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Auge y declive de la prensa en Europa del siglo XVIII: de adoctrinación a información - Pr, Apuntes de Historia del Periodismo

Una reseña histórica sobre el desarrollo de la prensa en europa durante el siglo xviii, desde la monarquía parlamentaria hasta la creación de periódicos como the times. Se detalla el paso de la prensa oficial y política a la producción masiva de publicaciones, con ejemplos de prensa para mujeres, moralista y de negocio. Se analizan las leyes que afectaron el costo y la libertad de imprenta, y se mencionan figuras clave en el panorama periodístico de la época.

Tipo: Apuntes

2013/2014

Subido el 26/02/2014

miguelcm5344
miguelcm5344 🇪🇸

4.1

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¡Descarga Auge y declive de la prensa en Europa del siglo XVIII: de adoctrinación a información - Pr y más Apuntes en PDF de Historia del Periodismo solo en Docsity! HISTORIA DEL PERIODISMO UNIVERSAL. TEMA 3: LAS BATALLAS DEL PERIODISMO BRITÁNICO. A. Los fundamentos del modelo liberal de control de la información. Para comenzar a hablar de los fundamentos del modelo liberal de control de la informacion hay que decir que en el tipo de prensa anterior a la Revolución Gloriosa de 1688, con la que se instauró la Monarquía Parlamentaria, existían dos tipos de prensa como era una prensa oficial y una prensa política con tintes populares. La principal función de ambos tipos de prensa era la de adoctrinar y no informar, intentando construir siempre un relato que le propiciase la defensa de la causa ideológica, siendo un relato subjetivo y por ello se hablaba de adoctrinar y no de informar. Con el estallido de la Revolución Gloriosa, Jacobo II huye de Inglaterra y el absolutismo cae. Anterior también a la revolución Gloriosa, en pleno absolutismo bajo el reinado de Carlos II, en concreto en 1679, se va a aplicar el habeas corpus, aplicada a los delitos de la prensa tales como la presunción de inocencia, trata de evitar las detenciones arbitrarias, los abusos del poder, y por lo tanto garantizar los derechos de los individuos. Esto garantizaba que el editor pudiera dirigirse ante un juez y, si no había suficientes pruebas para ser condenado, resultara libre de los delitos que se le acusara, un avance anterior a la caída del absolutismo. En el mismo año 1688 se produce la subida al trono de Guillermo III o Guillermo de Orange, quien puso fin a la revolución e implantó una monarquía parlamentaria. Con este nuevo régimen, una de las primeras medidas que va a tomar el parlamento es la aprobación del “Bill of Rights”, carta de derechos fundamentales que reconoce los derechos del ciudadano y donde se reconoce la libertad de expresión. En este contexto se produce un conflicto que tenía como tema la derogación o no de la Licensing Act, la cual seguía estando vigente y, por tanto, aprobaba y ponía en vigor de nuevo la censura. Fruto de este enfrentamiento encontramos en el Parlamento quienes estaban en contra de la derogación de esta ley, como es el caso de la Cámara de los Comunes, y los que estaban a favor, como es el caso de la Cámara de los Lores quienes consideraban que la derogación de esta ley proporcionaba una mayor libertad a los editores y que estos, a través de la prensa, podrían movilizar a las capas populares en contra del poder político. A partir de éste conflicto se crea en 1693 una comisión, coordinada por el filósofo John Locke, que tiene como principal objetivo buscar argumentos y una solución para ver las consecuencias de una posible derogación de la Licensing Act. Desde esta comisión se emite un informe en el que se aboga por la derogación ya que se argumenta que la licencia previa perjudica a la imprenta inglesa en beneficio de la imprenta holandesa, que se dedicaba a la exportación de la discrepancia. Este argumento terminó por convencer a todos y, por tanto, en 1695 se produce la derogación de la Licensing Act. A partir de este preciso momento se produce una avalancha y proliferación de publicaciones. A pesar de esto, el poder de Inglaterra intentó controlar la informacion mediante el empleo de otros elementos, por lo que quiso instaurar otro modelo de control de la imprenta para controlar el flujo de información. Se observa como el gobierno no puede limitar o vulnerar un derecho individual como es la libertad de expresión o de opinión pero si podía, en cambio, controlar los periódicos siempre y cuando estos sean concebidos como bienes de consumo o productos de consumo. Para llevar a cabo este control, se emplearon los impuestos, por lo que la principal idea que promovía este modelo liberal de la prensa era la restricción económica. En 1697 tiene lugar la aprobación del primer impuesto sobre el papel, que nace como un impuesto provisional pero que se consolidaría como definitivo, según el cual por cada hoja impresa había que pagar un penique. No se prohibía imprimir, pero solo podía imprimir los que podía permitirse pagar esta cantidad. Tiene lugar en esta época la aparición de más periódicos pero