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Estandares-Bloque 3-Historia de España, Exámenes selectividad de Historia de España

Estandares EBAU Historia de EsPAÑA

Tipo: Exámenes selectividad

2018/2019

Subido el 20/01/2019

Paola552
Paola552 🇪🇸

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¡Descarga Estandares-Bloque 3-Historia de España y más Exámenes selectividad en PDF de Historia de España solo en Docsity! 1 HISTORIA DE ESPAÑA Bloque 3. La formación de la Monarquía Hispánica y su expansión mundial (1474- 1700). Bloque 4. España en la órbita francesa: el reformismo de los primeros Borbones (1700-1788). Estándares de aprendizaje Felipe de Juan 2 1. Define el concepto de “unión dinástica” aplicado a Castilla y Aragón en tiempos de los Reyes Católicos y describe las características del nuevo Estado. El reinado de los Reyes Católicos ha sido considerado como el punto de partida de la Edad Moderna en España. Sin embargo, la unión (1469) entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón fue de tipo matrimonial; esto es, era una unión dinástica, por cuanto ambos reinos van a tener desde ahora los mismos monarcas, pero conservando su peculiaridades medievales. En 1475 se produce la unión dinástica de las Coronas de Castilla y Aragón mediante la Concordia de Segovia, acuerdo por el que cada reino mantenía sus leyes, instituciones y fronteras. No es, pues, una unidad institucional de los dos reinos, es solo una unión personal, y no un estado centralista y unificado. Todos los reinos tendrán idénticos soberanos, pero los distintos reinos no formarán un solo Estado. Sin embargo, esta unión contribuyó a la creación de la denominada Monarquía Hispánica. Castilla, por su mayor tamaño, población y poder económico, era hegemónica dentro de la Monarquía hispánica. En estas circunstancias, los Reyes Católicos se marcaron el objetivo de transformar una monarquía de carácter feudal (donde el poder político estaba fragmentado por los señoríos jurisdiccionales) en una monarquía moderna y autoritaria (con un poder cada vez mas centralizado en la monarquía), para ello iniciaron una reorganización del Estado adoptando una serie de medidas para reforzar la autoridad de la monarquía. Estas medidas fueron:  Se limitó el poder de la nobleza. la nobleza que apoyó a Juana “la Beltraneja” vio confiscada sus señoríos que fueron dados como señoríos territoriales (no jurisdiccionales) a la nobleza afín. Por lo que se refiere a la Iglesia, los reyes lograron del Papa Sixto IV la ampliación del Patronato real en la provisión de cargos, esto es, las personas propuestas por los reyes para ocupar los altos cargos serían, de hecho, nombrados por Roma. Esto permitió a los reyes controlar indirectamente todos los señoríos eclesiásticos al colocar personas leales a los monarcas.  Se controló a las Órdenes Militares. Se presionó a las Órdenes Militares para que nombrasen al rey como su gran maestre cuando el cargo quedase vacante.  En cuanto a las Cortes, mantuvieron su estructura medieval.  El instrumento esencial de gobierno fueron los Consejos, puramente consultivos. El Real Consejo de Castilla llegó incluso a invadir funciones legislativas de las cortes castellanas. A su lado aparecieron otros: el Consejo de Aragón, el de la Inquisición, el de Órdenes, etc.  Se creó un ejército permanente. Así se crearon tropas a sueldo lo que permitió eliminar la dependencia que los monarcas tenían de las tropas de la nobleza. También se creó una diplomacia igualmente permanente.  Por último, se empleo la religión como nexo de la unidad territorial. La religión contribuyó a hacer de la fe cristiana el elemento común y definidor de la “esencia” última de la Península (con exclusión, por ello, de judíos y musulmanes). Comenzó, así una dura política contra las dos minorías religiosas: judíos y musulmanes. Se decreta así la expulsión (1492 expulsión de los judíos) o conversión forzosa. Para vigilar a los supuestos falsos conversos establecen la 5 protestantismo que proporcionará la base ideológica para el enfrentamiento entre Carlos I y los príncipes alemanes. Esta compleja trama se desarrolla en tres etapas: 1ª.- Carlos I obtuvo grandes victorias en Italia frente a Francia y al Papado (Pavía 1525) que le permitieron ocupar el Milanesado. 2ª.- Tuvo que enfrentarse contra la alianza formada por Francia y los príncipes alemanes luteranos (asociados en la Liga de Smalkalda) 3ª.- Intenta solucionar el problema alemán en sus dos aspectos: militar y religioso. En el primero logrando la derrota de la Liga de Smalkalda en la batalla de Mülhberg (1547). El segundo, logrando convocar el Concilio de Trento en un claro intento de reconciliar a la Iglesia católica con los reformados. Pero no fueron soluciones definitivas en ninguno de los dos campos. En el religioso, porque ambas posturas se radicalizaron. En el militar, porque Francia acudió en auxilio de los príncipes luteranos. Al final de su reinado, Carlos I tuvo que reconocer el fracaso de su idea imperial firmando el Acuerdo de Augsburgo (1555) donde se reconocía la potestad de cada príncipe para elegir su propia religión. Supone, por tanto, la consagración jurídica de la escisión religiosa. Carlos I finalmente abdicó en su hijo, Felipe II. Felipe II: El Imperio hispano. Frente a la idea del Imperio Universal de Carlos I, la época de Felipe II será la del período de hegemonía española (el Imperio hispano). Felipe II aspira a entregar a España el dominio sobre Europa. Sin embargo, todos los países de Europa lucharán para impedir el dominio español. La política exterior de Felipe II se desarrolla en las siguientes etapas: 1ª.