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GEORGE KELLY Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA DE LOS CONSTRUCTOS PERSONALES, Transcripciones de Psicología

GEORGE KELLY Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA DE LOS CONSTRUCTOS PERSONALES

Tipo: Transcripciones

2022/2023

Subido el 05/09/2023

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¡Descarga GEORGE KELLY Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA DE LOS CONSTRUCTOS PERSONALES y más Transcripciones en PDF de Psicología solo en Docsity! TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD Sesión 13 GEORGE KELLY Y LA PSICOLOGÍA COGNITIVA DE LOS CONSTRUCTOS PERSONALES Biografía George Kelly nació el 28 de abril de 1905, en una granja cercana a Perth, Kansas. Fue el único hijo de Theodore y Elfleda Kelly. Su padre era al principio un ministro presbiteriano que se había retirado a la granja por prescripción médica. Su madre era una profesora de colegio. La escolaridad de George fue de lo más errática. Su familia se mudó en carreta a Colorado cuando George era chico, para más tarde ser forzados a volverse a Kansas cuando empezó a escasear el agua. A partir de aquí, George a duras penas completaba un curso del cole. Afortunadamente, sus padres tomaron parte en su educación. A los trece años de edad, finalmente se le envió al colegio en Wichita. Después del instituto, Kelly era un buen ejemplo de alguien que está tanto interesado en cualquier cosa como básicamente sin dirección en la vida. Logró su bachiller en Física y Matemáticas en 1926 del colegio Park, seguido de un master en sociología de la Universidad de Kansas. Al trasladarse a Minnesota, enseñó oratoria pública a organizadores laborales y banqueros y dio clases de ciudadanía a inmigrantes. Se mudó a Sheldon, Iowa donde enseñó y supervisó clases de teatro dramático en un colegio. Allí conoció a la que sería su mujer, Gladis Thompson. Después de unos cuantos trabajos de corto plazo, recibió una beca para acudir a la Universidad de Edimburgo, donde recibió su título de grado en Educación dentro de Psicología. En 1931, recibió su licenciatura en psicología de la Universidad Estatal de Iowa. Entonces, durante la depresión y mientras trabajaba en el Fort Hays Kansas State College, fue cuando desarrolló su teoría y sus técnicas clínicas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Kelly prestó sus servicios como psicólogo de aviación dentro de la Marina, seguido de un trabajo obligatorio en la Universidad de Maryland. En 1946, sustituye por la Universidad estatal de Ohio; un año después de que Carl Rogers se había ido, adquiriendo la dirección de su programa clínico. Fue aquí donde su teoría maduró; donde escribió sus dos volúmenes, La Psicología de los Constructos y donde influenciaría a un gran número de estudiantes. En 1965, empezó a ocuparse de trabajos de investigación en la Universidad Brandeis, donde trabajaba Maslow. Por desgracia, murió muy poco tiempo después, el 6 de marzo de 1967. Teoría La teoría de Kelly empieza con lo que él llama “la metáfora prodigiosa”. Kelly había observado mucho tiempo atrás que tanto los científicos, como los terapeutas usualmente demostraban una actitud peculiar ante las personas: mientras que se veían a sí mismos de manera bastante bien, tendían a lo contrario con sus clientes; al tiempo que se consideraban como embarcados en las finas artes de la razón y el empirismo, veían a la gente común como víctimas de sus energías sexuales o de sus historias condicionantes. Pero Kelly, ayudándose de sus experiencias con sus estudiantes y granjeros de Kansas, notó que estas personas comunes también estaban envueltas en los temas de la ciencia; ellos también estaban intentando comprender lo que les ocurría. O sea, que las personas comunes también son científicas. Tienen construcciones de su realidad, de la misma forma en que los científicos tienen teorías. Tienen expectativas o anticipaciones, como los científicos poseen hipótesis. Se embarcan en comportamientos que prueban esas expectativas, como los científicos hacen con sus experimentos. Mejoran su comprensión de la realidad sobre la base de sus experiencias, como los científicos ajustan su teoría para que encaje en los hechos. Toda la teoría de Kelly surge de esta metáfora. El postulado fundamental Kelly organizó su teoría en un postulado fundamental y en 11 corolarios. Su postulado fundamental dice así: “Los procesos de una persona son canalizados psicológicamente a medida que anticipan los eventos.” (Estas y las subsecuentes citas están extraídas del texto en inglés de Kelly de 1955 The Psychology of Personal Constructs) este sería el movimiento central en el proceso científico: desde la hipótesis al experimento u observación; desde la anticipación a la experiencia o comportamiento. Kelly define los procesos como nuestras experiencias, pensamientos, sentimientos, comportamientos y cualquier otra cosa que nos dejemos en el tintero. Todas estas cosas están determinadas, no solamente por la realidad externa, sino por nuestros esfuerzos de anticiparnos al mundo, a otras personas, y a nosotros mismos, en todo momento y siempre, día tras día, año tras año. De manera que, cuando me asomo a la ventana para ver la procedencia de un ruido ensordecedor, no veo exactamente ni completamente lo que está ahí fuera. Busco aquello referido a mis expectativas. Quizás estoy buscando un accidente de coche o un camión de basura. No estoy preparado para la obra en construcción del edificio de enfrente que produce un sonido similar al de un camión, o tampoco lo estoy para el aterrizaje de un OVNI en plena calle. Si el objeto volador fuese de hecho el productor del ruido, inicialmente no lo percibiré como tal. Percibiré algo. Estaré confuso y asustado. Intentaré comprender lo que estoy viendo. Me volcaré en miles de comportamientos para intentar ver lo que es o me retiraré rápidamente de la ventana por la ansiedad. Solamente después de un tiempo seré capaz de hallar la anticipación correcta, la hipótesis correcta: “¡Oh, Dios Mío, si es un OVNI!” Claro que si la aparición de ovnis fuese una cosa común en mi mundo, que producen ese tipo de sonidos, podría anticiparme con accidentes de coche, camiones de basura u ovnis; una anticipación que sería corroborada tan pronto me asomase a la ventana. El Corolario de la Construcción “Una persona anticipa los eventos cuando construye sus reproducciones exactas”. Esto quiere decir que construimos nuestras anticipaciones usando nuestra experiencia pasada. Somos fundamentalmente criaturas conservadoras; esperamos que las cosas ocurran tal y como lo han hecho antes. Buscamos los patrones, las consistencias, en nuestras experiencias. Si preparo mi alarma de mi reloj, espero que suene a la hora en que lo he puesto, ya que esto lo ha hecho desde que lo tengo. Si me comporto de forma amable con alguien, yo espero que me respondan de la misma manera. Este sería el paso que va desde la teoría a la hipótesis; o lo que es lo mismo, desde el sistema de construcción (conocimiento, comprensión) a la anticipación. El Corolario de la experiencia “El sistema de construcción de una persona varía a medida que sucesivamente construye las reproducciones exactas de los eventos.” A veces, la relación entre dos constructos es muy estrecha. Si se usa consistentemente un constructo para que prediga a otro, tenemos una construcción estrecha. Prejuicio sería un buen ejemplo: tan pronto colocamos una etiqueta a alguien, inmediatamente y de forma automática asumimos otras cosas sobre esa persona. Llegamos a conclusiones. Cuando “hacemos” ciencia, necesitamos usar construcciones estrechas. Llamamos a esto “pensamiento riguroso”, y es algo bueno. Después de todo, quien va a querer que un ingeniero que construya puentes solo use unos mapas que están defectuosos. Aquellas personas que se consideran realistas prefieren con frecuencia las construcciones estrechas. Pero hay un pequeño paso entre lo riguroso y realista y lo rígido. Y esta rigidez puede tornarse patológica, de forma que una persona obsesivo-compulsiva tiene que hacer repetidamente cosas “solo porque sí” o romperá en una crisis de ansiedad. Por otro lado, la relación entre los constructos es libre: existe una conexión, pero no es absoluta; no son estrictamente necesarios entre ellos. La construcción libre es una forma