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Orientación Universidad
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El modelo pedagogico, Resúmenes de Humanidades y Ciencias Sociales

un choro del modelo educativo del cch

Tipo: Resúmenes

2022/2023

Subido el 04/07/2023

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¡Descarga El modelo pedagogico y más Resúmenes en PDF de Humanidades y Ciencias Sociales solo en Docsity! Búsqueda 2022-11-23 ⁄ [1] El modelo pedagógico del Colegio de Ciencias y Humanidades Hugo Arturo Cardoso Vargas U N A M Nota de la redacción: El objetivo de este artículo es recuperar la experiencia de investigar las características del modelo pedagógico según la propuesta inicial del Colegio de Ciencias y Humanidades de acuerdo con las disposiciones elaboradas por autoridades universitarias encabezadas por el doctor González Casanova. Esto es, se trata de conocer cuáles son los contenidos pertinentes a cada una de las siete dimensiones del modelo pedagógico que corresponden al CCH. El autor, Hugo Arturo Cardoso Vargas, es Secciones Artículos Autores Bitácora educativa Editorial Libros y reseñas MarcaTexto Noticias y eventos Primera época Últimas publicaciones Entradas recientes colaborador y miembro fundador de nuestra revista Odiseo. Ha publicado con nosotros «Del proyecto educativo al modelo pedagógico» y «El modelo pedagógico de la Escuela Nacional Preparatoria«. Como él nos señala, este trabajo es la continuación necesaria de su tesis de maestría intitulada «El modelo pedagógico del bachillerato universitario: La escuela Nacional Preparatoria y el Colegio de Ciencias y Humanidades» que presentó como trabajo recepción para optar por el Grado de Maestro en Ciencias de la Educación por el ISCEEM. Contenido: La creación del Colegio de Ciencias y Humanidades Las dimensiones del modelo pedagógico del Colegio de Ciencias y Humanidades: 1.- La orientación teórica; 2.- Los fines; 3.- Los contenidos académicos; 4.- Las estrategias didácticas; 5.- La periodicidad; 6.- La direccionalidad; 7.- La evaluación Fuentes de consulta Notas El Colegio sería precisamente, el resultado de la iniciativa coincidente de varios planteles con el fin de impulsar por nuevos caminos la enseñanza y la investigación científica dentro de la institución. Pablo González Casanova ¿Qué es el neoliberalismo educativo? Programas de Estudio de Inglés del MEP: ¿con inconsistencias , plagios y falsificaciones? El componente cívico-tributario como proceso pedagógico en educación secundaria básica Orlando Fonseca Báez La(s) prueba(s) de inglés BELT Análisis comparativo del modelo pedagógico del bachillerato universitario El modelo pedagógico del Colegio de licenciatura como se demuestra con la fundación de instituciones en el nivel medio superior como el Colegio de Ciencias y Humanidades y el Colegio de Bachilleres y a nivel superior de las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales dependientes de la UNAM y la Universidad Autónoma Metropolitana. Este proceso de reforma del gobierno federal coincide con las propuestas de reforma de las instituciones de educación superior agrupadas en la ANUIES; como se observar con la Declaración de Villahermosa[3] y, en particular, para el bachillerato la Declaración de Tepic[4]. Las reuniones de la ANUIES son testigo del papel desempeñado por el rector de la UNAM no sólo reconociendo las críticas condiciones en que se encuentran estas instituciones; sino, además, insistiendo en que las reformas académicas son impostergables pero posibles. Entre las posibilidades de desarrollo se toma como un importante modelo las cualidades del Colegio de Ciencias y Humanidades. La otra respuesta del gobierno de Echeverría fue el cooptar; de incorporar a las actividades de gobierno a antiguos lideres y participantes en el movimiento de 1968. En este sentido es evidente existe una abundante bibliografía sobre este proceso de apropiación de los estudiantes por el gobierno; pero así mismo en EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR EDUCACIÓN MULTICULTURAL EDUCACIÓN NORMALISTA EDUCACIÓN SUPERIOR EDUCACIÓN TECNOLÓGICA EDUCACIÓN Y COMUNICACIÓN EVALUACIÓN DE ALUMNOS EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN EVALUACIÓN DE MAESTROS FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN FINANCIAMIENTO DE LA EDUCACIÓN FORMACIÓN DOCENTE HISTORIA DE LA EDUCACIÓN INVESTIGACIÓN EDUCATIVA IPN MANUEL PÉREZ ROCHA MILITARIZACIÓN MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES torno a las distintas respuestas al movimiento estudiantil y popular de 1968[5]. Con estos elementos necesarios se ubica el momento histórico en que se crea el Colegio de Ciencias y Humanidades; porque es en momento de una crisis social derivada por dos factores: el crecimiento de los sectores medios[6]; desde luego estas clases medias fueron las que más promovieron el acceso a la educación media superior y superior. El otro factor se deriva de la necesidad de una urgente reforma en el seno de la Universidad Nacional Autónoma de México, tal y como la concibe González Casanova en especial el proyecto que se reconoce como Nueva Universidad[7]; de importancia vital en la vida institucional de la UNAM. En este sentido es evidente que entre los proyectos institucionales de la Nueva Universidad se reconocen los siguientes: “1.- Ampliación urbana de la UNAM, que contempla la creación de Unidades Académicas Urbanas. Parte de este proyecto fue la creación del CCH: 2.- Unidades Académicas de recursos renovables. Su objetivo era impulsar tecnología nacional y pretendía: a) atender a zonas agrícolas, ganaderas y recursos forestales, y b) atender a zonas desérticas, tropicales y de NOTICIAS OCDE PEDAGOGÍA PENSAMIENTO LIBERTARIO PLANES Y PROGRAMAS POLÍTICAS EDUCATIVAS PRIVATIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN PROBLEMÁTICAS EDUCATIVAS PROYECTOS EDUCATIVOS ALTERNOS REFORMA EDUCATIVA SEP TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN UNAM VIOLENCIA SOCIAL EN LA ESCUELA RSS: Entradas riego. 3.- Unidades académicas para el estudio de los recursos marinos. 4.- Unidad académica de recursos no renovables.” — (Cabello Bonilla, Víctor: “Consideraciones generales sobre el proceso político-académico que permitió el surgimiento del proyecto original del CCH. Ponencia en el tercer Foro del Área Histórico. social de Bachillerato del CCH, plantel oriente” (en) García Lugo, Gabino; Gutiérrez López, Miguel Ángel; et. al. La reflexión curricular sobre el CCH. Programa para la revisión del plan de estudios del bachillerato del CCH. P. 29) Estos son los proyectos que realiza el rector González Casanova para la UNAM y el más importante, no sólo por su duración; sino además por su trascendencia e impacto en la vida institucional y jurídico legal de la Máxima Casa de Estudios del país fue el CCH. La Universidad Nacional Autónoma de México cambió radicalmente a partir de este proyecto y en especial la aparición del Colegio de Ciencias y Humanidades. El proyecto Nueva Universidad incluye además del Colegio de Ciencias y Humanidades otras instituciones como el Sistema de Universidad Abierta y las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales. Meta Acceder Feed de entradas Feed de comentarios WordPress.org UNAM 1 de febrero 1971, p. 3; cursivas propias) Esto significa, ni más ni menos que la Universidad actué como verdadera Universidad al promover, asegurar y estimular el diálogo y la cooperación entre sus distintas instancias. En este proceso es importante identificar tanto lenguajes como métodos que son producto de esa cooperación y se constituyen en elementos esenciales en la formación de los nuevos profesionistas. “Es deber eludible de la Universidad auspiciar los proyectos de colaboración de sus escuelas e institutos que redunden en el más eficaz cumplimiento de las funciones que le asigna la ley.” (González Casanova: Proyecto …, p. 3) La colaboración interinstitucional de las distintas instancias universitarias se traducirá en proyectos de participación múltiple que impacten la docencia, de manera preponderante en el bachillerato; en la investigación y en la difusión cultural. Por lo tanto, el rector reconoce enseguida que, “En ese orden de ideas es posible concebir una serie de proyectos de enseñanza combinada en los niveles de bachillerato, licenciatura y postgrado, así como múltiples programas de investigación interdisciplinaria en los que participen especialistas y centros dedicados al estudio de distintos aspectos de la realidad. A través de estos programas y proyectos la Universidad cumpliría de manera cada vez más satisfactoria sus objetivos de impartir enseñanza y fomentar la investigación científica, de acuerdo con las necesidades del propio desarrollo de las ciencias y de la comunidad nacional.” — (González Casanova: Proyecto …, p. 3) Una de las acciones era reconocer la necesidad de construir nuevas formas de organización del trabajo académico tanto en el campo de la docencia como en la investigación, funciones ambas debidas a las necesidades sociales que cumple la Universidad Nacional. Así, se reconoce una desarticulación entre planes y programas de estudios del bachillerato con la licenciatura y, desde luego, también del