Escenas teatrales de San Juan Bosco, Monografías, Ensayos de Artes escénicas

¡Descarga Escenas teatrales de San Juan Bosco y más Monografías, Ensayos en PDF de Artes escénicas solo en Docsity! «No juzgues sin saber» 1ero “A” 5 personajes: 1. SAN JUAN BOSCO 2. PANADERO 3. LOS 4 MUCHACHOS LADRONES 4. EL MUCHACHO INOCENTE 5. NARRADOR ACTO I Ambientación: En la panadería Introducción: El panadero está preparando la masa para el pan dando la espalda a la puerta, mientras esta se encontraba abierta. En eso entran 4 muchachos de forma silenciosa y comienzan a pasarse el pan entre ellos para podérselo llevar. De pronto a uno de ellos se le cae un costal, alertando al panadero. Panadero: ¡Qué hacen! (gritando) ¡dejen esooo! (correteándolos), desgraciados, ahorita los voy a alcanzar (tomando un palo de beisbol) NARRADOR: Los chicos salen corriendo y a uno de ellos se le cae un pan, siendo recogido por un muchacho que se encontraba observando lo sucedido; sin embargo, al verlo el panadero, pensó que era uno de ellos y comenzó a golpearlo. Panadero: ¡Desgraciado! (golpeándolo)¡Maldito! Te enseñaré a no robar Juan Bosco: ¡Basta! (sujetando el palo) lo va a matar. Panadero: Se lo merece, es un adelanto de lo que le sucederá en la cárcel. Juan Bosco: No ha sido él quién le ha robado el pan… y si lo hubiera sido, ningún robo vale la vida de un muchacho. NARRADOR: El muchacho asustado se levanta y se va corriendo, llevándose el pan. Panadero: (tirando el palo) ya está, lo has vito, ya se ha escapado y todo ha sido por culpa suya. Juan Bosco: ¿Sabe dónde vive? Panadero: Y yo que sé, seguro en la calle, como todos los delincuentes… pero el pan me paga usted ¡entendido! (gritando molesto) Juan Bosco: (sacando dinero de su bolsillo) Tome, aquí tiene, esto es lo único que le interesa, debería darle vergüenza (se voltea y comienza a caminar) Panadero: Y a hora a mi tiene que darme vergüenza y encima defiende a esos delincuentes. Pero ¡Qué clase de sacerdote es usted? Juan Bosco: (mirando al panadero) Soy una persona que no le gusta las injusticias. (se voltea y sigue caminando) Para lograr disciplina entre los jóvenes, no sirven ni la ira ni los ímpetus momentáneos; se requiere una gran paciencia, es decir, constancia, perseverancia y sacrificio. «El miedo se disfraza de brabucón» 2do 5 personajes: 1. SAN JUAN BOSCO 2. ENRIQUE 3. JOVEN 1 4. POLICÍA 5. GRUPO DE JÓVENES ACTO I Ambientación: En la cárcel. Introducción: Juan Bosco decide visitar la cárcel, el guardia lo recibe en la puerta y permite su ingreso. En ese momento, todos comienzan a gritar y a realizar alboroto por su llegada. Luego el guardia abre la puerta de la celda y deja ingresar a Juan Bosco, ante la mirada de todos los jóvenes. Juan Bosco: Buenos días, chicos ¿Quién de ustedes es Enrique Isabello? Enrique: Soy yo, ¿Qué es lo que quieres? Juan Bosco: hablar contigo, ven aquí. Juan Bosco: Me llamo Don Bosco y soy amigo de Nicolas… esto te manda él (entregándole algo en la mano) Enrique: ¿por qué? ¿Ha muerto? Juan Bosco: No, Pero se encuentra muy grave. Enrique: Que suerte. Juan Bosco: ¿Qué harás cuando estes libre? Tienes familia. Enrique: ¿Familia? No Juan Bosco: ¿Cuánto tiempo llevas aquí? Enrique: 4 meses por robo, pero robo del desde el momento en que nací. Juan Bosco: Enrique ¿Te quieres confesar? Joven 1: ¿Te quieres confesar enrique? (con voz burlona) ¿Por qué no te confiesas? (riendo) vamos ¿alguien más desea confesarse? (volteando y mirando a sus compañeros y acercándose a Juan Bosco) Joven1: No, no se quiere confesar, aquí nos falta el aire y tu piensas en confesarnos… vete de aquí cura. Enrique: Tiene razón vete. Todos: (gritando) Si, vete, vete. José: A leer y a escribir (sonriendo) Juan Bosco: bueno, que me dices… José: Mientras el Sacristán no me dé más golpesss. Juan Bosco: No te preocupes, se acabaron los bastonazos (dándole la mano) NARRADOR: José se da la vuelta y comienza a caminar contento. Juan Bosco: ¡José! (lanzándole la manzana) José: (cogiendo la manzana) gracias. ACTO II Ambientación: En la oficina del obispo Introducción: San Juan Bosco se encuentra conversando con el obispo sobre una idea que se le ocurrió. Obispo: ¿Un oratorio? Y dónde piensas hacerlo Juan Bosco: En el Claustro, todos los domingos…enseñaría la palabra del señor y les daría algo de comer. Obispo: Pero eso es imposible, tu no estas solo, aquí hay otros sacerdotes que se hospedan, seguro que se quejarán… No, no me gusta Juan. Juan Bosco: Pero podemos intentarlo, le prometo que no molestaremos, créame. Obispo: Claro que molestarán. NARRADOR: Juan Bosco se voltea yéndose decepcionado. Obispo: pero si es lo que el señor quiere de ti; Hágase su voluntad. Juan Bosco: (volteando y mirándolo, sonriendo) ¡gracias, padre! ¡gracias! Las impresiones que más perduran en el corazón de los jóvenes, son las que reciben durante su formación. FIN «La confianza nos fortalece» 3ero 11 personajes: 1. SAN JUAN BOSCO 7. GUARDIA 2. GOBERNADOR 8. SEÑORA 3. ENRIQUE 9. TOMÁS 4. BRUNO 10. JOVEN 1 5. OBISPO 11. JOVEN 2 6. TOMÁS ACTO I Ambientación: En el despacho del gobernador. Introducción: San Juan Bosco días antes se había acercado al despacho del gobernador para pedirle que le diera la oportunidad de sacar a los jóvenes de la cárcel por unas horas, la cual había sido rechazada. Sin embargo, en los días posteriores recibe una carta de él pidiéndole que se acerque a su despacho… Gobernador: Bien, he pensado en lo que me dijo y como he sabido que acoge en su residencia a chicos huérfanos y marginados, he decidido concederle el permiso que quiere. Juan Bosco: (sonriendo) disculpe, lo he oído bien excelencia. Gobernador: Así es… pero hay una condición. Juan Bosco: me lo imaginaba. Gobernador: Yo me fio de usted reverendo, pero si escapa un solo detenido, usted será el que termine en la cárcel… lo está pensando mejor. Juan Bosco: No, excelencia, le doy mi palabra, todo saldrá bien y no se escapará ninguno. Gobernador: Quisiera tener su confianza. Juan Bosco: La tendrá, la tendrá (parándose y yéndose) gracias otra ves. Gobernador: De nada. ACTO II Introducción: San Juan Bosco se encuentra sacando a todos los jóvenes de la cárcel, muy emocionado. Juan Bosco: ¡Vamos chicos! Guardia: Los delincuentes fuera y nosotros dentro, así están las cosas ahora. Señora: Es una vergüenza que saquen a pasear a todos estos delincuentes, ¡Es un escándalo padre! (gritando) Juan Bosco: Jesús vino a esta tierra para dar libertad a los prisioneros, ¡Buenos días! NARRADOR: Todos contentos continúan caminando al lado de Juan Bosco y el obispo, hasta el bosque del pueblo. Al llegar se sientan en la vegetación para escuchar hablar a Juan Bosco. Juan Bosco: Tomás ¿Qué es lo más bonito que observas? Tomás: Los árboles Juan Bosco: ¿Y tú? (señalando a otro joven) Joven 1: La luz entre los árboles Juan Bosco: Bien ahora miren hacia arriba ¿Qué observan? Todos: el cielo, las nubes, el sol Juan Bosco: Bien, todo esto chicos, la belleza infinita que los rodea, es el amor infinito que tienen adentro. Pensar que la verdadera libertad es en saber que debemos agradecer de todo lo que nos rodea, más alla de lo barrotes de una cárcel… pero para entender eso hay que sentirse hijos de Dios. Joven 2: Pero como se consigue ser hijo de Dios en una celda… Yo no quiero volver a la cárcel. Juan Bosco: Nosotros podemos cambiar eso, cree en el futuro y no pierdas