más flexible de usar los constructos. Por ejemplo, cuando viajamos a otro país, tenemos ciertas preconcepciones sobre las personas. Estas podrían ser estereotipos prejuiciosos, si los construimos muy estrechamente. Pero si los usamos de una forma más flexible (libre) nos permitirán comportarnos de una manera más apropiada a su cultura. Usamos construcciones libre cuando fantaseamos y soñamos; cuando se han roto las anticipaciones y se permiten combinaciones bizarras. No obstante, si utilizamos construcciones libres de manera frecuente e inapropiadamente, pareceremos más bien sujetos ingenuos que flexibles. Llevado a su extremo, la construcción te llevará a que pases el resto de tus días en una institución. El ciclo creativo hace uso de estas ideas. Cuando nos ponemos creativos, en primer lugar liberamos nuestros constructos (construcciones fantasiosas y reflexivas alternativas) Cuando nos topamos con una construcción novelesca que nos parece que tiene algún potencial, nos centramos en ella y la estrechamos. Usamos el ciclo creativo (obviamente) en las artes. En principio, nos liberamos y nos volvemos creativos en el sentido más simple; luego estrechamos y le damos sustancia a las creaciones que hacemos. Concebimos la idea; le damos forma. También usamos el ciclo creativo en la terapia. Dejamos a un lado nuestros fracasados modelos de realidad, apartamos a un lado nuestros constructos, nos agarramos a una configuración novelesca, le damos un marco más riguroso y ¡ya está! Volveremos a esto más tarde. El corolario del rango “Un constructo es conveniente para su anticipación exclusivamente para un rango finito de eventos.” Cualquier constructo no es válido para todo. El constructo de género (macho-hembra) es para la mayoría de nosotros algo de importancia solo con personas y para algunos animales superiores como las mascotas y nuestro ganado. Pocos de nosotros nos preocupamos sobre el sexo de una mosca, o de un cocodrilo o de incluso un armadillo. Y creo que nadie aplica el género a las formaciones geológicas o a los partidos políticos. Estas cosas están fuera del rango de conveniencia del constructo de género. Algunos constructos son muy amplios; o lo que es lo mismo, extensos en su aplicación. Bueno- malo es quizás el constructo más amplio de todos, ya que se puede aplicar casi a cualquier cosa. Otros constructos son más incidentales o específicos. Fluorescente-incandescente es un constructo bastante específico, ya que solo puede aplicarse a las bombillas. Pero, obsérvese que aquello que es relativamente específico para ti, puede ser bastante amplio para mí. Un biólogo estará interesado en el género de las moscas, cocodrilos, armadillos, árboles manzaneros, filodendras y demás. O un filósofo podría restringir el uso de bueno-malo específicamente a comportamientos morales, en vez de a cualquier clase de cosas, personas o creencias. El corolario de la modulación “La variación en el sistema de construcciones de una persona está limitada a la permeabilidad de los constructos dentro de cuyos rangos de conveniencia descansa las variantes.” Algunos constructos son “elásticos”; tienden a “modular”; son permeables, lo que significa que están abiertos a ampliar el rango donde se sitúan. Otros constructos son relativamente impermeables. Por ejemplo, bueno-malo es un constructo generalmente bastante permeable para la mayoría de nosotros. Con frecuencia le estamos añadiendo nuevos elementos: podríamos no haber visto nunca un ordenador, o un reproductor de discos compactos, o una máquina de faxes; pero tan pronto los podamos conseguir, queremos saber la mejor marca para comprarlos. Igualmente, una persona buscará una roca o algo con lo que golpear si no aparece un martillo, usando el constructo “cosas para martillar” de forma más amplia; más permeable. Por el otro lado, fluorescente-incandescente es relativamente impermeable: podría usarse para alumbrar, pero poco más admite. Y, desde luego los demás no te dejarán sentarte sobre constructos tan impermeables. En caso de que parezca que estamos hablando de otra manera sobre los constructos incidentales versus amplios, nótese que podemos tener constructos amplios pero