posgrado. Los proyectos deben cumplir son las siguientes características: “Dichos programas y proyectos, en función de su naturaleza específica y de sus fines precisos, podrían ser permanentes o transitorios. Es decir, originar nuevas instituciones a partir del esfuerzo coincidente de las instituciones ya existentes, o bien trabajos de cooperación que desaparecerían o se transformarían una vez alcanzadas las metas propuestas. En realidad hay un margen muy grande a las formas posibles que puede asumir la combinación de los recursos de toda índole con que cuenta la Universidad, sin más límite que nuestra estructura legal, o la disponibilidad de los elementos necesarios en cantidad y en calidad.” — (González Casanova: Proyecto …, p. 3) Los proyectos o son permanentes o son transitorios, el único límite es: el marco legal universitario y la disponibilidad de los recursos materiales, humanos y financieros. Por ende, se trata de que todas estas características conformen, específicamente, un proyecto. “Este proyecto se refiere a la creación de una institución de carácter permanente: el Colegio de Ciencias y Humanidades, que incluirá diversos niveles de enseñanza y centros de investigación. El Colegio sería precisamente el resultado de la iniciativa coincidente de varios planteles con el fin de impulsar por nuevos caminos la enseñanza y la investigación científica dentro de la institución.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 3; cursivas propias) Aparece la instancia universitaria permanente con al menos tres cualidades. En primer lugar, integrar “diversos niveles de enseñanza”; es decir desde el bachillerato hasta el doctorado. En segundo, Se afirma que el proyecto inicial del Colegio de Ciencias y Humanidades el nivel bachillerato es sólo la punta del iceberg; esto es, el CCH, en su modalidad del bachillerato, es sólo la primera vertiente de una institución que pretendió desde el principio el crecer constantemente hasta llegar a constituirse en toda una serie de modalidades que iniciaba en el bachillerato -pero con planes de estudio flexibles intra universitarios e interdisciplinarios- hasta el doctorado. Esto significa: “En rigor, una de las características esenciales del Colegio debería ser su flexibilidad y su fácil adecuación a las necesidades e iniciativas futuras de cooperación entre universitarios, y el generar y auspiciar constantemente iniciativas de cooperación e innovación. Estos objetivos deseables deberán ser cubiertos gradualmente a través de esfuerzos conjuntos de la más diversa índole” — (González Casanova: Proyecto…, p. 3) Es obvio que “existen otros proyectos que se refieren a la creación del nivel profesional en el Colegio de Ciencias y Humanidades y que se presentarán en fecha próxima a la consideración del H. Consejo Universitario.” Con la creación del nivel bachillerato en el Colegio de Ciencias y Humanidades es evidente existen: “Varias razones (que) justifican la proposición específica y la prioridad que se le da. La primera se refiere a la creciente demanda de enseñanza a nivel medio superior y a la necesidad de nuestra Casa de Estudios de satisfacerla lo más amplia y eficazmente que le sea posible.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 3) El Colegio no es resultado de una medida administrativa ni del capricho personal de algún funcionario; por el contrario, resulta del esfuerzo conjunto de facultades y de la Escuela Nacional Preparatoria; consecuentemente, de profesores, estudiantes y autoridades universitarias. En consecuencia, el CCH es una institución que “abre nuevas perspectivas a la juventud, al magisterio, a los investigadores.” En este sentido, el proyecto del Colegio de Ciencias y Humanidades consistía en varias etapas; que inició con el nivel bachillerato que se estudia aquí. Al respecto dice González Casanova. “La que ayer se presentó en lo particular al H. Consejo Universitario se refiere a la enseñanza de nivel medio superior.” Consecuentemente “Si es posible en este mismo año se propondrán nuevas opciones, en el orden profesional en las licenciaturas; sobre todo en algunas disciplinas que (se) presten a ello como las matemáticas aplicadas, las ciencia administrativas y las ciencias de la salud, profesiones de carácter típicamente interdisciplinario, y que tienen por lo demás y tendrán en el futuro, un amplio mercado de trabajo; pero el esfuerzo del Colegio no puede quedarse ahí, habrá que llegar a los estudios de postgrado y de investigación, coordinando por su cuenta cuanto así se lo encomiende la Universidad o cooperando con las divisiones de estudios superiores y los institutos de investigación científica y humanística programen en el futuro, para el estudio de áreas y problemas que requieren el concurso de varias disciplinas como la Psicología, la Psicología Social y la Psiquiatría, como la Geografía y las ciencias de la tierra, como los problemas de desarrollo regional y como tantas más que sería difícil enumerar.” — (Se creó el CCH, p. 2) El Colegio aparece, desde su origen, como una institución que pretende alcanzar no sólo el nivel medio superior; porque en su propuesta original aparece los niveles de licenciatura y posgrado. Consecuentemente, el Colegio de Ciencias y Humanidades se concibe como una modalidad educativa que abarca todo el sistema universitario; planteadas con fines analíticos y formuladas en los documentos fundantes signados por las autoridades universitarias entre noviembre de 1970 y enero de 1971. Enseguida se describen los atributos que corresponden a cada una de las dimensiones del modelo pedagógico del Colegio de Ciencias y Humanidades. 1.- La orientación teórica Para describir esta primera dimensión del modelo pedagógico del Colegio de Ciencias y Humanidades, es necesario señalar que en ninguno de los textos fundacionales aparece alguna referencia a una determinada orientación teórica específica. Sin pretender dar una respuesta absoluta, lo que es imposible ante la carencia de información, es obvio que este acercamiento es parcial e incompleto. Esto porque según los textos en ningún momento ni el rector González Casanova ni el H. Consejo Universitario mencionan una determinada orientación teórica; por ende, se debe buscar en otro lado la cuestión de la orientación teórica que sustenta el modelo pedagógico del CCH. Se planteó, inicialmente, que la orientación teórica del modelo pedagógico del Colegio de Ciencias y Humanidades se sustentaba en la perspectiva de interdisciplinariedad, como lo expresa Ápostel[13]. Pero es obvio que entre las pretensiones de ese conjunto de textos no existe ninguna mención a la posibilidad de que la interdisciplinariedad se empleara en el nivel bachillerato. Las autoridades universitarias nunca hicieron mención de esta perspectiva teórico como oportunidad para construir el mapa y el diseño curricular del Colegio de Ciencias y Humanidades. Por otro lado, es necesario decir que ante el silencio de las autoridades de la UNAM se deberían explorar otras opciones para establecer su posible papel como orientadora teórica de la propuesta del CCH. La responsabilidad de la orientación de esta propuesta, en otro momento de la investigación, recayó en la publicación de la Asociación Internacional de Universidades[14]. Pero, evidentemente, tampoco desde esta fuente se construyó la propuesta del Colegio de Ciencias y Humanidades. Se señaló como otra posibilidad en este proceso del diseño curricular del CCH, la propuesta de Roger Gilbert en el sentido de los tiempos y los lenguajes[15]. Pero tampoco había muchas pistas para sostenerlo ni demostrarlo. Pero igual sucedió con un texto, casi desconocido, de Miguel Ángel Cevallos[16]. Pero tampoco fue posible el encontrar esa vinculación. Por todo lo anterior estaban agotadas las posibilidades de encontrar la fuente desde la cual se construyó, conceptualmente, el modelo pedagógico del Colegio de Ciencias y Humanidades. Pero todavía estaba abierta la opción de buscar por otras vías. Efectivamente, se realizó una pesquisa entre los trabajos que se han dado a conocer en las diferentes publicaciones del Colegio, en sus páginas, docentes e investigadores de los cinco planteles tratan de definir o al menos de identificar cuál es la orientación teórica del modelo pedagógico del Colegio de Ciencias y Humanidades. Sin intentar dar por agotado el tema se puede decir que tampoco se trata de realizar un inventario completo de todas las colaboraciones que abordan la problemática ya señalada aquí. Así que los autores y sus textos son varios[17]. 2.- Los fines En este rubro se describen los objetivos sociales que se le asignan al Colegio de Ciencias y Humanidades recordando que desde el inicio se le reconoció como un órgano de permanente renovación. Así que esta cualidad no requiere ser nuevamente señalada aquí. Así, la pregunta es ¿cuáles son los fines que se le atribuyen al CCH? Para responder a esta pregunta explotadas, de una flexibilidad y renovación permanente de las estructuras universitarias.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 4) Esto significa que en la fundación del CCH participan por un lado las facultades universitarias y por el otro, de manera sobresaliente, la Escuela Nacional Preparatoria; porque con este proyecto se trata de recuperar de la ENP la experiencia acumulada en los ámbitos pedagógicos y organizativos que, evidentemente, se enriquecen con los aportes de las facultades participantes. En este sentido, no es de extrañar lo que indica el rector: “El proyecto entraña la estrecha colaboración de la Escuela Nacional Preparatoria, que puede aportar una rica experiencia pedagógica y organizativa en el establecimiento de las muevas unidades y es una valiosa ocasión para que la Escuela Nacional Preparatoria se vincule estrechamente con las actividades universitarias de nivel superior y de investigación científica.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 4) La Universidad, con la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades, promueve la participación interinstitucional con el fin de propiciar una enseñanza novedosa que descanse más en el proceso de aprendizaje de los métodos de investigación (científico experimental y el histórico social) y los lenguajes (el castellano y las matemáticas). Esta propuesta, supone, la aparición de una nueva modalidad del bachillerato universitario que desplazaba la tradicional enseñanza a partir de asignaturas y ciertas áreas del conocimiento (disciplinas o ciencias) Por lo mismo, el rector no olvida insistir en que: “Por todo ello el Colegio será el resultado de un esfuerzo de la Universidad como verdadera Universidad, de las facultades, escuelas e institutos como entidades ligadas y coordinadas y de sus profesores, estudiantes y autoridades en un esfuerzo de competencia por educar más y mejor a un mayor número de mexicanos y por enriquecer nuestras posibilidades de investigación en un país que requiere de la investigación científica, tecnológica y humanística, cada vez más, si quiere ser, cada vez más, una nación independiente y soberana, con menos injusticias y carencias.” — (Se creó el CCH, p. 2) El resultado es el plan de estudios, flexible y de renovación del CCH y promover la institución educativa destinada a dar mayor cabida a los egresados de la secundaria era igualmente importante reconocer que el proceso de selección de los egresados debería ser también revisado; puesto que: “la selección previa al momento en que los estudiantes llegan a las ventanillas de la Universidad es excesiva, y no necesariamente académica, sino social y económica.” (Se creó el CCH, p. 2). Este proceso de selección social y económica -nunca académica- es tan evidente que se expresa con los siguientes datos: “El número de alumnos que ingresa a la Universidad Nacional, y en general a la enseñanza superior del país, es extremadamente pequeño (apenas el 2% de la matricula total corresponde, en 1970, a la educación especial y superior. En números absolutos son 199 mil estudiantes en educación superior frente a los 10,088,000 de la matricula potencial; cifra muy inferior a la que proporcionalmente tienen otros países subdesarrollados, o en proceso de desarrollo similar al de México).” — (Se creó el CCH, p. 2) Así, se le otorga una especial importancia al Colegio de Ciencias y Humanidades puesto que “Sí nosotros pensamos en el México de la próxima década veremos que sin instituciones como el Colegio de Ciencias y Humanidades, la magnitud de problemas a los que se enfrentará la Universidad Nacional Autónoma de México la “Hemos de subrayar que la iniciativa de cooperación de las facultades universitarias con la Escuela Nacional Preparatoria, es un esfuerzo para buscar nuevas alternativas y combinaciones que serán útiles a los jóvenes mexicanos que opten por ellas y que abre oportunidades, hasta hoy poco exploradas, de una flexibilidad y renovación permanente de las estructuras universitarias. El proyecto entraña la estrecha colaboración de .la Escuela Nacional Preparatoria, que puede aportar una rica experiencia pedagógica y organizativa en el establecimiento de las nuevas unidades y es una valiosa ocasión para que la Escuela Nacional Preparatoria se vincule estrechamente con las actividades universitarias de nivel superior y de investigación científica.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 2) El proceso de colaboración interinstitucional es vital. Así, las Facultades que participan con la Escuela Nacional Preparatoria en la conformación del Colegio de Ciencias y Humanidades son las de Ciencias, Filosofía y Letras, Química y Ciencias Políticas. La conclusión es evidente: “La creación del Colegio de Ciencias y Humanidades constituye la creación de un motor permanente de innovación de la enseñanza universitaria y nacional, y deberá ser completado con esfuerzos sistemáticos que mejoren, a lo largo de todo el proceso educativo, nuestros sistemas de evaluación de los que enseñamos y de lo que aprenden los estudiantes; presentándoles a éstos nuevas posibilidades de trabajos técnicos, de oficios y de artes aplicadas, en que colabore la nación entera en una política de educación y de empleo cada vez más calificado.” — (Se creó el CCH, p. 2; cursivas propias) El CCH no sólo es “un motor permanente de innovación de la enseñanza universitaria” y no concluye su misión. Puesto que, “Naturalmente, un proyecto de esta naturaleza ofrece múltiples posibilidades de combinación entre disciplinas que será necesario explorar en el futuro. En rigor, una de las características esenciales del Colegio debería ser su flexibilidad y fácil adecuación a las necesidades e iniciativas futuras de cooperación entre universitarios y el generar y auspiciar constantemente iniciativas de cooperación e innovación. Estos objetivos deseables deberán ser cubiertos gradualmente a través de esfuerzos conjuntos de la más diversa índole.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 4; cursivas propias) Esta cualidad, la flexibilidad, del Colegio de Ciencias y Humanidades es esencial para promover la cooperación universitaria no sólo a nivel de Escuelas, Facultades, Centros e Institutos; puesto que, “En rigor, podría pensarse en la creación de nuevas Escuelas Preparatorias que reprodujeran la estructura organizativa y académica del bachillerato actual. Sin embargo, la obligación de que la Universidad cumpla sus objetivos académicos de acuerdo con las nuevas exigencias del desarrollo social y científico, al mismo tiempo que confiere una flexibilidad mayor y nuevas opciones y modalidades a la organización de sus estudios, sugieren la conveniencia de poner las bases para una enseñanza interdisciplinaria y de cooperación inter-escolar, también en el ciclo de bachillerato, la cual contribuirá a la formación polivalente del estudiante, capacitándolo mejor para seguir distintas alternativas: estudios profesionales, investigación o inclusive su incorporación más rápida al mercado de trabajo, en salidas laterales que son indispensables en un país moderno.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 3; cursivas propias) del joven y la formación de nuevos profesores, sino que va a liberar una serie de fuerzas para la educación.” — (Se creó el CCH, pp. 1-2) El Colegio de Ciencias y Humanidades adquiere un valor único y una importancia de inestimable utilidad para la Universidad porque no sólo va a cumplir con los objetivos que, socialmente, le corresponde atender a la Universidad Nacional Autónoma de México; sino que además se establecen, claramente, los fines particulares e institucionales que le asigna la propia UNAM. También se reconoce la posibilidad de diseñar nuevas opciones de desarrollo institucional y vale un ejemplo: “Las unidades académicas constituirán un verdadero punto de encuentro entre especialistas de diferentes disciplinas, así como un laboratorio de formación de profesores e investigadores de la Universidad. Al efecto se buscaría siempre que en toda unidad académica hubiera profesores de la Escuela Nacional Preparatoria, y profesores-estudiantes de las facultades. Estos últimos para ser profesores tendrían que cubrir los requisitos del personal docente, y hasta dos de las materias que impartieran se les contarían como créditos equivalentes a materias optativas de la especialidad que están cursando en la facultad o escuela correspondiente.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 4; cursivas propias) El Colegio de Ciencias y Humanidades, en la modalidad del bachillerato universitario, se constituye como punto de encuentro; no sólo de los nuevos alumnos con los nuevos planes de estudio. Además de docentes que aportaban su experiencia como profesores de la Escuela Nacional Preparatoria con los profesores-estudiantes o los profesores del CCH que aún continuaban sus estudios en el nivel de licenciatura y que, por ende, participaban de un proceso de formación en el campo de la docencia universitaria. En conclusión, podría decirse son tres los fines institucionales que le corresponden al CCH en el ciclo bachillerato: “El Colegio de Ciencias y Humanidades resuelve por lo menos tres problemas que hasta ahora sólo habíamos planteado o resuelto de forma parcial: 1º. Unir a distintas facultades y escuelas que originalmente estuvieron separadas. 2º. Vincular la Escuela Nacional Preparatoria a las facultades y escuelas superiores así como a los institutos de investigación. 