Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

El Feudalismo: Origen, Sociedad y Costumbres, Apuntes de Historia del Mundo Contemporáneo

El feudalismo era un sistema social y político medieval en Europa, caracterizado por la existencia de señores feudales y vasallos. su origen, la sociedad feudal y sus costumbres, incluyendo el homenaje, la organización feudal y la caballería. Los invasores, como normandos, eslavos, húngaros y sarracenos, llevaron a los reyes a encomendar la defensa de sus territorios a los señores regionales, dando lugar al feudalismo.

Tipo: Apuntes

2020/2021

Subido el 11/11/2022

gonzalo-iglesias-barcia-1
gonzalo-iglesias-barcia-1 🇦🇷

4 documentos

1 / 10

Toggle sidebar

Documentos relacionados


Vista previa parcial del texto

¡Descarga El Feudalismo: Origen, Sociedad y Costumbres y más Apuntes en PDF de Historia del Mundo Contemporáneo solo en Docsity! EL FEUDALISMO Los jefes que, con los títulos de condes o duques, gobernaban las provincias del imperio carolingio, eran poderosos señores, dueños de extensos territorios por frecuentes y repetidas concesiones del emperador. Investidos de la autoridad delegada por el monarca, procedían como soberanos autónomos dentro de sus dominios. Los inspectores reales – agentes del gobierno central – eran impotentes para impedir las arbitrariedades de estos grandes vasallos de la corona. Las concesiones que obtenían los miembros de la nobleza imperial recibían el nombre de feudos; los condes, duques, marqueses y demás dignatarios poseedores de tierras se llamaban señores feudales. Después de la muerte de Carlomagno se acentuó el espíritu de independencia de los grandes feudatarios. Descendientes de germanos, los nobles conservaban muchas de las costumbres de sus antepasados, y especialmente el espíritu individualista: aceptaban la autoridad monárquica mientras el rey respetaba su casi absoluta autonomía, pero se rebelaban cuando el poder central pretendía imponerles normas disciplinarias. 1. ORIGEN DEL FEUDALISMO Si los sucesores de Carlomagno hubieran conseguido asegurar las fronteras de sus reinos, probablemente los señores feudales habrían terminado por someterse a la autoridad real. Pero la constante amenaza de pueblos que pretendían instalarse en tierras de Germania, de Francia o de Italia, impidió el afianzamiento de la autoridad de los monarcas. Los nuevos invasores, y muy especialmente los normandos, los eslavos, los húngaros y Sarracenos, alteraron el orden en los estados occidentales y provocaron el debilitamiento de los reinos romano – germánicos. Los normandos eran pueblos de origen germánico instalados en las costas de la península Escandinava. Dedicados a la navegación, dominaban los mares Báltico y del Norte. Efectuaban audaces desembarcos en las costas europeas – Francia, Inglaterra, Alemania – y atacaban a las poblaciones; luego volvían a sus tierras para disfrutar del producto de sus piraterías. En Francia sus incursiones fueron tan frecuentes, que el rey Carlos el Simple les reconoció la posesión de un extenso territorio sobre el canal de la Mancha: el ducado de Normandía. Los Eslavos, que ocupaban la extensa llanura rusa, atacaron Germania y se instalaron en Polonia y en los territorios de la antigua Yugoslavia (Bosnia, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Serbia y Montenegro).Sus continuos avances ponían en peligro la estabilidad del reino alemán. Luego comenzaron a desplazarse al Oeste (fueron la base del pueblo polaco), al sur (Yugoeslavos) y al este (dieron origen a la nación rusa) Los húngaros de raza amarilla, provenientes de las estepas asiáticas, eran sumamente crueles y sanguinarios, llegaron hasta el Danubio y atacaron también las fronteras de Germania. Los sarracenos eran piratas musulmanes que atacaron por el sur (Mediterráneo) y se apoderaron de las islas Baleares, Córcega y Sicilia. Durante mucho tiempo dominaron el Mediterráneo. Los reyes sucesores de Carlomagno, impotentes para organizar la defensa del territorio contra los nuevos invasores, encomendaron esa tarea a los señores regionales, que armaban a los pobladores y los organizaban para el trabajo y la guerra. Cuando un señor no contaba con fuerzas suficientes para defender sus posesiones, aceptaba la autoridad de otro noble de jerarquía superior y colocaba sus bienes bajo su protección, ofreciendo, en cambio, sus servicios personales y los de sus súbditos. Esta organización se efectuaba por lo común, sin intervención del monarca, que no podía oponerse a tales acuerdos; es más, debía estimularlos, como única forma de asegurar la defensa del territorio y el orden interno. 