de contener dicho avance conquistando Túnez en el Norte de África, pero de nada resultó. Por si eso fuera poco, en el Mediterráneo eran frecuentes las actuaciones de piratas bereberes o berberiscos, que apoyados por los otomanos, asaltaban numerosos barcos y robaron muchísimas riquezas y botines. - Expansión del protestantismo. Martín Lutero era un monje que en el siglo XVI (1517) publicó en la puerta de una iglesia alemana, concretamente en la localidad de Wittemberg, una serie de artículos cuyo fin no tenía otro que denunciar los abusos del clero y de proponer una reforma en la estructura interna de la Iglesia Católica. Esta iniciativa fue frontalmente rechazada por la Iglesia aunque sí fue bien acogida por numerosos sectores de las sociedades de diversos países del centro y norte de Europa. A este movimiento que pedía una reestructuración eclesiástica se le llamó Reforma Protestante o Reforma Luterana. También se le conoce como protestantismo. A día de hoy, sigue siendo una de las ramas más importantes del cristianismo junto al catolicismo y por supuesto, sigue estando muy presente en países como Inglaterra, Alemania o Países Bajos. La irrupción del protestantismo rompía con los planes de Carlos I de crear una cierta homogeneización religiosa. El éxito de esta nueva desviación del catolicismo fue apabullante, sobre todo, en el centro de Europa. Muchos miembros de la nobleza del Sacro Imperio Romano-Germánico (SIRG) aceptaron la nueva doctrina de Lutero, lo que facilitó que el protestantismo se expandiera rápido por Alemania y Países Bajos. Esta nobleza alemana, ahora también protestante, formó una alianza que fue derrotada por las tropas imperiales. Sin embargo, en el acuerdo alcanzado en la Paz de Augsburgo de 1555, se otorga la libertad religiosa, suponiendo un definitivo fracaso el proyecto de unidad religiosa por todo el imperio. Finalmente, las continuas luchas, la ya inviable posibilidad de crear una monarquía universal y cristiana y la aceptación de la libertad religiosa en la Paz de Augsburgo terminaron por agotar a Carlos I, quien renunció al poder en 1556 y cedió el título de emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico a su hermano Fernando. Mientras, la Monarquía Hispánica, Borgoña y los Países Bajos, por su parte, fueron heredados a su hijo Felipe I. Carlos I se retiró al monasterio de Yuste (Extremadura) donde terminarían sus días. Imperio de Felipe II Felipe “El Prudente” era hijo de Carlos I e Isabel de Portugal. Comenzó su reinado en el año 1556 y a diferencia de su padre, él y sus consejeros sí eran españoles. Sin embargo, a pesar de que para él fueran más importantes los intereses de la dinastía a la que pertenecía (Habsburgo o también los Austrias) que los intereses de España, sí basó su gestión apoyándose en la enorme importancia que suponía Castilla para el mantenimiento del imperio. Felipe recibe de su padre, Carlos I (V de Alemania), la Monarquía Hispánica. Las coronas de Castilla y Aragón, junto con sus posesiones en América, Canarias, Flandes, norte de África, península itálica y el sudeste asiático. Además, Felipe sería proclamado rey de Portugal, poderoso reino que también había formado un gran imperio en América, África y Asia y que se había quedado sin heredero al trono. Sus objetivos eran dos: debía mantener la hegemonía que se había logrado con su padre y la defensa a ultranza del catolicismo. Para ello, se valió de un poderoso ejército y de una red administrativa y burocrática muy eficiente. Además, fijó la capitalidad del reino en Madrid (1561). En cuanto a la política interna, Felipe II tuvo que enfrentar a tres focos de rebeliones: 1. La sublevación de moriscos en Alpujarras en 1568. Cierto es que desde los RR.CC. se habían expulsado a los musulmanes que no quisieron someterse al bautismo forzoso. Los musulmanes, ahora conversos, que se quedaron en España pasaron a ser llamados moriscos. Este colectivo, a pesar de haberse bautizado, seguían siendo una comunidad que hablaba su propia lengua y mantenía sus costumbres religiosas, por lo que representaban un problema a la hora de cohesionar a la sociedad en materia social y religiosa. Además, en varias ocasiones ayudaron a piratas berberiscos (bereberes) a asaltar las costas españolas. También, se creía que esperaban agazapados el momento en el que el Imperio Turco/ Otomano atacara a España en la península ibérica para ellos colaborar con los invasores. Siendo así todo esto, los moriscos en Granada se sublevaron en 1568 debido a un trato discriminatorio que recibían por parte de las autoridades y de la sociedad. La revuelta fue sofocada brutalmente en 1570. Finalmente, 80.000 moriscos fueron deportados, dejando extensas áreas de la p.ib. completamente despobladas. 