con un menor número de hojas. Este impuesto inauguró el modelo liberal de control de la prensa. Con ello, el nuevo régimen cambia de instrumentos pero no de fin, controlar la información. La consolidación de este nuevo modelo se produce en 1712 con la aprobación de la primera Stamp Act. Esta ley aumentaría los impuestos sobre el periódico impreso, impuestos conocidos como “Taxes on Knowledge” o “tasas sobre el conocimiento”, hasta 1836. Fruto de ello encontramos, además del ya mencionado impuesto sobre el papel, impuestos como el que existe sobre la publicidad, es decir, sobre el anuncio insertado en la hoja impresa, o la tasa sobre el timbre, es decir, sobre el correo, para que la publicación pudiera ser enviada a sus suscriptores había que pagar anteriormente un sello o timbre. Con los impuestos, en 1712, se consigue que muchos periódicos dejen de publicar porque no tienen dinero para poder afrontar los costos. Por lo tanto, solo aquellos que tienen suficiente dinero para pagarlos serán los que mantendrán abierto sus periódicos y estos son normalmente los más cercanos al poder y afines a él. Por lo tanto, la libertad de expresión en este régimen solo existiría en la teoría. Hasta ese año 1712, el gran auge de la prensa que se había producido anteriormente dio como consecuencia una producción de periódicos vertiginosa habla de adoctrinamiento. Tambien se trataba temas sobre las profesionales o funciones públicas. La prensa moral trajo consigo un nuevo formato como fue la revista semanal. Sus últimas aportaciones fueron transmitidas a través, sobre todo, de los ensayos y habla de los antecedentes de géneros como el editorial y los artículos de opinión. Además aporta un nuevo género, el del dialogo con los lectores. La inauguración de las secciones y los apartados trajeron consigo la división de la informacion de los que es literatura y opinión. Uno de los periodistas más importantes de este tipo de prensa lo encontramos en Daniel Defoe quien es considerado el padre del periodismo inglés. Podemos encontrar diversos trabajos suyos de gran valor como son el panfleto The True-Born Englishman de 1701 a favor de Guillermo III, el panfleto The Shortest Way with Dissenter a favor de la iglesia protestante, el periódico The Review que fue publicado tres veces en semana durante nueve años y se convirtió en el primer hito de la prensa moral inglesa, su colaboración con periódicos story como el Mit’s Weekly Journal y el comienzo de su carrera literaria con la publicación de Robinson Crusoe. En esta época podemos encontrar diversas publicaciones moralistas de importancia como fueron los casos de: - The Review. Esta publicación fue creada por Daniel Defoe en 1704. Se trato de un periódico bastante característico no solo por su periodicidad semanal, sino por la existencia de una de sus secciones en donde se aludía a la literaria y estaba diferenciada del resto. Esta publicación inauguró también el modelo de revista semanal. Poseía un lenguaje bastante imaginativo y creativo, el cual se puede apreciar también en la obra de este mismo editor, Robinson Crusoe. - The Female Tatler. Aparece en el año 1709 de la mano de M. de la Riviere, tratándose, por tanto, de la primera publicación editada por una mujer. Se trata de un periódico irónico y sarcástico, e informaba de escándalos y críticas a los políticos. Pretendía salir los días alternativos a los que salía el periódico The Tatler, de periodicidad semanal también. - The Examiner. Se trató del primer semanario de crítica política creado por Jonathan Swift en 1710. Con la marcha de este, M. de la Riviere paso a editar esta publicación. Además de los nombrados, las dos publicaciones más importantes y representativas de la prensa moral fueron The Tatler y The Spectator, ambas creadas por Richard Steele y Joseph Addison en los años 1709 y 1711 respectivamente. El periódico The Tatler se trató del antecedente de la posterior publicación The Spectator. Se componía de dos columnas, al igual que The London Gazzete, y publicaba tres números por semana de 4 páginas cada uno. Como ya hemos comentado, fue editado por Richard Steele y Joseph Addison, aunque sería el primero el autor de la mayoría de los números tras pasar por la mencionada The London Gazzete. La desaparición de este periódico tiene lugar cuando gozaba de un éxito pleno debido a que sus autores decidieron editar una nueva publicación. Por otro lado, el periódico The Spectator se trató del modelo que creó el paradigma de la prensa moral y que intento asumir el formato de la revista semana, el estilo periodístico separado de la crítica social y otros elementos con el fin de intentar transmitir siempre algún tipo de enseñanza moral. Se trata de un diario que consta de dos páginas y que tendría también como editores a Richard Steele y Joseph Addison, aunque en este caso sería el segundo de ellos el principal autor, editando más de la mitad de los números. Se trató de una publicación con una tirada entre los 3.000 y los 10.000 ejemplares y con un elevado número de suscriptores. Contaba con