2. CONTRATO FEUDAL Los pequeños propietarios y los campesinos, como ya vimos antes, incapaces de organizar sus defensas, se agruparon alrededor de los b) EL CLERO: Estaba formado por las personas que pertenecían a la Iglesia. Como muchos de sus miembros eran nobles, sus principales dignatarios se convirtieron en Señores Feudales. De ahí que por lo menos un tercio de los señoríos fueron feudos eclesiásticos, a cargo de obispos y abades. Estos sin embargo solian ser a su vez vasallos de poderosos señores laicos, originándose de esta manera una confusa interferencia de poderes. En los feudos eclesiásticos, los vasallos recibieron mejor trato que en los laicos. Por esta causa, muchos colocaron sus propiedades bajo esa protección, lo que aumentó extraordinariamente el poder territorial de la Iglesia. c) LOS CAMPESINOS: Lo más importante en el régimen feudal fue la explotación de la tierra. De ahí que la mayoría de la población estuviera constituida por los campesinos, también llamados villanos, pues habitaban en pequeñas aldeas o villas. Entre los villanos podemos considerar 2 grupos: el de los campesinos libres y el de los siervos.  Campesinos libres: su vasallaje era voluntario y sus obligaciones y derechos estaban especificados en el contrato feudal. Podían abandonar esas tierras y encomendarse a otro señor. Además, no necesitaban autorización para contraer matrimonio ni para transmitir los bienes a sus hijos. No obstante, estaban obligados a pagar tributos en especies y en trabajo. Este último se llamaba corvea y consistía en trabajar, sin remuneración, 3 días en la semana las tierras del señor.  Los siervos: carecían en absoluto de libertad y sus deberes eran muy superiores a sus derechos. Los siervos eran, prácticamente, esclavos de la gleba, pues no podían abandonar las tierras que trabajaban y el señor las vendía o alquilaba junto con ellos. Como no tenían contratos que regularan las mutuas obligaciones, el señor les imponía las cargas que estimaba convenientes. El siervo debía solicitar permiso para contraer matrimonio. Sin embargo, una vez constituida la familia, el propietario no podía separarlo de su mujer ni de sus hijos, tampoco sacarle la casa ni el campo que trabaja. 5. COSTUMBRES El señor feudal de los siglos XI y XII, época en que el sistema se hallaba en su apogeo, no era un hombre culto. Educado para luchar duramente por la afirmación de su dominio, no tenía, por lo común, aficiones literarias o artísticas. Su vida era una brava contienda, o por lo menos una imagen de ella. Guerreaba para defender sus feudos o para aumentar sus posesiones; a veces, también para sostener a su rey. Si la guerra no era necesaria o posible, dedicaba el ejercicio de las armas a los torneos, que a veces resultaban feroces luchas, comparables a las que sostenían ante los gladiadores romanos. Con mucha frecuencia entretenía sus ocios en las cacerías, diversión feudal por excelencia. Muchos de aquellos rústicos señores eran analfabetos. Las rudas maneras de los guerreros germánicos asomaban en ellos a menudo, sobre todo durante las comidas. Valiéndose de cuchillos pero sin recurrir a los tenedores – desconocidos en aquella época –, los nobles cortaban las presas, sostenidas con los dedos, y arrojaban los restos a los perros, que en buen número compartían el festín. 5.1. El castillo La vida señorial estaba organizada para la guerra; y como aún no se conocían las armas de fuego, que permiten atacar a distancia, la seguridad se obtenía detrás de los gruesos muros del castillo. Las imágenes a continuación completan la información sobre los castillos, dando cuenta de cómo eran los castillos en el siglo XI y en el siglo XIII. Un castillo del siglo XI – El castillo está elevado sobre una loma y separado del campo por un foso, que se atraviesa por un puente de madera (a la derecha). Los muros, de material, no tienen mucha resistencia. En el interior se distinguen dos partes: a la derecha las construcciones para servicio (graneros, caballerizas, habitación de servidumbre, etc.) y a la izquierda el torreón, habitación del señor y su familia. Un castillo del siglo XIII – El foso, en primer plano, puede salvarse por medio del puente levadizo, que se maneja desde la sólida entrada. Los muros de piedra son gruesos y fuertes, a prueba de cualquier ataque, el torreón eleva sus macizas torres con escasas aberturas. El interior es oscuro; se sacrifica la luz para dar más solidez a los muros.
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved