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ESTÁNDARES 79 y 84 Historia de España, Apuntes de Historia de España

Estándares 79 y 84 de Historia de España redactados de cara a selectividad.

Tipo: Apuntes

2020/2021
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Subido el 14/05/2021

erick-mejias-carrasco
erick-mejias-carrasco 🇪🇸

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¡Descarga ESTÁNDARES 79 y 84 Historia de España y más Apuntes en PDF de Historia de España solo en Docsity! Estándar 79. Explica los elementos fundamentales del sistema político ideado por Cánovas del Castillo. Antonio Cánovas del Castillo diseñó el sistema político que existió en España a finales del siglo XIX pero que continuó en crisis permanente hasta 1923, cuando se dio el golpe de Primo de Rivera. Cánovas sentía predilección por el sistema político británico y quería aplicar en España la doctrina inglesa de la balanza de poderes entre Corona y Parlamento, así como elaborar una constitución moderada. En primer lugar, rescató el concepto de soberanía compartida, abandonando la soberanía nacional del Sexenio Democrático. La soberanía compartida partía de la concepción canovista de Nación y Corona, pues las Cortes y la Corona debían ejercer la soberanía conjuntamente. En segundo lugar, siguiendo el modelo bipartidista británico, Cánovas pretendía que el gobierno recayese en dos partidos, uno conservador y otro liberal, que se alternasen el poder y en la oposición para evitar el monopolio de los moderados que se daba en tiempos de Isabel II. Para ello, era fundamental el compromiso de ambos partidos para mantener el sistema y respetar la obra de cada uno en el Gobierno. Para legitimar el sistema, se convocaron elecciones para unas Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal masculino, aunque posteriormente debiera volverse al sufragio censitario. El Partido Conservador, surgido en el Sexenio, agrupaba a los moderados isabelinos, la Unión Católica y los alfonsinos; mientras que el Partido Liberal fue creado por Sagasta. Estos partidos eran de élites, no de masas. Fuera del sistema quedaron los republicanos y los carlistas, aunque posteriormente aparecieron los socialistas y regionalistas, que aunque no tendrían cabida en el sistema, accedieron a las Cortes con la aprobación del sufragio universal y el declive del control electoral en las ciudades, donde era más difícil ejercer el caciquismo. En el sistema de turno pacífico, la formación del gobierno por parte de cada partido no dependía del triunfo electoral, sino de la decisión del rey. Estándar 84. Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su evolución durante el último cuarto del siglo XIX. Durante los primeros años de la Restauración, el movimiento obrero realizó insurrecciones, huelgas y atentados. El ascenso de los liberales al gobierno en 1881 provocó una mayor permisividad y en 1887 con la aprobación de la ley de asociaciones, se autorizó la libertad sindical. En 1881 los anarquistas crearon la Federación de Trabajadores de la Región Española y fue la corriente mayoritaria en Cataluña y Andalucía. Se negaban a participar en la acción política. Predominaba el uso de la violencia contra Estado, burguesía e Iglesia. En 1890 se dieron atentados contra personas claves de la Restauración (Cánovas y Martínez Campos), bombas en Barcelona, o contra la procesión del Corpus. Una consecuencia fueron los procesos de Montjuic, en 1897, en los que fueron condenados y ejecutados cinco anarquistas. Los atentados llevaron a la división del anarquismo entre los partidarios de continuar con la acción directa y aquellos que defendían una acción de masas, que daban prioridad a la fundación de organizaciones de carácter sindical, dando lugar al anarcosindicalismo. Crearon la Solidaridad Obrera (1907) y la CNT (Confederación Nacional de Trabajadores) en 1910, que entendía el sindicalismo como medio para la transformación de la sociedad, utilizando la huelga general. El socialismo defendía la participación política. En 1879 Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En 1888 impulsaron la creación de un sindicato socialista, la Unión General de Trabajadores (UGT). Tuvieron en Madrid, Vizcaya y Asturias su mayor influencia. El PSOE definía el marxismo, el obrerismo y la revolución social, decretó el 1 de Mayo como Día del Trabajador, protagonizó grandes huelgas en Vizcaya y consiguió tener algunos concejales en Ayuntamientos. La UGT englobaba a los sectores de producción y se organizaba en oficios en cada localidad. Elaboró un programa de mejoras para los obreros y para ello negociaba con obreros y patronos, así como el recurso a la huelga. El objetivo de los socialistas era la revolución con la toma del poder del proletariado. Para conseguirlo participaba en política, presentándose a las elecciones, para difundir el mensaje. La UGT intentaba mantener una táctica prudente y negociadora para alcanzar mejoras en las condiciones de vida de los obreros. Los socialistas se mostraron más moderados que los anarcosindicalistas y mantuvieron pésimas relaciones con ellos. El movimiento obrero sólo empezó a convertirse en oposición política a partir de principios del siglo XX, cuando arraigó en los centros urbanos industrializados, donde era difícil manipular las elecciones. Estándar 84. Analiza las diferentes corrientes ideológicas del movimiento obrero y campesino español, así como su evolución durante el último cuarto del siglo XIX. Desde 1874, tras la prohibición de Serrano, las asociaciones obreras vivieron en la clandestinidad o camufladas bajo asociaciones con otros fines declarados en forma de sociedades de socorros mutuos, o asociaciones de carácter cultural, como la madrileña Asociación General del Arte de Imprimir, presidida por Pablo Iglesias. Desde 1881, con el primer gobierno liberal de Sagasta, el clima se distendió y las organizaciones obreras empezaron a salir a la luz, hasta su legalización definitiva en 1887. Al mismo tiempo, con la progresiva industrialización y la consolidación del capitalismo, creció la importancia social y numérica de la clase obrera. Por otra parte, en sintonía con la división del movimiento obrero internacional, en España se fueron configurando organizaciones socialistas y anarquistas por separado. Y a partir de 1879 aparecieron también las organizaciones católicas, canalizadas por los jesuitas. El movimiento anarquista hasta finales de siglo Los anarquistas constituyeron la corriente mayoritaria dentro del movimiento obrero español. Sus principales focos estaban en el campo andaluz y en el proletariado urbano catalán. Los anarquistas rechazaban toda acción política por vía parlamentaria, pero además, dentro de sus filas, empezó a ganar adeptos, tanto entre los campesinos como entre los obreros, la táctica propuesta por Kropotkin, partidario de la violencia terrorista o «propaganda por el hecho».
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