¡Descarga La naturaleza humana: el misterio y la busqueda de la verdad y más Monografías, Ensayos en PDF de Filosofía solo en Docsity! NATURALEZA HUMANA Nos dice la metafísica de Aristóteles que todos los hombres desean por naturaleza saber (Aristóteles. € Berti, 2017, p. 11). El hombre siempre se ha preguntado sobre las realidades últimas que se le presentan en la realidad, por ejemplo, ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿qué sentido tiene vivir? ¿a dónde voy? ¿qué hay después de la muerte? Estas preguntas son las formuladas de forma directa o indirecta por todos los seres humanos en todos los tiempos y a través de la historia. El hombre es un ser que busca la verdad y posee varias formas de conocer, como lo son: el asombro, la experiencia, la filosofía, la religión y la ciencia; existe algo en común en estas tres últimas, se interrogan sobre Dios, el mundo y el hombre. En todas las épocas, el interrogante sobre el hombre ha permanecido como un misterio. El hombre es un misterio para el hombre. Decía Sófocles: muchas son las cosas misteriosas, pero nada tan misterioso como el hombre (Pemán €: Sophocles., 1978, pp. 322-323). Entonces ¿qué podemos decir sobre el hombre? ¿qué es el hombre? Los interrogantes sobre el significado del hombre irrumpen en nuestra existencia sin imponer lugar a dudas. No es el hombre el que se plantea el problema: es el mismo hombre el problema, su existencia es problemática. La filosofía del hombre no inventa los problemas del hombre, los encuentra, los examina críticamente e intenta darles una respuesta. La pregunta sobre el hombre, abraza la existencia humana en su totalidad de conocer, decidir y esperar; el interés de la razón humana no se refiere únicamente a saber teórico, sino a saber, y, sobre todo, al obrar y al esperar del hombre. La problemática antropológica aparece en la vida concreta de modos bastantes diversos(Lucas Lucas, 2019, p. 15) La pregunta sobre el hombre ha llegado a ser para algunos una pregunta fundamental. La clave interpretativa de todo saber. Con frecuencia se cita a Immanuel Kant cuando se habla de las tres preguntas fundamentales de la filosofía, es decir, el estudio metafísico: ¿qué puedo conocer?; estudio de la moral: ¿qué debo hacer?; estudio de la religión: ¿qué debo esperar? Todos estos interrogantes remiten a una pregunta: ¿qué es el hombre? En el fondo se podrían contestar por la antropología, puesto que las tres primeras cuestiones, reducen a la última. (García Cuadrado, 2011, p. 22). La filosofía del hombre es la disciplina que toma al ser humano como objeto de su investigación, para aclarar los aspectos fundamentales de su ser. El hombre nos interesa en su totalidad, no por este o aquel aspecto. Las ciencias particulares especializadas a pesar de sus esfuerzos, tienden a limitar la totalidad del individuo, considerándolo desde el punto de vista de una función o de un impulso particular. Vemos al hombre como un objeto para lo que es útil y no lo vemos por lo que es. Nuestro conocimiento del hombre se hace añicos: a menudo cambiamos una parte por el todo, este es el error que debemos evitar.(Lucas Lucas, 2019, p. 20) El primer deber del filósofo en la actualidad es defender al hombre contra sí mismo: defender al hombre contra las ideologías, defender al hombre para buscar su dignidad, defender al hombre contra la tentación de la deshumanización que ataca al ser humano en la actualidad y a la cual cae sin darse cuenta de ello, en pocas palabras, buscar el respeto integro de su personalidad. El concepto de naturaleza humana no es actual, cuenta con una larga y polémica tradición filosófica a través de la historia. Muchos pensadores filosóficos, científicos, inclusive religiosos, han negado que tal cosa exista. En la actualidad se viene dando una corriente de recuperación y revitalización de la reflexión filosófica sobre el ser humano. Esta recuperación se debe a dos factores: Primero, porque han crecido las posibilidades de intervención científica sobre el estudio del hombre, lo cual ha generado un debate sobre la conveniencia y límites de dicha intervención. Y segundo, la recuperación de este concepto. ha venido de la mano de una tendencia más general hacia la naturalización de la filosofía. (Antury, s. f., p. 181). La persona es más que la naturaleza, esta última es lo común de la especie humana, pero la persona es lo individual, lo irrepetible y único que acontece en cada sujeto. Por ende, cada persona está por encima de la especie. Es única y distinta a su naturaleza. La persona no es solo humanidad individual, como es, por el contrario, un modo de existencia individual exclusivo entre los seres del mundo visible de la humanidad. Este modo de existencia deriva del hecho de que la existencia individual propia de la humanidad es personal(Antury, s. f., p. 108). La comprensión de la naturaleza humana es estática. La dinamicidad que construye el tomismo es muy definida de su dirección hacia sus fines, con una vía direccional. Las bioespecies tienen naturaleza, pero carecen de esencia. La naturaleza de la especie en un instante, está determinada por su acervo génico, es decir, por la totalidad de los genes existentes en la especie en ese instante y por sus frecuencias relativas. La concepción esencialista de una naturaleza inmutable de los taxones en general y de las especies en particular, estaba en la base sistemática de Carl Von Linne e impregnaba el pensamiento biológico y filosófico de su tiempo. Cada una de nuestras células, contiene la definición de nuestra naturaleza inscrita en los cromosomas del núcleo. Las arañas pueden tejer; las abejas, producen miel. El perro no aprende hablar, porque su naturaleza no se lo permite, sus genes no están preparados para ello. La naturaleza humana no es una entelequia metafísica. La naturaleza humana, reside en el genoma humano, idéntico en todos nosotros en un porcentaje de 999 por mil. El uno por mil de diferencia genética es lo que nos distingue a unos de otros, lo que hace que seamos hombres o mujeres. (Naturaleza humana, s. f., p. 29) Cada especie, incluido homo sapiens, tiene su naturaleza por su genoma. Otra cosa distinta, es la naturaleza de un organismo individual concreto. La naturaleza del organismo individual está constituida por sus rasgos permanentes, está determinada por su propio genoma, que es una versión particular del genoma de su especie y que en general, no cambia a lo largo de la vida del sujeto. El organismo individual mismo, finalmente, es el fenotipo concreto, resultante tanto de su naturaleza específica y de su herencia particular como de su desarrollo embrionario y de la historia completa de su vida y de sus interacciones con el entorno.(La naturaleza humana, de Jesús Mosterín, s. f., p. 29) Si negamos pues que exista algo llamado naturaleza humana, realidad que es común a todos los seres humanos, por el solo hecho de serlo, se generan grandes problemas, como, por ejemplo, eliminar todos los derechos humanos necesarios para el hombre, dar una libertad incondicional y una necesidad de hacerse a sí mismo desde una suerte de autodeterminación radical. En el transcurso de toda la filosofía, han existido diferentes conceptos del hombre reduciendo al hombre a simple espíritu o peor aún, a simple materia,
