Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

ensayo argumentativo, Apuntes de Humanidades y Ciencias Sociales

analisis de william ospina, donde esta la franja amarilla. texto escrito por el

Tipo: Apuntes

2019/2020

Subido el 24/11/2020

Huitaka
Huitaka 🇨🇴

5

(1)

1 documento

Vista previa parcial del texto

¡Descarga ensayo argumentativo y más Apuntes en PDF de Humanidades y Ciencias Sociales solo en Docsity! ANALISIS DEL TEXTO “¿Dónde ESTA LA FRANJA AMARILLA?” EL PROYECTO NACIONAL, DE WILLIAM OSPINA Introducción William Ospina alude en su texto a una confesión que una amiga norteamericana le hizo acerca de la situación de Colombia: “No entiendo, con el país que ustedes tienen, con el talento de sus gentes, por que se ve Colombia tan acorralada por la crisis social”.[i] Tema El tema central del texto son las posibles causas de la crisis social de nuestro país, en especial de la problemática de la violencia política y social de Colombia en las ultimas décadas. Argumento La primera pregunta que intenta responder Ospina es si realmente Colombia pasa por una crisis social en relación con la realidad del resto de países de la región, en especial de los países del llamado Tercer Mundo. La respuesta inicial que da es que si, argumentando con cifras estadísticas que Colombia tiene una profunda crisis social. Hipotesis Introducción William Ospina alude en su texto a una confesión que una amiga norteamericana le hizo acerca de la situación de Colombia: “No entiendo, con el país que ustedes tienen, con el talento de sus gentes, por que se ve Colombia tan acorralada por la crisis social”.[i] Tema El tema central del texto son las posibles causas de la crisis social de nuestro país, en especial de la problemática de la violencia política y social de Colombia en las ultimas décadas. Argumento La primera pregunta que intenta responder Ospina es si realmente Colombia pasa por una crisis social en relación con la realidad del resto de países de la región, en especial de los países del llamado Tercer Mundo. La respuesta inicial que da es que si, argumentando con cifras estadísticas que Colombia tiene una profunda crisis social. Hipotesis El autor resalta no solo las deplorables y monstruosas condiciones de pobreza y desigualdad del país sino también la visible pasividad de la sociedad colombiana ante su situación, la cual contrasta con el manejo de su situación de sociedades desarrolladas como la francesa o la norteamericana, en las cuales el propio Estado y las clases mas pudientes le han aportado a sus respectivas naciones para que allí tanto el imperio de la ley como la garantía para el pleno ejercicio de los derechos humanos sea una constante para todos los ciudadanos. Tesis Dedica el autor gran parte de su obra a analizar y demostrar como el Estado y los particulares se han aliado en nuestra nación para profundizar las condiciones de desigualdad, violencia, corrupción e impunidad a la par que prácticamente se elimina cualquier manifestación de reflexión, pensamiento critico, inconformidad o rebeldía ante los sucesos nacionales. Pasa Ospina a preguntarse cual es la causa de esa pasividad de la sociedad colombiana ante su tragedia cotidiana. Afirma Ospina que esa debilidad se ha atribuido a las características biológicas y genéticas de la población que revelarian una incurable enfermedad. Según Ospina la causa de esos índices de violencia e ineptitud política se deben a hechos históricos susceptibles de explicación. Sintesis Ospina pasa a argumentar como históricamente el proyecto nacional nunca ha sido asumido por la dirigencia nacional. En realidad, en lo que respecta al desarrollo social, en especifico en el capitalismo, no podemos decir, con el autor, que un país pueda tener o tenga un “proyecto nacional”. Las naciones para el capitalismo no son mas que entidades territoriales susceptibles de ser utilizadas para un proyecto u otro con un determinado interés de clase o sector social. Para el capitalismo solo existe el mercado como ente regulador de los diversos interés y proyectos de clase o de carácter privado, pero nunca, como proyecto de nación o de toda la sociedad. El mismo Ospina lo devela en sus notas sin reconocer que esas acciones de clase responden a un interés en particular: “Ello les rendia beneficios: siempre hubo una aristocracia parroquial arrogante y simuladora que procuraba vivir como en las metrópolis” [ii] Una evidencia de los mezquinos intereses de la clase privilegiada a escala internacional es el hecho de que “grandes poderes externos estuvieron interesados desde siempre en mantener nuestra economía en condiciones desventajosas, que les permitieran realizar aquí sus negocios en los mejores terminos” [iii] Otra idea de William Ospina en torno al alma nacional es la influencia europea en nuestra cultura: “Un país cuya lengua es hija del latin y el griego; que ha profesado por siglos una religión de origen hebreo, griego y romano; que ha propuesto el modelo democrático debido a la Revolucion Francesa y que se reclama defensora de la Declaracion de los Derechos del Hombre; una sociedad que se ha formado instituciones siguiendo el modelo liberal europeo, no puede pretender encontrar soluciones ignorando esa tradicion” [xii] Colombia adolesce pues aun de una identidad cultural común, por fuera de las clases sociales, 200 años después incluso de una Revolucion de Independencia y de multiples guerras civiles que le han costado a la patria miles de sus mejores hombres, mujeres y niños: “Despues de siglos de un esfuerzo vergonzoso y esnob por fingir ser lo que no somos, es urgente descubrir que es Colombia; que surja entre nosotros un pensamiento, una interpretación de nosotros mismos, una alternativa de orden social, de desarrollo… ” [xiii] Ha sido tanto el abandono nacional de los hilos conductores de la patria que incluso para las clases privilegiadas el país se ha tornado inhóspito: “Hasta los dueños del poder se quejan del país que hicieron. Existen hoy en el territorio mas de 4.000 personas secuestradas, y los presentadores de noticias nos despiertan en las mañanas a la pesadilla de recordar que vivimos en un país sitiado por guerrilleros, narcotraficantes, paramilitares, autodefensas, milicias populares y delincuentes comunes” [xiv] Es tal la irresponsabilidad de las clases dirigentes el país que se niegan rotundamente a que se busquen responsables de la crisis nacional: “¿Por qué buscar un culpable?, se preguntan. ¿Por qué no asumir que la historia nos ha traido a esto y que ahora lo tenemos que resolver entre todos? La verdad es que la corrección de los males exige descubrir donde están las causas, ya que todo proyecto histórico que pretenda erradicar los males sin conocer su fuente esta condenado al fracaso” [xv] Señala Ospina un pensamiento absurdo que ha hecho carrera en nuestra patria respecto a los responsables de nuestros males: “Es tan grave la miseria mental de algunos, que se llega a pensar seriamente que la causa de la pobreza es que haya pobres, y que por lo tanto la solución es acabar con ellos, eso si, a medianoche y en la oscuridad” [xvi] Un asunto hasta jocoso relacionado con la falta de dignidad de nuestra patria es esa tendencia extranjerizante de nuestra cultura en el marco de la cual “los ricos quieren ser ingleses, los intelectuales quieren ser franceses, la clase media quiere ser norteamericana y los pobres quieren ser mexicanos”, [xvii] lo cual demuestra nuestra falta de identidad cultural y de un pensamiento propio. A partir de esta tesis Ospina pasa a intentar demostrar o encontrar una solución al estado de postración nacional en que se encuentra el país ante el cumulo de tragedias que lo limitan y parecen convertirse en males endémicos imposibles de superar. A renglón seguido Ospina constata que los males del pasado parecen estar enquistados como un cáncer en el alma nacional. Pese a esta desgracia, estos limitantes y el cumulo de dificultades por las que atraviesa el país, Ospina insiste en pretender hallar una luz o una salida a la democracia fallida que ostenta la patria. Ospina retorna al asunto del oscuro clima de inseguridad y violencia, falta de garantías incluso para las clases mas adineradas. De otro lado, hace parte de nuestra mentalidad dependiente, pro- capitalista y hasta trágica, la tendencia a confundir las causas con las consecuencias o a ignorar las responsabilidades de nuestros males, tan común en nuestro país. Es tal la falta de responsabilidad y la desfachatez de las clases dirigentes de nuestra patria a la hora de encontrarle salidas a nuestra situación, que “las voces oficiales parecen estar de acuerdo en que, si alguien esta insatisfecho, pues que se encargue de arreglar las cosas” [xviii] Plantea William Ospina una tesis al final de su texto verdaderamente sorpresiva y desconcertante, por las consecuencias que acarrearía aplicarla, pero comprensible en medio de la gravedad de los problemas nacionales y la falta de salidas a los mismos por parte del Estado, las clases privilegiadas y los gobernantes: Que sean las propias comunidades, las propias victimas quienes asuman su destino: “Talvez ha llegado el momento en que sean las comunidades, y no los causantes del mal, quienes se apliquen a la tarea de resolverlo…” [xix] Pero como se supone, tal tarea no estará exenta de obstáculos, muchos de ellos gigantescos, que parecen insuperables, creados tras largas décadas de abandono, corrupción, desiguladades y violencia: “Ante esto hay varias alternativas. O uno acepta al Estado, cree en su legitimidad, y en esa medida confía en el… o no acepta la legitimidad del Estado, se organiza por fuera de el o contra el y lucha por la instauración de un Estado en el que pueda creer y confiar; o no cree en la validez de ningún Estado y se organiza para vivir en la selva del mundo sin dar por supuesto un contrato social y unas normas de convivencia…” [xx] Llega Ospina al extremo de dejar esa difícil tarea de reconstruir la patria y de hacer de ella un lugar agradable para vivir a la iniciativa individual. Y además, Ospina vuelve aun mas complejo el entramado de esta problemática al proponer, recordando a Thoureau, la desobediencia civil. Reflexionando sobre esta perspectiva Ospina reconoce que no hay un futuro cierto con el gobierno de las actuales elites o con una rebelión popular. Pero seguidamente analiza que hace que nuestra sociedad no reaccione ante tamaño dilema. Llama la atención Ospina sobre el discurso de esas elites que apunta a desdibujar el problema, a ignorarlo o simplemente a alegrarse porque se disminuyan las cifras que evidencian la gravedad de los hechos. Ospina intenta en suma responder a la pregunta inicial acerca de la pasividad de la nación ante su propia tragicomedia: “Lo que nos paraliza es que en nuestra sociedad siempre impero un solo lenguaje… ese discurso excluyente y señorial que repite que unos cuantos son legítimamente dueños y voceros del país, y que todos los demás son la turba insignificante, la chusma” [xxi] Las alternativas Como un inventario de alternativas para esta difícil y oscura situación nacional Ospina plantea algunas propuestas como son:  Decirle adiós al dominio del bipartidismo liberal –conservador.  Reconocer que nuestro país no se ha derruido del todo gracias a la riqueza de nuestro territorio, la cultura criolla, la poesía.  Existe al mismo tiempo de nuestra desgracia en nuestro país un país nuevo, una realidad que se ha ido construyendo por años y años: Estas líneas las plantea Ospina al final de su texto, orientaciones que cree serian escenciales para la reconstrucción de la patria: “Es urgente decirle adiós en Colombia al doble partido liberal conservador… Debemos extraer nuestra poesía del futuro, pero sin olvidar que, como dice Garcia Marquez, uno no es de donde llegan las modas, sino de donde tiene sembradas las tumbas” [xxii] Reconoce en suma Ospina una serie inconmensurable de valores, obras, legados, personajes e iniciativas de todo tipo en nuestro país que pocos han visto y otros se han ganado un sitio de honor en el concierto internacional. Respecto a los hilos de la nueva patria del futuro Ospina escribe: “Ahí están, vivas, 60 naciones indígenas con sus mitologías, sus lenguas, sus filosofías trascendentales de respeto por la naturaleza …y de armonía con el universo natural… la esperanza admirable de don Juan de Castellanos… el ejemplo desafiante de la Expedicion Botanica… los ejemplos de Jose Hilario Lopez, de Tomas Cipriano de Mosquera…” [xxiii] Redunda Ospina en una idea que parece evidente y sin embargo, de ser cierta, contradice la tesis central del teto: “es posible que Colombia, sin saberlo muy bien, sin decírselo siquiera a si misma, haya emprendido hace ya tiempo la tarea de propiciar una transformación que no puede ser frustrada por las balas de la codicia. Sus mayorías renunciaron hace mucho a la fe en los lideres y en los partidos, pero importantes sectores de la población, apartándose del mundillo prepotente y antinacional que nos gobernó, se han dedicado a la labor fecunda y duradera de reconocerse en el país y de construir un proyecto que no pueda ser socavado por la difamación ni por el crimen.” [xxiv] [xiv] Texto citado, pag 58 [xv] pag 60 [xvi] pag 61 [xvii] Op. Cit., pag 61 [xviii] Id. Pag 62. [xix] pag 62 [xx] pag 64 [xxi] pag 65 [xxii] pag 67-68 [xxiii] Idem, pag 69-70. [xxiv] Pag 72 [xxv] Pag 74 Anuncios INFORMAR DE ESTE ANUNCIO Share this:  Twitter  Facebook  Relacionado EL SENTIDO COMUN, EL SOCIALISMO CLASICO, Y EL PENSAMIENTO POPULAR. CURVA EN U . Novela. JAMES ABBADDON MALONE (GERMAN HERRERA JIMENEZ) LAS HUELLAS DE LA INFAMIA- NOVELA- GERMAN HERRERA JIMENEZ- (JAMES ABBADON MALONE). Agosto de 2001.En «AUTOR» Categorías: Uncategorized Navegador de entradas ← Horas de dolor Balada de la incertidumbre en fa bemol mayor → Responder
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved