El hombre en busca del sentido, Resúmenes de Psicología

¡Descarga El hombre en busca del sentido y más Resúmenes en PDF de Psicología solo en Docsity! El hombre en busca de sentido Con un prefacio de Gordon W. Allport (Autor: Viktor E. Frankl) Introducción Este ensayo tiene como fin hablar sobre el libro “el hombre en busca de sentido” que fue escrito por el psiquiatra Viktor E. Frankl, quien relata vivencias personales, la historia de un campo de concentración vista desde adentro la cual se divide en dos partes; en la primera parte se basa en tres partes conocidas como: primera, segunda y tercera fase que intentan dar respuesta a la pregunta: “¿Cómo le afecta el día a día en un campo de concentración aala menteayypsicología del prisionero medio?”.o En el libro se menciona que todos los sucesos que están descritos ahí, tuvieron lugar en pequeños campos donde realmente se llevó a cabo el exterminio y no en los extensos y afamados campos de los que todo mundo ha oído hablar. Por otro lado, la segunda parte del libro “El hombre en busca del sentido” habla sobre los conceptos básicos de la logoterapia. En algún momento de la vida llegamos a creer que hemos perdido el sentido, que no tenemos un propósito y que no existe solución para los problemas. Logoterapia fue una teoría concebida en un campo de concentración durante la segunda guerra mundial y hace énfasis en que independientemente de la situación siempre habrá motivos por los cuales salir adelante. A continuación, se desarrollará en que consiste cada fase y también las características de la teoría de la logoterapia. Desarrollo La primera parte en que se divide el libro habla sobre 3 fases: inicio, durante y después de su internamiento. La primera fase de internamiento en el campo: Un psicólogo en un campo de concentración. Empieza contando lo que ocurría cuando se hablaba de traslados a otro campo, aunque todos sabían que el destino era la cámara de gas y no había tiempo para consideraciones morales y éticas ni tampoco el deseo de hacerlas, un solo pensamiento animaba a los prisioneros, el mantenerse con vida para reunirse con su familia que los esperaba en casa y salvar a sus amigos y por ello no dudaban en arreglar las cosas para que otro prisionero ocupara su cuerpo en la expedición. Se empleaba la fuerza bruta, el robo, la traición o lo que fuera con tal de sobrevivir, los que volvían de ahí gracias a la multitud de casualidades o por milagros como se guste llamarlo, sabían que los mejores de ellos no regresaban. El sistema que caracteriza esta primera fase es el shock, 1500 personas habían estado viajando varios días en vagones de 80 personas solo con un respiradero y creyendo que su destino era una fábrica de municiones donde debían trabajar, hasta que alguien ve por la ventana, Auschwitz, para Viktor su solo nombre ya evocaba todo lo que había horrible en el mundo, cámaras de gas; hornos crematorios; matanzas indiscriminadas, un horror al que los prisioneros se fueron acostumbrando poco a poco por difícil que pudiera parecer ese hecho. La primera selección, si te ponían en la fila de la izquierda o de la derecha significaba la muerte o los trabajos forzados, al menos la supervivencia era un veredicto sobre la existencia o no existencia. El 90% fue ejecutado en las siguientes horas y Frankl pregunta por un amigo que había sido designado a la cola de la izquierda y alguien señala una nube de humo ascendiendo, era lo que quedaba de su amigo. Los prisioneros debían desnudarse completamente y quedarse solo con sus zapatos, Frankl intenta ocultar un manuscrito en el que se contiene su obra de toda su vida, pero es inútil porque su única posesión es la existencia desnuda. Cuenta las reacciones que de algún modo son comunes, una extraña clase de humor un tanto macabro y la curiosidad, por ejemplo, de saber cuánto podían aguantar desnudos a la intemperie en suficientes de que al hombre solo se le podía arrebatar todo excepto una cosa la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino aun en un campo de concentración puede conservar su dignidad humana. “Solo temo una cosa, no ser digno de mis sufrimientos” – Dostoyevski. Estas personas fueron dignas de esa libertad espiritual que no se nos puede arrebatar, lo que hace que la vida tenga sentido y propósito: el sufrimiento es un aspecto de la vida que no puede erradicarse como no pueden apartarse el destino o la muerte, sin ellos la vida no sería completa. “¿Tiene algún sentido todo este sufrimiento, todas estas muertes?” era la pregunta que angustiaba a Frankl, el modo en que el hombre acepta su destino y todo el sufrimiento que este tiene que llevar a cabo, añade a su vida un sentido aún más profundo, incluso bajo las circunstancias más difíciles puede conservar su valor, dignidad, generosidad, o bien, puede olvidar su dignidad humana y convertirse en poco más que un animal. Muchas veces es precisamente una situación externa y excepcionalmente difícil la que da oportunidad al hombre de crecer espiritualmente más allá de sí mismo, el prisionero que perdía la fe en el futuro estaba condenado, se abandonaba, se caía, se convertía en sujeto del aniquilamiento físico y mental, lo más difícil es aquella pregunta acerca del sentido de la vida, primero tenemos que aprender por nosotros mismos y después enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida si no si la vida espera algo de nosotros. Tenemos que dejar de cuestionarnos sobre el sentido de la vida y en su lugar pensar en nosotros como en seres a quienes la vida les impidiera continuar e incesantemente nuestra respuesta no debe ser en palabras si no que debe ser una conducta y una situación recta. Frankl se pregunta de forma profesional y humana por la psicología de los guardias de aquel campamento, ¿Cómo es posible que hombres igual que nosotros, de carne y hueso, pudieran tratar a sus semejantes como los trataron? Había algunos sádicos en el sentido médico del término y que eran seleccionados precisamente por serlo como lo eran los individuos más brutales y egoístas, los que tenían más probabilidades de sobrevivir. Era una selección negativa pero además los sentimientos de la mayoría de los guardias se hallaban embotados por años de métodos brutales, se habían endurecido hasta límites insospechados, aunque había algunos (por pocos que fueran) que sentían lastima de los prisioneros. Cuenta el caso de un comandante que había comprado medicinas para algunos prisioneros, gastando cantidades nada despreciables en ello. El autor saca la siguiente consecuencia: hay dos razas de hombres en el mundo y nada más que dos:  Raza de los hombres decentes  Raza de los hombres indecentes. Ambas se encuentran en todas partes y en todas las capas sociales, ellos han tenido la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra generación. El autor recalca la pregunta sobre lo qué es el hombre en realidad. Y ¿qué es? es aquel ser que siempre decide lo que es, es aquel ser que ha inventado la cámara de gas, pero que también ha entrado en ellas con un paso firme y musitando una oración Tercera fase después de la liberación: en esta fase el doctor Frankl quiere analizar la psicología del prisionero que ha sido liberado, relata lo que ha sucedido la mañana en que tras varios días de gran tensión se hizo la bandera blanca a la entrada del campo, al estado de ansiedad anterior siguió una paz total, la verdad es que se equivocaría, “¿Quién pensaría que nos volvimos locos de alegría y nos cuenta como los prisioneros se arrastraron hasta las puertas del campo diciéndose sin creérselo aunque eran libres?” vieron los alrededores del campo, los prados cubiertos de flores pero no despertaban en ellos ningún sentimiento y se reproducía el estado de ánimo general cuando por la noche ya de vuelta a los barracones un hombre le pregunto a otro “¿estuviste hoy contento?” a lo que el otro le respondió “Sinceramente, no”. Frankl lo explica diciendo que lo que les ocurría a los prisioneros liberados era una despersonalización, todo parecía irreal, improbable como un sueño y temían que al despertar les llegase la dura realidad. Narra como si un prisionero era preguntado por un granjero de las cercanías, podía pasar horas hablando, él nos cuenta su particular y conmovedor renacer, una tarde mientras paseaba no había nada más que la tierra y el cielo y el júbilo de las alondras y la libertad del espacio. En aquel momento él sabía muy poco del mundo. Muchos de los prisioneros que habían experimentado en carne propia la brutalidad solo querían reproducirla, solo muy lentamente se les podría devolver a aquellos hombres la verdad llana de que nadie tenía derecho a obrar mal ni aun aunque a él le hubieran hecho dado, aparte de cierta deformidad moral, otras dos experiencias mentales podían dañar el carácter del prisionero liberado, la amargura y la desilusión que sentía al volver a su antigua vida, amargura ante la realidad de los otros ante su sufrimiento y terrible experiencia y la desilusión hacia su propio sino el hombre que durante años había creído alcanzar el limite absoluto del sufrimiento, se encontraba con que el sufrimiento no tenía algún límite y que todavía podría sufrir más y más de forma intensa. Todos en el campo sabían perfectamente que no habría felicidad posible que les pudiera compensar tanto sufrimiento, pero tampoco estaban preparados para la experiencia difícil de sobrellevarlo. También llegó el día en el que la experiencia del campo pudo ser vivida como una pesadilla; la experiencia final para el hombre que vuelve a su hogar es la más maravillosa sensación de que después de todo lo que ha sufrido ya no hay nada a lo que tenga que temer excepto a su Dios, a un hombre le pueden robar todo menos una cosa, la última de las libertades del ser humano, la elección del propio camino. La segunda parte de este libro es sobre los conceptos básicos de logoterapia, la logoterapia considera que el hombre es un ser trascendental y con aspiraciones, es una criatura en busca de metas y que es consciente de una dimensión más alta. La logoterapia procura ayudar al hombre a encontrar un sentido para su existencia. Esta teoría surgió en el campo de concentración y en esas circunstancias Frankl no puede más que preguntarse por el sentido de la vida, la logoterapia asume algunas perspectivas esenciales del existencialismo, el discurso sobre la libertad no puede separarse del discurso sobre la responsabilidad. Cada instante contiene miles de posibilidades, pero el ser humano solo puede escoger una para realizarla, la que elija es su decisión y cada elección conlleva a la anulación de las posibilidades restantes.