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Indigenismos e indianismo, Apuntes de Historia

Asignatura: Cultura y pensamiento en América, Profesor: Pilar Ponce Leiva, Carrera: Historia, Universidad: UCM

Tipo: Apuntes

2017/2018

Subido el 22/01/2018

ogeiderrotal
ogeiderrotal 🇪🇸

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¡Descarga Indigenismos e indianismo y más Apuntes en PDF de Historia solo en Docsity! T11. INDIGENISMOS E INDIANISMOS Lo que tienen en común estos términos es que ambos son ámbitos de reflexión y acción sobre cuestiones ideológicas y políticas en las que media la cuestión étnica. Pero tienen grandes diferencias. El indigenismo toma como objeto de reflexión al indígena, pero los actores de acción no son los propios indígenas, mientras que los indianismos son un conjunto muy variado y muy difícil de sistematizar de ideologías y movimientos sociales que parten de las comunidades indígenas. En definitiva, son los propios indígenas los protagonistas). Por tanto, los indigenismos son una reflexión externa y los indianismos interna. Los indigenismos son muy variados, peros los indianismos son todavía más heterogéneos, pues son movimientos muy difíciles de estructurar y de sistematizar. 1. INDIGENISMOS Indigenismo literario e indigenismo como teoría social Son dos formas de expresión que tienen en común al indígena como objeto de preocupación, pero bordan este tema de formas muy diferentes. En el indigenismo literario destacan Jorge Icaza y José María Arguedas. Son autores que provienen de otras ideologías (marxismo, anarquismo, etc) pero que tratan el tema del indígena. Dentro de los indigenismos literarios la imagen que se presentan del indígena puede ser radicalmente distinta. José María Arguedas fue un blanco que se crio en la hacienda de su padre, por lo que tuvo mucha relación con los campesinos indígenas desde muy joven. Es escritor, pero también es antropólogo. Estudió el folclore mexicano, hablaba perfectamente el quechua, etc. Su infancia rodeada de indígenas se percibe en su novela. En Ríos profundos hace un relato casi autobiográfico donde nos presenta el mundo indígena desde dentro, una percepción interna e íntima. Por lo tanto, nos presenta un indígena sensible y volcado con la naturaleza. La novela de Jorge Icaza representa todo lo contrario. En su obra Huasipungo se presenta la lucha de los huasipungueros por su huasipungo ante el deseo del señor por venderlos (una parcela cuya explotación entregaba el señor a los trabajadores, pero no la propiedad). Icaza presenta a los indígenas bestializados y brutos por su constante explotación durante siglos. Los indigenismos que parten de la teoría social se agrupan en torno a disciplinas como la sociología o la historia, pero, sobre todo, a la antropología. Antecedentes coloniales del indigenismo Discurso autonomista, paternal y benefactor (Bartolomé de Las Casas): defiende que al indígena hay que dejarle vivir a su modo siempre y cuando no caiga en pecados marcados por la Iglesia (sodomía, canibalismo, etc). Considera al indígena como un ser vulnerable y que necesita protección. El segregacionismo utópico (reducciones jesuíticas): busca segregar a los indígenas y apartarlos de las poblaciones europeas. Proyectos asimilacionistas (tendencia de la legislación indiana): parten de la necesidad de integrar al indígena en la legislación colonial. Lo que varía es la forma en la que se deben insertar, las obligaciones que conlleva, los derechos que deben tener, etc. De estas tres grandes tendencias acaba imperando los proyectos asimilacionistas, aunque con ciertas modificaciones de tipo paternal. El “no-indigenismo” del siglo XIX El siglo XIX fue el siglo más duro para los indígenas y no solo por la mala consideración que se tenía contra los indígenas. En este siglo se están creando los estados nación latinoamericanos, muy influenciados por el liberalismo. Quienes están intentando crear un estado quieren homogeneizar la nación y el pueblo. El liberalismo busca que todos los habitantes sean ciudadanos iguales ante la ley. Por tanto, hay que acabar con las diferencias legales, el fuero militar, eclesiástico e indígena. El último tipo da una serie de derechos