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Análisis de la obra 'El Príncipe' de Nicolás Maquiavelo - Prof. Chaves, Resúmenes de Historia Moderna

Una reseña detallada de la obra teórica política 'el príncipe', escrita por nicolás maquiavelo. Se abordan los parámetros de la forma de gobierno moderna, la naturaleza del individuo y la complejidad de los factores que influyen en el reinado próspero o en su fracaso. Se centra en el principado, los nobles, la milicia, el pueblo, los enemigos y los aliados, y se analizan los tipos de principado, la defensa y protección del príncipe, los compromisos del príncipe y la educación del príncipe. Se incluyen referencias a la figura de césar borgia y a otros autores como garcía jurado y rodríguez pérez.

Tipo: Resúmenes

2023/2024

Subido el 18/03/2024

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¡Descarga Análisis de la obra 'El Príncipe' de Nicolás Maquiavelo - Prof. Chaves y más Resúmenes en PDF de Historia Moderna solo en Docsity! EL PRÍNCIPE NICOLAS MAQUIAVELO Pablo Raya Velázquez Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Sevilla Grado de Historia, Segundo Curso, Grupo 1 929423: Historia de Europa Moderna I-Transversal Profesor Doctor Don Manuel Francisco Fernández Chaves 1 de diciembre de 2021 Índice Introducción………………………………………… 3-4 1. Explicación y origen del principado……………….. 4-5 2. Tipos de Principado……………………………… 5-6 2.1 Fortuna o maldad……………………….. 6-9 3. La defensa y protección del príncipe……………… 9-11 4. Compromisos del príncipe……………………….. 11-12 5. Bibliografía……………………………………….. 13 2 tuvo que alcanzar el poder de cualquier manera, ya fue mediante logros, una conducta implacable o mediante la propia fuerza. Ahora que sabemos su origen, vendría la parte no quizás más interesante, pero sí la más directa y es de que trata básicamente el principado. El Principado o la Res publica restituenda viene a ser la cabecilla que dirige la tripulación, el más alto órgano institucional en el que el poder reside en una única persona, pero sin llegar a ser una monarquía, más bien se puede decir que se conserva su ideal agregándole a unas instituciones más antiguas y teniendo el control del ejército. De aquí parte la cuestión de que tiene como su masa popular al pueblo que son quienes al mismo tiempo obedecen y castigan. Por otra parte, el título de Princeps no es con motivo de adulación o fama, es una mera realidad, pues la República mantenía un equilibrio entre sus leyes y la aportación del Senado, el populus y el resto de funcionarios públicos que lo conforman. 1 2. Tipos de Principado Seguramente este sea el punto clave de la obra y la visión en la que más empeño ha realizado Maquiavelo ya que al fin y al cabo todo gira en torno al príncipe. A lo largo de la obra se nos muestra que han habido grandes personajes que han sabido hacer prosperar, intentar mantener en pie o simplemente no estuvieron a la altura a la hora de manejar un reino, pues en ocasiones aquel ciudadano que alcanza el poder puede llegar a obtenerlo de maneras diversas, ya sea el destino, por tus propios méritos, en ocasiones por temas de linaje o mediante la propia violencia, pues ya lo dijo Maquiavelo en su libro, le tenemos mayor terror a quien nos puede herir sin perdón alguno. Dicho esto, podemos dividir los principados en dos grupos distintos, hereditarios si el territorio dominado es ejercido por el poder de un linaje que ha perdurado, sigue y piensa hacerlo o uno nuevo que puede llegar a ser desde sus inicios como es el caso de Sforza en Milán o simplemente siendo una mera agregación a un linaje ya impuesto y de la misma manera se explica la manera en la que se consigue la serenidad que puede ser mediante una gran prolongación de tiempo en la que el pueblo ha sabido adaptarse a ser gobernado por una persona, porque desde siempre han sido libres, por las armas (extranjeras o ajenas) o por medio de una gran suerte que les acompañado a lo largo del viaje. Exponiendo en primer lugar al principado hereditario, al igual que Maquiavelo opino que este tipo de principado si no es acaso el más habitual al menos es el más sencillo de continuar, 1 DELIA BUISEL, María, “Augusto: el principado y la organización del estado” Auster, vol. 19, 2014, pp. 15-18. 