¡Descarga Henri Rousseau, biografía y obras y más Apuntes en PDF de Arte Contemporáneo solo en Docsity! HENRI ROUSSEAU (1844-1910) Pintor francés autodidacta que nació en Naval, al norte de Francia, en 1844. También era conocido como el aduanero por su trabajo en las aduanas de París (ciudad en la que falleció en 1910). Comenzó su carrera exclusiva de pintor cuando tenía 49 años, de formación autodidacta, comenzaría pintando retratos y se convertiría en un referente del postimpresionismo. A pesar de su intención realista, en las obras de Rousseau destaca el tono poético, la búsqueda de lo exótico y, sobre todo, su estilo naïf. Este último es un reflejo de una aparente sensibilidad infantil, propia de los artistas con poca o nula formación académica. Esta ingenuidad otorga un aspecto involuntario de caricatura. Inventó un nuevo género pictórico, conocido como el retrato-paisaje, que consistía en plasmar una vista general de un paisaje junto con una persona en primer plano (un buen ejemplo es el cuadro Moi- Même, de 1890). A pesar de deconocer las técnicas compositivas, logró dotar a sus obras de un sugerente y complejo colorido, muy elogiado entre sus seguidores. No obstante, su estilo es difícil de catalogar. A ello hay que añadir, que Rousseau fue el primer artista occidental, después del Renacimiento, que redujo la realidad externa a signos conceptuales. Sus obras más famosas tienen tono onírico y representan escenas selváticas, con paisajes exóticos y animales salvajes. Esto llama tremendamente la atención ya que el pintor nunca viajó fuera de Francia. Su inspiración provenía de libros con ilustraciones, del Jardín Botánico y del Jardín de las plantas de París, así como de dibujos de animales salvajes disecados. Sus retratos se caracterizan por la inocencia y falta de malicia (caricatura). Los personajes aparecen rígidos, en pose, frecuentemente con los ojos muy abiertos y “mirando” frontalmente al espectador, con fuerte aspecto inexpresivo. Si son varios los personajes, aparecen yuxtapuestos: uno al lado del otro. No existe profundidad o perspectiva con respecto al paisaje de fondo, sino que éste parece estar al mismo plano que el personaje. Retrato del Sr X-Pierre Loti (1891, Kunsthays, Zürich). Representa a un escritor de novelas de ambientación oriental (de ahí la inclusión del sombrero). La obra carece de volumen y presenta la oreja y mano derechas de frente, plana ésta última y, en primer plano. Los detalles de las hojas del árbol son minuciosos. ¡Sorpresa!, tigre durante una tempestad (1891). Es considerada la primera de sus obras de temática de jungla. Con esta pintura logra una vía innovadora con una luz brillante que parece atravesar las pinceladas de gris claro sesgadas sobre el lienzo. Al pintar junglas, Rousseaur llegó a utilizar 50 tonalidades de verde. Generalmente el acabado de la superficie es con un “glaseado”, una suerte de satinado, y/o un barnizado sabiamente dispuesto que le aporta un brillo mesurado a la obra. En sus paisajes destacan las vegetaciones con un aire atemporal. La Guerra (1894. Museo de Orsay, París). Esta puede encuadrarse dentro del estilo naïf, desarrollado por un grupo de artistas aficionados por el hecho de no dedicarse a la pintura como actividad principal y no tener formación académica. Esta corriente artística se caracteriza entre otra cosas por la ingenuidad, nunca considerada de forma peyorativa sino ligada a la simplicidad y ausencia de artificios. Otras de sus cualidades destacadas son la candidez, la espontaneidad, los colores brillantes y antinaturales, así como la perspectiva científica, la sensación volumétrica, la gran potencia expresiva y las figuras planas. Óleo sobre lienzo pintado más de 20 años después del conflicto franco-prusiano de 1870 y de la Comuna de 1871, acontecimientos que marcaron sin duda al pintor francés. En un primer plano y como centro de la escena observamos a una mujer vestida de blanco, armada con una espada y portando en su mano izquierda una especie de antorcha. Monta un caballo negro, erizado, que podría representar la fuerza brutal de la guerra. Los árboles desnudos y con ramas podrían aludir a la muerte, al igual que los buitres que aparecen devorando a las víctimas que yacen en el suelo. Llama la atención las nubes rojas y rosáceas sobre el cielo azul. En los cuadros predominan los colores negro y rojo, en relación con el duelo y la sangre.