- Control de Francia, al obtener los ejércitos españoles la victoria de San Quintín (1557). Esta victoria convierte a Felipe II en el árbitro de la política francesa hasta finales de siglo. 2ª.- Choque contra el Imperio turco-otomano en el Mediterráneo: El poderío de los turcos era cada vez mayor. Esta amenaza provocó la reacción cristiana con la formación de la Liga Santa formada por España, Venecia y el Papado y dirigida por Felipe II. Esta liga tuvo un éxito con la victoria de Lepanto (1571), asestando un fuerte golpe a la supremacía turca en el Mediterráneo. 3ª.- La cuestión de los Países Bajos: Heredados de la casa de Borgoña, los Países Bajos no aceptaban el dominio de un rey extranjero, que se muestra ferviente católico en unos territorios cuya parte norte (Holanda) ha aceptado unánimemente el calvinismo. Además en esta zona se produce el enfrentamiento entre una mentalidad centralista-absolutista, representada por Felipe II, y otra parlamentaria, defendida por Holanda. La sublevación comienza en 1566, y aunque los tercios españoles obtuvieron éxitos militares importantes, no lograron dominar la resistencia holandesa que contó con el apoyo británico y de los reformados alemanes. 4ª.- Incorporación de Portugal (1580): Felipe II hereda el reino de Portugal a la muerte del rey portugués enarbolando sus derechos dinásticos (su madre pertenecía a la familia real portuguesa). En 1581 las Cortes de Tomar reconocen soberano a Felipe II, que jura respetar todas las libertades portuguesas. Con esta incorporación une, también, a su corona todo el imperio colonial portugués con sus bases en América (Brasil), África y Asia. 5ª.- Enfrentamiento hispano-británico: Al llegar al trono Isabel I, Inglaterra inicia su política de expansión por el Atlántico, creando una poderosa marina, fomentando la piratería contra las naves españolas que vienen de América y apoyando la rebelión de los Países Bajos, para impedir un 6 poder hegemónico en el continente. Felipe II mandará la Armada Invencible contra Inglaterra sufriendo un estrepitoso desastre (1588). Durante los últimos años del reinado de Felipe II la guerra se generalizó y el rey se vio envuelto en un triple enfrentamiento: en Francia que reinicia su política tradicional antiespañola; con los Países Bajos y contra Inglaterra. Estos tres países firmaron el Tratado de Greenwich. Felipe II mantuvo, con grandes dificultades, la supremacía de España, pero ahora el imperio pasaba a la defensiva. 4. Analiza la política respecto a América en el siglo XVI y sus consecuencias para España, Europa y la población americana. Durante el reinado de Carlos I se procedió a la exploración y colonización sistemática del continente americano. Entre las numerosas campañas que se emprendieron destacaron por su importancia las conquistas de los dos grandes imperios del Nuevo Mundo: el imperio azteca de México, conquistado por Hernán Cortés (entre 1519 y 1521), y el Imperio inca de Perú, conquistado por Pizarro entre 1531 y 1533. A estas empresas siguieron otras que fueron completando el conocimiento o la ocupación del nuevo continente. Entre 1540 y 1550, se había explorado casi toda América, desde California hasta el Río de la Plata. CONSECUENCIAS PARA AMÉRICA A la par que la conquista, comienza la colonización, es decir, la fundación de ciudades, la administración, la explotación de recursos y el comercio. La colonización de América convirtió a la monarquía española en una gran potencia económica y colonial, que intentó sacar el máximo beneficio de aquellas tierras. Sin embargo, esta colonización trajo consigo consecuencias fatales para la población indígena entre las que cabe destacar:  el fuerte descenso demográfico fruto tanto de las enfermedades de origen europeo como de la dureza del trabajo al que fueron sometidos; para compensar la pérdida de mano de obra se importaron esclavos negros procedentes del continente americano  la aculturación impuesta sobre todo a través de un severo proceso evangelizador que acabó con las formas de vida y creencias tradicionales de los indígenas. Tanto es así que desde bien pronto voces críticas con los métodos empleados, en especial desde órdenes como la de los dominicos, que denunciaban prácticas como el requerimiento (invitación forzosa a aceptar la soberanía del conquistador bajo amenaza de sometimiento por las armas); y la encomienda: a un encomendero colonizador se le asignaba una partida de encomendados indios que trabajaban la tierra y pagaban tributos a cambio de protección y evangelización. Se trataba de una forma encubierta de explotación del indio en condiciones similares a la esclavitud. Bartolomé de las Casas y otros protagonizaron en la primera mitad del siglo XVI un debate en torno a la legitimidad de la conquista que tuvo como resultado la promulgación de unas Leyes Nuevas para América (1542-43), las cuales, pese a su relativo cumplimiento, se concibieron con la intención de evitar prácticas abusivas. Esta situación fue la que dio origen a la “leyenda negra”. CONSECUENCIAS PARA ESPAÑA Y EUROPA Por otra parte, a lo largo de los siglos siguientes se establecieron