impermeables, como aquel expresado por la persona que dice “¿qué diablos habrá pasado con aquellos buenos tiempos? Desde luego, no parece existir una persona honesta en este mundo actual” En otras palabras, la honestidad, en su sentido más amplio, está ahora cerrada. Existen también constructos incidentales que se usan de manera más permeable, como cuando decimos “¡madre mía, hoy estás incandescente!” La permeabilidad es la verdadera alma de la poesía. Cuando no es posible “estrechar” más; cuando no hay de donde sacar más del rango de los constructos que estoy usando, debemos lanzarnos a tomar medidas más drásticas. La Dilatación es cuando ampliamos el rango de nuestros constructos. Digamos que no crees en la percepción extra- sensorial. Estás en una fiesta de unos amigos y de repente escuchas una voz dentro de tu cabeza y te vuelves... ¡te das cuenta que alguien te está mirando en ese preciso momento! Entonces ahora debes ampliar tu rango de constructos en lo referente a la percepción extra-sensorial, ya que hasta el momento, solo estaba ocupado por unas cuantas bromas y corazonadas. En otros momentos, a veces los eventos te fuerzan a estrechar el rango de tus constructos de la misma forma dramática. A esto se le llama constricción. Un ejemplo podría ser cuando después de pasarte toda la vida creyendo que los humanos somos criaturas morales, experimentas la realidad de la guerra. El constructo que incluye “moral” podría estrecharse hasta su desaparición. Nótese que la dilación y la constricción son más bien cosas emocionales. Considerándolo así, podrías entender los estados maníacos y depresivos. La persona maníaca ha ampliado su grupo de constructos sobre su felicidad de una forma exagerada y clama “¡nunca habría imaginado que la vida era como es!” Por el contrario, alguien deprimido ha reducido los constructos concernientes a la vida y las buenas cosas a sentarse solo a oscuras en un sillón de su casa. El corolario de la selección “Una persona selecciona o escoge para sí misma aquella alternativa en un constructo dicotómico a través de la cual poder anticipar una mayor posibilidad de extensión y definición de su sistema.” Con todos estos constructos y todos estos polos, ¿cómo escogemos nuestros comportamientos? Kelly dice que seleccionamos la actuación que llevaremos a cabo aquello que anticipamos como más elaborado dentro de nuestro sistema de construcción; es decir, aquello que mejore nuestra comprensión, nuestra habilidad para anticiparnos. La realidad nos ofrece límites ante aquello que podemos experimentar o hacer, pero nosotros escogemos cómo construir o interpretar esa realidad. Y también escogemos interpretar esa realidad de la forma en que creamos que mejor nos vendrá. Comúnmente, nuestras selecciones están entre alternativas aventuradas y otras más seguras. Podríamos, digamos, extender nuestra comprensión sobre la interacción humana heterosexual (ligar) a través de apoyarnos en una elección aventurada de acudir a más fiestas, conocer más personas, desarrollar más relaciones sociales y demás. Por el otro lado, podríamos escoger definir nuestra comprensión, apoyándonos en la alternativa segura: quedarnos en casa, pensando en que es lo que podría haber hecho mal en aquella relación que tuve o intentando conocer mejor a la persona con la que estoy. Aquella elección que escoja, será la elección que crea que necesito. Con todas estas posibilidades, podríamos ahora pensar que Kelly tendría algo que decir sobre el libre albedrío versus el determinismo. Claro que lo hizo; y desde luego lo que dijo es bastante interesante: Kelly entiende la libertad como un concepto relativo. No somos “libres” ni “no-libres”; somos más libres en algunas situaciones que en otras; somos más libres para algunas cosas que para otras y somos más libres también bajo algunas construcciones que en otras. El corolario de la individualidad “Las personas difieren unas de otras en su construcción de los eventos.” Dado que cada uno de nosotros tiene experiencias distintas, la construcción de la realidad de cada uno es diferente. Recordemos que Kelly llama a su teoría, la teoría de los constructos personales. Él no está de acuerdo con los