3º. Crear un órgano permanente de innovación de la Universidad, capaz de realizad funciones distintas sin tener que cambiar toda la estructura universitaria, adaptando el sistema a los cambios y requerimientos de la propia Universidad y del país.” — (Se creó el CCH, p. 1; cursivas propias) A los fines se agregan los señalados antes. El Colegio de Ciencias y Humanidades es un motor permanente de renovación; resulta de una propuesta conjunta de escuelas, facultades e institutos universitarios y, consecuentemente, promueve la colaboración interinstitucional. Además, inicia con el nivel bachillerato la intención es llegar a proporcionar educación con planes de estudios flexibles e interdisciplinarios en licenciatura y posgrado. Fines académicos.- En este rubro destacan los fines que se le atribuyen al Colegio de Ciencias y Humanidades, conservan gran consistencia y una mutua implicación entre las líneas generales de la reforma universitaria; por eso se recuerda que en el nivel macro de la UNAM se tienen los siguientes objetivos: 1.- Democratizar el acceso a la educación superior. que establezca el Colegio de Ciencias y Humanidades a nivel de licenciatura.” — (Reglas y criterios de aplicación del plan de estudios de la Unidad Académica del ciclo de bachillerato, p. 69) Así, se enfatiza el papel formativo del Colegio y una de las opciones que tiene el egresado para seguir sus estudios de licenciatura ya sea en las carreras existentes en la UNAM o en caso de que así lo desee, esperar las licenciaturas que el propio Colegio organizaría en un futuro. Por eso, “se extenderá diploma de bachiller a los alumnos que hayan cubierto todos los créditos”. El alumno que termina sus cursos adquiere el diploma de bachiller y podrá continuar sus estudios. En otro sentido, se indica qué tipos de conocimientos debe alcanzar el egresado; es decir, el conjunto de habilidades, conocimientos y destrezas que adquiere el alumno como resultado de cada una de las áreas. Así, se hace evidente que el alumno debe ser capaz de demostrar, según la misma regla: “Su dominio básico de las matemáticas, del método experimental, del análisis histórico- social, su capacidad y hábito de lectura de libros clásicos y modernos, su conocimiento del lenguaje para la redacción de escritos y ensayos, su capacidad de informarse y documentarse para elaboración de trabajos y de organizar el material en ficheros, notas, cuadros, así como la posibilidad de leer y traducir un idioma extranjero, en particular el inglés o el francés.” Todos estos conocimientos y saberes “le permitirán, con posibilidades de éxito, seguir las carreras existentes o las interdisciplinarias que se creen”. Pero agrega la primera Regla, con este diseño curricular: “Se buscará que al final de su formación sepa aprender, sepa informarse y estudiar sobre materias que aún ignora, recurriendo para ello a los libros, enciclopedias, periódicos, revistas, cursos extraordinarios que siga fuera de programa, sin pretender que la Unidad le dé una cultura enciclopédica, sino los métodos y las técnicas necesarias y el hábito de aplicarlos a problemas concretos y de adquirir nuevos conocimientos.” En otras palabras: “Se pretende preparar a un bachiller que sepa leer, sepa hablar, sepa escribir o redactar, sepa matemáticas modernas, conozca el método científico experimental y sus aplicaciones, conozca el método histórico político, sepa informarse, sepa aprender lo que no sabe y tenga el gusto por la lectura de autores clásicos (y) contemporáneos.” — (Bernal Sahagún, Alfonso: “El Colegio de Ciencias y Humanidades” (en) Cuadernos del Colegio, no. 31 abril junio 1986, p. 85; cursivas propias) Por ende, se reitera en que el egresado tenga dominio de técnicas, de métodos y de lenguajes sin que estos saberes se caractericen como una educación de índole enciclopédica. En conclusión, se identifican tres distintos fines que le corresponden al Colegio de Ciencias y Humanidades. Los que se refieren al ámbito social son los relativos a la respuesta a la demanda de ingreso a la educación media superior y ser una respuesta, entre otras, en la reforma universitaria. Los fines institucionales son más amplios y tienen que ver con cuestiones como, por ejemplo, ser una propuesta conjunta de facultades, escuelas e institutos de investigación; ser un instrumento de colaboración intrainstitucional; desplegar un plan de estudios flexible, novedoso y centrado en el estudio de métodos y lenguajes; ser un permanente motor de renovación. En el caso del bachillerato se le reconoce como una etapa preparatoria y terminal - con la diferencia de que la terminación adquiere un valor especial por la apertura de las llamadas opciones técnicas. interesarse por el estudio de los grandes autores.” Más aún, “El plan está igualmente abierto a fomentar las especialidades y la cultura del especialista, incluye algunas especialidades del mundo contemporáneo que son de la mayor importancia, como la estadística y la cibernética. Los cursos optativos previstos conducen al estudio de las profesiones, en tanto que sus materias básicas permiten que el alumno adquiera una gran flexibilidad y pueda cambiar de vocación, de profesión, así como aprender a combinar profesiones distintas y a realizar actividades interdisciplinarias.” — (Se creó el CCH, p. 2; cursivas propias) El plan de estudios del Colegio se caracteriza, por combatir al enciclopedismo y recurre a contenidos académicos muy específicos reunidos en proceso de enseñanza aprendizaje centrados: en el método científico experimental, en el histórico social; pero también en el lenguaje de las matemáticas, del español y de una lengua extranjera. En el caso particular de los talleres, una de las novedosas innovaciones en el plan de estudios del Colegio, se busca promover el “aprender a dominar, a trabajar, a corregir el idioma nacional”; pero también “aprender a aprender; a informarse”. Esto significa que el alumno adquiere un papel protagónico en su propio proceso de formación y cambia el rol reconocido del maestro como simple repetidor. Además, se consigue con la participación activa del alumno “despertar la curiosidad por la lectura, y en aprender a leer y a interesarse por el estudio de los grandes autores”; cualidades todas no sólo necesarias sino además innovadoras. Sólo de esta manera será posible el combatir al enciclopedismo de una manera eficaz. Por ende, existen tres tipos distintos de cursos en el CCH cada uno con sus propios atributos, como por ejemplo: los básicos en las que el alumno “adquiera una gran flexibilidad” y sea capaz de cambiar su vocación y futura profesión. Esto implica que el alumno podrá “aprender a combinar profesiones distintas y a realizar actividades interdisciplinarias”. Por otro lado, los cursos optativos conducen al “estudio de las profesiones.” Finalmente, los cursos especiales buscan “fomentar las especialidades y la cultura del especialista”; que se logra con los planes de estudio a nivel licenciatura y posgrado que más tarde serán proporcionados por el Colegio de Ciencias y Humanidades. El plan de estudios promueve en el estudiante el “aprender a combinar profesiones distintas y a realizar actividades interdisciplinarias”, junto con una mayor flexibilidad en lo que estudia y en cómo lo estudia. El plan se convierte en un amplio campo de posibilidad de desarrollo personal. La petición es más contundente: “Por los motivos expuestos se propone la creación del Colegio de Ciencias y Humanidades y de las unidades académicas correspondientes al mismo en las que se impartirá enseñanza del ciclo de bachillerato, Esas unidades académicas del ciclo de bachillerato como parte del Colegio de Ciencias y Humanidades, se organizarían conforme a los siguientes reglamentos y planes.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 4) Los datos previos del plan de estudios del Colegio son necesarios para ubicar de manera más eficaz el papel que le corresponde a cada una de las asignaturas en la búsqueda y conformación del tipo de alumno a formar. Las asignaturas del plan de estudios del Colegio de Ciencias y Humanidades en nivel bachillerato están organizadas en cuatro áreas básicas; a saber: matemáticas, científico experimental, histórico social y talleres. El total de las materias del plan de “El estudiante estará capacitado igualmente para desempeñar trabajos y puestos en la producción y los servicios por su capacidad de decisión, innovación, estudio y por la formación de la personalidad que implica el plan académico, pudiendo complementar su cultura con otras, técnica y aplicada, ya sea mientras sigue los cursos académicos del plan, ya una vez terminado el mismo.” — (Reglas …, p. 69) El Colegio adquiere un evidente compromiso en el proceso de formación de sus alumnos mediante los contenidos académicos; además, el Colegio se compromete, en la 3ª Regla, a “permanentemente revisar y, en su caso, actualiza el plan de estudios”. Por ende, se establece el principio de que “los programas deberán ser publicados anualmente.” (Reglas …, p. 70) La formación que proporciona el Colegio de Ciencias y Humanidades es, en primera instancia, una formación fundamentalmente académica; una formación que prepara al egresado para continuar estudios profesionales y de postgrado. Pero la opción novedosa e innovadora