intensas relaciones comerciales entre España y los colonos instalados en América. España enviaba a América toda clase 7 de productos (alimentos, vestidos, etc.) y América enviaba a España oro y plata. Estos metales aumentaron de forma inmediata la circulación monetaria que se tradujo en un aumento de la demanda de bienes. Esta demanda desembocó en un fuerte aumento del precio de los productos (inflación). Se desencadenó, así en España y en toda Europa, la revolución de los precios. Sin embargo, este aumento en la demanda de bienes también repercutió en un fuerte crecimiento del comercio internacional y un abaratamiento del crédito, debidos a la mayor abundancia de moneda circulante. Esto provocó, como ya hemos visto, una inflación continua cuya magnitud no tenía precedentes en toda la historia europea. Sin embargo, esta subida de precios, por otro lado, estimuló a los productores a aumentar su producción ante la perspectiva de vender las mercancías cada vez más caras. Se inició, así una fase de fuerte crecimiento económico en toda Europa. Sin embargo, España desaprovechó la posición privilegiada que le ofrecía el monopolio comercial con América y empezó a quedar relegada como potencia económica. Los motivos de este fracaso económico español son varios:  Los gastos de las guerras de Carlos I y Felipe II acabaron provocando la ruina de la Hacienda Real, el endeudamiento de la Corona con la banca extranjera y el aumento de la presión fiscal, que arruinó a los sectores productivos españoles, dado que los impuestos no estimulan la inversión.  El carácter arcaico de los gremios que no supieron evolucionar adaptándose a la competencia.  La mentalidad antiburguesa de la mayor parte de la población española que rechazaba el comercio y los negocios por considerarlos propios de judíos.  La superioridad industrial de los Países Bajos, Inglaterra y Francia les permitió producir más y a menor precio y así competir sin dificultad con la escasa producción española En suma, el hecho colonial español fue agente decisivo en la transformación económica de donde nace el mundo moderno. Este hecho creó el primer “mercado mundial” y ofreció al desarrollo de la producción europea una cobertura monetaria cada vez más abundante y barata. A partir de entonces y progresivamente el eje económico mundial pasó del Mediterráneo al Atlántico. Sin embargo, este mismo mecanismo concluyó excluyendo a España de este desarrollo del capitalismo. 5. Representa una línea del tiempo desde 1474 hasta 1700, situando en ella los principales acontecimientos históricos.  1469: matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón.  1474-79: guerra civil castellana.  1479: unión de Castilla y Aragón bajo los Reyes Católicos.  1492: conquista de Granada. Descubrimiento de América. Expulsión de los judíos.  1496: incorporación de las islas Canarias a la corona de Castilla.  1497-1511: conquista de enclaves en el norte de África.  1505: incorporación a España del reino de Nápoles.  1506 y 1516: regencias del cardenal Cisneros.  1512: anexión de Navarra.  1513: descubrimiento del océano Pacífico.  1517-56: reinado de Carlos I Habsburgo (Carlos V tras su elección como emperador).  1521: conquista de México por Hernán Cortés.  1521-38: guerras con Francia en Italia. 10 económico, sino también en lo político con una serie de revueltas internas ocasionadas por el Decreto de Unión de Armas (Cataluña, Portugal, etc.). Así, en poco tiempo las tropas protestantes pasaron a la ofensiva. Además la Francia del cardenal Richelieu se alió con los protestantes y terminó derrotando a las tropas españolas en la batalla de las Dunas y en Rocroi. La guerra de los Treinta Años acabó finalmente con la Paz de Westfalia (1648), que tuvo para España dos consecuencias importantes: 1. El reconocimiento de la independencia definitiva de las Provincias Unidas (Holanda), aunque los Países Bajos católicos siguieron bajo la dominación de la monarquía española. 2. La pérdida de la hegemonía en Europa. En su lugar Francia se erigió como la nueva potencia europea. España continuó la guerra en solitario contra Francia hasta la Paz de los Pirineos (1659), que confirmó el declive de la monarquía hispánica y supuso la cesión a Francia del Rosellón y la Cerdaña y que las mercancías francesas tuvieran paso libre en nuestro territorio. En conclusión, en Westfalia termina la contienda nacida en el siglo anterior con la Reforma luterana. Los protestantes adquieren definitivamente, en sus estados, completa soberanía. El ideal de Carlos I de una Cristiandad unida ha muerto. Nace la Europa moderna, conjunto de naciones en que predominan las del norte, y que están unidas por el común acatamiento a valores nuevos: laicización del pensamiento, confianza en la razón y en la ciencia, en lo que se llamará en el siglo siguiente el progreso y la civilización. En los asuntos internos el reinado de Felipe IV dejó arruinado al país en un estado de agotamiento económico y postración. 