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la crisis del antiguo regimen, Apuntes de Historia

Asignatura: historia, Profesor: Luis Carlos Grandal Seco, Carrera: Periodismo, Universidad: UC3M

Tipo: Apuntes

2016/2017

Subido el 03/10/2017

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cristinita_indi 🇪🇸

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¡Descarga la crisis del antiguo regimen y más Apuntes en PDF de Historia solo en Docsity! 11. La crisis del antiguo Régimen 11.1 La crisis de 1808: Guerra de Independencia y los comienzos de la revolución liberal En la crisis de 1808 intervienen diversos factores que tienen su origen en el reinado de Carlos IV (1788-1808). El mantenimiento de la estructura social, económica y política del Antiguo Régimen había llevado al país a una situación insostenible, que los intentos de reforma ilustrados no habían podido superar. El hambre, el alza de los precios, la concentración de tierras en manos de los privilegiados etc. hacían aumentar el descontento entre las clases populares. Al mismo tiempo, los privilegiados empezaron a oponerse a Carlos IV y especialmente a su valido, Manuel Godoy, al que consideraban un advenedizo por su origen plebeyo. Esta oposición nobiliaria se fue concentrando en torno al príncipe Fernando, hasta llegar a una primera conspiración que fue descubierta y que terminó con la detención de Fernando en el llamado Proceso de El Escorial, aunque Carlos finalmente le perdonó. A la mala situación interna se añadía la de la política exterior, que desde la subida al poder de Godoy se orientaba hacia Francia. España había firmado con Francia dos tratados, llamados de San Ildefonso (1796 y 1800) por los cuales se enfrentaba a Inglaterra y a Portugal. En 1805 una flota hispanofrancesa que debía invadir Inglaterra fue derrotada en Trafalgar, por lo que a Napoleón no le quedó otra salida que decretar un bloqueo comercial en Europa para derrotar a los ingleses. Como Portugal se negó a cumplirlo, el Emperador decide invadir el país. Para ello firma con España el Tratado de Fontainebleau (octubre 1807) a través del cual se permite el paso de tropas francesas por territorio español para invadir Portugal. No se sabe exactamente cuándo decide Napoleón conquistar España, pero lo cierto es que Portugal es ocupado en un mes y a pesar de ello siguen entrando tropas francesas en la Península, que además se sitúan muy lejos de las rutas de comunicación con Portugal. En febrero Napoleón pone al mando de PAGE 1 estas tropas a Murat; la desconfianza entre la población española crece, lo que será aprovechado por la oposición a Carlos IV para dar el golpe definitivo. El 18 de marzo de 1808 se produce el motín de Aranjuez, en que los partidarios de Fernando asaltan el palacio y obligan a Carlos IV a destituir a Godoy y abdicar en su hijo. Fernando VII, ya rey, entra en Madrid pero inmediatamente queda a merced de los franceses. Napoleón llama al príncipe a Bayona, hasta donde había hecho llevar también a su padre. En un vergonzoso episodio en el que ambos llegan a insultarse, Fernando, forzado por Napoleón, devuelve la Corona a su padre y éste abdica en Napoleón. Son las abdicaciones de Bayona del 7 de mayo de 1808, de las que se sirve el Emperador para entregar el trono de España a su hermano José Bonaparte. Mientras tanto el 2 de mayo, ante la salida de la familia real del palacio, se había producido en Madrid un estallido popular contra las tropas de ocupación. Aunque las clases dirigentes habían acatado la autoridad francesa (incluso desobedeciendo las instrucciones que había dejado el rey al marcharse) la población madrileña se levantó contra lo que consideraban el secuestro de Fernando VII. Murat reestableció el orden con una dura represión (fusilamientos del 3 de mayo en Príncipe Pío y El Pardo) pero la rebelión ya se había extendido, como demuestra el famoso bando del alcalde de Móstoles. La guerra había comenzado. Si bien el ejército napoleónico era una poderosa máquina de guerra hasta entonces invencible, los españoles pudieron contar con el apoyo británico y portugués, lo que equilibró numéricamente el conflicto. Por otra parte Napoleón envió a España tropas de segunda, pues no esperaba que la resistencia fuera a ser tan dura. La guerra se desarrollará en tres fases: -En la primera los franceses intentan liquidar los núcleos de resistencia en las principales ciudades. Así, Zaragoza es sitiada, aunque defendida por Palafox. La estrategia francesa se vio en peligro cuando el ejército galo fue derrotado en Bailén y Wellington PAGE 1 rey, el poder ha regresado a su verdadero poseedor, que es la nación. Basándose en esta teoría liberal, crean juntas, primero locales y luego provinciales, que son la expresión de la soberanía nacional. Estas juntas están controladas por miembros de las antiguas clases dirigentes, en un principio seguidores de las ideas liberales. Finalmente se crea la Junta Suprema Central, que se convierte en el gobierno de la resistencia. La guerra y los conflictos internos entre los miembros de la Junta dificultan su labor y llevan a la conclusión de que sólo unas Cortes pueden aprobar legítimamente las reformas que la Junta perseguía. Tras muchas discusiones se logra que dichas Cortes sean elegidas por sufragio universal, y comienzan sus reuniones en Cádiz en septiembre de 1810. 