es que el Colegio abre una inédita oportunidad de carácter terminal: proporcionar a todos los alumnos, independientemente de los logros académicos, la preparación para cuando terminen o cuando no concluyen sus estudios preparatorios. Esta posibilidad de índole terminal, en el Colegio, se designa como “opciones técnicas”; que consisten en la oportunidad única para que los estudiantes, junto con los estudios académicos, se capaciten en áreas laborales de reconocida importancia o de novedosa incorporación en el mercado de trabajo. En el artículo 3º. del Reglamento se indica que: “La unidad combinará el estudio académico con el adiestramiento práctico, en la proporción y forma que lo determinen los reglamentos que se expidan sobre el particular.” (Reglamento de la Unidad Académica del ciclo de bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades) No era suficiente. Porque, en la 2ª. Regla, no sólo se define la doble cualidad de reunir la preparación académica con el adiestramiento práctico para el campo laboral; sino además se establecen las siguientes condiciones: “Unidades Técnicas y de Artes Aplicadas. La Unidad Académica elaborará próximamente planes de estudio para el adiestramiento de los alumnos en técnicas, artes aplicadas u oficios que se impartirán a los alumnos: a) en las propias escuelas de la Universidad que ya participan en este tipo de enseñanza, como la Escuela Nacional de Artes Plásticas, en la Escuela Nacional de Música, los centros de extensión universitaria; b) en las unidades que se funden en lo sucesivo; c) en los centros de producción o de servicios que establezcan planes de cooperación para la formación de personal técnico. Estos estudios tendrán carácter optativo. Se extenderá diploma de técnico nivel de bachillerato a los estudiantes que cumplan con los planes respectivos y podrá extenderse antes de que el estudiante termine el plan académico del bachillerato.” — (Reglas …, p. 70) Por ende, en lo que corresponde a las opciones técnicas se abren nuevas posibilidades de desarrollo a nivel académico, al reunir los conocimientos teóricos con la puesta en práctica de esos mismos conocimientos; sino además al hacer posible la capacitación laboral de los egresados del Colegio o de los que sin terminar los estudios académicos cursan alguna de las opciones técnicas y así incorporase al mercado laboral con conocimientos específicos en un área profesional determinada. En este sentido se recuerda que: “Para hacer al ciclo preparatorio del Bachillerato también terminal se ofrecen las llamadas ‘Opciones Técnicas’, opciones, como su nombre lograr, a través de los contenidos académicos, los fines académicos. Esto es, recordar que: “Atendiendo particularmente al carácter interdisciplinario de la enseñanza en estas unidades, en que se conjugarían las matemáticas y el español, y el método científico- experimental con el histórico-social, cuatro facultades universitarias han tomado la iniciativa de organizar en sus aspectos más generales la estructura académica de estas nuevas unidades, basándose para ello en estudios y sugerencias de muchos universitarios”. — (González Casanova: Proyecto…, p. 3) Por ende, “De acuerdo con estas consideraciones, se ha pensado que la formación del estudiante del ciclo de bachillerato en algunas disciplinas fundamentales -el método científico- experimental, el método histórico-social, las matemáticas y el español- le proporcionarán una educación básica que le permita aprovechar las alternativas profesionales o académicas clásicas y modernas.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 3) Por ende, se establece en la 6ª. Regla que: “La metodología de la enseñanza hará énfasis en el ejercicio y la práctica de los conocimientos teóricos impartidos. En todos y cada uno de los cursos se deberán utilizar no sólo libros de texto convencionales o programados, sino antologías de lecturas (de matemáticas, física, química, literatura, etc.)”. — (Reglas…, p. 71; cursivas propias) Esto es importante cuando se recuerda que “los programas o temas estudiados en cada materia no son, en última instancia, más que reglas para alcanzar objetivos de aprendizaje perfectamente definidos.” (Bernal Sahagún; El Colegio…, p. 85) Para ejemplificar cómo debe ser esta metodología de la enseñanza se indica que: “Así, en el curso de biología -por ejemplo- no sólo se estudiará un texto de biología, sino una antología de ensayos o artículos destacados sobre las ciencias biológicas, la investigación básica en biología, la investigación aplicada, que den una imagen viva de lo que es esta disciplina en el conocimiento humano y de sus múltiples y variadas posibilidades. Otro tanto se hará con las matemáticas, o con la historia, y en general con todas las materias.” — (Reglas …, p. 71; cursivas propias) Por ende, se establece que esta modalidad educativa más que un simple curso; tiene el carácter de una oportunidad para el estudiante de acceder a un conjunto de conocimientos que le permitan adquirir una visión completa, panorámica de todas y cada una de las disciplinas que conforman el plan de estudios del Colegio de Ciencias y Humanidades. Así, los laboratorios, son otra novedosa incorporación, porque: “En los laboratorios se hará que los estudiantes construyan algunos de los aparatos de observación y que los apliquen, sin que se limiten al uso de los ya construidos, así como que discutan textos sobre la respectiva materia en forma de mesas redondas.” Esto significa que en el laboratorio se busca aplicar los conocimientos teóricos adquiridos por el alumno a través de la construcción de equipos que se emplean en los propios laboratorios; pero también, participe en la discusión académica de textos escolares, en la modalidad de mesas redondas. En otras áreas se buscará que corresponde a las modalidades educativas y en especial “En los talleres de redacción se harán ejercicios de composición, resúmenes, cuadros clasificadores, notas, ensayos o artículos. Se enseñará al alumno a revisar, corregir y Mediante la Regla 7ª. se reconoce, que con esta formación no se alcanzan los fines académicos del Colegio; por ende, señala el propio Bernal Sahagún que “en el bachillerato del CCH, se aspira a aprovechar de manera total el tiempo de permanencia del alumno en el aula, el taller o en el laboratorio”. Pero tampoco es suficiente; es necesario, se diseñan otras estrategias didácticas para poderlo hacer, que “en los planteles se organizarán y estimularán actividades deportivas y estéticas permanentemente.” (Reglas…, p. 72). Pero a pesar de estos conocimientos académicos y de índole técnico a nivel bachillerato, adquiridos por el alumno, se reitera que: “Debe enfatizarse que esta iniciativa contempla la posibilidad de que el ciclo de bachillerato constituye no sólo el requisito académico previo para cursar las diferentes licenciaturas universitarias, sino un ciclo de aprendizaje en que se combinen el estudio en las aulas y en el laboratorio con el adiestramiento en el taller y en los centros de trabajo. En otras palabras, se persigue que, en esta etapa, el estudiante adquiera también el necesario adiestramiento que lo capacite para realizar ciertas actividades de carácter técnicos y profesional, que no exigen la licenciatura. Así, la formación en este nivel sería una síntesis de actividades propiamente académicas con un aprendizaje práctico. La Universidad podría incluso reconocer, para efectos académicos, el trabajo de adiestramiento que realizarían los alumnos, tanto en las unidades académicas de la Universidad como fuera de ellas.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 3) La educación completa: “una síntesis de actividades propiamente académicas, con un aprendizaje práctico”, que proporciona el Colegio de Ciencias y Humanidades se complementará con actividades adicionales, según se desprende de la 4ª. Regla, por ejemplo: “Cada plantel de la Unidad Académica organizará conferencias destinadas a explicar el presente plan de estudios y sus reglas de aplicación. Organizará conferencias y mesas redondas explicando el significado de las materias por las que tiene que optar; las combinaciones de materias útiles para los distintos tipos de trabajo interdisciplinario, etc. Las conferencias de orientación deberán versar también sobre técnicas, oficio y artes aplicadas. Se publicarán cuadernos de orientación profesional sobre las distintas materias y su relación con la formación científica, tecnológica, humanística, etc.” — (Reglas…, pp. 70-1) En consecuencia, como había señalado el rector de la UNAM, la noción de escuela cambia de manera radical; puesto que no se trata únicamente de un espacio de formación académica. Bernal Sahagún, insiste “las actividades complementarias en la formación estudiantil o en el aprovechamiento del tiempo diario del alumno, deben tender a ser hechas ‘con el pueblo’ no ‘para el pueblo’.” La escuela va a complementar su labor en la fábrica, en el taller, también en el laboratorio se pondrá en práctica el conocimiento adquirido por el alumno. Así la escuela y el taller; la escuela y la fábrica; la escuela y el laboratorio se complementan de manera peculiar y cumplirán con los fines sociales, institucionales y académicos del Colegio de