los mismos editores que la publicación The Tatler e intentaba influir en el pensamiento de la burguesía. Esta publicación desaparece en pleno éxito al no poder hacer frente a la Stamp Act. En comparación con The Tatler, tenía diferentes aspectos formales, continuaba con las dos columnas y, además, intento disminuir el espacio que ocupa el texto en la portada con el objetivo de rellenar la cabecera con un eslogan o cita, siendo esta en latín, y donde se podía observar el posicionamiento del periódico. The Spectator perseguía los siguientes objetivos: - Pretendía adoctrinar y moralizar por un lado y, por otro, formar a la burguesía como nueva clase social. - El propio Addison aludía tanto al objetivo principal como al lugar donde se recibía esta publicación, siendo estos lugares los clubs, las casas de té, y las cafeterías. Buscaba también sacar la sabiduría de las universidades y bibliotecas únicamente y extenderla. - Los periodistas-filósofos son espectadores de esa forma de vida de la burguesía pero buscaban distanciarse de esa clase a la que pertenecen para observarla y así reflexionar sobre su forma de vida y criticar aquello que ellos creían que no estaba bien. Adquieren un aspecto de superioridad con ello. The Daily Courant estaba al mismo nivel que el espectador. C. La conquista del cuarto poder: el periodismo en la esfera pública. El siglo XVIII sería uno de los siglos más importante para el periodismo ya que los hechos que se produjeron terminaron por condicionar la nueva posición de esta profesión, la cual se convertiría en el cuarto poder. Nos encontramos en el siglo XVIII con que el periodismo cumplía una función de contrapoder, vigilando al poder político e intentando analizar y denunciar los abusos del rey y del propio gobierno. Paralelamente, la burguesía empezó a promover un nuevo espacio, el de la esfera pública donde se influía en las corrientes de opinión con el objetivo de satisfacer los nuevos gustos de las clases sociales. A lo largo de este siglo el periodismo emprenderá diferentes batallas que terminarían por condicionar esa posición como cuarto poder y acabar con las restricciones que se establecieron. En 1714 subió al trono Jorge I P. M. Walpole. Con este hecho las sesiones parlamentarias dejaron de ser públicas debido al temor que existía en el Parlamento de ser juzgado por la opinión pública y por ello, con el objetivo de mantener en secreto los votos y las deliberaciones, los parlamentarios comenzaron a impedir la asistencia de los periodistas, es decir, comenzaron a dificultar su entrada a estas sesiones. Para ello, se decretó que las sesiones parlamentar no eran públicas. Con esta situación se obstaculizó la información que llegaba a los ciudadanos ya que fue el propio gobierno quien decidió que información trasladaría a la opinión pública, para lo que el parlamento hacia llegar informes o sumarios a los periodistas con lo acontecido en las sesiones para que estos transmitieran la información. En otras ocasiones se difundía entre los periódicos fragmentos de los discursos de algunos políticos. Los periodistas no gozan de libertad de expresión ya que la informacion les venía ya impuesta por el gobierno. Por todo esto, uno de los objetivos de los periodistas fue acabar con el secretismo y la manipulación. En la práctica, algunos periodistas consiguieron información en exclusiva y saltear la manipulación existente, por lo que aquellos periódicos que lo consiguieron fueron lo más leídos y los grandes triunfadores de la época. Esta lucha propició la siguiente. El hecho de no poder acceder a las sesiones parlamentarias y que el poder político decidiera que informacion transmitir a la opinión publica hizo que la prensa se encontrara indefensa y vulnerable. Con su llegada al poder, Jorge I P. M. Walpole llevo a cabo la creación de un fondo de reptiles, un fondo formado actuación del Rey y el gobierno en materia de libertades públicas, incluida la libertad de expresión. Debido al desconocimiento de la identidad de esta figura, se condenó al editor del propio periódico H. Woodfall, quien finalmente, en un juicio celebrado ante un jurado popular cuyo uno de los miembros era un comerciante de carbón de 30 años llamado John Walter y creador posteriormente del periódico The Times, fue absuelto. Por último, nos encontramos en esta época con un tipo de prensa considerada de negocio, la prensa de anuncios e informacion general donde destacaron las publicaciones The Daily Advertirser de 1730 y The Daily Universal Register de 1785, más tarde llamado The Times. El primero de ellos fue el primer gran periódico que combina los anuncios con la prensa liberal seria. A pesar de la importancia de todo lo anterior, hay que decir que el hito del siglo XVIII en Europa es la creación de la publicación The Times en Londres, en su origen llamado Daily Universal Register. En 1785, John Walter, un empresario del carbón, compro la patente de un método para la composición tipográfica, conocido como el método logográfico, y decidió editar un periódico para probar los avances