Pueblos Prerromanos: Origenes y Culturas, Apuntes de Historia de la Roma Antigua

¡Descarga Pueblos Prerromanos: Origenes y Culturas y más Apuntes en PDF de Historia de la Roma Antigua solo en Docsity! EXAMEN DE BIBLIOTECA---HISTORIA DE ROMA 1. LA ITALIA PRERROMANA Esquema: 1.1. Fuentes para implicadas (numismática, arqueología, epigrafía, papirología..) 1.2. Los pueblos prerromanos (origen diverso) 1.2.1. Pueblos septentrionales (vénetos, ligures, galos, etruscos...) 1.2.2. Pueblos centro-meridional (latinos, osmos, umbros...) 1.2.3. pueblos de las islas (sicanos, siculos y elimos) 1.3. Griegos y etruscos 1.3.1. Colonias griegas (proceso colonizador entre s. IX-VII a.C., la "Magna Grecia") 1.3.2. Etruscos (origen villanoviano, conformación a partir del s. IX-VII a.C.) 1.4. Repercusión fenicia en la trama mediterránea (papel fundamental) 1.4.1. Los fenicios (pueblos evocados al comercio marítimo) 1.4.2. Cartago (oriegen fenicio, siglo IX a.C.) 1.1. Fuentes para el estudio de la Historia de Roma Para poder estudiar la Historia de Roma ha sido necesario la colaboración de otras disciplinas, tales como la paleografía, papirología, epigrafía, arqueología, numismática, fuentes literarias clásicas y la historiografía moderna y contemporánea. Todos estos elementos han favorecido un estudio más preciso sobre el inmenso imaginario romano. Con la arqueología hemos podido hallar antiguos asentamientos romanos (villas y ciudades) junto con sus restos materiales. Con la numismática hemos podido extraer la información que aparecen en las monedas, información que hace referencia a diversas cuestiones como: quien la acuña, que ceca la crea y que gobernador es representado en ella. Otra ciencia no menos importante es la epigrafía, gracias a ella hemos podido interpretar las inscripciones estampadas sobre piedra o cualquier otro material no perecedero. Otro elemento fundamental sería la propia historiografía con sus diferentes tendencias a la hora de abarcar la historia. 1.2. Los pueblos prerromanos Los diferentes etnias que ocuparon el largo y ancho de la península, más las islas, presentan una gran complejidad debido a su variopinta procedencia de todas ellas. Todas estas etnias alcanzarán una unidad bajo la denominación romana, aunque también conviene subrayar que no fue total, pues las fuentes consultadas demuestran que hubo una diferenciación regional (diferencias lingüísticas y costumbres). Para definir a cada uno de estos pueblos es idóneo establecer un criterio geográfico que produzca una mayor claridad a la hora de estudiar. Por tanto, estas son las divisiones que se han establecido: pueblos de Italia septentrional, pueblos de la Italia centro-meridional y pueblos de las islas. 1.2.1. Pueblos septentrionales Entre los pueblos que se extendieron por el norte de la Península Itálica, destacan vénetos, ligures, galos, etruscos y diferentes pueblos alpinos. Los vénetos eran un pueblo de origen indoeuropeo, se localizan en el noreste de la península en la Edad del Bronce. Sus principales centros fueron Padua, Vincenza y el puerto de Adria. Hablaban en véneto, una lengua que estaría emparentada con el latín. En cuanto a su economía, estaría basada principalmente en la agricultura y en la ganadería. Además, convendría decir que eran unos excelentes trabajadores del metal, tal y como demuestran los ajuares de sus tumbas. Los ligures se situaban en la parte noroeste de Italia, gran parte de las actuales provincias de Piamonte y Lombardía. Su presencia en la península parece remontarse a la época neolítica. Su economía se basaba en la agricultura, además practicaban el arte de la navegación. También nos encontramos con los conocidos "pueblos alpinos" que tendrán una serie de poblados cuya presencia en estos parajes de montaña se remontan a la Prehistoria. Pese a que las condiciones geográficas y climáticas eran inhóspitas, no impidió que estas zonas se poblaran, pues por otra parte suponían una ventaja porque ofrecían protección natural contra las invasiones externas. Otro pueblo eran los galos o celtas. Estos pueblos se extendían por la Europa Central y fueron los últimos en entrar en la Península Itálica. En sus invasiones debieron enfrentarse a los etruscos, el pueblo más poderoso que habitaba la parte norte de la península. Estos galos se agruparán en numerosas tribus en las que destacan los taurinos en el Piamonte, lingotes y boyos en Emilia-Romaña y etc. 1.2.2. Pueblos centro-meridionales Estos pueblos penetraron en la península de dos formas, una a través del Mar Adriático y la otra cruzando los Alpes. Estas entradas se fueron produciendo mediante varias oleadas de indoeuropeos que tuvieron lugar durante el II milenio a.C. En la entrada de estos pueblos distinguimos dos estratos o grupos, uno sería más antiguo, éste concierne a los latinos otro más moderno que afecta a los umbros y oscos. Éste último estrato a su vez se puede dividir en dos grupos puesto que se diferencian por motivos lingüísticos. Todos estos pueblos fueron conocidos con el nombre genérico de pueblos itálicos. El primero de estos grupos, el latino, ocupó un espacio muy reducido. Se extendieron por una región limitada por el curso bajo del Tiber. Aunque pronto se unieron formando una confederación llamada la Liga Latina, encabezada por Roma. Pueblos afines a los latinos eran los faliscos, que se asentaban en el curso bajo del Tiber y en la llanura central del Lacio. El segundo grupo de pueblos itálicos estaría compuestos por los osmo-umbro. En la zona 2. EL SIGLO III. Esquema: 2.1. Introducción (50 años de Anarquía Militar, otros factores externos) 2.2. La inestabilidad de los limes (Presión persa y bárbara en las fronteras) 2.3. Anarquía Militar 2.3.1. Imperio Galo (260-74) 2.3.2. Imperio de Palmira (260-70) 2.4. Aureliano (Dinastía iliria) (Proyecto unificador y conflictivo) 2.4.1. Sus reformas (trajo el descontento a Roma, sobretodo en las altas esferas) 2.5. Crisis Estatal 2.5.1. Crisis económica (poca densidad demográfica, falta de tributo, escasez de manos de obra) 2.5.2. Transformación social (bipolarización más acentuada: clase baja y clase alta) 2.6. Bibliografía 2.1. Introducción Entre la muerte de Severo Alejandro y la subida al poder de Diocleciano trascurren los períodos más críticos de la Historia de Roma (según la historiografía europea), caracterizado por la sucesión de graves problemas que azotan al Imperio, que causarán la inestabilidad del Imperio. Desde el exterior Roma deberá defenderse de los ataques de los persas en el Éufrates y de la presión de los pueblos bárbaros que cada vez más era más intensas sobre los limes septentrionales. Mientras todo eso tenía lugar, en cuestiones del interior, la falta de una autoridad central, regular y estable, abre el camino al ejército que irá acumulando cada vez más poder hasta el punto de imponer a su antojo a los emperadores en mitad de la crisis espiritual, económica y social. De ahí surgirá el nombre de Anarquía militar con el que se conoce el período, en el que se suceden una veintena de emperadores legítimos. No Obstante, gracias al esfuerzo de los llamados emperadores ilirios, se inicia, el final de este nefasto período, la superación de algunas crisis, que dará paso a una nueva época, que será denominada como Antigüedad Tardía. 2.2. La inestabilidad de los limes: bárbaros y persas La defensa de las fronteras era suponía una tarea urgente ya que alamanes, francos y sajones habían destruido varios puntos del limes romano y asolaban las regiones del occidente del Imperio. Mientras, otros grupos de bárbaros (carpos y godos) vagaban libremente por la provincias del Imperio. En la parte oriental del Imperio se libraron numerosas batallas para poder liberar Mesopotamia de la dominación persa. Pero las legiones tuvieron que retroceder y abandonar la campaña tras sufrir las consecuencias de la peste, que acabó por diezmando al ejército. La derrota del ejército romano fue aplastante y como resultado los persas capturaron a Valeriano cuanto éste trataba de pactar un armisticio cerca de Edesa. 2.3. Anarquía Militar Tras el duro golpe sufrido en Edesa que tuvo como resultado el saqueo y destrucción de las distintas ciudades de Siria y Capadocia, además de la inesperada captura de Valeriano; se produjo una serie de sublevaciones o insurrecciones militares en las provincias de Roma, donde las legiones proclamaban emperadores a sus propios comandantes. De este gran movimiento anárquico cabe mencionar a dos de sus tiranos: Póstumo y Odenato. 