¡Descarga El malestar en la cultura. y más Resúmenes en PDF de Psicoanálisis solo en Docsity! Resumen el Malestar de la Cultura: Parte 1 y 2: Sentimiento oceánico. Enamoramiento: se funciona el yo y el objeto. El sentimiento yoico: está sujeto a trastornos y los limites del yo con el mundo exterior no son inmutables. De hecho el yo está sujeto a una evolución. En un principio el yo lo abarca todo, más adelante en el desarrollo el sentimiento yoico es sólo una fracción de lo que una vez fue, y es precisamente por eso que Freud cree que su amigo siente ese sentimiento oceánico, de algo más grande y abarcador que su sentimiento yoico actual. YO: El principio de realidad es el que ayuda a discernir este interior perteneciente al yo de lo exterior originado en el mundo. En el inicio el yo lo es todo, luego desprende de un mundo exterior. Nada de la vida psíquica desaparece por completo, lo pasado puede sobrevivir en la vida anímica. Ahora bien, se afirma que un sentimiento solo puede ser sentimiento de energía, si a su vez es expresión de una necesidad imperiosa. Por lo que aquel sentimiento oceánico vinculado a la religión es más bien algo que puede vincularse con el sentimiento de desamparo infantil. Pareciera ser, que la religión es la única que tiene la respuesta de ¿cuál es el fin último de la vida? Lo que a Freud le parece un poco pretencioso de poder responder. Para él la clave está en preguntarse ¿Qué es lo que los hombres buscan? “¿Qué es lo que los seres humanos mismos dejan discernir, por su conducta, como fin y propósito de su vida? ¿Qué es lo que exigen de ella, lo que en ella quieren alcanzar?” Los hombres aspiran a alcanzar y a mantener la felicidad. Esta aspiración tiene dos fines, uno positivo y otro negativo. El primero hace referencia a todo intento que evita el displacer. Y el segundo a todo intento de experimentar sensaciones placenteras, fijado por el principio del placer, el término dicha hacer referencia a este fin. Gobierna la operación del aparato anímico. La felicidad entonces surge de la satisfacción, casi siempre de necesidades acumuladas que han alcanzado una elevada atención. Solo puede darse como fenómeno episódico. Si perdura, se obtiene una sensación de bienestar. El sufrimiento de hecho nos amenaza por tres lados: desde el propio cuerpo, desde el mundo exterior y desde las relaciones sociales. En general la finalidad de evitar el sufrimiento delega a un segundo plano de lograr el placer. Así diferentes formas existen de evitar el sufrimiento: Aislamiento voluntario: convertirse en ermitaño e evitar a toda costa las relaciones humanas Pasar al ataque a la naturaleza: apoderarse de esta. Intoxicación: quizás la más eficientes, puesto que el sufrimiento es sentimiento y la intoxicación funciona en el propio cuerpo. Existen ciertos métodos también que no son voluntarios: la manía como símil de un estado de embriaguez, sin necesidad de intoxicarse. En cuanto a la satisfacción, afirma que el sentimiento de felicidad experimentado cuando satisfacemos una pulsión instintiva indomable es incomparablemente más intenso. Por ello los impulsos perversos nos seduzcan más por su carácter de prohibición. Otra técnica para evitar el sufrimiento tiene que ver con el desplazamiento de la libido. Esta técnico solo es accesible a pocos seres y suele fracasar cuando el cuerpo se convierte en fuente de dolor. Necesidad por transformar el mundo, a partir de la intolerancia de algunos aspectos de la realidad. El amor: procura felicidad, también la arrebata. Está al alcance de todos nosotros, incluso el amor sexual ha sido una fuente muy importante de dicha. Sin embrago implica una vulnerabilidad muy grande del ser humano. Donde en la ausencia de este existe una cuota gigante de sufrimiento y desdicha. Si no fuera por esto, el amor sería el único camino a la felicidad. El goce de la belleza: existe un afán fundamental sobre la belleza, y por lo tanto la éstica por parte de los seres humanos hacia esta en el mundo. El origen de esto es desconocido, pero es segur que está vinculado al ámbito de la sensibilidad sexual. El designio de ser felices que es impuesto por el principio del placer, es irrealizable pero no por ello se deben abandonar los esfuerzos. La felicidad es meramente un problema de la economía lidian de cada individuo. Todo depende de la suma de satisfacción real que pueda