a los indígenas que no tienen los no indígenas, por ejemplo, el derecho a la tierra. Esta situación termina en México con la revolución liberal, que acaba con los fueros para que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley. La Ley Lerdo de Tejada desamortiza las tierras en manos muertas, pero no solo atañe a las tierras eclesiásticas, sino también a las tierras de las comunidades indígenas. Se ha calculado, que con esa ley y las que la siguieron los indígenas perdieron más tierras que con la implantación del sistema colonial. Por tanto, las tierras de comunidad pasaron al estado, que vendió algunas tierras a grandes latifundistas y los indígenas se convierten en jornaleros. En otras zonas los indígenas consiguen comprar las tierras y convertirse en propietarios. Muchos de los que participan en la revolución mexicana de 1910 serán indígenas por consecuencia de estas desamortizaciones. Por múltiples motivos, el siglo XIX fue un siglo desastrosos para los indígenas: Atomización de los pueblos y comunidades. Desarticulación de los mecanismos de cohesión. Eliminación de protección jurídica. Drásticos procesos de privatización de tierras comunales. Deseo de superponer la idea de estado sobre gran parte de la población, los indígenas. Indigenismos del siglo XX Este es el indigenismo propiamente dicho. El país donde más se desarrolla es en México, donde se va fraguando desde la revolución mexicana de 1910. Se va fraguando un indigenismo que intenta institucionalizar el pensamiento indígena, es decir, que haya instituciones que se dediquen al estudio de lo indígena y a crear propuestas para intentar dar soluciones a sus problemas. También surge con afán de intermediación entre el estado y los indígenas para llevar a cabo política de desarrollo. Hay una enorme variedad de corrientes simultaneas muy heterogéneas. Se pueden ordenar cronológicamente en dos grupos separados por la mitad de siglo. La primera generación (1900-1950) está formada principalmente por políticos (también profesores), mientras que la segunda generación (1950-2000) está formada fundamentalmente por antropólogos sociales. reconocer algunas diferencias es en función de su discurso y reivindicaciones. Podemos encontrar tres tipos de movimientos (aunque se solapan entre ellos): Basados en la reconstrucción y defensa de la etnicidad: ponen lo étnico en el centro del discurso como lo esencial y lo que da identidad al movimiento. Destaca el katarismo boliviano, que toma su nombre de Tupac Katari, que se sublevó en el virreinato del Perú (zona de la actual Bolivia) simultáneamente a la rebelión de Tupac Amaru II. El katarismo lo inicia Fausto Reinaga, un indígena de mediados del siglo XX que fundó el Partido Indio en Bolivia. En 1970 escribe La revolución india, donde sienta las bases ideológicas de este movimiento. A su vez se está creando el Movimiento Indio Peruano (1974) de Roel Pineda, que tiene mucho que ver con el katarismo. Plantean que Bolivia y Perú era uno, porque comparten el grueso de la población aimara y quechua. Los objetivos de estos grupos son la recuperación histórica del Incanato, la superioridad moral del acervo cultural indígena (defienden su vinculación con la naturaleza frente a la destrucción que hace de ella el capitalismo del hombre occidental) y revalorización de principios filosóficos propios frente a Occidente (dualidad y equilibrio del mundo indígena). En conclusión, se centran en una búsqueda de la identidad propia construida retrospectivamente. Pero en la práctica, todo este discurso es más formal que pragmático y actúan como movimientos campesinos u obreros (en Bolivia hay una unión muy intensa entre campesinos y mineros, lo que les ayuda a conseguir sus objetivos). Estos movimientos tienen un resurgir en nuestros días que se está estudiando todavía. Carmen Salazar y Ronal Acebedo escriben ya en el siglo XXI sobre la etnización y etnogénesis. La etnización está intentado describir el afán en muchos países latinoamericanos por presentar a toda la población como vinculada a lo indio, es decir, presentar la nación como indígena (reivindicación de la etnicidad más cultural que genética). Es una postura ideológica relacionada con la