11.2 Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812 Las Cortes tuvieron predominio de liberales, procedentes en su mayoría de las capas medias urbanas (abogados, funcionarios, comerciantes) aunque también hubo en ellas miembros de la nobleza y el clero. El liberalismo era la ideología de la Revolución Francesa, basada en la soberanía nacional (expresada en regímenes parlamentarios) frente al concepto divino del poder propio del absolutismo, el reconocimiento de los derechos individuales, y la sustitución de la sociedad estamental por otra libre donde no hubiera privilegiados por el nacimiento. Pero el liberalismo, que nace entre los burgueses, no persigue la democracia, sino que defiende que sólo los ricos tengan acceso a los derechos políticos. Los diputados de Cádiz intentan llevar a cabo un programa que modernice el país según las bases del liberalismo político y económico; se trata de romper en todo lo posible el Antiguo Régimen, pero se encontraron con un doble problema: la guerra impedía poner en marcha muchas de las medidas al tiempo que el país no estaba preparado para recibir muchas de ellas, pues no hay que olvidar que las decisiones de las Cortes estuvieron muy condicionadas por la presencia de radicales en sus reuniones. Algunas de las reformas afectaron directamente a estructuras del PAGE 1 Antiguo Régimen, como es la supresión del mayorazgo y de los gremios así como la abolición del régimen jurisdiccional de los señores. También se suprime la Mesta y se declara la libertad de imprenta, aunque se excluyen los temas religiosos. Precisamente en materia religiosa la legislación de Cádiz representa el inicio de una larga de intervencionismo estatal que provocará serios conflictos entre la Iglesia y el Estado. De momento se suprime la Inquisición y se expropia bienes de obras pías y órdenes militares Las desamortizaciones también afectará a los bienes de propios y baldíos. Pero sin duda la obra cumbre de las Cortes es la Constitución de 1812, primera de la historia de España. Ya en su primera reunión las Cortes declararon su carácter constituyente y se comprometieron a elaborar una Carta Magna. Tras año y medio de trabajo se proclamó el 19 de marzo de 1812. Es una Constitución extensa (384 artículos) pues al ser la primera no se quería dejar ningún cabo suelto. Declara el Estado como una monarquía moderada hereditaria, afirma la soberanía nacional, la división de poderes y los derechos individuales. El poder ejecutivo lo tiene el rey que nombra a sus secretarios. Éstos responden ante las Cortes pero al no ser cesados por ellas no existe un verdadero control parlamentario del Gobierno. En cambio sí se recogen algunas restricciones al poder del rey. El poder legislativo es compartido por las Cortes, que hacen las leyes, y el rey, que las promulga y sanciona y puede vetar hasta dos veces en tres años. Las Cortes son unicamerales y elegidas por sufragio universal indirecto para varones mayores de 25 años. La elegibilidad es censitaria. El poder judicial lo tienen los tribunales pero se reconoce la existencia de dos fueros especiales: el militar y el eclesiástico. Se recoge la confesionalidad católica del Estado, y se establece la existencia de un ejército permanente y de una milicia nacional. La administración del Estado se divide en provincias. PAGE 1 11.3. Fernando VII: absolutismo y liberalismo A su regreso a España, en Valencia, un grupo formado por militares, aristócratas y clérigos, algunos diputados, entrega a Fernando VII el Manifiesto de los Persas, un documento en el que le muestran su apoyo para que restaure el absolutismo. El 4 de mayo el rey declara nula y sin efecto la obra de las Cortes de Cádiz; se suprime tanto la legislación reformadora como la Constitución de 1812 y se inicia la represión contra afrancesados y liberales. Se abre con ello el Sexenio Absolutista (1814-1820), un periodo caracterizado por la inestabilidad política. Era difícil volver a gobernar mediante el absolutismo un país que ya había experimentado el liberalismo. Pero sobre todo pesaron los problemas del país: la situación económica del Estado era de quiebra, agravada por el coste de las guerras de emancipación americanas; la situación en el campo era desastrosa por la caída de los precios y la restitución de privilegios a los señores. Las clases urbanas se vieron perjudicadas por el hundimiento del comercio colonial, y en el Ejército también había descontento por el retraso en los pagos y las malas condiciones de vida, por no hablar de la presencia de jóvenes oficiales de ideología liberal entre sus filas. Así, entre 1814 y 1819 hubo hasta siete pronunciamientos fracasados. El 1 de enero Rafael del Riego, al mando de las tropas acantonadas en Cabezas de San Juan para ser enviadas a América, encabeza un pronunciamiento que acabará triunfando. El rey es obligado a jurar la Constitución de 1812 y se restaura el sistema liberal, en un periodo conocido como Trienio Liberal (1820-1823). Toda la obra reformadora de las Cortes de Cádiz vuelve a ser puesta en marcha, con medidas como la Ley de Supresión de Monacales, que disolvía los conventos y ponía sus tierras a la venta, o la reforma educativa, que secularizaba la enseñanza y la dividía en tres grados (primaria, secundaria y superior). Algunas reformas como la de la Hacienda no llegaron a realizarse. El Trienio Liberal está marcado por la inestabilidad que provoca la división entre los liberales. Por un PAGE 1
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