8. Compara y comenta las rebeliones de Cataluña y Portugal de 1640. El Estado creado por los Reyes Católicos era una federación de reinos que sólo tenían en común los mismos monarcas. A partir de esta base aparecieron dos concepciones diferentes: la de los que quisieron establecer una monarquía autoritaria y centralista (Castilla) y la otra tendencia era la de los que querían mantener la monarquía no absolutista, pactista y federal. Su mayor fuerza estaba en los reinos de la periferia (Aragón, Portugal, etc). Pues bien, a lo largo del siglo XVII se produjeron varios choques muy violentos entre ambas concepciones y que alcanzó su punto culminante en la crisis de 1640. Desde Carlos I Castilla se había convertido en el sostén de la monarquía y en la principal fuente financiera de su política exterior. Sin embargo, desde 1600, Castilla estaba pasando por una grave crisis demográfica y económica. Por su parte la Corona de Aragón y Portugal habían permanecido muy apartados de la política imperial y habían conservado sus fueros y su autonomía (fundamentalmente sus Cortes). Para acabar con la situación de crisis, el conde duque de Olivares intentó una serie de reformas cuyo objetivo era distribuir los gastos del Imperio entre todos los reinos. Para ello creó el Decreto de Unión de Armas). Se trataba de distribuir los costes del ejército entre los diversos reinos de acuerdo con sus posibilidades respectivas en cuanto a número de hombres y riqueza. Pero la Unión de Armas chocaba con la fórmula institucional y política establecida por los Reyes Católicos (Unión dinástica), que aseguraba la autonomía de los distintos reinos. Para evitar este inconveniente Conde-Duque intentó impulsar un cambio profundo en las estructuras de la monarquía que permitiera construir un país unido y compacto (unitario y centralista). Esta pretensión chocó con la oposición de los reinos periféricos, para quienes los fueron representaban su libertad. 11 En Cataluña el Conde-Duque expuso su proyecto en las Cortes de Barcelona de 1626 y 1632, ante la negativa catalana, el conde-duque decidió llevar la guerra contra Francia (guerra de los Treinta Años). Olivares desplazó el frente de batalla contra Francia a Cataluña, con la esperanza de que ésta, sintiéndose amenazada por el vecino del norte, acabara integrándose en los proyectos de la monarquía. Sin embargo, el resultado no fue el esperado: los continuos abusos de las tropas reales despertaron la ira de los campesinos hasta provocar una sublevación general del Principado en 1640. La revuelta catalana de 1640 recibe también el nombre de guerra de los Segadores, pues fue un grupo de estos, con su irrupción en Barcelona y el asesinato del virrey, el conde de Santa Coloma, el que provocó el conflicto. De entonces data un romance, Els segadors (himno de Cataluña). Olivares optó por la represión militar para arrancar de raíz el problema. Finalmente, la rebelión de Cataluña desembocó en la separación de parte de Cataluña de la monarquía hispánica y su incorporación a Francia. Aunque la causa castellana tuvo importantes apoyos en la propia Cataluña (Tarragona no se separó; Lérida fue recobrada ya en 1644), España no pudo lograr la reintegración de Cataluña hasta 1652. La caída del conde-duque y el aumento de las cargas exigidas por la ocupante Francia para alimentar a sus tropas abrieron la posibilidad de un acuerdo entre Cataluña y la corte de Madrid. El mismo Felipe IV marchó al frente de su ejército con una promesa de reconciliación basada en el respeto a la tradición foral. Finalmente, en 1652, Barcelona se rindió con la condición de que se respetaran sus antiguos fueros. La rebelión portuguesa tuvo desde el principio un marcado carácter nobiliario, anticastellano e independentista. La rebelión de Portugal fue secundada y apoyada primero por Francia y enseguida por Inglaterra y finalizó con la restauración de la independencia portuguesa tras la proclamación de Juan IV, un Braganza, como rey, en 1640. La rebelión portuguesa fue irreversible; sus ejércitos rechazaron los intentos españoles de restaurar por la fuerza la unión, y en 1668 España reconoció, por el tratado de Lisboa, la independencia de Portugal. Esta circunstancia arruinó definitivamente el sueño de una Iberia unida bajo la égida de los Habsburgo, a la vez que consumió las últimas fuerzas de la monarquía. Ese mismo año, Felipe IV murió y dejó su decadente y empobrecido trono en manos de un niño enfermo, Carlos II. La ocupación francesa de Cataluña y la rebelión portuguesa consumaron el desprestigio de Olivares y Felipe IV, a tal punto que en 1643 el rey decidió prescindir de su valido. Además, la monarquía de los Habsburgo no se atrevió a aprovecharse del triunfo allí donde lo había conseguido: Felipe IV mantuvo la estructura foralista de sus Estados. 9. Explica los principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII, y sus consecuencias. A la crisis política del siglo XVII se le añadió una profunda depresión económica y un notable descenso demográfico. Los factores específicos de la crisis española fueron fundamentalmente dos, que se reforzaron entre sí: • Descenso demográfico, por el que España acabó el siglo XVII con menos población que en el siglo anterior. • El agotamiento económico que afectó a todos los sectores económicos. Desde el punto de vista demográfico la población española pasó de 8 millones en 1600 a 7 millones en 1700. Este descenso afectó especialmente a Castilla, reino que más población perdió. Entre las causas de la crisis demográfica destacan las siguientes: 12  Las grandes epidemias de peste cuya intensidad recordó a la peste de 1348. Podemos distinguir tres grandes oleadas (a principios, a mediados y a finales de siglo). Las malas cosechas, la desnutrición y las malas condiciones higiénicas contribuyeron a que la mortandad de las epidemias fuera aún mayor.  