nunca la fe. Así que gritemos todos ¡En el amor de Dios nuestro padre miro hacia arriba y sigo esperando! Todos: ¡En el amor de Dios nuestro padre miro hacia arriba y sigo esperando! NARRADOR: Los jóvenes se ponen a jugar a descansar y a divertirse de su momento en libertad. Después de unas horas, Juan Bosco comienza a contar a todos para poder regresar a la cárcel, cuando de pronto… Juan Bosco: Don Cafaso, ha visto a Bruno y a Enrique. Obispo: Los vi aquí hace poco ¿Usted los ha visto? (preguntándole a otro) Joven 1: no, yo no lo he visto. Obispo: Vamos chicos es hora de regresar Juan Bosco: (buscando con desesperación) ¡Bruno! ¡Enrique! NARRADOR: Mientras tanto en otro lado, Bruno y Enrique se encontraban escapando para no ser encontrados. Enrique ya se siente cansado y se sienta en una rama… Bruno: Vamos Enrique, ¡muévete! (jalándolo para que siga corriendo) Juan Bosco: (Acercándose a ellos) Menos mal que los he encontrado… es hora de regresar. Bruno: Oye, quiero disfrutar un poco más de la libertad… iré a buscarlo un poco más tarde Juan Bosco: Si no vuelves, acabaré yo en la cárcel, lo sabes ¿verdad? Bruno: Dijiste que confías en nosotros, pues ¡demuéstralo! Juan Bosco: Yo sé que quieres ser libre, pero no es así como lo conseguirás. Juan Bosco: Muy bien vete… Pero yo te espero. Bruno: (jalando a Enrique) Pero Enrique viene conmigo. Cafaso: Basta, silencio, no griten por favor ¡por favor! (suspirando) Juan Bosco: Esta bien, un poco de silencio. Buenos días, chicos de dónde vienen. Niño 1: Yo vengo de Vilela. Juan Bosco: ¿Y tú? Niño 2: Yo soy de Santiago Sunticheli. Niño 3: Yo vengo de Vercelli. Juan Bosco: El claustro ¿tendrá más sitio? (mirando al sacerdote) Cafaso: No. Juan Bosco: (moviendo la cabeza) bueno… vengan chicos entren y diviértanse. (abriendo las puertas para que todos entren) NARRADOR: De esta forma San Juan Bosco, con ayuda de sus trucos de magia y malabares lograba llamar la atención de este sector de la población, con quienes terminaba compartiendo la palabra de Dios. SAN JUAN BOSCO NOS DICE: ¡Mi mayor satisfacción es verte alegre! «Muéstrate siempre alegre» 4 “B” 8 personajes: 1. SAN JUAN BOSCO 7. DOMINGO 2. JUAN 8. JOVEN 1 3. PEDRO 4. JOSÉ 5. MIGUEL ACTO I Ambientación: En el oratorio Introducción: San Juan Bosco se encuentra en el oratorio jugando pelota con los jóvenes. San Juan Bosco: ¡mía! ¡mía! cogelaaa (corriendo de un lugar a otro) Jóvenes: detenlo, atrápenlo. Juan Bosco: ¡aquí aquí! (levantando las manos) Juan Bosco: ¡cof! ¡cof! ¡cof! (cubriéndose la boca con un trapo) Joven 1: ¿Se encuentra bien Don Bosco? Juan Bosco: Sí NARRADOR: En ese momento, dos jóvenes se golpean por atrapar el balón y Pedro cae al suelo. Juan Bosco: ¡Pedro! ¡Pedro! ¿Te has hecho daño? Pedro: Si, Juan me ha empujado, ya no me apetece jugar más… yo me marcho (yéndose del campo) Juan Bosco: Pedrooo (decepcionado) José: Le has hecho daño tonto (empujándolo) Juan: Pero no lo he visto (empujándolo) José: ¡Dejame! (forcejeando con Juan) Juan: ¡Dejame! También Juan Bosco: Juan, José ¡ya basta! Juan: No lo he hecho a propósito. Juan Bosco: Esta bien, te creo, no pasa nada…pero por favor, no hay porque pelearse. Las pases, hagan las pases. Miguel: (señalando a un niño) ¿Quién es ese niño? Juan Bosco: No lose… ¡Buenos días! (acercándose al niño) Juan: Por favor, tira el balón Juan Bosco: toma (lanzándole la pelota) ¿Quién eres? Domingo: Me llamo domingo sabio Juan Bosco: Yo soy Don Bosco (extendiéndole la mano) Domingo: Losé, hace tiempo oí un sermón suyo. Juan Bosco: Y dime, ¿Qué es lo que dije? Domingo: Que hay que amar a Dios desde niños, sino podría ser demasiado tarde. Juan Bosco: Bien domingo, muy bien. Juan Bosco: ¿qué ocurre? Domingo: (agachando la cabeza) quisiera estudiar para ser sacerdote. Juan Bosco: creo que tienes madera (riendo) Domingo: Dicen que usted es muy bueno tallando. Juan Bosco: Bueno, entonces vamos a hacer una bonita talla para el señor…pero antes de eso, te voy a enseñar unos trucos de magia y malabares para que seas un experto como yo (sonriendo). Juan: Don Bosco, necesitamos refuerzos. Juan Bosco: Ya vamos… Nuestro equipo tiene un hombre más (abrazando a domingo y entrando al oratorio) NARRADOR: Su misión de San Juan Bosco era hacer que los jóvenes con menos oportunidades no terminaran delinquiendo y, por consiguiente, en la cárcel. Por ello acercaba a estos muchachos a divertirse junto a él en el oratorio. SAN JUAN BOSCO NOS DICE: Para ejercer una influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías. «Despidiendo a Don Bosco» 5 “B” 8 personajes: 1. SAN JUAN BOSCO 7. MIGUEL 2. JUAN 8. RUA 3. BRUNO 9. CLÉRIGO 4. JOSÉ 5. CARLOS ACTO I Ambientación: En el seminario. Introducción: A causa de la enfermedad de Don Bosco, ha caído gravemente enfermo, por lo cual se encuentra postrado en una cama a la espera de su recuperación. Juan: Carlos, por fin has llegado. Rua: y dime Don Bosco ¿De qué tratará la carta? (sonriendo) Juan Bosco: Debo decirle a los superiores que deben tratar bien y con mucha caridad a la gente de servicio… ¡cof! ¡cof! ¡cof! Rua: Es mejor que regresemos para que lo revise el doctor. NARRADOR: Esa noche el doctor encontró muy agraviado a Don Bosco y lo hizo acostar. Así continuo los días anteriores, vomitaba muchas veces, no podía levantarse y respiraba con mucha dificultad. Sin embargo él estaba tranquilo y bromeaba. Rua: Vamos Don Bosco, levántate (cogiéndolo del brazo para sentarlo en la mesa) Juan Bosco: Me vas a sacar el brazo (sonriendo debilitado) Juan Bosco: (mientras se sienta en la silla) Hoy alrededor de las 4 o más tarde pensaba que no necesitaba nada más para morir… ya no tenía conocimiento de nada, ahora me siento mucho mejor. Rua: Ya Don Bosco, tome su sopa que se va a enfriar. Juan Bosco: Rua dame por favor un poco de café helado, pero que este caliente (sonriendo) NARRADOR: Don Bosco sigue muy mal … no retiene nada. A los 12 tomó caldo y lo vomitó. Juan Bosco: Viglietti no dejes que sea el único sacerdote aquí. Necesito que alguien este aquí listo para el aceite Santo. Viglietti: No se preocupe, Rua siempre está aquí, después de todo no está tan grave como para hablar así. Juan Bosco: ¿Se sabe aquí en la casa que me siento tan mal? Viglietti: Si Señor Don Bosco y no solo aquí lo sabemos, sino en todos lo hogares y ahora en todo el mundo y todos están orando. Juan Bosco: ¿Para que me cure? Pero ya me voy a la eternidad (sonriendo complacido) NARRADOR: Pero de pronto San Juan comienza a llorar conmovido por lo contado por Viglietti. Juan Bosco: (secándose el rostro) Por favor, que este preparado el Santo Viatico, somos cristianos y uno voluntariamente hace una oferta a Dios de su propia existencia. Cardenal: (entrando al cuarto) Buenas tardes, Don Bosco ¿Cómo te encuentras? Juan Bosco: Buenas tardes eminencia (llorando) gracias por venir, justo quería hablar con usted. Por favor sea protector de los salesianos. La santa voluntad de Dios que se haga en mí. Siempre he hecho todo lo que he podido. Cardenal: (conmovido) Don Bosco, poco pueden decir lo que usted hace en el momento de la muerte. Juan Bosco: deseo su bendición… Cardenal: así sea (lo bendijo y se abrazaron) NARRADOR: Así pasaron los días, Juan Bosco siguió empeorando. JUAN BOSCO NOS DICE: Hay que hacer todas las cosas de tal manera que en cualquier momento que nos llegue la muerte nos encuentre preparados.