Ciencias y Humanidades. En este caso, el Colegio se caracteriza por proporcionar una nueva opción para sus alumnos y consiste en la apertura -necesaria, desde el punto de vista administrativo- de cursos de lenguas extranjeras, con un atributo adicional: “los alumnos podrán, sin asistir a clases, acreditar los cursos de lengua extranjera mediante un examen en el que demuestren su capacidad de traducción y comprensión del inglés o francés.” (5ª Reglas…, p. 71) La última estrategia para conseguir la plena formación académica de los egresados del Colegio del CCH. De manera simultánea se promueve la publicación de antologías y de cuadernos de orientación para los alumnos. Además, como otra innovación aparecen las opciones técnicas, que otorgan diploma de técnico nivel bachillerato y proporcionan un adiestramiento a los alumnos mediante tres modalidades de trabajos: asignaturas teóricas, las prácticas laborales y la investigación. Finalmente, se menciona el asunto de los maestros, con el fin de promover la necesaria movilidad y la posibilidad de intercambio se reclutan tanto en la ENP como en las Facultades que participaron en su creación; además su figura contractual se ajusta a los lineamientos de la legislación universitaria. No se cierra este apartado sin antes hacer referencia a otro aspecto esencial del Colegio de Ciencias y Humanidades y consiste en la diferenciación necesaria entre estas nuevas unidades académicas y la tradicional Escuela Nacional Preparatoria. Así dice el rector González Casanova al respecto que: “También es importante mencionar las diferencias básicas entre las nuevas unidades académicas cuya creación se propone, y la Escuela Nacional Preparatoria, ya que ambas instituciones impartirán enseñanza en el ciclo del bachillerato, y ésta cooperaría con las otras cuatro en un esfuerzo universitario y colegiado”. — (González Casanova: Proyecto…, p. 4; cursivas propias) La primera gran diferencia se produce al comparar las características de los planes de estudio; al respecto señala González Casanova: “La primera diferencia se refiere a los planes de estudio, como hemos visto, las unidades académicas del proyecto se significan por su carácter netamente interdisciplinario y por la síntesis de los enfoques metodológicos que aportan cuatro facultades universitarias.” (González Casanova: Proyecto…, p. 4; cursivas propias) — (González Casanova: Proyecto…, p. 4; cursivas propias) Los planes de estudio del Colegio, a diferencia de los de la ENP, se caracterizan por su cualidad interdisciplinario y por el empleo en el proceso de enseñanza aprendizaje de los enfoques metodológicos que se derivan de su cualidad interinstitucional. De esta manera se deriva la segunda cualidad distintiva del Colegio de Ciencias y Humanidades: “La segunda diferencia se refiere a la combinación entre el trabajo académico en las aulas y el adiestramiento práctico en talleres, laboratorios y centros de trabajos, dentro y fuera de la Universidad. Esta modalidad permitiría, por primera vez, a los egresados del bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades desempeñar tareas de carácter técnicos y profesional que no ameritan estudios superiores y son necesarios en nuestro medio.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 4 cursivas propias) Entre la Nacional Preparatoria y el Colegio la diferencia está presente en la pretensión del Colegio de incorporar entre sus estudios la combinación del trabajo académico en las aulas y el adiestramiento práctico dirigido a la capacitación laboral de sus alumnos. Pero, “La tercera diferencia, al hecho de que un porcentaje importante del personal docente de las nuevas unidades académicas provendría de las cuatro facultades de la iniciativa que sumarían su esfuerzo a aquéllos con que contribuya el profesorado de la Escuela Nacional Preparatoria. Tal personal podría ser el que ya presta sus servicios particularmente en la Escuela Nacional Preparatoria; y en parte, el que se reclutará entre los estudiantes de la interdisciplinariedad; pero, además se hace evidente que combina “el trabajo académico en las aulas y el adiestramiento práctico”. Así mismo, los docentes no sólo serán los profesores que imparten clases en la Escuela Nacional Preparatoria; pues también las facultades pueden enviar alumnos de la licenciatura y del posgrado. Por último, no por menos importante, los egresados pueden continuar estudios profesionales. 5.- La periodicidad En este rubro se describen los datos pertinentes a la periodicidad de la práctica docente; esto es, al conjunto de disposiciones académico- administrativas que hacen posible la reunión en el salón de clase del docente con el alumno. Para describir esta cualidad del modelo pedagógico en el Colegio de Ciencias y Humanidades se cuenta con Plan de Estudios Académico y Reglas de Aplicación[19]; ahí se indican tanto las horas totales lectivas que el alumno debe de someterse a la interacción con el maestro en el salón de clases. Así señala Bernal Sahagún que: “en la misma institución y a las horas de clase se debe proceder a trabajar con seriedad y con suficiente motivación y no hacer a la labor docente superficial y dejarla para su aplicación posterior.” (Bernal Sahagún: El Colegio…, p. 85) La relación maestro alumno en el salón de clases, aunque con la modalidad de taller o laboratorio, debería ser un espacio de gran importancia. La importancia del salón no está determinada sólo por la presencia de alumnos y maestros; sino por tratar de hacer más eficiente el tiempo que ambos permanecen en el aula. Se trata, pues, de “trabajar con seriedad y con suficiente motivación” de modo tal que el proceso enseñanza aprendizaje no sea ni superficial ni exclusivamente teórico. El Plan de Estudios del Colegio establece un horario total de 20 horas semanales totales, divididas en 4 horas diarias de lunes a viernes los dos primeros y dos últimos semestres; para el tercero y cuarto semestres son 22 horas totales a la semana. Esta organización de la periodicidad del proceso enseñanza aprendizaje en el Colegio implica conocer algunas definiciones necesarias. En primer lugar, el concepto de crédito[20] que “es una unidad de valor o puntuación de una asignatura”; después valor en créditos del bachillerato. Todo con el fin de indicar que las 20 horas de los primeros semestres están distribuidos de la siguiente manera: Matemáticas I y II con 4 horas; Física I y Química I con 5 horas; Historia Universal, moderna y contemporánea e Historia de México con 3; Taller de Redacción I y II; Taller de Lectura de Clásicos Universales y de españoles e hispanoamericanos con 2 horas y, finalmente, el idioma extranjero con 3 horas. En los semestres tercero y cuarto se tiene el siguiente repartimiento: Matemáticas III y IV con 4 horas; Biología I y Método experimental física, química y biología con 5; Historia de México II y Teoría de la historia con 3; Taller de redacción e investigación documental I y II con 3 horas; Taller de Lectura de autores modernos universales y españoles e hispanoamericanos con 2 y el idioma extranjero con 5. En quinto y sexto semestres del plan de estudios del Colegio se ubican las siguientes asignaturas: una materia seriada del área de matemáticas con 4 horas; una materia del método científico experimental con 5; una del método histórico-social con 3; dos de la primera opción con 3 cada una; y una de la segunda opción con 2 horas. Esta distribución de horas-clase reconoce que en el salón se desarrollan las actividades docentes; pero la labor no concluye ahí; puesto que, al alumno le corresponde continuar, fuera de la institución educativa, su tarea de investigación de manera autodirigida, como autodidacta. Así, en realidad las 20 o 22 horas de clases son complementadas con las actividades que el alumno desarrolla para Exámenes. Pero no se deja de mencionar el Reglamento de la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades, aprobado en sesión del 26 de enero de 1971. Con la reforma de la legislación universitaria, el 22 de septiembre de 1998 el Consejo Universitario aprobó la desaparición del posgrado y las licenciaturas vinculadas con el CCH y se le convirtió en Escuela Nacional al nivel bachillerato. Enseguida se describen las primeras indicaciones generales para la organización académico- administrativa del Colegio; pues, señala el rector González Casanova que: “Desde el punto de vista académico, el estudio de la organización fundamental, en cuanto a planes, métodos de enseñanza y posibilidades de adiestramiento correspondió a las cuatro facultades de la iniciativa; sin embargo, la ejecución práctica del proyecto y la dirección administrativa y académica necesaria en la nueva institución, deberá corresponder a determinados órganos y autoridades de carácter permanente y directo. Se sugiere entonces que el Colegio de Ciencias y Humanidades tenga un coordinador nombrado por el Rector, previa consulta al Colegio de Directores de la Universidad, y que en cada una de las unidades académicas de nueva creación haya un director nombrado por el mismo Rector, según procedimiento que se indica en el proyecto de reglamento de las Unidades Académicas del Colegio, a reserva de que en un plazo no mayor de tres años se