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Anatomía del Sistema Óseo: Tipos de Huesos, Funciones y Fracturas, Apuntes de Salud Pública

En este documento se presenta una detallada descripción del sistema óseo, su clasificación, funciones, irrigación y proceso de regeneración. Además, se abordan las causas y consecuencias de las fracturas, incluyendo su diagnóstico y tratamiento.

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 23/11/2019

jugo-luisa
jugo-luisa 🇦🇷

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¡Descarga Anatomía del Sistema Óseo: Tipos de Huesos, Funciones y Fracturas y más Apuntes en PDF de Salud Pública solo en Docsity! Fractura en miembro inferior Sistema locomotor: Es un conjunto de estructuras que permiten al cuerpo realizar cualquier tipo de movimiento, está formado por el sistema óseo y el sistema muscular. En este caso nos enfocaremos en el sistema óseo, que está compuesto por huesos, cartílagos y articulaciones. Generalidades del aparato locomotor: El esqueleto humano de un adulto está formado por 206 huesos, están unidos entre sí gracias a las articulaciones. Los huesos no son estructuras móviles, se mueven con respecto a otros. Las articulaciones posibilitan el movimiento. Dependiendo el grado de movimiento que estos permiten, existen tres tipos de articulaciones; móviles, semi-móviles y fijas. El esqueleto se puede dividir en dos porciones: Esqueleto axial o central: compuesto por cabeza ósea, columna vertebral, costillas y esternón. Esqueleto apendicular: miembros superiores y miembros inferiores. Ambos están unidos por la cintura escapular y pelviana. Clasificación de los huesos: Según tipo de tejido; se encuentra el hueso esponjoso y el hueso compacto. Según sus dimensiones (longitud, ancho y espesor); se encuentran los huesos largos que predominan en longitud sobre las otras dos dimensiones, se localizan en extremidades, su función es la de palanca (falanges, humero, tibia, etc.). En los huesos anchos y planos, predomina longitud y ancho sobre espesor, su función es proteger órganos vitales.los huesos cortos; su localización es en porción distal de las extremidades, su función es proteger órganos vitales. Las tres dimensiones son parecidas. Anatomía La tibia es el segundo hueso más largo de la pierna, se encuentra en el lado antero medial, al lado del peroné también llamado fíbula .corresponde a un hueso largo compuesto por una epífisis distal, epífisis proximal y una diáfisis del hueso. La tibia proximal es ensanchada por los cóndilos medial y lateral, que ayudan a sostener el peso. Los cóndilos forman una superficie plana, conocida como la meseta tibial. Esta estructura se une con los cóndilos femorales para formar la articulación de la rodilla. Localizado entre los cóndilos esta la región llamada eminencia intercondilar, esta área es el sitio principal para los ligamentos cruzados y los meniscos de la rodilla. Los tubérculos intercondilares de la tibia se articulan con la fosa intercondilar del fémur. El eje de la tibia tiene forma de prisma o pirámide de manera transversal, con tres bordes y tres superficies. El borde anterior palpable subcutáneamente en la superficie anterior de la pierna como la espinilla.la cara proximal del borde anterior está marcada por la tuberosidad tibial, el sitio de unión para el ligamento de la rotula. La superficie posterior está marcada por una cresta del hueso conocida como la línea soleal. Esta línea es el sitio de origen de parte del músculo sóleo. El borde lateral, también conocido como el borde interóseo se adhiere a la membrana interósea que une a la tibia con el peroné. La tibia en su parte distal se ensancha para ayudar a soportar el peso. El maléolo intermedio es una proyección huesuda que articula con los huesos tarsales para formar parte de la articulación del tobillo. En la superficie posterior de la tibia, hay un surco a través del cual pasa el tendón tibial posterior. Lateralmente esta la muesca del peroné, donde este se une con la tibia formando la articulación tibiofibular. A nivel estructural el hueso largo, tibia, perteneciente al esqueleto apendicular está formado por: Fisiología El tejido óseo forma la mayor parte del esqueleto, el armazón que soporta nuestro cuerpo y protege órganos y permite los movimientos. El sistema óseo es un tejido dinámico, continuamente en fase de remodelación. Constituye aproximadamente el 18% del peso corporal y desempeña seis funciones básicas entre otras que más adelante se detallan. ✓ Sostén: el esqueleto es la estructura del organismo que da sostén a los tejidos blandos y brinda los puntos de inserción