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Generación del 27: Poetas y Obra de la Generación Poética Española de 1927, Resúmenes de Derecho

Literatura Española del Siglo XXGeneración del 27Poesía Española

Una introducción al grupo poético español de la Generación del 27, formado por escritores nacidos entre 1892 y 1902. Se destaca la poesía de Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda y Miguel Hernández, incluyendo biografías breves y algunos versos de cada uno. La generación del 27 se inscribe en el contexto vanguardista europeo, pero también recoge influencias de la tradición hispánica y la herencia modernista.

Qué aprenderás

  • ¿Qué poetas pertenecieron a la Generación del 27?
  • ¿Cómo se relacionó la poesía de la Generación del 27 con el contexto vanguardista europeo?
  • ¿Qué caracterizó a la poesía de la Generación del 27?

Tipo: Resúmenes

2021/2022

Subido el 03/12/2022

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¡Descarga Generación del 27: Poetas y Obra de la Generación Poética Española de 1927 y más Resúmenes en PDF de Derecho solo en Docsity! Generación del 27 Trabajo de Lengua y Literatura Profesor: Eduardo Iñigo Pérez Realizado por Fuensanta Torrano Ruiz-Funes 2* de Bachillerato TES Mariano Baquero Generación del 27 1. Introducción e. 2. La poesía de la Generación del 27 2.1. Pedro Salinas (1892-1951). Fe mía.... 2.2. Jorge Guillén (1893-1984). Perfección..... 2.3. Gerardo Diego (1896-1987 ía Lorca (1898-1936) Canción del gitano apaleado . Vuelta de paseo 2.5. Rafael Alberti (1902-1999) Telegrama...... 2.6. Vicente Aleixandre (1898-1984 Vida... 2.7. Luis Cernuda (1902-1963). Donde habite el olvido... 2.8. Miguel Hernández (1910-1942) El rayo que no cesa . 3. Bibliografía an a da a e A O 0 Canción del gitano apaleado) Veinticuatro bofetadas. Veinticinco bofetadas; después, mi madre, a la noche, me pondrá en papel de plata. Guardia civil caminera, dadme unos sorbitos de agua. Agua con peces y barcos. Agua, agua, agua, agua. ¡Ay, mandor de los civiles que estás arriba en tu sala! ¡No habrá pañuelos de seda para limpiarme la cara! Generación del 27 Vuelta de paseo Asesinado por el cielo, entre las formas que van hacia la sierpe y las formas que buscan el cristal, dejaré crecer mis cabellos. Con el árbol de muñones que no canta y el niño con el blanco rostro de huevo. Con los animalitos de cabeza rota y el agua harapienta de los pies secos. Con todo lo que tiene cansancio sordomudo y mariposa ahogada en el tintero. Tropezando con mi rostro distinto de cada día. ¡Asesinado por el cielo! Poema del cante jondo+ Poeta en Nueva York Nacido en Puerto de Santa María (Cádiz), vivió en Madrid desde los quince años hasta su exilio en 1939 a Argentina e Italia, y regresó a España en 1977. Pintor y poeta, su obra en verso se caracteriza por las tonalidades cromáticas y por el perfecto manejo del ritmo y la musicalidad, enraizados en la tradición española. Su evolución poética es paralela a la de Lorca. Se inicia con una estilización de las formas tradicionales y populares en Marinero en tierra (1925), sorprendente en su madurez y belleza, y prosigue en La amante (1926) y El alba del alhelí (1927). Una segunda etapa se abre con Cal y canto (1927), de caracteres ultraístas, y culmina con Sobre los ángeles (1929), libro surrealista donde, con motivo de una profunda crisis personal, ideoló- gica y religiosa, el poeta muestra la lucha dialéctica de su interior y de las fuerzas del subcons- ciente. En un tercer momento, el poeta humaniza sus versos, acordes con el momento histórico y políti- co de la República y la Guerra Civil, unas veces al servicio de las ideas y otras en favor de la solidaridad: Sermones y moradas (1934), Entre el clavel y la espada (1941) o Coplas de Juan Panadero (1949). No hemos de olvidar algunos hermosos libros fruto de su pasión artística, A la pintura (1945), o de la nostalgia de España, Retorno de lo vivo lejano (1952). elegramaj Nueva York Un triángulo escaleno asesina a un cobrador. El cobrador, de hojalata. Y el triángulo, de prisa, otra vez a su pizarra. Nick Carter no entiende nada. ¡Oh! Nueva York. Cal y canto Generación del 27 Sevillano, residió desde niño en Madrid. Obtuvo el Premio Nobel en 1977. Se acercó muy pron- to al surrealismo: las imágenes