Descenso en las tasas de natalidad: las guerras ocasionaron la muerte de muchos varones jóvenes en edad de procrear, que provoca, de manera inmediata un aumento de la mortandad, y provocan, a la larga, una disminución de la natalidad. Además, la crisis económica retrasaba la edad de los matrimonios. Esto unido al aumento del número de eclesiásticos no favoreció el aumento de la población.  La expulsión de los moriscos (unos 300.000 entre 1609-14), que perjudicó sobre todo a Aragón y Valencia. A esta salida se une el incremento de la emigración. Desde principios del siglo XVII la economía en España, en especial en la Corona de Castilla, se hundió en una profunda decadencia: 1. Problemas agrarios: La actividad agraria quedó muy afectada por el descenso de población (sobre todo la expulsión de los moriscos), que provocó despoblamientos y abandonos de tierras cultivadas. Los nobles vieron disminuir sus rentas debido al descenso de la producción y el aumento de los salarios ante el descenso demográfico. 2. Actividad artesanal y comercial: La actividad artesanal quedó paralizada debido a los efectos de la revolución de los precios y al descenso demográfico. La competencia de los productos extranjeros, más baratos que los productos nacionales, afectó a la rentabilidad de estos sectores. Estos extranjeros actuaban a través de agentes españoles para burlar el impedimento legal que el monopolio castellano imponía en América. De esta manera, se produce el acaparamiento del comercio con América por extranjeros. En estas condiciones la actividad mercantil disminuyó tras el descenso demográfico. Además, el mercado interior seguía siendo pequeño y difícil. Las aduanas interiores y el aumento de los impuestos sobre las mercancías no incitaban a la inversión. El capital buscaba inversiones más seguras como la deuda del Estado. Por otro lado, la decadencia de la minería americana provocó un notable descenso de estos minerales; y, además, siguieron utilizándose para compensar el déficit comercial y para financiar las continuas guerras de la Monarquía. 3. La Hacienda pública: El esfuerzo bélico realizado durante los siglos XVI y XVII para el mantenimiento del Imperio provocó en la Hacienda Real un fuerte endeudamiento, que se financió con el oro y plata americano. La disminución en el volumen de metales preciosos al inicio del s. XVII empeoró aún más la situación. Ello originó hasta seis suspensiones de pagos de la Corona a sus acreedores por falta de medios. A ellas seguía siempre una negociación con los banqueros afectados, que solía consistir en sumar a la deuda principal los intereses no pagados, con lo que el endeudamiento de la monarquía era cada vez mayor. Para resolver esta situación se recurrió a la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos que afectaron sobre todo a Castilla: a. Las alteraciones monetarias como la acuñación de las monedas de vellón de cobre puro (sin contenido en plata). Así se reducía su contenido metálico pero se aumentaba su valor legal. La Hacienda se beneficiaba de la diferencia entre el valor legal de la moneda y el valor (muy inferior) de su contenido metálico. Esto produjo una inflación galopante que desorganizó toda la economía del país. b. El aumento de impuestos tradicionales y la creación de nuevos impuestos, lo que desincentivaba la inversión en sectores productivos. 15 de Carlos II, quien dejó como heredero al candidato francés Felipe de Anjou frente al candidato austriaco el archiduque Carlos, rompe los pactos previos con las anteriores potencias (repartirse el Imperio español) e inicia una serie de gestos agresivos (pretende utilizar los territorios españoles para su propio beneficio). Las potencias europeas entonces se unen a Austria en la Gran Alianza, en abierta oposición al candidato francés, Felipe de Anjou. Esto supone el inicio de la guerra de Sucesión española. Dentro de la perspectiva interna española, la elección de Felipe V como rey de España presentará el temor de los reinos de Aragón a que el centralismo borbónico, ya ejercido en Francia, suprima sus tradicionales instituciones forales. La Corona de Aragón se aliará, por tanto, con la potencias de la Gran Alianza, en contra del candidato borbónico. Castilla y el resto del territorio peninsular (Navarra) apoyarán, por el contrario, al candidato francés. La guerra de Sucesión (1701-1713/15) acabará con la Paz de Utrecht (1714), que confirma a Felipe V como Rey de España, a cambio de reducir al territorio peninsular los dominios de la Corona española. Por el Tratado de Utrecht, todos los territorios españoles en Italia pasan a Austria (excepto Sicilia que pasa a Saboya). Austria recibe también los territorios españoles de los Países Bajos (Bélgica y Luxemburgo fundamentalmente). Holanda consigue una serie de plazas defensivas para prevenir ataques de Francia y diversas concesiones mercantiles. No obstante, la gran beneficiada de Utrecht será Gran Bretaña. Conseguido el equilibrio continental, queda libre para montar un gran imperio comercial que abarcará todos los continentes. Conseguidos los territorios españoles de Gibraltar y Menorca; dominará, con estas dos bases estratégicas, el Mediterráneo y las rutas del Próximo Oriente. Además obtiene de España la exclusividad en el comercio de esclavos negros ("Asiento