Hamlet y características del teatro isabelino, Apuntes de Artes escénicas

¡Descarga Hamlet y características del teatro isabelino y más Apuntes en PDF de Artes escénicas solo en Docsity! PERSONaJES Hamlet. Es el protagonista de esta tragedia, el hijo del difunto rey Hamlet de Dinamarca y su esposa Gertrudis. Hamlet es inteligente y presenta un perfil filosófico ya que trata de manejar su vida guiado por el pensamiento y el cuestionamiento moral de sus actos. Le corroe la duda que surge de la lucha entre razón y pasión, entre reflexión y acción; su indecisión paralizadora le produce una crisis profunda que le lleva a la amargura, la angustia vital y a la atracción por la muerte; pese a todo, termina imponiéndose el odio y deseo de venganza. En un momento de la obra, muestra su carácter impulsivo. Esto ocurre cuando asesina sin piedad a Polonio al confundirlo con su tío Claudio. Rey Claudio. Es tío del príncipe Hamlet, hermano del difunto rey. Contrae matrimonio con Gertrudis, madre de Hamlet, cuando esta se queda viuda. Es el antagonista de la obra, el contrapunto del personaje de Hamlet. A diferencia de su sobrino, Claudio presenta un perfil ambicioso y criminal. Es capaz de cualquier cosa, incluso de matar a su propio hermano, con tal de llegar al poder. Mientras el Rey Hamlet dormitaba en su huerto, Claudio vertió un veneno mortal en su oído. No se deja guiar por la moral, ni la justicia ya que no duda en cometer crímenes. El Rey Claudio trama un plan para matar a Hamlet a través de una competencia de esgrima arreglada. Este evento se convierte en una masacre real. Claudio muere a manos de su propia traición cuando Hamlet lo hiere con un florete envenenado. Gertrudis. Es la reina de Dinamarca y la madre del príncipe Hamlet. Estuvo casada con el difunto rey Hamlet pero, tras la muerte de este, se casa con Claudio, su excuñado. La deslealtad de Gertrudis hacia el Rey Hamlet y su incestuosa lujuria por Claudio irritan al Príncipe Hamlet e incita su necesidad de venganza. Hamlet desprecia a su madre y aunque la reprende, Hamlet decide no causar daño a su madre. Su propia conciencia culpable y el juicio divino son suficiente castigo por traicionar a su noble esposo con su hermano. Hamlet encarga a su madre abstenerse de la cama incestuosa de su tío y le revela que él realmente se encuentra en completa capacidad mental. Durante la competencia de esgrima amañada, la Reina hace un brindis por la buena fortuna de su hijo. Bebiendo del cáliz envenenado de Claudio, ella cae al piso muerta. Padre de Hamlet. El rey anterior, es el padre del príncipe Hamlet. En la obra se manifiesta como un fantasma durante las primeras escenas. Asimismo, es el detonante de la historia, el responsable de que se desarrolle la acción. Su objetivo es trasladarle a su hijo la verdad sobre su asesinato. Pide al joven Hamlet vengar el cruel asesinato de su padre. El fantasma aparece nuevamente durante la confrontación de Hamlet con la Reina Gertrudis. Polonio. Es el chambelán del reino y asesor del rey, también es padre de Ofelia y Laertes. Presenta un carácter dominante sobre sus hijos. Al principio no le agrada que su hijo se marche a Francia a estudiar y, cuando lo asume, envía a su asistente Reinaldo para que lo espíe. Al final, Hamlet mata a Polonio por error mientras escucha la conversación que este tiene con su madre. Se mueve por interés; es adulador y estúpido; resulta ridiculo y encarna cierto contrapunto cómico. Ofelia. Es la hija de Polonio y amada de Hamlet, con quien decide terminar su relación aconsejada por su padre y su hermano. Tiene un alma sensible. Cuando Hamlet asesina a Polonio, Ofelia no puede superar su pérdida y se vuelve loca, hecho que la conduce a su propia muerte. Encarna la obediencia, la inocencia y el sufrimiento. Laertes. Es el hijo de Polonio y el hermano de Ofelia. Laertes quiere retomar sus estudios y por ello se marcha a Francia. Caballero con sentido de la honra, amor filial y resolución para ejecutar como vengador el código del honor. Al final de la obra, Laertes muere en un duelo contra Hamlet. Horacio. Es el mejor amigo de Hamlet desde que estudió con él en la universidad