2.3.1. Imperio Galo (260-274) Póstumo, proclamado por sus propias legiones gérmanicas como emperador, fue reconocido en las provincias galas y germana, y también en Britania y parte de Hispania. Galieno impotente, tuvo que reconocer la autoridad de Póstumo sobre las provincias occidentales. Póstumo dedicó diez años de su gobierno a limpiar de bárbaros sus dominios con el uso de la fuerza y de la diplomacia. Los brillantes resultado obtenidos tras varios enfrentamientos y construcción de fortines le convencieron a Póstumo a proclamar un "Imperio de las Galias", que al igual que Roma, contó con instituciones propias: senado, guardia pretoriana, magistrados, moneda y etc. No obstante, será asesinado por sus propios hombres cuando se disponía a enfrentarse con Galieno para proclamarse único emperador legítimo. 2.3.2. Imperio de Palmira (260-270) Palmira era una ciudad caravanera, que había sido incorporada al imperio por Trajano, pero sus príncipes indígenas conservaron una notable influencia. Entre el estado romano y persa la ciudad mantenía una vida activa y próspera, gracias al control del comercio oriental. Galieno, regente del imperio romano, imposibilitado de dominar Oriente, concedió a Odenato la capacidad de dirigir todo el ejército contra los persas. Con un excelente ejército derrotó y arrebató Mesopotamia de las manos persas. Tras la reconquista Palmira no volvió a manos romanas. Su viuda Zenobia asumió el poder como regente y declaró Palmira independiente de Roma. 2.4. Aureliano (270-275) y sus reformas Es el más representativo de los emperadores ilirios: con él, se logrará de forma efímera la reunificación del Imperio y proseguirán las reformas político-administrativas e ideológicas, destinadas a devolverle su cohesión interna. En su lucha por mantener la defensa de las fronteras se verá agravado por las continuas presiones infringidas por los vándalos y godos en los limes. En el Danubio los alamanes unidos a nuevos bárbaros atravesaron los Alpes y cayeron sobre el norte de Italia, invadiendo el valle del Po. Aureliano acudió al norte de Italia, pero no pudo impedir que los bárbaros siguieran avanzando en el interior de Italia. Aun así, la determinación del emperador logró conjurar el peligro. Por otra parte, de acuerdo con el senado, Aureliano emprendió una formidable obra de fortificación de la ciudad de Roma, rodeándola de una muralla de casi ocho metros de altura. Tras de sí, se enfrentó a los yutungos: vencidos en sucesivas batallas. Para Aureliano era preciso reforzar la frontera danubiana. Tras vencer a los pueblos que amenazaban estas regiones fluviales, decidió evacuar las provincias cercanas al limes. De modo que, la población fue transferida a otros territorios de Mesia y Tracia, que heredaron el nombre de provincia abandonada. El emperador en su brillante proyecto de reconquistar el territorio perdido nombró a su lugarteniente para que ocupase y recuperase Egipto, mientras el propio Aureliano recuperó Siria y llegó a las mismísimas puertas de Palmira. La ciudad fue sitiada y más tarde asediada hasta que se tuvo que capitular. En cuanto al "Imperio de las Galias" para restablecer completamente la unidad del Imperio. Ante una situación de inestabilidad política, el emperador galo pactó con Aureliano y permitió que sus legiones fueran derrotas. Así que la Galia y Britania volvieron a integrarse en el Imperio. 2.4.1. Las reformas de Aureliano Aseguradas las fronteras y recuperada la unidad del Imperio, Aureliano pudo emprender un ambicioso programa de reformas en Roma. En el ámbito de la administración, se achaca a Aurelianon la responsabilidad de haber iniciado la "provincialización" de Italia, que introducirían en la península el mismo régimen aplicado a las provincias. No se trató de una medida general, sino de reformas parciales. Por lo demás, Aureliano trató de asegurar el abastecimiento de la población de Roma con distribuciones gratuitas de productos de primera necesidad. Esta política de "intervencionalismo estatal" en ámbitos vitales afectó también a otros sectores, como el de la construcción. Tuvo tambiém gran implicación en la política religiosa, tendente como en otros ámbitos a restablecer la unidad del Imperio, se encargó de reforzar el carácter divino de la monarquía absoluta, como base para poder consolidar el poder imperial. Sabemos que se hizo llamar así mismo como el dios sol. 2.5. Crisis estatal A pesar de las interminables guerras civiles y pronunciamientos que caracterizan el período de la "Anarquía militar", los emperadores ilirios lograron preservar la integridad del Imperio frente a la presión bárbara. Es cierto que hubo pérdidas territoriales; los godos se extendieron y en el desierto oriental se perdieron ciudades como Palmira. Aunque esta crisis debilitaba al Imperio, el núcleo o raíz de la crisis residía en los problemas internos.