revalorización de la identidad indígena. La etnogénesis supone el crear movimientos identitarios a partir de supuestos elementos étnicos de carácter ancestral. Es decir, la invención de un pasado que se asume como propio. Por ejemplo, en zonas de Ecuador los incas actuaron como conquistadores y provocaron muchas muertes, pero en la actualidad se celebran fiestas exaltando el Incanato. Basados en su condición de clase (discurso campesino): se presentan como movimientos campesinos, pero en algunos países la gran mayoría de campesinos son indígenas, por lo que pasan por movimientos indígenas, pero son movimientos sociales de clase. Esto es lo que se ve en la mayoría de las reivindicaciones campesinas. Son las más habituales. Reclaman la recuperación de los territorios, el reparto de la tierra, mejoras en las condiciones de trabajo, etc. Movimientos que aúnan lo étnico, lo clasista y los movimientos de liberación nacional: usan lo étnico como retórica, pero sus objetivos son principalmente sociales y económicos. Además, reivindican un espacio nacional propio por su condición de indígena. Estos movimientos son difíciles de explicar porque hay un gran debate sobre ellos. Uno de ellos es el movimiento zapatista (el Ejército Zapatista de Liberación Nacional nace en 1983), pero no hay acuerdo sobre sus líneas esenciales. A partir de sus manifestaciones públicas vemos como sus reivindicaciones son mucho más sociales y económicas que en el caso de los movimientos etnicistas. Reconocen la heterogeneidad frente a los postulados del estado y llevan a cabo reivindicaciones de carácter mixto: derecho a la propiedad de la tierra y los recursos que contiene, reafirmación de la etnicidad (rechazo al integracionismo mexicano), reconocimiento de su organización social comunitaria y de su derecho consuetudinario y participación política en el marco de una sociedad efectivamente democrática. Por tanto, se centran en lo social y lo político para pedir un comportamiento efectivamente democrático (surge en un contexto en el que el PRI está acomodado en el gobierno gracias a elecciones amañadas). 3. INDIGENISMO VERSUS INDIANISMO (AÑO PASADO) Indigenismo sería la acción de reflexionar y exponer propuestas de forma externa a las comunidades indígenas, mientras que el indianismo es un conjunto muy heterogéneo de propuestas de acción social promovido por los indígenas y que tiene como objetivo sus propias comunidades. Indigenismo literario e indigenismo como teoría social Hay reputados escritores que han centrado sus novelas en el mundo indígena. Pero estos escritores en la mayoría de los casos, sus fuentes ideológicas no suelen ser las puramente indigenistas, sino que suelen seguir ideologías internacionales (socialismo, anarquismo, etc). Un ejemplo de esto es Jorge Icaza que escribe Huasipungo, donde refleja las formas de vida indígenas, pero él es comunista, lo que hace es intentar demostrar que tantos años de dominación y explotación han convertido a los indígenas en bestias. José María Arguedas es un antropólogo peruano que se cría entre indígenas. En Los ríos profundos hace una metáfora sobre la vida en los Andes. La historia es la de un niño blanco que se cría entre indígenas, muy autobiográfica (un indígenas más romántico y muy distinto del de Icaza). Hay otro indigenismo que se plasma en la teoría social. Estudian a las comunidades indígenas a través de disciplinas como la antropología o la politología (el indígena se trata como fuente de estudio académico). Antecedentes coloniales del indigenismo De estos dos conceptos el indigenismo tiene una carrera más larga. Cómo tratar y relacionarse con las indígenas es un problema que surge desde el primer momento de contacto con los españoles, pero en este momento todavía no se reconoce como tal, el concepto será moderno. Este indigenismo colonial tiene varias corrientes. Está el discurso autonomista, paternalista y benefactor de Bartolomé de Las Casas, el segregacionismo utópico de las reducciones jesuíticas o los pueblos hospital del obispo Vasco de Quiroga en el Occidente de México a través de Utopía de Tomás Moro y los proyectos asimilacionistas (integrar al indígena como súbdito del rey, teniéndose que comportarse