sistemas de clasificación, con los tipos personales o con los test de personalidad. Su propio y famoso “test rep”, si lo analizamos, no es para nada una prueba en el sentido tradicional. El corolario de la globalidad “Siempre que una persona emplea una construcción de experiencias similar a la empleada por otra, sus procesos psicológicos serán parecidos a los de esa otra persona.” El hecho de que seamos diferentes todos no quiere decir que no seamos similares. Si nuestro sistema de construcción (nuestra comprensión de la realidad) es similar, así serán también nuestras experiencias, nuestros comportamientos y nuestros sentimientos. Por ejemplo, si compartimos la misma cultura; si percibimos las cosas de forma parecida, y mientras más cercanos estemos entre sí, más similares seremos. De hecho, Kelly dice que gastamos gran parte de nuestro tiempo buscando la validación de otras personas. Un hombre que está sentado en un bar de su vecindario que grita “¡mujeres!”, lo hace con la expectativa de que sus colegas en el bar respondan con el apoyo de su visión del mundo de que en ese preciso momento está desesperado por conseguir “¡Siiiiiií, mujeres!, no podemos vivir sin ellas ni con ellas.” El mismo escenario se aplica, con sus diferencias necesarias, a las mujeres. Y escenarios similares se pueden también aplicar a los niños preescolares, a las pandillas adolescentes, al clan, a los partidos políticos, a las conferencias científicas y demás. Buscamos el apoyo de aquellos que son similares a nosotros. ¡Sólo ellos saben cómo verdaderamente nos sentimos! El corolario de la fragmentación “Una persona puede usar sucesivamente una construcción de subsistemas, los cuales son hipotéticamente incompatibles con el resto” El corolario de la fragmentación dice que podemos ser inconsistentes con nosotros mismos. De hecho, es raro encontrar a una persona que tenga “todo perfectamente atado” y que funcione en todo momento como una personalidad unificada. Por ejemplo, casi todos nosotros, representamos diferentes papeles a lo largo de nuestra vida: soy un hombre, un esposo, un padre, un hijo, un profesor; soy alguien con una cierta etnia y me identifico con una política, una religión y una filosofía.; a veces soy un paciente; otras un consumidor, y otras un buen comensal. Y desde luego no soy el mismo en esos diversos papeles. A veces los roles están separados por las circunstancias. Un hombre puede ser policía en la noche, actuando como una persona fuerte, autoritaria y eficiente. Pero durante el día, puede ser un padre, actuando gentilmente, cariñoso y afectivo. Una vez que separamos las circunstancias, los roles no entran en conflicto. Pero si no lo hacemos, vemos como este hombre puede encontrarse en la situación de ¡arrestar a su propio hijo! O puede verse siendo un padre fuerte y decidido en un minuto y en el siguiente siendo un padre sobre protector. Algunos de los seguidores de Kelly han re-introducido una vieja idea del estudio de la personalidad; aquella que dice que cada uno de nosotros es una comunidad de “self”, más que simplemente un solo self. Esta idea podría ser cierta. No obstante, otros teóricos podrían decir que una personalidad más unificada sería más sana y desde luego, ¡una comunidad de self está demasiado cercano a una personalidad múltiple como para ser cómodo! El corolario de la sociabilidad “Hasta el punto de que una persona construye los procesos de construcción de otra, ésta puede tener un papel en los procesos sociales que envuelven a la otra persona.” Por tanto, el paciente debía venir diciendo “Gracias, doctor ¡Creo que estoy curado! Todo lo que tengo que hacer de ahora en adelante es ser David en vez de Jorge para el resto de mi vida” Pero Kelly tendría guardado un as bajo la manga: le pediría de nuevo a su paciente que asuma otro rol fijo durante unas dos semanas más; uno que no sea tan positivo. Esta situación se da porque la intención de la terapia no es darte una nueva personalidad, ya que prontamente esto se vendría abajo. La idea es enseñarte que de hecho eres tú el que tiene el poder del cambio; de escoger “cómo quieres ser” dentro de tus posibilidades. La terapia kelliniana persigue abrir a