irracionales, visionarias, y el complejo mundo de símbolos ci- mentan normalmente sus libros Espadas como labios (1932), La destrucción o el amor (1935) y Sombra del paraíso (1944), en los que el tema amoroso conduce siempre al dolor o a la muerte con una acusada sensación de impotencia. A partir de Historia del corazón (1954), libro al que siguieron Poemas de la consumación (1968) y Diálogos del conocimiento (1974), elimina considerablemente la deshumanización vanguar- dista y depura la forma para reflexionar sobre la condición humana. Un pájaro de papel en el pecho dice que el tiempo de los besos no ha llegado; vivir, vivir, el sol cruje invisible, besos o pájaros, tarde o pronto o nunca. Para morir basta un ruidillo, el de otro corazón al callarse, o ese regazo ajeno que en la tierra es un navío dorado para los pelos rubios. Cabeza dolorída, sienes de oro, sol que va a ponerse; aquí en la sombra sueño con un río, _Juncos de verde sangre que ahora nace, sueño apoyado en ti calor o vida. La destrucción o el amor Nacido en Sevilla, fue profesor, primero en España y luego en el exilio, desde 1939, en Inglate- rra, Estados Unidos y México, donde murió. Toda su obra poética expresa el empuje y el incon- formismo romántico de su intimidad torturada por el dolor y la frustración que resulta del des- ajuste entre la realidad - el mundo circundante - y el deseo, cuya respuesta no existe: el amor angustioso, la soledad, la muerte, el hastío y el dolor lo impregnan todo. Su conoce distinta eta- pas: Arranca de la poesía pura y del influjo del poeta Jorge Guillén en Perfil del aire (1927); luego se deja influir por el surrealismo en Un río, un amor (1928) y Los placeres prohibidos (1931). A partir de Donde habite el olvido (1935) el poeta desnuda sin pudor su intimidad torturada y alcanza posiblemente la cota más alta de su poesía. Generación del 27 Finalmente, un estilo más narrativo, influido por la poesía inglesa, reviste los libros Las nubes (1943), Como quien espera el alba (1948) y Desolación de la quimera (1962). de habite el olvido Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista. En esa gran región donde el amor, ángel terrible, No esconda como acero En mi pecho su ala, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. Allá donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, Sometiendo a otra vida su vida, Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. Donde penas y dichas no sean más que nombres, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Disuelto en niebla, ausencia, Ausencia leve como carne de niño. Allá, allá lejos; Donde habite el olvido. Donde habite el olvido Nacido en Orihuela (Alicante), participó en la Guerra Civil y murió en la cárcel de Alicante. Puede ser incluido en la generación del 27, como "genial epígono” en palabras de Dámaso Alonso, aunque por edad pertenezca a la generación siguiente. Es, sin duda, uno de los grandes poetas españoles. Dominador de las técnicas poéticas y caracterizado por sus tonos vigorosos y angustiados, es sin embargo capaz de alternar los versos de depurado estilo con aquellos otros que expresan la fuerza del grito y el desgarro. Así, de su etapa vanguardista o gongorina con Perito en lunas (1934) pasa a una poesía humani- zada y de corte clásico, con El rayo que no cesa (1936), donde se encuentran las obsesiones del poeta por el amor, la vida y la muerte. La última etapa, escrita en circunstancias dolorosas, su- pone un antecedente extraordinario de la poesía social y comprometida: un lenguaje desgarrado y emotivo impregna los libros Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939). Cancionero y romancero de ausencias, publicado póstumamente, supone una evolución hacia la intimidad. rayo que no cesa ¿No cesará este rayo que me habita Este rayo ni cesa ni se agota: el corazón de exasperadas fieras de mí mismo tomó su procedencia y de fraguas coléricas y herreras y ejercita en mí mismo sus furores. donde el metal más fresco se marchita? Esta obstinada piedra de mí brota ¿No cesará esta terca estalactita* y sobre mí dirige la insistencia de cultivar sus duras cabelleras de sus lluviosos rayos destructores. como espadas y rígidas hogueras hacia mi corazón que muge y grita? El rayo que no cesa
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