5 pues a diferencia del resto cuando miras hacia atrás no hay nada, ninguna huella que te guíe en tu camino para no perderte fácilmente, pero en este caso es al revés. Todo basta con saber que hizo, que pretendía hacer y que no pudo completar para adquirir el amor del pueblo en base a tu antecesor. En el libro se citan ejemplos de cómo el pueblo a pesar de haber tenido a un príncipe que fue derrotado nunca perdió la fe ni el amor en él, pues es entendible que cuanto más tiempo compartes tu vida con quien te rodea más aprecio tienes hacia su persona. La otra cara de la moneda nos enseña que se puede aspirar sin formar parte de la misma sangre, se trata formar parte de un linaje habiendo entrado como un miembro agregado. En esta ocasión nos encontramos con el que pueblo se encuentra disconforme, pues que se alze la figura de alguien que no tiene ningún vínculo con el sentimiento que ha dejado su antecesor obliga a este a apaciguar la situación usando para ello el servicio militar que posee. Por tanto, tendrá como enemigo a todo el mundo que no respete sus mismos ideales ni con quienes ha conseguido llegar a donde está ahora, pues vista la situación no podrá corresponderles. A este principado se le conoce como Mixto y también se da conforme al Estado que se idealiza, me explico. Cuando el pueblo no está de tu parte te conviertes en el enemigo y atraes mayores amenazas que hacen de tu reino muy vulnerable, el lado bueno de todo esto es que si el intento de traición acaba por ser un fracaso, el reino se fortalece y difícilmente puede volver a ser conquistado. Para esta situación se puede maniobrar de dos maneras, si el Estado adquirido es de los alrededores y además están regidos por sus propias leyes, es extremadamente sencillo apoderarse de él, tan solo habría que borrar todo el registro anterior e imponer el tuyo, sin embargo, si nos encontramos con un Estado que posee una cultura propia, junto con una sociedad y unas bases ya montadas es cuando más falta hace que se precise de todo el arsenal posible para conservarlo hasta tal extremo de partir hacia allá, un ejemplo podemos verlo en Ricardo I de Inglaterra quien por descuido de su propio reino el cual solo lo llegó a tocar en dos ocasiones casi es arrebatado por su propio hermano, aunque este ejemplo no se encuentre dentro de los siglos correspondientes a la Edad Moderna es tan solo otro motivo por el que, si sucedió es que tuvo que suceder, pues en otros tiempos quizás las cosas habrían sido distintas. 2.1 Fortuna o maldad A raíz de esto, podemos pasar a otro plano en el que nos planteamos la posibilidad de llegar a ser príncipe por pura suerte o por crímenes, pero prefiero de momento centrarme en la primera nombrada. Este método no es muy habitual, de hecho podríamos situarlo por debajo 6 del resto de casos ya que este tipo de sucesos solo ocurren una vez en la vida, no todos los días se te presenta la oportunidad de convertirte en príncipe a pesar de no mostrar ningún principio o rasgo que te haga ser elegido para este cargo. Si bien tiene su lado bueno tendrá entonces uno malo aún mayor, pues no es motivo de enorme alegría aceptar tu condición si ahora te vas a encontrar en un clímax totalmente distinto y desconocido, es decir, los principados que se obtienen de un día a otro son extremadamente difíciles de conservar, no cualquiera puede ocupar este puesto y si se tiene mala suerte puede acabar en manos equivocadas dando lugar a la propia sentencia del Estado. El ejemplo más práctico para este caso vendría a ser César Borgia a quien vemos aparecer en el pensamiento maquiavélico en varias ocasiones. Siendo hijo de Alejandro VI representa la figura estereotipada del príncipe nuevo y visto que ya he expuesto la manera en la que Maquiavelo lo archiva en su obra, me centraré más en hablar sobre el recorrido que César Borgia realiza. César Borgia se encontraba en una posición sobreprotectora, pues la autoridad de la que gozaba Alejandro VI permitió a sus hijos colocarse en el mundo eclesiástico, en ese sentido no tuvieron límites pues su hijo fue nombrado arzobispo y más tarde ocupando su plaza en el cardenalato. Sin embargo, su carrera eclesiástica se torció en el momento en el que su hermano Juan murió en 1497 lo cual hizo recaer sobre César toda la culpa tras ver que no se descubrió al supuesto asesino. Su posición eclesiástica decayó y su fama empezó a ser conocida, pero no por su méritos o logros, sino por su perversidad. Motivos para caer en la desesperación no faltaban, pero Borgia actuó de manera opuesta a lo que suponía siendo la principal mano de ayuda de su padre Alejandro VII y aprovechando el vacío del poder que Juan, el duque de Gandia dejó ir para así dar a luz al nombramiento de un principado totalmente nuevo. Además, posteriormente César adquirió el ducado de Valentinois bajo la autoridad del rey de Francia Luis XIII cuando los Borgia tuvieron la oportunidad de rehacer las alianzas internacionales. Fue ya por aquellos tiempos cuando Maquiavelo conoció en persona su faceta y pudo notar en gran medida que lo que caracterizó como príncipe a César fueron sus incesantes exigencias hacia los que les rodeaban, con el objetivo de que dejaran de lado las antiguas órdenes y se centraran solamente en sus mandatos, o te convertías en un gran amigo de confianza o pasabas directamente a ser un gran enemigo. No obstante, lo que más marcó a Maquiavelo fue la resplandeciente manera de obrar de Borgia encabezando la Señoría Florentina. Finalmente en el año 1503 acaeció la muerte de Alejandro VI y esto afectó a César de tal manera que cuando Maquiavelo fue destinado a Roma como legado, se podía apreciar en sus cartas que entre los años 1502-1503 César cambió totalmente su 7 La razón es simple, como el reino resulta ser gobernado por unas leyes superiores, ningún temerario en su sano juicio intentaría apoderarse de la zona, por lo cual estamos hablando del único principado seguro o al menos el más apacible de todos. No es de extrañar que la Iglesia al cabo de los años haya ganado tanto poder, pues desde los tiempos de Carlos rey de Francia, Italia se encontraba bajo la santa mirada del Papa y, posteriormente los actos de Alejandro VI beneficiaron la situación de la Iglesia, aunque esa jamás fue su intención, un ejemplo sería la Iglesia del papa León que por medios de las armas se convirtió en una potente unidad temida que luego este mismo hizo respetar aún más. 3. La defensa y protección del príncipe Una vez terminado de hablar todo sobre la figura del príncipe, cabe hablar tanto de la defensa como del ataque con la que se defiende o conquista un Estado. A priori lo que refuerza un reino y le da al mismo tiempo el carácter necesario para invadir son las buenas leyes y las tropas, y se entiende que uno no puede coexistir sin el otro. Aunque una cosa no resta importancia a la otra, dado el título del apartado dejemos las leyes de lado. Un príncipe puede abastecerse de una gran variedad de soldados, tanto mercenarios, auxiliares como ajenos y mixtos, por supuesto no todos tienen la misma efectividad pues un reino jamás podrá descansar en paz si ha de depositar su ayuda en las tropas auxiliares y mercenarias. Esta clase de soldados más que defensa lo único que aportan es inseguridad, en especial hacia el príncipe pues a pesar de tener una estrecha relación mutua de protección, a estos soldados no les interesa otra cosa que la batalla, son enérgicos, pero egoístas al mismo tiempo que valientes, pero desleales. Lo que a simple vista los hace temer se transforma en una mera risa cuando son atacados, pues en ese aspecto adoptan una actitud más inquieta y cobarde. Son básicamente soldados que ejercen su cargo durante momentos de paz hasta que da comienzo una nueva guerra, el caso más sencillo de atribuir fue la ruina de Italia condenada por la confianza hacia las tropas. Otro argumento más al que sumar para esta causa es el cabecilla de los mercenarios el cual sólo aspira a ser más y más conocido llegando a interferir en la posesión al trono o en aquellos a quienes rinden pleitesía al príncipe. Queda totalmente demostrado que cuando la república y el príncipe toma las armas por su propia mano da vía libre al progreso, mientras que la capacidad guerrera de los mercenarios solo atrae el fracaso, es decir, siempre habrá un mayor ratio de posibilidades cuando se utilicen las armas propias. Luego las tropas auxiliares son igual de absurdas y en mi opinión una clase de refuerzo que solo en condiciones extremas y premeditadas se deberían de usar. Se trata de tropas que se piden a otro señor poderoso con el motivo de ayuda mutua, aunque de esto tiene más bien 10 poco. Acudir a esta opción supone que no haya ninguna otra alternativa de prosperidad pues sea cual sea el resultado de la batalla, si gana quedará preso de quien lo ayuda y si pierde caerá en la batalla. Además son clases que desde su portador son útiles, pero cuando disponen de la mano de otro amo se vuelven ineficaces. Por esta razón todo príncipe que se aprecie ha preferido liderar batallas con sus propias defensas antes que tener que disponer de otras extranjeras, a pesar de poder terminar derrotado. En este mismo instante, Maquiavelo vuelve a asombrarse una vez más por César Borgia que dispusó de todos los tipos de tropas las cuales fue adaptando según la situación y al mismo tiempo este mismo llegó a la reflexión de que a pesar de que existe una cierta diferencia entre las clases, todas pueden llegar a ser algo útiles si se utilizan en el momento ideal y bajo un gran ingenio.Sin embargo, si se hace una mala jugada puede conllevar grandes consecuencias como hizo Luis XI que acabó por sepultar la gran fortuna de su padre Carlos VIII cuando decidió disolver la infantería y tomar como cambio a los suizos, para entonces este no cayó en que al hacer esto se despegó de las armas propias, lo que causó la llegada de las incertidumbres al reino y la caballería como único pilar de confianza. Si hablamos de la defensa de Francia podemos decir que es mixta, pues cuenta tanto con tropas propias como mercenarias, cierto es que trae un mayor éxito de quien tenga que disponer sólo de tropas mercenarias, pero no alcanza mayor logro que quien posea solo tropas propias. Todo se concluye en que no hay mejor manera de conservar un principado que estar rodeado por tus propios soldados, es decir, por tus súbditos, ciudadanos, personas cercanas al príncipe, pues cuentas con la ventaja de que esa unión atrae mayor confianza y lealtad, recordando también que la propia conducta del príncipe se verá reflejada en sus tropas tal y como podemos ver en Filipo, padre de Alejandro Magno. 4. Compromisos del príncipe “Gran maestro del príncipe es el tiempo. Hospitales son los siglos pasados, donde la política hace anatomía de los cadáveres de las repúblicas y monarquías que florecieron, para curar mejor las presentes… Pero no todos los libros son buenos consejeros, porque algunos aconsejan malicia y el engaño. Y, como este se practica más que la verdad, hay muchos que los consultan. Aquellos solamente son seguros que dictó la Divina Sabiduría. En ellos 11 hallará el príncipe para todos los casos una perfecta política, y documentos ciertos con que gobernarse y gobernar a otros”. 4 - Saavedra Fajardo Ahora quiero resaltar una serie de valores que debían de ser fundamentales en un buen príncipe como es por ejemplo la educación, la cual era de extrema importancia porque al fin y al cabo se puede decir que la educación es el reflejo del alma que a su vez se adapta sobre todo el reino. En la mente de los conciudadanos el ideal de un príncipe debía de ser bondadoso, sereno y hábil, para ello el príncipe debía ser uno con su cultura entendiendo las obras del momento, ampliando sus conocimientos en materias como la guerra lo que aportaría innovaciones y una mejor mente guerrera al igual que la geografía y en especial del territorio donde se ubican o al menos los parámetros por los que se movía la gente como para las rutas comerciales e incluso para aprender varias lenguas, lo cual otorgaría una mayor facilidad a la hora de pactar con extranjeros o simplemente mantener una conversación. Si lo vemos desde cómo se cultiva la educación del príncipe, el mayor peso de las instrucciones culturales recae en el maestro, persona que se hacía cargo del jovén príncipe alcanzada la edad de 7 años, anterior a esto estaba bajo la custodia de su madre. Estos conocimientos empezaban por ser religiosos y gramaticales, luego pasaban al tema de la guerra junto con las armas y la filosofía. La primera lección como se puede prever era la gramática, debía aprender a cómo escribir y leer empezando desde su catequización y siguiendo con el alfabetismo que se les inculca en libros hechos para el príncipe. Primero aprende todo sobre la lengua castellana, la más influyente de la época. Tras esto, se pasaba directamente al latín y a su vez a la comprensión lectora en los libros, además gracias a la obras de Cesar que eran muy fáciles de leer y entender, eran de buena ayuda a la hora de practicar el latín, tal y como nos cuenta Felipe III tras aprender en base al Regimine Principum de Santo Tomás de Aquino. La religión en una época donde existió la monarquía católica era más que entendible el grado de importancia, pero al mismo tiempo no hay que olvidar la serie de cambios que se producen en la Edad Moderna pues es justo cuando tienen lugar las nuevas prácticas de religión. Se le enseñaba la forma de rezar, la relación que tenía que mantener con la Iglesia. Por último, también se valoraba el estado físico en el que se encontrara el príncipe ya que habrá futuras guerras en las que las tropas no bastará para vencer y habrá que poner de su 4 SAAVEDRA FAJARDO, Diego, “Idea de un príncipe político cristiano” Lemir 20, 2016, Textos 519-968, p. 657. 12
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