las personas hacia sus alternativas, ayudándoles a descubrir su libertad y permitiéndoles vivir con sus potenciales. Por esta razón, y por muchas otras, Kelly se ubica mayormente dentro de los psicólogos humanistas. Valoración Quizás aquello por lo que Kelly es más conocido es el role construct repertory test (test de repertorio de los constructos de roles), vulgarmente conocido como rep grid. No es una prueba en el sentido tradicional; es más bien una herramienta de diagnóstico, de auto descubrimiento y de investigación que ha llegado a ser más famosa que el resto de su teoría. Para empezar, el paciente nombra un número de diez o veinte personas, llamados elementos, que sean de cierta importancia en la vida de ésta. En la terapia, estas personas son nombradas en virtud de ciertas categorías sugestivas, tales como “pareja anterior” y “alguien que le da pena”, y evidentemente le incluirá a usted, su padre y madre y así sucesivamente. Luego, el terapeuta o investigador escoge tres de golpe de todos estos elementos y te pregunta cuáles de estos tres son parecidos o guardan alguna similitud y cuál es diferente. Y te pide que le des un nombre con que llamar a la similitud y a la diferencia. La etiqueta de la similitud se llama el polo de la similitud y el de la diferencia el polo del contraste y juntos conforman uno de los constructos que usas en tus relaciones sociales. Si, por ejemplo, dices que tanto tu pareja actual como tú son personas nerviosas, pero la anterior pareja era más bien calmada, entonces lo nervioso es el polo de la similitud y calmada es el de contraste del constructo nervioso-calmado. De esta forma continúas con el resto de las personas (elementos) escogidos de tres en tres, en diferentes combinaciones, hasta que llegas a los veinte. Conjugando los distintos elementos y aplicando ciertas operaciones estadísticas en una tabla, la lista se irá rebajando hasta diez a medida que se van encontrando elementos solapados: muchas veces nuestros constructos, aunque se expresan con diferentes palabras, se usan de la misma manera. Nervioso-calmado, por ejemplo, se puede usar exactamente de la misma forma que usamos neurótico-saludable o intranquilo-pasivo. Cuando te embarcas en un proceso de auto-descubrimiento y de diagnóstico, se te anima a usar aquellos constructos que se refieran a los comportamientos y personalidades de las personas. Pero cuando usamos estas variables con fines de investigación, se nos podría instar a dar cualquier tipo de constructos y a pedírnoslos como respuestas a toda clase de elementos. Por ejemplo, en psicología industrial, se les pide a las personas que comparen y contrasten varios productos (para análisis de marketing ?mercadeo-), buenos y malos ejemplos de un solo producto (para análisis de control de calidad) o estilos diferentes de liderazgo. Así, podemos encontrar los constructos estilísticos musicales que nos gustan; o nuestros constructos políticos preferentes o los constructos que utilizaremos para comprender las teorías de la personalidad. En la terapia, todo este proceso brinda tanto al terapeuta como al paciente un esbozo de cómo ve este último su realidad, de manera que pueda discutirse y trabajarse. En la terapia de pareja (matrimonial), dos personas pueden trabajar sobre el esbozo con los mismos grupos de elementos, y así comparar y discutir sus constructos. No es algo sagrado: el esbozo es raro dentro de los “test” en los que se le invita al paciente a cambiar su mentalidad con respecto a ello en todo momento. Pero tampoco se considera como un cuadro completo del estado mental del paciente. Es lo que es: una herramienta diagnóstica. En la investigación, podemos echar mano de un gran número de programas informáticos que nos permiten “medir” las distancias entre los constructos o entre elementos. Sacamos un esbozo creado a partir de las propias personas (siempre y cuando usen los mismos elementos) Podemos comparar el punto de vista de una persona antes y después del entrenamiento o terapia. Es una herramienta excitante; una combinación inusual del lado objetivo y subjetivo de la investigación de la personalidad.
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