para los tendones de la mayoría de los músculos. ✓ Protección: el esqueleto protege de lesiones a los órganos internos más importantes. ✓ Asistencia en el movimiento: la mayoría de los músculos esqueléticos se fijan a los huesos, cuando se contraen, traccionan de ellos para producir el movimiento. ✓ Homeostasis mineral: (almacenamiento y liberación), el tejido óseo almacena diversos minerales, especialmente calcio y fosforo, lo que contribuye a la resistencia del hueso. Según los requerimientos, el hueso libera minerales a la circulación, para mantener el equilibrio de algunos componentes esenciales de la sangre (homeostasis) y para distribuir esos minerales en otros sectores del organismo. ✓ Producción de células sanguíneas: dentro de los huesos largos, un tejido conectivo denominado medula ósea produce células sanguíneas (glóbulos blancos, rojos y plaquetas), este proceso se denomina, hematopoyesis. ✓ Almacenamiento de triglicéridos: la médula amarilla está constituida principalmente por adipositos, en los que se almacenan triglicéridos, dichos adipositos constituyen una posible fuente de energía química. El hueso compacto constituye una protección y soporte, a demás contiene osteocitos, que sirven para intercambiar nutrientes con el liquido intersticial. El hueso esponjoso penetra los vasos sanguíneos y permite el intercambio de nutrientes con los osteocitos, es el principal constituyente de la epífisis de los huesos largos y del interior de la mayor parte de los huesos. El cartílago articular reduce la fricción y absorbe los impactos en las articulaciones móviles. El periostio es esencial en el crecimiento óseo, en su recuperación y en su nutrición, constituye el punto de inserción de los ligamentos y tendones.es una fina membrana que rodea el hueso, compuesta por fibras que permiten nutrir los componentes óseos del organismo, está formado por dos capas, una interna y otra externa. La capa interna alberga células que en caso de producirse una fractura, resultan vitales para la recuperación del hueso. La capa externa, contiene vasos sanguíneos, vasos linfáticos y nervios que pasan por el hueso. Como otros tejidos conjuntivos, el hueso está constituido por un matriz, en la que se encuentran células dispersas, está compuesta por 25% de agua,25% de proteínas y 50% de sales minerales, a demás hay cuatro tipos de células importantes: ✓ Osteogenitoras: se encuentran en la capa interna del periostio, en el endostio y en los canales del hueso que contienen los vasos sanguíneos, a partir de ellas se generan los osteoblastos y los osteocitos. ✓ Osteoblastos: segregan colágeno y otros minerales utilizados para la construcción del hueso, se encuentra en la superficie ósea y a medida que segregan materiales de la matriz ósea, esta los va envolviendo, convirtiéndolos en osteocitos. ✓ Osteocitos: su función es la de mantener las actividades celulares del tejido óseo, como el intercambio de nutrientes y productos de desecho. ✓ Osteoclastos: se asientan sobre la superficie del hueso y proceden a la destrucción de la matriz ósea, a esto se lo llama resorción ósea. Los huesos están sometidos a un proceso de cambio continuo conocido como remodelación. En este proceso se reemplaza gradualmente el tejido óseo por tejido nuevo. Cada hueso se renueva completamente más o menos cada diez años, para mantener la densidad de los huesos, el organismo necesita de un suministro adecuado de calcio y otros minerales, a demás de la cantidad apropiada de algunas hormonas. Etiología Las siguientes son causas comunes de fracturas: Traumatismo directo: la causa de la rotura del hueso es un impacto que incide directamente sobe el punto fracturado, ejemplo; accidente automovilístico. Traumatismo indirecto: la fractura se produce a una cierta distancia de la fuerza que la origina, ejemplo; al caer de una cierta altura, el individuo apoya el pie y se fractura la tibia. Patológica: se produce por un debilitamiento del hueso debido a alguna patología, por lo que el hueso se rompe e incluso frente a las fuerzas leves, ejemplo; paciente con cáncer. Por fatiga o estrés: se originan por fuerzas que actúan sobre el hueso con mucha frecuencia, pese a que puedan ser de baja intensidad, ejemplo; un corredor entrenando para una maratón. Fisiopatología Fractura: si se aplica más presión sobre el hueso de lo que puede soportar, este se romperá, los huesos son duros pero frágiles y como se ha mencionado pueden romperse, pero el esqueleto tiene la capacidad de regeneración y se repara en poco tiempo dependiendo el tipo de fractura y otros factores. En el momento de la fractura se produce una