de Wittenberg. Horacio ve al espíritu errante del Rey Hamlet e informa al Príncipe Hamlet del alma perturbada de su padre. Horacio es la representación de la razón y la cordura dentro de la obra. A menudo, actúa como confidente y buen consejero del príncipe. Horacio no muere pero sí es testigo del fallecimiento de su amigo Hamlet. Fortimbrás. Príncipe e hijo del difunto rey de Noruega, quien fue asesinado por el antiguo rey Hamlet. Busca vengar la muerte de su padre. Llega a Dinamarca al final de la obra.y antes de morir, Hamlet solicita que este sea el próximo rey de Dinamarca. Encarna la nobleza, la rectitud del buen gobernante y el ardor guerrero. Reynaldo. Criado de Polonio que es enviado a París para espiar a Laertes. Bernardo y Marcelo. Presenciaron al espíritu errante mientras trabajaban en el puesto de guardia a medianoche. Reconocen el fantasma como el espíritu del Rey Hamlet. Voltiman y Cornelio. Embajadores a quienes Claudio envía a Noruega. A su regreso, Voltiman informa a Claudio que el Rey de Noruega ha acordado reprimir los desafíos no autorizados de su sobrino. Voltiman informa también que Fortinbrás solicita un paso pacífico a través de Dinamarca con el fin de ejecutar sus acciones contra Polonia. Enrique. Él informa al Príncipe que Claudio ha apostado una gran suma por su victoria sobre Laertes. Enrique actúa de juez durante el torneo. Sepultureros. Representan la sabiduría popular. Campesinos que se deleitan en juegos de palabras y lenguaje ambiguo. Cavan la tumba de Ofelia y especulan que su muerte fue un suicidio. Actores. Una compañía de actores que Hamlet admiró en la ciudad llega a Dinamarca. Hamlet contrata a los actores para representar la obra 'La Ratonera' ante la audiencia real. Replicando el asesinato del Rey Hamlet a manos de Claudio, la obra muestra el asesinato del Duque Gonzago en Viena por el villano Luciano. shakespeare Y EL TEATro isabelino El Renacimiento es la época que inaugura la edad moderna. Tiene su momento más intenso entre el 1490 y el 1560. Dentro de este período, el movimiento cultural más importante de la época fue el humanismo, que revitalizó el mundo clásico e influyó todas las manifestaciones del pensamiento, del arte y de la vida. El trato con los textos de la antigüedad clásica agudizó en los humanistas la conciencia de la diversidad de los hombres y de la singularidad de cada uno y proporcionó motivos e ideas para construir una alternativa al mundo medieval. El mundo se podía corregir como se corrige un texto o un estilo. Las monarquías centralizadoras destinaron grandes capitales en la expansión y el descubrimiento de las nuevas tierras y también en las manifestaciones ostentosas de la aristocracia. Esto causa una fuerte crisis económica y la desigualdad entre las clases poderosas y el pueblo acentuó el malestar social. Estos hechos provocaron una necesidad de evasión que encontró en el teatro la manifestación más popular. En la segunda mitad del siglo XVI se produce el ascenso de Inglaterra como nación en el conjunto europeo. El ascenso, la afluencia de nuevas riquezas, el capitalismo, la redistribución de las tierras monásticas y la expansión de la educación permitieron el progreso científico y una relativa libertad de pensamiento. La literatura, en el siglo XVI, corresponde a la expansión y enriquecimiento de la humanidad. El mundo se ha hecho más amplio y variado: el hombre se encuentra ante dos territorios que se le aparecen como si no los hubiera visto nunca: el mundo de la naturaleza, ensanchado como consecuencia de los descubrimientos geográficos, y el de su propio espíritu. Se produce también un fuerte aumento en el número de lectores y escritores, gracias a la imprenta. Se entabla una relación nueva con el público: la de la venta de ediciones más o menos numerosas gracias a la aparición de la imprenta. Esta cambia el sentido de la misma literatura, que pasará de ser sonora a ser óptica. TEATRO Recibe este nombre porque coincide con el reinado de Isabel I. Es un teatro de raíces populares, aunque recibe la influencia italiana, y se inspira en la historia y las tradiciones nacionales. -Cuatro géneros: la comedia, la