¡Descarga El Lenguaje Patriarcal sobre Dios y lo Feminino-Maternal: Reinterpretación de la Divinidad y más Apuntes en PDF de Teología solo en Docsity! EL LENGUAJE PATRIARCAL SOBRE DIOS Y LO FEMENINO- MATERNAL Anteriormente, se mencionó algunos atributos femeninos maternales para otorgarle un nuevo punto de vista de Dios partiendo desde las Sagradas Escrituras. En las siguientes páginas, se mencionarán aquellas características que conciben y deconstruyen una nueva palabra sobre el misterio de su divinidad. Algunos teólogos (tanto masculinos como femeninos) presentan algunas preguntas que se han intentado responder durante los últimos años: «¿Cómo lo femenino revela a Dios? ¿Cómo Dios mismo puede ser comprendido y se presenta concretado en rasgos femeninos? ¿Cómo lo femenino que conocemos se constituye en camino para el conocimiento de Dios? ¿Podemos relacionarnos con Dios en términos de Madre Mía, como lo hacemos en términos de Padre mío? ¿Dios se revela en la existencia de cada ser humano desde lo femenino? ¿Si puede hablarse de Dios como Madre, Jesús como la segunda Persona de la Trinidad, quien procede del Padre, también puede ser madre?» Las respuestas a estas incógnitas se dan utilizando las palabras, las acciones y la praxis de Cristo Jesús frente a la mujer como ente, una persona. Además de esos, estudiadores buscaron ir más allá y analizar la imagen-lenguaje de Dios y descubrirlo desde la maternidad. JESÚS, LAS MUJERES Y EL LENGUAJE MATERNO SOBRE DIOS Nos encontramos en la necesidad de resaltar aquello que representa al «ser» o «esencia» de la mujer. Esta representación es elemental debido a que Jesús posee una relación con el referente femenino y materno de la mujer. La teología feminista estipula, desde un concepto divino, que «Dios ya no habla sólo en masculino». Para ello, se debe analizar y desarrollar los conocimientos que poseemos de Dios y a su referencia como un Él-Ella, ya que tanto lo femenino y lo masculino está en Dios. Debido a una historia patriarcal y machista en la cual se estima a la mujer solo en un rol femenino y secundario de naturaleza y gracia, se la describió como el mal y la anti-imagen de Dios. En consecuencia, se descarta a la mujer y se considera la imagen del hombre, únicamente, como ser superior y más semejante a la imagen de Dios. Por ello que solo se refieran a él como padre, asumiendo un género masculino y no femenino. Es difícil, por no decir imposible, que alguien se exprese de o a Dios desde una referencia femenina. La exclusión de la mujer en los diferentes sectores; como económicos, políticos, sociales y culturales, también han influenciado a que ese lenguaje patriarcal en la religión, refiriéndose a Dios, haya prevalecido por tantos años, sea de manera consciente o no. Sin incluso recordar que no fue solo el hombre quien fue creado a imagen y semejanza de dios, sino también la mujer. Sin embargo, cuando Jesús estuvo en la tierra, nunca minimizó el rol de la mujer. En sus acciones y palabras buscó que se le volviera a reconocer la dignidad y la gracia que merecían delante dios. Un ejemplo muy famoso es cuando Jesús «le devuelve a la mujer su dignidad, como por ejemplo la curación de la hemorroísa que padecía hacía ya doce años.». (Lc 8, 43-48; Mc 5, 25-34; Mt 9, 20-22). Este caso, en particular, es muy destacable debido al contexto en el cuál se llevó a cabo. En aquella época, la mujer era tan degrada que incluso una función tan natural de su cuerpo, como la menstruación, era rechazada por los demás. Aquello que era parte de su biología y aquello que ella pudiese tocar era considerado inmundo e impuro. Es por ello que cuando Jesús la tocó, se dio un acto de devolución de la dignidad de la mujer. Para poder entender y explicar de mejor manera la maternidad de Dios y su anhelo por la salvación de la humanidad, es necesaria la inclusión de algunos extractos bíblicos. Por ejemplo, «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Juan 3, 16). Por ello la referencia de que aquel que cree en Dios (es bautizado), ha vuelto a nacer por obra y gracia del espíritu santo. Cuando se menciona al espíritu santo, es normal relacionarlo y pensar en la divina trinidad. Es inevitable no conectarlos. Pero, sin importar que sean tres entes independientes, unidos por un lazo de amor y comunión, su misión y visión siguen siendo las mismas: crear, salvar y santificar del pecado y del mal a las criaturas creadas a imagen y semejanza de Dios. Por ello y lo explicado anteriormente es que se señala que «Nuestro salvador es nuestra verdadera Madre, en quien somos eternamente engendrados y del que no saldremos jamás». Asimismo, la divina trinidad es «una Madre de misericordia para todos, y a través de esa misericordia se obtiene la reforma, la restauración y la salvación del ser humano» sin considerar o pedir algo en retribución. No se puede negar que la divina trinidad busca protegernos, pero vivimos en un territorio de pecado que nos aleja de nuestras creencias; por ello, es más difícil salvaguardarnos de lo malo. Sin importar nuestros errores, siempre podremos volver, porque al igual que una madre, el amor es tan grande, que nos perdonan, aceptan y levantan cada que nos caemos. 15 «» «» «» «» «» «» «» «» «»