estudie la conveniencia de que los directores de estas unidades sean nombrados como los demás directores de escuelas y facultades de la Universidad.” — (González Casanova, Proyecto …p. 4) Así se propone, que el CCH se organice a partir de “órganos y autoridades de carácter permanente y directo” como es el cargo de Coordinador General del Colegio; así como un director para cada una de las unidades académicas del propio Colegio. Pero “Además, sería necesario que, a la mayor brevedad, se integren consejos internos en cada una de las unidades, de tal manera que estén representados adecuadamente los profesores y los alumnos de las mismas. Así, el coordinador del Colegio de Ciencias y Humanidades, los directores y los consejos internos de las unidades académicas de nueva creación, con el asesoramiento general y permanente de las facultades universitarias de la iniciativa, dirigirían estos centros de enseñanza en lo académico y administrativo.” — (González Casanova: Proyecto…, p. 4) Esto es, se hizo necesaria la creación de instancias específicas dentro de la organización administrativa como son los Consejos Técnicos internos en cada una de las unidades del Colegio; pues como órganos colegiados están abiertos a la representación del sector docente como del estudiantado. Con estas medidas se crea la infraestructura administrativa y de gobierno para el Colegio. Con una breve revisión de disposiciones administrativas y académicas que constituyen el marco legal del Colegio de Ciencias y Humanidades en el marco institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México se identifican las medidas que rigen la vida del Colegio. Por ende, se hace necesario el pasar ahora a describir las cualidades que debe reunir el estudiante universitario del Colegio de Ciencias y Humanidades. Del alumno.- El Estatuto General de la UNAM Título Quinto establece las bases que regulan las relaciones de los alumnos con las distintas instancias universitarias[23]. En este sentido, el artículo 97 establece las responsabilidades de los alumnos y el 98 las sanciones que generan su no observancia.[24] Por consiguiente, se establece como principio que “la Universidad Nacional Autónoma de México selecciona a sus estudiantes tomando en cuenta el grado de capacitación Educación Superior No. 77, p 30) A partir de esta cualidad, se definen las características del egresado del Colegio de Ciencias y Humanidades[28]. Del docente.- En el título Cuarto del Estatuto General de la UNAM se definen algunas cualidades, incluso contractuales de los docentes del Colegio de Ciencias y Humanidades. Así el artículo 73 establece que “el personal académico de la Universidad estará integrado por: técnicos académicos, ayudantes profesores e investigadores.” El Estatuto General establece en el artículo 96 las responsabilidades de los docentes y en el 98 se definen las sanciones. Enseguida se definen diferentes cualidades y requisitos a cumplir para ocupar cada una de estas figuras docentes; pero este aspecto es desarrollado con mayor detalle en el Estatuto del Personal Académico de la UNAM (EPA). En este sentido, señala el artículo 4º. del EPA, “el personal académico de la Universidad estará integrado por técnicos académicos, ayudantes de profesor o de investigador y profesores e investigadores.” Por ende, a partir de distintas figuras contractuales se derivan responsabilidades y obligaciones diversas; aspecto que es importante describir pero que rebasa las pretensiones de este texto. De cualquier manera, es importante recordar que las figuras académicas más importantes son las de profesor e investigador universitario; porque son los responsables de asumir un papel directriz en la docencia y la investigación desarrollada en y por la UNAM[29]. En lo que corresponde al Colegio sus docentes están regidos por estas figuras contractuales y se promueve la participación tanto profesores de asignatura como profesores de carrera; aunque provengan de distintas instancias universitarias como las facultades e institutos y centros de investigación. Porque, verdaderamente, el Colegio es un espacio de encuentro para distintos profesores de distintas profesiones. El verdadero reto consiste, para las autoridades del Colegio, en qué hacer con el conjunto abigarrado de docentes; docentes con distintas contrataciones, formaciones y complicadas interrelaciones: aunque todos, tal vez, con un solo deseo: participar en un naciente proyecto de trascendencia para la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde luego para las autoridades la intención es más que clara; se trata de “que el personal docente debe ser distinto o asumir una actitud diferente a la que ha sido acostumbrado, tanto como estudiante, como en su previo ejercicio profesional.” Por eso se insiste en que “el profesor del CCH debe ser un orientador o un guía, no un catedrático que diserta o un maestro que ejemplifica.” (Bernal Sahagún: “El Colegio…, p. 85; subrayado propio) El perfil del docente del Colegio se propone “para un óptimo logro de los fines del plan de estudios del bachillerato.”[30] En conclusión, las distintas disposiciones académico administrativos y jurídico legales que conforman el conjunto denominado legislación universitaria aparte de regular la vida institucional de la Universidad Nacional Autónoma de México en lo general y, por ende, del Colegio de Ciencias y Humanidades. Desde luego, este marco legal también tiene disposiciones aplicables exclusiva o preferentemente al CCH. La regulación jurídica establece con nitidez las distintas aplicaciones de las normas para los sectores estratégicos de la vida institucional del Colegio como son profesores, estudiantes y autoridades. La regulación tiene la ventaja de que está perfectamente dirigida a los diferentes sectores; pero, al hacerlo no permite describir las cualidades peculiares del Colegio de Ciencias y Humanidades. La direccionalidad del modelo pedagógico establece claramente cuáles son los dos elementos esenciales del proceso enseñanza aprendizaje y para evaluar, calificar y certificar. Para evaluar porque el maestro tiene elementos sobre la eficacia del proceso, de la información proporcionada durante el curso, sobre las estrategias didácticas empleadas, entre otras. Al mismo tiempo se califica; esto es, se puede medir el grado en que cada alumno ha sido capaz de alcanzar los objetivos educativos de la asignatura; y, finalmente, se certifica que el alumno a través de estas calificaciones y evaluaciones ha demostrado su dominio de la información y la formación que se tienen de las asignaturas y en lo general del propio plan de estudios. Para tener elementos suficientes de la evaluación indica el artículo 2º que los profesores estimarán la capacitación de los estudiantes en las siguientes formas: «Apreciación de los conocimientos y aptitudes adquiridos por el estudiante durante el curso, mediante su participación en las clases y su desempeño en los ejercicios prácticos y trabajos obligatorios, así como en los exámenes parciales. Si el profesor considera que dichos elementos son suficientes para calificar al estudiante, lo eximirá del examen ordinario. Los consejos técnicos señalarán las asignaturas en que sea obligatoria la asistencia; Examen ordinario; Examen extraordinario.” El Reglamento establece tres criterios para la evaluación de los alumnos; en primer lugar lo eximirá del examen ordinario porque a lo largo del curso se obtuvieron suficientes elementos para calificarlo; en segundo el examen ordinario que viene a ser el final del curso y en donde se debe de hacer un recuento de todos los conocimientos e información proporcionada al alumno y, finalmente, el examen extraordinario; aquel que se realiza fuera de los tiempos ordinarios “normales” del calendario escolar. Aparte de disposiciones como por ejemplo señalar lugar y fecha para la aplicación de exámenes ordinarios y extraordinarios que deben ser aprobados por los Consejos Técnicos y el plazo de 7 días para concluir el examen y entrega de las calificaciones por los docentes a la administración. También es importante mencionar el proceso para la rectificación de una calificación. Finalmente, se indica en el artículo 3º que la calificación aprobatoria se expresará en cada curso, prueba o examen” de acuerdo a las letras y su equivalente numérico: «MB (Muy Bien) igual a 10 B (Bien) igual a 8 S (Suficiente) igual a 6 NA (No Acreditada) sin equivalencia NP (No presentada) sin equivalencia” Esto significa que “la calificación mínima para acreditar una materia será 6 (seis), también, “cuando el estudiante no demuestre poseer los conocimientos y aptitudes suficientes en la materia, se expresará así en los documentos correspondientes anotándose: no acreditada”. Finalmente, “en el caso que el alumno no se presente al examen de la materia, se anotará NP, que significa: no presentado.” En cuanto a la evaluación, se concluye, que se tienen distintas disposiciones para regular esta etapa del proceso enseñanza aprendizaje aplicables no sólo en el Colegio de Ciencias y Humanidades sino en toda la Universidad. Así, son medidas para garantizar que la calificación represente realmente el grado de aprendizaje alcanzado por cada uno de los alumnos. Valdría la pena