tragedia, la tragicomedia y las obras de tema histórico. -Se situó al margen de las reglas clásicas. El gusto popular contribuyó a no seguir las reglas de las unidades de tiempo, lugar y acción, y conservar el carácter de sucesión de cuadros de los mystery plays. El único elemento que podía conferir unidad al drama era la palabra poética. En los mejores dramaturgos del estilo, las imágenes y algunos órdenes recurrentes de metáforas proporcionaban esta fuerza de cohesión. -La importancia que asumía la palabra, reforzada en su virtualidad por la forma poética, sobre la simplicidad de la escena. Solo tenían delante la persona, ricamente vestida, toda ella se concentra en la recitación solemne de los versos. Para indicar el ambiente de cada escena, podían utilizarse algunos sencillos elementos convencionales, pero sobre todo servían las palabras mismas de la acción, que aludían al lugar de manera más o menos explícita. Esto permitía cambios de escena casi cinematográficos. Todo ello con la puntuación utilísima de la música. -Las representaciones, que en un principio se habían efectuado en patios o hostales, ahora se hacen fuera del municipio de Londres (en los alrededores del l575 fueron prohibidas las representaciones dentro de la ciudad), en unos teatros circulares o hexagonales donde, en medio de un gran patio central, se sitúa la plataforma de la escena. El escenario isabelino edifica en dos planos, el inferior situado a una altura del suelo que corresponde, más o menos, en el escenario actual, y el superior, del mismo tipo, a una altura del primer piso. Los decorados propiamente no existían y la ropa era suntuosa. -Alternancia de verso y prosa. -Incorporación de canciones y romances. -Desarrollo del monólogo como técnica de introspección del personaje. -Un marcado gusto por los juegos de lenguaje y la presencia de la danza. El teatro isabelino ofrece un mundo humano mucho más variado que el teatro antiguo, están a su disposición todos los países y épocas, y como tema todas las combinaciones de la fantasía. Pierde el carácter trágico de un destino predestinado propio del teatro clásico por un nuevo modelo donde el héroe tiene un carácter peculiar y elabora su propio destino. La tragedia preshakespeariana, como Thomas Kyd (1558-1594) y Christopher Marlowe (1564-1593) pero habrá que esperar a Shakespeare (1564-1616) para encontrar una auténtica transformación en el teatro de la época. WILLIAM SHAKESPEARE Nace en Stratford-on-Avon, se casa a los 18 años con Ann Hathaway con la que tendrá varios hijos. Entra en el mundo del teatro, primero como actor y luego como autor, con su traslado a Londres. Se instala en una compañía propia: The Globe (1599). En esta época, el autor sigue la línea del teatro creado hasta el momento pero su creatividad comienza a hacerlo destacar. Entre 1601 y 1610 escribe sus obras maestras, las grandes tragedias (Hamlet en 1601, Otelo en 1604, El rey Lear de 1604 a 1605 y Macbeth en 1606) aunque no deja de escribir comedias. Shakespeare utiliza un repertorio variado de temas que muestran el comportamiento humano, consiguiendo expresar las pasiones más violentas y los sentimientos más delicados y muchos contrastes más que combinan reflexiones filosóficas, además de inspirarse en crónicas medievales, cuentos italianos o autores anteriores. El 1610 vuelve a su pueblo y un año después se despide del teatro con La tormenta. Muere allí el 23 de abril de 1616, día de la festividad internacional del libro. La producción teatral de Shakespeare se divide en cuatro fases: 1. Aprendizaje: experimenta con diferentes tipos de drama que estaban de moda. Donde escribe Romeo y Julieta o El sueño de una noche de San Juan. 2. Drama histórico (Ricardo III) y comedia sonriente (Mucho ruido y pocas nueces) 3. Tragedias oscuras y violentas y algunas comedias que también tienen un matiz oscuro y sangriento (Hamlet, Macbeth, etc.) 4. Drama novelesco: en un clima de exculpación y serenidad (La tempestad) Hamlet es la obra más famosa y representada del autor, basada en una leyenda nórdica, que se escribe dentro de un género muy característico del teatro isabelino: la tragedia de venganza.