inflamación y una hemorragia, que se detiene rápidamente, a pocas horas se forma un coagulo, que protege la zona de la rotura. A los pocos días las células del hueso fracturado se desarrollan y se transforman en células cartilaginosas, y en cartílago, también se crean vasos sanguíneos y células Oseas que van formando un bulto de masa ósea que todavía no contiene minerales y se forma el denominado, callo óseo. Engranadas: uno de los fragmentos ha quedado empotrado en el otro. Manifestaciones clínicas: Dolor agudo: suele localizarse sobre el punto de la fractura queda, aumenta de forma notable al menor intento de movilizar el miembro afectado y al ejercer presión sobre la zona aunque sea muy leve. Deformidad: dependiendo el tipo de fractura. Impotencia funcional: es la incapacidad de llevar a cabo las actividades en las que normalmente interviene el hueso, a consecuencia tanto de la propia fractura como el dolor que esta origina. Hematoma: se produce por la lesión de los vasos que irrigan el hueso y de los tejidos adyacentes. Fiebre: aumento de la temperatura, en muchas ocasiones, sobre todo en fracturas importantes y en personas jóvenes, aparece fiebre después de una fractura sin que exista una infección, también, puede suceder por la reabsorción normal del hematoma. Inquietud, irritabilidad Confusión Crepito óseo: con los intentos de movilizar el miembro afectado. Exceso de sensibilidad en el miembro afectado. Pérdida de sensibilidad en el miembro o pie. Inflamación Aumento de la presión arterial: presión que ejerce la sangre al circular por los vasos sanguíneos. Sudoración Taquicardia: velocidad excesiva del ritmo de los latidos del corazón. Dificultad respiratoria: disminución de oxigeno en la sangre y aumento de dióxido de carbono. Rigidez muscular: músculos tensos. Pruebas diagnósticas: El médico realiza el diagnostico con un examen físico y exámenes de diagnostico. Durante el examen el enfermero y el médico, obtienen una historia médica completa y pregunta cómo se produjo la lesión. Los procedimientos pueden incluir los siguientes: anamnesis (examen físico), electrocardiograma, laboratorio de sangre (hemograma, coagulograma). Radiografías, en los pacientes con fracturas de tibia se recomienda tomar un estudio radiográfico en proyecciones antero- posterior y lateral, se requiere que se tome el miembro completo y que incluya la articulación de la rodilla y del tobillo. Se recomienda realizar ultrasonido doppler o arteriografía de urgencia en los casos en donde se sospecha lesión vascular asociada a la fractura de la tibia. La tomografía computarizada o la resonancia magnética se recomienda en los casos en que el trazo de la fractura de tibia presenta extensión hacia la articulación. Tratamiento: Depende de los factores como la edad, sexo, estado general del la persona, tipo de fractura y de los recursos disponibles, ya que estos influyen en la eficiencia del tratamiento para llegar a cumplir su finalidad. Las fracturas requieren atención urgente debido al dolor y la pérdida de capacidad funcional que producen. Una vez realizados los procedimientos necesarios en la sala de urgencias, las fracturas suelen requerir tratamiento adicional, este incluye inmovilización con un yeso o contracción, o bien fijación quirúrgica. Tratamiento inicial: para controlar la tumefacción (inflamación), el médico puede recomendar al paciente continuar con la pierna en alto, debe recostarse periódicamente boca arriba con la pierna sobre una almohada. El médico compara la inflamación del miembro lesionado con la apariencia normal del miembro indemne para determinar cuánto tiempo o con qué frecuencia precisa elevarlo. Tracción: se usa para mantener el hueso alineado mientras la fractura se cura. Para ejercer tracción continua en el miembro se usa una serie de cuerdas, poleas pesas. En los adultos, la tracción se utiliza sólo hasta cuando la fractura pueda tratarse sin peligro con un yeso o una intervención quirúrgica. En los niños responde mejor a la tracción porque el tiempo de curación es menor que en los adultos. A demás la tracción no afecta a las placas de crecimiento, mientras que en la intervención quirúrgica puede hacerlo. La fuerza de tracción se aplica directamente al esqueleto, por medio de clavos de Steinmann o aguja de Kirschner. A dichos clavos o agujas se aplica un estribo al que se le carga el peso mediante cuerdas o poleas, consiguiendo así la tracción deseada. ✓ Se fija directamente al hueso. ✓ Mantiene la alineación del hueso. ✓ Utilizado en periodos largos. ✓ Limita la movilidad del paciente.
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