mencionar que en esta escala de calificaciones no representa realmente el grado de aprendizaje logrado por un alumno; pues la que cumple su papel y merced a su compromiso logra excelentes calificaciones. A diferencia de la Escuela Nacional Preparatoria, en el Colegio de Ciencias y Humanidades sí le otorga a sus docentes un reconocimiento. Los reconocimientos de los docentes, según el artículo 1º. del mismo Reglamento son: 1. El otorgamiento del grado de Doctor Honoris Causa; 2. El nombramiento de Profesor Emérito o de Investigador Emérito; 3. La Medalla Justo Sierra al Mérito Universitario; 4. El nombramiento de Profesor Extraordinario. El reconocimiento de la entrega de la Medalla Gabino Barreda es un acto importante porque se realiza con la presencia de las autoridades universitarias. Claro en actos más caseros, como entrega de diplomas de aprovechamiento y mejores promedios se realizan, preferentemente, con la asistencia del director y autoridades del plantel de que se trata. Con estos elementos, desde la orientación teórica hasta la evaluación, se tienen datos suficientes para realizar una caracterización completa del modelo pedagógico del Colegio de Ciencias y Humanidades. Esta es una labor que es clarificada una vez que se describieron cada una de las distintas dimensiones o parámetros del modelo pedagógico peculiar del Colegio de Ciencias y Humanidades. Fuentes de consulta Bibliografía Alfiz, Irene: El proyecto educativo institucional. Propuesta para un diseño colectivo. Argentina 1997, Ed. Oique. Ápostel, Leo; Berger, Guy; Brices, Asa; Michaud, Guy: Interdisciplinariedad. Poblemos de la enseñanza y de la investigación en las universidades. Traductor Francisco J: González. México ANUIES 1975 Asociación Internacional de Universidades: Interacción de la ciencias y humanidades en la enseñanza superior actual. México 1960 Editado para la Oficina Internacional de Universidades por el Comité Organizador Mexicano de la Tercera Conferencia General. UNAM, Col Cuadernos, no. 5 Bartolucci Incico, Jorge y Rodríguez G. Roberto A. El Colegio de Ciencias y Humanidades. Una experiencia de innovación universitaria. México, 1983, ANUIES, col Biblioteca de Educación Superior Cevallos, Miguel Ángel: Escuela preparatoria modelo. (proyecto para su fundación). México 1961, UNAM, DGP. Florez Ochoa, Rafael: Hacia una pedagogía del conocimiento. Colombia 1994, Ed. McGrawHill. Gilbert, Roger: Las ideas actuales en pedagogía. Traductor Lotti Guessner Winkler. México 1977 Editorial Grijalbo, Col pedagógica Grijalbo Martinello, Marian L.: y Cook; Gillian E.: Indagación interdisciplinaria en la enseñanza y el aprendizaje. Traductor Gladis Rosemberg. Barcelona 2000, Ed. Gedisa, Biblioteca de educación, serie Didáctica general no. 9 Pantoja Morán, David: Notas y reflexiones acerca de la historia del bachillerato. México 1983, CCH/UNAM Pacheco Méndez, Teresa: La investigación social. Problemática metodológica para el estudio de la educación. México 2000 UNAM Centro de Estudios sobre la Universidad, Col Pensamiento Universitario no. 89 Pérez Arenas, David: Educación Media superior en el estado de México: Análisis curricular. Toluca México 2002; ISCEEM SMSEM, 2ª. Edición. Col Horizontes Alternativos para los docentes II s.a. Pablo González Casanova 6 de mayo de 1970 7 de diciembre de 1972. México 1983, UNAM Coordinación de Humanidades Centro de Estudios sobre la Universidad, col La Universidad y sus rectores. Soto Rubio; Eduardo, Diversidad y crisis de un proyecto de universidad: La reforma académica de Pablo González Casanova, México, 1994, Coordinación de Humanidades Centro de Estudios sobre la Universidad. Col. Cuadernos el CESU no. 29. Varela Petito, Gonzalo: Después del 68. Respuestas de la política educativa a la crisis universitaria. México 1996. UNAM Coordinación de Humanidades/ Miguel Ángel Porrúa, Col Problemas educativos de México. Varios: De proyecto educativo a la programación de aula. Barcelona, España 1997, Ed. Grad, 10ª. Ed. serie Pedagógica no. 109. Hemerografía Bernal Sahagún, Alfonso: “El Colegio de Ciencias y Humanidades” (en) Cuadernos del Colegio, no. 31 abril junio 1986. Reglamento de la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades Reglamento General de Exámenes de la Universidad Nacional Autónoma de México. Reglamento General de Inscripciones de la Universidad Nacional Autónoma de México. Reglamento General de Pagos de la Universidad Nacional Autónoma de México. Institucional ANUIES: Declaración de Villahermosa, Tabasco, Asamblea XIII de la ANUIES http://publicaciones.anuies.mx/acervo/revsup/res077/txt10.htm ANUIES: Declaración de Tepic, Nayarit(en) Revista de Educación Superior no. 31, Vol. 8, Julio – Septiembre de 1979, pp. 55 y ss. http://publicaciones.anuies.mx/acervo/revsup/res077/txt10.htm Coordinación del CCH, Secretaría General: Normas vigentes en el Colegio de Ciencias y Humanidades. México 1978 Información periodística González Casanova, Discurso inaugural de la XIII Asamblea de la ANUIES, Gaceta UNAM, Tercera época; vol. II, no. 25 del 21 de abril de 1971; pp. 1 y ss. “Se creó el CCH” (en) Gaceta UNAM, Tercera época; vol. II, no. Extraordinario del 1 de febrero de 1971; pp. 1 y ss. Notas *Subproducto derivado del Trabajo recepcional para optar por el Grado de Maestro en Ciencias de la Educación por el ISCEEM: El modelo pedagógico del bachillerato universitario: La escuela Nacional Preparatoria y el Colegio de Ciencias y Humanidades. Agradezco al Dr. Rafael de Jesús Hernández el compartir su interesante acervo biblio-hemerográfico para la realización de este tema. [1] Las corrientes identificadas son; por un lado “1.- la que considera el desarrollo del país no ha estado privado de contradicciones y se traslada la idea del compromiso de la universidad a la búsqueda del conocimiento científico y la libre expresión de la crítica y de la cultura, cuyo deber es construir, en primera instancia un proyecto de educación superior nacionalista, de arraigo popular y de vinculación más directa con los problemas del desarrollo social, también consideran que la articulación entre formación profesional y compromiso político fortalece la autonomía universitaria.” Por el otro, la que «ll. – Manteniéndose en el cauce conservador de las actividades académicas, se afirma que la labor principal de la Universidad Nacional es preparar a profesionistas con un alto nivel de capacidad técnica. La enseñanza debe tener limitaciones en cuanto a contenido político, y no son concebibles las actividades de la universidad con la ruptura y con la oposición permanente al Estado, en este contexto, la autonomía debe ser ejercida exclusivamente en el terreno de lo académico» Soto Rubio; Eduardo, “Diversidad y crisis de un proyecto de universidad: La reforma académica de Pablo González Casanova”, p 26. [2] Véase, por ejemplo, el mejor texto: Zermeño, Sergio: México una democracia utópica. Pero existen otros como Ramírez, Ramón: El movimiento estudiantil de México; México 1969, Ed. Era 11 Tomos; Villegas, Abelardo: La ideología del movimiento estudiantil en México. México UNAM Col. Deslinde no. 55. Claro en el campo de la literatura existe una extensa bibliografía; por ejemplo, Agustín, José: Días de guardar; Spota; Luis: Las cajas; Poniatowska, Elena: La noche de Tlatelolco; Revueltas, José: México 68: Juventud y revolución entre muchos otros. Incluso ahora existen publicaciones que analizan la producción literaria como por ejemplo Matré, Gonzalo: El movimiento popular estudiantil de 1968 en la novela mexicana y Campos, Marco Antonio y Toledo, Alejandro: Poemas y narraciones sobre el movimiento estudiantil de 1968. [3] ANUIES: Declaración de Villahermosa, Tabasco, Asamblea XIII de la ANUIES. En este sentido, los objetivos de la Declaración fueron los siguientes: 1.- La reforma educativa es un proceso permanente cuya esencia consiste en estructurar el sistema educativo nacional con el objeto de que atienda la creciente demanda de educación en todos sus grados, y eleve al mismo tiempo el nivel cultural, científico y tecnológico del país. 2.- La reforma de la educación superior está estrechamente vinculada al resto de la reforma y a otras reformas de las estructuras nacionales, de tal manera que se pueda lograr un desarrollo más justo que incorpore aceleradamente a los grupos marginados y dé más oportunidades a la juventud del país. Pero las acciones son: 1.- Coordinar los recursos educativos del país y conjugar los esfuerzos de las instituciones de enseñanza que, sin menoscabo de su identidad, crearán un sistema nacional de enseñanza, con créditos académicos comunes y de equivalencias que den la máxima fluidez al sistema y hacer combinaciones de conocimientos y planes de trabajo necesarios y útiles para el desarrollo del país, en una cooperación interinstitucional que haga más fácil la colaboración y la movilidad de profesores y estudiantes. 2.- Movilizar los recursos del país para establecer un servicio social educativo en el que participen los centros de producción y de servicios y en el participen también los propios estudiantes. Así los centros de producción y servicio colaborarían con la educación en los procesos de aprendizaje
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