como tal). El no-indigenismo del siglo XIX El siglo XIX es un siglo muy perjudicial para los indígenas por la atomización de los pueblos y comunidades, la desarticulación de los mecanismos de cohesión, la eliminación de la protección jurídica y los drásticos procesos de privatización de tierras comunales. Desde las estados-nación liberales recién formados se mira con recelo a los indígenas porque se ven como una oposición a los fenómenos civilizatorios y modernizadores, lo que impide que sean considerados ciudadanos y supuestamente provoca la crisis y el atraso coyuntural de las naciones latinoamericanas. El indigenismo moderno del siglo XX o el indigenismo “de verdad” Conjunto de propuestas que implican una institucionalización de los estudios sobre el tema. Los indigenistas se presentan ante el público con voluntad de intermediarios entre los estados y las comunidades indígenas, que por lo general no consiguen entenderse por diferencias tanto culturales como de intereses. Por esto, colaboran en el diseño de políticas de mejora de vida de las condiciones indígenas. Existen dos generaciones de este indigenismo, una que se da en la primera mitad de siglo y otra en la segunda. Cada generación abordará el tema de formas distintas. Los grupos coinciden en el tiempo, pero son muy heterogéneos, por lo que no se puede hacer un estudio cronológico. En la primera generación será habitual encontrar reconocidos políticos como José Carlos Mariátegui, un reconocido marxista. Reflexionan sobre el indígena, pero dentro de sus propuestas político-sociales. En cambio, en la segunda generación la mayoría son antropólogos cuyas propuestas vienen principalmente del mundo académico. Hay tres corrientes de pensamiento principales: el integracionismo del indigenismo y la acción oficial, los etnicismos y las perspectivas etno-marxistas. El indigenismo integracionista. El más prototípico es el integracionismo mexicano que aparece ya a partir de la década de los 40. Es la herencia de unos compromisos adquirido en la revolución mexicana. En 1940 tiene lugar el primer congreso indigenista con el Congreso Indigenistas Interamericano de Pázcuaro, que tendrá un gran éxito y a partir del ahí se formula el Instituto Indigenistas Interamericanos, que no llega a crearse, pero será el antecedente del Instituto Nacional Indigenistas (INI; 1949). El INI será muy importante en las relaciones entre el estado mexicano y los pueblos indígenas fomentándose políticas de apoyo y entendimiento. Fue muy poderoso, pero también muy criticado a partir de los 70 por la crítica de las políticas ISI, pues van muy relacionado. Por esto, el INI se transforma en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (2003). Los objetivos de este integracionismo son: ofrecer protección institucional ante las injusticias, fomentar el desarrollo e integración del indígena en la vida económica nacional mediante la aplicación de las políticas ISI al ámbito rural y construir una nación étnicamente homogénea (indianización del mexicano y mexicanización del indígena). Pero sus críticos les acusan de paternalismo estatalista y que tiene como meta principal el crecimiento económico a base de destruir al indígena y asegurar su sujeción al estado, poniéndolos al servicio de la faceta agraria de las políticas ISI. Los etnicismos serán uno de los sectores más críticos con los integracionistas. Dentro de este grupo hay dos tipos de actores, el núcleo duro formado por antropólogos, que llevan a cabo una política de cesión de espacios para dejar que hablasen los propios indígenas, los otros actores, lo que muestra una mezcla de indigenismo e indianismo. Luis Valcárcel es un intelectual peruano que expone un tipo de pensamiento que tendrá una gran influencia posterior sobre algunas formaciones indígenas y sobre las propuestas netamente indianistas (Tempestad en los Andes). Los etnicismos dan la vuelta a los planteamientos integracionistas, lo que hay que hacer es poner en valor la cuestión étnica y aprovechar el factor movilizador indígena para ponerlo en manos de los indígenas. Implica afirmación de pertenencia a una colectividad étnica, la asunción
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