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Estandares bloque 8 Historia de España, Apuntes de Historia de España

apuntes de los estándares bloque 8

Tipo: Apuntes

2023/2024

Subido el 18/04/2024

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cesar-hurtado-8 🇪🇸

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¡Descarga Estandares bloque 8 Historia de España y más Apuntes en PDF de Historia de España solo en Docsity! GUIONES Y RESPUESTAS A LOS ESTÁNDARES DEL BLOQUE 8 Explica la evolución de la industria española a lo largo del siglo XIX, especialmente sus principales sectores: textil, siderúrgico y minero. (2,5 puntos) • Ubica la cuestión en sus coordenadas espacio-temporales • Describe las características de la industria Textil catalana: o Causas de su crecimiento. o Limitaciones para su desarrollo: (carbón, debilidad del mercado español). o Soluciones (colonias industriales y medidas proteccionistas). • Señala los aspectos más notorios de la Industria siderúrgica española del siglo XIX: o Núcleos siderúrgicos (Málaga, Asturias, País Vasco) o Intercambio carbón-hierro con Gran Bretaña. • Recoge la importancia del desarrollo del sector de la Minería a partir de la Ley de Minas de 1868. o Principales zonas mineras. o La explotación extranjera y sus consecuencias • Relaciona el proceso industrializador con el impulso del ferrocarril y La Ley General de Ferrocarriles de 1855. • En algún momento hace referencia a otros sectores industriales: Industria Química y Metalúrgica El triunfo tardío del liberalismo en España provocó que también fuese tardío el proceso de Industrialización. Por otro lado, la reforma agraria llevada a cabo con las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz y los decretos aprobados por los gobiernos progresistas, no alcanzaron los objetivos deseados, en cuanto a ampliación del número de propietarios y a cambiar la estructura latifundista de la propiedad, especialmente en la mitad sur peninsular. La falta de una burguesía fuerte, salvo en Cataluña y Vizcaya, y el escaso interés inversor, junto con la persistencia de una sociedad mayoritariamente agraria, frenaron de forma considerable el proceso industrializador durante el siglo XIX. Los sectores clave de la Revolución industrial británica, el textil algodonero, productor de bienes de consumo, y el siderúrgico productor de bienes de equipo, también se desarrollaron en España, aunque solo en algunas regiones. El sector textil algodonero, tuvo su área de expansión en Cataluña, donde existía, antes del siglo XIX, una importante actividad comercial y una cultura manufacturera y artesanal basada en la lana. En el siglo XIX el algodón sustituye a la lana como materia prima de esta industria, y el sector despega imparable, gracias a la fuerte inversión del empresariado catalán en nuevas máquinas, y a la protección arancelaria que recibe por parte de los gobiernos de Madrid, lo que le permite acceder al mercado nacional y a los territorios de ultramar como Cuba y Puerto Rico, sin la competencia de los productos de otros países. La industria de la lana continuó, pero con una menor producción, y centrada, al igual que la del algodón, en Sabadell y Tarrasa, perfectamente comunicadas por ferrocarril con el puerto de Barcelona. A finales de siglo, con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, y la liberalización aduanera, el sector se vio afectado, lo que provocó la protesta de la burguesía catalana y fue semilla del fortalecimiento del nacionalismo catalán. La industria siderúrgica se estableció en España junto a las minas de hierro, y lo más cerca posible de las de carbón, fuente de energía indispensable en los altos hornos. Sin embargo, este sector necesitaba fuertes inversiones en medios de producción y un carbón de calidad (con alto poder calorífico), cosa difícil en la mayor parte de las minas españolas. Además, se necesitaba un mercado importante para poder dar salida a sus productos. Todos estos factores provocaron el desplazamiento histórico de los altos hornos por distintas zonas de la geografía española. A mediados del siglo XIX se crearon fábricas en Málaga muy lejos de las minas de carbón mineral, lo que provocó su lenta decadencia cuando se crearon las primeras empresas en Asturias primero y en Vizcaya después. En Asturias, se desarrollaron en el núcleo Mieres-La Felguera (1850- 1870), en torno a las numerosas minas carbón. En Vizcaya, se produjo el intercambio de hierro bilbaíno por carbón británico de mejor calidad lo que, unido a la fuerte financiación de la banca vizcaína, permitió el desarrollo de grandes empresas. La familia Ybarra fundó Altos Hornos y Fábricas, S. A., en 1882. Desde estas fábricas se desarrolló la moderna producción de acero de gran calidad, al introducir innovaciones técnicas como el convertido Bessemer. El País Vasco se convirtió en el pionero de las nuevas formas de industrialización de fin de siglo: concentración empresarial, capitalismo financiero y gran banca industrial, todo ello, bajo el paraguas proteccionista del Estado. En cuanto a la minería, España era rica en reservas de hierro, plomo, cobre, mercurio y cinc; y además gozaba de otra ventaja: la proximidad de los yacimientos a zonas portuarias, lo que facilitaba el transporte. Con la llegada de la revolución industrial tales recursos eran una riqueza potencial que no se utilizaban por la escasez de iniciativas empresariales, de conocimientos técnicos suficientes y de capitales españoles. Finalmente, la Ley de Minas de 1868 facilitó la llegada de capitales extranjeros que se hicieron pronto con el control de la mayoría de las explotaciones importantes (Río Tinto Gulf Company, Franco- Belge des Mines de Somorrostro, etc.). España, por tanto, se convirtió en exportadora de materias primas, que a finales de siglo representaban uno de los capítulos másimportantes de la balanza comercial. Durante el bienio progresista (1854-1856), el gobierno de España aprobó la Ley General de Ferrocarriles. Se trató de una medida que, a partir de su entrada en vigor en 1855, estimuló la construcción de la red viaria básica, que era uno de los grandes anhelos del partido político en el poder. Los objetivos de la Ley de Ferrocarriles pueden resumirse en tres puntos que, a su vez, están interrelacionados:  Activar la economía nacional gracias a un medio de transporte con mayor capacidad y notablemente más rápido que el existente.  Dar salida, mediante una inversión rentable en apariencia, al excedente de capital acumulado en las últimas décadas.  Favorecer el desarrollo de la industria mediante la articulación del mercado nacional y el aumento de la demanda.
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