tecnológicos, el ya mencionado Daily Universal Register. Este nuevo método permitió aumentar las tiradas en poco tiempo, lo que repercutió en ventajas para el periodismo como la inmediatez informativa. El compromiso de este empresario era lanzar un periódico que se imprimiese en solo una hora y saliese regularmente a la calle a las 06:00 de cada día, para favorecer los intereses de los anunciantes. Además, para captar anunciantes su precio de salida fue de 2 peniques y medio, algo más barato al de la competencia. En el primer número de esta publicación se observaba que en cada página, con un total de 4, existían 4 columnas, 2 de las cuales estaban destinadas a contener anuncios de tal manera que satisfacía a los propios anunciantes creando así, no solo un diario más barato, sino con un mayor espacio para los anuncios. Las otras 2 columnas restantes estaban destinadas al “To the Public” o Plan de la Obra en donde Walter advertía en su declaración al publico que de la informacion parlamentaria solo se ofrecería un resumen con la sustancia de los discursos. Es a partir del 1 de enero de 1788 cuando la cabecera de este diario pasa a llamarse The Times. Con el cambio de cabecera también se produjo un cambio en el sistema de impresión del periódico, ya que el impresor alemán Köening introduce un motor de vapor que sustituye a la fuerza humana y a la prensa de vino. En 1803 el hijo del fundador, John Walter II, se hizo cargo de la edición aportando novedosas ideas en el terreno empresarial. Esta nueva figura introdujo una red de corresponsales que informaría de manera exclusiva y conseguir no depender del correo, ni de las gacetas extranjeras. Estos corresponsales adquirieron bastante importancia y se convirtieron como en los segundos embajadores de las cortes británicas. De hecho, esta red hizo que The Times consiguiera la informacion antes que otros periódicos y de manera detallada, lo que le trajo bastante ventajas y efectos positivos, además del éxito ya que los lectores preferían este tipo de información. Con respecto al periodismo en la esfera pública hay que decir que en 1783 Londres contaba con nuevo periódicos diarios y otros diez que tiene una salida de dos o tres veces por semana. Los periódicos lanzaban tiradas desde los 300 hasta los 10.000 ejemplares. Los vendedores o hawkers distribuían estos ejemplares tanto por Londres como por el extrarradio. A finales del siglo XVIII existían en esta ciudad mas de 500 cafés en donde, además de en las bibliotecas y los clubs, los periódicos se leían de manera individual o colectivamente. A pesar de todos los avances que se produjeron en el periodismo en esta época y de la primera edad de oro del periodismo inglés, seguían existiendo voces críticas contra los periodistas. Una de ellas fue la del escritor Samuel Johnson quien definía a los periodistas de la siguiente manera: “Un periodista es un hombre sin virtud que escribe mentiras en su casa para su propio beneficio. Para este tipo de escritos, no se requiere ni ingenio ni conocimientos, tampoco laboriosidad o desparpajo, pero sí el desprecio de la vergüenza, la indiferencia ante la verdad son absolutas”. De la misma manera decía de ellos que “Estos habitualmente venden sus habilidades, tanto si son pequeñas como si son grandes, a uno de los Partidos que nos dividen; y sin un solo deseo de Verdad o un solo pensamiento de Decencia”. A pesar de estas voces críticas los logros de la prensa inglesa y sus periodistas estaban patentes como fueron: - Garantizar en lo posible la independencia en su trabajo. - Contar con el respaldo casi constante del estamento judicial. - Contar con la aprobación popular en sus actuaciones. - Convertir a la lectura de prensa en un hábito indisociable de la vida cotidiana de la población urbana más favorecida. - Como resultado, la prensa es por primera vez en su historia percibida como un cuarto poder. En relación a esto último, Edmund Burke, en un discurso ante la Cámara de los Comunes en 1774 comentaba que “Hay tres Poderes en el Parlamento; pero en la Galería de Reporteros tiene su asiento un Cuarto Poder mucho más importante que todos aquellos”. Mientras tanto, en Francia los tres viejos medios oficiales, sobre todo la Gazette, iban perdiendo progresivamente el favor del público y aumentaba ligeramente la oferta de prensa oficial como el Journal de Paris de 1777. Se minó el monopolio con periódicos no oficiales pero que pagaban un canon al medio oficial o al Ministerio de asuntos exteriores. Se producía un aumento considerable de la difusión de periódicos clandestinos impresos en el exterior o en Francia con pie de imprenta falsa como el Journal de Geneve de Panckoucke de 1772. Las gacetas holandesas llegaron a distribuirse legalmente en Francia. Por su parte, la prensa moral y literaria asumieron la labor de crítica política a través de estrategias discursivas de disimulo. Por último, el sistema informativo absolutista, en conclusión, se derrumbo incluso antes de que estallase la Revolución.
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