2. Las Alteraciones de Aragón en 1591. Felipe II tuvo muchos problemas con la justicia de Aragón (recordemos que cada corona tenía sus propias leyes) debido a que bajo los dominios de esta corona existían unos fueros (privilegios concedidos anteriormente por otros reyes y que perduraban para siempre) que dotaban de inmunidad judicial a ciertas personas. Esto, efectivamente, producía un choque entre el monarca y la justicia aragonesa. En medio de esta situación aparece el caso de Antonio Pérez, antiguo secretario del rey que había sido condenado por la justicia en Madrid. Sin embargo, este huyó y se refugió en Aragón amparándose por un derecho foral. De este modo, el rey no podía procesarlo así que decidió declararlo hereje (persona que defiende ideas contrarias a la teoría del catolicismo), siendo de este modo el Tribunal de la Inquisición el que lo juzgara (Recordemos que la Inquisición estaba tanto en Castilla como en Aragón). Esta intromisión del rey en los asuntos internos de Aragón no gustó a los aragoneses, que protagonizaron una serie de revueltas que acabarían con el sometimiento de los rebeldes por parte de las tropas reales. 3. Bandolerismo. Enfrentaba a miembros de la nobleza. Fue muy activo en Cataluña. 4. Crisis de la Hacienda. Esto fue debido a la costosa política exterior. En 1557 se declaró por primera vez la hacienda en bancarrota. Les siguieron otras en 1575 y en 1597. Esta deuda se transformó en juros: es decir, cede esa deuda pública a otra persona y el Estado se compromete a darle un porcentaje de sus ingresos cada cierto tiempo a dicha persona. En cuanto a la política exterior: Felipe II había heredado el imperio más extenso de Europa. Este poder fue ampliado cuando además adquirió los derechos sobre la Corona de Portugal, siendo proclamado su rey. Resultó que el trono de Portugal había quedado vacío en 1580 y Felipe II, que era nieto de quién antaño había sido el monarca portugués Manuel “El Afortunado”, reclamó dicho trono apelando lazos familiares. Portugal se había expandido por América, África y La India, es decir, había formado un poderoso imperio, por lo que decidieron aceptar a Felipe II como su nuevo rey. Los portugueses pensaron que así sus posesiones de ultramar estarían mejor protegidas, al ser España también un estado poderoso. Para esa defensa y mantenimiento de la hegemonía sobre el resto de imperios que tanto anhelaba Felipe II fue necesario llevar a cabo una ardua tarea en lo que a política exterior se refiere. Tanto es así, que llevó a la hacienda española a la bancarrota en al menos tres ocasiones. Los focos de conflicto fueron: 1. Reino de Francia. Las hostilidades con Francia venían de atrás, de la época en la que reinaba el padre de Felipe II, Carlos I. Con Carlos I tuvo lugar en 1525 la Batalla de Pavía y su posterior tratado de paz: la paz de Cambrai en 1529. Sin embargo, esto no supuso el fin de las tensiones con los franceses. Los ejércitos de Felipe II derrotaron a los de sus vecinos del norte en la Batalla de San Quintín en 1557 (norte de Francia). 2. Imperio Otomano. Estaba considerado como un imperio imbatible. Se expandía por todo el Mediterráneo oriental y también por Europa central. Además, contaba con el apoyo de los piratas berberiscos, que no paraban de acosar a los barcos españoles, sus puertos y sus posesiones de ultramar, entre ellas, Canarias. En 1570 se formó una alianza contra este imperio. Dicha alianza la formaban el papado, el Reino de Venecia y la Monarquía Hispánica. A este conjunto de países se les llamó la Liga Santa. En 1571, esta liga y los otomanos se vieron las caras en Naupacto, también conocido como Lepanto. Esta ciudad costera se ubica entre la Península del Peloponeso y la Grecia continental. Allí tuvo lugar la Batalla de Lepanto. La victoria cayó del lado de la liga, que pudo contener el avance otomano. 3. La Rebelión de Flandes. Comenzó cuando el rey quiso fortalecer su autoridad en los territorios de Flandes (hoy en Bélgica). Sin embargo, los poderes locales, las oligarquías, se opusieron a ello. No querían un acusado intervencionismo por parte de la monarquía en los asuntos internos de los flamencos (así es el gentilicio de la gente de Flandes). Además, el protestantismo, concretamente la rama del calvinismo se había expandido exitosamente por los Países Bajos -en aquella época, los Países Bajos incluían también Flandes y Luxemburgo-. (El cristianismo es una religión y de ella salen numerosas iglesias y dogmas: catolicismo, iglesia ortodoxa, protestantismo, testigos de Jehová evangelismo, etc. El calvinismo vendría a ser una de las teorías del cristianismo protestante. Fue fundada por Juan Calvino o Jean Calvin y se expandió sobre todo por Suiza, Países Bajos y Gran Bretaña) Fue entonces cuando el rey también quiso introducir allí la Inquisición a modo de contención del calvinismo. Sin embargo, esto solo caldeó el ambiente e hizo que en 1566 estallase una revuelta conocido como la rebelión de los ochenta años. Como respuesta, Felipe II envía un fuertísimo ejército al mando del duque de Alba, que reprimió duramente a los líderes de esta revuelta. El castigo fue tan desproporcionado que produjo un levantamiento general por parte de los flamencos. La verdad es que las habilidades diplomáticas de Felipe III y sobre todo de su valido, el duque de Lerma, llevaron a España un periodo de paz y relativa estabilidad que ha hecho identificar este reinado como la Pax Hispánica. No obstante, este periodo de tranquilidad fue posible y se llevó a cabo a cambio de sacrificar el mantenimiento de España como el poseedor de la hegemonía y la preponderancia en Europa. Felipe IV
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved