EPÍGRAFES LOS SANTOS INOCENTES, Apuntes de Lengua y Literatura

¡Descarga EPÍGRAFES LOS SANTOS INOCENTES y más Apuntes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! 2. LA CARACTERIZACIÓN DE LOS PERSONAJES. La acción de Los Santos inocentes se desarrolla en un cortijo señorial en el que las tareas son realizadas por los sirvientes, quienes son extremadamente pobres y viven en condiciones lamentables. Por el contrario los señores viven muy bien, pues ellos se dedican a invitar al cortijo a gentes influyentes (el ministro, el embajador…) y a organizar jornadas de caza. Así, la organización de los personajes es la siguiente: por un lado los señores y la clase media y por otro lado los campesinos. Dentro de los campesinos, podemos considerar un pequeño grupo, formado por los personajes de Azarías, la Niña Chica (comportamiento instintivo y maquinal con reacciones muy primitivas) y los animales domesticados. Azarías de carácter entrañable, es ingenuo y natural; por ello mata a quien ha matado. Se trata de un desplazado social en ocasiones objeto de burla, que tiene la necesidad de entregar afecto, que en su caso recibe de la Régula. La elementalidad del personaje provoca que Azarías no entienda porque no puede llevar el pájaro enfermo al mago y le permite decir a la Régula que no mande a sus hijos a la escuela. Su afán es el de cuidar a sus pájaros, domesticarlos y acariciarles el entrecejo mientras repite su estribillo: “Milana bonita, milana bonita”, ademas de mantenar diálogos con ellos («uuuuuuuuh», o «quiá»). La relación que establece con los pájaros es tan profunda, que los convierte en pseudo-personajes asociados al anciano. Respecto a su aspecto, Azarias se caracteriza por su sonrisa babeante, la suciedad, la orina las manos, y sus eructos. Un comportamiento que provoca su expulsión de la Jara y que viene a ser el símbolo de la unión de lo instintivo con la naturaleza. Cuando Azarías siente tristeza, sustituye su dedicación por la milana, por su sobrina la Niña Chica, a la que rasca la cabeza mientras recita el mismo estribillo. La niña chica padece una discapacidad muy grave :es un ser pasivo y vegetal que sólo da muestras de vida con chillidos. Y es que Charito, y Azarías, unidos por una relación sin palabras e inaccesible para el resto de personajes, representan a los inocentes, que son en realidad discapacitados psíquicos. Otro de los personajes fundamentales en los campesinos es Paco, El Bajo, ya que es la máxima representación de los abusos de los caciques. Paco es el personaje más humillado y, al mismo tiempo, de los más admirados por el señorito Iván, gracias a su ingenio y sus dotes para rastrear las piezas abatidas o la presencia de personas y animales. Por ello Iván lo obliga a comportarse como si fuera un perro eficaz e imprescindible en las batidas de caza. Y aunque el señorito abusa de sus habilidades, Paco acepta sin objeciones («ae, a mandar, que para eso estamos»). Se trata de una persona leal, obediente y pacifica pero en todo caso sumisa. Este personaje bondadoso tiene conciencia del progreso porque quiere que sus hijos adquieran una formación académica: «ahora la Nieves nos entrará en la escuela y Dios sabe dónde puede llegar con lo espabilada que es». Los dos accidentes sucesivos que sufre en la pierna serán el desencadenante del final. Siguiendo con la familia de Paco, encontramos a la Régula, la mujer de este último. Es una mujer trabajadora infatigable, que representa la conciencia social de su familia, frente a la irracionalidad despótica del señorito Iván. Al igual que su marido quiere que su hija Nieves vaya a la escuela, incluso se atreve a reprender tímidamente al cacique («a ver si esto nos va a dar que sentir, señorito Iván"). Además de trabajar como un animal ( de tanto hacerlo tiene «el pulgar achatado, plano, sin huellas dactilares»), se ocupa de una familia en la que dos de sus miembros, la Niña Chica y Azarías, requieren una dedicación especial. Nieves es una de las hijas de Paco y La Régula. Esta nina de 14 años representa el sentido común, la inteligencia práctica y útil y el pensamiento lógico. Aunque tenia esperanza de poder estudiar, debe servir en el cortijo, lo que será determinante en su futuro. La muchacha manifiesta la voluntad de hacer la primera comunión y es testigo de la relación entre Iván y doña Purita. Por otro lado el Quirce y El Rogelio son los dos hijos varones de Paco. El Quirce es silencioso y tiende al aislamiento, pero es despierto y habilidoso. Mientras que Rogelio es activo, más integrado en el cortijo, ademas de mostrarse solidario con su tio. El Quirce no asume al señorito Iván como su dueño; obedece, pero sin servilismo, con una pasividad que saca de quicio al señorito. Estas señales de rebeldía en el Quirce son el símbolo del nuevo mundo en el que ya no cabe el vasallaje. Él posee plena conciencia de que la dignidad personal no se compra ni se regala, por eso marca el resquebrajamiento del mundo semifeudal del cortijo. Entre los campesinos y los señores tenemos a Don Pedro y Doña Purita, dos personajes que no pueden entenderse por separado porque los actos de ella lo determinan a él. Doña Purita, que desprecia a su marido, es hermosa, frívola, provocativa. Representa a la muchacha que ha salido de la miseria a través de su belleza y del matrimonio, y por ello cuando ve posibilidades de mejorar se entrega al señorito. Por otro lado, Don Pedro quien gobierna la finca pero finalmente es tan esclavo como los sirvientes, es un hombre sin voluntad, atormentado por los celos. Doña Purita tiene un carácter fuerte y dominante, mientras don Pedro es un ser débil, pusilánime: la relación entre ambos se va dosificando hasta el estallido final. Cambiando de grupo, en el lado de los señores cabe destacar al señorito Iván, el vértice de la escala jerárquica en el cortijo. Este personaje caprichoso y egoísta, cuyas ideas son incontestables, presenta además un carácter clasista y autoritario, como era en aquella época, el régimen franquista. Estas ideas pueden verse en su actitud de superioridad: «[…] el que más y el que menos todos tenemos que acatar una jerarquía, unos debajo y otros arriba, es ley de vida, ¿no?» ; «De hoy en adelante, Paco, de usted y señorito Iván, ya no soy un muchacho». Esta autoridad arbitraria desemboca en una crueldad psicológica que sufrirán los sirvientes como Paco, que cuando se lesiona por segunda vez, llega a decir que lo ocurrido ha sido «tal que si [...] lo hubiera hecho a posta». Don Pedro sufrirá con mayor claridad el cinismo y el despotismo de Iván, que mantiene una relación con purita. A todo esto se le suma que el personaje más que un cazador, es matador y sólo dispara, para aliviar el fracaso de la mañana. La construcción de este personaje con una crueldad extrema; contrario a la bondad insólita e improbable de los campesinos como Azarias, satisface la necesidad de crear una oposición entre la arbitrariedad y la bondad. Este contraste es fundamental para Delibes para reflejar que existe una oposición entre opresores/oprimidos. En el entorno familiar de Iván encontramos su madre la marquesa y a su hermana Miriam. La marquesa pertenece a los “opresores”, y encarna el paternalismo feudal con el que los poderosos gobiernan sus haciendas. La mujer manifiesta cierta bondad y consideración hacia sus sirvientes a los que no considera una masa homogénea, Esto se ve cuando contrata a unos profesores para que erradiquen el analfabetismo: les paga, pero se despreocupa de los resultados, porque, en el fondo, piensa que da nada les va a servir. Algo similar ocurre con Miriam quien muestra hacia los oprimidos una actitud de comprensión mas