de negros") y el llamado "Navío de permiso", un barco de 500 toneladas que podrá comerciar una vez al año con América; esto significa el inicio de la ruptura del monopolio comercial que España mantenía respecto a América. Francia, por su parte, cedió a Inglaterra grandes territorios e islas en América del Norte (como Terranova). En el plano peninsular, el fin de la guerra y la llegada de los Borbones al trono español, supuso la imposición, en la Corona de Aragón, de los denominados "Decretos de Nueva Planta”, donde se impuso el centralismo político. Los países de la Corona de Aragón perdieron sus instituciones de gobierno, incluyendo sus Cortes. Triunfa, pues, el absolutismo centralista y uniformista que ya existía en Francia. En el plano internacional Utrecht impone un nuevo orden internacional basado en el equilibrio continental que defendía Inglaterra. Aparece un nuevo mapa político donde España resultó ser la gran perdedora al perder todos sus territorios europeos. Utrecht acabó también con la hegemonía ejercida por Francia en la segunda mitad del siglo XVII. El nuevo sistema se basó en el equilibrio entre tres grandes potencias: Francia, que sale agotada por las guerras impuestas por Luis XIV. Austria, que se convertirá en el territorio más extenso y poblado de Europa pero carente de unidad. Inglaterra, se convertirá en la gran potencia del siglo, sobre la base de su creciente fuerza marítima y su desarrollo comercial. España, que había sido la gran potencia hegemónica desde el siglo XVI, quedó relegada a potencia de segundo rango, como aliada de Francia y rival de Inglaterra y Austria. El objetivo fundamental de los Borbones españoles, a partir de estos momentos, en materia de política exterior fue sin duda la recuperación de los territorios perdidos en Utrecht (1713/15). En líneas generales el gran aliado en esta empresa será Francia (Pactos de Familia) y el principal enemigo Gran Bretaña. Las directrices de la política exterior española durante el siglo XVIII, serán las siguientes: 16 • Intentos de recuperación de Gibraltar y de Menorca (recuperada en 1783). • Una alianza con Francia, a través de los "Pactos de Familia". • Una política atlántica, inaugurada por Carlos III, en competencia con Inglaterra, para asegurar el dominio del imperio americano. Frente al ascenso del imperialismo inglés. En suma, la política exterior borbónica si bien supuso la pérdida de algunos territorios europeos logró mantener los reinos hispánicos unidos y mantener para España la posesión de los territorios americanos. 12. Define qué fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la configuración del nuevo Estado borbónico. La toma del poder político por Felipe V trajo a España un intento de solucionar los problemas políticos del país, heredados del s. XVII, según las fórmulas francesas propias del absolutismo de Luis XIV: unificación y centralización del poder político. La reorganización político- administrativa del nuevo Estado fue obra de los tres primeros borbones: Felipe V (1700-1724), Fernando VI (1746-1759) y Carlos III (1759-1788), cada uno de los cuales contribuyó de alguna forma al establecimiento de una monarquía fuerte, centralista y unificada, según el modelo francés. La modificación más importante fue la unificación jurídica e institucional de la monarquía, sobre todo con los Decretos de Nueva Planta, promulgados por Felipe V. Debido al apoyo prestado al archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión, Felipe V suprimió los fueros e instituciones particulares de los territorios de la Corona de Aragón: primero los de Valencia y Aragón (1707) y después los de Cataluña (1714). Estos decretos establecían: • La abolición de los fueros y las Cortes de cada reino. En lo sucesivo sería Cortes únicas para toda la monarquía y además sin poder vinculante. • La sustitución del virrey de los Habsburgo por un Capitán General, al frente de una Audiencia • La imposición del castellano como lengua de la administración de justicia en Cataluña. Con esta unificación se intenta la regeneración del país a base de una administración racional, eficaz, un control de los recursos hacendísticos y la eliminación de la diversidad jurídica y jurisdiccional. Si la Corona de Aragón pierde su autonomía política, Castilla pierde el monopolio económico ejercido sobre América. Así se suprimen aduanas interiores, lo que fomenta el comercio y desarrolla la economía, se establece la libertad comercial con las colonias y se unifican muchos aspectos legislativos. La creación de un modelo único de administración territorial para todos los reinos de España (excepto Navarra y provincias vascas, que se mantuvieron fieles al candidato francés en la guerra de Sucesión), consistió en la imposición dentro de todo el territorio peninsular del modelo jurídico e institucional de Castilla. Cada reino, a partir de ahora, será gobernado por un Capitán General con funciones militares, políticas y administrativas, y las Audiencias, máximos órganos jurídicos sometidas al control del Capitán General. Por lo que respecta al régimen contributivo y fiscal, todo el país quedó unificado también según el modelo castellano. Esta nueva organización territorial anulaba la existencia de cualquier centro de decisión política situado fuera de la capital del estado: Madrid. Este proceso supuso una reorganización del poder del estado basado en la centralización del poder político. El rey gobierna con un carácter 17 absoluto. Se suprimieron las Cortes particulares de cada reino, en lo sucesivo serían Cortes únicas para toda la monarquía y su poder será similar al que tenían las Cortes castellanas. La modificación más importante que se introdujo en el poder central fue la tendencia a sustituir los Consejos por Secretarías de Despacho. Su número y competencias sufrieron variaciones con el tiempo. A su frente estaban los secretarios (el más claro precedente de los modernos ministros), que despachaban directamente con el rey. Por otro lado, crearon las intendencias que eran divisiones administrativas (equivalentes al concepto actual de provincias) que los Borbones crearon siguiendo el modelo francés, en su afán de controlar desde el poder central todo el territorio. A su cabeza estaban los intendentes, hombres de confianza que actuaban como delegados territoriales del gobierno. La nueva monarquía impulsó también desde muy pronto la educación, el establecimiento de instituciones académicas, la investigación científica (Biblioteca Real, 1712; Real Academia Española, 1713; etc.); y la creación de reales fábricas para la introducción de nuevas técnicas de fabricación y el impulso a sectores decaídos o inexistentes (Real Fábrica de Paños en Guadalajara, 1717; de tapices en Madrid; etc.). De la labor de ilustrados como Patiño, Campillo y Ensenada emergió una verdadera obra de gobierno: reformas en la administración y la hacienda, impulso al comercio con América y a la construcción naval, fortalecimiento militar de España. A Ensenada, también, se debió la ordenación de carreteras y caminos reales, esto es, el inicio de la construcción de una red vial nacional con centro en Madrid, y el comienzo igualmente de la construcción de una red de canales navegables en Castilla y Aragón. En suma, con los decretos de Nueva Planta España pasa a ser un Estado unitario, centralista y absolutista, dejando atrás la concepción pactista-federal de los siglos anteriores. 13. Explica la política industrial de la monarquía y las medidas adoptadas respecto al comercio con América. Durante la primera mitad del s. XVIII los Borbones procuraron estimular la actividad industrial y comercial según las directrices de la teoría económica del Mercantilismo: intervención del estado en la economía para favorecer su desarrollo. Así se reorganizó el monopolio del comercio con América, se protegió la producción industrial española mediante la prohibición de importaciones o mediante la fijación de aranceles fuertemente proteccionistas. El campo español continuaba con los problemas heredados del sistema señorial medieval. Estos problemas agrarios fueron recogidos en informes que conjuntamente formaron un Expediente General. A partir de este expediente se apuntan diversas soluciones a los problemas del campo. Entre ellos destaca el Informe de la Ley Agraria de Jovellanos. Además se adoptaron algunas medidas reformistas. Así, se intentan repoblar regiones despobladas como la zona de Sierra Morena mediante colonos alemanes (La Carolina). Surgen canales de riego (Canal de Castilla). Por otro lado, los Borbones crearon multitud de fábricas (“Reales Fábricas” de seda, de tapices, cristalería, etc.), con el fin de que sirvieran como escuela de obreros técnicos, para lo que se trajeron técnicos de toda Europa; al tiempo que aplicaron innovaciones técnicas de todo tipo, traídas particularmente de Inglaterra. Su control corría a cargo de representantes del Estado y el objetivo era satisfacer con productos del país la demanda de artículos de lujo (tapices, cristal, etc.) de los estamentos privilegiados e, incluso, exportarlo. De esta manera se dejarían de importar del extranjero y el dinero no saldría de España. Sin embargo, acabaron fracasando por el excesivo 20 manufacturas o aguardiente. Fue así como la burguesía de la región consiguió acumular los capitales necesarios para abordar con éxito la revolución industrial de la centuria siguiente. 15. Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define el concepto de despotismo ilustrado. A lo largo del s. XVIII, sobre todo durante el reinado de Carlos III, los Borbones llevaron a cabo un programa reformista cuya base intelectual fue la Ilustración. La Ilustración hunde sus raíces en el humanismo renacentista, y sus antecedentes más inmediatos son el racionalismo (Descartes) del s. XVII y el auge alcanzado por las ciencias de la naturaleza, la investigación y la técnica (método científico con Newton a la cabeza). La Ilustración se basó en el culto a la razón, ya que esta no solo podía explicar las leyes de la naturaleza sino también a la sociedad y al hombre. En consecuencia la sociedad se debía organizar racionalmente rechazando la tradición y muchas viejas creencias y prácticas sociales. Progreso y felicidad fueron las dos grandes consignas de este siglo XVIII, expansivo y optimista. Los partidarios de la Ilustración en España consideraron que los objetivos políticos, económicos y sociales de la Ilustración eran la base adecuada para sacar a España de su decadencia. Estos ilustrados españoles formaban una pequeña minoría donde destacan los siguientes nombres: Feijoo, Campomanes, el Conde de Floridablanca, el Conde de Aranda, Jovellanos, etc., pertenecientes en su mayoría a la nobleza, pues España carecía de una burguesía capaz de hacer suyos estos ideales. La reflexión a la que llegan estos ilustrados es la siguiente: la decadencia de España tiene como causa principal la mala situación económica. Sólo dando un nuevo tono a la actividad económica se podrá dar nueva vitalidad al país. De ahí que algunos de los puntos básicos de su pensamiento fueran:  La necesidad de desarrollar en España el cultivo de las “ciencias útiles” (matemáticas, física moderna, química, mineralogía...), consideradas como base de una renovación técnica en la apoyar el resurgir económico.  En muchos ilustrados se manifestó un interés evidente por las nuevas teorías políticas que se abrían camino en Europa (fundamentalmente el despotismo ilustrado). Los ilustrados españoles formaron un grupo con una actuación bastante coherente cuyos aspectos principales eran: a) Actuaban agrupados en las “Sociedades Económicas de Amigos del País” b) En la divulgación de sus ideas chocaron con el Tribunal de la Inquisición que resultaba un excelente instrumento de control ideológico c) Se enfrentaron con el poder de la Compañía de Jesús puesto que monopolizaba casi por completo la Enseñanza Media d) Sus proyectos de reforma social y económica tropezaron con los intentos de buena parte de la nobleza y el clero. Finalmente, en cuanto a las figuras de intelectuales y artistas de signo ilustrado del período podemos destacar: 1.) Intelectuales ilustrados como citado Feijoo y Jovellanos; 2.) Científicos y expedicionarios como C. Mutis y 3.) Artistas y literatos. 21 El despotismo ilustrado fue la teoría política dominante en Europa durante el siglo XVIII y se basaba en dos principios fundamentales: el poder absoluto de la monarquía y el ideal del rey filósofo, quien asistido por las minorías ilustradas, sabía lo que convenía a sus súbditos y estaba en condiciones de impulsar la reforma necesaria para lograr la felicidad de su pueblo. En España, junto a una minoría ilustrada aparece un nuevo monarca: Carlos III (1759-1788), cuyo absolutismo había adoptado una nueva forma de expresión: el "Despotismo Ilustrado". Ahora el Estado se va a concebir como el encauzador del progreso humano. La función del monarca, que detenta todo el poder, es proporcionar la felicidad a los súbditos, aunque sin su participación ("Todo para el pueblo, pero sin el pueblo"). Carlos III se rodeó de ministros y consejeros reformistas como el conde de Aranda, del conde de Floridablanca y sobre todo Campomanes El sistema de gobierno del Despotismo Ilustrado y la ideología de la Ilustración plantean los siguientes objetivos, que, según ellos, servirán para sacar a España de su decadencia: 1. Centralización político-administrativa, prosiguiendo la labor iniciada por Felipe V. 2. Educación racionalista y enseñanzas técnicas para el pueblo: se confiscaron los colegios de los jesuitas y se crearon algunas instituciones modelo como los “Reales Estudios de S. Isidro, donde se introdujeron materias como matemáticas, física experimental. 3. Afirmación de las "regalías" (defensa de los derechos del rey para intervenir en las cuestiones eclesiásticas) del Estado frente al poder de la Iglesia. 4. Reformismo económico y social. Elaboración del “Expediente General”, a partir del cual se elaboraron una serie de informes entre los que destacan el del Floridablanca, Campomanes y, sobre todo, el “Informe de la Ley Agraria” de Jovellanos. Asimismo se colonizó áreas de Sierra Morena. 5. Una apertura ideológica hacia Europa que conlleve la modernización del país. 6. Una cierta laicización social que elimine el fanatismo religioso (Inquisición). 7. Una preocupación por el avance de la ciencia, considerada como la base de una renovación técnica en la que apoya el resurgimiento económico. En suma, el período del Despotismo Ilustrado con sus planteamientos críticos despejo el camino, sin pretenderlo a las grandes transformaciones liberales del siglo XIX. 16. Representa una línea del tiempo desde 1700 hasta 1788, situando en ella los principales acontecimientos históricos.  1700-46: reinado de Felipe V (dinastía Borbón).  1702-14: guerra de Sucesión española.  1707-16: centralización y reforma de la administración territorial española. Creación de las secretarias de estado.  1714: fin de la guerra de Sucesión. España cede los Países Bajos y sus territorios en Italia a Austria, Sicilia a Saboya, y Gibraltar y Menorca a Gran Bretaña.  1733-61: pactos de familia con Francia.  1733-38: guerra de Sucesión polaca. España recupera militarmente Nápoles y Sicilia. 22  1738-54: etapa de gobierno reformista de José del Campillo y del marqués de la Ensenada.  1746-59: reinado de Fernando VI.  1749 y ss.: construcción de una red vial de carreteras y de canales navegables.  1756-63: guerra de los Siete Años. España obtiene Luisiana.  1759-88: reinado de Carlos III. Plena Ilustración española.  1765-86: creación de sociedades económicas de amigos del país.  1766: motín de Esquilache. Expulsión de los jesuitas.  1769-75: colonización de Sierra Morena.  1776-83: guerra de Independencia estadounidense. España recupera Menorca y Florida.  1777-92: gobierno de Floridablanca.  1777-89: expediciones científicas a Chile, Perú, Nueva Granada y Nueva España.  1778: decreto de libre comercio para América.  1788-1808: reinado de Carlos IV; Godoy, jefe del gobierno, 1792-1808.
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